COINCIDENCIAS DE LA VIDA

No es buena idea estar aquí, pero aquí estoy sentada en una mesa esperando a que mi amiga termine una cena. Se ha descargado tinder, una de esas aplicaciones para ligar. Pero que hay veces que no te comes ni una rosca.

Virginia me ha convencido para venir, según ella por si teníamos que salir corriendo e irnos al piso donde vivimos las dos.

Ella misma es la que se ha encargado de reservarme una mesa, un poco alejada de la suya pero que puedo verla perfectamente, a ella y al chico con el que está cenando.

Me aburro estando sola comiendo, no puedo hablar con nadie porque no tengo con quien hacerlo y ahí algunas personas que me están mirando un poco raro.

Hablo por el teléfono con mi grupo de amigas, ellas están pendiente a todo lo que pasa en la cena ya que soy lo voy chivando.

- perdona - escucho.

- ¿es a mi? - pregunto mirándolo.

- mm si, disculpa - dice mirandome. - ¿puedo sentarme o esta ocupada? - dice señalando la silla.

- puedes sentarte.

El me sonríe y se sienta. Nos quedamos mirandonos a los ojos y un silencio un poco incómodo se forma entre nosotros.

- ¿porque estás sola?

- estoy esperando a una amiga.

- oh entonces tengo que levantarme - dice haciendo el amago de levantarse de la silla.

- no no, mi amiga esta en una cita unas mesas más allá.

- ah vale, mi hermano también está en una cita con una chica que ha conocido a través de una aplicación.

- ¿tú hermano? No me digas que es ese de ahí - digo señalandole al chico que está cenando con mi amiga.

- ese es, ¿y esa es tú amiga?

- si, ella es mi amiga.

Hablando con Eduardo me doy cuenta de que es un chico muy majo y muy simpático. Vemos a mi amiga y a su hermano ponerse de pie y hacemos lo mismo que ellos.

- mm Sara, antes de que te vayas.

- dime Eduardo.

- ¿me puedes dar tú número?

- claro.

Mientras vamos llegando a nuestro piso, Virginia y yo hablamos sobre la cena que ha tenido con Sebastiao.

- tú muy calladito te lo tienes pero has ligado niña.

- que dices Virginia.

- Eduardo te ha pedido tu número.

- podemos ser amigos.

- si "amigos".

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Me preparo para ir a trabajar, por la mañana voy a la universidad pero los viernes y sábados trabajo en una discoteca como camarera, para poder costearme la carrera y el alquiler del piso.

La discoteca en la que trabajo es muy conocida, va mucha gente importante y siempre suele haber aglomeraciones.

Aparco el coche cerca de la discoteca y entró por la puerta habilitada para los trabajadores de aquí, por aquí sólo podemos entrar nosotros.

- Sara, hoy hay un reservado para casi toda la plantilla del real madrid.

- ¿del real madrid?

- si, han ganado la liga y vienen a celebrarlo.

- vale, ¿esta todo preparado?

- si, tú serás la encargada de ese reservado.

- ¿yo?

- si Sara.

- vale.

Veo como empiezan a entrar los jugadores del real madrid, hay un chico que se parece a Eduardo, lo miro bien y sin ninguna duda es él.

- Sara - dice sorprendido.

- Eduardo.

Se acerca a mi y deja dos besos en mi mejilla. Su olor invade mis fosas nasales. Huele súper bien.

- ¿trabajas aquí?

- los fines de semana.

- Camavinga deja de ligar con la camarera - le grita Vinicius y yo sonrió nerviosa.

- es mi amiga idiota.

Me piden las bebidas y enseguida vuelvo para dárselas a cada uno.

Doy una ojeada a la discoteca, la barra donde están mis compañeros Silvia y Eneas, está llena, hay una cola larga para entrar al baño, hay gente por todos lados, el dj sigue pinchando mientras la gente baila y salta en la pista.

Las horas van pasando y la mayoría de los jugadores del Real Madrid, ya se han ido solo quedan unos cuantos, Vinicius, Militao, Rodrygo, Benzema y Eduardo.

- Sara tu turno ya ha terminado - me dice mi jefe y asiento.

Me preparo para irme, me despido de mis compañeros y salgo fuera. Veo a Eduardo ir de un lado a otro pegando tumbos.

- Sara - dice cuando me ve - estas muy guapa.

- estas borracho.

- me duele la cabeza - murmura.

- ¿porque has bebido tanto?

- no he bebido casi nada - dice arrastrando las palabras.

- venga anda monta en el coche que te llevo a tu casa.

Se monta en mi coche muy lentamente y mirándolo todo.

- a mi casa no, que me chillan.

- pues entonces tendrás que venirte a mi piso.

- genial.

Le ayudo a subir las escaleras hasta llegar a mi puerta, va arrastrándose para subir los escalones y a mi se me escapa de vez en cuando alguna carcajada.

- date una ducha fría que te sentará bien.

- no quiero.

- Eduardo venga colabora.

- aggggh está bien.

Se mete en el baño de mi habitación y yo mientras me cambio y me pongo el pijama. Me tumbó en la cama esperando que salga, para entrar y lavarme los dientes.

- Sara ayudame.

Entró en el baño y lo veo con una toalla que le cubre el cuerpo.

- ¿qué quieres?

- acércate.

Me acerco a él y hace una cosa que no me esperaba para nada, me besa.

- Eduardo vamos a dormir.

- vamos.

Nos tumbamos en mi cama y a los pocos minutos de tumbarnos sobre el colchón, escucho sus ronquidos. Se ha quedado dormido.

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Ha pasado medio año desde que conocí a Eduardo, cinco desde que fue a la discoteca donde yo trabajo. Durante estos meses, nos hemos visto varias veces. A veces, hemos ido al cine, a comer a algún bar... Hemos estado un par de veces los dos juntos.

- Sara, ¿te vas a quedar aquí en casa? - me pregunta Virginia.

- no tengo otra cosa mejor que hacer.

- ¿vas a hacer un maratón de harry potter?

- que bien me conoces.

- bueno, si necesitas algo me llamas.

- vale, pásatelo bien.

Mi amiga asiente, se acerca a mi y deja un beso en mi mejilla.

Voy a la cocina y me hago palomitas. Me siento en el sofá y pongo harry potter.

A mitad de la película, llaman al timbre y suspiro. Odio que me corten cuando estoy viendo algo que me gusta.

Abro y me encuentro a Eduardo con una gran sonrisa en su cara.

- ¿qué haces aquí?

- venir a pasar un rato contigo.

- anda pasa.

Se sienta en el sofá y coge el cuenco de palomitas. Le da de nuevo al play y me hace un gesto para que me siente a su lado.

- me estoy aburriendo. - canturrea. - no me gusta Harry Potter.

- shh, callate.

- Saraaaa.

-Eduardo calla.

-me aburro, me aburro.

- pareces un niño pequeño.

Pauso la película y me quedo mirándole. El sonríe y me coge poniéndome encima de él.

- se mi novia Sara.

- ¿que? Repítelo.

- se mi novia.

Sonrió y le beso, el beso es arrollador, de esos que te dejan sin aliento y con ganas de más.

- soy tu novia.

Vuelve a besarme con más ganas, con más intensidad.

- Sara me estas poniendo como una moto. - susurra en mi oído.

- tú a mi también.

- pues en ese caso - dice levantándose y cogiéndole en brazos. - nos vamos a pasar un buen rato.

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Capítulo dedicado a DinaCox
muchas gracias por todo, espero que te guste ❤️