MI HÉROE SIN CAPA

Estoy en un restaurante de Barcelona junto a algunos de mis compañeros de club y amigos, Pablo o más conocido como Gavi y Pedro, también más conocido como Pedri.
Hemos venido a cenar, hacia tiempo que no quedábamos los tres para dar una vuelta por la ciudad.
Los entrenamientos y los partidos no nos lo permiten mucho.
Soy jugador del Barcelona, para mi es el club de mi vida, el club donde siempre he soñado jugar.
Y ahora estoy cumpliendo ese sueño, que siempre había soñado.

Miró a la mesa de al lado y veo a una chica muy mona, y a un chico que tendrá más o menos la misma edad que yo. Parecen pareja.
La chica no es que tenga muy buena cara, y no lo digo porque sea fea, sino todo lo contrario es guapísima. Pero parece que ha llorado, se lo noto en sus ojos.

- Daniela - escucho la voz del chico.

- dime Javier.

- esta noche te he traído aquí por una cosa en especial.

La chica lo mira y hace una mueca. Parece nerviosa y su respiración es algo más rápida. No soy médico ni nada de eso. Pero eso podria notarlo cualquier persona.

El chico se levanta de la silla y se acerca a ella. La chica lo mira incrédula y yo diría que se está muriendo de vergüenza al ver como todas las miradas del restaurante se posan en ellos.
El chico se arrodilla, coje del bolsillo de la chaqueta una caja y la abre. Es un anillo de compromiso. Le está pidiendo matrimonio.

- ¿quieres casarte conmigo? - le pregunta el chico.

La chica niega con la cabeza mientras empieza a llorar. El chico la mira atentamente esperando una respuesta. Que tarda en llegar.

- ¿te crees que soy tonta Javier? ¿Crees que no sé qué me estás poniendo los cuernos con mi prima Tatiana? - grita y todos la miramos como se levanta de la silla y se va. Pero justo antes de marcharse, coje el anillo y lo tira a la copa de vino.

- casate con ella. Que sois los dos tal para cual.

Veo a la chica salir corriendo del restaurante mientras se limpia las lágrimas con el dorso de su mano. Me da pena, mucha pena. Todo el restaurante le da una mirada fría al chico y este chasquea la lengua y coge su teléfono para hacer una llamada.

- pobrecita - dice Gavi y yo asiento.

- me ha dado mucha pena. - comenta Pedri.

- ahora vuelvo. - me disculpo levantándome de la silla.

Salgo del restaurante en busca de la chica. No sé porque pero a despertado una curiosidad inmensa en mi. Doy un paseo por las calles de alrededor pero no la encuentro.
Lo más probable es que se haya marchado ya a su casa.
Pero escucho unos lloros proveniente de la calle de enfrente, y algunas palabrotas. Me acerco para ver si puede ser la chica morena, y efectivamente lo es.

- vete no quiero saber nada de ti Javier.

- emm perdona no soy Javier - digo y ella me mira quitándose las manos de sus ojos, que por cierto son preciosos.

- ¿quién eres tú?

- me llamo Nico y quiero saber como estás. He visto lo que ha pasado en el restaurante - digo y ella resopla.

- estoy de puta madre, ¿no me ves?

- estás temblando.

- ya - me contesta. - perdón por sonar borde, es que no te conozco.

- no te preocupes. Oye quieres que te lleve a tu casa, creo que te vendría bien.

- no hace falta, puedo ir andando.

- no irás andando. Es tarde y de noche y además no estás bien.

- no quiero fastidiar tu noche.

- créeme que no lo haces.

- pero estabas con tus amigos.

- oh, no te preocupes. ¿Qué aceptas que te lleve a tu casa?.

- mm, acepto por cierto soy Daniela.

- un placer Daniela.

Daniela me indica por dónde debo de ir hasta llegar a su casa. Me he quedado mirándola varias veces y ella se ha dado cuenta, pero no ha dicho nada.
A ella también le ha pasado lo mismo que a mi.

- es esa de ahí - dice señalando la casa - gracias por traerme Nico.

- ¿no me dejas pasar? ¿Sabes que es de mala educación? - digo y ella se ríe.

- anda pasa si quieres.

Sonrió y aparco el coche, los dos bajamos de el y entramos en su casa. Es pequeña pero bonita.

- ¿quieres tomar algo? Tengo algo de alcohol.

- un coctel - digo y ella asiente.

- pues enseguida vuelvo.

Va a la cocina y yo me quedo sentado en el sofá mirando los alrededores de la casa. Veo algunos cuadros de cuando era pequeña y sonrió al ver lo mona que estaba ahí.

- toma - dice entregándome un vaso de cristal.

- esta muy bueno - dice dándole un sorbo.

- soy la mejor haciendo esto.

No se en que momento de la noche, nos hemos quedado cara a cara. Mirándonos a los labios. Sus labios pintados de un rojo carmín, me tientan. Tengo ganas de besarla. Muchísimas. Nunca había sentido tantas ganas de besar a una chica, como las que estoy sintiendo ahora mismo.

- si lo vas a hacer, hazlo ya. - me dice y yo trago grueso.

¿Lo hago o no lo hago?
Nico arriesgate.
Y lo hago, la beso y creo que es lo mejor que he podido hacer.
Nuestros labios se mueven al mismo compás, entreabre los labios y nuestras lenguas entran en contacto.

