El cielo de París pintaba un gris melancólico, pero no dejaba de ser hermoso. Los rayos del sol se colaban tímidamente entre las nubes, iluminando la Torre Eiffel a lo lejos, mientras José y yo caminábamos por las calles empedradas.

- Oye Kiki, ¿me estás escuchando? - me pregunta frunciendo el ceño, aunque no puede evitar sonreírme y yo le sonrío como respuesta algo agelical para que no notara que iba absorto en mis pensamientos, apenas prestaba atención a lo que él me iba contando - sabes que la sonrisita no cuela ¿no Ojitos?

- ¿Eh? Perdón, estaba distraído - admito rascándome la nuca, un poco avergonzado.

José se detiene frente a un pequeño café, se sienta en una de las sillas y me invita a hacer lo mismo. Al instante, saca su móvil y comienza a buscar algo.

- ¿Qué haces? - pregunto, un poco intrigado, ya que, ya llevaba un rato con el teléfono buscando lo que fuera y no me había dado ni siquiera una pista.

- Quiero ponerte una canción - responde mirándome a los ojos lo que haga que sonria en cuanto noto ese brillo travieso en su mirada.

En cuestión de segundos, comienzan a sonar los primeros acordes de una melodía conocida por ambos; El amor es un arte de Melendi y me sonríe con complicidad y mientras se inclina hacia mí.

- ¿Sabes por qué me gusta tanto esta canción? - me susurra en voz baja, lo suficiente para que solo yo lo escuche - porque el amor, como dice, no se mide en tiempo, sino en lo que somos capaces de construir juntos - lo miro fijamente, mientras siento como el corazón se empieza a acerlerar, de su chaqueta saca una pequeña caja que, al abrirla, revela... una llave.

- ¿Qué es esto? - pregunto confundido, tomando la llave entre mis dedos.

- Es la llave de nuestro futuro - responde riendo suavemente, aunque yo sabía que era más una risa nerviosa que otra cosa - quiero que sepas que, al igual que tú creíste en mí y en nuestra relación cuando firmé mi renovación, yo he apostado por nosotros también.

Me quedo en silencio unos segundos, procesando sus palabras, antes de sacar un sobre de mi bolsillo y se lo entrego.

- Creo que es un buen momento para darte esto — murmuro, viendo cómo sus ojos se abren sorprendidos mientras desenvuelve el papel; dentro, se encontraba mi nuevo contrato: renovado.

- ¡No me lo creo! - exclama José, mirando entre el contrato y yo, sus ojos brillan de emoción, y en un impulso, se levanta y me abraza - ¿por qué no me lo habías dicho antes?

- Quería que fuera especial, como aquella vez que me diste tu noticia- respondo mientras nos quedabamos así, abrazados, mientras la canción de Melendi sigue sonando de fondo. 

El mundo a nuestro alrededor desaparece, y solo quedamos nosotros dos, como si París entera nos perteneciera.

- Amor, tienes razón - susurro, rozando sus labios - el amor es un arte, y nosotros estamos pintando juntos el cuadro más hermoso de nuestras vidas.

José sonríe antes de besarme una vez más, y por un momento, sé que no hay nada más perfecto que esto: el amor, el arte, y la promesa de un futuro juntos.

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Espero que te guste cariño ❤miss_rico

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