Léeme / Jimin
La noche era fría y solitaria, el sonido de pequeñas gotas de lluvia chocar con la ventana hacían que el departamento fuera más nostálgico para cualquiera que entrara, pero para mí, ese leve sonido me recordaba a ella.
Sae adora la lluvia, siempre fue su mayor consuelo.
Decía que la lluvia la escuchaba, que no necesitaba pastillas para dormir o antidepresivos, solo a mí y la lluvia de fondo; vivía diciendo que el agua que caía se llevaba con consigo sus dolores y penas del alma. Por supuesto que cuando lo dijo solo pude reír ante ese pensamiento, pero algo en mí me dice que es algo muy profundo como para una persona como yo lo pueda entender.
Mi chica es la mujer más hermosa que puede existir, sincera no importa que, cariñosa, atenta, inteligente, sumamente interesante y sobre todo altruista y con carácter.
La primera vez que la vi fue cuando acompañé a Yoongi hyung a hacerse un chequeo médico.
Caminaba por las habitaciones buscando la de mi amigo cuando una peculiar voz resonó.
Mi curiosidad fue más grande que yo y por inercia seguí esa dulce voz, llevándome como destino a una habitación infantil; la zona de pediatría estaba a una corta distancia a las que probablemente estaría Yoongi, así que sin preocuparme por perderme la seguí, la puerta estaba ligeramente abierta y sin problemas pude visualizar a una mujer de cabello azabache cantar mientras cargaba a un niño de tal vez dos o tres años en sus brazos.
Esa imagen fue dolorosa, el niño estaba lastimado, su pequeño cuerpo estaba lleno de hematomas, cables, cortadas y temblaba con los ojos cerrados mientras la mujer acariciaba su espalda y cantaba con lágrimas gruesas en su bello rostro, solo se podía ver como el niño sonreía de una manera dulce mientras se aferraba a el cuello de la chica.
Estaba cantando mi canción; serendipity se escuchaba aún más romántica en sus labios y simplemente se me hicieron eternos los segundos.
Me percaté de que no notaban mi presencia, y con un auto-control que no sabía que tenía opté por sentarme justo afuera de la habitación, a un lado de la puerta.
Después de largos minutos y de más dulces canciones de nosotros, me paré al escuchar pasos por el pasillo y simulé revisar mi zapato mientras el doctor me sonreía y se adentraba a la habitación.
—¿Ya se sabe algo de sus padres?— la voz de la chica era aún más hermosa que la que imaginaba.
Me sentía mal por escuchar una conversación ajena, pero aún peor que estaba haciéndolo en un hospital.
Pero bueno, la curiosidad pudo mas que yo.
—No se preocupe, le canté mis canciones favoritas y ya está dormido —asomé ligeramente mi cabeza hacia la puerta y vi que el niño ya descansaba en su cama y la chica secaba sus lágrimas con un pañuelo.
—Su padre murió en el accidente y su madre no sobrevivió la cirugía— la pelinegra tapó su cara con ambas manos —Sae Hye, Taesung no va a sobrevivir, el daño en sus pulmones es irreversible.
—¿Cuánto?
—Dos días a lo mucho.
Apenas escuché pasos y corrí como pude hacia el pasillo, encontrándome con un Yoongi y el doctor saliendo de su habitación.
Me posé junto a ellos y caminamos hacia la salida, cuando la azabache salió de la habitación justo cuando estábamos pasando por ahí.
Ahora la podía ver con detalles, ojos grandes, labios gruesos, cabello ligeramente ondulado y del color negro más intenso que había visto en mi vida.
