Acto 3: Ojo de tormenta (Satoshi x Ingvild)
La finca Valière, uno de los territorios más grandes de todo Tristain, muchas personas vivían bajo el manto del duque, el padre de Louise, y ahora, esas personas estaban reunidas y preparando un escenario. ¿Qué se iba a celebrar?
Pues Satoshi e Ingvild habían hecho oficial su compromiso, había opciones para la boda, pero dado que se reveló en la finca, Cattleya y Louise sugirieron hacer la boda ahí, algo que aceptaron los padres.
Tras unos tres meses de aquel incidente con los elfos, Galia ha mantenido una relación fría con la realeza de Tristain, sin embargo, no era lo mismo con la familia Valière, tuvieron algunos encargos y misiones que favorecieron en ambos lados y los padres vieron con mejor ojos al pelirrojo, en agradecimiento habían permitido la boda de uno de sus amigos cercanos, un hermano menor tanto para Takao y Kenichi.
Kenichi: Mmm esto ya está....- decía mientras seguía escribiendo y colocando una marca en las cosas que ya habían sido colocadas.
Eleonore: Todo ya está listo por aquí Kenichi.
Kenichi: Le doy gracias por la ayuda señorita Eleonore. - dijo mientras daba un suspiro de alivio.
Eleonore: Bueno, al menos quería ser testigo de una boda, aunque también espero pronto que mi hermana entre al lugar con un vestido blanco. - el pelirrojo sonreía levemente.
Kenichi: Eso sí está asegurado. - dijo en broma pero ella lo tomo bien.
Eleonore: Cuida bien de mi hermana, eso es lo que te pido, mis padres aceptaron la relación y bueno, la felicidad de mi hermana es algo que estaré pendiente.
Kenichi: Je, quien diría que a pesar de tener una actitud más amarga, mostrarías afecto por ella.
Eleonore: Como dicen, no confundas las apariencias, seré amargada, pero me preocupo tanto de Cattleya como Louise. - dijo con los brazos cruzados y acomodándose los lentes.
Kenichi: Entiendo, bueno, seguiré con los preparativos.
Eleonore: De acuerdo, estaré supervisando por aquí, si falta algo avisa.
Kenichi: Delo por hecho. - se retira de ahí.
El pelirrojo había estado caminando por el lugar, la boda se realizaría momentos antes del anochecer y aún había cosas que prreparar, cuando en eso, es detenido por una peli rosa que él conocía.
Kenichi: Oh Louise.
Louise: Kenichi, te he estado buscando desde hace rato, entiendo que estés asegurando que todo está preparado, pero ni siquiera te has cambiado.
Kenichi: Dije que lo haría luego.
Louise: ¡NADA DE LUEGO! ¡LO HARÁS AHORA MISMO! - dijo enojada mientras se llevaba al pelirrojo del brazo.
Kenichi: Pe-pero ¿Qué hay de las cosas?
Louise: Te preocupas demasiado, ya he verificado y todo estará bien para la boda de Satoshi. - el pelirrojo solo suspira resignado y se lo lleva a su habitación.
La pareja pelirrojo/peli rosa estaban cambiándose y arreglándose.
Kenichi: A propósito. ¿Las cartas que mandaste eran para los de la academia? - dijo mientras ponía la camisa.
Louise: Si, además de Siesta y su familia ya que a pesar de cómo empezamos en el principio, terminamos por crear una gran amistad. - dijo mientras se acomodaba el vestido. - ¿Me ayudas por favor? - mueve su cabello hacia adelante.
Kenichi: claro. - se acerca y asegura su espalda. - ya está. - ella voltea a mirarlo. - te ves hermosa.
Louise: Y tú te ves elegante. - se acercan y se dan un beso. - un momento. - acomoda su corbata. - sí que se te despistas en eso.
Kenichi: A decir verdad no soy de usar trajes formales, por lo que pensaba ir sin esa corbata.
Louise: No en mi guardia, tienes que estar presentable, hay muchos invitados.
Kenichi: Bueno eso es verdad.
Louise: Lo mismo sería, cuando....tú y yo....- decía en voz baja.
Kenichi: ¿Dijiste algo?
Louise: ¡NA-NADA! ¡Que ya estás listo! - dijo ruborizada. - Ven, hay que reunirnos con los demás, estoy segura que ya llegarán.
Kenichi: Bueno, eso es verdad, será mejor recibirlos. - ella asiente y se dan un beso más, aunque más intenso.
Louise: Ke-Kenichi...- los besos se intensificaron. - Ten cuidado, recuerda que ya estamos arreglados.
Kenichi,: Lo siento.
Louise: No hay de otra. - pasa su dedo índice por su pecho. - si te portas bien, te daré una buena recompensa.
Kenichi: Oh, eso me gusta, me portaré bien. - dijo animado y ella saca una sonrisa.
Louise: Entonces vamos. - el pelirrojo asiente y salen del cuarto.
Ambos estaban en la recepción, recibiendo con gusto a los invitados.
Montmorency: ¡Louise!
Louise: Hola Montmorency, que bueno que estés aquí. - dijo mientras se daban un corto abrazo.
Montmorency: Lamento la tardanza, es que Guiche no se decidía con su traje.
Guiche: Es que tengo que estar elegante antes los invitados.
Montmorency: ¿Es eso o para impresionar a las chicas? - dijo con notorios celos.
Guiche: Mis ojos están en ti mi bella Montmorency.
Kenichi: Si claro. - dijo burlón mientras se acerca.
Guiche: Kenichi-san, que bueno verlo. - dan un apretón de manos. - gracias por la invitación.
Kenichi: No hay de que, además son los amigos de Louise y es un gusto recibirlos.
Guiche: Gracias Kenichi. ¿Vamos mi querida Montmorency?
Montmorency: Sí, vamos. – dijo emocionada mientras pasaban al lugar.
El tiempo pasaba y llegaban más invitados, tanto de Galia como Tristain, al menos los compañeros de clase de Louise y los maestros junto con el director, después llegó Siesta junto con su familia, Scarron había abrazado con fuerza a la peli rosa ya que no la veía después de tanto tiempo.
Scarron: ¡LOUISE-CHAN, QUÉ ALEGRÍA VERTE DE NUEVO! – dijo totalmente emocionado mientras seguía abrazando a la peli rosa.
Louise: Es bueno verlo Scarron-san. – dijo feliz y el hombre ahora mira al pelirrojo.
Scarron: Tú debes de ser el novio de Louise-chan.
Kenichi: Sí, mucho gusto Scarron-san. – extiende el brazo pero el hombre lo abraza con fuerza.
Scarron: Gracias por salvarla y cuidarla, más te vale que no la hagas daño. – apretaba más el abrazo.
Kenichi: M-Me cu-cuesta... respirar. – trataba de respirar.
Jessica: Tío lo vas asfixiar. – Scarron reacciona y lo suelta.
Scarron: Disculpa jeje, me emociono, además que espero que hagas lo que te he pedido.
Kenichi: No se preocupe Scarron-san, voy a cuidarla. – recupera el aire por completo.
Jessica: Más te vale, porque si le haces daño, te las corto. – dijo con una sonrisa tierna haciendo que el pelirrojo por instinto se cubre y tiembla de miedo.
Kenichi: Lo prometo. – dijo mientras se recomponía.. – Y gracias por haber venido a esta boda.
Scarron: No hay de qué chico.
Louise: Vengan, pónganse cómodos. – ellos asienten e ingresan. – Ahorita vuelvo Kenichi.
Kenichi: Claro, estaré aquí. – la peli rosa sonríe y se retira con los invitados.
Se que ve hay mucha actividad. – el Uzumaki nota a Takao aproximándose.
Kenichi: Sí, han llegado varias personas. – el peli azul se coloca en la entrada.
Takao: Te ayudo, no tengo nada que hacer por ahora.
