29. Rodri Hernández
SOY AFORTUNADO
Una entrevista, una simple entrevista, pero que para mí no es una cosa simple. No cuando voy a entrevistar a un chico que me vuelve loca en todos los términos. Rodri Hernández.
Nunca me hubiese imaginado que me tocaría entrevistar a uno de mis jugadores favoritos, pero eso va a suceder en cuestión de minutos y estoy nerviosa, mucho.
Termino de tomarme mi café y escrito en la libreta de anotaciones algunas de las preguntas que quiero hacerle.
Nada más tomar el último sorbo a mi café recibo la llamada de mi jefe. La entrevista empieza en diez minutos y Rodri ya ha llegado.
Me dirijo a la sala de entrevistas algo nerviosa y casi mordiendome las uñas. Abro la puerta lentamente y me contengo por no pegar un grito cuando lo veo sentado con las piernas cruzadas y mirando hacia la puerta que acaba de abrirse.
- hola - dice poniéndose de mi.
Me acerco a él y creo que he empezado a ponerme roja.
- ¿eres Cataleya verdad?
- si soy yo.
- Rodri, un placer - dice dándome dos besos en la mejilla.
- el placer es mío Rodri. - digo y él me sonríe. - ¿te parece si empezamos ya con la entrevista?
- cuándo tú quieras Cataleya.
- empezamos.
Una media hora después acabamos con la entrevista. La entrevista ha ido muy bien y yo me lo he pasado genial. Rodri aunque así de primeras no lo parece es un chico gracioso aunque también algo tímido, es un poco pues como yo.
Yo diría que hemos pasado un buen rato.
- se me ha pasado volando - confiesa y yo sonrió.
- me alegro entonces.
- genial, ha empezado a llover - dice y miro por el cristal del ventanal.
- joder - maldigo.
- ¿te sucede algo Cataleya?
- mm, no sé como voy a llegar hasta mi casa - digo soltando un suspiro.
- fácil, dejame que te lleve.
- oh no, Rodri no quiero causar una molestia.
- no es ninguna molestia, no voy a dejar que te mojes Cataleya.
- pero seguro que te pilla algo lejos.
- no te preocupes, que yo te llevo a donde te tenga que llevar.
- ¿enserio? - pregunto.
- claro, ¿nos vamos ya?
- si.
Llevamos parados en el coche alrededor de unos quince minutos o incluso algo más de tiempo debido a las fuertes tormentas que están cayendo y a un accidente de tráfico.
- esto parece que va para largo - dice Rodri dando pequeños golpecitos al volante.
- odio - digo apoyando mi cabeza en el cristal.
- yo también - dice mirándome.
- me siento mal - le digo.
- ¿te duele algo? - pregunta haciendo una mueca de preocupación.
- no, no me duele nada. Simplemente me siento mal porque estés aquí en pleno atasco por mi culpa.
- no te sientas mal por eso Cataleya.
Después de algo más de media hora porfin llegamos a mi casa.
- Rodri, ¿quieres pasar? Es casi las cuatro de la tarde y tendrás hambre.
- la verdad es que un poco.
- pues venga pasa que voy a preparar unas croquetas de jamón y una sabrosa tortilla de patatas.
- sin pensarlo - dice y yo río.
Entre los dos nos hemos dispuesto a hacer la comida y ahora que ya está echa, estamos comiendo mientras nos conocemos un poco más.
- ¿qué te gusta hacer en tú tiempo libre? - me pregunta.
- me gusta mucho leer, escuchar música y salir a pasear. ¿Y a ti?
- ver algunos deportes que no sean fútbol y desconectar de todo un rato leyendo o hablando con familiares y amigos - dice y yo asiento con la cabeza - ¿cuál es tú lugar favorito en el mundo?
- no es un sitio paradisíaco ni micho menos, pero para mí es el sitio con más magia y especial que existe, Sevilla.
- así que una sevillana en tierras británicas.
- así es. Y tú madrileño. - digo y el sonríe. - ¿quieres ver algo en la televisión?
- ¿vemos una serie? - pregunta.
- dale.
Después de unos minutos buscando alguna serie que nos guste a los dos, nos decidimos por Miércoles.
- Cataleya, creo que va siendo hora de que me vaya. - dice poniéndose en pie - se me va a hacer tarde.
- gracias por todo en el día de hoy - digo acercándome a él y le doy un abrazo.
- no me tienes que agradecer nada.
Me separó del abrazo y nos quedamos mirándonos a la cara. Veo como se muerde el labio inferior y miró para el otro lado, porque me está poniendo nerviosa y no sé si podré contenerme a besar sus labios.
- Cataleya.
- dime.
- mírame - pide.
Lo miro a esos ojos marrones y contengo la respiración.
- ¿quieres que te bese?
- ¿qué? Yo n... - intento excusarme sabiendo que me estoy poniendo como un tomate.
Pega su cuerpo al mío y cierro los ojos al sentir el roze de su boca chocar con la mía.
- ¿me ibas a decir que no querías? - pregunta en un leve susurro.
- calla y bésame.
Y lo hace. Me besa de una manera tan delicada, tan bonita, y tan cuidadosa.
- nos vemos Cataleya.
Tiempo después...
Esta misma tarde - noche, el Manchester City se juega la final de la Champions contra el PSG.
La final se disputa en Estambul y hasta aquí que me he venido yo a petición de Rodri.
Hablando de Rodri, Rodri y yo llevamos unos meses juntos, no es una relación oficial porque ninguno de los dos hemos hablado de oficializar nada, pero podemos decir que estamos en algo.
Cuando los jugadores de ambos equipos salen al campo, Rodri me saluda a lo lejos y yo le sonrió y le alzó el pulgar.
En el 16' es el PSG quien se adelanta en el marcador con un gol de Hakimi.
El tiempo sigue pasando y en el 29' el City empata con un tanto de Kevin De Bruyne.
Llegamos al descanso y aprovecho para mandar fotos del estadio a mi familia y amigos. Y también para comer algo.
La segunda mitad del partido comienza y en el minuto 52 el PSG vuelve a ponerse por delante, esta vez Neymar es el que mete.
Parece que va a estar intenso.
- penalti - gritan detrás de mí.
Penalti pero como una catedral. Han derivado a Haaland dentro del área justo cuando el noruego ni tenía el balón, esperaba el pase de Joao Cancelo.
Y Haaland mete el penalti.
Igual que nos pitan los penaltis a favor, también lo hacen en contra y Mbappe es el encargado de desde los once metros ejecutar el lanzamiento.
Que va dentro.
3 - 2 en el marcador y metemo que esto no acabará así.
Entra Julián Álvarez al terreno sustituyendo a Haaland, puede ser un poco arriesgado sí, pero creo que va a salir bien.
Minuto ochenta y como ya intuía Julián Álvarez hace su aparición estelar metiendo un golazo por el lado derecho del portero.
3 - 3, otra vez empate. Unos minutos más y puede que vayamos a la prórroga.
Minutos de descuentos y la verdad que tengo el corazón en un puño.
Veo a Rodri tirar y poco después el balón entra en la portería haciendo que grite como una loca.
Rodri se quita la camiseta mientras grita con fuerza y se acerca rápidamente a la grada donde estoy para besar mis labios.
- Cataleya, este va para ti. - grita antes de volver con sus compañeros.
El partido acaba y Rodri corre hacia mi para ayudarme a bajar de las gradas.
- te quiero Cataleya.
- y yo a ti Rodri.
- soy afortunado porque los mayores terosos que tengo no los he comprado - dice tarareando la canción de mi artista favorito, Manuel Carrasco.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro