Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

↰C̥r̥e̥o̥ q̥u̥e̥ m̥e̥ p̥ḁs̥e̥ d̥e̥ c̥o̥p̥ḁs̥↱

Cale abrió lentamente los ojos, la leve entrada del sol lo despertó, pero cuando los terminó de abrir y enfocó correctamente se dio cuenta que a su lado estaba un chico azabache, que por cierto del cual no tenía idea quien era.

Maldecía mentalmente lo que hubiera pasado la noche anterior, se levanto con dolor en la cadera, busco su rop para proceder a arreglarse lo mejor que pudo considerando que era la misma del día anterior y atención en una esquina de la habitación, pensó si acaso debía dejar una nota, no supo que hacer así que al final decidió escribir en un pequeño papel que tenia en el bolsillo  "para el costo del hotel" decorado con unos cuantos billetes sobre esta.

Salió del cuarto del hotel dejando dormir al chico azabache, el día anterior no había tomado uno de los autos de su familia, así que se vio obligado a tomar un taxi mientras rezaba para que los niños siguieran dormidos, los niños se molestaría mucho si se enteraban que Cale había pasado la noche anterior fuera cuando les dijo que regresara mientras dormían.

Se esforzó por  recordar el día anterior mientras el taxi se encontraba en movimiento.

Normalmente Cale contaba con una alta resistencia al alcohol pero el día anterior tuvo ocho reuniones de negocios y en todas había bebido, la última de la noche fue en el restaurante del hotel "bosque de las tinieblas", fingió estar sobrio para firmar dos contratos y luego de que se fueron los inversionistas no recordaba más.

En cuanto el taxi se detuvo frente a su casa pago y bajo de prisa aunque de verdad le dolía la cadera.

Busco sus llaves pero no las tenía, maldijo mentalmente sobre haber dejado en el hotel, realmente no le interesaban las llaves lo que le molesto fue perder el llavero.

El llavero era uno de los recuerdos que le dejo sus instructores, el llavero era un escudo plateado se lo había dado la glotona (así la llamaba el).

Durante su infancia y casi toda su adolescencia tuvo seis instructores, uno pensaría que su padre los contrato pero no, los instructores de Cale él mismo los conoció una vez durante un viaje al extranjero cuando se alejo de su familia.

Sus instructores eran seis personas muy extrañas, inteligentes y algunos decían que estaban locos, Cale le puso apodos a todos y a ellos nunca les molesto.

Su maestro de historia era fan de la geología el Super Rock siempre lo sermoneaba pero de verdad se preocupaba por él y de recuerdo le dejo un llavero de piedra

Su maestro de finanzas era el tacaño, el siempre lo incentivó a despilfarrar el dinero y de recuerdo le dejo un llavero de rayo color rosa oro.

Su maestra de lengua era el agua retrograda ella le había enseñado a maldecir y de recuerdo le dejo un llavero que era una botellita con agua.

Su maestra de idiomas era la glotona ella le enseño a apreciar la buena comida y le dejo el llavero de escudo que perdió.

Su maestra de biología era la ladrona, ella le había mostrado que robar no siempre era malo y de recuerdo le dejo un llavero con el símbolo del aire.

Y su maestro ética y morales era alguien totalmente contrario a lo que enseñaba él siempre decía que fanfarronear a veces era lo mejor y de recuerdo le dejo un llavero de corona.

Sus instructores habían estado con el desde los cinco hasta los dieciséis, después de eso tuvieron que regresar a sus respectivos países después de estar con a su lado durante casi doce años, decir que no le había dolido sería una mentira muy mala, pero si Henituse era bueno en algo era un esconder sus propios sentimientos.

Volviendo a la actualidad, después de que Cale no encontrara las llaves tuvo que tocar la puerta, Ron su mayordomo de toda la vida salió y lo vio con una sonrisa que le heló la sangre, Cale solo se encogió de hombros.

— Joven maestro, este Ron puede saber ¿por qué no regreso en la noche cuando dijo que lo haría?

— Los niños están... — También era experto en huir de temas incómodos y peligrosos, hizo lo de siempre, cambio el tema.

— Dormidos joven maestro.

— Me alegro — Estaba verdaderamente aliviado — Ron prepárame un baño por favor.

Ron como de costumbre preparo el baño rápidamente, en menos de 10 min ya estaba listo.

Cale entro al baño y se desvistió dejando a la vista muchas marquitas rojas en su cuerpo.

Tsk.

Chasqueo la lengua, no esperaba que hubiera tantas, se metió en la bañera aún intentando recordar lo que había pasado.

