Lazo / Jungkook
En una tarde calurosa de Abril, junto a sus maletas y su repentino buen humor, Jungkook regresaba al pueblo después de haber vivido en la ciudad por años.
Como el próximo alfa tenía que conocer el mundo exterior, justo como lo había hecho su padre, su abuelo y todos sus antepasados.
Regresó más vivo y guapo que nunca, el sol de la calurosa ciudad lo bronceó bastante bien y estaba seguro que más de un o una omega se fijaría en él, extrañaba con todo su corazón la frescura y lo hogareño que tenía su pueblo y suspiró con ansiedad mientras manejaba hasta su hogar.
Los nervios se apoderaron de su cuerpo, pero, casi como un contraataque, su ego lo tranquilizó y siguió conduciendo con emoción y confianza.
Extrañaba su gente, a sus padres, a sus amigos y sobre todo sentir la libertad en el pelaje y sus patas mientras corría por el bosque, pero su mente no dejaba de pasar imaginar cómo sería su -nueva- propia casa.
La "tradición de los alfa Jeon" consistía en que el futuro alfa del pueblo debía ir a la ciudad por cinco años para conocer todo sobre el "otro" mundo, cuando este alfa regresaba, sus padres le daban una casa propia, para que así, en tan solo pocos meses después o hasta semanas, se convertiría en el nuevo alfa; por supuesto, esto era un plan con maña, muchas personas que escapaban a la ciudad no regresaban, no por motivos horribles como homicidios o muertes, sino porque se maravillaban por las cosas nuevas e increíbles de la ciudad, al grado que jamás volvían al pueblo donde pertenecían.
Así que, cuando los padres del pelinegro supieron cuánto su hijo extrañaba el pueblo y contaba los días para volver, se sintieron más orgullosos que nunca y supieron que su papel como alfa del pueblo sería digno de un Jeon.
El rumor de que después de años el apuesto alfa regresaría al pueblo se extendió por el pueblo como pólvora y todas las jovencitas iban a su recibirlo con uno que otro obsequio de bienvenida y postres caseros hechos con mucho cariño.
En la entrada del pueblo el futuro alfa de la gran manada rechazaba todo con extrema amabilidad, siempre con una sonrisa que derretía hasta al alfa más gruñón del pueblo.
Porque Jungkook era así, causaba gran admiración a cualquier alfa, omega o beta, sus miles de talentos cautivaban la atención de cualquiera que lo mirara, era el mejor cazando, el lobo más hermoso y grande del pueblo, el más amable pero protector, sin duda el más guapo y sobre todo el más leal y confiable.
Pero egoísta
Muy egoísta
Daba la impresión de ser un alfa amable, pero de vez en cuando su personalidad típica de alfa salía a flote, extremadamente posesivo y hasta algunas veces envidioso, soberbio, vanidoso, creído pero sobre todo egoísta.
—Es bueno tenerte de vuelta hijo— Apenas Jungkook entró a la casa de sus padres, estos lo recibieron con los brazos abiertos.
—Es bueno regresar, papá, mamá— Respondió al cálido abrazo de sus padres y después de largos segundos se separaron —Extrañaba tanto al pueblo.
—Pronto serás el líder, Jungkook.
—Estoy más listo que nunca, no debes preocuparte padre.
—Siéntate, hay unas cosas que han cambiado en los cinco años que no estuviste —Jungkook obedeció y junto con su padre tomó asiento en la sala, mientras su madre se retiraba de la habitación —¿Recuerdas a los Lee?
Frunció el ceño —¿Los del clan raro de la manada del pueblo vecino?
—Si, hace unos años, justo un día después de tu partida, su clan fue masacrado por una manada, desgraciadamente los tomaron desprevenidos y los líderes del pueblo los apuñalaron por la espalda.
Jungkook juntó sus cejas ¿Por qué le contaba eso?
—Que lástima y que mala suerte, supongo.
—Sólo hubo una sobreviviente y ahora es parte de nuestra manada.
—¿Qué? —Jungkook habló con un tono de reclamo y lo miró con frialdad.
