——Tenemos el campo libre —aviso König quien recargaba su arma —entramos, sacamos al sujeto y regresamos —todos asintieron y una pequeña figura levantó su mano, König suspiró —¿Si, T/n? —

——¿Puedo comer algo, antes de entrar y matar a todos? —preguntó mientras se sentaba sobre un tronco

König la analizo y asintió.

——Solo no hagas mucho ruido —advirtió —como decía, debemos hacerlo en silencio y con cuidado

——¡Que hijos de perra! —gritó levantándose y haciendo que todos la miraran, König estaba por reprenderla cuando miró como las papitas caían al suelo desde la bolsa que T/n sostenía en sus manos con fuerza —ahora si

Soltó la bolsa de sus papitas y corrió tan rápido como sus piernas le permitían, König gruño al dar la orden de que la cubrieran pero todos solo veían la escena.

——¡Acaso no escuchan o...—sus palabras quedaron atoradas en su garganta al ver como T/n tomaba un ladrillo y golpeaba a los contrarios

La sangre la salpicaba pero eso parecía no importarle, el ladrillo golpeaba el rostro de cada contrario con tanta ferocidad que no vivían para retorcerse de dolor. Pero también tanta fuerza hizo que este se rompiera.

T/n rodo los ojos y buscó en sus bolsillos algo que pudiera usar como un arma, pero solo tenía una bolsa de salsa botanera y un cepillo de dientes.

Suspiro y se encogió de hombros para acercarse por la espalda a un guardia que cubría la celda donde su objetivo estaba. Una vez colgada encima de este clavo el cepillo cincuenta veces en su yugular, logrando así matarlo.

Tomó el cepillo y entró con sumo cuidado. Uno de los soldados estaba por dispararle pero ella corrió hasta él logrando tirarlo al suelo y comenzar a apuñalar sus ojos con el cepillo.

Siguió avanzando y apuñalando a quiene se le acercará hasta que llegó a la celda donde un hombre estaba sentado en su cama, ella tocó uno de los barrotes llamando su atención y este al verla se espantó.

——¿Quien eres? —preguntó al verla bañada en sangre por completo —

——Eso no importa, anda debemos irnos —ordenó al abrir la puerta, el hombre aún confundió avanzó a ella quien le sonrió y lo guió a fuera

——¿Pero que, carajos? —

Al estar a fuera y observar el campo de batalla repleto de cuerpos ensangrentados de los enemigos su sorpresa aumentó, se giró a ella y después a König quien llegó frente a él.

——Doctor, somos el escuadrón encargado de sacarlo de aquí —el hombre pasó saliva al ver el gran tamaño de este —

——Un placer y gracias por —dio un último vistazo a su alrededor —salvarme —

——Es nuestro trabajo y —rasco su nuca —Bueno todo lo hizo T/n, el nuevo recluta —miró a la chica quien se limpiaba un ojo que colgaba de su chaleco

——¡Que asco! —hizo un mohín de asco y se removió incómoda por ver toda la sangre que adornaba su pequeño cuerpo —espero mi mamá me haya empacado el jabón zote

——Si, también agradézcale de mi parte

König asintió y señaló el convoy que los llevaría de vuelta a la base, todos subieron a los vehículos. König se sentó junto a T/n quien se recargó en el asiento y movía sus pies mientras tarareaba una canción.

——La la la, la la la la la la —movía su cabeza en sincronía de sus pies y tarareó

König solo trataba de preguntarle cómo había hecho eso y del por que estaba tan tranquila, pues estaba ahí cantando como si minutos antes no hubiera matado a todo un ejército con solo un ladrillo y un cepillo de dientes, solo porque un contrario le disparó a sus papitas.

La pregunta que se hacía el austriaco de 2.10 metros de estatura era: ¿Cómo lo hizo?

T/n noto su mirada y se giró a él.

——¿Tengo algo en el rostro o por que me ves tanto? —König pasó saliva y negó

——¿Aparte de sangre? — ambos rieron —no, solo me preguntaba —pensó varios segundos —¿como? —

El recluta suspiró y lo miró con una enorme sonrisa.

——Nadie se mete con mi comida, es sagrada y cuesta —lo señalo asustándolo un poco —

——Pero, ¿como usaste el cepillo? —preguntó incrédulo y T/n hizo una mueca

——Prefieres no saberlo, créeme —le sonrió amable y siguió en lo suyo

König estaba por preguntar otra cosa pero a su mente llegaron varias ideas de cómo lo uso y prefirió quedarse en silencio.

——Si, tienes razón —resopló y de su mochila sacó una bolsa de papas, T/n al verlas abrió sus ojos asombrados y lo miró —ten, te ganaste un premio —se las tendió

——¡Órale! —las tomó para destaparlas, sacó su salsa botanera del bolsillo y la esparció en las papas para poder disfrutarlas —jamás me había dado un premio, la tercera vez que lo hice en el orfanato con una cuerda para saltar por que alguien tiró mi chocolate pase tres años en el reclusorio

König la miró boquiabierto.

——¿Que?

***

NOTA DE LA AUTORA:

Este es un pequeño corto de un bot que hice y subí a Tik Tok.

Espero les guste o les haya sacado una sonrisa, como compensación de mi anterior shot de Soap 😔.

Me despido, no olviden revisar debajo de su cama y manifestar hombres enmascarados y chichones. ¡HASTA LA PRÓXIMA! ✌️