Especial : Sugar Daddy

La vida suele ser impredecible y hasta en los peores casos llegan a pasarte cosas buenas pero con un detalle. En mi caso el amor y yo debo admitir que no nos llevamos del todo bien, sin embargo creo que esta es una gran excepción.

Muchos me llamaran pedófilo pero no, al menos yo no me considero eso, ademas esta sobrevalorada aquella frase "Para el amor no hay edades ni condiciones".

¿Pueden culparme de enamorarme de una hermosa dama?

Luego de tener bastantes fracasos amorosos creía darme por vencido en el tema del amor, pero llegó ella y mi vida dió un giro drástico.

Sonara descabellado amar a una pequeña de tan solo ocho años, pero lo cierto es que no, tomemos dos factores en cuenta.

1-. Nos llevamos por 10 años.

2-. No existe nada de acoso entre nosotros dos, solo amor puro e inocente, por ahora.

Aún recuerdo aquel momento en el que la encontré por primera vez, me dí por bien servido aquella vez. Incluso me disculparia con el destino por maldecirlo tantas veces.

Era un día lluvioso, anteriormente habían pronosticado fuertes lluvias estos días, pero el clima exagero demasiado.

No sé si fue pura casualidad, que la encontrara de está forma.

No había ningún adulto o responsable que respondiera por la pequeña, y tomando en cuenta su aspecto físico lo más probable era que tuviera problemas.

Flashback

Hola pequeña, ¿Cómo te llamas?— se agachó a la altura de la menor, mientras mantenía una risa gentil y amable.—

Me llamo [  ] .— respondió algo temerosa.—

Que bonito nombre [  ]— acarició la cabeza de la mencionada.— ¿Por qué estás aquí sola?

Ante la pregunta la infante solo agachó la mirada, y en cuestión de segundos sus ojos comenzaron a llenarse de incontables lágrimas.
Tenía un horrible pasado y no deseaba contarlo ni mucho menos recordarlo.

Esta bien, no debes contarme si no quieres.— ofreció su paraguas a la pequeña de cabellos [  ] para evitar que siguiera mojándose.—

¿Por qué me ayudas?— preguntó confundida, nunca había visto tanta solidaridad por parte de una persona hacia un completo desconocido.—

Nunca está de menos ayudar a alguien que lo necesita.— respondió tranquilo.— ¿Te gustaría venir conmigo?

Era difícil tomar una decisión para la pequeña, existían dos posibilidades, la primera era que si aceptaba podría ser una trampa y terminaría siendo una esclava sexual, por otra parte si se negaba lo único que le esperaba eran maltratos tanto físicos como psicológicos.

De-de acuerdo.— la mano del joven adulto tomo la pequeña manita de la niña y se encaminaron rumbo a casa.—

Fin del flashback.

Actualmente.

[  ] Apresúrate llegarás tarde a la escuela!!— avisó el albino bien se encontraba esperando a la nombrada en las escaleras.—

Si ya voy.— obtuvo como respuesta de la pequeña.—

¿Por qué siempre tardas tanto si ya estás despierta desde hace un buen rato?— pregunto el ojicarmin.—

No lo sé, nos vamos.— contestó algo insegura , desde hace unas semanas actuaba de cierta forma extraña.—

Desde hace unos días el joven albino había notado su comportamiento, ya no era la de siempre, antes tenía muchas ganas de jugar y siempre mostraba una sonrisa. Ahora solo se escondía en su habitación y sus ánimos andaban por los suelos.

Bueno ya llegamos, que te vaya bien.— depósito un pequeño beso en la frente de la peli [  ].—

S-si adiós.— y de nuevo esos temblores en su pequeño cuerpo, estaba seguro de que lo más probable es que tuviera problemas con sus compañeros.—

La niña más que nadie sabía que tarde o temprano tendría que contarle al ojicarmin lo que sucedía, pero ¿Valdría la pena?.

No deseaba causar más problemas, él le había hecho el gran favor de acogerla como su familia, y lo que menos quería era regresarle el favor de está forma.

Tan pronto puso un pie en la escuela comenzó aquel infierno, las miradas de las chicas se posaba en ella, la veían por debajo del hombro como siempre.

¿Tenía algo de malo ser inteligente?

También era atlética pero no deseaba sobresalir más de lo que ya era, sí ahora la veían como un bicho raro, cuando se enterarán de que también era deportista la acosarian a un nivel extremo.

Vaya hasta que te dignas a salir!!— dijo una rubia de edad superior, era las más popular de toda la escuela solo por ser la más acuerpada.—

Hola Melinda.— dijiste sin voltear a verla mientras acomodabas tus cosas en tu casillero.—

¿Por qué no te apartas de mi camino?.— empezaba a presionar tu brazo izquierdo, provocando que la herida que tenías anteriormente volviera a sangrar.—

¿De que hablas?— hablaste asustada y confundida a la vez.—

Miro como te ve Brayan y él es solo mío.— enterró sus uñas en tu piel lo que provocó un pequeño gemido de dolor por parte tuya.—

Te equivocas, a mí no me interesa Brayan.— tomaste su muñeca e intentaste quitartela de encima, de lo contrario las puntadas de la cicatriz se destrozaría por completo.—

Déjate de estupideces!!— tomó su cúter e intentó cortarte pero afortunadamente una autoridad de la escuela logró ver aquella escena.—

Señorita Shinomoto y señorita [  ] vengan a la oficina del director!!— dijo aquel hombre bien vestido.—

...

El ojicarmin te miraba preocupado y molesto a la vez, después de lo que el director contó y ante las confesiones de ambas alumnas se encontraba sorprendido.

Por el contrario tu no decías nada, estabas apenada con él así que solo te limitabas a desviar tu mirada cristalina ya que intentabas no romper en llanto desde hace un buen rato.

¿Por qué no me dijiste nada?— se sentó al lado tuyo y colocó tu cabeza en su pecho.—

N-no quería causarte problemas, además trabajas mucho así que supuse que lo mejor era esperar a que todo se calmara.— respondiste desanimada , hundiendo tu cara en el cuello de tu ... Tu ... Tu daddy.—

No seas tonta, yo estoy aquí para cuidar de ti, recuerda que tú eres mi baby.— susurró en tu oído que provocó un sonrojo por parte tuya.—

¿Me perdonas?— dijiste haciendo un pequeño puchero.—

No hay nada que perdonar .— beso tus labios de forma dulce y comprensiva mientras apegaba tu pequeño cuerpecito al suyo.—

Voy a cambiarte de escuela, no son dignos de tener  :v.— habló decido el albino.—

Como digas daddy.— cerraste tus ojos y al poco rato te quedaste dormida en su regazo.—

No se ustedes pero últimamente estoy escribiendo basura, al menos yo siento que no lo estoy haciendo bien, necesito mejorar en describir emociones. :V