✿; Arrestado.
"Mew estaba en la comisaría y todo por causa de su suegro. Y aún no podía creerlo y menos se imaginaba el motivo de ello"
(๑๑)
Mew llevaba 5 horas en la comisaría.
Y todo a causa de su amado suegro; él hombre que el pensaba que lo amaba, su adorado viejo, su casi papá número dos ¡Por Dios! Tomaban té verde los domingos, veían los partidos de béisbol con camisas a juego y jugaban al póquer.
¿Cómo era posible qué ahora estuviera en una celda por culpa de su suegro?
Lo juraba él era inocente. No bebía, no fumaba, ni se drogaba. Era un joven de 19 años común y corriente y que respetaba las reglas. Hasta estaba esperando que Gulf cumpliera los 18 años para intimar con él, porque era respetuoso y ese era el ultimátun que le dio su adorado suegro, pero ahora su suegro lo tenía castigado en una celda sin motivos.
Mew se sentó en la litera y suspiró, ¿qué podría haber hecho de malo? Trato de pensar y pensar para hallar algún motivo pero su cabeza estaba en blanco.
Era el yerno más bueno del mundo ¡Joder! ¿Quién no quisiera tener un yerno como él? Era un buen tipo.
Muchas veces escucho sobre los Kanawut y en el vecindario hablaban que la familia era rara, extraña y muy peculiar, pero eso no había detenido a Mew de enamorarse locamente de Gulf Kanawut. Sí, su novio era raro, fuera de lo común, pero era único y diferente y quizás por eso lo amaba tanto.
Hasta ahora llevan saliendo 3 años y son una pareja joven, estable y feliz. No podía quejarse, su primer amor había sido todo lo que Mew había esperando y querido.
Pero ahora después de unos maravillosos años de hermoso noviazgo y de una gran relación con sus suegros, uno le sacaba las garras y lo lanzaba en esta angosta celda.
¡Oh, tengan piedad de su alma!
Se recostó en la litera hasta que el sonido de voces lo hizo levantarse y acercarse a los barrotes.
El oficial Julián ya había tomado asiento en su gran escritorio. Las paredes estaban decoradas con insignias, fotos de grandes hazañas y banderas conmemorativas. Al frente de él estaba él señor Kanawut cruzado de piernas y con unos grandes lentes negros.
Mew sabía que era el momento, lo podía palmar con las manos. Su suegro diría el motivo del porque él estaba aquí y estaba esperando casi con los nervios de punta, apretó los barrotes y el frío del hierro lo sintió en sus dedos.
—Señor Kanawut un gusto tenerlo aquí—saludo Julián con una gran sonrisa y después dirigió una mirada a la pequeña celda encontrándose con Mew. Miro devuelta al señor Kanawut con duda—Lo que no entiendo es porque mando a encerrar a Mew. ¿Qué hizo el pobre muchacho?
El señor Kanawut le dirigió un mirada a su yerno de manera mordaz y después volvió a mirar al oficial.
—Es un placer estar aquí oficial Julián—dijo y se removió en su asiento y señaló a un dudoso y expectativo Mew—Ese tipo que usted ve allá secuestró a mi hijo y intento violarlo.
Mew miro de manera extraña a su suegro. ¿Esto era en serio?¿Ahora era un tipo para su suegro y además un secuestrador y violador? ¿Es qué acaso estaba soñando?
Julián pareció confundido con la información dicha. Todo el vecindario sabía que Mew y Gulf eran pareja y se adoraban, así que lo que decía el señor Kanawut no tenía lógica. Después de unos breves minutos una sonrisa pinto la cara de Julián dándose cuenta del plan o castigo que el señor Kanawut le había puesto a Mew y por eso decidió seguir el juego. Esto sería divertido, ya se sentía en un melodrama.
Julián busco su libreta y comenzó anotar.
Mew desde su celda miraba la escena anodadado. ¿Acaso era el día de los inocentes?
—Oficial Julián—alzo la mano Mew aún aturdido por lo que su suegro había dicho, hasta parecía serio en su incriminación. Definitivamente su suegro debió ser actor—¿Puedo hablar?
—¡Denegado!—le contestó rápidamente él señor Kanawut.
