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Confusión - Castiel x Sucrette x Rayan

Hola Chic@s! Tal y como prometí aquí les traigo un nuevo one-short,  esta vez de Castiel y Rayan como triángulo  amoroso a pedido de @ZoeHuerta !  Muchas gracias por esperar, espero que les guste!!
Chaoo

KUMI

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Era una montaña rusa emocional.  Ella no lo podía describir de otra forma ¿Que haría ahora?  Ahora que sus esfuerzos habían dado frutos, había logrado conquistar a Castiel una vez más,  había superado todos los obstáculos y por fin lo había vuelto a hacer ¿No era eso lo que quería en un principio?  ¿Cual era la diferencia entre el comienzo del año y ahora? La respuesta aparecía todos los días frente a sus ojos, por las mañanas en el aula magna y por las tardes en cualquier otro rincón del campus,  sin importar el lugar algo siempre era permanente y era esa incontrolable incomodidad en su corazón,  una incomodidad que pese a ser diferente tenia el mismo origen que lo que Castiel la hacia sentir también. El señor Zaidi la confundía.
Miwa nunca había sido buena en ciencias ni en el amor,  que en este momento,  se presentaba como una la cual tenia más problemas que un examen de matemáticas,  más fórmulas que un ensayo de química y un toque de física que ponía su cabeza a dar vueltas.

¿En que momento las cosas cambiaron su rumbo? ¿En que momento su corazón se había dividido en dos? Esas cosas ya no importaban,  de todas formas ya era demasiado tarde, ella,  quien aparentaba ser dura,  rebelde e impasible,  resultó ser mucho más ingenua de lo que creía. Sin darse cuenta miraba a su profesor como algo mucho más que eso,  paso de llamarlo "Sr. Zaidi"  ahora era "Rayan"  simplemente. Su relación ya no era de profesor-alumna,  se habían vuelto amigos.
Cuando estaba con Castiel las cosas eran como en el instituto,  mantenían una relación pasional pero no estaban saliendo,  ellos no se podían hacer llamar "novios"  ya que nunca habían hablado del tema.
Todo se había dado con tanta naturalidad que Miwa no se dio cuenta hasta que punto estaba siendo inconsciente. La semana en la que su juicio se aclaró tenia un sabor agridulce y venia acompañado de una difícil decisión.

Todo comenzó el lunes por la mañana,  el timbre había sonado y Zaidi se despedía de los alumnos que salían uno a uno del aula.  Una vez vacío el lugar,  el profesor se percató de una segunda presencia además de él,  Miwa se encontraba dormida sobre su pupitre en el fondo del aula.  El hombre se acercó y sacudió llamandola.

_Miwa...  Despierta,  la clase acabo - El señor Zaidi le susurró.

_Mmm.... ¿Rayan? - Dijo ella entreabriendo los ojos - ¿Que hora es?

_Vamos,  levántate - Rayan ignoró su pregunta ya que estaba demasiado dormida como para prestarle atención.

Miwa se desperesó.

_Lo siento...  No volverá a ocurrir - La mirada de la joven era sincera.

_¿Que ocurrió? ¿No dormiste bien? - Él le pregunto,  pese a tener una relación cercana con ella,  no dejaba de ser su profesor.

_Ni siquiera pase la noche en mi habitación,  Castiel terminó tarde de ensayar y luego... - Miwa hizo una pausa y sonrió - No es nada,  lo lamento Rayan,  trataré de ser más prudente - Jamas se le ocurriría hacerle semejante confesión.

El hombre soltó un largo suspiro,  por dentro estaba realmente exasperado,  a sus ojos Castiel no era una buena influencia y para rematar,  el hecho de saber que ella se acostaba con él le colmaba la poca paciencia que le quedaba.

_Voy a almorzar algo... - Dijo la joven mientras se colgaba su bolso.

_Te acompaño hasta afuera,  voy a la biblioteca - Le respondió Rayan y salieron juntos.

A mitad de camino se encontraron con Castiel,  el cual estaba apoyado contra la pared,  evidentemente esperaba a Miwa.  Mientras la joven se acaba a él,  los hombres se miraban de forma desafiante, la molestia ante la presencia del otro era clara.

_Castiel ¿Me esperabas? - Miwa se mostraba feliz de verlo,  reacción que a Rayan le molestaba y se reflejaba en su rostro.

_Claro que si ¿Piensas que me quedo en el medio del pasillo como idiota porque si? - El pelirrojo le sonreía sarcásticamente mientras la tomaba por la cintura para finalmente besarla. Sus labios aún permanecían unidos cuando Castiel se percató de la incomodidad de Rayan pero lejos de separarse prolongó el beso.

_¿Nos vamos? - El joven pelirrojo le pregunto a Miwa.

_Ehh...  Pero... - Se dio la vuelta para ver Rayan.

_No te preocupes Miwa,  yo me voy - Respondió de forma cortante pero eso no le impidió acariciar el cabello de la joven al pasarle por al lado,  provocando así una mirada asesina por parte de Castiel.

_Se toma mucha confianza tu profesor - Murmuró el joven mientras miraba como se alejaba el susodicho.

_Rayan es más que un simple profesor,  Cass  - Las palabras de la chica hicieron que Castiel se girara instantáneamente hacia ella -  Quiero decir,  él es más bien como un amigo ¿Sabes?
_Claro,  esta bien - El joven trataba de convencerse a sí mismo -¿Vamos?

_Si,  vamos - La chica le sonrió divertida.
Él la tomó de la cintura y se dirigieron al Snake Room en donde se encontraba el resto de la banda de Castiel.

Una vez allí se sentaron con el resto.

_Cass,  traes mala cara ¿Que ocurre? - Le pregunto uno de sus amigos - ¿Acaso discutiste con tu novia? - Volvió a hablar mientras miraba a Miwa.

_No,  nada de eso...  - Castiel se oía enfadado - Además,  no es mi novia ¿Sabes?

Este último comentario molestó particularmente a Miwa y es que es verdad,  no eran novios, pero el hecho de que él lo dijera tan abiertamente la perturbó ¿Que era ella para él? Se preguntó una y otra vez en ese corto lapso de tiempo. La conversación de los presentes en la mesa continuaba con normalidad ¿Es que acaso ellos también lo sabían? ¿Ella era la única que pensaba que Castiel iba enserio?

_Oye,  Miw ¿Estas bien? - El pelirrojo al fin se había dado cuenta de su mala cara.

_Si - La joven se levantó bruscamente. - Me voy - Su voz era colérica.
_¿Que? Acabamos de llegar ¿A donde vas? - Castiel se levantó también.

Miwa sin responder,  se retiró del lugar.

Llegando a la esquina del local,  el pelirrojo la alcanzó.

_¡Oye!  ¿Que te ocurre? - El sonaba enfadado.

La tomó firmemente del brazo, obligándola así a voltearse.

_¡Suéltame, idiota! Dije que me voy,  no te debo explicaciones de NADA... - La mirada de la joven era afilada -Porque eso es lo que soy para ti ¿Verdad? - Se deshizo del brazo de Castiel y se alejó.

_Niñita... - El corazón de Miwa dio un vuelco al oírlo pronunciar ese antiguo a la par que nostalgico apodo. Poco a poco las lágrimas se amontonaban en el borde de sus ojos mientas se volteaba hacia el una vez más.

_¿Que significa para ti ese sobrenombre? ¿Por qué nunca hablamos de nuestra relación? -  La voz de la joven se quebraba ante la mirada atónita del pelirrojo.

Sin dejar lugar al hablabla del contrario,  se retiró del lugar.

El campus estaba desierto cuando llegó,  lo cual era una gran fortuna ya que no quería que la vieran llorando, además,  las lágrimas que opacaban su vista la harían tropezar contra todo el mundo. Acción que ocurrió cuando estaba pasando por el edificio de arte,  Miwa se maldijo internamente por chocarse con,  probablemente,  el único individuo que estaba en el patio.

_¿Miwa? - Esa voz la conocía muy bien.

_R-Rayan... - Sus ojos se abrieron desmesuradamente - Estoy apurada,  disculpe... - ¿Disculpe? ¿Porqué no lo tuteaba?

La joven lo esquivo e intentó avanzar pero el hombre la tomó por los hombros.

_Estas llorando...  ¿Que ocurrió? - El profesor la miraba a los ojos mientras ella volvía a desmoronarse,  esta vez en sus brazos. Rayan comprendió que ella no tenia fuerzas para hablar y simplemente se dedicó a envolverla con sus brazos mientras acariciaba su cabello. Poco después la acompañó a su habitación.

_Bueno,  ya estamos aquí,  creo que me tengo que ir - El hombre se estaba dando la vuelta cuando Miwa tomó su brazo.

_Quedate...  Por favor...-La voz de la joven era suave y melancólica.

Y así acabaron ambos sentados en el borde de la cama.

_¿Que ocurrió? - Le pregunto él.
_... Fui una idiota... Creo que fui la única que pensó que él iba enserio conmigo... - Sonrió amargamente.

_¿Que quieres decir? - Él la miró curioso.

_Él dijo abiertamente que no somos nada...  Es decir...  Yo sabía que no era nada formal pero aun así, nunca creí que él... - El nudo en su garganta volvió a aparecer y no pudo continuar hablando. Rayan no necesitaba oír nada más,  había comprendido perfectamente la situación.

_No te mereces todo esto ¿Sabes?  Eres inteligente,  decidia y muy hermosa...  Nadie está a la altura de tus lágrimas - El hombre tomo sus manos haciendo que ella lo mirara.  Sus ojos eran de un verde intenso extremadamente seductor,  su ritmo cardíaco se elevó por lo cielos,  esta sensación no era nueva pero estaba tan cegada por Castiel que nunca la notó.

_Mereces alguien que te cuide,  te haga feliz y que nunca deje que llores por él... - Rayan volvió a hablar.

Se fueron acercando poco a poco y no apartaban sus miradas,  sus labios se rosaban.

_Rayan... Eres mi profesor...  Si se enteran... - El la interrumpio.

_Yo no voy a decir nada de esto...  ¿Y tu? - Le susurró,  estaban tan cerca el uno del otro que ni siquiera miraban sus ojos,  sus miradas se concentraban en sus labios.

Sin responder nada,  fue Miwa la que rompió la corta distancia. Sus labios pasaban suavemente por los del otro,  Rayan la tomo por las caderas mientras la joven se ponía en horcahadas sobre el. El beso se intensificaba cada vez más y en algún momento la chaqueta del hombre desapareció. Miwa tomaba su rostro para profundizar el beso cuando el sujetó firmemente su cintura para recostarla sobre la cama y en ese momento sus miradas se encontraron una vez más.
Miwa lo tomo por los hombros para acercarlo más a ella pero Rayan se resistió.

_No... No me aprovechare de tu tristeza. - Dijo mientras se levantaba y buscaba su chaqueta.

_Rayan...  Yo... - El hombre la miró  y ella continuo. - Creo que me confundes, ya no se si... - La joven se vio interrumpida.

_¿No sabes me quieres a mi o a Castiel? - El hombre sonrió comprensivo y se acercó. - Te voy a esperar hasta que lo sepas - Dijo antes de darle un corto beso en lo labios.

Luego de eso, el se retiró.  Estaba saliendo del ascensor cuando una voz que no era de su agrado sonó.

_¿Así que te crees comprensivo? Aprovechaste la oportunidad y ahora te presentas como el bueno ante ella - Castiel parecía burlarse de la situación pero en realidad ambos sabían que estaba enojado.

Rayan lo miro arrogante.

_¿Asustado? - Le sonrió - Tal vez ella se de cuenta que yo jamás la haría llorar, yo si voy enserio con ella mientras que tu juegas al galán - Las palabras de Rayan hacían aumentar la ira de Castiel.

_¡NO ESTOY ASUSTADO DE Ti!.... ¿Ella estaba llorando por mi? ¿Y que es eso de que si voy enserio? - En ese momento el rostro de Castiel cambio de la ira a la sorpresa,  "Ella no es mi novia ¿sabes?"  eso era lo que había dicho - No...  Que idiota soy... - Murmuró.

_¿Ahora recién te das cuenta? Ella se dará cuenta de quien eres... De hecho ya lo hizo,  fue ella quien insistió con que me quedara con ella y...  Fue ella la que me besó - Rayan le daba a conocer lo que ocurrió innecesariamente ,  sabía que Castiel perdería los estribos en cualquier momento. Y así fue,  el pelirrojo se le arrojó encima y lo tomo del cuello de la camisa.

_¿Que pasaría si le cuento al decano que entraste a la habitación de una estudiante y no precisamente de forma inocente? - La ira de Castiel era palpable.

_Me despedirán y Miwa sería expulsada de la universidad ¿Quieres eso? - Rayan respondió tranquilamente - ¿Que ocurre si le digo al decano que un estudiante me agredió?

Castiel lo soltó y se alejó con rabia.

_¡Escucha, Zaidi!  Yo la amo,  yo llegue primero y hemos vivido cosas inolvidables - Dijo mientras intentaba controlar su deseo de golpearlo.

_Si,  es cierto.  Pero yo también la amo,  no voy a dar el brazo a torser y aún puedo ganarte, ella lo sabe muy bien - Dijo el más grande.

_Di lo que quieras... - Respondió el pelirrojo mientras presionaba el botón del ascensor.

_¿A donde vas? - Preguntó sorprendido el profesor.

_Voy a hablar con ella ¿A donde más si no?  Hay cosas que tiene que saber - Respondió mientras las puertas del ascensor se cerraban detrás de él.

Caminó hasta la puerta se la habitación de la joven  y golpeó.

_¿Quien es? - La voz de la joven se oía mejor y eso tenia dos sentimientos en Castiel,  por un lado era la felicidad de saber que estaba mejor y otro era la molestia de saber que había sido Rayan quien la había consolado.

_Soy yo,  Miw - Respondió - ¿Me abres?

_Vete Castiel,  no quiero hablar contigo ahora - La voz de la chica se volvio fría.

_Miwa,  por favor.  Fue un mal entendido, yo... - Ella lo interrumpio.

_Fuiste muy claro,  tu y yo no somos nada - El joven sintió como ella se acercaba a la puerta.

_Dejame terminar...  Esta noche iba a ser especial, tenía planeado pedirte que seas mi novia una vez más pero lo haría de una forma especial, te iba a llevar al jardín del Sweet Amoris,  donde nos habíamos besado por primera vez y... - Castiel se agachó y pasó un papel doblado por debajo de la puerta - Es la letra de mi próximo single,  es la segunda canción que escribo para ti...  Cuando hayas aclarado tu mente ven a verme - Dijo y luego se fue.

Miwa se quedó sentada contra la puerta un rato más antes de tomar el escrito que Castiel dejó.  El título de la canción la dejo en blanco.

_.... Niñita- Leyó y las lágrimas volvían a salir de sus ojos.

La canción claramente hablaba de ella,  de su relación y de todo lo que pasaron juntos.  Él siempre dijo que era mejor expresando sus sentimientos con música y era cierto.

Ahora Miwa se encontraba dividida en dos,  por un lado Rayan y por el otro Castiel.  El profesor de arte y el rockero.  Un ángel y un demonio.
Rayan,  sensible,  tranquilo,  inteligente,  compresivo,  que desde que lo conoció siempre estuvo para ella,  que sería capaz de arriesgar lo que más le gusta hacer por ella,  que nunca la haría sufrir,  sería la vida perfecta,  todo serían sonrisas y felicidad.

Castiel por su parte, era su primer amor, su primera vez y vivo cosas inolvidables,  era rebelde,  explosivo y de mal carácter pero ella sabia que no era más que una simple fachada.  Era un artista,  con una sensibilidad única.  Con él las cosas nunca serían monótonas,  siempre sería intenso y pasional.

La decisión era difícil,  ella jamás se imagino que le sucedería esto.
Los días pasaban los dos hombres cumplían su promesa y ambos esperaban a que ella se aclarara.

Luego de pensarlo bien se decidió,  era tan claro,  su corazón había decidido mucho antes que su cabeza.  Miwa tomó su abrigo y se dirigió su apartamento,  que sin querer ya sabía el camino de memoria,  habían tantas cosas que estaba descubriendo de si misma que no lo podía creer.  Llego a su puerta y tocó el timbre, él no tardó en abrir.  Ella le sonrió.

_Siento haberte hecho esperar.

Fin

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