EL PRIMER AMOR

Capítulo dedicado a aanaameesaa
espero que te guste ❤️

El primer amor es ese que nunca se olvida. Mi primer amor tiene nombre y apellidos, Oihan Sancet.

Nuestro amor ocurrió en la adolescencia, eramos dos adolescentes que íbamos a la misma clase y que se enamoraron.
Ese primer amor es el primer sentimiento de enamoramiento profundo que sentimos hacia otra persona, cuando estás con la otra persona todo es bonito, llegas a idealizarla considerándolo así como él más perfecto y maravilloso del mundo, sin apenas un defecto y creas imágenes ideales como si de una película romántica se tratase.

Llegas a estar pendiente de un mensaje, una llamada, donde poder encontrarlo...

El recuerdo de esa persona nunca se te va, todas las vivencias, las primeras veces. Recuerdas los momentos y sensaciones vividas.

Después de este primer amor dicen que te llega otro también especial pero no como el primero y en mi caso también llego, Iker.

Volver a casa después de bastante tiempo es la mejor sensación del mundo, he pasado dos años viviendo fuera y ya tenía ganas de volver a Bilbao, extrañaba a mi familia, amigos y la mayoría de cosas de aquí.

- tenemos que ir a casa de los Sancet, cariño - me dice mi padre.

- ¿y eso? - pregunto curiosa.

- ya sabes las típicas comidas que hacen tu madre y Amaia - dice nombrando a mi madre y a la madre de Oihan.

- pues en ese caso voy a prepararme que sino después mamá me chilla - digo y mi padre asiente.

Nos encontramos en la puerta de los Sancet esperando que nos abran, estoy un poco nerviosa y creo que es por ver a Oihan, han pasado varios años desde que no nos vemos, por lo menos dos y medio más o menos.

- Ana pero que de tiempo mujer - dice Amaia recibiendonos - mira que guapa estas - dice besando mis mejillas.

- para ti el tiempo no pasa Amaia estas igualita que la última vez que te vi - le digo a la mujer que me sonríe.

En el comedor veo a Oihan con el móvil, en cuanto escucha nuestros pasos alza la mirada y me mira fijamente.

- niño levántate a saludar - le dice su padre, Ander.

Oihan se levanta y primeramente saluda a sus padre para después quedar enfrente de mi.

- has vuelto - murmura.

- he vuelto.

- ¿vas a quedarte? - pregunta.

- si.

Él asiente y se acerca a darme un abrazo que verdaderamente se siente como en casa.

Tiempo después...

Hemos acabado de comer y tanto Oihan como yo nos dirijimos a la cocina a por el postre.

- he oído que te va fenomenal en el Athletic.

- por suerte me va bien - dice sonriendo.

- ¿y a ti cómo te ha tratado la vida, Anita? - pregunta.

- no me puedo quejar mucho - digo.

Volvemos a la mesa y vemos como nuestras madres tienen varios álbums de fotos entre sus manos.

- mirar vuestra primera foto como novios - dice Amaia.

- que pareja tan bonita haciais - dice mi madre y yo miro a Oihan que me mira y me guiña un ojo.

- yo creo que ahora también la haríamos - dice Oihan.

- a todos nos daríais una alegría - dice Ander.

Y ahí está otra vez él.

Salgo a correr cerca del barrio en el que vivimos, la rutina de comenzar a correr comenzó cuando me mude a Berlín al principio lo hice por algo más que por una rutina, era como algo que necesitaba hacer para tener mi cabeza un poco en otras cosas y después ya me fui acostumbrando.

- Anita - escucho su voz.

Paro y me quito los auriculares, giro mi cabeza y lo veo acercarse a paso lento y con una sonrisa en su cara.

- ¿ahora corres? ¿Eres atleta? - pregunta y yo pongo los ojos en blanco.

- si corro - digo y él asiente.

- en el colegio no te apetecía - dice y me río.

- allí era por obligación - digo. - ¿te apuntas?

- venga, haber cuanto tardas.

Empezamos a correr y me vuelvo a poner los auriculares al igual que él.

Paramos cuando llegamos al parque y bebemos un poco de agua.

- me has sorprendido - dice y yo sonrió.

- ¿Qué te esperabas?

- no pensé que fueses a correr 7 kilómetros - dice mirando el reloj.

Los dos nos sentamos en un banco de madera y lo que digo ayer resuena una y otra vez en mi mente: "Yo creo que ahora también la haríamos".

- te has quedado empanada - dice riendo.

- estaba pensando.

- ¿y se puede saber?

- mira que siempre has sido muy preguntón tú.

- no es novedad - alza los hombros.

- estaba pensando en las palabras que dijiste ayer.

- ¿yo creo que ahora también la haríamos? - pregunta y yo asiento.

- esas mismas.

- ¿Qué pasas con esas palabras?

- ¿de verdad crees que haríamos buena pareja ahora?

- claro que lo creo Ana.

- pero la última vez no salió muy bien - recuerdo.

- Ana eramos prácticamente dos niños - dice y yo asiento.

- ¿sigues sintiendo algo por mi, Oihan?

- nunca he dejado de sentir algo por ti, Anita. ¿Y tú?

- creo que yo tampoco lo he echo. - digo y él sonríe.

Se acerca a mi y nos besamos. Y que bien se siente besarse con la persona que tanto quieres y has querido.

- ¿estas preparada para decirle a nuestros padres que hemos vuelto? - pregunta mi novio y yo asiento.

- más que preparada.

- yo creo que ya lo sospechan pero se van a poner locos de contentos.

- obviamente - digo riendo.

Llegamos a casa de mis padres y ya están también los padres de Oihan.

- ¿Cómo estás para el partido de mañana? - le pregunta mi padre.

- con ganas - le contesta Oihan - haber si ganamos.

Al terminar de comer me recuesto sobre el hombro de Oihan que deja un beso en mi mejilla y con un brazo me rodea los hombros.

- que juntitos estáis - dice Amaia.

- y se les ve cariñosos - dice mi madre.

Son dos marujas en todas las letras.

- ¿algo que decirnos? - pregunta Amaia y mi madre se cruza de brazos.

- somos novios - decimos los dos a la vez y nuestras madres se abrazan.

- Consuegra - grita mi madre y Amaia ríe.

- que feliz nos hacéis niños - dice mi padre.

- si algún día os casáis nosotras somos las wedding planner - dice Amaia haciéndonos reír.

- paso a paso - dice Oihan.

Y es que una siempre regresa a donde fue feliz y yo he regresado junto a mi primer amor y el último, Oihan Sancet.