Arcoíris....

En la vida suelen pasar muchas desgracias que te hacen sentir como la persona más desafortunada de todo el planeta, pero , quizás las desgracias existen para las gracias de la vida.

Con ello me refiero de que siempre debe existir una parte negativa en todo; de lo contrario la vida como la conocemos sería monótona y sin chiste.

Pero, vamos... Se supone que todas deben tener un balance, para todo lo hay, un equilibrio entre el bien y el mal , el ying y el yang. Pero yo no veo ese tal equilibrio, pero ahora estoy convencido de que la "suerte" ha llegado a mí.

...

Cómo cualquier otro día me dispuse a seguir mi rutina diaria , la verdad no deseaba despegarme de la cama estaba pasando por unos de esos días en los que te sientes desganado por alguna razón.

Sin embargo no tenía opción, podía faltar al trabajo si quería ya que era el jefe. Pero tan solo pensar las estupideces que podrían ocurrir en mi ausencia, me hacen estremecerme. Por lo tanto, me vestí y preparé todo para irme al trabajo.

Mientras era llevado por el chófer en aquella limosina color negro, mi mente comenzó a divagar pensando en cosas sobre el trabajo y mi vida personal. La verdad no me preocupaba el hecho de estar soltero, como soy uno de los más grandes empresarios de Japón mi tiempo es muy limitado; lo cual me es imposible conocer chicas.

Y aunque tuviera el tiempo, la gran mayoría de las chicas solo se interesarían por mi dinero y lo que puedo darles en cuestión de materiales. Realmente busco una chica que sea capaz de entender como me siento, y que se tome la molestia de preguntarme cómo estuvo mi día; pero creo que estoy pidiendo demasiado, las posibilidades de que eso ocurra son casi nulas.

Una vez que llegué a dicho lugar , diversas personas posaron su mirada sobre mí. Y la razón como ya la conocerán es porque soy una figura pública, así que es muy razonable que actúen de la manera en que lo hacen.

Cuando entré los susurros no se hicieron esperar, pero no les tome importancia, solo deseaba llegar a mi oficina y comenzar a hacer el papeleo correspondiente para irme lo antes posible a casa.

Pero algo de me detuvo o mejor dicho alguien, mi secretaria me informó que tenía una visita en la oficina y por más que intento detenerla y explicarle que no me encontraba no pudo y el invitado entró sin mi consentimiento.

Solté un suspiro pesado, podría hacerme una imágen de la persona que estaba en el interior de mi oficina. Tal vez una que otra oferta para unir empresas e incrementar el negocio y cosas así, pero para no alargar ésto decidí entrar de una vez.

Y estaba equivocado, era un señor acompañado de su pareja tal vez y una pequeña niña. En estos momentos me encontraba totalmente confundido, ¿Qué rayos hacía una familia en mi oficina?

—Señor karlisle, no le quitaremos mucho tiempo.— habló el adulto de saco marrón.

—Disculpe mi imprudencia, ¿Pero quienes son ustedes?—

— Tal vez se olvidó de nosotros, soy Edgar Woolsburg—

Ahora comprendía todo lo que estaba pasando, ahora el ambiente se había tornado tenso . Los Karlisle no se llevaban bien con los Woolsburg, y eso debía a que el líder de la empresa era un completo idiota tanto en trabajo como en cualquier otro ámbito.

— Creí que luego de aquel evento, usted no volvería a mostrar su cara.—

— Todo mundo sabe que soy muy perseverante, pero en fin , dejémonos de cordialidades.—

— Vaya al punto.—

— ¿Le interesaría comprar a mi "hija"?—

Por poco y la quijada de aquel peliverde toca el suelo , no podría creer lo que estaba escuchando . De verdad este hombre no tenía sentimientos, ó solo le interesa acumular más dinero.

—¿Qué quiere decir con ello?.—

— Ya sabe, usted me da cierta cantidad por la chica y ella es toda suya.—

— ¿Usted es la madre no?—

La mirada de Silas se posó en aquella mujer, que al parecer no se inmutaba con las acciones de su marido. Solo se dedicaba a poner su cabeza gacha mientras sostenía la mano de la pequeña.

— Señora haga el favor de salir de aquí.—

La mujer se dispuso a seguir aquellas instrucciones dadas por el peliverde, dejando a un lado a su vulnerable hija; que por cierto ella no paraba de llorar y temblar, debía admitir que sentía lástima por aquella infante... No merecía lo que le estaba pasando, nadie lo merece .

— ¿Por qué hace ésto? , ¿ Acaso no le importa su hija?—

—Lo haría si ella fuera mi hija, pero es adoptada y a comparación de su hermana ella es solo basura—

— Ahora entiendo el porqué quiere deshacerse de ella, ustedes son basura y una flor como ella no puede convivir con esa gentuza.—

Las palabras del joven hombre dejaron callado al descarado que estaba enfrente suyo; solo se limitaba a fruncir el ceño y de ves en cuando soltaba una que otra palabra.

— Está bien, la niña se quedará conmigo.—

Aquellas palabras fueron el detonante para que la pequeña comenzará a dejar salir quejidos y lamentos; a pesar de que siempre fue comparada con su hermana en todo, ellos era su familia , y la familia se supone que debe estar unida ¿No?.

— Papá... P-por favor no me dejes...—

A la pequeña Woolsburg le costaba demasiado comprender el porque la dejaban, ella siempre fue una buena niña y se esforzaba como nadie para convertirse en alguien para la familia... ¿Pero cómo le pagaron?

Abandonándola.

Silas llamó a su abogado de más confianza e iniciaron la documentación necesaria para que no hubiera problemas después. Cabe decir que tuvo que venir la secretaria personal para que lograra calmar a la pequeña.

Luego de unas horas, todo estaba listo para hacer aquella acción tan dolorosa y confusa.  Solo faltaba una cosa la firma.

Al terminar solo dejaron a la pequeña en aquella habitación ; dónde próximamente sería un recuerdo que la marcaría de por vida...

🌺Parte  1 de 3🌺