And if you don't mind

Can you tell me
All your hopes and fears
And everything that you believe in
Would you make a difference in the world
I'd love for you to take me to a deeper conversation
(...)
I let my guard down for you
And in time you will too

Si no te importa...

Puedes decirme
Todos tus miedos y esperanzas
y todo en lo que tú crees
si harías una diferencia en el mundo
me encantaría tener una conversación más profunda contigo
(...)
He bajado la guardia por ti
y con el tiempo tu también lo harás

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(Narra tu bias)

Sae Hye apoyó su mentón en la mesa mientras soplaba su cabello para retirarlo de su cara.

Sonreí ante su lindo gesto y la seguí mirando desde lejos.

Se dejó caer en la silla y rió cuando uno de sus amigos habló. Sentí una clase de escalofrío en el abdomen cuando una de sus amigas me señaló y Sae me miró.

La sensación de mariposas en el estómago aumentaron cuando corrió hacia mí con una enorme sonrisa.

—Hola Sae  hablé con seguridad.

—Hola — Me miró con una ceja alzada y escondió sus manos en su espalda mientras se mecía a si misma —¿Por qué no me dijiste que estabas aquí?

Negué —Me gusta verte.

Sae escondió su sonrisa con su cabello mientras bajaba su rostro y por los nervios movía su pie de un lado a otro.
Amaba ponerla nerviosa y verla sonrojada.

—¿Vendrás hoy al departamento? —Asentí —Entonces te veo a las ocho — Llevé un mechón de su cabello detrás de su oreja —Tengo que seguir haciendo la tarea, pero si quieres me puedes seguir observándome —dijo con una sonrisa mientras me guiñaba el ojo.

—Tal vez lo haga.

Se puso de puntitas y me besó en la mejilla.

Cuando apenas iba a decir algo corrió de nuevo hacia la mesa en donde estaban sus amigos. Sonreí como un idiota y cuando la vi sonriendo de la misma manera, ahora fui yo quien se sonrojó.

Casi me ataco de la risa ahí mismo cuando sus amigos la golpearon en el hombro para que dejara de mirarme y se concentrará.

Linda, linda Saehye.

+++

—Hey — Saludé cuando abrió la puerta de su departamento con una sonrisa —Traje pizza y muchas ganas de platicar.

—Que coincidencia, porque yo tengo cervezas y muchas ganas de verte — Se movió para dejarme pasar y llevé la pizza a lo que se veía como el comedor.

Su departamento tenía su característico olor a cítricos, la decoración era exactamente ella: fotos en todas partes, a color, en blanco y negro y de muchos filtros. Había dibujos hechos por ella misma colgados en diferentes partes de las habitaciones. Luces blancas parecidas a las de navidad decoraban la sala, justo debajo de sillones morados y naranjas con miles de pequeñas decoraciones.
Sillas mostaza y turquesa en el comedor alrededor de una mesa de madera con esculturas muy a su estilo en el centro.

—¿Te molesta comer arriba? — Dijo mientras sacaba las cervezas del refrigerador — Tengo una azotea que estoy segura que te encantará.

—Cualquier lugar está bien, mientras estés ahí sé que estaré bien.

Sae sonrió tímidamente mientras me extendía una cerveza.

—En la azotea será.

—¿Puedo pasar a tu baño? — Asintió y me señaló una puerta.

Corrí hacia el lugar y me empapé la cara.
Todo saldrá bien, todo está saliendo bien

Me miré al espejo y acomodé un poco mi cabello, me aseguré de no tener nada entre los dientes y suspiré antes de salir.

Sae me esperaba en el comedor mientras colocaba dos platos y bolsas de frituras justo arriba de la caja de pizza.

—¿Te lavaste las manos?

Reí ante su pregunta y asentí mientras me acercaba a ella.

Tomó la caja de la pizza con todo arriba y de inmediato se la quité.

—Tú llévate las cervezas, de esto yo me encargo.

Sae asintió tomando las cervezas y me guio hacia la azotea, justo afuera de su habitación.

Una de sus paredes parecía una enorme ventana.

Abrió la puerta de vidrio corrediza y me ayudó a colocar la pizza en la mesa.

Y tenía razón, su azotea me encantó. Habían dos sillas comodísimas para prácticamente acostarte en ellas, lindas flores en toda la orilla, las mismas luces blancas de navidad eran las que iluminaban junto con la luz de la luna, en el cielo no tenía muchas estrellas, pero las que habían eran tan bonitas que me tardé unos segundos en dejar de verlas.