Cerro los ojos y recordó los ojos negros brillantes de aquel joven desconocido, de solo recordarlo se estremecía.

Recordó como el niño que le parecía un lindo cachorro y de un momento a otro se volvió un lobo.

Negó con la cabeza repetidas veces para salir de aquel trance, se vistió, salió del baño y se acomodo en la esquina de la cama viendo dormir plácidamente a sus hijos.

Cuando los niños despertaron lo interrogaron sobre la hora de llegada de anoche y él respondió tratando de calmarlos que llevaba un buen rato en casa, no era mentira pero tampoco era sincero.

***

Los niños, Cale y Ron se encontraban sentados tomando té, los niños reían comiendo sus postres y cuando Cale estaba tomando un sorbo de su té una frase llego a su mente.

— Cale-nim tu interior es tan cálido y estrecho.

Tos, se había atragantado con el té, Ron le dio unos cuantos golpecitos en la espalda.

Raon se preocupó mucho.

— Humano ¿estás bien?

— Estoy – Titubeó — bien

Cale evitó las miradas de todos en la habitación, se había avergonzado y maldecido mucho por recordar algo así en esta clase situación. Le dolía mucho la cadera, eso le dio una leve pista de que tan "interesante" había sido la noche anterior.

Entre sus quejas por el dolor otro flash llego a Cale.

Estaba en la barra del bar en el hotel.

— Eres un niño muy lindo.

Maldijo, había dicho muchas estupideces la noche anterior, él azabache se había sonrojado mucho ante las palabras.

— ¿Y te gustan los niños lindos?

— Normalmente no — Sonrío –pero tú si.

— A mi también me gustas.

— ¿Ah sí? — La voz del pelirrojo estaba plagada con sensualidad, como un gato que juega con su presa antes de devorarla por completo.

—  S- si

– ¿Y qué vas a hacer al respecto? — La coquetería adornaba cada palabra pronunciaba por su boca.

El recuerdo acabo, para entonces Cale quería darse de golpes contra la pared, la noche anterior había sido culpa suya.

Quería jurar que no volvería a beber pero sabía que era mentira, así que cambio su juramento por "no vuelvo a beber tanto en lugares públicos".

Aunque mentiría si decía que no estaba interesado en ese niño, incluso en sus pequeños destellos se veía bastante bien, seguramente ese había sido el motivo tras su comportamiento la noche anterior.

Se esforzó  por evocar lo sucedido la noche anterior  y otro recuerdo llego.

— Tu cabello es lindo.

El niño azabache estaba alabando el cabello largo y pelirrojo de Cale.

— Mmm — Una respuesta monosilábica salió de su boca — a mi me gusta más el tuyo.

El azabache negó muchas veces con la cabeza.

— No, mi cabello es común pero el tuyo es muy muy lindo.

— Cierto niño dime ¿cuál es tu nombre?

— ¿No te lo he dicho?, mi nombre es...

Cale maldijo por ser ese el final del recuerdo.

Durante la mañana no pudo recordar más, pero algo llego a su cabeza cuando comía su bistec, otro dato importante del hijo mayor de la familia Henituse era su amor por la carne.

— Mi nombre es Choi Han.

Soltó su tenedor, el nombre de aquel chico era Choi Han, siendo honestos, le quedaba el nombre.

Muchos días pasaron y aunque quería buscar a aquel chico llamado Choi Han no lo hizo, por pánico a no saber que hacer o decir cuando lo viera.

***

Era un día más, como casi siempre se encontraba  en el patio jugando con los niños hasta que un joven alto entro por el enorme portón,  no le dio importancia creía que se trataba de algún repartidor o algo por el estilo.

El chico se le acerco.

— Cale-nim.

Esa frase lo hizo levantar la mirada y justo frente a el estaba aquel chico, encontró con el azabache de nombre Choi Han, mejor dicho Choi Han lo encontró a él.

— Olvidaste esto — Levantó la mano mostrando un hermoso escudo, era el llavero.

— No pensé que me buscaras —Camino a tientas en dirección hacía aquel chico que tenía el llavero en mano.

—  Te equivocaste —Choi Han rio torpemente — Esperaba pasar más tiempo contigo.

— ¿Quieres pasar? — Estaba siendo impulso y lo sabía pero ¿y qué?

— Me encantaría.

Ambos hombres se observaron de una manera muy particular, que solo una niña fue capaz de entender del grupo de niños presente

****

Nota del autor: Si lo leíste antes sabes que tiene continuación pero ya me cansé y así se queda por hoy, sigue viéndose mal o ¿ustedes que opinan?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro