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Sunjake ; Hyung... Can you sleep with me?
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Jake preparaba la cena. Esa noche sólo comería con Sunoo debido a que los otros cinco habían salido a una de las famosas "citas". Cocinar no era una de sus mayores destrezas, sin embargo no lo hacía tan mal como para quemar la casa, sino Jay no los hubiera dejado solos teniendo en cuenta que Sunoo era un pésimo cocinero. Caminaba de un lado a otro llevando cosas, quería cocinar algo realmente bueno para el menor, ya que era como una cita, aunque el contrario lo considerara sólo una noche entre dongsaeng y hyung. Preparó la mesa, trataba de aclararle indirectamente al pelirosa que aquella era una cita, su plan no podía fallar, seguro lo entendería. Llevó los platos con comida a la mesa y llamó al menor a comer. Estaba nervioso y emocionado, quería recibir la aprobación de este de cualquier forma ya que era raro que lo elogiara.

— Um~, huele muy bien, hyung. ¿De verdad lo hiciste tú? — Preguntó el pelirosa, con asombro en su rostro.

— Claro que sí, tardé mucho y puse mi mayor esfuerzo así que realmente espero que te guste. — Sonrió, tomando unos palillos y dándole otros dos al menor.

Sunoo parecía disfrutar aquella comida, pero lo que a Jake le molestaba era que no notara que la ambientación era la de una cita como las de la televisión. Sunoo, por su parte, sólo pensaba en que era divertido compartir tiempo con su hyung ya que lo quería demasiado, aunque ese cariño parecía ser algo más, sólo que no lo demostraba. Miró a su alrededor, el ambiente era algo raro, pero le avergonzaba cuestionar la decisión de su hyung en poner así las cosas. Sin embargo, la curiosidad mató al gato.

— Jake hyung... ¿Por qué la ambientación es tan rara? Es decir... No sé... Es algo extraño que todo se vea así, ¿no crees? Sobre todo por las velas aromáticas. — Dijo, tomando una velita en su mano, quizá preguntándose si de esas usaba el mayor cuando tomaba un baño.

— Eres menso, Sunoo. — Bufó el pelinegro sin elevar su cabeza. — Pf~, es sólo una cena normal, sólo que la luz estaba comenzando a molestarme y fueron las únicas velas que encontré.

— ¿Y por qué me dices menso? Sólo debías responder eso. — Hizo un tierno puchero y siguió comiendo.

— Lo siento es que... Siento que... — Se detuvo, no estaba seguro de si seguir aquella frase o no. — Está muy salada la comida.

— ¿De qué hablas? Está deliciosa, eres muy bueno en todo lo que haces... — Jugó con su comida un poco y luego comió a toda prisa, como si su vida dependiera de ello. ¿Por qué? Porque el ardor en sus mejillas no significaba nada bueno para él.

— Gracias Ddeonu. — Sonrió con emoción, pero su sonrisa se borró al notar lo rojas que estaban las mejillas del contrario. — ¿Estás bien? Tus mejillas están rojas. — Se levantó y colocó su mano sobre la frente del menor.

— E-Estoy bien hyung, sólo estoy algo acalorado. ¿No tienes calor? Hace mucho calor. — Habló, sacudiendo un poco el cuello de su remera y alejando su rostro de la mano del mayor.

— Pues quítate la remera. — Los ojos de Sunoo se abrieron de tal modo que Jake se alarmó por sus palabras y lo mal que había sonado aquello. — ¡No me malinterpretes! Es sólo porque estás demasiado caliente. ¡No! E-Es decir, por si sientes mucho calor, yo siento calor cerca tuyo. ¡No, no! Ash, sólo ignorame y limpiemos todo esto.

Jake comenzó a levantar los platos y mientras el lavaba todo, Sunoo limpiaba el suelo. El menor sentía sus mejillas arder aún, el pelinegro había dicho cosas muy extrañas, pero no era tan extraño como su manía de observarlo mientras dormía.

( ¡Tengo excusa! Se ve tan lindo durmiendo... ¡Sunoo, deja de pensar estas cosas! )

Cuando por fin acabó, dejó de lado su escoba y se acercó al pelinegro, tirando un poco de su remera. Sentía nervios, ni siquiera sabía qué estaba haciendo, pero quería que Jake supiera que no le molestaba lo que había dicho, sino que lo hacía feliz en cierto modo.

— ¿Qué sucede, Ddeonu? — Dijo el mayor tratando de sonar calmado.

— Hyung... ¿Puedes dormir conmigo?

Aquella noche fue una que recordarían siempre, porque fue la noche en la que ambos se demostraron su amor y pudieron sentir por primera vez la calidez del cuerpo del otro. Sin embargo, nunca falta tener que explicarle todo a los demás integrantes, pero al menos ahora eran conscientes de su amor y estarían así por mucho tiempo.