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FELIZ NAVIDAD Y UN ONE-SHOT

Hola Chic@s! Como dice el título, vengo de desearles una muy feliz navidad y ya que, probablemente éste será mi último capítulo del año, les deseo un muy feliz 2019! De corazón espero que la pasen genial con sus seres queridos ya que ese es el objetivo de estas fechas. Hoy me sentí con ganas de escribir, de escribirles a ustedes, los que dedican unos minutos de sus vidas para leer mis fanfics, los que se divierten, ríen y se conmueven con las ideas que salen de esta loca cabeza despistada xD debo confesar que enfrente uno de los años más complicados de mi vida (y les hago spoiler: habrán peores) aprendí de mi errores, me caí y me volví a levantar con más fuerza, y más que nada encontré un pasatiempo increíble el cual es escribir para ustedes. También gracias a todo esto, encontré un grupo de personitas especiales, que con sus hermosas personalidades me sacan una sonrisa todos los días y más que nada tienen una gran calidad humana (Watt 💜DM🌸📖) a ellas les agradezco las noches en vela riendo y diciendo locuras, también por estar en las malas y saber estar ahí, todas para todas.

Se que en varias ocasiones les he agradecido por todo pero esta vez lo quisiera hacer una vez más, así que gracias por el apoyo, por comentar, por votar, por reír, por llorar y más que nada, gracias por leer. Nos vemos el próximo año para más one-shots de este otome que nos une como comunidad y les deseo un 2019 lleno de éxitos, superaciones y más que nada, de diversión y felicidad! Espero que cumplan todas y cada una de sus metas o por lo menos que den un paso más a cumplirlas, porque créanme que los sueños si se hacen realidad pero con esfuerzo y dedicación! ❤️❤️❤️
Aquí les dejo mi regalo especial, espero que les guste!
Feliz navidad!
Feliz año nuevo!
Chaoo

KUMI
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LYSANDRO

Hoy es un día que se considera especial, pronto llegarán Leigth, Rosa y la pequeña criatura que en unos meses más la podremos ver, mi sobrina... O sobrino, en realidad aún no lo sabemos.
Desde la muerte de mis padres las fiestas ya no volvieron a ser las mismas, ya no está papá para tocar el Banyo luego de las doce, ya no está mamá para preparar su famoso pastel de chocolate... Leigth y yo ya no corremos por la granja con bengalas encendidas en la mano, ya no somos niños. Es increíble que antes eramos ricos y no lo sabíamos, todos siempre tendemos a valorar las cosas cuando ya no están.
Alguien tocó la puerta con insistencia, imagino que debe ser alrededor del onceavo golpe pero yo estaba tan sumido en mis pensamientos como para escucharlo. Me levante del sofá para abrir la puerta.
_¡Lys! - Rosalya se arrojó a mis brazos y luego se apartó con una sonrisa radiante, se veía hermosa con su pequeño vientre abultado. Yo le sonreí ampliamente.
_Bienvenida Rosa y pequeño... - Dije señalando a mi sobrino/a. Una vez Rosa entro a la casa, dirigí mi vista a Leigth.
_Hermano. - Nos abrazamos. - ¿Como has estado? - Le pregunté.
_Un poco atareado. - Contestó sonríendo divertido. - ¿Y tu?
_Más o menos igual... - Le contesté y entramos.
Rosa estaba desempacando comida e ingredientes, supongo que tiene planeado cocinar. Eran las siete de la tarde, me sentia cansado, había estado trabajando toda la mañana.
_¿Porque no vas a dormir? Rosa y yo nos encargaremos de todo por aquí. - Leigth puso una mano en mi hombro.
_¿Estas seguro? - Dije bostezando, el sueño me estaba ganando.
_Si, vamos ve... - Me empujó suavemente hacia las escaleras.
Me dirigí a mi habitación e instantáneamente caí dormido.
No se con exactitud cuanto dormí, pero a juzgar por los ruidos provinientes de allí abajo, supuse que habían empezado la fiesta sin mi.
A medida que iba bajando las escaleras, las sensaciones me invadían. Oí una muy conocida melodía y un cálido aroma a chocolate invadió mis fosas nasales. Cuando llegué al lugar, me tope con una muy encantadora escena. Leigth estaba tocando el banyo de papá con una maestría sorprendente, mientras se reía de Rosalya quien bailaba al ritmo de la sonata del instrumento y sobre la mesa del comedor se había tendido un gran festín que encabezaban unos grandes budines de chocolate recién hechos.
_¡Al fin despiertas, Lysandrito! - Exclamó Rosa al verme y se acercó a mi bailando. - ¡Ven, baila conmigo! - Dijo tomándome de las manos y acercandome a la melodía de mi hermano.
_¡Ten cuidado de que no te saque un pie! - Exclamó Leigth entre risas mientras tocaba el instrumento alegremente.
_¡Hey! - Rosalya lo regaño mientras seguía bailando.
_Solo falta que alguien salga corriendo con las bengalas. - Le comenté a Leigth mientras hacia girar a mi cuñada.
_¡Pronto lo habrá! - Me sonrió mientras señalaba con su mentón el vientre de su novia, a lo que yo le devolví la sonrisa.
Tal vez las fiestas no serán las mismas que antes, pero eso no quiere decir que no vayan a ser geniales, especiales y poco a poco, se vuelvan perfectas.
¿Y tu amada mía? ¿Estás siendo tan feliz como yo en este momento? Espero que si, espero que este día lo pases con tus seres queridos y lo disfrutes, que yo se que allí sigues siendo la niña de la casa.

