
Boulevard
El cielo se dibujaba encima de ellos con un color gris de toques azulados.
Durante esta temporada, el aire de la ciudad se sentía fresco; no era muy seco ni tampoco húmedo, era simple
pero necesario, como ellos cuando se encontraban juntos en un mismo escenario.
Días más tarde, después de que la tormenta de problemas ya había terminado, solo quedaba una
ligera llovizna sobre sus corazones, pequeñas gotas que no tenían tanta importancia.
A decir verdad, Touya y Keigo no eran el claro ejemplo de las almas gemelas, tampoco el prototipo de la relación perfecta que todos soñaban, para nada. Sin embargo, ambos le pusieron
definición a lo que ellos dos crearon, porque una etiqueta le quedaba demasiado pequeña a lo suyo.
Él soltó un suspiro, lamentándose al ver las siguientes acciones por parte del chico.
—Si sigues así, te matará —indicó en un tono severo, dejándole en claro que no le agradaba esa situación.
Touya lo miró burlón, encogiéndose de hombros, restándole importancia a lo que dijo mientras sacaba del bolsillo de su chamarra la pequeña bolsa.
Era una grata compañera pero una destrucción a la vez. De eso, él estaba completamente consciente, aunque realmente le importaba una reverenda mierda si eso le afectaba.
Keigo bufó rendido ante lo dicho por el pelinegro, no entendía por qué Touya seguía haciendo eso si sabía las repercusiones que traería consigo, pero pensándolo bien, no entendía nada de lo que viniese de él.
La palabra incógnito lo definía demasiado bien para su comportamiento.
La mente de los hombres, o quizá solo la de él, era demasiado complicada de entender.
Y lo confirmó.
Sin dejar en silencio el espacio entre los dos, él volvió a recurrir al recurso paraverbal:
—De acuerdo pero, mínimo, ¿puedes evitar hacerlo en frente de mí?
Se encontraba abrumado por todo. Y al decir por todo, no solamente era por la gran escena que el chico le proporcionaba al frente sino por aquello que estaba ocurriendo a su alrededor.
Sí, también el cambio climático.
Keigo sabía que bien podría darse la vuelta e irse lejos de ahí, pero no quería hacerlo.
En realidad, no podía dejarlo solo de nuevo; no ahora.
Él, al instante que vio cómo los labios de Touya se separaban dándole paso a su lengua para relamerlos, se preparó ante cualquier mofa proveniente de él.
—Yo no te estoy reteniendo, te puedes marchar —masculló en forma de broma.
Alejándose del chico, se sentó sobre la acera de aquella calle vacía.
Touya abrió la bolsita, danzando su cabeza de un lado a otro y, sin rechistar o siquiera disimular, cogió una pequeña parte con aquel amuleto en forma de perico y esnifó el polvo.
Keigo lo miró con un poco de duda y tristeza, recapituló lo que antes pensó y se volvió a preguntar si lo mejor
era dejarlo solo y obtuvo el mismo resultado: no quería irse, quería quedarse y estar como hace
unos minutos atrás, donde bromeaban sobre aquel apodo que a él le parecía tan ridículo.
Él irritado chico, tragando su dignidad y orgullo, dio una gran bocanada de aire y prefirió sentarse
a su lado.
—He oído de ti últimamente por los pasillos del instituto —fue él quien esta vez rompió el silencio—. Eso es nuevo.
—¿Sobre mí? —cuestionó él rubio con una mirada inquietante y su ceño fruncido, dándole notoriamente que no entendía su confesión.
—Seh —chasqueó, al mismo tiempo que sacaba su cajetilla y cogía un cigarrillo.
Y aquí venía otra de sus tristes adicciones. Después de todo, Touya consumía muchas cosas, no le
sorprendería que al día siguiente estuviera en la esquina de una calle inhalando thinner.
—Así que le has dado un buen golpe en la cara a Tenko — Touya le
soltó, mirándole con diversión y esbozando una sonrisa, haciendo que su hoyuelo se remarcara y chocó su rodilla contra la de él.
—Algo así —Keigo musitó un poco apenado por el tema de conversación—. Dicen que se ve más atractivo con él.
—Quizá —confesó, a la vez que se encogía de hombros. La menor frunció su nariz por ello.
—¿Debería sentirme mal? —interrogó, sin saber si lo que había hecho era correcto o no.
—No. —El pelinegro le sonrió de lado con una pizca de diversión, relamió sus labios y dejó salir un poco de aliento entre ellos—. Pero al menos ya entiendo por qué tu nombre resonaba por todos los pasillos nuevamente.
—Creen que soy patético. —Keigo rio sin ganas, porque estaba seguro de que así pensaban todos.
Ambos se quedaron en silencio durante un momento, hasta que él habló:
—¿Sabes? —Lo miró con dureza—. Deja que se rían de lo patético que creen que eres, al final de cuentas todos terminamos igual… —Dio una calada a su cigarro y dejó escapar el humo—, en un boulevard de los sueños rotos.
------------------------------
Se estarán preguntando, porque escribí el prólogo del libro Boulevard que se encuentra en Wattpad y en físico, con el SHIP Dabihawks.
Fácil.
Quería llamar su atención.
Hace poco, específicamente ayer, termine de leer el libro.
Fue tan hermoso como interesante.
Hermoso porque hizo que creyera en el amor.
Y interesante porque ... Bueno tienen que leerlo, pero yo lo digo en el buen sentido.
Disfrute mucho leyéndolo.
Creé un mar, se llama mar Isabel.
Si se lo preguntan, es mi segundo nombre.
A libro le doy 4/5, me encantó, pero tienen que mejorar un poco la narración es todo.
Bueno, a lo que venía.
E pensado, analizado, meditando, en abrir una pequeña sección en este One shots, en donde ustedes, las personas que leen, me dejan el nombre de un libro de Wattpad, que no saben si lo quieren leer o tienen miedo de hacerlo, por x y y razón.
Yo seré su conejillo de indias, mi estabilidad emocional está por el piso, así que puedo hacer de ayuda.
Yo leo el libro que ustedes me dicen, y escribo un relato o una escena de este libro con Dabihawks, para luego darles mi opinión.
Además nos ayudariamos entre si, ya que mi reto es leer 10 libros para noviembre.
Si, noviembre sin ti, como dijo Reik.
Espero que me ayuden, además no cambiaré a subir One shots de otras cosas de este shipp, como dije será solo una sección.
Espero y me ayuden.
Sin más.
Besos Mágicos y Abrazos Peligrosos La Autora
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro