Cale Henituse alumno de una de las mejores universidades del país, además de eso tambien estaba entre los más inteligentes de toda la escuela.

Alumno de Economía y Administración de empresas, era el futuro dueño de empresas Henituse una de las empresas más grandes de tecnológia en el país, la verdad su unico sueño era ser un holgazán, pero una serie de eventos desafortunados (para él) lo volvieron un alumno ejemplar y modelo a seguir.

En este momento tenía clase de contabilidad, pero su vista no estaba en el profesor sino en un azabache sentado en las primeras filas.

Choi Han era un alumno menor de Marketing compartían algunas clases, pero a Cale le había llamado la atención el pelinegro de sonrisa inocente.

La clase había terminado y como de costumbre se hyung-nim vino por él para caminar juntos.

— Mi lindo dongsaeng tu hyung vino por ti.

— Me asustas cuando hablas así.

A pesar de contestar a las melosas palabras de sus hyung su vista seguía en el azabache que caminaba con una chica pelirroja.

Alberu noto la mirada de su hermano pequeño en ese azabache del cual no tenía idea de quien era.

— Oh mi hermanito se ha interesado en alguien.

Por fin la vista de Cale se volteó hacia Alberu, lo observo con una expresion en blanco sin poder responder.

— Khaha mi hermanito es muy lindo.

Los días de Cale continuaron hací observando a los lejos a Choi Han hasta que un día por mera casualidad se enteró que trabajaba de medio tiempo en un café.

Un día decidió un ir, compro un periódico y se dirigió a la cafetería. Entro y tomo asiento esperando que su mesero fuera Choi Han y no la chica pelirroja.

— Buenas tardes que quiere…no...no bueno decía que… Es lo que usted va a pedir.

Cuando Cale escucho la torpe risa del azabache frunció el ceño, a pesar de que creía que era adorable.

Pidió dos cosas bastantes simples, pero que le gustaban. No sabía que esperar, pero tenía la esperanza de poder hablar un poco más con el mesero, se fue sin poder hacerlo.

Estuvo pensando mientras caminaba con los niños.

— Humano quiero comer algo.

— Yo también.

On asintió ante las palabras de sus hermanos. A Cale se le ocurrió una idea y la compartió con los niños de nueve años en promedio.

— Conozco una buena cafetería por aquí.

— Muy bien humano.

Cale los guio en dirección a la cafetería donde Choi Han trabajaba.

En cuanto Choi Han llego a la mesa los niños comenzaron a pedir.

— Humano yo quiero una tarta de manzana.

—Yo quiero pastel.

— Yo también.

Cale asintió a las palabras de los niños, aunque sus motivos para estar ahí eran cuestionables de verdad quería que los niños comieran bien.

— Humano tengo dinero si es muy caro.

— Nosotros también ¿verdad noona?.

— Sí.

Cale pensó como era posible que los niños a los que invito pudieran pagar.

— Yo pago pidan lo que quieran.

Esta frase la decía en serio, realmente quería comprarle todo lo que pudiera a esos tres niños.

— ¡Nuestro humano es muy bueno!.

— ¡Si nuestro humano es el mejor!

Cale simplemente negó con la cabeza a las frases de los niños.

— ¿Y de tomar qué quieren?.

— Yo quiero jugo.

— Yo malteada de chocolate.

— De fresa.

Él ya había decido que ordenar así que solo lo dijo.

— Me podrías traer un té de menta y una canasta de galletas.

— ¿Humano yo también puedo comer de tus galletas?.

— Porque preguntas algo tan obvio.

— Je.

Cale observó como Choi Han se iba y espero pacientemente hasta que regreso con los pedidos.

Los niños como de costumbre se ensuciaron mucho y les limpio las caras el mismo.

Era hora de que los niños regresaran así que les hizo una señal para irse.

Unos días después invito a Alberu a comer así que de nuevo se dirigieron a la cafetería. Alberu noto al mesero antes de entrar y se burló de Cale.

— Ah ahora todo tiene sentido vienés a ver a ese niño, mi dongsaeng es tan lindo.

Cale se molestó, pero no lo contradijo, entraron y se sentaron, Alberu vio con el rabillo del ojo al azabache acercarse.

— Mi querido dongsaeng en serio te molesta tanto.

Pregunto sonriente al pelirrojo.

Cale suspiro y lo vio con ojos que decían "es en serio".

