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Jaysun ; It was not that bad.
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El juego transcurría con normalidad, sólo debían tratar de adivinar cual era el objeto, tocándolo con sus rostros. Jay estaba nervioso, tendría el rostro de Sunoo a unos pocos centímetros del suyo y sabía de casos en los que los idols habían tocado sus labios accidentalmente. ¿Y si le sucedía eso con Sunoo? No es que le desagradara la idea, pero el menor había rechazado sus besos tantas veces frente a las cámaras que si se besaban, quizá sería incómodo para él. Dió un suspiro y el pelirosa no pudo evitar observarlo.

— ¿Qué sucede, hyung? — Preguntó con inocencia el menor.

— Oh, nada bebé, estoy algo cansado, es todo. — Le dedicó una sonrisa, pero en realidad, los nervios lo estaban matando.

Luego de que Ni-ki le ganara a Heeseung en aquel juego, finalmente llegó el turno de ambos. El pelinegro temblaba como una gelantina, mientras que Sunoo se veía totalmente relajado y sin molestia alguna.

( ¿Por qué tú no te pones nervioso conmigo, como yo contigo? )

Pensaba el mayor, tratando de no tener expresión alguna en su rostro. El llevar puesto un antifaz lo hacía aún más incómodo, ya que si no podía ver el rostro de Sunoo, era más probable que un beso surgiera. El objeto era suave, podría ser muchas cosas y simplemente no tenía idea de que era. Las manos de Sunoo sostenían las suyas, era raro ya que él solía evitar los contactos físicos, pocas veces tomaba su brazo o lo abrazaba. Acercó sus labios al objeto, sabía horrible, pero de repente Jungwon lo quitó de en medio y sucedió lo que más temía, sus labios chocaron torpemente con los de Sunoo. Instantáneamente, el pelirosa se alejó de él, pero no se oía disgustado, más bien, reía por lo sucedido. Sunoo ganó, la mente del pelinegro no estaba en el juego ni en la entrevista, sino en aquel corto pero efectivo roce de labios que tuvo con el menor.

— Vaya accidente el de ustedes. — Dijo el entrevistador mientras reía.

— Bu-Bueno, no fue tan malo, podría haber sido peor... E-Es decir, no me molestó ni me disgustó, m-más bien... — Afortunadamente, Sunoo decidió interrumpir su tartamudeo.

— No estuvo tan mal. — Dijo el pelirosa, con una sonrisa en su rostro, de modo que la entrevista continuó.

Jay bajó su cabeza, se sentía mal al no saber si al menor realmente no le había disgustado o si le causaba asco, pero lo estaba ocultando para no herirlo. La mano de este se posó en su pierna y rápidamente elevó su rostro para ver la cálida sonrisa de Sunoo.

— Hablaremos luego, hyung. — Susurró en su oido y le sonrió nuevamente.

En el resto de la entrevista, la mano del menor no se apartó de su pierna y cuando lo hacía, volvía al mismo lugar, de modo que de un momento a otro no dudo en tomarla y esta vez, no fue rechazado. Ahora sí podía creer que a Sunoo no le había disgustado aquel beso.

( Sí... No estuvo tan mal... No estuvo nada mal. )