Perfecta, así de sencillo
Yoongi y yo de inmediato nos ajustamos los cubre bocas mientras ella hacía una reverencia hacia nosotros acompañado con un «buenos días»
—¡Sae! —El doctor la llamó antes de que esta se alejara en dirección contraria —Jaehwa y Jaekyun te estaban buscando, quieren que les cantes, la de esos chicos que siempre escuchas, ¿cómo se llamaban? Ban ¿qué?—
—¡Bangtan Sonyeondan! —Yoongi y yo la miramos, y miramos el doctor segundos después, sabíamos perfectamente que el sabía el nombre de nuestra banda —Debería escucharlos, ¡¡Son los mejores de este mundo!! Si quiere puedo pasarle una lista de canciones que debe escuchar, miré debe empezar con Let me Know —Tomó su bolso y comenzó a mover todo desesperadamente para después sacar una libretita amarilla con una pluma de Chimmy —¡Es la canción que cuando la canté le gustó mucho! ¿Lo recuerda?— Comenzó a escribir como loca mientras yo agradecía mentalmente llevar un cubre bocas para ocultar mi gigante sonrisa -aunque por los ojos era un poco obvio-
—Claro que si Sae, una voz tan dulce como la tuya es difícil de olvidar , y todos los niños lo pueden confirmar —Las mejillas de la azabache se tornaron de un rojo carmesí mientras bajaba la mirada avergonzada —¿Puedes dejar la lista en mi consultorio? Prometo que la revisaré más tarde, por ahora tengo que llevar a los jóvenes a una parte.
La pelinegra abrió mucho los ojos y guardó todo rápidamente de donde lo había sacado — ¡Lo siento mucho! No pretendía interrumpirlos, me retiro— Yoongi y yo abrimos los ojos más de lo normal y negamos con las manos al ver su muy exagerada reverencia hacia nosotros.
—Descuida Sae, te veo después —dijo el doctor mientras se separaba de nosotros para hacerle paso a la chica de pasar.
Caminó hacia nosotros y al pasar a mi lado se acercó levemente —Sé que son ustedes— Sonrió —Adiós Jimin.
Para cuando reaccioné, la pelinegra ya estaba un poco alejada de nosotros mientras me miraba con una sonrisa preciosísima.
Bajé mi cubre bocas y le mostré mi sonrisa, a lo que ella mordió su labio inferior escondiendo su sonrisa junto con el tono carmesí en sus mejillas.
—¿La conoce doctor?
—Si, es Sae Hye, cuando puede le viene a cantar canciones de ustedes a los niños del hospital, créanme que ya hizo que todos aquí sean sus grandes fans.
Sonreí ante ese recuerdo mirando de nuevo la ventana.
Se escuchó la puerta abrirse junto con un exagerado suspiro salido de sus labios.
Apenas pasó por la puerta y la leí: ojos cansados e hinchados, su cabello en recogido de manera linda y desordenada al mismo tiempo, dos de sus dedos prácticamente amasando una de sus sienes, labios ligeramente húmedos y brillantes, y en una de sus manos una bolsa blanca grande junto con un teléfono con una llamada que acababa de terminar.
—¿Peleaste con tu madre otra vez? —Dije mientras bajaba las escaleras.
Apenas me vio su expresión cambió drásticamente para ahora mostrar a una Sae sonriente y emocionada —¡Jimin! ¡Pensé que salías de la agencia mas tarde! Llegué al apartamento solo por unas cosas e iba a llevarte comida al estudio —Dijo levantando la bolsa blanca con comida de una manera muy tierna.
—Me consientes demasiado jagi— dije con una sonrisa mientras veía como mi novia llegaba a la mesa y organizaba la comida en ella —Pero aún no me has contestado, ¿Peleaste con tu madre?—Me apoyé en la puerta que va hacia la cocina mientras admiraba cada detalle de mi novia, sus pantalones negros y su blusa con los colores del arcoíris hacían que el precioso color de su cabello resaltara.
—Lo de siempre, todos en mi familia me tachan como una cualquiera por vivir con un hombre sin estar casada.
—Ven aquí —Abrí mis brazos para invitarla a un abrazo.
Se alejó de la mesa, soltó su largo cabello azabache, y se acurrucó en mis brazos con una sonrisa; agradecía tanto que su contacto fueran tan cálido, que el frío de la habitación se transformó con solo un cálido abrazo.
—Hoy pensé en ti más de lo normal —rió y reforzó su agarre en mi cuello, alejándose un poco para darme un piquito y volver a abrazarme con fuerza.
