//ADVERTENCIA//

Antes de continuar, este capítulo contendrá lenguaje explícito y contenido relacionado al ámbito sexual.

Míralo bajo tu propio riesgo.

Sin más avisos que decir, comencémos...

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La medianoche se hace presente y la roca lunar se alza hasta la cima del cielo oscuro, está siendo observada con detenimiento por un pelinaranja con pijama acordé a su pelo, el cual estaba sentado en un sillón puff de color morado cercano a una ventana, el joven bosteza posando su cabeza sobre sus rodillas haciéndose una pelota en el proceso, entrecerrando sus ojos como si ya quisiera descansar.

-No...han...dicho...nada...aun?- Una voz suave, tímida y femenina entra por su tímpano haciéndolo despertar y desviar su visión de la luna para centrar su atención a la causante del sonido, siendo una chica con pelo afro color azul cielo relativamente corto llegandole al inicio de su espalda y con el mismo tipo de ropa para dormir que el, solo que de un tono más opaco.

-No...no...han...dicho...nada- Responde con su voz baja y entrecortada, toma con lentitud su celular a la espera de cualquier notificación o llamada, suspirando agotado.

La chica suspira junto a el recargando su cabeza sobre el respaldo de su cama -En...verdad...no...van...ni...ha- Es interrumpida por el chico.

-Espera...me...están...llamando...- El pelinaranja desliza su dedo en la pantalla para contestar la llamada entrante -Si?...- Colocando con cautela el teléfono en su oído como también activando el altavoz con la finalidad de que la joven también escuchará.

-Fern, tenemos...amm algunas complicaciones y contratiempos de último momento- La voz del pelicetrino hace aparición.

-Y...cuáles...son?- El chico se recarga sobre el puff, viendo de reojo la ventana.

-Bueno para resumir...- Al otro lado de la llamada se escucha una tos de parte del tez bronceada -Me enferme a última hora, no sabría decir el porque, segundo, Jv y Lars están en una fiesta de sus padres y tíos y dicen que no van a estar desocupados hasta quizá el lunes, tercero, Lond salió de la ciudad de momento junto con Maia para unas audiciones que tenían que dar, cuarto, Vindi y Vanny se emborracharon antes de ir con ustedes y Lift las está cuidando- Termina de decir el chico entre estornudos y algunos problemas en la nariz.

-Enserio...les...paso...todo...eso...de...último... momento?- El pelinaranja pregunta en un tono sorprendido y atónito, así como de fondo se ve a la peliazul bufar con tristeza -Y...Talia? A...esa...no...la...haz...mencionado...le...paso...algo...también?-

-Eso es porque...- El pelicetrino se queda callado formulando sus palabras -La policía otra vez la encontró robando un microondas y la andan persiguiendo...- Rie bajo ante lo mala que era la pelimorada en esconderse.

Ambos en la recámara se quedan shockeados -Lo...dices...enserio?- El peliemo pregunta incrédulo esperando que sea una broma como cualquier otra del tuerto.

-Esta vez no es broma por si te lo planteas, me llamo está mañana diciéndonos a todos de antemano un jodanse por si la atrapan- Se escucha otra tos al otro lado.

El pelinaranja inhala y exhala -Entonces...supongo...que...se...cancela...la...noche...de...películas...no?- Rascando su cabeza mientras mira una caja con unas cintas VHS dentro.

-Si, me temo que lo tenemos que posponer...pero eh, almenos las cintas de películas antiguas ya las tenemos en casa de la Marinera, será más fácil ponerse de acuerdo otro día, quizá el próximo finde, está bien?-

-Me...acaba...de...llamar...Marinera?- Dijo la joven en un tono ofendido mientras se cruzaba de brazos, haciendo que el emo solo suspirara y el tuerto riera.

-Agh...está...bien- Baja su timbre de voz a uno triste -Cuidate...- Sin esperar respuesta del contrario cuelga la llamada dejando el teléfono a cargar en la mesa de noche junto a otro que probablemente sea de la chica, el chico vuelve a suspirar sobando su rostro y mirando el suelo -Ya...no...tiene...caso...el...quedarme...aquí...-

La peliazul al terminar de escuchar la llamada se acerca a la orilla de la cama sentandose mientras enfoca su vista al pelinaranja -Bueno...almenos...ya...sabemos...el...porque...ninguno...vino...pero, no...hay...que...entristecerse...aunque...solo...seamos...dos, podemos...divertirnos...con...otros distractores- La chica sonrie ligeramente intentando aligerar la decepción actual del chico.

El joven solo entrecierra sus ojos y se encoge abrazando sus rodillas mientras sigue viendo el suelo.

La chica nota que su intento de ayudar no funcionó, pone su mano sobre su mentón para pensar en algo para alegrar la noche -Bueno...quieres...comer...algo?- Pregunta lo primero que se le vino a la cabeza.

El chico sin voltearla a ver, responde en un tono monotono y con pausas prolongadas de por medio -Si...quieres, vamos...entonces- Se levanta del puff lentamente, levantando su vista del suelo y enfocarla en el rostro de la dueña del hogar.

La peliazul sonrie victoriosa de que su plan de último minuto haya funcionado, al menos hasta que su cabeza piense en algo mejor -Esta...bien...acompañame- Se levanta de su cama, dejando ver su altura real siendo más alta que el joven, dónde su cabeza le llega casi por debajo de su pecho.

-Bi...bien...- El pelinaranja tartamudea al tener que subir su mirada, siempre su mente olvida lo alta que era su "amiga" cuando está se acuesta o sienta, al contrario que cuando se levanta, haciéndolo girar su mirar nervioso todo el tiempo y está no es la excepción.

La chica ve con ternura al mas bajo soltando una risita siendo tapada por su mano, toma su teléfono de la mesa de noche para activar la linterna y abrir la puerta de su cuarto que los lleva a un pasillo oscuro, siendo iluminado únicamente por la luz del celular como la luminosidad de la luna entrando a rayos por la ventana.

Ambos van a pasos lentos por la casa con cautela de no pisar mal y caer, al estar solos el único sonido existente es el tic tac del reloj colgado de una de las paredes, el cual no deja de sonar al pasar cada segundo.

•

Los dos llegan a la cocina donde la joven acciona el interruptor dando una luz tenue al comedor -Los demás iban a traer comida para la noche pero...al no venir nadie pues solo está lo que hay en mi refrigerador, que no es mucho, espero no te moleste- La peliazul menciona en un tono bajo rascando su mejilla con algo de pena mientras deja en el mostrador su teléfono ya apagada la interna.

El pelinaranja asiente lentamente -No pasa nada, veamos que podemos encontrar- Se adelanta el joven abriendo uno de los estantes que estaba a su nivel.

La chica por el contrario revisaba los cajones superiores los cuales estaban unidos al techo -Aun nada?- Pregunta al contrario al ver que ella no había hallado casi nada de alimento.

El chico niega -No, tampoco hay nada aquí...bueno solo está botella de una marca...- Saca del estante una botella algo grande de lo que parece ser un licor, con retocados finos dando a entender que quizá era un vino de calidad -De dónde lo sacaste?-

La peliazul baja la mirada al bajo, al ver el envase entre sus manos se sorprende -Ammm...recuerdo que se lo regalaron en un cumpleaños a mi mamá...pero no recuerdo quien se lo regaló...- Se agacha al nivel del joven, tomando la botella para analizarla más a detalle.

El pelinaranja inclina su cabeza en signo de confusión -Y si se lo regalaron a tu madre...porque lo tienes tu?...- El chico pregunta mientras revisa el refrigerador con la esperanza de encontrar algo de comida -Si me permites saber claro- Reitera al preguntar quizá algo personal.

La chica se levanta reincorporándose -No lo se...a decir verdad cuando me fui a vivir sola me la ofreció y...- Levanta su cabeza al techo tratando de recordar -Perdon, solo eso recuerdo- Suspira dejando la botella en la encimera.

El chico carraspea al no encontrar tampoco nada en el congelador -Bueno...da igual la razón, lo que si sabemos es...que no hay comida- Se soba la cien de su nariz respirando profundo.

