~•~Libres y juntos al fin~•~
Y para empezar bien el año, aquí traigo la parte 1 de la última parte de la mini-serie de one shots dónde kisugi es secuestrado, se acuerdan? Jijija
Quiero pedir unas sinceras disculpas por tenerlos esperando por casi 3 años para este final, espero que lo disfruten :B
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√Pov Narradora√
En la cama de un hospital se encontraba un chico joven, de tez pálida y cabello rizado, finalmente descanzando en lo que serían los 7 días más duros y dolorosos de toda su existencia, al fin podía tener un momento para respirar, sin embargo, tambien estaba recuperandose de todo el daño que le fue infringido por un ser que con oscuridad en su corazon.
Aquel chico solo mantenía sus ojos cerrados, escuchando el bip-bip de una máquina que registraba sus latidos, sintiendo además en sus brazos las agujas que suministraban suero en su sangre, sin mencionar la leve comezón que las gasas y el vendaje causaban, parecía una momia con tanta venda que tenía su cuerpo.
El sonido de un toc-toc llamo su atención.
— Pase — respondió, incorporándose un poco, para poder ver bien que era que entraba a la habitación.
— Hola, ¿Cómo sigues, Kisugi? — pregunto con suavidad una enfermera, la cual tenía la especial tarea de cuidar a Teppei.
— Me duelen los brazos — comento con algo de dificultad — ya no aguanto las agujas, y el vendaje pica mucho.
— Lo comprendo, pero no puedo cambiarlas de nuevo, si lo hago entonces deberé de aplicar alcohol otra vez y eso arderá, solo fijé su atención en otra cosa, ¿Si?.
Citando aquellas palabras, la enfermera fue y se sentó cerca de la cama, haciéndole compañía a Kisugi, quien la veía con algo de incomodidad, pero era más que nada por el dolor que aún sentía en todo su cuerpo.
— Si quiere puedo encenderle la TV para que pueda mirarla y olvidarse un poco del dolor — sugirió, recibiendo inmediatamente una respuesta negativa por parte del contrario.
— No gracias, me cansé de solo ver a los reporteros hablando sobre mi caso, esos insensibles solo hablan del maldito que me violo, no quiero saber más de ese asqueroso — dijo con un desagrado notable, entonando odio en su voz.
— Está bien, disculpe.
— ¿Que hay de mi esposo? — pregunto preocupado, recordando que el también estaba en ese hospital debido al salvajismo con el que Taki lo había atacado.
— Aún no ha despertado, pero descuide, el está fuera de peligro, solo está inconsciente por los golpes y la perdida de sangre, se recuperara pronto — respondió, dándole calma a Kisugi — además, los 2 están siendo atendidos con suma especialidad por órdenes de la señorita oficial Yume, tienen 2 escoltas cuidandolos ahora mismo — agrego.
— Seguro los designó para que los reporteros no llegasen al hospital para preguntar indecorosamente por nosotros, no entiendo cómo fue que lo que me pasó a mi y a Izawa se hizo tan conocido en casi todo Tokyo en tan solo 20 estúpidas horas — gruñó con incertidumbre, nada tenía sentido.
— No se preocupe señor, nadie que paresca ser de la prensa tiene permitido entrar al hospital, puede estar seguro de eso.
Luego de esa plática, hubo un silencio profundo, luego de unos cuantos minutos la enfermera comenzó a hacer su trabajo, cambio los sueros de Kisugi y coloco otros, además de remover las gasas y limpiar las heridas del mayor, un procedimiento doloroso para Teppei por supuesto, solo deseaba que esa tortura terminará de una vez por todas.
~•~•~•~•~•En la Comisaría•~•~•~•~•~
Las personas pasaban de un lugar a otro, luego de que exitosamente rescatarán a Mamoru y a Teppei, inexplicablemente la noticia se hizo viral gracias a una página de un noticiero reconocido de Tokyo, a través de un mensaje de parte de un usuario anónimo, de ahí todos quedaron conmocionados por la crudeza de los hechos, y despertó la intriga por saber más acerca de los detalles que rodeaban el caso del secuestro.