—Sé lo que dirás hijo, pero no es ninguna amenaza, todos aceptaron sin rechinar que ahora estuviera con nosotros y los alfas vecinos lo aceptaron con tal de tenerla lejos— Jungkook soltó una risa irónica y negó levemente desviando la mirada.
—¿Y no crees que tuvieron una razón para hacer eso? ¿No has pensado que los apuñalaron por una buena razón?
—Los Lee eran más fuertes que ellos, por eso lo hicieron.
—¿Y eso no nos pone en riesgo a nosotros y a nuestra gente?
—Dije que eran más fuertes que ellos, pero jamás dije que más fuertes que nosotros, por lo que te aseguro la sobreviviente no es una amenaza —Cambió su postura a una más correcta y arrogante —Cuando seas el alfa del pueblo será tu decisión si la mantendrás en la manada o la negarás, te repito, no es una amenaza, por el contrario, es muy buena y amable. Sobre todo hermosa.
—No metas lo personal.
—Lo único que te pido es que la trates.
—Lo haré, pero pase lo que pase, respeta de mi decisión.
Y no mentía, el pelinegro heredó la inteligencia de sus padres, y si él había permitido aceptar al sobreviviente en la manada, tuvo que tener muy buenos motivos.
Los Jeon no eran conocidos por ser almas caritativas, mucho menos con vecinos.
Todo se hace por una razón, muchas veces el alfa hacía a un lado su humanidad y si se daba el caso, su padre podía ignorar sin ningún problema a una joven medio muerta y sin un lugar a donde ir o volver.
Al fin y al cabo no sería la primera vez que eso ocurría
—Lo haré Jungkook, por lo pronto iré a dormir, estoy muy cansado.
—Descansa papá, iré a mi casa a terminar de desempacar, pero creo que primero sorprenderé a Namjoon en el bosque, necesito correr, me estoy oxidando— guiñó el ojo y su padre negó con diversión.
—Con cuidado.
Jungkook asintió y salió de la casa, encontrando a Namjoon descalzo con una mochila sonriendo cálidamente a su dirección.
—¡Hermano! — Ambos corrieron hacia el otro y chocaron tan fuerte que en cuestión de segundos ya rodaban en el piso, llenos de carcajadas.
—¡Te extrañé tanto!— dejaron de rodar para tirarse boca arriba en el suave pasto mirando el perfecto cielo estrellado —¡Te iba a asustar en el bosque!
—¿Así respetas a tus mayores? Niñatos estos de ahora ¡Pero mira cuánto has cambiado Kookie! —Namjoon se puso de pie y extendió una mano hacía Jungkook, que tomó enseguida.
—Cinco años es un largo tiempo.
—Muy largo tiempo.
Me miraron una vez más y como si pudieran leer su mente se volvieron a abrazar ahora con más calma y tranquilidad.
Namjoon siempre ha sido su mejor amigo, y todos y cada uno de los recuerdos que tenía siempre el mayor sonría a su lado.
Como futuro jefe de la manada, lo primero que haría es que convertiría a su mejor amigo en su mano derecha; además de ser su compañero inseparable era la persona más inteligente que había conocido jamás y sobre todo confiaba en él más que en cualquier otra persona.
Incluso más que en el mismo
—¿Vamos al bosque? —El pelinegro sonrió en respuesta y juntos caminaron, el recorrido fue una recopilación de los mejores momentos de los pasados cinco años, peleas que ocurrieron, nuevos romances, historias divertidas, experiencias, y miles de recuerdos.
Pero probablemente para ponerse al corriente necesitarían rodear el bosque veinte veces.
—Hora del striptease —dijo Namjoon quien tiraba su mochila en algún árbol para después quitar su playera son lentitud y un toque de sensualidad mientras miraba a su amigo a los ojos.
Jungkook soltaba carcajadas y empujaba al mayor quien ahora se acercaba haciendo torpes pasos de baile.
Ambos retiraron por completo su ropa y se transformaron.
La sensación de las ramas romperse en sus patas y como cambiaba su visión era y será como una droga para el pelinegro.