—Querido suegro no sé qué se tomó hoy pero esto no es divertido.
El señor Kanawut ignoro a su yerno y se preparo para contar su relato.
Julián trataba de mantenerse firme y no reír por el tan divertido escenario. Algo había hecho Mew Suppasit para desatar la fiera dentro del dulce señor Kanawut.
—Mi hijo llevaba desaparecido por cinco días y yo asustado por mi pobre bebé, pero gracias a Federico nuestro vecino logré dar con el paradero de mi hijo. Y usted se imaginara Julián lo encontré amordazado y casi apunto de ser violado. Yo en ese momento quería matar al mal nacido, pero fui racional y espere y ahora se hará justicia ¡Justicia!—exclamo y apunto a Mew y esté estaba en shock. El señor Kanawut se seco una lágrima falsa—Y ahora mi bebé sufre de Estocolmo. ¿Usted cree qué eso es justo? Pobre mi muchachito y es triste saber todo lo que debió padecer mi hijo por ese pervertido.
Mew miraba a su suegro con espantó. ¿De donde su suegro se inventaba tantas barbaridades? Estaba pasmado, no podía asimilarlo. ¿Donde había quedado su amoroso y viejito suegro y de donde había salido este dramático inventador de melodramas? Su suegro estaba acto para filmar una película.
—Suegrito, deje de delirar. Soy su yerno y llevo tres años saliendo con su hijo. ¿Acaso tiene problemas de memoria?
—En serio Julián no conozco a este tipo y espero que se pudra en la cárcel. Mi hijo Gulf está soltero y no tendría tan mal gusto para salir con ese sujeto mal de la cabeza—señalo a Mew con desdén.
Mew se tocó el pecho dolido. Su suegro era malvado y él que pensaba regalarle en su próximo cumpleaños ese reloj que tanto pareció gustarle cuando ambos tuvieron su noche de hombres y juntos recorrieron el centro comercial. Esto dolía, él no era un loco secuestrador, ni un violador. Se cruzó de brazos y hizo un puchero.
Julián trataba de verse serio y profesional anotando en su libreta, pero en vez de estar anotando la grave y falsa situación dibujaba carritos.
—Oficial Julián... Lo juro todo el vecindario lo sabe soy el novio de Gulf Kanawut. Mi suegro esta senil el pobre. Entiendalo está viejito.
—Mira el irrespetuoso ese. Más respeto muchachito, senil no estoy y tú eres un psicópata que esta obsesionado con mi bello retoño, pero no lo permitiré terminarás en la cárcel.
Mew suspiró, esto parecía de película. No sabía que pensar después de tanto invento, lo único que cruzo la mente de Mew era que algo debió hacer para que su suegro lo castigará de este modo, ¿pero qué podía ser? Por más que buscaba en su mente no hallaba un motivo.
Tenía entendido que tanto su suegro como Gulf eran delicados y rencorosos, pero no creía que tanto así.
—¿Suegro, en serio no recuerda nuestras noches de póquer?
—No, eso solo existe en tu mundo de fantasías, por algo eres un psicópata.
—Y cuando me decías que era tú Mewcito bebito hermoso. ¿Lo recuerda?
—Podrías callarte no hablo con dementes.
Mew bufo y se sentó en su litera. El día sería largo y complejo. Solo esperaba que su Gulfito lo sacará de esto.
Después de Julián terminar su sexto carrito en el papel, sonrió este había quedado genial. Levantó la mirada y le asintio al señor Kanawut.
—Ya hice el informe, pero como usted comprenderá necesito pruebas del delito de Mew Suppasit.
El señor Kanawut boqueo y cerro la boca. Desde que había armado está dramática trama para hacer sufrir a su amado yerno jamás pensó en traer falsas pruebas.
—No tengo pruebas.
—Bueno si no hay pruebas que acusen a Mew lo tendré que dejar libre.
Mew en su celda comenzó a saltar de la emoción.
—Libre soy, libre soy, libre soy—cantaba Mewcito.
El señor Kanawut se cruzo de brazos.
Y para más drama apareció Gulf, Zee Pruk y hasta la propia señora Kanawut.
El señor Kanawut trago saliva. Todo su teatro para hacer sufrir a su yerno finalizaría entre poco.