Kenichi: ¿Los anillos?
Takao: Guardados, cuando llegue el momento principal se los daré. - Kenichi asiente.
Kenichi: Está bien. – mira a alguien acercarse. – Oh, buenas tardes.
Muy buenas joven, lamento llegar tarde. – decía con una sonrisa.
Kenichi: No se preocupe señor.
Llámame Stan Lee, el viaje fue algo agotador, pero no me lo perdería para nada. – respondió amablemente.
Kenichi: Oh, entonces permítame ayudarlo.
Stan: Qué amable chico, muchas gracias. – el pelirrojo asiente y lo lleva adentro.
Unos minutos después llega el pelirrojo y vuelve a ayudar a Takao con la recepción, hasta que vieron el sol a punto de irse.
Tabitha: Es hora. – se lleva al peli azul mientras que el pelirrojo seguía de guardia, en eso llega Louise y lo toma de la mano.
Louise: Ya está, los invitados están en el lugar y la boda se llevará a cabo, vamos. – el pelirrojo asiente y se van al altar.
El lugar instalado era bello, había grandes decoraciones de rosas, la tela blanca y el pastel que combinaba, adelante estaba Satoshi quien tenía un traje elegante, al lado de él estaba el peli azul, encargado de entregar los anillos.
https://youtu.be/t62B1EzTmDg
La música estaba escuchándose y dando un buen ambiente en el lugar, el rubio estaba nervioso.
Takao: Debes calmarte, todo estará bien.
Satoshi: Eso trato. – en eso escuchan que la música cambia y ven la entrada. – Wow, es hermosa.
Frente a ellos, estaba Ingvild con un vestido de novia, siendo llevada por Kenichi, Louise era la encargada de dejar el sendero de rosas, Kenichi e Ingvild se acercan lentamente hasta llegar con Satoshi y Takao.
Kenichi: Hermano, espero que cuides a Ingvild. – el rubio asiente y toma la mano de la peli lila mientras que Kenichi y Louise se dirigen a al lado de Tabitha, la música se detiene.
Queridos hermanos, estamos reunidos para reunir esta pareja en santo matrimonio, Satoshi Cruz Belmont Orochi con la señorita Ingvild Leviathan. - y así estuvo hablando el encargado de la boda, dando las bendiciones y oraciones para la pareja de casados hasta que llegó el momento.
Satoshi Cruz ¿Acepta a Ingvild como su esposa, para amarse en el salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe? – el rubio esboza una sonrisa.
Satoshi: Acepto.
Ingvild Leviathan ¿Acepta a Satoshi Cruz como su esposo, para amarse en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?
Ingvild: Sí, acepto. – dijo feliz.
Takao estaba feliz aunque le salía una lagrimita traicionera, pero el pelirrojo se puso más sentimental cosa que Louise lo nota y le entrega su pañuelo, lo entendía, era la boda de su hermano, no de sangre, sino de alma, igualmente el dragón, trataba de no llorar, pero se le notaron las lágrimas.
Ahora llego el momento de la entrega de anillos, quien se acerca lentamente y Satoshi es el primero en tomarlo.
Satoshi: Yo...Satoshi Cruz...juro amarte y respetarte...- coloca el anillo en el dedo anular de la peli lila. - estar contigo en las buenas y las malas, seguir teniendo más aventuras y cuidarnos mutuamente, hasta que la muerte nos separe.
Ingvild: Y yo....Ingvild Leviathan, juro amarte y respetarte... - coloca el otro anillo en el dedo del rubio. - estar contigo en las buenas y malas, en la salud y en la enfermedad y también tener más aventuras, hasta que la muerte nos separe. - dijo con una sonrisa tierna.
Si alguien se opone a la boda, que hable ahora o calle para siempre. - Takao instintivamente miro a todos pero nadie levantó la mano. - Bueno, sin más que decir, los declaro, marido y mujer. Puede besarla.
El rubio retira el velo de su ahora esposa y se unen en un beso lleno de amor, siendo iluminado por los últimos rayos del sol, todos los presentes, empiezan a aplaudir, en especial Takao, Tabitha, Kenichi y Louise.
Ambos saludan a los invitados mientras que la peli lila toma el ramo que llevaba y lo arroja, muchos levantaron las manos, pero cayó al pelirrojo, dejándolo ruborizado al igual que la peli rosa.
Tiempo después estaban en una de las posadas de mayor tamaño del territorio Valière, disfrutando de la fiesta, con una buena música de ambiente, las lunas y las estrellas daban un buen acompañamiento y la comida no quedaba atrás; en el balcón, se encontraban Takao y Kenichi, quienes miraban a Satoshi e Ingvild bailando con elegancia.
Takao: Que bueno que salió todo bien. - respondió feliz mientras tomaba una copa de vino.
Kenichi: Lo mismo digo, aunque nos preocupaba que faltara algo.
Takao: Tu más que yo, pero sí, tenía que estar preparado todo para el evento principal.
Louise: Aquí estaban, ¿Que hacen? Creímos que estarían abajo.
Takao: Es que le preguntaba a Kenichi ¿Cuándo daría el siguiente paso? - señalando a los esposos y nota que tanto el pelirrojo como la peli rosa estaban tan rojos y les salía vapor.
Louise: ¡TA-TAKAO!
Takao: Jejeje, lo siento lo siento. - termina su vino. - iré con los demás y piénsalo Kenichi. - dijo mientras le daba una palmada en la espalda para luego retirarse de ahí.
Kenichi: ¿Qué tal la pasas?
Louise: Es bonito, además se ve que tu amigo la pasa de lo mejor. – se apoya en el barandal mientras miraba a la pareja bailando.
Kenichi: Es verdad, el matrimonio es un paso muy importante, una unión eterna, claro, además que ya hicieron el juramento de amor en el lago Ragdorian.
Louise: Es verdad al igual que Takao con Tabitha o con nosotros. – juega con sus dedos.
Kenichi la miró por unos segundos y se acordó cuando ella le contó lo de la guerra de Albion, ella había sido designada a una misión suicida, sólo que como en aquel momento tenía sentimientos con Saito, quería realizar una boda solitaria entre ambos aunque se interrumpió por el mismo pelinegro, sin embargo, después de la puñalada que él le hizo junto con su amiga de la infancia, el pelirrojo la quería, pero no iba a hacer un movimiento arriesgado, al menos hasta que él crea que es el momento correcto.
Louise: ¿Así será cuando Takao y Tabitha lleguen a esa etapa?
Kenichi: Créeme, estarían igual de felices. – coloca su mano en el hombro de la peli rosa.
Louise: Espero...que yo también pudiera experimentar eso. – dijo en voz baja, pero el pelirrojo logra escucharla y la abraza, sorprendiéndola pero corresponde el abrazo. – Kenichi...
Kenichi: Dime.
Louise: Gracias por estar conmigo.
Kenichi: Y seguiría contigo.
Louise: ¿De verdad? – lo mira con ojos tiernos.
Kenichi: Sí, estaré contigo hasta el final. – coloca su mano en el corazón. – Es una promesa, tal vez lo juré en el lago Ragdorian, pero lo hago con el corazón, un Son/Uzumaki cumple su promesa.
https://youtu.be/Q7nFm5MBznE
Ella sonríe y toma su mano para luego unirse en un beso largo y lleno de amor, cuando en eso, voltean y notan a la distancia un carruaje acercarse con varios caballos escoltando.
Louise: Ay no....
Kenichi: ¿A qué viene ahora? – ambos bajan y se reúnen con Takao y Tabitha.
Takao: ¿Qué pasa?
Kenichi: Es ella, está aquí. – ambos colocan una mirada seria.
Querían que la fiesta no se detuviera, pero en unos segundos, se escuchaban unos galopes aproximándose, Karin, la madre de Louise estaba con dudas al igual que su esposo, por lo que Louise se acerca a informar lo que pasaba, haciendo que ambos se amarguen.
