El final que te mereces - Nathaniel x Sucrette
Hola chic@s! Me alegra mucho volver aquí después de tanto tiempo inactiva, así que aprovechando el estreno del episodio 15 y su impactante final, he decidido traerles un nuevo one-short de Nath, saben que yo no puedo dormir si no dejo a mi imaginación crear un desarrollo! De paso quiero agradecerles que pase a mi ausencia estas historias han seguido siendo leídas, votadas y comentadas, así que un millón de gracias por estos 72k de views, 4,25k de votos y todas sus opiniones y sentimientos expresados por comentarios y al chat privado!
Well, no les quito mas el tiempo, espero que les guste y lo disfruten!
ATENCÓN!! Contiene spoilers del episodio 15 de CDMU!
Chaoo!!
KUMI
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_¿La familia de Nathaniel Jacott? - La voz del médico retumbó en los gélidos pasillos del hospital.
_ Soy su novia ¿Cómo está él? - Me precipité sobre el profesional el cual retrocedió unos pasos debido a mi casi violento abordaje.
_Ku, déjalo respirar. - Kim me tomó del brazo y yo estaba al borde del colapso, a segundos de tirarme al suelo a llorar.
_Está estable, la herida era algo profunda y perdió mucha sangre, tuvimos que suturar al instante, tendrá una muy dolorosa cicatriz en el abdomen pero es un hombre fuerte, se recuperará. - Me sonrió, solté un largo suspiro mientras me recostaba sobre la pared y me deslizaba hacia el suelo.
_¿Puedo verlo? - Le pregunté con ojos suplicantes.
_Cuando la anestesia abandone su cuerpo y se despierte. - Dijo antes de hacer un gesto cordial y retirarse.
_Ya has oído ¿no? - Kim me dedico una mirada suave. - Se pondrá bien. - Asentí, pero no era capaz de formular una frase y aunque pudiera ¿Qué diría? mi mente no estaba llena de pensamientos positivos precisamente en estos momentos.
_¿Kumi? ¡¿Kumi?! ¡Al fin las encontré! Salimos ni bien... - Levante la vista en dirección a Amber quien se aproximaba a mi con prisa junto con Castiel, pero de repente se paró en seco y su rostro paso de la preocupación al horror mientras soltaba un fuerte grito. - ¡Es-tás... Es-tás... CUBIERTA DE SANGRE! - Gritó mientras se tapaba la boca y Castiel la ayudaba a sentarse en una silla.
Y es que hasta el momento no lo había notado, pero toda mi ropa estaba cubierta de grandes manchones rojos y el dorso de mis manos también.
Cuando crucé el lumbral de la puerta de los vestuarios, me arrojé encima de Nath, le rogué a Kim que llamara a emergencias y lo abracé entre sollozos diciéndole que todo estaría bien, que se pondría bien. Nath se desmayó a causa del dolor y su esfuerzo por hablar e intentar decirme lo que sea que me haya querido decir en esos momentos. Fue tanta la conmoción que jamás se me cruzó por la cabeza pensar en que me estaba ensuciando la ropa e incluso ahora no me importaba.
_El está bien, ahora está descansando, así que cálmate por favor. - Kim despegó los ojos de mi para mirar a Amber.
_¿Que pasó? - Preguntó Castiel.
_Lo asaltaron unos tipos... - Respondió Kim y medio decía la verdad.
_Le dije... le dije que se alejara de ellos ¡jamás me hizo caso! - Exclamó Amber, superada por la situación.
_¡¿Quieres que te corran?! ¡Es un hospital, deja de gritar! - Le reprochó Kim.
_... Iba a abandonar esa vida... - Dije débilmente.
_¿Que? - Preguntó Amber confusa.
_Lo iba a dejar todo... todo ese mundo de mierda... el me lo dijo... y unos instantes después... - El nudo en mi garganta volvió a aparecer junto con las lagrimas, lloraba pero no emitía ruido, mis ojos estaban centrados en el blanco suelo de baldosas.
_Hey... Tranquila... ven, vamos al baño para limpiarte un poco, te buscaremos otra camiseta.
_Ten... - Amber sacó una de su bolso. - Es de Nath, creí que iba a necesitarla... pero puedo ir a buscar otra. - Finalizó la frase con una sonrisa melancólica.
Cuando volví a la sala de espera, Castiel estaba hablando con el médico y Amber se había quedado dormida en su asiento.
_¿Nuevas noticias? - Le pregunté al pelirrojo ya que cuando llegué el medico ya se había alejado.
_No, lo mismo que les dijeron a ustedes... - Castiel se encogió de hombros y se sentó, invitándome a sentarme junto a él.
_Buenas noches... - Todos menos Amber, que estaba aún dormida, alzamos la vista hacia un hombre que parecía ser un oficial de policía. - ¿Son los familiares del señor Jacott?
_Ella es la novia y esta otra es su hermana... Nosotros somos amigos. -Kim le contestó.
_ Muy bien... entonces quien esta al tanto... -Supe por su pregunta, que no se refería al asalto.
_Yo lo encontré ... - Respondió Kim.
_No. Yo hablaré con él. - Miré el hombre con una gran determinación y el al instante entendió que yo tenía las respuestas que estaba buscando.
Nos alejamos lo suficiente del grupo para no ser escuchados.
_Sabía que tarde o temprano aparecería... de hecho, lo estaba esperando. - Le dije al policía con suma tranquilidad.
_Él te habló de mi... - Comentó el hombre mientras sacaba una libreta.
_Si... justo hoy, me dijo que se lo contaría todo, que estaba harto de esta vida... - Me callé antes de volver a llorar.
_Supuse que tarde o temprano lo haría... - Contestó.
_Él es un buen chico, lo conozco desde hace mucho tiempo, solo tuvo mucha mala suerte y... yo tengo la culpa de eso... - Le confesé con la voz entrecortada.
_No es cierto... tu ausencia durante estos años no se conecta con esto. - Ante estas palabras, dirigí mi mirada atónita hacia él.
_¿Como... - Me interrumpió.
_Me llamó, antes del asalto, supongo... creo que ellos escucharon nuestra conversación y por eso paso... lo que pasó. - Me explicó. - Me dijo, que pasara lo que pasara, por favor las protegiera a ti y a su hermana...
_Se quienes le hicieron esto...
_Lo se, yo también...
_¿Entonces?
_No hay pruebas. Necesito saber todo lo que te haya dicho.
_Ok... pero...¿ que pasará con Nath? ... Amber no puede verlo ingresar a prisión, no después de lo de su padre y yo... y yo... - Sentía como el aire me comenzaba a hacer falta.
_Tranquila, estoy al tanto de quien es Nathaniel, quedará absuelto de todos los cargos, pero necesito información para ello.
Comencé contándole como pasó todo esto, cual era el rol de Nath, la desconfianza que provocó en los camellos cuando se dieron cuenta que él cambiaba la droga por hiervas inofensivas y todo lo que había ocurrido hasta la fecha.
Unos días después, me encontraba con Nath en su apartamento. Tenía que permanecer en cama puesto que su herida no le permitía moverse y además debía mantener una estricta dieta. Yo decidí quedarme con el para cuidarlo.
_Estoy harto del brócoli hervido en mi sopa... es asqueroso. - Me miró mi novio con desagrado mientras levantaba la cuchara.
_No seas infantil... comete eso. - Le sonreí burlona, me senté en la cama junto a él y agarré la cuchara de sus manos. - Vamos, ¡acá viene el avioncito! - Exclamé con la intención de hacerlo enfadar pero en cambio solo se limitó a revolear los ojos molesto y abrir la boca.
_¿Sabes? creo que ahora el brócoli tiene mejor sabor. - Me sonrió seductoramente.
_Cállate. - Llené de nuevo la cuchara y se la metí bruscamente en la boca.
_ Gracias por estar aquí... - Me sonrió una vez se había sacado la cuchara de la boca.
_¿Donde mas podría estar? - Lo miré incrédula. - Creí que el mundo se me acababa hace unos días y pretendes que me quede en casa ¿haciendo que? ¿torturándome? ¿queriendo estar aquí contigo?
_Ven, dame un beso... -Por obvias razones él no se podía mover así que me acerque yo y sin dudar pose mis labios sobre los suyos mientras acariciaba su rostro. - Te amo. - Me confesó a escasos centímetros de mis labios.
_Yo te amo más... - Dije volviéndolo a besar.
_Todo va a cambiar ahora, te haré feliz ... - Me sonrió rebosante de amor.
_ ¿Mas de lo que ya me haces? Imposible. - Le susurré y pocos minutos después alguien tocó el timbre. - Debe ser Amber.
_Me conviene dormir entonces. - Sonrió mientras se acomodaba en la cama para descansar.
Salí cerrando la habitación y me dirigí hacia la puerta, no dudé en abrir... muy mala elección.
_¿Que hacen aquí? - Pregunté horrorizada.
_¿Como? ¿no puedo venir a ver a mi buen amigo Nath? - Sonrió divertido.
_No son bienvenidos aquí ... Ustedes le hicieron esto ¿Cómo tienen cara para hacer acto de presencia? - Conocía el peligro que suponía enfrentar a estos tipos pero sobre mi cadáver iba a dejar que vieran a mi Nath.
_Venimos a terminar lo que no pudimos hacer hace unos días... - Respondió el otro tipo mientras se acercaba a mi y me tomaba del rostro. -Así que por fin entiendo porque estaba tan furioso aquella noche en el callejón, te quería sólo para él. - Soltó una horrible carcajada y yo me aparte bruscamente.
_No soy un juguete, idiotas... pero ¿Por qué rayos discutiría esto con ustedes? jamás entenderían ni un poco lo que Nath y yo tenemos ... desgraciados como ustedes jamás se harían una idea. - Les solté intentando afilar al máximo mis palabras.
_¡¿Como se te ocurre dirigirte así a nosotros maldita zorra?! - Se acercaba a mi a pasos agigantados y yo retrocedí hasta pegarme a la puerta del cuarto de Nath quien abrió la puerta y me apoyé involuntariamente sobre su pecho. Los hombres retrocedieron, incluso herido, Nath les seguía transmitiendo miedo.
_Váyanse de mi casa AHORA o sino... - Uno de los tipos lo interrumpió.
_¿O sino que? ¿Qué puedes hacer en tu ridícula situación? ¿hacer que tu princesa nos pegue? por cierto, que buen gusto en mujeres... - Me miro de arriba a abajo de forma socarrona y Nath me puso detrás de él.
_Ni se te ocurra acercarte a ella ¿te quedó claro? - la mirada de Nath era encolerizada, parecía la de un depredador.
_¡Por tu culpa el cartel esta en la ruina! Tenemos polis en todas las esquinas y el narcotráfico está imposible! Juro que voy a acabar con tu vida pero primero... tengo cuentas pendientes con tu chica. - Dijo mientras sacaban ambos un cuchillo y cuerdas, tuve que agarrar a Nath para que no se les arrojara encima.
_¡Arriba las manos! ¡Que nadie se mueva! - Un escuadrón de policía entró por la puerta y procedió a esposar a esos dos mal nacidos.
_¿Pero que? ¿como? - Preguntó el líder del cartel, confuso.
_¿Creías que luego de lo que pasó no íbamos a tomar medidas? Esta habitación esta repleta de micrófonos. -Sonreí victoriosa.
_En resumen, acaban de confesar todo voluntariamente. - Sonrió Nath mientras me abrazaba por detrás.
_Narcotráfico, robos, intento de violación, intento de asesinato... en otras palabras se van a pudrir en prisión. - Les comunicó el policía mientras se los llevaban del apartamento y cerraban la puerta.
_Ya está, todo acabó. - Me giré hacia Nath y lo abracé.
_Si, ¡AUCH! - Se quejó por mi agarre.
_Perdón... Me alejé apenada pero Nath me volvió a estrechar entre sus brazos.
_¿Quien dijo que me soltaras? - Susurró contra mi pelo.
_Ven, vamos a la cama, tu herida se puede abrir si seguimos aquí. - Tomé su mano dulcemente y lo guié de nuevo a su habitación.
_¿Sabes? Después de todo si eres mi príncipe azul. - Me confesó sonriente.
_Y tu siempre serás mi damisela en apuros. -Le contesté burlona.
_No mas apuros para mi por favor. - Contestó entre risas.
Fin
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