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«Monochrome [Kagamine Len]»

A petición de @ladyetitinsa026 :D
Ella pidió un one shot basado en la canción Monochrome Dream Eater de Kagamine Len... y aquí lo tenemos ^^ espero te guste♡

    La luna se mostraba brillante cual mármol blanco en el fondo del mar negro plagado de perlas, sin imperfecciones. Todo lo contrario a esa noche.

    Por cuarta vez, la joven se levantó. Su neglijé colores pastel era iluminado por la tenue luz del satélite que se colaba por el balcón de su habitación. Alzó su mano derecha cubriendo su rostro y rozando sus desordenados cabellos color _____ por todas las vueltas que había dado sobre su suave cama tratando de conciliar el sueño.

    Molestas pesadillas comenzaron a azotarla, a tal magnitud que no podía dormir nada. Cuando se despertaba con el rostro exaltado, su corazón latiendo de forma descontrolada y su respiración desestabilizada obligándola a jadear, no podía volver a dormir aunque lo intentase.

    Pues en una ocasión lo logró, pero continuó teniendo aquellas pesadillas el resto de la noche.

    Nueve segundos que parecían años encerrada en su propio subconsciente se le tornaban insoportables. Su cerebro jugaba con ella de una forma para nada agradable, mostrándole todas aquellas cosas que ella no deseaba que le ocurriesen. Desde fracasar en un examen de la escuela hasta un apocalipsis zombie que destruía al mundo en su armagedón.

    No podía dormir. Horrendas bolsas de piel ligeramente inflamada color morado oscuro se acentaron bajo sus ojos, arruinando totalmente su aspecto. Estaría orgullosa si esas se debieran a pasar la noche estudiando para un examen, o por haberse desvelado jugando algún videojuego, viendo series o leyendo; pero que la causa fuera sus pesadillas le era horrible.

    El cansancio impedía su máxima concentración en sus actividades diarias. Hiciera lo que hiciera, solo quería dormir. Sus ojos se cerraban por sí solos al no poder controlar el número de noches de desvelo. Pero, temía volver a dormir por las pesadillas que la azotarían.

    —¿De nuevo malos sueños, T/N-chan? —preguntó Yuriko, su mejor amiga que la observaba con preocupación.

    T/N solo suspiró. Yuriko sacó un par de auriculares de su bolso, y le tendió uno a su amiga mientras acomodaba el restante en su oreja.

    —Te ayudará a despertar. También pasemos a por un café. Yo también quiero.

    —Solo lo dices porque quieres café —T/N la observó incrédula, su amiga solo sacó la lengua juguetonamente y puso una canción de heavy metal para que se despertara.

° • ° • ~ ♡ ~ • ° • °

    —Estoy de vuelta —anunció sin entusiasmo la chica, arrastrando sus zapatos escolares negros por los limpios pisos de su hogar.

    Las sirvientas contratadas por la beneficiada económicamente familia T/A observaron a la hija de sus jefes con preocupación. Verla en ese estado era deprimente.

    —Oh, ¡T/N! ¡Ven aquí y hablemos! —pidió su madre desde el comedor.

    La chica miró al lugar del cual provenía la voz de su madre con desprecio. No quería hablar y eso debía ser más que obvio. Sin embargo, avanzó hasta donde su progenitora que la observó con una sonrisa.

    —¿Qué tal la escuela?

    —Agotadora, como siempre  —respondió con desdén—. ¿Ya puedo ir a dormir?

    —Lo que queríamos comentarte era —irrumpió ahora su padre, tomando asiento. En su frente se marcaban algunas arrugas debido a la edad que irradiaban con efervescencia su madurez y experiencia, con un toque amable y cariñoso destellando en sus ojos—, que mañana traeremos algunos profesionales para que te atiendan. La falta de sueño no te está haciendo ningún bien y hay que ocuparse de eso cuanto antes.

    —Me parece bien... ¿Algo más?

    —Nada... —respondió su padre—. Cariño, tú solo... descansa.

    Sonrió con ironía tras darse la vuelta. Como si pudiera hacerlo. Llevaba días en el vano intento de tener sueños placenteros para poder descansar como merecía, pero solo terminaba preguntándole al mundo qué había hecho para recibir semejante castigo.