Una vez llegaron a la posada la música se detuvo Satoshi e Ingvild estaban confundidos porque no sabían qué pasaba exactamente, hasta que la peli celeste se acerca a explicar lo que se avecinaba, sacando una mueca de enojo en ambos.
Tanto Takao como Kenichi habían regresado de la posada con sus respectivas armas en caso de que se armara un conflicto, las mosqueteras lideradas por Agnes bajan de su caballo, aunque la líder del escuadrón se le notaba la molestia, se dirige al carruaje y abre la puerta, resultando ser Henrietta junto con Saito, quien ahora era el guardián personal de ella.
Los invitados estaban completamente confundidos pero los que se acercan a encarar son Takao, Kenichi y Satoshi con sus respectivas parejas.
Louise: ¿Podemos ayudarla en algo? – ya no se sentía el respeto, sólo la indiferencia.
Henrietta: Me duele que me hables así, Louise, después de todo lo que pasamos mi querida amiga de la infancia. – dijo con tristeza.
Louise: Pues que yo recuerde, un amigo no traiciona. – la frialdad se sentía con esa respuesta.
Saito: Louise, nosotros... - trataba de ser cariñoso con ella pero la peli rosa ni se inmuta.
Louise: No hay nosotros, lo único que nos une es el contrato amo – familiar, pero más de eso ya no existe, es más, ahora eres el guardián de "Su Majestad".
Henrietta: Louise...
Kenichi: Bien, ya tuve suficiente ¿Qué hacen aquí?
Saito: La cosa no es contigo maldito roba novias. – mira con enojo al pelirrojo.
Kenichi: Qué duras palabras de alguien que apuñaló por la espalda a quien supuestamente ama. – respondió con sarcasmo, haciendo enojar más al peli negro y tome la empuñadura de Derflinger y le apunte en la cabeza, causando pánico en los presentes, Siesta y Tiffania no podían creer, tan bajo ha caído aquel que lo vieron como un interés amoroso.
Saito: ¡Ya me tienes harto maldito, te robaste a mi Louise y está en contra mía, pero te aseguro que pagarás por eso!
Kenichi: Eres como un perro rabioso que se enoja por el error que tú mismo has cometido. – dijo con una gran calma. – Tú tuviste la oportunidad, pero la desperdiciaste ¿No lo recuerdas? En lugar de respetar, cometiste la infidelidad y le rompiste el corazón..
Saito: ¡CÁLLATE! – iba a empujar su espada pero el pelirrojo rápidamente levanta su brazo, haciendo que la empuñadura golpee el filo, desviando el ataque y lo aleja de una patada en el pecho, dejándolo sin aire. – Mal-Maldito.
Justo cuando se recompuso, la espada Incursio lo tenía en el cuello, el pelirrojo sólo tenía que mover su espada de forma horizontal para terminar. Aunque esa acción hizo que las mosqueteras sacaran sus armas y le apunten al pelirrojo, lo mismo hicieron Takao y compañía.
¡SUFICIENTE! – esa era la voz del duque Valière quien se acercaba. – Bajen las armas. -Kenichi, Takao y su grupo las bajan, seguidos por las mosqueteras mientras que Saito se sujetaba el cuello de forma instintiva. - ¿A qué ha venido? Su presencia no es bienvenida aquí.
Henrietta: Habíamos escuchado que habría una boda por parte de Galia y no me avisaron, sabe bien que asuntos así debe informármelo. – respondió con seriedad.
Creo que usted ya es mayor para saber por qué no fue avisada ¿No es así? – respondió con claro enojo.
Henrietta: Pe-Pero...
Usted traicionó a mi hija, no sólo eso, traicionó a nuestra familia, le había advertido en aquella conversación y terminó por hacer todo lo contrario. – se notaba que el enojo iba creciendo.
Henrietta: S-Sé que cometí un error, pero quiero enmendarlo.
El daño ya está hecho. ¿Cómo puede enmendarlo? Además, agradezca que no lo haya dicho en público, porque habría un escándalo. – eso dejó a la peli lila sin palabras.
Saito: Pero...
¡Silencio! – el peli negro se estremeció. – Te lo advertí ese mismo día y tú hiciste oídos sordos, desde el momento que traicionaste a mi hija, dejaste de tener ese poco respeto que te tuve.
Takao: ¿Podemos terminar esto? Estamos disfrutando de la boda de mi hermano en paz y su visita inesperada y conflictiva, está causando molestias. – dijo con seriedad.
Henrietta: No dejaré que tú me digas lo que tengo que hacer, soy la reina.
Tabitha: Pues Takao es mi novio y que le hables de esa forma agresiva, también lo haces conmigo. – dijo con una expresión de enojo mientras sujetaba el báculo.
Henrietta: Pues si es su novio, me ha faltado el respe...
Kenichi: El respeto se gana, cosa que no lo tendrá después de todos los actos imprudentes y si no es mucha molestia, váyase, que ya suficiente problema ha causado. – la peli lila se acerca y le da una bofetada.
Henrietta: ¡Cállate! ¡Tú no tienes autoridad para ordenarme, además te llevaste a Louise, eso cuenta como secuestro y como eres de Galia, puedo hacer una orden de captura! – decía con una mirada llena de ira y locura, pero Louise se acerca y es quien le da un puñetazo, dejando en shock a todos, en especial a Henrietta, quien le salía sangre del labio. – Louise...
Louise: Ya me tienes cansada con tus quejas falsas, eres consciente de lo que hiciste pero estás con la excusa de que me secuestraron y ahora soy así y sí, es verdad, cambié, pero porque abrí los ojos y Kenichi me ayudó a seguir adelante y a fortalecerme, por lo que te lo diré una sola vez. – afila su mirada. – Vuelve a golpearlo y mi siguiente Explosión, será contra ti ¿Entendiste?
Henrietta: Pe-Pero...
Louise: ¿Quieres que revelemos de tu aventura? - la peli lila vuelve a callar, la peli rosa ya no era más su amiga, ni siquiera la trataba con respeto, pero claro, después de lo que le hizo.
Saito: Louise... por favor, perdóname por lo que hice, por lo que hicimos, recuerda todos los momentos que pasamos juntos, todas las aventuras que hemos tenido. – decía mientras trataba de acercarse, pero bastó con la mirada fría de la peli rosa para que se detenga.
Louise: Pues parece que no apreciaste esos recuerdos, yo ya los dejé en el pasado y no volveré a confiar en ti, me equivoqué en llamarte perro, porque incluso ellos muestran lealtad, tú en cambio eres todo lo contrario, veré cómo quitar el último lazo que sería de Amo – Familiar, pero hasta entonces, aléjate de mí. – da media vuelta y se va con el pelirrojo, Saito trató de tomar su brazo pero Takao lo intercepta.
Takao: ¿Acaso no entendiste? – canaliza aire frío en el brazo, haciendo que la temperatura en ese lugar disminuya al punto que no podía sentirlo, el peli negro gruñe de dolor y se aleja mientras se sujeta el brazo congelado.
Saito: Maldito...
Takao: ¿Dijiste algo? - lo mira con los ojos rojos, llenándolo de miedo.
Karin: Y ahora, les pedimos que se vayan, están arruinando la boda de nuestros invitados y no toleraré eso. – respondió con una mirada fría y una voz autoritaria, sacando incluso su varita, las mosqueteras no podían responder dado que recordaban los días de gloria de la duquesa Valiere.
Henrietta sólo bajó la cabeza, tomó el brazo de Saito y se van al carruaje, ella mira por última vez a Louise pero ni siquiera le dirigía la mirada, eso la devastó por completo, la amistad se había ido para siempre. Las mosqueteras suben a sus caballos mientras que Agnes, da una reverencia.