La peliafro mira el suelo pensativa seguido de ver el envase de licor, después de segundos de verla tiene una idea -Nunca abrí este embotellado por lo cual no debería estar caducado, y quiero aprovecharlo ahora que soy mayor, quieres probarlo conmigo?- Toma de nuevo la botella de la mesa del comedor.

El peliemo eleva su mirada al recipiente con preocupación -Amm...no somos muy jóvenes para eso?- Cuestiona con un timbre de desconfianza en su hablar.

-Mmmm...- La chica rie nerviosa -Bueno...ambos ya tenemos casi dieciocho años, aparte si nos emborrachamos no pasará nada porque estamos a salvó en mi casa...que dices?-

El joven se toma su tiempo al responder /Después de los imprevistos y la falta de comida, una bebida es mejor a nada...además tiene razón que ya somos casi adultos/ Suspira ante probablemente arrepentirse de su decisión -Esta...bien, me uno-

La de mayor tamaño sonrie,seguido de buscar en uno de los cajones un sacacorchos -Quiza necesite ayuda para esto, puedes...ya sabes...- Vuelve a hincarse dándole la botella al contrario -Sujetarlo?-

El de menor altura entiende el mensaje -De acuerdo, solo sostente bien- Tomando la base de la botella con fuerza.

La joven encaja el filo del sacacorchos en la tapa de la boquilla, la gira haciendo que el filo entrara más -Lo intentaré-

Ambos forcejean por su lado, el chico hacia abajo manteniendo el envase en el suelo y la chica hacia arriba jalando el corcho, momentos después logran destapar la botella lo que hace que la peliazul retroceda.

La peliafro casi se golpea la cabeza con el mostrador de la cocina -Listo...- Suspira al cansarse de forcejear -Ya la abrimos- Se toca ligeramente su busto al sentir el rebotar de ellos por la inercia que realizó, cosa que le duele debido a su casi anormal pecho /Ya no vuelvo hacer eso/

El peliemo también suspira aflojando su agarre en el envase y observando sus manos rojas debido a la fuerza que realizó -Si...- Sobando sus manos /Hace rato que no hago esa fuerza, mejor no hacerlo en un buen tiempo/

-Ya...mejor vamos a la sala si?- La chica deja de sobar su pecho, acercándose a un estante de cristalería, abriendola y tomando dos copas vacías para después cerrarla.

-Es...está bien- El chico toma con cuidado la botella de licor ya abierta recientemente, ambos saliendo de la cocina no sin antes apagar el interruptor de luz, dejando a oscuras de nuevo a la casa.

-No te muevas iré a prender la luz- Avisa la peliazul para caminar por el oscuro pasillo hasta que entra a otra habitación para segundos después prender la luz de lo que es la sala de estar -Listo, puedes venir ya-

El pelinaranja hace caso acercándose a la habitación y entrando para así dejar la botella de vino en el centro de mesa -No soy bueno aguantando el alcohol- Declara el joven rascando su hombro en vergüenza.

La joven rie ante el dato que dijo el contrario -Igual yo así que no te preocupes- Ambos se sientan en el largo sillón azul marino y retocados de gotas -Sera una primera ocasión para ambos- Dejando las dos copas en el centro de mesa para tomar la botella y servir hasta que llegue a la mitad en cada una.

El peliemo suspira -Bien...pero solo será por esta noche- Tomando con algo de miedo su copa.

-Claro, será solo está vez- La chica repite la acción realizada por el joven -Salud- Acercando su copa a la suya.

-Salud- Ambas copas chocan entre si, haciendo un sonido casi metálico junto con el movimiento del líquido dentro de las mismas.

Ambos jóvenes le da el primer trago a sus bebidas, la reacción de ambos es relativamente la misma.

El pelinaranja deja su bebida de lado para analizar su sabor, una vez que su paladar identificará lo que es el vino sigue bebiendolo hasta terminar su copa -Sabe...bueno, ah moras creo-

La peliazul en cambio se quedó casi maravillada ante el nuevo sabor que su garganta estaba experimentando, continuando tomando su copa con algo de rapidez -Si, adoro el sabor de esto-

-No haría mal...otra?- Pregunta con cierta desconfianza en sus palabras el peliemo.

-Si, porque no- La peliafro hace caso vertiendo de nuevo el líquido a las copas de ambos.

•

Dos copas...Tres copas...Cuatro copas...Cinco copas...Seis copas...

Se habían acabado la botella de vino entera ellos solos, ambos se observan con preocupación.

-Como se nos acabó así como así?- El peliemo hablo primero, alegando con un timbre de voz que era extraño que viniera de el.

-Yo...igual me lo pregunto- La peliafro alegó de igual forma.

-No...somos borrachos...verdad?- El pelinaranja pregunta mientras intenta distraer su mente en cualquier objeto de la sala.

-Solo...fue una botella...aparte aún seguimos concientes, una persona ebria no lo estaría- Respondió la peliazul.

-Supongo que tienes razón...- El joven suspira comenzando a arrepentirse sobre el haber aceptado el trago, así como la joven que está mirando perdidamente el techo, ambos después de unos minutos empiezan a sudar notandose de primeras en su frente y cuello, como también sentir su cuerpo calentarse desde dentro.

-Amm...Marín...no...sientes...calor?- El chico se ventila a él mismo con su mano en un intento de recuperar el aire.

-Ahora que lo dices...si- La chica también se ventila prendiendo el abanico de la sala -Porque sudamos de repente?-

-No lo se...la bebida quiza...que...que contiene lo que nos tomamos?- Con rapidez toma la botella y lee la letra borrosa que tenía la etiqueta -"Botella de licor de mil.. setecientos noventa...Advertencia, contiene altos niveles de...afrodisíaco"- Las manos del joven tambalean dejando caer la botella sin romperla.

-Que nos tomamos que?- La peliazul grita, pegando como puede su cuerpo al ventilador.

-Un afrodisíaco...es un tipo de droga que hace...ammm...- El pelinaranja tartamudea la última palabra, tapando su rostro mientras un sonrojo se posa en sus mejillas.

-Hace que?- Cuestiona en desespero la chica, pregunta que fue ignorada por el contrario.

El calor de sus cuerpos iban en aumento, mientras ambos hacían todo lo posible por quitar el ardor que sentían, sin encontrar solución posible al problema se quitan sus pijamas quedando en ropa interior.

-Porque seguimos sudando?- Vuelve a preguntar gritando asustada la peliafro al quitarse su blusa, quedando casi al aire sus enormes atributos.

Por el contrario el peliemo estaba enfocando su mirada lo mejor posible a su boxer más en específico su entrepierna el cual ya se estaba alzando su miembro /No nononono, no ahora/

La mente de los dos jóvenes se nubla por completo, llendo de un pensamiento perverso a otro sin cesar.

-Ammm...Fern...- La chica se acerca al sofá donde está el chico -Porque...porque siento ganas de...- Sin poder terminar su diálogo una mano le tapa su boca.

El pelinaranja tartamudea -Marin...yo...yo...también siento lo mismo...no te dije lo que hacía el afrodisíaco pero... lo que hace es...hacer que la persona que lo ingiera tenga...un fuerte deseo sexual- Sentenció.

La respiración de ambos se acelera rápidamente mientras sus cuerpos poco a poco se iban acercando.

-Pero...pero porque me lo dices ahora?- La chica le cuestiona en una voz temblorosa.

-Eso no es importante, mira quieres quitarte el ardor que sientes por dentro ahora mismo?- El pelinaranja pregunta recibiendo con rapidez un asentimiento por parte de la joven. -Bien solo...haz lo que tú cuerpo y mente quiere que hagas-

-Lo que mi cuerpo...quiera?- El sonrojo de la peliazul incrementa -Bi...bien lo haré- Acerca rápidamente su rostro al del joven besando sus labios con desesperación y tomándolo del rostro con el fin de no separarse.

El pelinaranja se deja llevar por el beso dejando que sus manos pasen por el rostro de la contraria.

Ambos cuerpos terminan rozando siendo el cuerpo de la afro la que más abarca, unificados por el beso que se hace mas profundo y caliente por la lengua del menor de altura entrando en la fauces de la mayor, tomando control sobre su boca.