—¡Paren todo! ¡Mi Mewi es inocente!—grito Gulf.
El señor Kanawut negó tratando de seguir en su rol de padre desesperado.
—Mi hijo sufre de Estocolmo. No le haga caso, oficial.
—¿Queee? Yo no sufro de Estocolmo—Gulf miro a su padre extrañado. ¿Estocolmo? Que cosas más raras se le ocurrían a su viejito padre.
—Sigue en negación lo típico en estos casos después de sufrir tanto. No es para menos Julián casi lo violan.
Gulf miraba a su padre con un tic en el ojo ¿Es qué su padre no podía ser un hombre normal? Estaba casi seguro que su padre había armado todo esto porque Mew le había roto algún objeto que el apreciaba. Sí, su padre era él tipo más infantil que él conocía.
Julián observaba la situación con diversión como si estuviera en un circo, lo que le faltaba eran unas palomitas y algodón de azúcar.
—Papaaaa... Acaba con este teatro.
—No lo acabo, no lo acabo, no lo acabo—refunfuño con tono aniñado como un niño chiquito y terco—Ese hombre debe pagar por lo que te hizo.
Gulf se golpeó la frente. Cuando a su padre se le metía algo en la cabeza no le salía hasta que se sintiera satisfecho.
La señora Kanawut se había sentado en una de las sillas de plástico que estaban apiladas junto a la pared del lado derecho.
Zee con su pulcro traje gris y su corbata vinotinto tomo asiento al lado del señor Kanawut y le sonrió cordial. Él señor Kanawut le devolvió el saludo y le palmeó el hombro.
Mew solo pensó que si su suegro tuviera pruebas esto se hubiera alargado y quizás hubiera pasado un día entero en la cárcel porque cuando el señor Kanawut se le metía algo en la cabeza no le salía fácilmente y aparte si Zee hubiera llevado su caso siendo uno real ya se hubiera podrido en la cárcel. Su amigo solo llevaba un día cursando la carrera de derecho ¡Un mísero día!
—¿Es en serio, amor? ¿Zee fue tú mejor opción para qué llevara mi caso?—pregunto Mew con duda.
—Si, cariño. No tengo dinero propio para comprar un abogado real daaa.
—Pero... Pero... Él apenas lleva un día cursando la carrera de derecho, sino fuera porque mi suegro no tiene pruebas me pudriria literal en esta celda por un día.
—Tan poca fé me tienes Mewcito, me dueles hombre. Algún día seré él abogado más poderoso y solicitado de Bangkok y cuando haya ganado miles de casos juro que no los atiendo así sean mis amigos—agrego Zee y miro a su amigo con un fingido dolor. ¿Cómo osaban no creer en él?
—Si Zee hubiera sido mi yerno yo hubiera sido el suegro más feliz de la tierra—manifesto él señor Kanawut—Pero mi hijo siempre a tenido mal gusto.
Zee y él señor Kanawut miraron a Gulf con compasión. Este bufó y se acercó a la celda de su novio y apretó las manos en los barrotes.
—Tengo el mejor gusto del mundo—Gulf miro con dulzura a Mew.
—Yo igual tengo el mejor gusto del mundo.
Ambos se acercaron y se dieron un tierno y suave beso.
El señor Kanawut grito—¡Desacato! ¡Mi hijo no puede acercarse a el preso!
Gulf tuvo que alejarse y se sentó al lado de su mamá.
La señora Kanawut sentada en la rustica silla de plástico solo pensaba "¿Qué le vi al rarito de mi esposo?" esté era tan peculiar y dramático hasta más que ella y de ahí su hijo Gulf había sacado su excéntrica personalidad; por los raritos genes de su esposo.
Tener que aguantar a ambos era un suplicio pero la señora Kanawut había podido con esos dos terremotos. Pobre Mewcito, su yerno ingenuo no sabía en qué lío se había metido al entrar en la familia Kanawut.
Zee carraspeo y puso su maletín en el escritorio del oficial. Ya quería empezar rápido el asunto porque quería visitar a su novio y esto le quitaba tiempo ¡Qué difícil era ser un héroe!
