Hola Chic@s! Aquí les traigo un nuevo one-shot, esta vez de Rayan a pedido de casi todas las que comentaron un pedido xD
Espero que les guste!!
Advertencia! Contiene SPOILERS del episodio 8 de CDMU /!\
Chaoo

KUMI
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"¿Y si hablamos de amor?" recordé esas palabras y sonreí para mis adentros, ¿realmente el señor Zaidi tratará ese tema la próxima clase? Debí imaginarlo, el arte esta ligada al amor, no... De hecho, el amor es el arte que expresa el corazón al sentir que se saldrá de su cavidad. ¿Que mejor tema a tratar? El arte moderno a diario habla del amor y su cuestionable existencia. Pero realmente me pregunto si en verdad estoy dispuesta a hablar de amor con el señor Zaidi, a quien ahora había comenzado a llamar por su nombre cuando estábamos solos. Creo que sentiria que cada palabra sería una indirecta de cuanto lo amo. No tengo miedo a hablar del amor con él, a lo que le temo es a dejarle ver demasiado con mis palabras y luego me imagino cual seria su reacción y lo que ocurriria los días siguientes a eso. Ya han pasado muchas cosas la semana pasada , cuando luego del incidente y los rumores, por fin hablamos de nuestra relación y como seguiría a partir de ahora. Recuerdo cada facción de su adolorido rostro cuando hablaba de esa difunta mujer con la cual se había casado, recuerdo el suave aroma que desprendía su cuerpo cuando me arroje a sus brazos debido a la empatía que me embargaba y más que nada recuerdo esa confección - propuesta, que sonaba inocente pero contenía su toque prohibido a la par que exitante. No quiero hacerme ilusiones, a lo mejor no le intereso de esa manera que él a mi si, pero tampoco puedo evitar confundirme, mis recuerdos estaban repletos de situaciones comprometedoras.
Salí de mi habitación, mañana a primera hora tendría la tan incomoda clase y a mi, a quien le encantaba intervenir en clase, guardaría silencio durante toda esta, cuando por dentro moriría de ganas por decir todo lo que sentía sobre el amor, el arte y más que nada, mi perspectiva. Pero claro, nos prometimos no levantar sospechas, todo se volvería raro sí mis ojos no se despegaban de los suyos, mirándolo con una intensidad sobrenatural.
Sumida en mis pensamientos, atravesé el campus bajo un cielo oscurecido con el objetivo de llegar a la biblioteca. Estaba inquieta y no intentaba disimularlo.
Me senté en una esquina, saqué de mi bolso un libro, "La tragedia de Romeo y Julietta", y pensaran en lo cursi, poco original y predecible que suena todo esto pero, lo siento, yo nunca dije que no fuera nada de lo anterior.
Pese a que, en mis 23 años de vida, he leído esta obra en innumerables ocasiones, sigue teniendo el mismo efecto relajante de siempre.
Entre más devoraba las páginas de mi tan repetitiva obra, más me identificaba con la situación. Un amor prohibido y secreto, me resultaba fascinante que aún habiendo pasado cientos de años, pese a que ahora la sociedad aparenta una mentalidad más abierta, aun sigan existiendo limitaciones a la hora de amar. Nunca me había parado a pensar en lo tirano que era el mundo hasta que conocí a Rayan... No, de hecho, mi punto de vista acerca del mundo cambio cuando lo conocí. Enamorarme de él se sentía tan poético, romántico y apasionante pero al mismo tiempo, tan abrumador, peligroso y asfixiante.
No había familias enemigas ni clases sociales que nos separaran, simplemente habían títulos, malas lenguas y prohibiciones que ni siquiera sabía si estaban especificadas en algún lado.
_Buenas noches, Hina. - Estaba tan sumida en mis pensamientos que cuando una segunda presencia en el lugar se manifestó, no pude evitar sobresaltarme.
_¡R-rayan! B- buenas noches. - Respondí cerrando el libro de golpe, como si escondiera una foto de él en éste.
_Lo siento, siempre tiendo a asustarte, no fue mi intención. - Dijo mientras se estaba en la silla que había a mi lado. Mire mi alrededor la biblioteca estaba vacía y unos enormes estantes nos ocultaban del funcionario a cargo del lugar, definitivamente, esta era un espacio privado.
_¿Que haces aquí a esta hora? - Le pregunté una vez que logre calmarme.
_Oh... - Sacó de su mochila una carpeta - siempre vengo a este lugar para corregir los adelantos de las tesinas que me llegan o para preparar las clases, me llamo mucho la atención encontrarte aquí.
_No lograba concentrarme para estudiar así que vine a leer un poco. - Dije mientras alzaba el libro que tenia en la mano.
_¿Romeo y Julietta? - Rayan enarcó una ceja sonriendome burlonamente.
_Si... - Me ruboricé levemente bajando la mirada hacia el libro. - Es mi historia favorita.
_Me intriga viniendo de una estudiante de arte moderno. - Sonrió mientras bajaba también mirada al libro que estaba sobre mi falda.
_Es justamente lo fascinante de este libro... ¿Nunca te has parado a pensar en las limitaciones románticas de esta época? - Lo mire con intensidad y proseguí. -  La historia se repite a escondidas, los límites antiguos se sustituyen por unos nuevos completamente distintos pero al fin y al cabo siguen siendo eso, límites. - Al terminar a hablar, me maldije internamente por dejarme llevar.
_Wow... Jamás lo había pensado, es... Una brillante reflexión de arte contemporáneo. - Me sonrió conmovido.
_Gracias... - Me sonrojé excesivamente.
_ ¿Como has llegado esa conclusión? ¿Cuales son, en tu opinión, las limitaciones actuales? - Su mirada reflejaba una curiosidad casi infantil, tal y como se esperaba de un promotor del arte, no pude evitar sonreír ampliamente.
_Supongo que llegue a esta conclusión experimentando la situación en carne propia... ¿Y cuales son las limitaciones actuales?... - Lo mire fijamente, sentía perderme en su mirada y las palabras salían solas de mis labios. -... Los títulos, los rumores, los prejuicios...  Lo socialmente correcto. - Terminé casi en un susurro.
Sin apartar nuestras miradas, me fui acercando lentamente a él y él con la misma nula prisa iba tomando mis manos entre las suyas. Nos detuvimos a escasos centímetros de nuestros labios.
_Esto no esta bien. - Murmuré en un momento de lucidez, la cual amenazaba con desaparecer en la verde mirada del hombre que tenia adelante.
_¿Caerás presa de tus límites? - Susurró y su aliento rozaba mi rostro, Rayan había perdido completamente la razón y me complacía saber que yo era la responsable.
No lo soporte más, sus palabras habían nublado mi juicio, el cual era escaso desde ya hace varios meses y uní nuestros labios en un beso suave. Tenía las sensaciones a flor de piel, sentía el calor que emanaba su boca y sus brazos sujetando mi cintura, en cambio yo bajo los míos podía percibir sus anchos hombros y el inicio de su amplia espalda. No tengo ni idea de en que momento nuestras manos se soltaron para tomar esas posiciones pero tampoco me importaba.
Le dimos fin al beso pero no nos soltamos, nos seguíamos mirando fijamente el uno al otro y luego mirábamos los labios levemente hinchados del contrario.
_¿Y si alguien viene aquí? - Yo no quitaba los brazos de sus hombros pero mi vista se desvió hacia los estantes.
_Deberíamos separarnos... - Contestó girando la cabeza hacia donde yo miraba.
_Pero no quiero. - Dijimos ambos a la misma vez, nos sonreímos y volvimos a besarnos, esta vez intentando prolongar más el beso.
_¿No sientes ganas de hacer algo impulsivo? - Le sonreí divertida.
_¿Que tienes en mente? - Apartó sus brazos de mi cintura y tomo mi mano para besarla.
_¿Sí voy a la entrada del parque, tu pasarías en tu auto "casualmente" por ahí en 5 minutos? - Le sonreí y él se río por mi insolencia.
_¿No te parce demasiado? - Se sonrojó.
_¿Porque? Es normal ir a cenar con quien estas saliendo. - Lo miré conteniendo la risa, sabía que se lo había malpensado.
_¿Así que estamos saliendo? - Me miró divertido.
_Si tu quieres si...  O sino puedo volver a mi habitación. - Rayan hacia un gran esfuerzo por no reír fuerte.
_Esta bien, pasó por ti en 5 minutos e iremos a cenar lejos de aquí, yo invito.
_¿Que? Yo te iba a invitar. - Susurre.
_No, la primera cita invito yo. - Me miró tiernamente. - Vamos, vete.
_Esta bien.... - Inflé los cachetes y me levante. - Hasta ahora, te quiero. - Le di un breve beso antes de irme.
_Yo también. - Le oír decir mientras me alejaba.
Creo que no tengo necesidad de ir a clases mañana, ya que la tuve por adelantado.

Fin