Dulce amargo...

¿Por qué debes ser tan gruñón?— preguntaste desde la cocina.—

Porque así me gusta ser.— respondió cortante el peliceleste.—

¿Sabes?, De ves en cuando me gustaría que fueras dulce conmigo.— hiciste un pequeño puchero, aunque ya sabías como era Lui de frío creías que muy dentro de su ser era tierno.—

No veo como eso puede ayudarnos.— dijo sin tomarle mucha importancia.—

Bien señor arrogante, aquí está tu desayuno.— lo dejaste sobre la mesa y fuiste a encerrarte a tu habitación.—

Pero había algo que tú no esperabas de parte de aquella bestia que por nombre tenía Lui, era que en realidad tenía su forma de demostrarte que le importabas.

Después de esa pequeña riña te quedaste dormida. En esos breves momentos tu pequeño Luisito fue contigo y te sostuvo en sus brazos durante un buen tiempo.

En secreto cada vez que dormías él siempre se quedaba cercas de ti y observaba como dormías. Le parecía demasiado adorable verte así de frágil y vulnerable.

Mhm...— un pequeño sonido salió de tus labios lo que capturó la atención del apellidado Shirosagui.—

[    ]— susurró en tu oído para no asustarte, y a los pocos segundos despertaste.—

¿Pasa algo Lui?— preguntaste mientras frotabas uno de tus ojos.—

Sé que a veces soy algo frío y distante contigo, pero quiero que sepas que te amo y siempre te voy a cuidar .— se acercó a tu cuello y depositó un beso húmedo, y como respuesta te estremeciste.—

También te quiero, estoy más que acostumbrada a tus tratos.— tomaste su cara y diste un corto beso en sus labios.—

Tampoco soy un monstruo sin sentimientos— dijo haciéndose el ofendido.—

Te  amo mucho mi cerillito azul—pellizcabas y tirabas de  sus mejillas.—

No me llames así >:v— se quejó el fuego andante.—

No sé ustedes pero sentí muy flojo este one shot, creo que pierdo esencia :'c.