    Descansando su mirada mientras hacía lo imposible para no caer rendida ante el sueño, anocheció.

    La oscuridad volvió a plagar el cielo iniciando sus ocho horas de agonía. Se recostó pensando que mañana sería un nuevo día en el cual posiblemente encontraran una solución a todos aquellos malos sueños.

    Dio varias vueltas en la cama intentando no quedarse dormida. Jugó con los vuelos de su vestido de dormir y con el borde de su almohada, sintiéndose intranquila sin conocer la razón.

    Sin saber que unos profundos ojos negros la observaban con sigilo desde la oscuridad.

    —Al final es en vano.

«"Vamos, di las palabras."»

    —No puedo dormir.

    Sonrió diabólicamente, sentándose en el muro del balcón techado que permitía la entrada de iluminación.

    T/N sintió un pequeño ruido provenir de aquel lugar, y se sentó sobre el colchón acomodando su cabello nuevamente despeinado para ver qué ocurría.

    Las telas de satín de un claro color salmón que eran sujetadas por cuerdas trenzadas a postes de madera elaborados con esta función creando una cama majestuosa que parecía un helado con crema de chocolate entremezclada se soltaron, meciéndose con el viento que irrumpió con violencia en la habitación, sacudiendo sus hebras _____ y las telas casi transparentes interrumpiendo en su análisis al entrometido que se había colado en su residencia.

    Cuando este misterioso aire cesó, su mirada fue atraída a la apariencia del desconocido como si de un imán se tratase.

    Su cabello rubio estaba recogido en una coleta baja atada con un lazo negro. Sobre su cabeza descansaba un elegante sombrero de igual color al sujetador de su pelo. Llevaba un chaleco, pantalones y botas del mismo color, solo cambiaba de color su corbata de moño que compartía pigmentación con su cabello.

    Sostenía una especie de batuta de madera blanca. Ese chico parecía haber salido de uno de esos retratos de reyes antiguos, solo que sin la molesta barba. Parecía más bien el príncipe o lord más apuesto que podría retratar una simple pintura en su aspecto casual de era medieval.

    —Señorita —saludó cordialmente, haciendo una reverencia retirando su sombrero—. ¿Que hace alguien tan bella despierta a altas horas de la noche? ¿No consigue conciliar el sueño acaso?

    T/N se ruborizó levemente. La imagen del chico totalmente arreglado agachando su cabeza con cortesía ante ella que era más desastre que nada le avergonzaba. Inconscientemente, llevó sus manos a un mechón de su cabello para arreglarlo y distraerse.

    Hasta que salió de su trance y recordó lo extraño e ilógico de la situación.

    —¿Quién eres y qué haces aquí? ¿Cómo entraste? —preguntó frunciendo el ceño. Deseaba solo quejarse por no poder dormir. ¿Por qué no se lo permitía y ya?

    —Estoy aquí para cumplir sus deseos, mi lady.

    —Mi único deseo es que te vayas y me dejes dormir —pidió desconfiada.

    —Eso es falso. Conozco su estado y el hecho de que su subconsciente le prepara aterradores sueños desde hace cuatro lunas, y lleva todo ese tiempo sin descansar —informó sin borrar su sonrisa.

    —¿Me has estado espiando?

    No respondió.

    —¿Sabes que eso es acoso, cierto? —ni una palabra pronunciada por aquellos finos labios—. Llamaré a la policía.

    —No le recomendaría eso —habló por fin—. Soy la única solución a su alcance para que usted pueda conciliar el preciado sueño que tanto necesita.

    Al final cedió, suspirando.

    —¿Y qué harás para lograr que vuelva a dormir?

    —¿Le parece ideal que rocie algo de magia sobre usted? —T/N lo miró con los ojos abiertos como platos hasta donde el agotamiento que reinaba sobre ellos se lo permitía. ¿Le estaba tomando el pelo? Rió con ironía.

    —¿Y luego? ¿Me volveré un unicornio que viaje por los cielos y use un arco iris como tobogán? —inquirió con sarcasmo.

     —Desgraciadamente no puedo cambiar su forma humana —rió el chico. El sarcasmo usado por la fémina no le afectó en lo más mínimo—. Sin embargo si usted lo desea, puedo hacer que sueñe con eso.

      —Sigo sin encontrarle sentido.

      —¿Entonces por qué no lo prueba? No le afectará en nada, al contrario. Y si no es el caso y le agradan mis servicios, solo tiene que llamarme y volveré mañana al caer la noche.

      —¿Qué debo hacer? —preguntó ahora más determinada. Ciertamente no le afectaría en nada, y de la forma que está en la que parece un cadáver andante, la muerte no haría la gran diferencia. Por ende, no tenía por qué temer.

      El chico se acercó a ella en cuestión de un segundo. En un parpadeo por parte de T/N debido al aire que azotó su alcohoba de repente, que impidió que viera la sonrisa maquiavélica del joven, él ya estaba posicionado a su lado con el dorso inclinado hacia adelante y su mano izquierda extendida dejando solo su dedo meñique fuera del puño cubierto con un guante negro cerrado con suavidad.

      —El contrato cierra si su meñique me da —insitó, acercando más su mano a la chica.

      Ella lo miró atónita, como casi toda la noche. Había sido demasiado raro y solo rezaba porque no fuera otra pesadilla. Porque el aroma a girasoles que emanaba del joven era demasiado realista como para ser producto de su imaginación.

      Apartando la desconfianza que sentía extendió su mano izquierda también y entrelazó su meñique con el chico, quien le regaló una tierna sonrisa que provocó un sonrojo en su pálido rostro.

       —Solo déjemelo a mí. ¡Espero que disfrute su dormir! —dijo él, con su sonrisa que ya se le hacía característica—. Simplemente olvide cualquier pesar.

      Luego todo se volvió oscuro.

      Y esa noche, T/N no tuvo pesadillas.

° • ° • ~ ♡ ~ • ° • °

      Para sorpresa de unos y tranqulidad de otros, T/N no fue a la escuela el día siguiente. Sus padres se alegraron infinitamente al entrar a su alcohoba ante su tardanza y verla durmiendo a pierna suelta y con una sonrisa en su rostro, incluso murmurando cosas incomprensibles que solo hacían que su sonrisa se ensanchase.

      La dejarían descansar todo el tiempo que esta necesitara, dejando panecillos y agua en la mesita junto a su cama para cuando optara por salir de su tan anhelada fantasía abriendo sus ojos.

      Cosa que no ocurrió hasta la noche.

      T/N despertó contra su voluntad. Hacía demasiado que no tenía un sueño tan placentero como ese que le había propinado su inconsciente. Comenzaba a creer en la supuesta magia de la que le habló aquel chico sacado de un retrato de las antiguas calles de Gran Bretaña, que se había aparecido ante ella para acabar con su malestar e introducirla a la utopía a la que solo podías llegar durmiendo una vez acudías a sus servicios.

      Y así fue como recordó al chico y de repente se sintió insatisfecha. Una promesa de meñique había logrado que las bolsas provocadas por la falta de sueño se esfumaran, y que pudiera al fin sentirse más enérgica, aunque sabía que aún le faltaba mucho por reponer antes de volver a ser la de antes de sus pesadillas.

        Le surgió la duda de si él no regresaría. Realmente esperaba que lo hiciera, pues ella aún requería de su poder. No sabía cómo llamarlo ni dónde podría estar, así que solo suspiró.

       —Y eso que aún deseo algo más... —murmuró, sin darse cuenta de que ese susurro mezclado con el viento y la oscuridad que comenzaba a expandirse por la habitación fue la luz verde para el rubio que volvió a aparecer frente a la puerta de su balcón.

      —Mi señorita, escuché sus plegarias —habló una vez la chica salió de su shock repentino, causándole un poco de gracia, puesto que ella fue quien lo llamó. No se cansaría nunca de la inocencia de las jóvenes humanas, aunque esta desprendiera algo distinto—. ¿Dice que tiene ahora un deseo más?

      Ella solo asintió, aún sin saber cómo reaccionar adecuadamente. No esperó volver a verle, y tampoco quería pensar en qué era en realidad ese chico como para haber escuchado un mero susurro que salió contra su voluntad de sus pensamientos tan bajo como el sonido de una gota de agua estrellándose contra un charco.

      —Espero no te moleste... —dijo por fin, desviando su mirada con un leve sonrojo que causó ternura en el rubio.

      —No me negaré jamás —admitió inmediatamente él. T/N desconocía el motivo de tanta amabilidad de su parte, pero decidió obedecer a su egoísmo y permitirse degustar de aquellos maravillosos sueños—. Cumplir lo que me pida es mi mayor felicidad, señorita.

       De nuevo un sonrojo. Era increíble que el carmín se asentara en sus mejillas sin aviso previo tantas veces en la misma noche. Nunca había recibido tanta atención ni siquiera de parte de los seres que le otorgaron la vida, y un apuesto desconocido le estaba otorgando todo lo que quería y más.

       Nunca le había faltado nada imprescindible. Vivía sin inconvenientes, si algo no funcionaba lo intentaba hasta el agotamiento, para que no quedaran arrepentimientos luego. Sin embargo, siempre sentía un vacío, una mezcla de impotencia condimentada con frustración, pese a que hacía lo que estaba a su mano para evitarla y no sucumbir ante ella.

       Era normal, nada notorio la hacía diferente al resto. Promedio a sus ojos aunque especial ante otros. Solo alguien que se sumergía en la lectura y amaba la música entre otros pasatiempos. Aunque no lo admitiera, comúnmente única a su manera.

       Por eso, que alguien que lo tenía todo, desde apariencia hasta inteligencia -pues es necesaria para mantener ese elegante vocabulario- se preocupara por ella, la hacía sentir tan especial que parecía que recibiría un castigo.

        —¿Cuál es tu nombre?

        —¿Saberlo es su petición? —inquirió ahora más confundido el joven.

         —Claro que no. Pregunto solo por curiosidad —negó con una suave risa—. Tú me estás ayudando con mis problemas, y aunque yo no haya podido hacer aún nada por ti, creo que ya somos más que desconocidos.

         Ahora quien se sonrojó fue él, aunque intentó ocultario con una sonrisa de boca cerrada. Llevaba años en ese oficio de pura relación de un engañoso "give and take" (dar y recibir). Y todas estaban determinadas en cumplir sus deseos. Algunas hasta se enamoraban de él en el proceso, ya había pasado alguna que otra vez, pero no entablaban una relación con él o estaban dispuestas a mantener una amistad que una vez la luna llena llegara se vería amortiguada por la cruda realidad. Sin embargo, lo intentaría. Sería una experiencia, no le impediría cumplir su prometido.

       —Mi nombre es Len —respondió, haciendo una reverencia—. No tiene que presentarse usted, sé todo lo necesario, señorita T/N.

       —Me hace sentir como una engreída importante que uses el "señorita", créeme. Pero suena raro así que por favor llámame solo por mi nombre —bromeó ella—. Además, ¿Qué es eso de que sabes lo necesario? Ya te lo pregunté pero... ¿Eres un acosador o qué?

        —Por supuesto que no —objetó él tras una carcajada divertida—. Solo que tengo que tener una idea de la persona cuyos deseos voy a cumplir. Y hablando de eso...

         T/N se exaltó cuando Len se acercó a ella, quedando peligrosamente cerca. Agarró una de las hebras de su cabello y comenzó a jugar con ella entre sus dedos cubiertos por satín negro.

          —¿Me dirás ya qué es lo que deseas, T/N? —inquirió entre dientes.

          —Yo... quiero más sueños como los de ayer —pidió, conectando su mirada con la del chico—. Aún necesito seguir durmiendo para reponerme y... no hay nada mejor que sueños como esos.

          —No se diga más —culminó Len—. Ahora, como sabe, cerramos el pacto con un contrato. Este cierra con un beso, nada más.

