Debo dejarte y adiós decirte...
Pero no puedo hacerlo...
Quiero que esto se termine ya...
Por favor... 
No estoy listo para dejarte ir...

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Aún recuerdo como te conocí, un día de otoño en el cual las hojas caían de los árboles, con una ligera brisa otoñal.

Estabas tú ahí, tan hermoso que cautivaste desde el primer instante

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Cuando aceptaste salir conmigo me sentí las persona más afortunada, luego te convertiste en mi novio, vivimos tantas cosas juntos.

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Era un caluroso día de verano pero ahí estabas tú, un poco cansado con algunos cabellos pegados a tu frente mientras pintábamos nuestra casa.

Muchas risas y lindas sonrisas de tu parte sin importar que hiciera calor.

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En los días fríos nos quedábamos cubiertos con mantas, abrazándonos o tomando ese delicioso chocolate caliente que preparabas.

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O cuando íbamos a la playa. Siempre advirtiéndome que tuviera cuidado con el sol.

Y tú terminabas con las mejillas rojitas por culpa de este, una imagen demasiada hermosa ante mis ojos.

Me gustaba molestarte comparándolas con dos rojos tomates, con lo que siempre fruncías el ceño de manera tierna.

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Aquella Navidad, en la cual no pude estar contigo fue horrible, aún así me perdonaste y juramos pasarlas siempre juntos.

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Tu delicioso aroma característico era esquisto, durazno y vainilla, con tan solo percibirlo hacías a mi lobo mover enérgicamente su cola por la felicidad.

El mejor afrodisíaco...

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O cuando sin querer rompí tus gafas de sol favoritas, no te enojaste, sólo reiste, como cuando rompías las demás cosas por mi torpeza.

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Tu asombrosa forma de cocinar, capaz de hacer cualquier platillo. Tus pasteles eran los mejores, aunque nunca hubo nada que hicieras y sabiera mal.

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Muchas veces me pregunté si era normal que alguien fuera tan hermoso como tú.

Tus cabellos color ónix, tu piel tan blanca como la nieve, tus rojizos y gruesos labios, tan esponjosos; tu dulce voz, tus ojos tan lindos, siempre se iluminaban como dos luceros cuando algo te gustaba.

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Una de las cosas que más extraño son tus besos. Saber que ya no podré probar esos labios que agitaban tanto mi corazón, es como si mil dagas se enterraran en mi alma.

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Cuando probé tu interior por primera vez me sentí en cielo, tan perfecto, esa vez te reclamé como mi Omega, fue maravilloso.

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Todavía recuerdo ese fatídico día en el que lo dijeron.

Luchaste como un valiente enfrentando cosas que me dolían a mi también a pesar de que yo no era el más afectado.

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Tu despedida...

Fue lo más terrible y doloroso que he experimenté. Ya no podías seguir, tus fuerzas se fueron agotando hasta el final, pero nunca perdiste la sonrisa.

Prometí que no lloraría pero no lo puede cumplir. Perderte es lo peor que me ha sucedido.

...

Con eso en mente la persona que miraba hacia un punto fijo con lágrimas saliendo de sus ojos sin poder retenerlas.

El Alfa leyó otra vez lo que decía:

"Kim Seok Jin: 4/12/1992 - 15/3/2020
Amado hijo y maravilloso Omega  Siempre es demasiado pronto para dejarte ir"

Hoy se cumple un año desde tu muerte y aún no lo logro superar.

Mi Alfa se siente demasiado herido.

-Namjoon hyung, deberíamos regresar, no cree? -dijo mi hermano, Jimin.

Sólo asentí y le di una última mirada a la lápida frente a mi, adornada con las rosas rojas más hermosas.

...

Llegué a mi casa, la cuál se siente demasiado sola y sombría sin ti.

Llegué a nuestra habitación y me recosté en mi cama, con mis ojos hinchados de tanto llorar.

No lo soporto. Cada día que pasa mi lobo se siente peor. Casi ni se presenta.

He perdido la sonrisa, se que y prometí que lo superaría, pero no creo poder cumplirlo.

¿Por qué te tuvo que atacar esa maldita enfermedad?

¿Por qué a ti?

Esas preguntas siempre han rondado mi mente desde que lo supimos.

Con tantas personas malas, tuvo que ser a ti. La vida es tan injusta.

Justo planeábamos tener a nuestro primer hijo. Estábamos tan emocionados. Pero no pudo ser.

Ahora todo lo que me queda de ti son recuerdos, muy hermosos pero a la par de dolorosos.

Justo ahora me encuentro llorando otra vez.

Mi pecho duele y ya casi no siento ni lobo. Una sonrisa débil aparece en mis labios.

Ya casi es la hora. El momento que he esperado a través de este largo año. Dejar todo este sufrimiento atrás para estar contigo otra vez.

Lentamente voy perdiendo la conciencia y la movilidad de mi cuerpo. Muchos recuerdos llegan a mi.

Ya es hora

Pienso con una sonrisa en mis labios. Mis ojos se cierran y no lo puedo evitar.

...

Abro mis ojos y me encuentro en otro lugar, un campo lleno de bendiciones bellas flores pero lo más sorprendente es que tú estás ahí.

Con una corona de flores alrededor de tu cabeza, ropas blancas y tus pies descalzos.

Me sonríes en una invitación silenciosa para ir a tu lado. Yo la acepto sin poner objeción alguna.

Al fin juntos otra vez.

Adiós a todo el sufrimiento, por fin estoy junto a ti, otra vez.

...

Mientras que en otro lugar, varias personas se encontraban llorando y con expresiones tristes.

-En algún momento iba a suceder, no llores Jiminie. -habló cierto peli-menta, tratando de animar a su Omega.

-Lo sé Yoonie, mi consuelo es que ahora por fin están juntos otra vez.

El peli-rosa le dio un último vistazo a la lápida frente a él antes de irse, donde se podía leer:

"Kim Nam Joon: 12/8/1994 - 15/3/2020
Maravilloso hijo y hermano, Alfa amoroso. Nunca te olvidaremos..."

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Hola :")

Otro Namjin, ahora triste. Debo decir que lloré escribiendo esto. Me lo imaginé todo y pues no ayudó mucho que mientras escribía saliera Let Go.

Este OS está narrado desde el punto de vista de Namjoon y Jin murió de leucemia.

Aún no me creo que se me haya ocurrido algo tan triste mientras pintaba parte de mi casa.

Espero que les haya gustado
Nos leemos
Bye😘~