ARMIN

El autobús iba demasiado lento para mi gusto y era obvio que en un 24 de diciembre hubiera tanto embotellamiento. Todo eso parecía una evacuación por una invasión alienígena, la gente tocaba la bocina de sus autos incesantemente y algunas bajaban los vidrios para gritarle al que estaba adelante. Yo por mi parte, me divertía mirando la situación y más aún cuando vi que un hombre era reprendido por su mujer por hacer tanto escándalo.
De un momento a otro mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo.
_¿Hola? - Contesté mientras seguía mirando hacia afuera.
_¡Armin! ¿Donde estas? Mamá está cocinando y papá se puso a contar sus aburridas historias ¡Necesito apoyo! - La voz de Alexy se escuchaba con algo de eco.
_¿Te encerraste en el baño? - Pregunte con una sonrisa burlona que él no notaría.
_¡Claro que si! - Exclamó. - Además... Estoy nervioso... - El tono en la voz de mi hermano disminuyó.
_¿Porque? - Le pregunté.
_¡Tu sabes porque! - Me volvió a gritar.
_Ah... Si... Michael ¿no? - Pregunté.
_¡Morgan! - Exclamó exasperado.
_¡Ah, si si! ¡Tranquilo hermanito! Todo saldrá bien y yo estaré llegando en treinta minutos. - Le informé felizmente.
_¡¿Tanto?! - Alexy suspiró pesadamente. - Está bien, te espero.
_¡No tienes de otra! - Exclamé entre risas antes de colgar.
Hacia tiempo que no venía a esta ciudad donde había vivido los mejores momentos de mi adolescencia y por desgracia, los últimos. Tenía curiosidad por ver cuanto había cambiado todo.
Tal y como prometí, media hora después de colgar la llamada, llegue a la terminal y me dirigí a casa. Todo pesaba mucho, llevaba mi mochila sobre los hombros, en las manos tenia el portafolios con mi Notebook y las bolsas con regalos para toda mi familia.
Cuando llegue a la puerta, no sabía como hacer para anunciar mi llegada ya que tenía las manos ocupadas, por lo que decidí gritar.
_¡LLEGUÉ! ¡QUE ALGUIEN ME ABRA! - Exclamé a todo pulmón. Ni bien acabé, la puerta se abrió como una exhalación y Alexy junto a mi madre, se arrojaron a mis brazos causando así que las bolsas con los regalos volaran por los aires junto con mi computadora.
_¡ARMIN! ¡Bienvenido! - Exclamaron al unísono.
_Si si, gracias ¡Sueltenme! - Respondi ahogado, y no me mal entiendan, estaba feliz de verlos pero no sobre mi, aplastandome. Una vez pude respirar me agaché para comprobar el estado de mi Notebook y al ver que todo estaba en orden, recuperé la alegría.
Mamá y Alexy me ayudaron a recoger todo lo que habíamos tirado, mientras que papá y Evan observaban desde el lumbral de la puerta.
_¡Hey! ¡Hola! - Los saludé mientras me acercaba a ellos.
_¡Bienvenido, hijo! - Mi padre me abrazó con alegría.
_¡Ha pasado mucho tiempo, Armin! - Me dijo Evan una vez me dirigí hacía él, su abrazo fue un poco más brusco.
Todos terminamos en la sala de estar contando anécdotas graciosas y poniéndonos al día con nuestras vidas, a la par que picabamos algo. Mis padres trataban a Evan como si fuera su hijo, lo cual me alegró de sobremanera.
Estábamos riéndonos de una anécdota de mi hermano mayor cuando alguien tocó el timbre y Alexy palideció. Yo le sonreí animandolo a que abra la puerta.
Todos quedamos en silencio mientras que Alexy volvía y cuando lo hizo no venia sólo sino que con un chico un poco más alto que él y que aparentaba estar tan nervioso como él.
_F-Familia... Les quiero presentar a Morgan... M-mi novio... - La pareja estaba sonrojada en extremo y yo no pude evitar soltar una carcajada seguido por el resto de la familia.
_¡Es un placer, Morgan! - Dijimos todos la vez.
Luego de eso, el ambiente se relajó. Mis padres hablaron animadamente con Morgan y después Evan lo amenazó de muerte si le hacía algo malo a nuestro hermano, pero todos sabíamos que estaba bromeando... Creo.
_¡No he tenido tiempo de presentarlos! - Alexy de dirigió a su novio y a mi. - Morgan, el es Armin, mi gemelo. - Sonrió radiante.
_Oh, él es el ex de... - Alexy le tapó la boca con su mano.
_Si, es él. - Le sonrió entre dientes.
_¿La conoces? - Pregunte automaticamente, Alexy no me ha querido hablar de ella para que no sufriera pero necesitaba saber. - ¿Como está?
_Si, la conozco... Y esta muy bien... - Morgan contestó con desconfianza, no sabía que decir para no hablar de más.
_Esta bien, me basta con saber eso. - Sonreí con nostalgia. - Es una chica increíble ¿sabes? Jamás encontraremos una mejor amiga para Alexy que ella... ¡Probablemente me la encuentre en su boda, tortolitos! - Exclamé y la pareja de sonrojó una vez más.
Este día pretendía ser uno muy bueno, rodeado de seres queridos y risas ¿que mejor?
¿Y que hay de ti, chica perfecta? ¿Te sientes igual? Yo creo que si, nada te sacará la sonrisa hoy, se que amas la navidad.