          —¿¡Qué?! —alzó la voz, luego recordó que sus padres se preocuparían e irían corriendo a su habitación si se enteraban de que estaba despierta, y volvió a hablar bajo—. ¿C-Cómo que un beso? ¡¿Estás loco?! Será mi primer beso y... la última vez el contrato había sido una promesa de meñique, pensé que este sería igual...

          —Es la segunda vez que requiere mis servicios. La primera tiende a ser simple para que no dude, pero como conoce ahora la calidad de mis servicios, el precio sube. Además, ¿No es de gran importancia que sea su primer beso, cierto? Después de todo es parte de un contrato que solo la beneficiará a usted.

          —P-Pero...

          —¿Desea más sueños? —asintió repetidas veces—. Entonces es necesario el contrato.

          —D-De acuerdo.

          Len sonrió de forma amigable para transmitirle seguridad. Había lidiado ya con chicas como ella, y él, que ya había perdido la cuenta de a cuántas había atendido, le restaba importancia a un beso, aunque se tratase del primero.

          Llevó su mano izquierda enguantada al mentón de ella, para sostenerlo en un agarre delicado y levantar su cabeza. T/N estaba nerviosa, se notaba en sus ojos, en la forma en la que su ceño se arqueaba con preocupación y sus mejillas se teñían de un tierno rosa que provocaban querer apretarlas. Hasta que tragó como pudo y dejó sus párpados caer hasta que sus pestañas rozaran su piel.

          Él dispuesto a admirar el espectáculo no cerró los ojos. Se deleitó con cada expresión de la chica cuando sus labios se posaron sobre los de ella. Saboreó algo dulce, como un sabor a un almíbar para nada repugnante, de hecho, adictivo, restante en sus labios.

          Sabía que era por trabajo lo que hacía, por lo que se separó de ella sin más y sonrió cuando T/N abrió los ojos de nuevo para mirarlo.

          —Puede elegir —informó él—. Hay historias dulces cuan miel, y atrevida exquisitez. Es más, ¡Tenga todo! Satisfará su corazón.

          —¿Por qué haces todo esto por mí? —preguntó. Len solo le sonrió mientras la tumbaba sobre el colchón con suavidad y la arropaba, dejando un dulce beso en su frente.

          —Dulces sueños, T/N.

° • ° • ~ ♡ ~ • ° • °

          Luego de eso, el joven continuó visitando a T/N cada noche, incluso sin necesidad de que ella lo llamara. Lo esperaba con té y algunos dulces que robaba de la cocina, y rara vez pedía algún deseo relevante, solo se dedicaba a entablar conversaciones con él y hacer bromas mutuamente, cuidando que las risas no fueran tan estruendosas como para despertar a sus padres.

          Lo que hacía olía a prohibido. Quedarse hasta tarde a escondidas sola con un chico que ni siquiera conocía tan bien en su habitación. Una peligrosa aventura que le atraía demasiado.

          Hasta que llegó la primera noche de Luna llena.

          Len apareció en su habitación a la misma hora de siempre, pero no con su característica sonrisa. Por el contrario, sus orbes negros que eran como Japón de noche, eran más bien un callejón apartado perfecto para cometer un homicidio. Y no de los buenos, esa mirada no le provocó ninguna sensación agradable a T/N.

          —Hoy hay luna llena —fue lo primero que dijo. Él tendía a saludarla de manera formal, eso confirmó sus sospechas de que algo malo pasaba.

          —Ahora que lo mencionas es cierto... —afirmó, reuniendo su esfuerzo en no tartamudear.

          —Eso solo significa una cosa —expresó él—. Mi trabajo acabará.

          —¿E-Eh? ¿A qué te refieres, Len?

          —Al ver la luna llena brillar, mis servicios con la persona que atiendo en ese momento culminan —explicó, tragando grueso. Inmediatamente, su rostro mutó a una sonrisa, que intentaba no ser forzada.

          —¿Y eso significa que...?

          —Dejaré de cumplir sus deseos —completó él—. Y el precio... lo conoces, ¿no es verdad?

          —¿Precio? ¿No bastaba con hacer el contrato? —preguntó ahora T/N, tan desconfiada como al principio, pero esta vez, rezando porque el rubio se quedara y volviera a conversar con ella como se le había hecho costumbre.

          —No es así. Mi trabajo es satisfacer sus deseos, y garantizar que usted esté de acuerdo mediante el contrato que realizamos. Cobro por mis servicios la primera noche de luna llena que lleve haciendo el trabajo con dicha persona —resumió. Pero eso no calmaba los nervios de T/N.

          —¿Y... cuál sería ese precio?

          —Esos sueños tras tu mirar que tanto atesoras —ya ella dedujo lo que significaba eso—. Cada uno, yo voy a arrebatarlo.

          Ella lo supo todo al instante.

          Len era una criatura que definitivamente no era humana, más bien un yōkai por así llamarlo. Había leído antes una leyenda similar, un yōkai conocido como "El Devorador de Sueños" que comía las pesadillas de las personas que lo invocaran. A cambio de esto, una vez culminara sus servicios, devoraría también los sueños de esa persona, dejándola sin sentido de vida. Sin pasado, presente, ni futuro, un estado en el cual solo quedaría el suicidio al no saber por qué continúa la vida, con tal de escapar del mundo monócromo en el que fue obligada a permanecer por escapar de las pesadillas.

          Y entonces se arrepintió de todos sus egoísmos, aunque sabía que ya era demasiado tarde para regresar atrás.

          Diamantes cristalinos salieron de sus lagrimales para romperse vencidos por la gravedad al escapar de su mentón que con anterioridad el chico había sostenido para posar sus labios sobre los de ella.

          —¿Y esa cara triste por qué? ¡Esta es la realidad! Fuiste quien lo quiso así, en primer lugar.

          —¡Yo nunca quise esto! —refutó inmediatamente—. ¡Yo solo quería volver a dormir! Hiciera lo que hiciera ibas a tomar mis sueños en algún momento, ¿cierto? ¡¿Por qué no me lo dijiste en un principio?!

          —Porque entonces no estableceríamos el anhelado pacto —admitió Len—. Si se enteraba de lo que ocurriría al final, yo mi prometido no cumpliría jamás. Por ende, era necesario mantener el secreto.

[Nt. Rápida de escritora: ni yo entiendo... ¡¿cómo chuchas le hago para que rime?! ajshaksjsj]

          —Pero... —suspiró rendida—. En fin, haz lo que quieras. Necesitas alimentarte de sueños para sobrevivir, ¿cierto? Esto es una lección para que deje de ser egoísta y asuma las consecuencias de mis actos. Adelante, Len, tómalos.

          El rubio se acercó a ella y se inclinó para quedar a su altura. Tomó su mentón que aún estaba húmedo por las lágrimas que dejaron en algún momento de fugarse, y limpió los restos de estas en sus mejillas.

          La observó detalladamente. Analizó cada expresión de su rostro como ya llevaba días haciéndolo. Su sonrisa, su enojo, su decepción, la forma en la que fruncía el ceño, en que sus hoyuelos se marcaban cuando sonreía traviesamente, cuando se avergonzaba y jugaba con su cabello o sus manos para relajarse, todo comportamiento en ella que en lugar de pensar en sí misma se había dedicado a forjar una amistad con él que ya había olvidado el concepto de humanidad, y luego osaba llamarse a sí misma "egoísta" cuando en realidad era más humilde que cualquiera.

          —¡Agh! ¡Definitivamente no puedo! —se quejó y atacó sus labios con fiereza. T/N lo observó con los ojos como platos y un sonrojo naciente en su rostro, más fuerte que cualquier otro. Observaba a Len, que mantenía sus ojos cerrados con fuerza, y jugaba con sus labios de forma incomprensible pero necesitada. Ella solo se dejó llevar.

          Se separaron segundos después por la falta de aire. Ambos con los labios hinchados y la respiración agitada. T/N en su trance rozó su labio inferior con la punta de sus dedos, y Len en un gesto rebelde se pasó el antebrazo por los suyos.

          —No puedo quitarte tus sueños —confesó, sorprendiendo a T/N, que por primera vez lo veía como a un chico normal, sonrojado y desviando la mirada—. Eso significaría guiarte al suicidio y yo... no quiero que eso pase.