— Le dijiste a los niños que eras un príncipe, ahora te dicen así incluso Raon.

Alberu pensó "Cambio el tema así que de verdad vino a ver al niño, me burlaré de un poco", sonrio igual que cuando iba a estafar.

— Je Raon-nim es muy inteligente.

— Sigue siendo un niño.

— Pero debo de ser cercano con mis sobrinos, que clase de tío seria si no me llevo bien con los hijos de mi querido dongsaeng.

— Hyung-nim a veces eres...

Cale se limitó a suspirar.

Alberu oyó el suspiro e hizo como que nunca había visto a Choi Han soltando una tos falsa.

— Un té de gardenia y una rebanada de pastel de queso por favor.

Esperaba ansioso ver la reacción de su hermanito.

— Un té de Canela y una canasta de galletas.

— Por favor.

A pesar de ver la mirada de Cale y saber que significaba planeaba burlarse un poco más.

— Perdone a mi dongsaeng grosero, a veces puede ser muy grosero.

Se reía tanto internamente que pensó que le dolería el estómago, noto como Choi Han nunca despego la vista de los dos y lo supo en un instante.

Los dos charlaron y se fueron, estaba feliz de que su hermanito tuviera un amor correspondido claro que no lo iba a decir de esta manera sería más divertido.

Cale estaba sentado en el sillón de su casa cuando Raon se le acercó y le dijo.

— Humano quiero ver a toda nuestra familia.

Cale fruncio el ceño pero siguió escuchando.

— Si humano quiero ver al príncipe, al abuelo goldie, a la buena Maria, a Lock, al loco de Clopeh Sekka, a Toonka, al los hermanos santos, los niños lobo a todos.

— ¿Todos juntos?

— Si humano.

Cale había encontrado otra excusa para ver al azabache.

— Mm... Podríamos rentar la cafetería y ahí reunir a todos.

— ¡Si humano es una gran idea!

Grito alegre el niño.

Cale consiguió el número del café y hablo con el dueño Ron Molan para apartar toda la cafetería.

El día llego y Alberu, Eruhaben, Maria, los niños y él irían primero.

Al llegar todos ellos se sentaron juntos y poco a poco fueron llegando los invitados, invito a todos desde Toonka y Witira hasta Bud, claro él charlo con todos y no pudo ver correctamente a Choi Han como hubiera querido.

Al final todos se empezaron a ir y Cale se le acercó a Alberu.

— Puedes llevar a los niños al auto.

Alberu sonrió y contesto.

— Claro dongsaeng has lo que tengas que hacer.

Cale asintió, vio salir a Alberu junto con los niños, se le acercó a Choi Han y comenzo a hablar.

— Gracias y disculpa si causamos problemas.

Fue todo lo que dijo queria decir más pero no pudo.

— ¿Eh?...no, no.

Cale noto la adorable reacción de Choi Han asintió con expresión estoicas y se fue.

Durante días había estado pensando que hacer y se le ocurrió.
Fue a la cafetería, pero estaba vez había ido solo.

Tomo asiento mientras leía y espero pacientemente al mesero.

Entonces escucho algo que había caído en la mesa de manera suave pero lo suficientemente fuerte para hacerlo mirar.

Era una canasta de galletas.

— E…esto es cortesía de la casa.

Cale noto el sonrojo que llegaba de la cara hasta las orejas, no pudo reprimirlo sus labios se crisparon hacia arriba tenía una sonrisa en el rostro.

— Gracias.

— Té... ¿Té de que le gustaria?.

— Jazmín.

Espero pacientemente a terminar y al hacerlo camino hacia Choi Han.

— Choi Han.

Lo había llamado por su nombre.

— Sabe mi nombre

Cale se encogió de hombros y evito lo mayor que pudiera avergonzarse.

— Vamos juntos a la universidad es natural saberlo.

Cale tomo aire y se le acercó a Choi Han.

— Te voy a decir dos cosas sobre mí.

Observó a Choi Han asentir.

— La primera todo lo que hago tiene una razón.

— Entiendo.

De nuevo tomo aire.

— Y la segunda... Yo solo recuerdo lo llama mi atención o me gusta.

Su corazón latio de prisa así que huyo claro que no se iba a detener ahí, esto solo sería momentáneo.

— Volveré.

Salió por la puerta y una gran sonrisa apareció en su rostro.