Corrió tan rápido como pudo con un lobo de pelaje café tras de él, Jungkook se movía ágil rodeando cualquier árbol o arbusto que se cruzaba en su camino mientras Namjoon lo seguía con la misma destreza.
El mayor saltó sobre Jungkook tan pronto lo alcanzó y se pusieron a jugar como los cachorros que eran hace unos años.
El lo intelectual ganaba Namjoon, pero en velocidad, agilidad, fuerza y todo lo relacionado con lo físico, pese a la edad, Jungkook sobresalía, y no solo frente a Namjoon, sino frente a, prácticamente todos.
Namjoon se sorprendió que Jungkook aún sin poder convertiste en lobo por cinco años seguía siendo el mismo muchacho talentoso y habilidoso de siempre.
Las horas pasaron y después de recorrer la mayoría del bosque -que ya sabían de memoria- regresaron a su forma humana y yacían tirados en el bosque con solo sus jeans rasgados cubriéndolos.
— Extrañaba esto como no tienes una idea.
—Lo noté.
Jungkook iba a contestar pero un olor a frutas increíblemente fuerte nubló su mente por segundos, haciendo que se pusiera de pie.
—¿Hueles eso?
—Te refieres a...
—El olor intenso a frutas —Exclamó —Dios, ¡huele tan bien!
Namjoon se paró y elevó una de sus cejas, y si, efectivamente, su olfato capturaba el olor frutal de Sae y sonrió al recordar que el pelinegro aún no la conocía.
El castaño sonrió nuevamente al encontrar la silueta del lobo gris recostarse en unos árboles muy cerca de ahí.
—¿Será que por fin la conocerás? Tal vez la apruebes.
Jungkook levantó la ceja mientras se ponía su playera, tomándola donde descansaba la mochila del mayor — ¿Conocer? ¿Aprobar?
Namjoon señaló con la cabeza la profundidad del bosque y observó a un lobo gris que ya había percibido su olor.
—¿Quién es? ¿Y por qué tiene un olor de omega? ¿Y por qué no la olí antes?
Namjoon se colocó su camisa observando como la loba percataba la presencia de los alfas y se disponía a caminar en su dirección—Es una omega y es u—
—¡Pero está enorme! Creo que transformado solo le ganaría unos cuantos centímetros.
—Es una Lee, ¿qué esperabas?
Jungkook sonrió —Así que es ella.
—Lee Sae Hye, a.k.a. tu reemplazo estos cincos años y la chica del q—
—Woow —Jungkook interrumpió cuando la observó.
Saehye regresó a su forma humana a unos cuantos metros de los jóvenes y completamente desnuda tomó un vestido negro que descansaba sobre un árbol y sin mucha dificultad se lo puso.
Todo sin dejar de mirar al pelinegro a los ojos.
La extremadamente pálida de cabello gris caminó descalza hacia los alfas e hizo una reverencia para ellos.
—¿Eres el futuro alfa? — Jungkook frunció el ceño cuando la peligris preguntó sin ninguna clase de tacto —Una disculpa, no quise sonar así— sonrió —Es solo que Namjoon ya me ha hablado mucho de ti.
—¿Así que ya has escuchado sobre mí? —Jungkook sonrió tiernamente y Saehye sintió su corazón tomar velocidad mientras asentía.
—Probablemente Nam ya te dijo mi nombre, pero aún así— extendió su mano —Soy Sae, Lee Sae Hye, la sobreviviente del clan Lee.
Jungkook mordió su labio inferior mientras tomaba con delicadeza la mano extendida, respondiendo el saludo.
Mía
—Perdóname —Sae frunció el ceño y en segundos chilló apenas sintió los colmillos de Jungkook en su cuello, el pelinegro la sostenía firmemente de los hombros por la parte de atrás y la peligris gemía del dolor.
Nam miró a los dos sin poder creerlo.
Sabía que Jungkook era un egoísta sin remedio, pero ¿Marcar a Sae sin su autorización? ¿Y justo cuando la acaba de conocer?
Y ¿Justamente a Saehye?
