-Brimi, Brimi. -oía entre sueños el cantante, mientras sentía como uno de sus brazos eran movidos lentamente para que se despertara.

Brian murmuró medio dormido algo que Angus no logro entender antes de darse la vuelta para continuar durmiendo. O al menos eso trató, porque un golpe algo fuerte en su brazo lo hizo despertar de pronto. Lo miró algo confundido y cubrió un poco sus ojos con la parte interior de su brazo izquierdo por la luz que le había llegado de golpe.

-¿Qué pasó? -preguntó, sentandose en la cama para mirar a su esposo, temiendo que tal vez le hubiera pasado algo al bebé que llevaba en el vientre.

-¿Me preparas un sándwich, por favor? -dijo, mirándolo a los ojos con una expresión que quería dar lástima mientras juntaba sus manos en señal de súplica.

-Amor. -se volvió a recostar. -¿No puedes ir tú?

-¡Brian! ¡No puedo ni moverme y quieres que recorra la casa de noche! -reclamó colocando una mano sobre su redondo vientre de ya ocho meses.

-Pues enciendes la luz. -se burló y recibió una almohada en su cara. -Bien, bien. -rio mientras se levantaba de la cama.

-¿Sabes? Ya no quiero nada. Buenas noches. -apagó la lámpara de la mesita de noche, cruzandose de brazos luego. Se movió un poco para darle la espalda, mostrándole que estaba enojado con él.

-Angy, no te enojes. -se sentó en la cama, alcanzado el largo cabello de su cónyuge para acariciarlo. Tomó uno de los mechones y besó sus formados rizos. -¿Cómo quieres el sándwich?

-Hazlo de atún. -contestó apretando sus dientes.

-Bien, ¿Le pongo mayonesa?

-Ponle mostaza.

Johnson lo miró, sonriendo un poco por sus palabras. -¿Estás seguro de que no te hará daño?

-¡Sólo haz el maldito sandwich! -casi que gritó el guitarrista, ya estaba lo suficientemente irritado como para que Brian le siguiera cuestionando.

-Bien, bien. -rio y se levantó de la cama. -Ya vuelvo.

Salió del cuarto y encendió la luz, cruzó el pasillo casi que corriendo para ir directo a la cocina. Se apresuró a llenar dos panes blancos con mostaza y sacar una de atún para poner una parte de su contenido sobre el pan. Colocó la otra hogaza sobre el pescado, asquendose levemente por el olor que producían dos alimentos que, según él, no debía ni siquiera guardarse uno cerca del otro.

Puso el sándwich en un plato y sirvió jugo en un vaso para poder llevárselo a su esposo. Volvio a pasar por el pasillo; sin embargo, antes de entrar a su cuarto, dio un pequeño vistazo al que dentro de poco tiempo sería el de su hijo. Las paredes blancas y las cortinas amarillas eran demasiado brillosas para él pero no se atrevió a contradecir al embarazado, no después de la pequeña pelea que tuvieron por el color de la cuna, la cual terminó siendo blanca también.

Sonrió enternecido por lo que veía, esperaba que todo saliera bien y que su hijo pudiera dormir y jugar cómodamente allí. Aún no habían decidido cual sería su nombre, pero Angus quería uno escocés. A Brian le daba igual si era inglés, escocés o ruso, mientras fuera uno bonito. Dejaría que su esposo se encargara del nombre, él ya iba a darle el apellido; y aunque el menor había protestado por ello, argumentando que al que le iba a doler era él, Johnson no estaba dispuesto a negociar su linaje.

El vocalista volvio finalmente a la habitación, la cual estaba iluminada por una de las lamparitas. Su cónyuge leía una pequeña revista de esas con consejos para padres primerizos. No faltaba nada para el nacimiento de su hijo y estaba tan nervioso.

-¿Qué piensas de Kendrick? -preguntó Young, mirando al otro cuando éste dejó el plato y el vaso en su mesita de noche.

-¿Cómo?

-¿Qué piensas de que el bebé se llame Kendrick? -volvio a preguntar mientras dejaba la revista a un lado suyo y tomaba el sándwich para darle un gran mordisco, cerrando sus ojos y sonriendo en satisfacción al sentir su antojo saciado.

-Me gusta. -sonrió mientras volvía a sentarse en la cama.

-¿Y qué tal Andrew? ¿Y Blaine?

-¿Y Brian? -bromeó un poco con él.

-Oh no. -mordió otra vez su comida. -Con un Brian me basta. -recibió un beso algo fuerte en una de sus mejillas. -Basta Bri, estoy comiendo.

-Qué caprichoso te has puesto.

-Oh, cállate.

Un par de segundos pasaron en silencio en los que el guitarrista terminaba de comer. No pasó mucho antes de que el sueño volviera a él y trato de acomodarse para dormir bajo la mirada de su esposo.
Cerró sus ojos, tratando de volver a conciliar el sueño pero un movimiento dentro suyo lo hizo volver a abrirlos, sentandose otra vez en la cama con una mano sobre su vientre y la otra a un costado. Podía sentir las pequeñas pataditas en su interior. Últimamente venían muchas de noche.

-Toca. -tomó suavemente la mano de Brian, para acercarla a su redondo estómago. Él pudo sentir de inmediato los movimientos dentro de su esposo. Acaricio despacio, sonriéndole a su hijo. No importaba que aún no pudieran verse, lo sentía y eso era importante para él. Estaba enternecido, haciendo contacto visual al menor ahora.-Ahora se mueve más. Está feliz de sentir a su papá.

-Aww, Angy. -el inglés pegó su cabeza al vientre de su cónyuge, sintiendo como sus ojos se llenaban de pequeñas lágrimas y como Angus acariciaba sus rulos despacio.

-Ya, Brimi. ¿No vas a llorar, o sí? -rio un poco, palmeando su cabeza.

-Tal vez. -restregó uno de sus párpados cerrados para evitar hacerlo cuando volvió a su lugar.

-Guarda eso para cuando nazca.

-Bien, eso haré. Luego no te quejes.

Young bostezo, volviendo a acomodarse en la cama para dormir. El cantante besó al más bajo en los labios y luego dejó un pequeño beso en su estómago también.

-Buenas noches. Descansen los dos.

Angus sonrió de forma dulce un poco antes de volver a cerrar sus ojos para dormir, sintiendo como los brazos de Brian lo rodeaban y éste se acurrucaba junto a él despacio.