Agnes: Disculpa por los problemas causado. – se sube a su caballo y proceden a irse.
Takao: Tenía que venir a arruinar el día más importante de mi hermano. – dijo enojado pero Tabitha toma su mano.
Tabitha: Ya pasó. – todos proceden a regresar, para Siesta y familia, junto con Tiffania y los de la academia, no les sorprendía, ellos ya sabían de la verdad de todo pero guardaron silencio ya que eso provocaría un escándalo en todo el reino, aunque gente de Galia y pocos de Tristain no saben qué pasó para que la relación entre la familia Real y la familia Valière.
Luctiana: Sí que la relación está en un punto de quiebre. – Tiffania asiente.
Tiffania: Esas son las consecuencias de sus actos.
Luctiana: Sí, no entendía el por qué no querías interactuar con el chico, pero cuando nos lo contaste. – la rubia sólo asiente.
Ari: Vergüenza debería darle por venir de esa forma y arruinar el bello ambiente de esta boda.
Luctiana: Al menos ya se fue. – ven que Takao toma la palabra.
Takao: Sentimos la interrupción inesperada de Su Majestad la Reina, pero ya está solucionado, ahora procedamos a seguir con la actividad. – muchos asintieron aunque un pequeño grupo seguía con la duda, decidieron que debía de ser algo personal así que no indagaron más y procedieron a disfrutar de la fiesta, mientras que el Uzumaki seguía en la entrada, apenas lograba divisar el carruaje por la colina pero fue tomado de la mano por parte de la peli rosa.
Louise: Ya no molestará. – el pelirrojo sólo da un leve asentimiento. – Ven, disfrutemos de la fiesta.
Kenichi: Está bien. – regresan a la posada para seguir disfrutando de la fiesta.
//==//==// 3 meses después //==//==//
Las cosas entre Galia y Tristain se habían calmado por el momento, la familia Valière eran intermediarios entre ambos países, Henrietta no hacía algo imprudente, al menos por ahora, estaba devastada de cómo fue su despedida con la peli rosa, Saito era el único soporte que tenía.
Volviendo a la capital de Galia, el pelirrojo estaba algo extraño, las misiones que ha participado en arrestar a los que aún eran simpatizantes del rey Joseph, en caso que la situación empeoraba, tenía que usar la fuerza, obligando a usar Incursio en la mayoría de las misiones. Además que ha estado haciendo algo a escondidas de Louise.
Por parte de la peli rosa, ha estado algo preocupada, más que nada porque su novio estaba teniendo constantes dolores de cabeza y como se mencionaba, estaba haciendo algo que le llamaba la curiosidad, no desconfiaba de él, pero le llamaba la atención, ella llega a la casa donde actualmente vivían.
Louise: Kenichi ¿Estás aquí? – había escuchado un golpe en seco, por lo que se dirige al lugar del sonido, notando al pelirrojo con una mueca de dolor ya que se había golpeado la rodilla.
Kenichi: Oh Louise, no sabía que llegarías temprano. – decía con una sonrisa.
Louise: Bueno, Tabitha estaba ocupada ¿Y qué estabas haciendo?
Kenichi: Pues quería recibirte, aunque me levanté mal y me golpeé la rodilla, disculpa. – se rascaba la nuca mientras tenía una sonrisa nerviosa.
Louise: Bueno. Quería que saliéramos a comer ¿Te parece bien?
Kenichi: Claro, deja que me arregle.
Louise: Está bien, te esperaré. – dijo con una sonrisa mientras el pelirrojo se retira de ahí.
Ella miró el escritorio donde estaba su novio y notaba que una de las puertas estaba entre abierta con algunas hojas mostrándose.
Louise: Baka... - se acerca a ordenar las hojas, pero al hacerlo, algo suena eco, la peli rosa mira bien y se sorprende, toma lo que se había caído y se tapa la boca de la impresión. – Esto es...
Kenichi: Oye Louise ¿A dónde te gustaría ir? – decía con los ojos cerrados mientras se acomodaba su chaqueta. – Hay opciones pero me gustaría que ... - abre los ojos y se queda callado, lo que miraba era a Louise con un anillo, en efecto eso era lo que estaba ocultando, había estado diseñándolo aunque con algo de dificultad, tenía un pequeño diamante y aunque el aro estaba algo imperfecto, podría introducirse sin problemas.
Louise: Kenichi, tú... - lo miraba con sorpresa, cosa que el pelirrojo tuvo que hablar.
Kenichi: Ya lo viste, es por esa razón que terminaba rápido mis misiones, además de pasarla contigo. He estado diseñando el anillo para ti y sí, es lo que crees que representa, en parte me disculpo, quería esperar un poco más, además de terminarlo ya que está inconcluso y pu-pues... - estaba nervioso porque el plan no salió como él se lo esperaba. – Y-Yo... quería..... dar el siguiente ....paso... - trataba de calmarse pero le costaba, en eso nota unos pasos acercándose, mira hacia adelante y era Louise quien le entrega su anillo, el pelirrojo supuso que era una respuesta negativa, pero lo que escuchó lo dejó con la guardia baja.
Louise: Qui-Quiero que lo digas... – tenía el cabello cubriendo sus ojos. – Dilo mientras me lo entregas, no importa si no está completo. – su voz temblaba. – Quiero escuchar esas palabras...
Kenichi: Louise... - se arma de valor y se arrodilla. – Tú y yo....hemos pasado por muchas aventuras, nos cuidamos mutuamente y desarrollamos sentimientos, a decir verdad, me encanta estar contigo. Pero he querido tener una unión más sólida. Louise Valière ¿T-Te casarías conmigo? – muestra el anillo, aunque le avergonzaba ya que no estaba terminado.
La peli rosa estaba llorando, no era tristeza, sino de alegría, estaba feliz de tener alguien quien la quiera de verdad, alguien que la valora y se preocupó por ella desde el comienzo sin pedir nada a cambio.
Louise: Yo... ¡Yo... - iba a tomar su mano, cuando en eso, todo el lugar empieza a temblar, el pelirrojo por instinto lleva a la peli rosa a una zona segura, este fenómeno duró unos cuatro minutos aproximadamente, pero había dejado muy aturdidos a ambos por lo que acaba de pasar.
Kenichi: ¿Estás bien?
Louise: Sí, gracias. – decía mientras se calmaba.
Kenichi: Eso se sintió fuerte, debemos reunirnos con los demás.
Louise: Sí, pero...
Kenichi: Ya habrá tiempo para hablar de eso ¿De acuerdo? – la peli rosa tuvo un mal presentimiento, pero no tenía de otra y asintió con resignación. – Vamos.
La reunión no se hizo esperar, los reportes de daños por parte de los mensajeros llegaban y muchas viviendas habían sido afectadas, los ríos se desbordaban. En tres días, la situación no parecía ser nacional, el fenómeno se sintió por toda Halkeginia y unos dos días después.
Kenichi: Reunión urgente en Romalia por parte de Su Santidad, este fenómeno es peor de lo que pensábamos.
Tabitha: Tenemos que irnos, lo más seguro es que el Ostland también se dirige hacia el lugar.
Takao: Reconozco que es rápido, pero si es urgente no podemos esperar.
Kenichi: Veldora ¿Crees poder viajar sin parar hacia donde nos indicaron?
Veldora: ¡Claro que sí cachorro puedes contar conmigo!
Sylphid: Yo también puedo, no defraudaré a Onee-sama.
Kenichi: Entonces no perdamos el tiempo y vamos.
Satoshi: Bien, iré con Sylphid, al igual que Ingvild, ustedes adelántense. – Kenichi y Louise asienten, se suben al dragón y parten rápidamente de ahí.