KENTIN

Las habitaciones estaban vacías, ya todos se habían ido a casa y yo, por supuesto, tenía que ser el último. Mi padre estaba con todos los preparativos para cerrar la academia por las fiestas y me dijo que una vez haya terminado nos podíamos ir.
El lugar se encontraba en un silencio sepulcral y lo hacia más frío que de costumbre, sino lo conociera sentiría miedo de andar deambulando por allí en medio de la leve oscuridad.
_Kentin. Es hora de irnos. - La voz de mi padre retumbó por las paredes, al final del pasillo.
_¡Ya voy! - Hablé alto para que se escuchara y me encaminé hacia él. Rápidamente llegamos al auto y nos subimos, ambos nos encontrábamos en silencio. Arrancó el vehículo y nos dirigimos a la carretera.
_En unos 15 minutos estaremos llegando a casa, avisale a tu madre. - Me dijo a la par que no apartaba su vista del tránsito.
Yo saqué mi celular y le envié el mensaje, que no tardó en recibir su respuesta.
_"Genial! Aquí ls esPero, t prepare laS galletas qt gustan solo pra ti!! " - Sonreí para mis adentros, estaba claro que por su forma de escribir, mamá aún no se lleva con la tecnología.
El trayecto parecía eterno y el cielo me indicaba que no podían ser más de las seis de la tarde. Papá y yo no entablabamos conversación, no porque no quisieramos, sino que no teníamos nada en común para hablar.
_Soldado, llama tu madre. Preguntale si necesita algo del supermercado. - Me ordenó mi padre, por lo que suspiré y volví a sacar el celular para marcarle.
_¿Hola? - La voz de mamá sonó al otro lado de la línea.
_Hola, mamá ¿necesitas que llevemos algo más? - Pregunté mientras miraba por la ventana.
_¡No, creo que no!... Dejame ver. - La escuché abrir la heladera. - Tenemos jugo, cerveza, el ron de tu padre, el champán para brindar, la... - Rodé los ojos sonriendo, mamá no cambiaba más y yo sería incapaz de interrumpirla, la dejé seguir con su lista mientras seguí mirando por la ventana, papá se había detenido en los semáforos de Anteros Academy. -... Aún tenemos muchos dulces y estoy terminando de hornear más galletas... - De un momento a otro, deje de escuchar la voz de mi madre y sentí que el corazón se me paró por un momento, mi vista no se despegaba de la parada del autobús o, mejor dicho, de quien se encontraba en ella. Nuestras miradas se cruzaron y no podría creer lo hermosa que estaba. Al verme, ella se sonrojo y sentí que mi cuerpo no reaccionaba, el celular se me calló de las manos, sentí que el tiempo había dejado de pasar. Pero de repente el auto volvió a arrancar, yo sostube su mirada lo más que pude antes de que desapareciera por completo una vez más, como hace cuarto años. Mi corazón iba a millas por hora y no me podía mover.
_¡Soldado! - La voz de mi padre me volvió a tierra.
_¿S-si? ¿Que pasó? - Me gire hacia él anonadado.
_¿Que dijo tu madre? - Me preguntó y por el tono que su voz, imagino que era la segunda vez que lo hacía.
_¿Mamá?.... ¡Mamá! - De inmediato, me agaché a buscar el celular, bajo la mirada desaprobadora de mi padre. Por suerte, ella seguía con su lista y no había notado mi ausencia. Finalmente, terminó por decir que no necesitaba nada más.
Mis labios no lograban deshacerse de la sonrisa que se había instalado en mi hacía unos minutos y algo me decia que no podria deshacerme de ella por el resto de la semana. Ya ningún regalo de mis padres podría superar al que me habían dado mis ojos.
Daría lo que fuera por saber lo que tu sentiste al verme, espero que algún día nos volvamos a cruzar y ésta vez pueda volver oír tu voz. Feliz navidad, bonita y gracias por hacer mi día aún más especial.