—¿Y eso? —Sentí su sonrisa y besé su sien, sabía perfectamente que Sae me pensó «más» por la lluvia que adornaba las ventanas, ese era nuestro clima, otro punto de reunión y otra promesa hecha.
—¡Está lloviendo Jimin! Estaba un poco triste porque no estarías hoy, y por lo de mi familia, pero estas aquí— Se soltó el agarre y me besó rápido de nuevo —¿Recuerdas nuestra tradición?
Asentí con una sonrisa y Sae señaló la mesa que desde hace unos pocos minutos ya estaba lista.
Tomamos los platos y corrimos a nuestro balcón techado para ver y oler la lluvia.
—Comer fideos al aire libre cada vez que llueve no creo que sea sano el plena temporada de lluvia, pero demonios, esto vale la pena —Dijo la pelinegra cerrando los ojos e inhalando el aroma del ramen mezclado con el de la humedad del ambiente.
—Estoy de acuerdo Sae, pero aún así hay que cuidarnos ¿si? No podemos comer esto todos los días ¿Que haré sin tu comida casera? ¿O cuando Seokjin hyung prepare nuestra comida favorita y nos traiga?
—Tienes razón Jiminie, debemos cuidarnos —dijo para después meter tantos fideos como pudo en su boca.
Reí y repetí su acción, conversábamos, reíamos y comíamos justo como extrañaba hacerlo.
Después de algunas horas ambos ya estábamos en pijama y en nuestra cama, veíamos su película favorita y apenas el monstruo verde de un ojo se despedía de una niña con nombre monosílabo ya me estaba preparando para convertirme en una almohada humana y ya estaba pensando en que palabras decirle para cuando el monstruo azul saliera en la escena.
Pero no hubo reacción, miré a mi novia que estaba mirando la película justo en la escena donde lloraba a mares pero solo la miraba sin expresión alguna, estaba seguro que ni siquiera le ponía atención.
—¿Qué te tiene preocupada amor? —Sae dejó de mirar la película para ahora ver al control remoto en su regazo, y como siempre, pude leer sus acciones.
Mordía la mitad de su labio inferior.
Solo hacía eso cuando estaba demasiado excitada, demasiado emocionada o cuando las gana de llorar se hacían presentes.
Con su mano izquierda pellizcaba la otra mitad del labio.
Estaba preocupada por lo que diré.
Ojos brillosos.
Esto no me está gustando.
—Mi padre y mi madre me prohibieron ir a casa y a ver a mis hermanos. Dicen que ya no soy una Lee.
Mierda, esto es malo.
—¿Sólo porque vives conmigo?
—Porque rompí la tradición de salirme de la casa recién casada— corrigió —Tú no tienes la culpa de absolutamente nada.
—Hablaré con ellos.
—¡NO! —Sae gritó y volteó a mirarme rápidamente —Jimin estoy hablando enserio, que ni siquiera se te pase por la cabeza hablar con ellos.
—Pero Saehy-
—Pero nada Jimin, prométemelo.
—No.
—Jimin —su voz se tornó ligeramente más grave y sus ojos de obscurecieron—Prométemelo — Bufé y asentí sin mirarla —Dilo.
—Lo prometo —dije de mala gana y viéndola a los ojos para después despegarlos para mirar la televisión.
Escuché el fuerte suspiro de Sae y de reojo la vi morderse el labio y estirar levemente su cabello.
—Siempre me lees, ¿Cierto? —Habló y asentí sin mirarla —Me conoces mejor que nadie.
—Eres el amor de mi vida, por supuesto que te conozco mejor que nadie.
—Entonces léeme.
Elevé las cejas por fin mirando a su dirección.
—¿A qué te refieres jagi?
—Lo que acabo de decir— Se sentó como indio mirando hacia mí — Léeme.
Apagué la televisión e imité su posición.
—Quieres llorar, estas preocupada, enojada, nerviosa pero más tranquila.
—Informe completo Jiminnie.
