- Acepto propuestas/pedidos (podéis incluir alguna trama/nombre que queráis ver) y peticiones de dedicaciones, por mensaje privado, por favor.

Advertencia: No

Línea Temporal: Antes de Thor (2011), es decir, antes de que Loki supiera que es adoptado (incluye saltos temporales, que se indicarán con dos asteriscos, **)

Título: Príncipe y Dios de Asgard.

Narrado en Tercera Persona (Anneke).

Loki estaba dando un paseo a caballo, averiguando hasta donde podía llegar. También quería evadirse de todo, ya que había vuelto a discutir con Thor por ver quién era más fuerte, terminando él perdedor y su hermano vencedor. Él humillado, eclipsado por la gran sombra de su arrogante y estúpido hermano. Mientras galopaba a gran velocidad, divisó una gran columna de humo negro, que no hacía más que crecer. Se dirigió entonces a aquel lugar, encontrándose con una escena ominosa. Un pueblo estaba ardiendo delante de sus ojos. Intentó avanzar, ver si podía ayudar, pero su caballo le detuvo y le dejó allí abandonado, dirigiéndose de nuevo al palacio de Asgard.

Oyó muchos gritos, desgarradores, de gente ardiendo que soltaban un último suspiro en busca de ayuda. Intentó de nuevo avanzar, pero el fuego era muy agresivo y no le dejaba cumplir con su cometido. Pensó en volver a Asgard, utilizando sus desentrenados poderes de teletransportación, pero una figura negra interrumpió sus pensamientos. Iba hacia un pequeño bosque que había cerca del pueblo, arrastrándose, aún en llamas. Loki no dudó en seguir la pequeña figura, que pareció ignorarlo.

La figura se abrió paso a través del bosque, siendo seguida por un muy interesado Loki. Se adentraron en una gran cueva, que ocultaba un lago cristalino, que reflejaba la luna de aquella noche. La figura, que seguía ardiendo, se metió en el agua, de la que salió mucho vapor.

Fue entonces cuando vio que aquella figura era una joven, de pelo negro. Tenía la piel ligeramente quemada y estaba desnuda, de espaldas a él, enseñándole dos grandes alas en forma de cicatrices que permanecían dibujadas en su pálida espalda.

– ¿Quién eres? – preguntó Loki, agachándose cerca del lago.

– ¿Acaso importa? – inquirió ella, de forma jocosa –. ¿Por qué me has seguido? ¿No deberías estar ardiendo, como los demás?

– ¿Fuiste tú quien provocó eso?

– ¿Te refieres al incendio? – se giró ligeramente, mostrando solo el perfil de su rostro, tan pálido como el resto de su piel, y tan limpio como el agua del lago –. Fueron ellos quienes decidieron arder cuando me metieron en aquella hoguera.

– ¿Una hoguera?

– Preguntas mucho – criticó, y se metió dentro del agua.

Salió a los pocos segundos, en el fondo de la cueva, girandose completamente, mostrando todo su cuerpo.

– ¿Por qué no te metes? El agua está muy buena, y no vendría mal un poco de compañía.

– A juzgar por tus cicatrices, diré que eres un ángel caído, o una bruja – dedujo Loki –. ¿Cómo has acabado aquí?

– Si te metes te lo digo – propuso ella, invitándole a entrar.

– No, gracias.

– Que pena... Podríamos habernos divertido – dijo, con una sonrisa, y volvió a meterse en el agua.

Esta vez, salió cerca de Loki, y después de mirarle a los ojos por unos segundos, salió del agua, sin preocuparse por él. Loki no pudo evitar mirarla, y ella se giró hacia él, con una gran sonrisa.

– ¿Te gusta lo que ves? – inquirió, sin dejar su tono de burla, para después de un chasquido cubrirse con un simple vestido asgardiano –. Eres Loki, ¿no? El Dios del Engaño y todo eso...

– Sí – respondió, retomando su tono de superioridad –. Y, como Príncipe y Dios de Asgard, exijo saber tu nombre.

– Oh, cierto, también eres el Príncipe de Asgard – se burló ella –. Pues verá, Príncipe y Dios de Asgard, yo me llamo Anneke, e hice arder ese estúpido pueblo porque sus habitantes querían calcinarme, y no iba a permitir eso.

– Anneke... curioso nombre para un ángel...

– Será porque soy una bruja, Príncipe y Dios de Asgard. Debería irme ya.

Y, simplemente, desapareció.

**

Línea Temporal: Después de Thor (2011) y justo antes de Los Vengadores (2012).

Había caído a través de muchos planetas y muchas galaxias, para acabar de nuevo delante de ella. Aquella mujer que llevaba dos años sin ver, desde que desapareció en la cueva. Él acababa de caer, a sus pies, literalmente. Ella sonreía, de la misma forma que cuando la conoció.

– Si es el Príncipe y Dios de Asgard, ¿qué has hecho para acabar aquí?

– ¿Dónde estoy? Debería estar muerto...

– Oh, así que te caíste a propósito. ¿Querías morir? Pues no has tenido esa suerte...

– Tranquila, Anneke – dijo una voz detrás de ella –. Si no ha tenido esa suerte, es porque algo grandioso le espera... Llévale ante Thanos.

– Vale... – suspiró y se fue caminando, dejando a Loki atrás –. ¿Vienes o te tengo que llevar, Principito?

Loki, confundido, se levantó y reunió con Anneke.

– Thanos... ¿quién es?