NATHANIEL

Eran poco más de las once de la noche y Amber ya estaba ebria. Estábamos volviendo de una fiesta e íbamos caminando por el oscuro callejón mientras que ella cantaba fuertemente, canciones navideñas.
_¡Amber! Callate, por favor... Me duelen los oídos. - Le dije con molestia, aunque tal vez sería mejor que se descragara aquí afuera en lugar de seguir en mi apartamento.
_¡JAMÁS! Me has hecho salir temprano de la fiesta, ¡AHORA TE AGUANTAS! - Luego de decir todo esto, volvió a seguir cantando todavía más alto. Sabía que no lo hacia consiente, pero aún así era insoportable.
Ni bien llegamos a mi casa, me desplomé sobre el sofá. Amber se fue en dirección a la cocina, lo cual agradecí intername ya que ahora no podría oír su horroso cantar.
Cerré los ojos suavemente y sentí como algo cálido se apoyaba en sobre mis piernas. Era Blanca, lo supe por el sonido del cascabel en su collar, Amber se lo había comprado junto con un gorrito de duende que llevaba puesto en ese momento, se veía muy adorable pero yo jamás lo admitiría en voz alta.
_¡A comer! - Mi hermana se acercó a mi con una enorme bandeja que tenia varios recipientes. Dentro de los que alcanzaba a ver, había uno con papas y otro con nuggets.
_Voy por las bebidas. - Me levanté y fui en la dirección por la que Amber había venido. Abrí la heladera, para sacar una botella de jugo multifrutal ya que no dejaría que mi hermana bebiera más alcohol y yo no simplemente no quería tomar.
Cuando regrese, Amber había puesto música en el reproductor y ahora estaba mezclando salsas.
_En serio... Pareces una niña pequeña. - Le sonreí burlonamente.
_¿Y eso tiene algo de malo? - Ella me sacó la lengua. A lo que yo solté una carcajada, realmente es una niña de 23 años.
Comimos, hablamos y reímos, nuestras navidades son perfectas así. Cuando las "celebrabamos" con nuestros padres, se sentían grises y aburridas. Los regalos eran inmensos, pero no opacaban la larga cena silenciosa en aquella fría casa.
_¡Hora de los regalos! - Amber se paró sonriendo, hay algunas cosas que jamás cambiarán, como el hecho de que mi hermana no resista en abrir los reglalos antes de las doce. Yo suspiré y fui a mi habitación para buscar el suyo. Una vez más, nos volvimos a encontrar en la sala, donde ella ahora sostenía una gran bolsa de shopping.
_¡Tu primero! - Me sonrió radiante.
_Esta bien... - Suspiré y le di su regalo el cual no era para nada pequeño, los ojos de mi hermana se iluminaron y comenzó a romper el envoltorio.
_¡NATH! ¡ME ENCANTA! . - Exclamó mientras no apartaba la vista de su regalo, el cual era un muy completo set de maquillaje.
_Me alegra que te haya gustado, me tuve que ir a la ciudad alejada de aquí posible para que nadie me viera comprando eso. - No había terminado de decir todo esto cuando Amber se arrojó sobre mi para abrazarme con fuerza.
_¡Muchas gracias! - Me dijo con alegría y no pude evitar sonreír. - ¡Ahora es mi turno! - Mi hermana se alejó de mi para luego darme la gran bolsa. Una vez en mis manos, miré hacia el interior, habían tres paquetes, desvié la mirada hacia Amber extrañado.
_¿Porque me compraste tres? - Le pregunté con semblante molesto, no me gusta que gasté demasiado en mi.
_¿Que te hace pensar que los tres son míos? - Ella me miró divertida.
Saqué el primer regalo, en la tarjeta ponía que era de Amber, lo abrí y era un porta retratos mediano tirando a grande, en el había una foto nuestra con Blanca, estábamos en mi apartamento apunto de salir para su debut como modelo en una pasarela, sin duda un gran recuerdo, ella estaba entusiasmada y yo orgulloso de ella.
_Gracias, Amb... - Le sonreí enternesido, ella por su parte, me devolvió la sonrisa.
Volví a meter mi mano en la bolsa y saqué el segundo paquete, en la tarjeta decía "De mamá y papá" escrito con la elegante letra de mi madre. Lo abrí sin muchas ganas, era una camiseta color claro y como era de esperarse de mi madre, pertenecía a una línea de ropa muy cara. Aún así no pude evitar sonreír, conociéndola, habrá pasado toda la tarde en el centro comercial para elegirla.
_Deberías llamarla para agradecerle... - Amber me sonrió benevolente.
_Si... Más tarde lo haré. - Deje la camiseta sobre su respectivo envoltorio y saqué el último regalo, el cual no tenía tarjeta. Me dispuse a abrirlo y me sorprendí con lo encontrado, era un libro muy conocido, se titulaba "Dracula". Lo abrí y de él se descolgó una carta. Dejé el libro sobre la mesa y me dispuse a leerla.
"Recuerdo como si fuera ayer, cuando buscaste este libro para mi en la biblioteca del Sweet Amoris... No me lo llevé ese día y hasta la fecha no lo he leído jajaj pero ese día ambos nos llevamos algo importante ¿no? Hoy te regalo este libro a ti con la esperanza de que algún día me lo prestes y espero llevarme también, una vez más, lo que me diste aquel día y que por tonta perdí hace cuarto años...
Feliz navidad. "