Namjoon sabía que Saehye usaba collares para evitar ser mordida, muchas alfas la pretendían por la rareza de su clan y llegó al punto en que los collares y atomizadores ya los usaba muy seguido.
—¡Jungkook! — El pelinegro soltó a la chica y esta cayó de rodillas al pasto.
—Ahora eres mía —Sae apoyó las manos en el pasto y respiró con dificultad mientras sentía su cara y cuerpo arder y un horrible dolor en el cuello —Iremos por tus cosas, a partir de hoy vivirás conmigo.
—Jungkook esto no me gusta —
Habló Namjoon mirando el cuerpo de Sae temblar, se acercó lentamente a su mejor amiga y el pánico lo inundó cuando al tocar la frente de la peligris —Mierda está hirviendo.
—Vamos a llevarla a mi casa, ahora es mi propiedad.
—¿Qué te pasa Jungkook? ¿Cómo te atreviste a marcarla sin su autorización? —Soltó la frente de la chica y se posicionó frente su mejor amigo.
—¿Qué tiene? Va a ser la omega del alfa del pueblo, debería estar agradecida.
Namjoon negó con decepción y miró nuevamente a su mejor amiga —Niña ¿Me puedes escuchar? —Los alfas se preocuparon cuando el delgado cuerpo de la omega cayó estrepitosamente al suelo y se paralizaron cuando observaron cómo su cabeza rebotó, aun estando en el pasto.
—Mierda— Jungkook rápidamente la cargó de forma nupcial y prácticamente corrió hacía su casa con Namjoon rozándole los talones —Busca al doctor del pueblo por favor y vengan a mi casa, dejaré abierto.
Namjoon asintió y salió en busca de ayuda, perdiéndose a la vista del pelinegro.
Jungkook agradeció que su casa estuviera cerca del bosque ya que pudo llegar rápidamente, corrió a su habitación y recostó a la peligris en su cama, tocó su frente y se preocupó aún más al sentir lo hirviendo que estaba, justo como le dijo Namjoon.
Corrió hacía su baño y empapó una pequeña toalla en alcohol para aplicarla la frente de la omega que seguía inconsciente en la habitación.
Se sentó a su lado y comenzó a acariciar su suave cabello.
—¿Rae? Despierta.
—Es Sae —Namjoon entró a la habitación junto a un hombre de unos cuarenta años, el doctor Choi, médico de confianza de la familia Jeon.
—Es lo mismo —El pelinegro se levantó de su cama y el doctor, junto con Namjoon, se acercó al cuerpo inconsciente de Sae.
—Namjoon, me comentaste que la señorita es del clan Lee ¿cierto? —El chico asintió con preocupación al ver a su mejor amiga más pálida de lo normal —Atendí a su madre hace unos años, a ella le pasó lo mismo cuando la marcaron, así que les pido que se retiren de la habitación, si necesito algo les avisaré.
—No me voy a mover de aquí, ella es mía y la voy a proteger de todo.
Namjoon miró con sorpresa a su mejor amigo.
Es decir la iba a dejar con un doctor, no la enviaría a la guerra o algo parecido.
—Como deseé —El doctor examinó a la omega empezando por el cuello, justamente donde se encontraba la mordida, Jungkook apretó los puños cuando vio al médico sacar la jeringa más grande que había visto en su vida de un maletín —¿Quiere que le explique cada cosa que hago para que no esté tan... inseguro? —Levantó sus cejas mientras miraba los puños -que ya estaban entre rojos y blancos- de Jungkook.
—Actúe como si no estuviéramos aquí—Habló Namjoon.
El doctor Choi sonrió y prosiguió con su labor, enterró por completo la aguja de la jeringa justo en el centro de la mordida y extrajo una pequeña cantidad de sangre, la depositó en un pequeño tubo e inyectó lo que Jungkook supuso que eran medicinas en los antebrazos de la chica.
Largos minutos pasaron y el doctor seguía haciendo chequeos, extrayendo sangre e inyectando cosas al frágil cuerpo de la chica.
—Deberá despertar en unos pocos minutos, diez a lo mucho, si no despierta me llaman.