— No quiero a ningún maldito reportero aquí, estamos trabajando así que corranlos — comento con sumo enojo una peli-negra en respuesta a unas personas quienes preguntaron detalles del caso.
— Ya oyeron, a fuera todos — un oficial los despacho de ahí.
— Yume, ya tenemos todo el papeleo listo — aviso una oficial de ante ojos.
— Gracias Alma, así el juicio empezara para el jueves, podremos hacer justicia para Kisugi — dijo con evidente victoria en su voz.
— Aunque aún hay algunas cosas que no están claras del todo — comento con mucha intriga — no son del todo relevantes como para que entorpezcan los hechos que ayuden a encerrar a Taki, pero son inquietantes.
— Lo se, aún hay que investigar el como Taki pudo conseguir esas credenciales, como consiguió todas estas herramientas que le ayudaron a secuestrar y torturar a Kisugi — decía con sumo misterio mientras pasaba cada una de las fotos que fueron tomadas a los instrumentos que servían de evidencia.
— Sin mencionar que la casa no es de Taki, no hay registros de esa casa tal parece — comento.
— Todo esto es muy misterioso, bueno, mientras podamos encerrar a ese maldito todo eso es lo mínimo.
— Tienes razón, pero sería bueno que interrogaramos al tipo para saberlo — sugirió la erudita.
— Está bien.
Luego de un rato de órdenes todo el caos que estaba a flor de piel en el lugar, fueron al cuarto donde tenían a Hajime.
— Bueno, miren quienes llegaron, de nuevo — dijo con evidente sarcasmo el chico.
— Aún hay cosas que no nos has dicho Taki — empezó hablando primero Yume — ¿De dónde salió la casa?, el auto, el dinero para poder sobornar a varios mal vivientes que fueron cómplices en esto — pregunto con suma seriedad en su voz, casi conteniendo las ganas de matar a puño limpio al desgraciado que le había echo tanto daño a sus amigos.
— Trabajando, ¿De dónde más crees, idiota? — respondió con desinterés.
— ¿Que tipo de trabajo?, ¿Ayudando a la mafia, vendiendo drogas, o extorsionando y secuestrando a otras víctimas? — interrogó Alma — Por qué toda tu información que tenemos solamente nos dice que te has visto involucrado en peleas con pandilleros, asalto con un arma en un callejón de los barrios rojos, asalto sexual a una chica de 20 años en los baños públicos de un centro comercia- — fue interrumpida por el contrario.
— Crean todo lo que ustedes piensen de mi y lo que les diga un aparato como una computadora, que soy el más buscado de toda Europa si eso las complace, pero mi respuesta es no, quizás hice unas cuantas fechorías, pero soy un maldito traficante de órganos por si lo querían agregar también a mi bello historial.
— Sorprendentemente todo tu historial es de la prefectura de Saitama, y no fuiste condenado a más que solo 3 meses de servicio comunitario y un año en la cárcel por el delito del asalto sexual, ¿Cómo lo hiciste?, ¿A quienes otros sobornaste? — pregunto nuevamente Alma.
— Simplemente fue gracias a la incompetencia de la policía de Saitama, es más, me dieron café cuando me llevaban en la patrulla Jajajajaja — rio sin vergüenza alguna.
— Eres un desgraciado infeliz, ¿tanto daño has echo y aún con todo no te da ni un poco de vergüenza? — pregunto con furia Munemasa.
— Oiga, amiguita — miro con seriedad Taki a Yume — lo que usted quiera saber de mi y lo que hice, ya lo sabe, ya no hay más, ¿Quiere que lo repita para que el órgano que tiene en la cabeza llamado cerebro se lo grabé? Pues bien.
— Lo hice porque amo a ese maldito borrego estúpido, el debió estar conmigo y no con el estúpido de Izawa, fuese Sido más feliz conmigo, yo lo fuese echo un hombre de verdad, y lo hice, tome su cuerpo y lo hice uno con el mío.