Terminé de leer y miré a mi hermana, mi cara debió ser muy graciosa ya que ella comenzó a reír muy fuertemente.
_¡Feliz navidad, hermanito! - Dijo entre risas y yo no podía articular palabra.
Claro que te prestaré el libro y si fuera por mi, te lo leería todas las noches, siempre y cuando las pases conmigo. Por supuesto que repetiré lo que hace cuatro años comenzamos en una biblioteca de instituto, solo que esta vez no te soltare por nada del mundo. Feliz navidad, quizás no me aguante y mañana mismo vaya a buscarte.

CASTIEL

El día parecía interminable ¿en que momento pensé que dar un concierto en estas fechas era una buena idea? Estaba demolido y aún así faltaba el dichoso programa de radio en el que me obligaron a presentarme.
Mi celular vibró en mi bolsillo y atendí.
_¿Hola? - Mi voz denotaba desgaste.
_¡Hola, Cassy! - La voz chillona de mi madre sono al otro lado de la línea.
_Oh... Mamá ¿pudieron entrar sin problemas? - Pregunté mientras cerraba los ojos debido al agotamiento.
_¡Si! Las llaves estaban justo donde nos dijiste y ahora estamos decorando. - Respondió mi madre con alegría. ¿Decorando? ... ¿Estamos? Por supuesto que no, probablemente ella arrastró a mi padre a todo esto, ya me imagino su cara de desganado colgando guirnaldas sobre mi ventana.
_¿Decorando? Mamá, no hagan mucho desastre, luego tendré que limpiar yo... - Le dije aún más agotado de lo que ya estaba.
_¡Castiel! ¡Ni siquiera has armado tu árbol! - Exclamó enfadada.
_¡No he tenido tiempo! - Exclamé aún más enfadado.
_¿Entonces que te molesta que decore por ti? - Mi madre cada vez gritaba más fuerte. Yo iba a responderle hasta que la voz de mi padre me interrumpió antes de empezar, diciendo que nos calmaramos y que no habían motivos para gritar.
_En fin... Los veré luego, adiós. - Dije antes de colgar. Miré el reloj, eran ya las siete.
Luego llegó alguien para decirme que podía entrar al set donde se emitiría el programa radial. Tomé mi guitarra y me dirigí hasta allí, donde me estaba esperando el conductor del programa. Nos saludamos y hablamos de cosas triviales antes de que me dijera que en cinco minutos estaríamos al aire.
Estaba preparando la guitarra para comenzar a tocar ni bien me dieran la señal cuando de repente mi celular volvió a sonar. Miré la pantalla de este con molestia, pensando que era mi madre de nuevo y pero no era así, por lo que mi rostro pasó de la ira a la sorpresa en menos de tres segundos, era ella.
_¿Hola? - Creo que jamás había contrastado tan rápido en mi vida.
_Hola... Emm - Su hermosa voz sonaba nerviosa al otro lado de la línea. - Sólo quería desearte suerte, no he parado de pensar en ti y todo el trabajo que tenias hoy... - Podría jurar que si la tendría enfrente estaría sonrojada. Sonreí ampliamente pero esta se borro enseguida cuando me crucé con la mirada de presentador que aún tenia enfrente.
_Gracias... En éste momento estoy en la estación de radio, cuando termine ya podré ir a casa. - Le dije con voz tranquilizante.
_Me alegro... Entonces... - Ella ahora sonaba dubitativa. - No te interrumpo más...
_De acuerdo. - Contesté entre risas.
_¡Castiel! - Estaba por colgar la llamada cuando volvió a hablar.
_¿Si? - Me apresure a decir.
_Feliz navidad... - Me dijo y yo sonreí, seguramente me veía como un tonto en ese momento pero no me interesó.
_Igual para ti... - En ese momento se me ocurrió una idea brillante. - Si puedes, sintoniza 4.5 pm... Tengo un regalo para ti... - Dije y antes de que ella respondiera colgué, sabía que iba a hacer lo que le pedía.
Ni bien guarde mi celular, me dieron la señal para que comenzara a tocar y eso fue lo que hice. Hacia mucho tiempo que no tocaba esta canción, tampoco tenia pensado tocarla hoy pero ¿que mejor manera de declararse una vez más que esta? En una estación de radio, tocando la canción que cree para ella y la que dio inicio a mi carrera como vocalista, además, si me rechaza no será tan bochornoso.
Luego de terminar la canción y unas cuantas preguntas que daban lugar a la entrevista, por fin pude subir a mi auto para ir a casa.
Chequee mi celular, no había nada, ni llamadas, ni mensajes ¿como debería tomarme esto? ¿Me esta rechazando?
Mi mente no paraba de darle vueltas a la situación.
Llegue por fin a mi casa, mamá me recibió con besos y abrazos, cosa que como siempre, me fastidió.
Mis padres ya tenían todo listo, la comida sobre la mesa, adornos por todos lados y regalos debajo del árbol. Jamás lo admitiría en voz alta pero todo se veía muy bien.
Una hora paso como si nada y mi ojos no se despegaban de la pantalla de mi celular. ¿Me tendría que tomar esto como un no? Pero aun siendo así, no es su estilo no decir nada ¿Será que no entendió que esa fue una declaración? ¿Y si simplemente no pudo poner la radio?
_¡Hey, Cassy! ¿Esta todo bien? - Mi madre me pregunto, ambos me miraban con preocupación. - Estas pálido ¿que ocurre? - Estaba completamente descartado decirles el verdadero motivo de mi mala cara. Así que estaba pensando en una escusa cuando sono el timbre. Salvado por la campana, me levante para dirigirme a la entrada, no importa quien sea, le debía una.
Una vez llegado a la puerta, me dispuse a abrirla y ni bien lo hice, alguien se arrojó a mi brazos. Era ella.
_¿Que-que haces aquí? - Pregunté sorprendido.
_¡Tonto! ¿Creíste que te iba a responder por mensaje? - Me miró divertida. - Por supuesto que jamás haría eso... - Se autorespondió la pregunta antes de unir sus labios con los míos.
Un regalo por otro regalo, aunque el tuyo haya sido mucho mejor que el mio. Esta será la navidad más especial que he tenido porque es la primera que paso contigo.

HYUN

Un viaje de nueve horas era agotador, realmente lo era pero valía la pena. No veía a mi familia desde principio de año y eso era demasiado, considerando que somos muy unidos. Por alguna razón extraña, mi vuelo se adelantó una hora, así que era comprensible que nadie me estuviera esperando en el aeropuerto. Decidí darles una sorpresa, por lo que no le avise a nadie de mi tan temprana llegada y me dirigí a tomar un taxi. Afuera, todo estaba cubierto por una gruesa capa blanca y seguía cayéndo más, estaba nevando en Seúl a las 7 a.m., sentí que no estaba suficientemente abrigado para la situación.
Luego de unos minutos, logré tomar taxi rumbo a mi casa. No quedaba demasiado lejos pero aún así, era imposible ir a pie con este frío.
Saqué mi celular del bolsillo y lo prendí, durante el vuelo lo había apagado para poder dormir ya que de otra forma no hubiera resistido en quedarme charlando con mis hermanas todo el viaje.
A mi celular no paraban de llegar notificaciones de todo tipo, el Google Maps avisandome que estaba en otro país, como si no lo supiera ya, publicidades por navidad, correos de la facultad y por último, mensajes de mi familia. Entré a revisar los chats cuando uno en particular llamó mi atención, decía: " Espero que hayas tenido un buen viaje... ¿Ya has llegado a tu casa? Feliz navidad!"
No pude evitar sonreír para mis adentros, ella era tan atenta y dulce, siempre me debatía cuando será el momento en el que ya no lo soporte más y le diga lo enamorado que estoy de ella, moría por decirle lo bella que era, en todo sentido de la palabra y lo perfecta que es ante mis ojos.
El vehículo se detuvo y el chófer me avisó que ya habíamos llegado a destino, mire por la ventana y evidentemente, estaba frente a la casa de mi familia.
Me bajé del taxi, no sin antes pagar y agradecer por sus servicios. Me dirigí hacia la puerta, hice sonar el timbre y no tardó en abrir la puerta una de mis hermanas menores, la cual se arrojó a mis brazos ni bien me reconoció.
La casa estaba 100% en ambiente festivo, habían decorados y comida por todos lados, sin contar que mi otra hermana estaba cantando en karaoke pero al verme hizo lo mismo que la anterior.
Mis padres también estaban contentos de verme, me recibieron calidamente antes de preguntar por mi repentina llegada.
Una vez todo tranquilo, subí a mi habitación para acomodar mis cosas y ya de paso cambiarme de ropa. Estaba a punto de salir cuando recordé que no había respondido un mensaje en particular aún, por lo que decidí llamarla.
El celular dió tono un par de veces antes de que ella atendiera.
_¿Hyun? - Su voz sono al otro lado de la línea y deseé tenerla en frente, no la veía hacia solo dos días y parecía una eternidad.
_Si... ¡Hola! Lamento no haber respondido antes, acabo de llegar a mi casa. - Respondí a la pregunta que me había hecho por mensaje.
_De acuerdo ¡Me alegro mucho entonces! - Yo sabía perfectamente que estaba sonriendo, aun sin verla.
_¿Y tu? Ya estas con tus padres ¿cierto? - Quiera seguir alargando la conversación, quiera sentirla cerca por unos momentos más.
_¡Si! Llegué ayer por la mañana, no es un viaje tan largo después de todo. - Contestó alegremente.
_Esta bien entonces. - Le dijo sonriente.
_Bien... Entonces... ¡Feliz Navidad! - Dijo, ya casi finalizado la llamada.
_Feliz Navidad... Oye, cuando vuelva... - No pude terminar mi frase cuando mis hermanas entraron a mi habitación.
_¡Hermanito! ¡Ven con nosotras! - Dijeron al unísono. - ¿Estas hablando con tu novia? - Preguntó la menor de las dos y me vi obligado a cortar la llamada sonrojado y deseando que ella no lo hubiera escuchado.
_¡N-no es mi novia aún! - Contesté nervioso.
_¿Aún? - Preguntaron a la vez.
_Y-yo... - ya no sabia que decir, me tenían a justo donde quieran.
_¡Quiero ver su foto una vez más! - Dijo la mayor mientras me sacaba el celular de las manos y salia corriendo de mi habitación.
_¡Oigan! ¡Denme eso! - Grité mientras salia corriendo tras ellas.
Prometía ser un día alegre lleno de diversión, como siempre con mi familia y se que no alcance a decírtelo pero cuando vuelva quiero que tengas una cita conmigo pero por ahora me conformo con haberte deseado una feliz navidad.