—Bueno oficial Julián seré directo y iré al grano. Cómo se da cuenta esto no es un caso normal—movió sus manos dando su punto y continuó—Seré breve, Mew es inocente y tengo pruebas que lo comprueban... Fotos en redes sociales desde el momento que Mew y Gulf anunciaron su relación. Testigos del vecindario y amigos en común y como sino fuera poco la misma señora Kanawut aquí presente. Regalos, cartas y más cosas cursi que estos tortolos se han regalado. Hasta llamadas del mismo señor Kanawut mandándole saludos a su yerno Mewcito.—Zee sonrió victorioso y miro al señor Kanawut que en esos momentos quería golpearlo.
—Me agradabas hijo. Tú me agradabas.
—No trato de agradar vengo hacer justicia, señor Kanawut—se quitó el polvo inexistente de su saco y miro al oficial—¿Su veredicto oficial Julián?
Julián sonrió—Inocente.
El señor Kanawut miro mal al oficial y Zee se levantó y miro a sus amigos con una sonrisa burlona.
—Me deben una babys. Ahora si me voy, iré a visitar a mi Nunew precioso. Paz y amor. Gusbai.
Mew y Gulf miraron a su amigo con asombro. Quizás al principio lo subestimaron y pensaron que diría disparates, pero los sorprendió. Realmente ya se imaginaban a su amigo ejerciendo, sería un eficiente y sexy abogado.
Julián fue abrir la celda de Mew y Gulf al instante se abalanzó hacia su novio y lo abrazo.
La señora Kanawut comenzó a pegarle a su esposo con su bolso de prada. Obvio, podría estar viejita pero a la moda.
—¡No vuelvas a meterte con mi yerno hermoso!—regaño la señora Kanawut a su esposo.
—Pero amor, mi yernito rompió uno de mis jarrones italianos favoritos, debía hacerlo pagar.
Mew que iba detrás de la pareja casada movió la cabeza con diversión. ¿Entonces todo esto había sido por un jarrón? Definitivamente su suegro estaba loco, pero a pesar de sus locuras no lo cambiaría por ningún otro.
Mew se hizo la nota mental en la cabeza "No tocar más nunca los jarrones italianos de mi suegro porque será mi final" Esta vez fue en la pequeña comisaría y en otra ocasión no quería ni pensar en donde sería porque su suegro tenía ideas locas y las pondría en marcha.
Tomo fuertemente la mano de su bonito Gulf que lo miro sonriente y Mew le devolvió la sonrisa; esta era una sonrisa brillante y inmensa. Había sido un día raro, loco, extraño y hasta ridículo, pero no podía negar que había sido divertido ver a su suegro armar un caso contra él y afirmar que era un psicópata. Una historia que no faltaría en las cenas familiares o quizás en su boda.
La sonrisa de Mew se agrando más al ver a su amada suegra seguir golpeando a su suegro con su bolso y regañandolo "Le vuelves hacer eso a mi yernito y te castro" y su suegro comenzar a quejarse "Pero amor... Se metió con mi jarrones. Con mis amados jarrones. Entiendeme mujer"
Y sí, Mew estaba seguro que formar parte de la familia Kanawut era lo correcto. Conocer a Gulf Kanawut había sido lo correcto.
Y quizás en un futuro tendrían más aventuras locas. Su suegro haciendo de las suyas y hasta sus propios padres; ya que los Suppasit no se quedaban atrás, pero Mew sabía que si tenía a Gulf a su lado lo afrontarian juntos.
(๑)
¡Hola mis bebés! ¿Cómo están? Espero que muy bien. Después de varios días sin subir nada aquí estoy de vuelta.
Decidí traerles dos one-shots de comedia para celebrar mis 350 seguidores ¡Muchas gracias a las personitas qué me siguen y se dan la oportunidad de leerme! Aunque aún me falta mucho por mejorar, escribo con el corazón.
Les confieso que en estos días no me he sentido super graciosa, pero espero a ustedes les gusten estos dos one-shots y por lo menos sonrían en algunas partes porque esa es la intención con estos raros, locos y amorfos OS.
Bueno al terminar este esperen el siguiente que es "Cita" lo subire más tarde, dándole chance a ustedes para que lean y le den love a este OS. Lamento cualquier error (no tengo vista de águila sorry) sin más que decir espero se cuiden, los amito a todos, gusbai.
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