          T/N solo se acercó a él. Sus pies descalzos se juntaban con el frío suelo, pero lo ignoraba. El calor la invadió de nuevo una vez acunó el rostro del chico con sus manos, y acercaba su cabeza a él hasta que sus frentes se tocaron y sus narices se rozaron.

          Momentos en los que no era necesario el uso de palabras, especiales, incomprensibles y únicos, donde un gesto y una mirada se transmiten más de lo que podría el lenguaje.

          Más de lo que se podría en un sueño.

          En un sueño hecho realidad.

♡Especial♡

Un chico nuevo se transfirió a la escuela a la que asistía T/N. El rumor de la sangre extranjera que probablemente corría por sus venas no tardó en expandirse hasta llegar a los oídos de la chica.

Revisó su taquilla en busca de sus zapatos para poder regresar a casa cuando el naranja teñía el cielo, pero un trozo de papel que no debería estar ahí la invadió de curiosidad.

—Lo siento, Yu-chan, regresa sin mí. Tengo algo que hacer.

—Oh oh, ¿qué es ese papel? ¿Una invitación? ¡¿Se te van a declarar?! —preguntó la pelinegra golpeando a su amiga con su codo y una sonrisa pícara.

    —Claro que no, estúpida. Vete ya —negó la de cabello _______, propinándole un zape en la cabeza a su mejor amiga, la cual se quejó y entre pucheros se retiró.

T/N guardó el papel en el bolsillo de su blusa escolar, y se colocó los zapatos para salir al patio, en busca de la persona que la había citado de manera anónima, esperando que no fuera una broma de mal gusto por la cual debería regresar sola a casa.

Por suerte para ella sí había alguien ahí. Solo verlo de espaldas le aceleró el pulso. El cabello rubio recogido en una coleta le era demasiado familiar, y su mirada despistada color azul satinada por los tonos rojizos de la tarde, aunque no eran lo que ella recordaba, le fueron inconfundibles.

—¿Fuiste tú quien me citó aquí, Kagamine-kun? —llamó por su apellido, sacando al famoso chico nuevo de su trance, haciendo que volteara en su dirección con un suave sonrojo y una sonrisa segura, aunque de inmediato el gesto decayó, y se puso serio de repente.

—Yo... ¡Estoy enamorado de tí, T/A-san! ¡Y me gustaría que salieras conmigo!

—A-Am... esto... —tartamudeó ella, mirando a todos lados eligiendo las palabras correctas—. B-Bueno... me hace muy feliz que sientas eso por mí, en serio. Y bueno... podemos intentarlo, Kagamine-kun —asintió, ahora más confiada al ver la satisfacción del chico.

—¡Me alegro mucho, T/N! —ni siquiera resultó raro que la llamase por su primer nombre—. Ah, y, llámame Len.

° • ° • ~ ♡ ~ • ° • °

Recuento: 4337 palabras

° • ° • ~ ♡ ~ • ° • °

I found the love, fooor meeee... okya xD

Lamento muchísimo la demoraaa :( pasé por un bloqueo feo, solo podía editar los capis de Smile For You, no pude siquiera adelantar los otros proyectos AAAAAAA *se suicida* *revive* ok dejo el drama xD

Espero que el largo y la calidad del capítulo compense la espera, ladyetitinsa023perar pero era necesario para poder escribir algo que valiera la pena 7-7

Y por último pero no menos importante!!! Agradecimientos nivel dios para @Yui-chan_UwU que me ayudó con el final del cap, y de paso a salir de mi bloqueo :DDD lo tenía casi terminado pero estaba mal con el final... y ella me dio la idea de que Len se enamorara de la rayis uwu

Yo como que: sabes que eres mi besti frendi 4ever verdad? Ekizde

Y weno ya, me desvelé anoche haciendo esto xD espero les guste.  Ansío leer sus comentarios y ver sus estrellitas si les gustó uwu.

A Akemi le gustan los lectores que votan y comentan :3. A Akemi no le gustan los lectores fantasma :c

Baiiiisss♥︎♥︎♥︎

Akemi~

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