Los espasmos de los dos no se hacen esperar, siendo la peliazul la que más gemidos apagados realiza, esto siendo un incentivo desde la perspectiva del contrario para seguir con ese tacto.

El beso se rompe dejando un hilo de saliva como último indicio de ese toque, hasta que el puente de ese líquido se corta al final, el aliento caliente de ambos se entremezcla con la baba del otro, la dupla observa detenidamente cada facción del rostro del otro, con una mirada que no reflejaba más que deseo.

Como si estuvieran aferrados el uno del otro vuelven a besarse, siendo la peliafro la que toma control está vez, pasando sus manos por la espalda y cintura del chico pegándolo a su cuerpo por completo, en un gran abrazo.

El pelinaranja se sorprende ante el segundo beso de la contraria, como el tocar de la piel desnuda de ella con la de el y sobre todo la presión en su pecho al sentir el gran busto de ella sobre si, sin pensarlo mueve sus manos hacia la espalda de la chica, correspondiendo a tal abrazo.

Ambos retiran sus bocas después de un minuto, con la mente ya controlada por su lujuria y sus respiraciones dando bocazas de aire, tratando de recuperar esos minutos donde ninguno podia respirar.

-Ya...porfavor...haz que esto se termine- La peliazul habla entre suspiros ahogados, y con una voz que solo mostraba desesperación, está se quita lo último que tenía de ropa dejándola totalmente expuesta.

El pelinaranja no tarda también en quitar su última prenda dejando su pene ya erecto a la vista, soltando vapor de su boca al respirar menciona -Des...descuida...ya acabará esto- Este la empuja haciendo que quedará todo el cuerpo de ella sobre el sofá, su miembro se acerca peligrosamente a su intimidad el cual ya estaba goteando ese líquido vaginal que reflejaba el deseo de la contraria.

Sin previo aviso mete de lleno su pene hasta el fondo con algo de facilidad al líquido resbaladizo que yacía presente, seguido de un grito de parte de la chica y unas gotas de sangre saliendo de su parte íntima.

-Me...pase?- Pregunta el chico con algo de preocupación mientras ve de reojo su miembro ser cubierto de el líquido espeso color rojo tinto.

-No...no, es...normal, solo...sigue...porfavor- La voz de la peliazul reflejaban dos cosas totalmente distintas, su cansancio al a verse roto su intimidad, y el deseo de querer desquitar la lujuria que aún seguía manteniendo.

El pelinaranja mira con preocupación a la contraria, pero asiente a su petición siguiendo con unas estocadas leves en su útero, seguido de los gritos ahogados de la chica al poner su boca sobre un cojín.

-Mas...rápido...por...porfavor- Fue lo que se logró oir entre los gritos y algunos gemidos de la peliafro, la cuál tiro el cojín al suelo al ver que sus alaridos no callaban lo suficiente, y de nuevo el chico asintió a su pedido, acelerando sus embestidas, dónde el producto era el sonido de las pieles aplaudir por el roze de las mismas, siendo el sonido más audible en la sala.

La mirada perdida de ambos es notoria, ambos perdiéndose en el placer que el otro les proporcionaba, la chica al ser destruida desde sus adentros y al chico por presenciar los gemidos de su acompañante y el rebotar intenso de sus atributos que veía de primera instancia, que al no poder evitar más, se acuesta sobre ella mientras hunde su rostro en su delantera.

La peliafro al ser más grande que el, lo aprisiona con sus piernas y brazos, inmovilizando su cuerpo así maximizando los toques en su intimidad, mientras como puede acaricia el cabello del menor, enterrando aún más su rostro entre sus pechos.

-Po..porfavor Ferny...de..destrozame...te lo ruego- Imploraba la peliazul entre gemidos adorables y entrecortados, sonidos que exitaban aún más al pelinaranja haciendo que este incrementará sus estocadas en su útero, como si fuera un castigo para la chica por su actuar, el cual ahora era de un carácter sumiso.

La chica ejerce más presión en el, manteniendo cautiva su cabeza dentro de sus senos, mientras mordía sus labios en un intento por callar esos orgasmos que salían con frecuencia.

