Pedido por: MinHolly2007

" La música no se escucha con el oído , y no se interpreta con la voz... Sino con el corazón".

Orochi Gimba un joven prodigio en la música con grandes posibilidades de ser la nueva estrella con más éxito a niveles mundiales; dotado de un increíble oído capaz de de detectar hasta el más débil ruido, lo ha hecho sacar una de sus más grandes habilidades.

Obviamente para cualquiera que está en el mundo del entretenimiento carecer de alguno de tus sentidos, puede ocasionar un enorme derrumbe en su vida. O al menos, en palabras de aquel joven no podía imaginar una vida sin poder oír , ver ó escuchar...

Sin embargo es muy necesario que la vida en ocasiones nos de una bofetada de lo que es la realidad; estamos tan acostumbrados a subestimar a otras personas, que olvidamos que a la principal persona que debemos subestimar es a nosotros mismos, podríamos sacar un mejor desempeño si tuviéramos alguna dificultad para ejecutar una acción, pero generalmente , llegamos a ser conformistas.

La mañana había llegado y un nuevo día estudiando aquel hermoso mundo del sonido comenzó para el joven de cabellos marrones. Se levantó de su cama y acomodó como debe ser, se duchó y vistió. Tomó sus cosass y salió en busca de material para componer una canción, después de todo era un buen momento para pensar.

Tan pronto puso un pie afuera los diferentes sonidos pasaban a través de su oído; algunos eran agudos, otros graves, pero cuando se juntaban llegaban a ocasionar un sonido muy agradable.

En aquel transcurso meditaba los sonidos que escuchaba con anterioridad; si llegaba a concentrarse lo suficiente sería capaz de crear una canción en menos de 10 minutos.

Sin embargo... Algo o mejor dicho alguien provocó que aquel joven perdiera total concentración; eso se debía a que una linda chica un poco más baja que él había chocado contra su pecho.

- Lo lamento, estaba algo desconcentrado, ¿Te encuentras bien?

Vaya sorpresa estaba por darse aquel castaño; ya que la chica no podía escucharlo, y mucho menos podía hablarle... Era Sordomuda.

Pero no todo es como se lo imaginan, gracias a que ella nació con estás "discapacidades" que, en mi opinión son destrezas que debes aprender a pulir. Aprendió a leer los labios, por lo que entendía a la perfección lo que le decía .

Por lo que luego de un par de segundos , movió su cabeza de arriba a bajo indicando que se encontraba bien.

- No te había visto por aquí, ¿Eres nueva en la ciudad?

Movió su cabeza de un lado a otro, dando a entender que ya era un habitante de esta hermosa ciudad .

-No sueles hablar mucho, ¿Cierto?

Sin querer había mencionado una palabra que en ocasiones hacía sentir mal a la chica. Hablar, como si eso fuera lo más importante en la vida...

Muchos que tenemos voz la usamos para hacer el mal; cuando venís que alguien la está pasando de lo peor, ni siquiera nos molestamos en preguntar si se encuentra bien.

Existen personas que quisieran tener voz por lo menos un día, y desgraciadamente no la tienen... ¿Saben lo hermoso que sería si ellos pudieran expresar con su voz lo mucho que aman a alguien?.

Rápidamente de su mochila sacó una libreta y un lápiz, era su cuaderno de conversaciones, en él podía "hablar" y darse a entender sin necesidad del lenguaje de señas.

Fue a la primera hoja, y con una bonita sonrisa en su rostro se la mostró al joven músico.

•Discúlpame ... Soy sordomuda , puedo entenderte porque sé leer los labios•

Las pupilas del joven se achicaron, estaba tan avergonzado por haber mencionado la palabra "hablar" en frente suyo. Ahora deseaba que un rayo lo partiera a la mitad, no sabía que hacer para enmendar su estúpido error.

-No tienes porque disculparte, el idiota he sido yo, por favor perdóname.- tomó las manos de la adolescente y la miró a los ojos.

Por el contrario la chica estaba atontada, por primera vez conocía a una persona que no le decía estorbo o ser insignificante... A excepción de su familia, él era el único que la trataba como lo que realmente era, " Un ser humano".

Tomó su lápiz y en una nueva hoja, comenzó a escribir.

•No te preocupes, no fue tu intención... Me llamo [ ] Nella, ¿Cómo te llamas?•

- Soy Orochi Gimba, un placer en conocerte.- Dedicó una sonrisa tierna.

•El placer es mío... Debo irme, mis papás estarán preocupados por mí•

— Está bien, ¿Crees que podríamos vernos otro día?

Algo en su interior había despertado, sentía un enorme interés en saber más sobre aquella chica. Quizás sea el como ella puede seguir con su vida como si no tuviera limitaciones, debía aceptar que en ocasiones quisiera ser como una de esas personas ... “Personas con destrezas y no discapacidades”.

Sin lugar a dudas conocer a esa joven le habría dado la inspiración para crear la letra de su siguiente canción. Por esta ocasión tal vez podría adentrarse a lo que son las emociones humanas.

•Me gustaría verte de nuevo Orochi, bueno debo irme... Así que hasta la próxima•

Ahora la única melodía que se podía escuchar era aquella que era interpretada por su corazón, la cual iba bastante rápida y aumentaba aún más cuando imaginaba la siguiente vez en la que se volverían a encontrar.

♣Espero que te guste amiga♣