—¿Cómo que si no despierta? La estuvo picando por casi una hora ¿y todavía dice que no está seguro si va a despertar? —Jungkook se paró intimidante frente al doctor mirándolo de manera no muy amable.
—Tranquilízate Jungkook, está haciendo su trabajo —El mayor de los alfas puso un brazo frente a su mejor amigo, alejándolo del doctor, que ya se había alejado unos cuantos pasos.
—Mira Jungkook, su clan es muy raro y no sabemos si va a pasar lo mismo que le sucedió a su madre, ¿acaso no te dijo lo riesgoso que es una mordida sin antes tomarse las pastillas adecuadas de su familia?
Y ahí fue cuando se sintió como un imbécil.
Jamás paso por su cabeza que ser de un clan diferente cambiaría todo el proceso del lazo.
—¿Cómo es la pastilla que menciona? ¿Me podría decir que fue lo que le hizo?
—Es más complicado de lo que piensas —Los tres hombres de inmediato miraron a la omega, que con muecas, trataba de sentarse.
Namjoon fue más rápido que Jungkook y corrió hacia Sae, obligándola a recostarse nuevamente.
—Si se quiere sentar, déjala que lo haga, es mía no tuya —Jungkook miró con enojo a Namjoon mientras abultaba su mejilla con su lengua.
—Namjoon tiene razón — intervino el doctor —No haga mucho esfuerzo señorita Lee, necesita estar en reposo total por lo menos dos días, por el contrario entra el riesgo de que volverá a desmayarse y créame que si se da el caso, no sabré con exactitud qué hacer.
—Yo me encargo de que descanse, Rae está en buenas manos.
—Es Sae —corrigió Namjoon y Saehye blanqueó los ojos.
Jungkook imitó el acto y acompañó al doctor a la salida.
—Wow, el sólo acaba de arruinar la imagen mental que tenía de él ¿Después de esto sigues asegurando de Jungkook es la mejor persona del mundo?
—Te juro que no sé qué pasó por la mente de Jungkook al marcarte, pero sigo con la idea de que es la mejor persona del mundo.
—Increíble —Sae sonrió indignada.
—Dale una oportunidad, sé que puede llegar a ser molesto, pero ya hay un lazo entre ustedes y este nadie lo puede evitar.
—Si muerde a otra persona sí.
—Ni se te ocurra, Jungkook no haría eso.
Bufó —¿Y si se cansa de mí? ¿Y si nunca me llega a querer?
—No seas ridícula niña, se enamorará de ti más rápido de lo que crees, todos lo hacen.
Todos en el pueblo -a excepción de Sae y Jungkook- sabían lo enamorado que Namjoon estaba de Saehye.
Le dolía, y dolía como la mierda ver que Sae ya tenía un lazo, y para el colmo con nada más ni nada menos que su mejor amigo de toda la vida.
Saehye, sin tener ni una mínima idea de los sentimientos de su amigo más querido, besó su frente y la juntó a la suya cerrando los ojos con fuerza.
—Tengo miedo Namu.
Namjoon con una leve sonrisa alejó su rostro del suyo —Ya no podemos acercarnos así niña, ya tienes dueño.
—No hables como si fuera un puto perro — Cruzó las brazos y mordió el interior de su mejilla, claramente ofendida.
—Eres un lobo —Habló con un tono burlón levantando las cejas mientras tomaba lugar a su lado.
—Ja, ja, que gracioso.
—Pero ya enserio, me temo que tendremos que tomar distancia —
Dejó de mirarla para ahora mirar al techo.
—Pero yo no elegí esto.
—Deja de ser tan terca y acéptalo.
—Per —Namjoon tomó sus ambas mejillas con su mano, provocando que sus labios se pusieran en trompita y las mejillas de Namjoon se tornaron rojas al ver su rostro demasiado tierno.
—Cute —Saehye entrecerró sus ojos sin molestarse en quitar la mano de Namjoon —Tu novio ya viene.
El mayor soltó a la chica y se levantó de la cama tan rápido como pudo, Saehye volvió a acostarse y Namjoon sonrió al ver el infantil acto de Saehye de taparse completamente con la sábana.