El viaje era algo fuerte, el dragón iba a su máxima velocidad, Louise abrazaba al pelirrojo de la cintura aunque desde que se sintió el terremoto, sentía ese mal presentimiento, ella voltea y nota a Sylphid acercándose.
https://youtu.be/JuvQit7JaZo
Pasaron unas horas pero ya estaban en el territorio santo, según los informes, tenían que ir a Aquileia, pero cuando Louise informó que ya estaban cerca, abrieron los ojos del horror, la ciudad estaba ardiendo.
Kenichi: ¿Pero qué ha pasado? – el dragón empezó a gruñir. - ¿Veldora?
Veldora: Tengo un mal presentimiento.
Louise: Kenichi, mira, hay sobrevivientes. – el pelirrojo logra divisarlos.
Kenichi: Entonces saquémoslo de ahí, no pienso dejar que esa gente muera en este lugar. – Louise asienten y proceden a descender.
Mientras que Kenichi se encargaba de evacuar a los civiles, Takao y compañía llegan, el peli azul se ocupó de despejar una zona a base de hielo y el control del agua por parte de la peli lila, dejando un sendero seguro para que la gente pueda huir.
Ingvild: Oigan, chicos. – todos voltean y ven lo que la peli lila señalaba, un gran grupo de dragones se acercaban y no tenían intenciones amigables, en eso, un rugido de fuego se acercaba, haciendo que se movieran rápidamente.
Kenichi: ¿Pero qué demonios pasa? Se supone que esos dragones tienen su territorio y a no ser que los invoquen para que se conviertan en familiar, no estarían aquí, ni siquiera atacarían una ciudad.
Satoshi: ¿Será que ellos fueron? – decía confuso mientras esquivaba una embestida de dragón.
Takao: Lo dudo, aún con un numeroso grupo, los daños sería menos catastrófico...- salta sobre un dragón y congela su cuello, dejándolo incapacitado.
Kenichi: - cortando el ala de un dragón. – Hay algo más, algo debe causar el comportamiento extraño.
Satoshi: Pues... - gira sus espadas, cortando a un dragón. – Esperemos que sea eso, porque realmente me parece extraño. – unos cinco dragones se preparaban para atacar, pero Ingvild los repele con un hechizo de agua. – Gracias querida.
Kenichi: - cortando a otro dragón. – No se cansan estos desgraciados.
Louise: ¡CUIDADO! – el pelirrojo nota una silueta gigante y empieza a acumular algo.
Kenichi: ¡Oh, joder! – salta sobre un dragón y el ataque es arrojado, el pelirrojo nuevamente salta, haciendo que el dragón sea erradicado, pero el ataque no se detuvo y destruyó una parte de la ciudad.
Takao: Ahora sabemos qué fue lo que pasó.
Qué bueno que hayan venido. – ven a un dragón aterrizar. – Lamento por el retraso.
Louise: ¡Julio! ¿Qué está pasando?
Julio: Luego les cuento los detalles. Hay un escuadrón designado para evacuar a los sobrevivientes, así que hay que reunirnos con los demás. – el grupo ve a los soldados ayudando a los demás, por lo que se regresan a los dragones y siguen al rubio de ojos heterocromáticos.
Louise: ¿Qué pasó? ¿Por qué esos dragones ...?
Julio: Todo el lugar se ha convertido en lo que ves. Afortunadamente, puedo domar este dragón gracias al poder de Windalfr. – la peli rosa asiente. – Y no se preocupen por Sylphid, ella es un dragón distinto y por lo que veo el que vas también.
Veldora: ¡Me llamo Veldora, recuérdalo bien, domador de bestias!
Julio: Otro que habla. - dijo con sorpresa.
Kenichi: Es un dragón que lo conocí más lejos del desierto. Si lo que dices es verdad, entonces algo controla a los dragones, excepto por el tuyo y los nuestros.
Julio: Sí, así es.
Kenichi: Bien, me presentaré rápido como Kenichi, de Galia ¿Qué fue lo que pasó?
Julio: Es por eso. – el pelirrojo estaba confundido pero nota lo que señala y abre los ojos, no se distinguía por el humo oscuro que desprendía, un olor a óxido nitroso, pero podía distinguir la figura de un dragón.
Kenichi: ¿Pero qué? – Louise, de forma instintiva, se aferra a él. - ¿Qué es esa cosa?
Veldora: Eso era lo que me daba un mal presagio, cachorro. Él es una bestia legendaria, el Dragón Ancestral o Antiguo. – todos estaban impresionados por el tamaño de aquel dragón, era veinte veces más grande que un dragón estándar, incluso por Veldora.
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El grupo se reúne con un montón de soldados de Romalia, preparándose para un ataque y quien lideraba este ataque, era el papa Vittorio., los civiles ya habían sido evacuados, por lo que sólo se preparaban para tomar medidas ante esta situación.
Vittorio: Como ya saben, el antiguo Dragón ha aparecido y en estos momentos, esa criatura está avanzando a la ciudad Santa de Romalia. – muchos estaban sorprendidos y temblaban. – No debemos tener miedo. Si hacemos nuestro mejor esfuerzo, estoy seguro que lo suprimiremos. Lo interceptaremos en el Valle Orchie, antes de que llegue a esta ciudad. – decía con seriedad. – Para evitar que sigan profanando la ciudad Santa, confiaré en el poder de los Caballeros Santos. Han recibido la bendición de los antepasados de nuestro fundador y están aquí para proteger a las personas. – los soldados empiezan a gritar eufóricos.
¡GLORIA A SU SANTIDAD! ¡NUESTROS ANTEPASADOS ESTÁN CON NOSOTROS! ¡LUCHAREMOS HASTA LA MUERTE! - todos emprenden marcha al valle para hacer los preparativos.
Julio: Su Eminencia, ya están aquí. – Louise, Tabitha, Kenichi, Takao, Satoshi, Ingvild, incluso Saito y Tiffania quienes fueron los primeros en recoger estaban reunidos.
Vittorio: Agradezco por su llegada. Además de los nuevos. – los mencionados dan una reverencia en señal de respeto.
Louise: Su Santidad, Aquileia ha sido devastada y apenas pudimos evacuar a los sobrevivientes, lamentamos no llegar antes.
Vittorio: No hay que disculparse, además, ese monstruo apareció de las aguas, por debajo de las cadenas montañosas. Ese fue la razón de aquel movimiento sisimico de hace días. Tratamos de darnos prisa para dar el aviso de evacuación...pero no llegamos a tiempo. He estado investigando, incluso antes de que sucediera como Papa con respecto a este tema, sin embargo había datos que faltaba confirmar. Pero, lo que tenemos claro, es que hay que detenerlo, suceda lo que suceda. Es momento de que los magos del vacío usen sus poderes... y para evitar sacrificios innecesarios...tenemos un plan.
Kenichi: Disculpe Su Eminencia, según me contó Louise, había un mago del Vacío más, el antiguo Rey Joseph.
Vittorio: En efecto, había un mago del vacío más, pero lamentablemente, usó su poder para causar caos, tanto en su propia nación como a Romalia. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de Saito-san y de Louise Valiere, pudieron detenerlo, joven...
Kenichi: Son Kenichi Uzumaki, Su Eminencia, y mis acompañantes son Takao Hiko, Satoshi Cruz e Ingvild Leviathan, no estábamos enterados de esto hasta que me topé con Louise. Sé de la carga que ella lleva y estoy seguro que esta misión es demasiado peligrosa, así que si va a hacer una ofensiva y pedir el poder de ella, pues yo también ayudaré. – la peli rosa estaba con un rubor pero sonríe, Julio estaba confundido, pero luego le preguntaría, no era momento para esa clase de pregunta ahora.
Takao: Nosotros también, estaremos preparados para lo que se viene, además, esto ahora se ha vuelto algo común, no dejaremos que ese dragón siga destruyendo.
Vittorio. Muchas gracias por su ayuda. – los cuatro asienten.