Cada palabra que soltaba, solo generaba asco y repudio en las oficiales, no creían estar escuchando tanta locura, asquerosidad y perversidad en un solo individuo.
— Claro, el se negó a recibir todo lo que yo le propuse y tuve que castigarlo, pero debian de ver su rostro cuando lo tomaba, lo besaba y lo penetra-
— ¡ES SUFICIENTE! — hablo con total asco Yume, luego de ver cómo su compañera tuvo que salir a vomitar por el relato que confesaba el criminal — Eres un ser asqueroso, perverso y cruel, no te importo destrozarle la vida a 2 personas, ¡a tus amigos!.
— No fueron mis amigos cuando me hicieron la vida imposible.
— ¡¿Y eso te dió el derecho de aplastar sus vidas?!, ¡¿Te dió el derecho de violar a Kisugi, de maltratarlo, de golpearlo, de humillarlo, de apuñalarlo, de casi matarlo, de golpear a Izawa, de secuestrarlo también, de casi acabar con su vida y de causarles un inrremediable trauma para toda sus vidas?!.
El lugar se quedó en silencio, el contrario se quedó callado, mirando atentamente a la oficial, la cual lo miraba también, esperando una respuesta, un minuto fue suficiente para que alguien rompiera el silencio.
— Encontramos la fuente del dinero — comento Alma, entrando a el interrogatorio — todo el dinero venía de una cuenta, pero debido a una política del banco, no nos dieron el nombre de la persona, solo sabemos que fue una mujer quien le dió todo el dinero a Taki, y quién también le proporciono la casa, el auto y demás instrumentos.
Taki solo se quedó callado, mirando esta vez a la mesa.
— ¿No dirás nada? — pregunto Munemasa hacia Hajime.
— ...
— No dirá más nada, sabe que todo lo que podía respaldarlo, ya no lo tiene.
— Excepto el nombre — hablo de golpe, buscando una excusa para salvarse su pellejo.
— No llegarás a un trato, tenemos la suficiente evidencia para encerrarte a ti y a esa mujer por mucho, mucho, tiempo — Hablo con seriedad la de lentes — Vamos Yume, ya tenemos todo lo que necesitabamos.
La oficial salió del interrogatorio, la otra solo se levantó, miro a Taki unos cuantos segundos y se retiró.
En cuanto al varón, este solo comenzó a sudar frío, sabía que solo una persona podía sacarlo de esa situación, y por eso le convenía mantener la boca cerrada.
~•~•~•~•~•~En el hospital~•~•~•~•~•~
Un chico pelirrojo leía tranquilamente una revista, ya la enfermera se había ido al ver que todo andaba bien con el, ahora solo le tocaba reposar para poder recuperarse.
Sin embargo, la tarea era difícil, pensaba en su prometido, el como tan valientemente arriesgo su vida por el, enfrentándose puño a puño con esa bestia que una vez fue su amigo, realmente demostró una valentia digna de cualquier caballero.
Solo quedaba esperar a que reaccionara y despertara, deseaba eso de todo corazón.
El menor apretó aquella revista al pensar en Izawa, y recordar esa dura batalla que este tuvo.
— Mamoru... — nombró al castaño, realmente deseaba verlo.
— Toc toc — llamaron a la puerta.
— ¿Eh?.
Kisugi miro a quien había echo ese ruido, abriendo sus ojos como platos al ver de quien se trataba.
— Hola mi amor, ¿Cómo te encuentras? — saludo el mayor, entrando a la habitación del contrario con unas muletas.
— ¡Izawa! — se emociono al ver a su prometido — ¡Despertaste!.
— Así es — dijo feliz, llegando a la cama de Kisugi y dándole un gran abrazo.
Los 2 chicos se dieron un fuerte abrazo, obviamente el mayor no ponía tanta fuerza ya que sabia que su novio estaba delicado, no se explicaba el como podia moverse si literalmente lo torturaron por mas de 6 dias.