Jungkook carraspeó cuando entro a la habitación —Ya es tarde —el castaño sonrió débilmente cuando la mirada de su mejor amigo encontró la suya.
—Ya me voy niña —Namjoon tocó la cabeza de Saehye sobre la sábana y la peligris se destapó tan pronto sintió el tacto —Pórtate bien —El mayor besó la frente de su mejor amiga y miró a Jungkook, que ya estaba furioso por ese acto —Cuídala.
—Sae ahora es mi prioridad.
—Wow, lo dijiste bien —En tono sarcástico de Saehye mejoró los ánimos del castaño y Jungkook rodó los ojos.
Namjoon salió de la casa y Saehye miraba a su ahora pareja con dolor y resentimiento.
—¿Me puedes explicar lo de las pastillas que debiste tomar?
Suspiró —Esa pastilla existía en mi familia y sirve para preparar al cuerpo para lo que viene —Jungkook se sentó junto a ella y Saehye se estremeció cuando la cálida mano del chico tomó la suya —Los omegas tomaban cuando estaban enamorados y que sabían que iban a ser marcados, ponían fecha para el lazo y con dos semanas de anticipación tomaban pastillas para que así no pasara justamente lo que me acaba de pasar.
—¿Y jamás la tomaste? —Negó —Sé que es idiota, pero te debo una disculpa, no debí marcarte sin tu autorización.
Su mirada bajó hacia sus manos tomadas y dio un suave apretón.
—¿Por qué lo hiciste? —El pelinegro sintió un pequeño alivio al escuchar la voz de la chica más tranquila y no con el tono grosero que había escuchado los últimos minutos.
—Porque me gustaste, y no me quería arriesgar a preguntarte si ya tenías pareja. Sólo te podía imaginar cómo mía, desde que te olí.
Y justamente a Sae lo ocurrió lo mismo, el olor a menta que desprendía el alfa la volvía loca y ella ya estaba encantada con él desde antes de conocerlo gracias a Namjoon, pero jamás, ni en sus más locas fantasías de omegas enamoradas, se imaginó encontrarlo tan pronto, ni mucho menos que tan rápido ya tuvieran un lazo.
Sonrió —Tengo que admitir que gracias a Namjoon me moría por conocerte, cada cosa que me contaba sobre ti me emocionaba —Cambió su postura y con el mentón en alto habló —Pero de eso, a que esté enamorada de ti, probablemente falta mucho.
—Tenemos todo el tiempo del mundo— Buscó su otra mano y las junto para darles un beso a cada una —Literalmente.
Saehye blanqueó los ojos con una sonrisa —Supongo que tienes razón —Observó sus manos tomadas -y recién besadas- con un poco de rubor.
Y mentía
Contrario a lo que dijo, no faltaba mucho para que se enamorara de él. La pura mirada de Jungkook la intimidaba, se sintió atraída por su apariencia y su olor desde el primer momento que lo vio y sumándole que era el alfa de la manada y la persona más talentosa y perfecta que había tocado el pueblo, pues, las posibilidades aumentaban mucho.
Y ni hablar de su urgencia por restablecer su clan.
—Hay que darnos tiempo ¿sí? No estoy acostumbrada a.... esto.
Jungkook asintió lentamente sin entender muy bien a que se refería.
Para Saehye, estar acompañada era, raro.
Por años se acostumbró a la soledad y ahora que tenía que tenía que aprender a convivir con Jungkook bajo el mismo techo, era algo sumamente extraño, pero tal vez algo agradable.
—Esto funcionará, haremos que funcione.
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1.13k DE LEÍDAS
¿¿¿¿¿¿¿queeeeeeeee????????
MUCHAS GRACIASSSSSSS
(Por tantos pedidos de continuarla, decidí hacerla una novela, si te interesa la puedes buscar en mi perfil)
Me encantan los lobos asdfmvifnvaóidb
Saehye transformada:
Jungkook transformado:
GRACIAS POR LEEEEEERRR
¡Sigue leyendo!
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