Pedido por : avrilisabelsR

Viejo, tu más que nadie en este mundo debe saber que no me gustan los lugares estrechos.— dijiste al observar la habitación de juegos donde estarían.—

Mujer compórtate, nada malo va a pasar.— tiró de tu muñeca y te obligó a entrar .—

En serio te detesto.— apenas diste unos cuantos pasos y sentías que ibas a morir .—

También te amo.—dio un empujón en tu espalda para que terminarás de entrar.—

Era tu cumpleaños y cuando el muy desgraciado dijo que te daría una sorpresa que jamás olvidarias, creías que tal vez dejaría salir su lado tierno.

Pero oh amiga, que equivocada estabas.

Era una sala completamente vacía, solo estaban ustedes dos como compañía. Lo peor no era eso, sino el limitado espacio que los rodeaba.

Así es... Eras claustrofobica.

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¿Y qué hacemos?— preguntó Lui algo aburrido, sin embargo tú no lo estabas escuchando ya que tratabas de concentrarte en tu frase calmante.—

Las olas se acercan, las olas se alejan.— decías una y otra vez.—

¿Qué? :v.— el apellidado Shirosagui te miraba de forma extraña.—

Vamos [    ], me aburro y cuando me aburro sabes que me pongo de mal humor.—se tiró al suelo mirando el techo.—

...

Ya cálmate!!— gritó Lui desesperado, te estabas volviendo crazy.—

Tu tienes la culpa monstruo sin corazón, ahora atente a las consecuencias.— lo perseguias de un lado a otro intentando que te diera un beso .—

Estás loca, enferma.— se encontraba acorralado en una de las esquinas.—

Dame un besito.— estiraste tus labios .—

Aléjate salvaje!!.— colocó su mano en tus labios impidiendo que hicieran contacto.—

De repente la puerta se abrió dejando ver a un peliazul, que al observar la escena quedó desconcertado.

¿Qué están haciendo?— miró extrañado a ese par.—

Nah, no importa nos vemos.— iba salir de la habitación , pero un grito por parte del ojimorado lo detuvo.—

Idiota, ayúdame me quiere violar, y se supone que yo lo haría.— habló la flama andante.—

7w7.— soltó una risilla el apellidado Aoi.—

Recuérdame no volver a tratar de encerrar a esta mujer.— decía exhausto y aliviado el de cabellos celestes.—

En tu cara te lo dije.— sonrió victorioso Valt, él por experiencia propia sabía cómo se ponía de loca su amiga.—

¿Alguien me dice que pasó?— preguntaste sin recordar nada al respecto.—