RAYAN

Era un día gris en esa ciudad tan lejana en la que me encontraba. Yo caminaba por un sector que juraba ser verde pero ante mis ojos estaba teñido de sepia, supongo que debido a la sugestión y todo lo que me provocaba estar en este lugar.
Me acerqué al punto donde esperaba encontrar a esa persona que estaba sin estar pero al fin y al cabo siempre estaba, me agache con las flores que había traído solo para ella y las puse sobre su tumba.
_Lamento no haber venido antes Chloe, he tenido muchas cosas que hacer y más ahora que soy profesor... - Dije mientras quitaba algo tierra de su nombre grabado en esa fría piedra. -... Hoy se cumplen siete años exactos desde que ya no estas a mi lado, como olvidarlo... Te fuiste en noche buena, aunque se que no es necesario que te recuerde el motivo de porque estas aquí... - El silencio era absoluto, solo se sentía el viento chocando con los árboles a lo lejos. - Tengo tantas cosas que contarte pero primero y principial, quiero pedirte un favor... Creo que por fin he dado un gran paso desde tu muerte, creo que por fin puedo avanzar pero no lo puedo hacer si no me lo permites... - Guardé silencio por unos instantes, esperado una respuesta que jamás se produjo. El viento parecía haberse calmado y esa era la señal que mi cabeza interpretó como un "tienes toda mi atención".
_He conocido a alguien muy especial, es mi alumna y es mucho más joven que yo, se que si te pudiera ver te estarías riendo con fuerza debido a lo absurdo que suena todo esto y tendrías toda la razón pero tienes que saber que cuando estoy con ella siento como si no hubieran límites para nada, ni para soñar, ni para sentir, ni para olvidar... Me siento con más fuerza que antes, siento que ya no soy solo un artista solitario que va por el mundo promoviendo el arte y llorando en silencio. - Hice una pausa y cerré los ojos levemente, citando en mi mente a la chica de la cual ahora estaba enamorado.
_Es tan diferente a ti, Chloe... Por fin siento que no estoy intentando buscarte en otro rostro ni en otra voz... Te diría todo lo que me gusta de ella pero tu me conoces bien, así que supongo que ya lo sabes... - Y se preguntarán si ya me volví loco, que porque hablo con alguien muerto que jamás podrá oír ni una sola palabra de lo que digo y yo les responderé que es 24 de diciembre, no sólo es víspera de navidad, tampoco es porque sea el aniversario de su muerte, sino que falta una semana para que acabe el año y necesito soltar, perdonar y perdoname, para por fin avanzar.
Volví a mirar la tumba de mi difunta esposa, el viento mecia levemente las flores que recientemente acababa de colocar.
_¿Te das cuenta de porque te pido ayuda? Nunca he venido hasta aquí para hablarte de una mujer y si ahora lo hago es porque vale la pena, porque realmente quiero compartir mi vida con ella y se que no son sólo palabras tontas, se que ella se siente igual... Por eso Chloe... Has que funcione... - Ahora miré hacia el cielo porque sentí que así seria como mirarla a lo ojos, no porque creyera que allí estaba su alma sino por simple cuestión biológica, el cuerpo sin vida se convierte en carbono, el cual en la tierra húmeda, es absorbida por el sol y ahí se convierte en nuves o en parte del viento, se dice que la ciencia y el arte no se juntan pero ¿que mejor arte que la naturaleza misma?
El viento se volvió a agitar suavemente, sentía como me acariciaba la mejilla y sentía también que ella le había dado el visto bueno.
_Feliz navidad mañana, Chloe... - Sonreí y me levante del suelo.
Mientras caminaba hacia el auto noté algo que jamás había sucedido, por primera vez, salia de ese lugar con una sonrisa.
Me subí y arranqué el vehículo, rumbo a la casa de mis padres.
Parece que esta no será una navidad gris y triste, después de todo, jamás había salido tan contento de un cementerio y te lo agradezco todo a ti amada mía, por darme el valor de enfrentar mi pasado. Espero de pases una bonita navidad y espero que alguna día yo pueda formar parte de ellas.