– Ya lo verás.

– ¿Trabajas para él?

Ella se detuvo al instante y se giró.

– Yo. No. Trabajo. Para. Nadie – remarcó cada palabra, con furia –. No vuelvas a decir nada parecido. Si aprecias algo tu miserable vida.

Loki se calló y siguió a Anneke hasta un gran trono de piedra que estaba de espaldas a ellos. Se giró lentamente, revelando un hombre morado con armadura dorada.

– Loki, Príncipe desterrado de Asgard y Dios del Engaño y las Mentiras... – habló el hombre –. Mi nombre es Thanos, y pronto dominaré el Universo. ¿Te unirás a mí, o tendré que matarte?

– ¿Qué gano yo? – preguntó, en tono provocador, Loki.

– Mis ojos han presenciado los recientes acontecimientos acaecidos en Midgard, tierra de los débiles humanos. Sé que quieres venganza, y venganza es lo que te propongo.

– ¿Cómo puedes confiar en mí, siendo el Dios del Engaño?

– Confío en tu rabia. Podrás vengarte de Thor, dominar Midgard y Asgard si es lo que te propones, si me traes algo de Midgard.

– Acepto – sentenció, tras unos segundos de incertidumbre.

– Has hecho bien. Anneke te guiará y enseñará nuevas formas de poder. Cuando estés listo, partirás a la Tierra.

**

Habían pasado dos meses en los que Loki y Anneke desarrollaron su relación. Ella no quería darse cuenta de que sentía algo más que aprecio por el Dios y él, a pesar de estar cegado por la ira, también sentía una atracción indudable por la bruja.

– Sigo sin entender por qué tú no puedes hacer lo que Thanos me ha mandado hacer. Eres una bruja muy poderosa.

– Pero no tengo tus poderes. No tengo el poder suficiente para atravesar el Teseracto con vida. Tienes que buscar la forma de activarlo durante mucho tiempo, para que los chitauri puedan invadir la Tierra. Tú conseguirás tu venganza, y Thanos el poder necesario.

– ¿Y tú? ¿qué obtienes con todo esto?

– Me aburro demasiado y, como ya sabrás, no soy una buena persona.

Alguien más interrumpió su conversación. Era El Otro, que venía a dar las buenas noticias a Loki.

– Los humanos están jugando con el Teseracto. Es tu momento. Despídete y prepárate.

Sin más que decir, se fue, dejando a Anneke y a Loki solos. La primera se dispuso a hablar.

– Ya lo has oído. Es tu momento. Ve y cumple con tu venganza.

De camino al portal, Anneke y Loki siguieron hablando, de cosas triviales, temas de conversación que poco tenían que ver con venganzas y conquistas. Simplemente, estaban siendo ellos mismos.

El Otro hizo entrega del cetro a Loki, y cuando este estaba a punto de formar el portal que le llevaría a Midgard, fue interrumpido por Anneke. Se puso enfrente de él, mirándole a los ojos, para luego juntar sus labios en un beso apasionado.

– No fastidies mucho la misión, ¿vale? No me gustaría que Thanos arremetiera contra ti – dijo ella cuando se separaron.

– Conquistaré Midgard para nosotros dos.

Ella rodó los ojos y se alejó, poniéndose al lado de El Otro. Loki formó el portal y lo atravesó, no sin antes dedicarle una sonrisa a Anneke.

– Vamos. Tenemos que informar a Thanos – dijo el Otro, en tono de enfado.

– El Teseracto ha despertado. Está en un mundo pequeño, un mundo humano. Ellos utilizarían su poder, pero nuestro aliado conoce su funcionamiento como ellos jamás lo conocerán. Él está listo para servir, y nuestras fuerzas, nuestros chitauri, le seguirán. El mundo será suyo, el Universo, tuyo. Y los humanos, ¿qué pueden hacer, sino... arder?

Cuando El Otro acabó su discurso frente a Thanos, Anneke se separó de ellos y empezó a caminar hacia El Pozo, donde se reflejaban los mundos, incluido Midgard.

– ¿Por qué has hecho eso? – preguntó alguien a sus espaldas. Alguien que conocía demasiado bien.

– Me pedisteis que tuviera su confianza.

– Sí, ¡pero eso no incluye que te metas en su cama!

– Sabes perfectamente que nunca haría nada de eso, Thanos – se giró hacia él –. Loki es mi misión. Solo tengo que vigilarle para asegurarme de que no nos traicione. ¿Qué mayor confianza hay que un beso de amor?

– Ten cuidado, Anneke. No me gustaría tener que matarte.

– Si me disculpas... otros asuntos requieren de mi atención. No querrás que tu plan acabe en un simple deseo, ¿verdad?

Con un sonoro gruñido, Thanos abandonó a Anneke, que acababa de darse cuenta de que se había enamorado del Príncipe y Dios de Asgard.

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¡Hola! Espero que os haya gustado este One Shot de nuestro querido Príncipe y Dios de Asgard :)

Me ha hecho mucha gracia que en el primer One Shot ya me pidierais smut, la verdad es que no me lo esperaba jajaja. No sé si voy a hacerlo, ya que no sé si saldría bien, y para hacer algo mal prefiero no hacerlo. También quiero añadir que no haré parejas internas entre los Vengadores (Romanogers, Stony, etc) porque, sinceramente, no me gustan (aunque las respeto, y me río (y traumatizo) mucho cuando veo imágenes, sobre todo de Stony etc)