El cuerpo del naranja se estremece al recibir una advertencia en su miembro, advirtiendo de antemano que su esperma iba a salir disparado.

-Ma...Marín...suéltame, ya viene- El pelinaranja menciona ahogadamente y con desespero, al tener tapada su boca sobre los pechos de ella se escucha poco audible.

-Que...di...dices Ferny?- Cuestiono con un tono cansado la contraria, levantando con suavidad la cabeza del peliemo y liberandolo de esa peculiar prisión.

El joven da una bocaza grande de aire, recuperando el aliento por completo -Que me sueltes, porque ya no aguanto mas- Explico avergonzado y con un sonrojo masivo en sus mejillas, dado por el calor que se generó al estar entre sus senos durante varios minutos.

-Oh...si...si...perdón perdón- Se disculpo la peliazul mientras reia ligeramente ante el rostro rojizo del bajito.

La joven deja de presionarlo contra ella, haciendo que el chico quite su miembro de su intimidad, realizando un sonido como si de una burbuja explotando se tratara, se levanta parcialmente del sillón, soltando el líquido preseminal sobre el sillón, piso y el torzo de la chica.

-Ya...acabo...- El joven suspira de alivio mientras ve de reojo el desastre que el mismo ocasionó -Perdon por manchar todo...tuve que haber...avisado antes- Menciona con algo de pena.

-No pasa nada, después lo limpio- La peliazul responde con una ligera risa mientras ve con curiosidad el líquido blanco que le cayó sobre su pecho /Será que.../ Toma una mancha con su dedo para meterlo a su boca.

El chico miraría algo incómodo la situación -Amm...Ma...Marín creo que eso no se tenía que- Es interrumpido.

-De que hablas si esta rico, es como un...un dulce- Habla la peliafro con emoción seguido de tomar otra mancha en su torzo realizando lo mismo, una y otra vez hasta quedar limpia de su pecho.

El pelinaranja suspira -Bueno quien soy yo para juzgar- Rie ligeramente -Y...porque me llamaste Ferny?- Cuestiono en un tono de burla.

La peliazul rio pícaramente -No lo se, porque? No te gusta que te llame así?- Pregunto con tristeza falsa.

El joven responde rápidamente -No es eso, solo me sorprendí al escucharlo de ti, pero no me malentiendas, me gustaría escucharlo más seguido...- Aclaro con un sonrojo notorio.

La chica rie -Muy bien Ferny, cumpliré ese deseo como una orden- Dijo en un habla firme.

-Hmm, está bien- El chico habla con una risada entre dientes, se levanta y aleja momentáneamente del sillón donde estaba su en teoría "amiga" para tomar su boxer del suelo.

-Oh Ferny- La voz de la peliazul vuelve a resonar por su oído está vez con un tono más "coqueto" -No quieres...otra ronda?- La chica se levanta del sillón para sentarse y abrirse de piernas dejando ver su intimidad, del que aún gotea ese líquido resbaladizo, mientras mueve su cuerpo de arriba a abajo haciendo que su busto rebotara descaradamente, con la intención de hacer caer al pelinaranja a sus "encantos" nuevamente.

El peliemo voltea a verla pensando y de nuevo sonrojarse, ve de reojo su pene de nuevo erecto ante la provocación, este suspira resignado -Solo...déjame comprar condones- Dijo mientras se ponía de nuevo su ropa.

-Oki Ferny, aquí te espero- Hablo de forma infantil la contraria mientras le guiñaba el ojo, haciendo que el chico sonriera pícaramente para así irse.

La joven suspira acostándose boca arriba en el sillón /Que raro, se nos quitó el calor que teníamos pero...porque queremos seguir?.../ Pensaba al tener una pizca más de conciencia.

Se encoge de hombros en señal de irrelevancia /Bah me encanta hacer esto, así que no pienso molestarme por ello/

Una risita de parte de ella se hace escuchar por la sala, así como también otro suspiro que fue bajando de timbre hasta apagarse por completo.

-Las series que vi a mis quince si que me afectaron- Declaró en un tono decepcionado...quizá de si misma.

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