Curiosamente me pasaba lo mismo con Sae, es tan hermosa e inteligente que me cuesta dejar de mirarla.

—¿Crees que existe vida lejos de la Tierra?

—Sí —Respondió desde algún lugar alejado del mío, y cuando dejé de ver el cielo la vi apoyada en la puerta corrediza observándome con ternura —El universo es enorme y no creo que seamos los únicos seres vivientes en el. ¿Y tú?

—Para ser honesto jamás lo había pensado hasta ahora, pero supongo que opino lo mismo que tú, el universo es infinito ¿sabes? Dudo que solo nosotros estemos aquí, tal vez exista un planeta con las mismas condiciones de la Tierra en alguna parte del universo.

Asintió con una sonrisa y se metió a su habitación.

Lo único que separaba la habitación de Sae y la azotea era una pared de vidrio con una puerta corrediza del lado izquierdo, pero por más raro que parezca no podía observar su habitación ni nada de lo que hacía en él, sólo me veía a mí mismo en un inmenso espejo.

—¿Me ayudas? —Gritó desde su habitación.

Caminé hacia su voz y la observé sentada en su cama, mirando la luna.

—También te gusta la ventana panorámica ¿cierto? —Asentí mientras me sentaba junto a ella e imité sus actos— Me encanta que la luz del sol me despierte en las mañanas, que la luna sea mi lámpara de noche y de vez en cuando observar los edificios desde aquí.

Dejé de ver la luna y la observé a ella.
Enserio no me puedo cansar de verla.

—Y lo mejor es que nadie ve lo que yo hago, increíble ¿cierto?

—Cierto —sonreí y miré su mano levemente abierta justo a mi lado ¿Qué haría si tomo su mano? ¿Cómo reaccionaría si beso su mejilla?

Suspiré, demasiado pronto —¿A qué te ayudo?

—¡Oh! Cierto, subiré refresco y más cervezas a la nevera —Señaló un pequeño refrigerador en la azotea, a la derecha de una de las sillas —¿Me ayudas a subirlas?

—Por supuesto —Bajamos las escaleras y con facilidad subimos todo, sonreía mientras la observaba reír tan animada.
Me sentía bien conmigo mismo por hacerla pasar un buen rato.

Guardamos todo en su lugar y nos sentamos en las sillas de la azotea.

El clima era perfecto, fresco pero sin humedad.
Comimos, reímos y hablamos de mil y un cosas.

—¿Qué es lo que más te dicen cuando las personas ven tu ventana panorámica?

—Eres a la primera persona que le enseño la azotea.

Ya estábamos prácticamente acostados en las sillas, uno junto al otro mientras sosteníamos una cerveza en la mano.

—¿Enserio? ¿Por qué? —Pregunté para después darle el último trago a la cerveza.

—Este es mi lugar favorito en todo el mundo, no sé, es muy personal.

Fruncí el ceño —¿Y por qué yo?

Me miró —Me veo compartiendo cosas contigo.

Sonreí como un verdadero imbécil.

—Yo también me veo compartiendo todo contigo.

Sonreímos y miramos de nuevo el cielo.

Respiré hondo y busqué su mano para entrelazarla con la mía. Ella imitó mi acto y nos miramos con un sonrojo obvio.

Cinco, diez, quince segundos.

—Sé mi novia.

Mordí mi lengua cuando me di cuenta de lo que dije y abrí los ojos con exageración.

¡Yo y mi estúpida bocota!

—¡Espera! ¡No lo dije bien! —Sae Hye rió ante mis tonterías y respiré tan hondo hasta que sentí un dolor en el pecho —Sae Hye —Exhalé —¿Quieres ser mi novia?

Se sonrojó más y asintió —Si tonto, claro que sí.

Besé su mano y sonreímos como idiotas.
La observé por más segundos debatiendo conmigo mismo sobre si debería acercarme o no.

Bah, a la mierda

Me paré de la silla y me apoyé sobre mis rodillas para quedar junto a ella.
Me acerqué a ella con lentitud y pegué su frente con la mía, ganándome una sonrisa de su parte.

Tomé su rostro entre mis manos y la luna fue la única testigo de nuestro primer beso.

181005

¡¡¡¡Empieza el especial!!!!
Un shot/minishot diario

¡GRACIAS POR LAS YA CASI 6k LEIDAS!

Aclaración
El cuarto de Sae tiene un tipo de ventana panorámica, en donde se puede ver el exterior pero no el interior, por si no expliqué bien he aqui unas imágenes para que se entienda

¡¡¡¡Gracias por leer!!!!

Nos vemos mañana
xoxo, hiena