- Nico te necesito. - me súplica.

- ¿estás segura?

- completamente.

La cojo y subimos hasta su habitación. La dejo en la cama y me pongo encima de ella sin aplastarla. Seguimos besándonos, con deseo con ganas de estar en contacto el uno con el otro.
Los dos tenemos ganas de más.

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Daniela.

Me estoy dejando llevar. No estoy pensando mucho la verdad. Nico es un chico guapísimo y tengo ganas de él. Lo que ha pasado hace unas horas en el restaurante no quiero volver a recordarlo. No merece la pena. Verdaderamente no. Sabía que mi novio me estaba poniendo los cuernos desde hace dos semanas. Pero quería ver si él tenía los suficientes huevos para contar la verdad. Para dar la cara. Pero una vez más me ha demostrado que no, que no los tiene. Tres años, tirados a la basura. Y se creía que yo me iba a casar con él, no estaba equivocado.

- ¿de verdad estas segura?

Me muerdo el labio y lo miro asintiendo. Puede ser que el cóctel haya influido a que haga esto. Pero por el momento no me arrepiento. Le quito los botones de la camisa hasta quitársela del todo. Mis manos acarician su abdomen. Alza mi vestido hacia arriba haciendo que yo quede completamente en ropa interior. Lo veo morderse el labio mientras me mira y sonrió. Baja la cremallera de sus pantalones y lo tira por la habitación.

Estoy nerviosa, y no se el porqué. Sus manos van hacia mis caderas y las apretá un poco.

- eres preciosa.

Empieza a dar besos por mi cuello hasta ir bajando hacia mis pechos, donde tarda lo suyo y me quita el sujetador.

- vamos a disfrutar.

Sigue dejando pequeños besos por mi cuello, lo ladeo un poco para que tenga más acceso a el, el cuello es mi debilidad. Sus manos suben hasta mis pechos, los agarra, los besa y se los lleva a la boca. Empiezo a soltar leves gemidos que me hacen querer que el ya este dentro de mi. Una de sus manos, viajan a mi sexo, mete varios dedos y se entretiene ahí.

- Nico. - susurro.

Sus labios siguen por mi cuello, y su mano sigue en mi clitoris, se mueve de arriba a abajo. Tengo ganas de correrme ya. Tengo un calor en el cuerpo, que jamás he tenido.

- correte, porque ahora vas a ser mía.

Me habla con la voz ronca y no tardo nada en correrme. Se pone de pie y lo veo acercarse a recoger el pantalón, abre su cartera y saca un preservativo. Se lo pone mientras me mira. Y yo siento que me muero de deseo.
Nico me abre las piernas y se coloca entre ellas. Se acerca a mi y pone sus brazos a ambos lados de mi cabeza. Me mira y me sonríe. Baja un poco su cabeza y besa mis labios. Muevo mis caderas un poco y hago que nuestras intimidades se rozen. No puedo aguantar más. Me besa de nuevo y va entrando lentamente en mi interior. Se comienza a mover despacio dándome un poco de tiempo para que me acostumbre a su longitud.
Arqueo mi espalda para que lo haga más deprisa. La habitación está llena de nuestros gemidos. Del roce de nuestros cuerpos.

- Nico no puedo más.

- correte conmigo Daniela.

Nos besamos, siento como mi vientre se contrae. Los dos estallamos y callamos nuestros gemidos besandonos.

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- sois muy monos tía - me dice Sira, la novia de Ferran.

Nico y yo hace tres meses que empezamos una relación, me ha esperado dos meses. Porque después de la ruptura con Javier, tenía que sanar. Y el ha conseguido sanar, algo que no había roto él.
Nico me ha echo darme cuenta de tantas cosas. Me trata como una reina. Es muy cariñoso y atento. Es un amor.

Hoy hay partido en el camp nou, un partido importante y aquí estoy apoyándolo. Una de las cosas que más se necesita en una relación es la confianza, respeto y apoyo y esas tres cosas primordiales la tenemos.

En estos tres meses hemos vivido cosas tan bonitas. Me ha echo ver que realmente me ama, me cuida, me apoya, me respeta. Me siento tan feliz y tan agusto con él. Menos mal, que ha llegado a mi vida. Yo no se si esto es obra del destino o casualidad. Pero bendito sea el momento en el que coincidimos en ese restaurante.

Lo miro jugando al fútbol y es inevitablemente sonreír. Sin ninguna duda, tiene una calidad y un potencial increíble. Hay veces que le cuesta creérselo un poco.

- pareceis que lleváis toda la vida juntos.

La forma en la que nos miramos. La forma en la que nos decimos te quiero. Todo es especial. Con Nico todo es mágico.

Tras un cornet ejecutado por Pedri, Nico golpea el balón con la cabeza y entra dentro. Sonrió y me emociono un poco. Lo veo correr hasta donde yo estoy y aunque sabe perfectamente que le van a sacar amarilla, lo hace. Se acerca a mi y junta nuestros labios.

- te amo Daniela.

- te amo más amor.

El y yo, no hay más. Le estoy agradecida al día que al idiota de mi ex se le ocurrió llevarme a cenar a ese restaurante, porque gracias a todo lo que pasó, hoy estoy junto a Nico.

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Capítulo dedicado a DanielaFdez24
espero que te guste ❤️