—Estas tranquila porque te prometí que no hablaría con tus padres; sabes que primero rompemos nosotros antes de romper nuestras promesas —Asintió sonriendo —Estas enojada por mi actitud hace un momento, eso es obvio— Asintió con una mueca graciosa y con una sonrisita —Y estás nerviosa porque no tienes ni idea de que harás para arreglarte con ellos— Asintió nuevamente y se inclinó levemente indicando a que continuara —Y ya.
—Aún falta —ladeo su cabeza y la miré con confusión.
—¿Falta algo? —Asintió por milésima vez en el día.
—Estoy triste, Jimin— se acercó a mí gateando y se sentó como antes pero con la diferencia que ahora nuestras rodillas chocaban —Mi familia dijo que preferirían morir antes de ir a nuestra boda —sin previo aviso lágrimas gruesas y silenciosas adornaban su cara y luchaba por respirar hondo y no sollozar. La acerqué a mis brazos y rápidamente se acomodó en el espació de mi cuello.
—Sácalo Sae Hye.
Mi corazón se rompió en mil pedazos cuando escuché los sollozos de dolor que se escapan de su garganta, tomó mi camisa en sus puños y lloró con más fuerza al grado que se le acabo el aire, mis ojos se empezaron a cristalizar y pequeñas lágrimas se escapaban de mis ojos mientras abrazaba más fuerte a la pelinegra que seguía llorando con fuerza.
Me dolía como un demonio escucharla y verla así, Sae era la persona más buena que jamás había conocido y estaba más que feliz y orgulloso de tenerla a mi lado, el hecho de que me amara con la misma intensidad que yo, me parecía un sueño.
Sae no merece esto, es decir, ¿Qué clase de padres no quieren ir a la boda de su propia hija? y ¿Por qué tuvieron que ser tan crueles en decírselo de esa manera?
—Amor, algún día se darán cuenta de su error, ya sea mañana o en veinte años, se arrepentirán de haber faltado y de no verte tan perfecta en el altar, y cuando llegue ese momento solo estará en ti perdonarlos o no.
—¿Esta bien si le digo a Seokjin que me entregue en el altar? —Dijo entre lágrimas y con voz entrecortada.
—Por supuesto que si amor, es tu mejor amigo —la separé de mi para sentarla en mis piernas de manera en que la que seguía apoyándose en mi hombro pero ahora estaba de lado.
La acurruqué en mi cuello y como si se tratara de una bebé la comencé a arrullar.
Ella siempre hace eso con los niños del hospital, no importa si el niño tuviera meses de nacido o 13 años, Sae siempre hallaba la manera de arrullarlos y hacer que dejaran de llorar.
—¿Estás más tranquila?
Asintió —Si funciona con los niños también funciona conmigo — Sonrió y me abrazó mas fuerte —¿Sabes? Aún no puedo creer que tú me ames.
—¿Bromeas? Soy yo quien no puedo creer que me hayas escogido a mi.
—Pero eres perfecto, quitando tu apariencia de dios griego eres la persona mas buena, dulce y responsable que he visto en mi vida, siempre eres sincero y apoyas a absolutamente todos.
—Yo pienso lo mismo de ti, eres la persona mas buena y dulce que he conocido, siempre dispuesta a ayudar cada vez que puedes y sin duda todo quien te conozca queda encantado contigo.
—Que cosas dices Jimin —Golpeó levemente mi hombro y se acurrucó de nuevo —¿Me puedes cantar?
—Solo si después cantas para mí.
— ¿Aunque mi voz se escuche así de fea?
—Tu voz siempre se escucha perfecta.
Rió —Trato
—¿Serendipity?
—Me ofende la pregunta— se alejó de mi hombro para verme de frente— Claro que Serendipity.
Me incliné hacia ella para darle un beso en la frente y ella sonrió por el acto.
—Te amo.
—No tanto como yo.
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Les dije que estaría muy pronto jiji
AHORA TENGO MÁS INSPIRACIÓN QUE NUNCA
Así que esperen actualizaciones muy pronto
GRACIAS POR LEER; TE AMO MUCHO
xoxo Hiena
¡Sigue leyendo!
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