Takao: Disculpe Su Santidad, pero antes de que continúe con su plan, ¿Dónde fue que murió el Rey Joseph?
Vittorio: Su familiar hizo detonar un orbe de fuego, un orbe de la destrucción de gran daño, acabando con ella y con su rey, ya que no soportaba la idea de ver a su rey y amo en la prisión. Ese incidente se dio en las afueras de la ciudad que ha sido destruida. – Takao, Satoshi y Kenichi intercambian miradas, si atacó ese lugar, debe ser por algo.
Takao: Entiendo, puede continuar. – el rubio asiente.
Vittorio: Miss Valiére. – la peli rosa lo mira. – Tu hechizo Explosión es fundamental para esto y requeriré de tu ayuda al final. – ella asiente. – Según los informes, ese dragón está cubierto por un miasma oscuro, lo cual los ataques mágicos no tienen efecto sobre él.
Eso era un punto negativo, pese a que Takao dominaba los tres elementos de una forma distinta, con esa barrera, no será nada bueno.
Vittorio: Lo primero es deshacernos de esa barrera.
Louise: Podría usar mi hechizo Dispel...
Vittorio: No, de eso me encargo yo, además que debes acumular toda esa magia para el golpe final. Es crucial que conserves tanto poder como te sea posible. Miss Westwood. – ahora la rubia lo mira. – Tú someterás a los subordinados del dragón con tu Magia Olvido, así protegerás a los caballeros sagrados. – ella da un asentimiento. – Bien, entonces vamos al valle.
El grupo viajó nuevamente al siguiente punto, donde los soldados estaban preparándose para el ataque, el pelirrojo estaba guardando su espada, Louise quería hablar con él cuando el peli azul se acerca primero.
Takao: Kenichi, quiero hablar seriamente. – mira a la peli rosa. -Lo siento Louise, pero tengo que hablar con él primero. – ella asiente y se van a un lugar apartado.
Kenichi: ¿Qué pasa Takao?
Takao: No quiero que accedas a la armadura. – eso levantó una ceja al pelirrojo.
Kenichi: ¿Por qué no?
Takao: ¿Crees que no me he dado cuenta del cambio en la armadura? Además, las misiones que hacías, los terminabas en tiempo récord. Sé que tu intención era en avanzar con el anillo, pero que hicieras rápido las cosas, aceleraste la evolución de la armadura del dragón.
Kenichi: Así que..
Takao: Sí, lo noto, cuando te enojaste en una de las misiones que tuvimos, pude notar tu ojo distinto y luego parte de la piel de tu brazo cuando cortaron tu chaqueta. – el pelirrojo miraba su brazo, había ocultado temporalmente con vendas para que se desaparezca.
Kenichi: Bueno, no puedo discutir a eso. - el peli azul coloca su mano en el hombro.
Takao: Fue por una buena causa, pero por favor, si vamos a pelear, no uses la armadura, no sé qué es capaz de hacer ese dragón pero es mejor prevenir que lamentar.
Kenichi: ...Está bien, evitaré usar la armadura.
Takao: Con eso me conformo. – le da unas palmadas en la espalada. – Ahora ve con Louise, ella quería hablar contigo.
Kenichi: Está bien. – procede a irse con la peli rosa quien tenía una mirada algo preocupada.
Louise: ¿Todo está bien?
Kenichi: Sí, tranquila, todo está bien, sólo dijo que tuviera cuidado. – coloca su mano en la cabeza, sacándole una sonrisa a la peli rosa. - ¿Querías decirme algo Louise?
Louise: Pues... - tenía ese mal presentimiento todavía. – Estoy preocupada por lo que va a pasar, ese dragón que se ha visto ha destruido la ciudad y aún no sabemos lo que puede llegar a hacer. – él la abraza.
Kenichi: Sí, yo igual estoy sorprendido y no sé lo que puede llegar a hacer ese dragón, pero no me quedaré de brazos cruzados, si sigue avanzando, lo destruirá todo.
Louise: Es verdad, tenemos que detenerlo. – dijo con más determinación.
Kenichi: Esa es mi chica. – dijo con una sonrisa.
Louise: Por cierto...yo...yo... - colocaba su mano a su corazón, quería darle la respuesta ya que desde que hubo el movimiento sísmico, no se habló del tema, ya sea por la evaluación de daños u otra cosa, pero antes de que continuara, el pelirrojo junta sus manos y le dedica una sonrisa.
Kenichi: Después hablamos de eso ¿De acuerdo? Tenemos que estar preparados para la ofensiva. – ella se calma y asiente.
Louise: Está bien. – el pelirrojo da unas últimas caricias en la cabeza de la peli rosa y se reúne con los demás. Mientras que la peli rosa saca algo de su bolsillo, era el anillo que le había dado el pelirrojo y se lo coloca. – Por favor, cuídanos en este ataque y podamos volver a casa. – se levanta y va con los demás.
Minutos después, sienten un temblor, se sentían los pasos aproximándose y se escuchaba varios dragones moviendo sus alas y gruñendo, los soldados estaban preparándose para el ataque.
Takao: Bien, que comience. – el pelirrojo junta sus palmas y concentra toda la alquimia en el suelo, en dirección al dragón, la tierra es levantada y atrapa las patas de la bestia, justo cuando el dragón iba a movilizarse, los soldados lanzan sus hechizos hacia las paredes del valle, provocando un derrumbe de rocas y dejando inmovilizado al dragón por completo.
Satoshi: Bien, primera fase del plan lista. – saca sus espadas. - ¡Ahora a lidiar con esos dragones! – arroja las espadas hacia la pared y se impulsa para atacar a los dragones, los caballeros sacros estaban luchando contra otros sirvientes cuando son repelidos por una corriente fría, siendo Takao y Tabitha.
Otros dragones habían logrado atravesarlas defensas de algunos soldados pero antes de rematar, son afectados por el hechizo Olvidar de Tiffania, haciendo que se vayan del lugar, Louise iba con ella sobre Sylphid, pero apenas era el inicio, había un gran número de dragones para proteger al dragón antiguo.
Kenichi: Son demasiados. – da varios saltos, esquivando los ataques de los dragones, pero Veldora arroja una aliento de fuego/rayo, neutralizando a cinco de ellos.
Veldora: Trata de avanzar, yo me llamaré su atención. – el pelirrojo asiente y avanza, cuando ve al dragón de Julio aproximándose al dragón Antiguo, gracias a la intervención de los nuevos, el dragón se quedaba sin sus lacayos que lo cubran, por lo que podían acercarse, aunque Saito cortaba a los que se dirigían hacia él hasta llegar a un punto perfecto.
El Papa procede a recitar sus hechizo, como era de esperarse era algo extenso, pero cuando empieza a brillar su mano, el dragón ancestral empezó a rugir, la razón, era porque la miasma que lo protegía estaba a desintegrarse.
Kenichi: Está funcionando. – decía mientras aterrizaba en el dragón de Julio.
Derflinger: Es la Magia del Vacío: Desintegración.
Julio: En realidad sería la magia de Recuperación, pero tiene un efecto mayor en las entidades del mal.
Kenichi: Eso quiere decir que es un hechizo de luz y está haciendo que la miasma que lo cubra, sea afectada. – el rubio de ojos heterocromáticos asiente.
Vittorio: Así es, esa es mi magia del vacío. – dijo mientras concentraba más magia.
Saito: Espero que pueda retirar esa barrera.
Derflinger: De por sí, esa miasma es difícil, además que canalizar magia del vacío de tal nivel, provocaría un desgaste. – ven que los dragones se lanzan al ataque.
Kenichi: Perfecto, algo de acción. Tú quédate a cubrir la retaguardia, yo me ocupo de llamar la atención. – salta del dragón y perfora el corazón de uno de los dragones que se aproximaba, el peli negro, a pesar de que se llevaban mal, no tenían de otra, era un enemigo en común.
El pelirrojo aterriza sobre las rocas que aprisionaban el dragón, pero sintió una presión, más específico, en el brazo derecho, donde tenía empuñada a Incursio, pero logra reincorporarse antes de que reciba un ataque de fuego de un dragón.
El combate seguía y el hechizo del papa había causado algo de daño al dragón, pero cada vez se movía más y más, trataron de acercarse para desintegrar la barrera de su cabeza y parecía funcionar, sin embargo, el dragón enfoca su mirada y hace aparecer un tercer ojo y se active algo, haciendo que el dragón de Julio empiece a acercarse lentamente.
Kenichi estaba algo alejado después de acabar con un gran número, sin embargo, nota que el dragón de Julio se acercaba, algo que no estaba planeado, hasta que nota el tercer ojo, además que el dragón abre la boca y prepara un ataque, Saito se arma de valor y detiene el ataque con Derflinger.
Kenichi: ¡Mierda, si sigue así, lo devorará! – buscaba una forma de acercarse pero las sacudidas del dragón, hacía que las rocas se movieran y casi lo aplastan un par de veces, trató de buscar apoyo cercano pero cada grupo estaba en su propio enfrentamiento, Satoshi e Ingvild estaban en la superficie, ayudando a los soldados. Louise y Tiffania junto con Sylphid estaban en la misma situación y qué decir de Veldora, estaba siendo presionado por un gran número de lacayos.
El pelirrojo miera la empuñadura y pareció notar que el ojo había brillado, no tenía un buen presentimiento, pero aprieta los dientes.
https://youtu.be/P5dLu9ScRM0
Kenichi: Lo siento Takao, tendré que desobedecer la orden que me dijiste. – aprieta con fuerza la empuñadura y toma un profundo respiro.
En la superficie, Tabitha había acabado con un dragón más, pero otro se aproximaba por detrás.
Takao: ¡CHIDORI RAGAN! – la bestia cae debido a la intensidad eléctrica, estaba a punto de acercarse a la peli celeste, cuando en eso.
¡INCURSIOOOO! – Takao abre los ojos y se aproxima al borde, notando a la bestia sobre el pelirrojo.
Takao: ¡DETENTE, NO LO HAGAS! – pero ya era demasiado tarde, el pelirrojo era cubierto una vez más, ahora la apariencia era más intimidante, las alas se notaban y el casco, parecía ser la cabeza de un dragón lleno de vida.
Saito seguía frenando el ataque, pero para su mala suerte, su espada estaba alcanzando su limitador.
Derf: Compañero, lo lamento, ya no puedo dar más. – decía mientras empezaba a agrietarse. – Realmente pasamos momentos buenos y malos, me había decepcionado cuando cometiste "Eso", pero a pesar de todo, te considero como mi camarada. – las grietas empezaban a notarse más. – Espero que tomes el camino correcto y dejes ese capricho, la página debe cambiarse y espero que seas alguien de bien y tome decisiones correctas...
Saito: Derf...
Derf: Adiós, compañero. – la espada no aguantó más y se hizo pedazos, pero el empuje fue tan fuerte, que tomó a Saito con la guardia baja y saló disparado del dragón.
Julio: Saito-kun!
Saito: No...Derf... - el impacto era inminente, pero una Kenichi vuela a gran velocidad y lo atrapa, para luego enviarlo a la superficie, reuniéndose temporalmente con Takao y Tabitha.
Kenichi. Aquí está.
Takao: Te dije que no lo usaras.
Kenichi: No había de otra, pero descuida, lo tengo bajo control. – extiende sus alas nuevamente y regresa al valle. – Terminaré con esto rápido
Pero él no era el único quien vió eso, Louise estaba en shock, la última vez que había visto la armadura, no tenía ni alas y el casco no tenía una apariencia intimidante, inconscientemente, su mano la llevó a su pecho, el mal presentimiento se hacía más fuerte.
El dragón de Julio se acercaba más y más al hocico de la bestia legendaria, por más que el rubio de ojos heterocromáticos trataba de controlarlo, sus runas no hacían efecto.
Vittorio: A este paso... - iba a tomar una decisión crucial, pero el dragón recibe un golpe por parte del guerrero Uzumaki. – Tú eres..
Kenichi: Soy Kenichi, Su Santidad. – toma con fuerza al dragón y lo aleja, haciendo que poco a poco recupere su cordura y Julio logre tomarlo nuevamente. – No puede ser...
Vittorio: Lo siento, creí que funcionaría.. – cae de rodillas.
Julio: Su eminencia. – se acerca a ayudarlo mientras que Kenichi se acerca al dragón, quería ver si podía darle un golpe.
Kenichi: ¡No te saldrás con la tuya! – estaba a punto de impactarlo, pero los ojos del dragón se tornaron rojos por unos segundos, haciendo que el pelirrojo quede completamente paralizado.
Takao: ¿Qué?
Satoshi: ¿Qué sucede? – ven que Kenichi empezaba a sujetarse la cabeza y empezara a gritar de dolor, ya que estaba creciendo de forma anti natural, alcanzando el doble de tamaño de lo que era antes.
¡AAAAARGHHHHHHH! – el dolor era demasiado y para terror de sus amigos, la armadura empezaba a sufrir cambios, para empezar, su tamaño crecía más y más, sus brazos pasaban a ser unas peligrosas garras, las alas se hacían más grandes, aunque eso causaba dolor, la cola crecía.
Louise: N-No... - ahora entendía su mal presentimiento. - ¡Sylphid!
Sylphid: No puedo, hay demasiados dragones que todavía protegen. – respondió con frustración.
Y ya era demasiado tarde para ayudarlo, aquel chico ya no estaba, en su lugar, había un dragón de gran tamaño, más que Sylphid.
Takao: N-No puede ser... - deja caer su espada.
Louise: Kenichi... - las lágrimas estaban saliendo, creyó que estaba consciente, pero cuando el dragón abrió los ojos, no eran azules, eran rojos con una cruz en medio y da un poderoso rugido.
https://youtu.be/BKHpOKhM6-A
Los demás dragones también rugen y sus ataques ahora son más fuertes, muchos soldados terminaron heridos de gravedad o muertos, pero lo peor, es que ahora el nuevo dragón se eleva y se une al ataque.
Takao reacciona y vuelve a defender a los soldados, Tabitha lo ayudaba, pero notaba la frustración del peli azul,.
Tabitha: Takao...
Takao: Le dije que no... sentía que era peligroso. – aprieta los puños. - y ahora...
Tabitha: Debe de haber una forma... y lo encontraremos. – coloca su mano en el hombro del peli azul, confortándolo un poco.
Sin embargo él no era el único devastado, Satoshi veía con dolor a su compañero, ahora transformado en una bestia, hiriendo a los soldados, pero Louise era la más devastada, ese mal presagio se llegó a cumplir, algo le iba a pasar y su error era creer que todo saldría bien.
Satoshi: ¡Espera Kenichi! - pero se sorprende al ver que la reacción no era la que esperaba, ya que se lanzó a atacarlo.
Ingvild: ¡Satoshi-kun! - genera una ráfaga de agua a gran presión para empujarlo, pero no parecía afectarle a la bestia, quien dirige su mirada a la peli lila y se lanza al ataque.
Satoshi: ¡DETENTE! - no tenía de otra, así que usa sus espadas para atrapar las garras del a bestia, da un salto y le da una patada en la cabeza, enojando más a la criatura, nuevamente enfoca su vista al rubio y trata de atacarlo, pero el rubio había enrollado sus cadenas en las garras, teniendo algo de control.
Veldora: ¡No lo sueltes! - se acerca y lo toma de los hombros. - ¡Vamos cachorro, reacciona!
Pero el pelirrojo no reaccionaba, sólo estaba la bestia tratando de liberarse y hacía movimientos violentos, Satoshi trataba de sujetar sus garras, pero el dragón hacía lo posible para salvarse.
