Big Balls ~ Bon x Angus
¡Disfrutalo!
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Bon pateo la puerta de la habitación para abrirla, sus manos estaban demasiado ocupadas en sostener a su novio como si fuera un costal de papas. Angus reía mientras golpeaba su espalda tratando de que lo deje en el piso, pero sin conseguirlo. Finalmente, la espalda del menor golpeó con fuerza el colchón, haciendo que rebotara un poco en este.
Scott se colocó encima luego de quitarse sus chanclas,poniendo una mano a cada lado de la cabeza del otro para sostenerse. Sonreía al ver sus lindos rizos alborotados. Las manos del guitarrista tomaron sus mejillas y las acarició despacio. Se dieron un tierno y corto beso en los labios.
Una de las manos de Young fue hacia la espalda ajena y comenzó a acariciar allí. El cantante bajó su cabeza para poder besar su cuello lentamente. Angus ya no se contuvo más y jaloneo el pantalón de Bon hasta dejarlo por sus muslos.
—¡Hey! —rio el más alto. —¿Y eso qué fue?
—Tengo ganas desde hace una semana. —llevo su mano hacia su propio pantalón para desabrocharlo y bajar el cierre.
Bon se quitó de encima y se sentó en la cama, iba a dejar que su pareja se desvistiera por su cuenta mientras él hacia lo mismo. Terminó de quitarse sus pantalones y los dejo en el piso, luego su camiseta. Se quedó en ropa interior y buscó un condón de la mesita de noche que estaba en su lado de la cama.
Angus quedó totalmente desnudo y se acostó sobre la cama boca arriba. Subió sus piernas hasta que sus rodillas tocaron sus hombros y las sostuvo allí, tomandolas por sus pantorrillas. Sentía su pene erecto chocar contra su estómago. Sonreía excitado buscando contando visual con su pareja.
Bon se relamió los labios por la imágen tan erótica frente a él. Podía ver a la perfección el pequeño y rosado agujero del otro, que palpitaba ansioso por ser llenado de una buena vez por todas. Sentía como su boxer se ajustaba cada vez más en su entrepierna. Le sorprendía lo rápido que su novio lo calentaba.
—Te estuviste tocando, ¿No? —le dijo. Se quitó su única prenda y los ojos del menor se abrieron grandes al ver ese pene que tanto le gustaba frente a él. Amaba tenerlo dentro y estaba desesperado por sentir aquello.
—Sí, mucho. —bajó una de sus manos y tanteo su agujero con sus dedos índice y mayor, jadeando.
Scott rio y abrió el paquete del preservativo, colocándolo rápidamente en su miembro duro pero revisando que no hubiera aire ni grietas. Por supuesto que el látex ya estaba lubricado y el guitarrista no necesitaban ningún tipo de juego o preparación, ya lo estaba haciendo él mismo.
—¡V-vamos, Bonnie! ¡Métela! —suplicó el pasivo, tratando de no moverse mucho en la cama para mantener su posición sin embargo no podía evitarlo, los cuatro dedos dentro de su recto no lograban parar de moverse. Su cuerpo quería un orgasmo y no iba a detenerse hasta conseguir uno.
—Quiero verte acabar primero. —dijo Bon, parado frente a la orilla de su cama. Sonrió lujurioso al ver cómo el menor aceleraba sus movimientos y comenzaba a retorcer su pezón izquierdo. Sus gemidos y jadeos lo hacian sentirse realmente excitado.
Los dígitos del guitarrista jugaban con su propia próstata, moviendo su almendrita de un lado a otro y presionandola cuando sentía que era necesario. Veía a su novio parado frente a su persona, cruzado de brazos y sonriendo. Su mirada reflejaba lujuria y cierta superioridad por ser la figura dominante en el sexo, Angus amaba tanto esa característica en Bon. La saliva se le caía de sólo pensar que en pocos minutos estaría siendo penetrado por él.
El mayor sólo se quedó ahí, mirándolo y tratando de contener sus ganas de masturbarse lo mejor posible. Un grito agudo resonó en sus tímpanos, su pareja había manchado su propio pecho y rostro con su semen; éste bajó sus piernas, apoyando sus pies en las sábanas y respirando muy agitado. Su corazón palpitaba con fuerza en su pequeño tórax.
—Muy bien. —dijo el cantante cuando se inclino contra él y luego besó su frente despacio. Movió algunos de los rulos que se arremolinaban en su frente sudada mientras limpiaba el líquido blanco de su cara con las sábanas, después las lavarían.
Las manos de Scott se posaron firmes en los muslos de Angus hasta acercar su trasero a él, arrastrando su cuerpo sudado en las sábanas. Tomó sus piernas y las puso sobre sus hombros, levantando así sus caderas y pelvis.
—Espera un segundo. —dijo Angus y estiró su brazo para tomar su almohada, colocándola en su espalda baja para tener mejor soporte.
—¿Listo? —preguntó viendo a esos hermosos ojos claros que tanto amaba. El menor asintió rápidamente.
La punta del pene del más alto comenzó a empujar, abriendose paso con facilidad en el interior del otro. Estaba abierto, era verdad, Bon lo sentía diferente que otras veces. Quizá no era tan satisfactorio como cuando estaba estrecho y lo apretaba con fuerza, pero meter su miembro dentro de él seguía siendo sumamente excitante.
No le costó nada pegar su pelvis a las nalgas de su novio. Lo sentía temblar y mover sus caderas para generar contacto. —Estas desesperado, ¿Eh? —dijo mientras sostenía los talones en sus hombros para que no se moviera de su lugar.
—Aah~ Bonnie, sí. D-dame duro~ —gimió adorando la sensación de sus paredes
siendo acariciadas y su hinchada próstata estimulada.
Las embestidas se volvieron rudas rápidamente, creando un ruido de chapoteo fuerte. Bon echó su cabeza hacia atrás, se sentía tan bien estar ahí. El condón disminuía un poco la sensación, pero sabía que al menor no le gustaba sin y él no pondría la salud de ambos en riesgo sólo para sentir un poco más de satisfacción sexual efímera.
Los testículos del más alto chocaban contra la piel del otro, muy cerca de su entrada.
—¡Ooh~! ¡Sí~! T-tienes las bolas tan grandes. —acarició un poco su vientre, un bulto ya podía verse allí. Paso las palmas de sus manos por su pecho, rozando sus pequeños y puntiagudos pezones que estaban erizados por el delicioso placer que recorría su cuerpo.
—Lo sé, pero además tú t-tienes el agujero pequeño. —le sonrió, viendo como él trataba de hacerlo sin lograrlo, se veía como un desastre. Su cara roja y ojos cristalizados. Una embestida fuerte y profunda hizo que quitara las manos de sus tetillas para agarrarse las mejillas. Sus carnosos labios se abrieron de par en par y comenzó a gemir con bastante volumen.
—Agh, qué bueno que estás. —jadeo el activo y besó una de las piernas ajenas, acariciando los pocos vellos en ésta. El pene de Angus se movía entre los vientres de ambos mientras chorreaba líquido preseminal pero ninguno le prestaba mucha atención. Estaban demasiado perdidos en el placer que sentían y el miembro del guitarrista no estorbaba para nada en este, al contrario, lo hacía mejor si llegaba a tener contacto directo contra algo.
Los suaves rizos del menor se le pegaban a la frente. Soltaba miles de gemidos, algunos más agudos que otros, dependiendo del lugar donde su novio golpeaba dentro suyo, aunque siempre daba en el punto justo. Se sentía al borde de acabar y necesitaba hacerlo saber.
—Bo-... Bonnie~ Ngh~ —estiró sus brazos para tenerlo más cerca, el cantante entendió y se agacho un poco sin parar de estrellarse contra él. Los rulos del mayor fueron jalados con fuerza por el más pequeño y sus labios unidos con necesidad. El cuerpo de Bon quedó encima del otro mientras movía su boca ferozmente para llevar el control incluso del beso. Angus sintió que ya no podía resistir, se separó para gemir agudo y soltar toda su semilla entre ambos. El mayor se apartó un poco y agarro su pene, masturbándolo al ritmo que lo penetraba para darle más placer durante su orgasmo. —¡E-Eso! ¡Sí! ¡Oow! ¡Me vas a romper! —chilló bastante agudo a la vez que su cuerpo se retorcía sobre su vientre bajo.
—¡Y eso te encantaría! ¿No es así, perrita? —el más alto rio lujurioso, viendo como su novio no podía parar de venirse y sintiendo que él lo haría pronto también.
Se movió algunas veces más y finalmente, llenó el condón con su escencia antes de salir de él. Se quitó el preservativo y lo ato para evitar que algo se saliera, fue hasta al baño y lo arrojó al tacho de basura. Se lavó el rostro para quitarse el sudor y volvió al cuarto. Bon se echó a un lado de su novio y de inmediato este se acurrucó encima suyo.
—Fue tan bueno~ —canturreó, abrazado al pecho ajeno, pasando su delgado dedo derecho índice por el pelo en éste.
—Pienso lo mismo. —dijo. —Te amo tanto, lindo. -besó su frente.
—Yo te amo más.
—Duerme un poco. —el más bajo asintio y cerró sus ojos. Ambos quedaron dormidos en un instante, acurrucados a pesar del sudor y la suciedad en las sábanas y sus cuerpos. Se amaban tanto que eso no les importaba, sólo querían estar uno con el otro sin prestar atención a esos detalles.
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