PRIYA

Amo estas fechas con toda mi alma y creo que eso se debe a que en mi familia nada nos une más que esto. Mis hermanas están cocinando con mi madre y yo estoy acomodando algunas cosas con mi padre. Pronto llegarán mis tíos y primos, por lo que todo tiene que estar perfecto.
Con todos los problemas que había tenido mi padre, hacia tiempo que no festejabamos navidad a lo grande, principalmente porque no sabíamos en que rincón del mundo nos encontraríamos. Hace poco le dimos a conocer al resto de la familia nuestra ubicación y ellos ahora morían por venir a visitarnos, entonces ¿que mejor fecha que ésta?
Yo jamás me preocupaba por qué me pondría salvo en estos días y era que el hecho de vestir bien para la ocasión simplemente me fascinaba.
Alguien tocó el timbre pero alcancé a escuchar a mi padre abrir, por el volumen de la alegre conversación supuse que ya habían llegado nuestros invitados. Yo estaba en mi habitación terminandome de arreglar cuando alguien toco mi puerta.
_¿Si? ¿Quien es? - Pregunté.
_Somos nosotros ¿podemos pasar? - Mis primos y hermanas preguntaron al unísono.
_¡Si! ¡Claro! - Contesté aún sentada en mi cama. Al abrir ellos la puerta, tuve que alzar la vista, cosa que no se porque no me esperaba, después de todo, no nos hemos visto en seis años, por lo cual era evidente que no me iba a topar con chicos de quince años.
_¡Hola Priya! ¡Mira que hermosa estas! ¿Cierto hermana? - Mi primo habló mientras me estrechaba entre sus brazos.
_¡En efecto! Priya, estas radiante. - Sonrió mi prima.
_¡Muchas gracias, a los dos! - Les devolví la sonrisa.
_¡Ven! ¡Vamos con el resto de la familia! - Mi hermana me dijo.
_¡Oh, si! Solo esperen un minuto... - Dije buscando mi celular.
_¿Buscas esto? - Pregunto mi primo con mi celular en la mano.
_¡Ah! Si. - Respondí rápidamente antes de tomar el celular.
_Tu novio puede esperar ¿sabes? - Sonrió él con intención.
_Por lo que he oído, creo que es una chica... - Le respondió por mi una de mis hermanas, con una sonrisa radiante.
_¿En serio? ¿Y es bonita? - La mirada de mi primo paso de mi hermana a mi.
_Si... ¡Quiero decir, no salgo con nadie! - Contesté sonrojada.
_¡Acabas de decir que si! - Mi prima sonrió.
_Bueno... No tiene novia pero sabemos que le gusta una chica bonita. - Mi primo declaró con orgullo y yo rodee los ojos sonriendo. Era increíble si me hablaban de estos temas, solo una chica cruzaba mi cabeza y que pese a ser solo amigas, ya nos sentíamos mucho más. Tal vez más tarde le envíe un mensaje, después de todo ¿que tiene de malo?
Me acerqué a mis primos y los abracé mientras salíamos de mi habitación.
_¡Ustedes dos tienen tanto que contarme! - Exclamé felizmente.
_¡Y tu a nosotros! - Contestaron a la vez.
Extrañaba tanto estos momentos, mi familia es todo y habían estado mucho tiempo lejos, ahora solo quiera disfrutarlos. ¿Tu también estas pasando genial? Se lo especial que es para ti todo esto también, feliz navidad y mucha felicidad.

🎆Fin🎆

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