۞╬═════« Celos en el tercer acto »═════╬۞
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One-Shot
Genshi Impact-Aether X Furina
"Hemos visto multitud de universos... en todos ellos hemos visto héroes, villanos, antihéroes... pero hoy, veremos un mundo diferente. Un mundo alejado del resto... un mundo llamado 'Teyvat' donde un viajero en busca de su hermana aunque su viaje no ha terminado... su odisea lo llevó a Fontaine la nación de la justicia..."
"Ahi conoció a grandes personas pero entre todos... nos enfocaremos en una sola de ellas..."
Las luces del Teatro de Fontaine brillaban con una intensidad dorada mientras la gente tomaba asiento, esperando el inicio de la obra. Era una noche importante, no solo para la ciudad, sino especialmente para Furina.
Después de todo lo que había ocurrido con la revelación de su verdadera identidad, había pasado semanas sumida en una extraña melancolía, sintiéndose perdida sin el papel que había representado durante tanto tiempo como la "diosa de la justicia".
Fue Clorinde quien, con su habitual tono estoico, le sugirió que volviera a subir al escenario, no como Arconte, sino como actriz.
—El teatro siempre ha sido tu fuerte, y ahora podrías hacerlo por ti misma, sin el peso del trono — Le dijo con serenidad.
Navia, quien estaba presente, sonrió con suavidad y añadió:
—Recuerdo lo mucho que amabas actuar, que enseñabas durante horas un papel hasta que fuese perfecto. Ya no tienes por que quedarme en el pasado, debes avanzar y seguir.
Furina, en un inicio, se mostró reticente. La idea de actuar sin el velo de la Arconte la intimidaba más de lo que quería admitir. Pero las palabras de Clorinde y Navia se quedaron con ella. Con el tiempo, comenzó a considerar la idea. Tal vez, de alguna forma, actuar de nuevo le ayudaría a encontrar un nuevo propósito.
Y así, después de mucho insistir, aceptó protagonizar la obra más esperada de la temporada: "El Corazón de la Marea", una historia de romance trágico entre una noble de Fontaine y un marinero destinado a zarpar hacia lo desconocido.
Desde el público, Aether observaba el escenario con una expresión neutral, aunque en su interior algo le incomodaba. No entendía exactamente qué, pero tenía una sensación extraña desde que leyó el guion antes de la función.
No era precisamente la trama lo que lo inquietaba, sino la coestrella de Furina, un actor de renombre en Fontaine que interpretaba el papel del marinero enamorado.
—¡Paimon no puede creerlo! ¡Mira cómo la mira! — Susurró la pequeña flotando junto a Aether, con una expresión de incredulidad.
—Es solo actuación, Paimon... — Murmuró Aether, pero por alguna razón, sus palabras sonaban menos convincentes de lo que quería.
La obra avanzaba con fluidez, los diálogos entre Furina y su coestrella eran intensos, cargados de emoción. La ex-arconte, a pesar de su actitud más apagada fuera del escenario, se transformaba completamente cuando interpretaba su papel, atrapando la atención del público con su fragilidad y determinación.
Pero entonces llegó la escena crucial: el marinero debía confesarle su amor a la noble y tomarla de la mano bajo la luz de la luna artificial del escenario. Aether sintió un pequeño pinchazo en el pecho cuando el actor se acercó a Furina con una expresión profunda y le dedicó una línea que resonó en el teatro:
—Si el mar me arrebatara la vida, lo único que lamentaría sería no haber podido quedarme contigo.
Hubo un silencio en el público. Furina bajó la mirada, su expresión vulnerable era tan real que Aether sintió algo revolverse en su interior.
—¡Mira su cara! ¡Se está sonrojando de verdad! — Exclamó Paimon en un susurro demasiado fuerte.
—No está sonrojándose... — Replicó Aether, aunque lo dijo más para convencerse a sí mismo que por otra cosa.
Desde el palco más alto, Neuvillette observaba la escena con calma, su expresión impenetrable como siempre. Sin embargo, cualquiera que lo conociera bien notaría un leve suspiro de resignación.
La obra continuó hasta su clímax dramático y, finalmente, el telón cayó entre aplausos y vítores. Furina, junto con el resto del elenco, hizo una reverencia al público, pero incluso desde su asiento, Aether notó que su sonrisa era más tenue de lo habitual.
Tal vez el papel que había tomado no era solo una actuación, sino también un reflejo de sus propios sentimientos de pérdida y redescubrimiento.
Entre los murmullos del público, algunas voces se alzaron en susurros poco amigables:
—¿Cómo puede seguir actuando tan tranquila después de haber mentido tanto tiempo?
—Por muy buena que sea, no deja de ser una farsa...
—Fontaine no olvida tan fácil.
Aether frunció el ceño. Su mandíbula se tensó al escuchar aquellas palabras, pero no dijo nada. En su interior, la molestia ardía con fuerza. Sabía que Furina había sufrido más de lo que cualquiera de ellos podía imaginar, y aun así, la seguían juzgando.