Se dieron un beso con mucho cariño y gentileza, el más grande rodeando al menor con un brazo y con su mano tomándolo con cuidado de la mejilla, el contrario llevo sus 2 manos por detras de la cabeza de el otro, enredando sus dedos en su cabello, luego de tanto tiempo alfin estaban juntos nuevamente.
— N-No sabes cómo t-te extrañe... — expreso el de cabellos rojizos rompiendo en llanto, había anhelado tanto poder volver a ver a su novio, a su guapo, amoroso y valiente novio, a su Barbie de cabellos oscuros, chillo ante el nudo que se generó en su garganta — P-Pense que jamás te volvería a... A ver...
Teppei no controlaba sus lágrimas, sus mejillas se mojaron al caer una tras otra, Mamoru lo miro con gran tristeza, pero a la vez aliviado de haber podido volver a ver a su pequeño novio, su bello, tierno y fuerte novio, a su borreguito.
Abrazo con un poco más de fueza a Kisugi, con sus ojos cristalizandose e hipeando por el sentimiento que le causaba ver a su chico en esa situación, tan lastimado, con un sin fin de vendas y llorando, le rompía el corazón.
— Tranquilo Kisugi, ya todo acabo, estás a salvo, la pesadilla termino y te protegeré ahora y por siempre — dedico aquellas palabras para que su pequeño pudiera tranquilizarse, conteniendolo y dándole su apoyo.
— I-Izawa...
El menor intensificó el llanto, haciéndolo con más fuerza y aferrándose al pecho de su prometido, deseando jamás volver a separarse de el.
Aquel momento duro unos cuantos minutos, el de tez pálida llorando y abrazando a su novio por un largo rato, mientras que el otro correspondía al abrazo y lo dejaba desahogarse, todo en un rotundo silencio, que tantas emociones en el aire lágrimas en las sábanas, conmovedora escena.
— ¿Te sientes mejor? — pregunto con cuidado al sentir que Kisugi dejo de temblar por agarrar bocadas de aire, acariciando sus cabellos.
— S-Si, estoy mejor — respondió limpiándose sus lágrimas, para luego dedicarle una sonrisa a Mamoru, haciendole saber que si estaba mejor.
El mayor vio esto y decidió plantar otro suave beso de pico en su contrario, el cual correspondió de la misma manera con gusto.
— ¿Ahora que pasará? — pregunto con incertidumbre, estaba asustado por todo lo que sucedería luego haber sido rescatados.
— Yume y su equipo están sacándole hasta los calzones sucios a ese sádico para hundirlo y enterrarlo en la cárcel por siempre — dijo mientras daba suaves mimos a el más bajo en sus mejillas y mano izquierda.
— Eso espero — hizo un pequeño puchero, recostando su rostro en el pecho de su novio nuevamente, aplastando su mejilla y dejándose mimar, realmente necesitaba ese tipo cariño de parte de Izawa luego de todo ese infierno que paso.
El ruido de la puerta atrajo la atención de la pareja, los cuales miraron a quien o quienes entraron.
— Ah, aquí está Izawa — comento con alivio un chico rapado.
— ¡Ishisaki!, ¡Takasugi! — los ojos del pelirrojo brillaron al ver a sus amigos.
— ¿Cómo estas amigo, como te sientes? — pregunto el más robusto, atrás le seguía Ryo, quien tenía unos globos y un peluche consigo para Teppei.
— Pues... Aún estoy en recuperación, no podrán darme de alta hasta dentro de 3 días, tengo muchas fracturas y heridas, p-pero dentro de todo estoy mejor, je — rio con algo de nerviosismo.
— Ay, que mal amigo, esperamos que te recuperes muy pronto, mira, te trajimos esto — está vez hablo Ishisaki, mostrándole los globos y el peluche a Kisugi, el cual era un kiwi, a Kisugi le gustaban estos animalitos, sonrió al ver el objeto.
