⟨ Pareja: Ash X Eiji ⟩

El rubio se estaba cansando de insistirle al moreno para que este último regresara a Japón

Ash Lynx y Eiji Okumura querían permanecer juntos, seguir teniendo esos lindos momentos inolvidables. Riendo o llorando, disfrutando o sufriendo, sea como sea no les importaba porque tenían la compañía del otro

Pero el de ojos jade no quería ver a la persona que amaba sufrir, y por ende, le ordenaba que volviera a Japón

Su relación pasó por varios altibajos, y, a pesar de ello, siguieron adelante. Sin embargo, este inconveniente es más complicado que el resto que tuvieron

Eiji era muy rebelde a veces aunque en otras se comporte tranquilo y comprensivo. En este caso, el moreno se iba a poner en su modo rebelde y se iba a negar a regresar a su país de origen

Ambos tenían un romance en secreto, nadie lo sabía y tampoco lo podía saber, sería muy peligroso para ambos

Aunque, de todas formas, ¡ninguno de los dos sabía disimular bien!

Varios de la pandilla y otras personas cercanas a la pareja sospechaban sobre la relación

Eiji y Ash compartían habitación, ahí pasaban sus dulces momentos de pareja cuando nadie estaba mirando

Tenían noches de pasión, dormían abrazados, despertaban con un leve sonrojo en sus mejillas

A veces llegaban a ser muy acaramelados cuando estaban solos, eso sí, había una regla inquebrantable: No darse besos luego de que el moreno comiera Natto

Ash decía que cuando el moreno comía Natto, sus labios sabían a ese platillo, y al rubio no le gustaba mucho

Se podría decir que Ash y Eiji estaban en su propia burbuja lejos de los asesinatos y las peleas. Aún así, no se les salía de la cabeza la posibilidad de que su pareja corre peligro

—¡Debes volver a Japón!—insistía Ash, no se cansaría hasta que su novio accediera irse

—No quiero—decía el terco Eiji. Ninguno de los dos cedería ante el otro—. No sin ti...

Esas palabras conmovieron el lastimado corazón del lince, el conejo no quería separarse de su lado, no quería estar a salvo sabiendo que la vida de su amado corría peligro

—Eiji... estaré bien, puedes estar tranquilo—aseguraba el rubio mientras acariciaba delicadamente la mejilla de su pareja

—¡No me iré sin ti, ya lo dije!—aclaró el moreno, nadie iba a cambiar su idea por más que Ash insistiera

—Onii-chan caprichoso...—dijo Aslan recostándose en la gran cama de ambos—¿que podríamos hacer entonces?

—Lo que haga falta para que vengas conmigo—fue la respuesta por parte del japonés

—Mmmm...—Ash meditó las posibles opciones para cumplir el único requisito que Eiji le ponía—¿que te parece ir a un escondite secreto junto con Ibe-san y Alex?, irán los tres solos para no levantar sospechas y pasen inadvertidos. Mañana iré a acabar con todo esto junto con Blanca, Sing y algunos de los chicos. Aunque opino que lo más seguro sería que fueras a Japón primero—dijo

—¡Japón primero nada!, ¡no me iré a ningún lugar sin ti—exclamó Eiji cruzando los brazos—. No me importa si muera en el intento—agregó

Esta era una de las pocas veces que Eiji se ponía terco, ofensivo y muy decidido con lo que quería y exigía

Ash suspiró sin saber que decirle al moreno. No estaba seguro de si saldría vivo de esta

El rubio sabía que jamás podría estar tranquilo, siempre habría alguien que los buscaría y mataría, sería mentira decir que vivirán felices por siempre, pero aún así, no quería dejar que su conejito muera de soledad

—Está bien—habló Ash—. Esperarás en ese lugar a salvo por unos días mientras acabo con todo esto, finjo mi muerte, nos veremos ahí y nos vamos a Izumo, ¿ahora estás de acuerdo?

Eiji sonrió cálidamente antes de acostarse sobre Ash abrazándolo. Al rubio no le gustaba el contacto físico, pero Eiji era una clara excepción de ello

Ambos se miraron antes de darse un dulce beso, ese pequeño roce de labios cambió rápidamente a un beso lleno de pasión y lujuria, el ambiente ya no era cálido y tranquilo, ahora era caliente, se trata de un lince hambriento devorando un dulce conejo

Aslan hizo un movimiento ágil y rápido consiguiendo quedar encima de su bella presa

Eiji tenía esa cara vulnerable que tanto le daba ternura a Ash, mientas este último lo miraba deseoso, ambos estaban deseos por sentir al otro, pero...

—¡Ash, Eiji!—exclamó un joven chino muy animadamente entrando sin previo aviso a la habitación

Sing se sonrojó por encontrarlos al moreno y al rubio así, también se arrepentía por no haber tocado la puerta antes de entrar

Eiji se puso como un tomate al igual que Sing, mientras que Ash estaba suspiró y se acostó al lado de su amado

—¿Sucedió algo?—preguntó Ash mirando al menor

—Emmm... bueno, no... si, digo... perdón, yo solo...—Sing titubeaba bastante mientras hablaba, logrando confundir a la pareja—. ¡Pueden seguir con lo suyo, yo me retiro, ¡en serio lo siento!!—exclamó el menor saliendo disparado de la habitación y cerrando la puerta tras suyo

La pareja rió levemente ante la acción del menor, luego le darían explicaciones y le contarían sobre la relación

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Sucedió como lo acordó la pareja, Eiji esperaría pacientemente a que su pareja acabara con todo y fingiera su muerte

Eiji no estaba seguro de si todo iba a salir bien o no, pero confiaba plenamente en que se verían de nuevo

Pasaron horas y días en los que el conejo esperaba a su lince, sabía que iban a pasar unos días separados, ¡pero no se imaginó que el tiempo hasta su reencuentro se haría eterno!

Ibe se dió la tarea de animar al distraído moreno

—Ei-chan, estoy seguro de que Ash llegará pronto, tranquilo—decía Ibe tratando de tranquilizar al inquieto Eiji

—Pasó una semana... ¿de verdad está bien?—cuestionaba el menor

—Es Ash, obvio que está bien—respondió un muy calmado Alex, el cual no se inquietó para nada porque confiaba perfectamente en su boss

—No lo sé...

La única forma de que Okumura se quedara tranquilo es que viera a su amado en persona

El moreno se hundía en sus pensamientos mientras Alex encendía el televisor y ponía las noticias. Eiji salió de sus pensamientos cuando oyó una peculiar noticia

—Nos acaban de informar que se encontró un cadáver cerca de la biblioteca pública—decía la voz de una señora en el noticiero mientras salía imágenes del lugar de los acontecimientos y algunas de las pruebas de lo que pasó que usarán los detectives en su investigación, sin embargo, no mostraban al cadáver—. Fuentes seguras nos dicen que la víctima es un joven rubio identificado como Aslan Jade Callenreese, mejor conocido como "Ash Lynx". El cuerpo ya fue trasladado y está en el forense, aunque algunos aseguran que fue apuñalado, no tenemos mucha información al respecto, dicen que hay otro cadáver junto al de Callereense, pero la policía y detectives no dan más información...

Eiji se quedó en shock por un momento, ¿Ash había muerto o era parte de la farsa que dijo que haría?, nada era seguro

Una pequeña lágrima se deslizó por la mejilla del conejo, ahora mismo, no estaba seguro de nada, no sabía si de verdad se había quedado viudo o pronto vería a su amante

—¿Ei-chan...?—la voz de Ibe se oía tan lejana

El menor solo pensaba en la seguridad de Ash y rápidamente dejó de ser una lágrima, sino que fueron varias las que bajaban por la mejilla del menor

Rápidamente corrió hasta su habitación sin importarle los llamados de Ibe y Alex

Eiji se encerró en su habitación, una parte de sí mismo piensa que Ash sigue vivo y llegará para irse juntos a Izumo tal y como el rubio lo prometió, pero otra parte de Eiji tenía la sensación de que algo no anda bien y que tal vez el rubio de verdad murió

El pobre conejo estaba demasiado asustado, ¿por qué Ash finge morir casualmente cerca de la biblioteca?, ¿por qué no fingió morir en el lugar donde estuvo luego de darle fin a todo?

¿Y Sing?, ¿y Blanca?

El moreno comenzó a llorar mientras miraba la ventana esperando que Ash aparezca. Nada estaba confirmado

Entre lágrimas y con su mente aturdida de tantos malos pensamientos sobre lo que pudo haber pasado, Eiji se quedó dormido

A media noche, mientras el moreno dormía aún inquieto, una persona se coló por la ventana hasta dentro de la habitación, vió al moreno, sonrió y le dió un dulce beso en la mejilla, notando casi al instante que Okumura había llorado

—Ya llegué—le susurró Ash en el oído a Eiji

El conejo abrió un poco los ojos, los cuales le brillaron al ver que su lince estaba bien

—Bienvenido—dijo Eiji sonriendo cálidamente mientras nuevas lágrimas bajaban por sus mejillas, las cuales Ash no tardó en limpiar—. Me alegra mucho que sigas a salvo

—Max dijo que se encargaría de esparcir la noticia y que sea muy creíble, hoy muere Ash Lynx—dijo el rubio abrazando a su pareja mientras repartía dulces besos en su cara

—¿Entonces quién eres?—preguntó el juguetón conejo. A ambos les gustaba pasar tiempo juntos, los ponía de buenas ver al otro

—Aslan Jade Callenreese—respondió el lince—. Dejaré toda esta vida atrás, como si muriera y reencarnara de una vez

—Me alegra saber eso—comentó el conejo antes de darle un dulce beso en los labios a su depredador

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Pasaron los días y la noticia de Ash Lynx muerto había causado mucha conmoción, mucha gente estaba impactada, nadie se lo esperó, algunos pocos fingían estar en duelo para volver más creíble la noticia mientras que sabían que el Lince había ido a Japón

La familia Okumura aceptó muy bien la relación de la pareja e inclusive estaban alegres porque el moreno haya encontrado una hermosa pareja como el rubio

La pareja se quedaba en casa de la familia del moreno por múltiples razones y entre ellas está que ambos querían convivir más con la familia

—Eiji...—susurró el rubio a la vez que se acercaba lentamente a su amante

Ambos estaban disfrutando del ambiente natural y pacífico que daba el patio de la casa de la familia Okumura

Ash iba a besar los labios de su amante, pero justo oyó unas leves risas de dos chica. El rubio sonrió al igual que el moreno antes de revisar detrás de los arbustos. Akira y la hermana menor de Eiji estaban escondidas mientras espiaban a la pareja

—Oigan, queremos estar a solas, necesitamos privacidad—reclamó el conejo mientras que las dos menores se reían

—Lo siento Ei-chan—dijo Akira entre risas justo antes de retirarse del lugar junto con la otra menor

—Son muy divertidas—comentó el lince viendo al conejo suspirar

—Al punto que son algo irritantes—bromeó Eiji sonriendo—. Igual las adoro

El rubio sonrió justo antes de tomar la mano de Eiji. Ash por fin pudo tener la calidez de un hogar y una persona a su lado incondicionalmente, a pesar de que nunca le vió un buen futuro a su vida, Eiji le da a Ash la felicidad que se merece

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