Apretó los puños, reprimiendo el impulso de volverse hacia esas personas y hacerlos callar, pero en vez de eso, se obligó a respirar hondo y centrar su atención en Furina, quien, a pesar de todo, seguía de pie en el escenario.
Cuando la multitud comenzó a dispersarse, Aether se levantó rápidamente. Sin pensarlo demasiado, tomó la decisión de ir a verla entre bastidores.
Furina estaba en su camerino, quitándose los accesorios del cabello cuando escuchó un golpe en la puerta.
—Adelante — Dijo con su tono habitual, aunque sin la energía de antes.
La puerta se abrió y Aether entró, viéndose un poco más incómodo de lo habitual. Furina parpadeó, sorprendida.
—¿Viniste a felicitarme en persona? — Preguntó, intentando bromear.
Aether se rascó la nuca
—Sí... en parte. También quería decirte que... hiciste un gran trabajo. Se notaba que te esforzaste mucho.
Ella sonrió levemente, pero no con la confianza de antes.
—Gracias... aunque no creo haber sido tan espectacular. No es como antes, cuando podía interpretar cualquier papel sin dudar — Aether la miró con seriedad.
—Quizás porque ahora ya no necesitas fingir todo el tiempo.
Furina bajó la mirada, su voz tembló apenas.
—Tal vez... pero eso también me hace sentir vulnerable.
Aether se acercó un poco más.
—No necesitas ser perfecta para ser increíble. Tu actuación fue la más hermosa que he presenciado.
Furina abrió los ojos con sorpresa y, por un instante, un sonrojo apareció en sus mejillas. Sin embargo, rápidamente apartó la mirada, llevándose una mano al cabello como si acomodara un mechón suelto.
—Bueno... supongo que Fontaine tiene suerte de tener un público tan generoso — Dijo con fingida despreocupación — Aether sonrió con suavidad.
—No es generosidad, es la verdad.
Hubo un breve silencio antes de que él continuara, un poco más bajo.
—¿Te gustaría dar un paseo por Fontaine? Me gustaría hablar contigo...
Furina lo miró, dudó un instante, pero finalmente asintió.
—Sí... Me gustaría eso.
Las calles iluminadas de Fontaine reflejaban la luz de la luna en sus canales cristalinos mientras ambos caminaban sin rumbo. Furina suspiró, observando las aguas.
—¿Sabes? Durante 500 años fingí ser algo que no era. Siempre actué, incluso fuera del escenario. Pensé que si me detenía, si dejaba de fingir, perdería todo... — Su voz se tornó más suave, como si temiera que decirlo en voz alta lo hiciera más real.
Aether la miró en silencio, dejándola continuar.
—Me aterraba la idea de que, sin ese papel, yo no significara nada... Y cuando la verdad salió a la luz, sentí que mi mayor miedo se hizo realidad — Su mirada se ensombreció — Perdí Fontaine. Perdí mi propósito. Perdí... a mí misma. Temía que la profecía se hiciera realidad... y eso pasó...
Aether se detuvo y la miró fijamente.
—No perdiste todo. Tal vez dejaste de ser la Arconte, pero sigues siendo Furina. Sigues siendo importante... — Furina bajó la mirada.
—¿De verdad crees eso? — Él asintió.
—Sí. Y tu actuación esta noche... fue la más hermosa que he visto.
Furina sintió que su rostro se calentaba. Se apresuró a girar la cabeza, disimulando su sonrojo.
—Eres un tonto si dices esas cosas tan en serio...
Aether sonrió, notando su reacción.
—Solo digo la verdad.
Furina respiró hondo y, con un tono más suave, murmuró:
—Gracias, Aether. Por estar aquí.
Después de un momento de silencio, él extendió una mano.
—¿Te gustaría seguir caminando un poco más? Fontaine aún tiene mucho por ver.
Furina dudó un momento, pero luego tomó su mano con delicadeza.
—Sí... Me gusta
Aether sonrió y, sin previo aviso, Furina, dejándose llevar por un impulso, se puso de cunclillas y le dio un beso en la mejilla. Apenas lo hizo, sus ojos se abrieron con sorpresa, y en un instante apartó la mirada, llevándose una mano al rostro, evidentemente avergonzada.
—Y-Yo... eso no fue... es decir... ¡No malinterpretes nada! — Balbuceó sin poder sostener su mirada.
Aether la observó divertido y, con una sonrisa suave, tomó su mano y depositó un beso en ella.
—No tienes por qué robarlo si tanto quieres uno... puedes pedirlo.
Furina sintió que su cara explotaba de calor. Sin saber qué responder, simplemente desvió la mirada, aunque una pequeña sonrisa temblorosa asomaba en sus labios. Y en la tranquilidad de la noche de Fontaine, la distancia entre ellos desapareció.
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Es mi primer escribiendo algo de Genshi... me anime al ya haberme completado las misiones de Arconde, no se cuantos one shots haga de este juego, solo me anime por que se me vino la idea...
Por ahora solo tengo otro planeado, el cual ya tengo medianamente escrito, sin mas que decir chau!
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