— ¡Wooow, que lindo! — expreso con suma felicidad el menor, tomando el peluche y abrazándolo — muchas gracias amigos — agradeció con mucha ilusión y brillo en sus ojos, pese a todo lo que vivió, aún conservaba esa característica inocencia suya, los otros agradecían eso en sus corazones.
— Nos hace felices saber que te gusto — dijo Shingo, regalandole una sonrisa al menor.
Izawa miraba aquella escena con mucha felicidad, le alegraba saber que Kisugi seguía siendo el mismo, incluso luego de haber pasado por cosas que ningun otro ser humano debería de pasar, muy seguramente se avecinaban cosas duras pasa ellos, pero tenía la esperanza en que lograrían vencer la adversidad juntos, ayudaría a que Kisugi con la terapia pueda superar el trauma y se recupere al cien porciento.
Sonrió al ver a su novio riendo, tanto que decidió abrazarlo, con cuidado, regalandole una sonrisa, Teppei lo miro con curiosidad ante tal accion.
— ¿Sucede algo? — pregunto mientras acariciaba al Kiwi de felpa.
— No, nada, solo estoy muy contento de verte sonriendo, considerando todo lo que pasó, eres muy fuerte Kisugi.
— Tiene razón — concordó Takasugi — Fueron muy valientes, los dos.
— Ojalá logren darle cadena perpetua a Taki, ese tipo merece pudrirse en la cárcel — agrego Ishisaki, quien estaba en la ventana, mirando hacia afuera y con el ceño fruncido.
— No se preocupen chicos, estoy muy seguro que Yume y sus compañeros ya tienen todo listo para encerrarlo, jamás saldrá — concluyó el de cabellos largos mientras tenía en sus brazos a el de tez palida, quien jugaba con el peluche, no quería poner tanta atención a ese tema, le traía muy malos recuerdos.
~•~•~•~•~Tres días después~•~•~•~•~
Los días pasaron con total calma para los chicos, el día del juicio llegó y todo mundo estaba afuera en el tribunal muy atentos de todo, una gran cantidad de oficiales de policía, muchos reporteros, era una locura el como el caso de Kisugi había llegado a tantos oídos, y todos querían saber más.
— Llegamos — hablo una chica de cabellos negros estacionándose en un lugar no tan lleno de personas — ¿Estarán bien?, si quieren podemos pedir que den su declaración por videoconferencia — propuso, ya que sabia que habría mucha tensión en la corte.
— Estaremos bien — dijo Kisugi decido, quien tenía un brazo enyesado agarrado de una tela especial para reposarlo — Izawa y yo deberemos dar nuestras declaraciones a como de lugar.
— Tiene razón — apoyo lo que dijo el menor — además, quiero ver y escuchar por mi mismo la sentencia que el juez le dará a ese desgraciado, estaré tranquilo cuando eso pase.
— Está bien chicos, igualmente cualquier cosa que pase los respaldare, no están solos en esto — mostro su apoyo con la pareja de hombres.
— Gracias Yume — dijeron los dos al unisono.
Los 3 bajaron y fueron a paso rápido a los tribunales, lo más rápido que pudieron para que los reporteros no pudieran agarrarlos y bombardearlos con preguntas.
Ya adentro, fueron hasta el salón donde se tendría lugar el juicio.
Al rato comenzaron a llegar los demás, contando a alguien a quien su sola presencia los hizo estremecer, sobre todo a Kisugi.
— Hola guapos~ — dijo sin una pisca de vergüenza el peli-negro, a quien le faltaba su característico diente de conejo.
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Yyyy, hasta aquí loquiños.
Perdón por dejarlos en lo más emocionante una vez más xddd, en el próximo one shot todo se decidirá, cuantos años de carcel tendra el csm de taki, habra mucha tension en el juicio y un final que les volara la cabeza Ajausksjia.
Espero les haya gustado.
Sin más nada que decir...
~•~Besos en el ojo izquierdo~•~
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