Satoshi: ¡Maldición! - dado que estaba moviéndose con fuerza, las cadenas empezaban a friccionar y a sacarle algo de sangre. - ¡Arghhhh! - trataba de sujetar las cadenas, pero la fricción se hacía más fuete. - ¡N-No puedo...!
Veldora: ¡Espera, no lo sueltes! - pero ya era demasiado tarde, debido a los movimientos bruscos de la bestia, Satoshi termina soltando las cadenas, haciendo que se libere y ataque a Veldora. - ¡ARGHHHH!
Logró herir a Veldora y era algo fuerte, la sangre estaba saliendo, luego dirige su mirada al rubio quien se levantaba y usaba sus llamas para cauterizar las heridas de sus manos, pero estaba con la guardia baja.
Invgild: ¡No lo lastimes! - arroja otra corriente de agua, empujándolo y Veldora aprovecha en empujarlo de la orilla, pero se reincorpora y nuevamente se lanza al ataque, aunque ahora eran los caballeros sacros quienes le atacaron, por lo que redirige su ataque hacia ellos. - ¡Satoshi-kun! - usa su magia para limpiar la herida antes de que se cerrara.
Satoshi: Gracias. - se levantaba mientras que Ingvild se acerca al dragón de la tormenta.
Veldora: Estaré bien, después me ayudas con eso. - mira con dolor al ver a su cachorro siendo controlado por Tyrant y dejaba muy malheridos a los soldados.
Vittorio: Eso no es bueno, nada bueno. – trataba de levantarse pero había agotado su magia y como se interrumpió, ahora estaba exhausto y ni podía levantarse.
Julio: Su eminencia. – dijo mientras se acercaba con su dragón, pero notan que el dragón ancestral empezaba a liberarse y extendía su garra.
Vittorio: Ya no hay nada que puedas hacer Julio, debes ir y ayudar a los demás.
Julio: Pero...
Vittorio: Debes vivir. – la garra del dragón antiguo lo atrapa.
Julio: ¡Su santidad! – trata de acercarse, pero lo único que ve es su maestro dirigiéndole una última sonrisa para luego ver cómo es tragado por el dragón. - ¡SU SANTIDAAAAD!
Takao aterriza y había presenciado la pérdida de su Santidad, era doloroso, pero no se podía hacer nada.
Takao: Lo siento. – toma a Julio y se sube al dragón para salir de ahí.
Los soldados habían presenciado eso y estaban en shock, habían perdido a su líder, a su Eminencia, la retirada era inminente.
Tiffania: No puede ser... - veía al dragón salir de las rocas, la misión fue un total fracaso.
Louise: Su Santidad...Kenichi.... Ellos... - ve que Satoshi, Ingvild y Tabitha estaban sobre Veldora quien estaba triste al ver cómo su "Cachorro" acabó siendo controlado. – Tenemos que volver.
Satoshi: Es difícil, mira. – señala una herida debajo del ala de Veldora. – Está fuera de control, Veldora trató de calmarlo, pero no razona.
Louise: Pe-Pero... - Takao se reúne con un Julio y Saito desmayados. – Takao... - las lágrimas del peli azul se notaban.
Takao: Lo lamento Louise, tenemos que retirarnos, ya no disponemos de los soldados y las reservas de Tabitha y Tiffania -san no serán suficientes para lidiar con esto.
Louise: Pero puedo usar mi magia...
Takao: ¿Y para qué? La miasma que posee es fuerte, y con un montón de dragones que están protegiéndolo...incluido él.... Será imposible. Por más que me duela, tenemos que retirarnos. – nota a la peli rosa derramar lágrimas. – No te preocupes Louise, buscaremos una forma de traer de vuelta a Kenichi.
Louise: ¿Lo prometes? -el peli azul nota que Louise llevaba el anillo, por lo que da una mirada determinada.
Takao: Te lo prometo, Satoshi y yo traeremos a Kenichi de vuelta. – ella con dolor asiente y se van de ahí, el dragón Tyrant o Incursio como llamó Kenichi da un rugido atemorizante, al igual que los demás sirvientes, mientras que el dragón ancestral empezaba a enrollarse y su miasma se endurecía, como si de un capullo lo estuviese cubriendo, siendo notado por el peli azul.
El grupo había regresado al Ostland quien estaba por la ciudad destruida, estaban aturdidos y sin saber qué fue lo que pasó exactamente, aunque se pusieron al día cuando llegó el equipo de Takao, Satoshi y los demás, sólo que faltaba un miembro de su equipo.
Grande fue su expresión entre horror/ tristeza al escuchar que el Papa Vittorio de Romalia, ha caído en batalla, Montmorency fue con Louise, pero la encontró totalmente devastada, preguntaron el motivo y se entristecieron al escuchar que el novio de la peli rosa perdió el control y ahora forma parte de la armada del dragón ancestral, no indagaron más ya que se les notaba el dolor de su pérdida.
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Tres días después, todos estaban reunidos en la academia de magos de Tristain, Louise se había encerrado en la habitación, Tabitha, a pesar de la tristeza que tenía, su responsabilidad como reina, seguía, sobre todo el hecho de contar lo acontecido al igual que Julio. Takao por su parte, estaba debajo de un árbol, aunque nadie se acercaba ya que el ambiente a su alrededor era frío, al punto que las hojas que caían, se cubrían por una delgada capa de hielo. Satoshi tomaba cerveza sin parar, pero debido al fuego en su interior, el efecto del alcohol no le afectaba, sorprendiendo a los que no lo conocían, ya que había tomado 20 barriles y sigue sobrio. Su esposa, Ingvild, veía eso y estaba triste, tanto para su esposo, como Takao, tienen un lazo de hermanos de alma.
Ingvild: Satoshi-kun. – se sienta a su lado pero el rubio sólo tomaba su cerveza.
Satoshi: Recuerdo cuando empezamos con el recorrido y él consiguió la espada, me había sorprendido de la bestia que estaba dentro de la misma espada... - termia su vaso. – Y ahora esa misma bestia ha tomado el control.
Ingvild: Es doloroso, pero no puedes estar así. – el rubio iba a responder. – Sé que dirás que es tu hermano, pero no todo está perdido. – toma su mano. – Si hay una forma de que podamos rescatarlo, entonces la aprovecharemos., no olvides la promesa que le hicieron a Louise, lo traerían de vuelta.
Satoshi: Lo sé...pero... - la peli lila aprieta el agarre, el rubio la mira y ella esboza una leve sonrisa, aunque con algunas lágrimas.
Ingvild: Las derrotas pasan en cada equipo, ningún equipo es perfecto, tal vez hemos fallado, pero no debemos quedarnos devastados siempre, debemos levantarnos y buscar una forma de hacerlo mejor la próxima vez.. – el rubio entrelaza los dedos.
Satoshi: Sí...tienes razón, si caemos, debemos levantarnos y seguir adelante y tienes razón. Si hay una forma de salvar a nuestro hermano, entonces la encontraremos.
Ingvild: Así es. – el rubio se levanta.
Satoshi. Gracias Ingvild, realmente gracias por levantarme el ánimo.
Ingvild: Eres mi esposo y debemos ayudarnos en las buenas y en las malas, ese fue nuestro juramento. – el rubio sonríe y la besa, siendo correspondido por la peli lila.
Satoshi: Sí, es nuestro juramento, ahora vamos con Takao. – su esposa asiente y se dirigen al árbol donde estaba el peli azul, alrededor de ese árbol se sentía el frío, parte de ese lugar estaba cubierto por hielo y las hojas habían caído.
El peli azul estaba recordando cuando el dragón había sacado su tercer ojo y primero trató de tomar el control de Azuro, luego Kenichi había salvado al dragón de ser devorado, para que después cayera bajo control del dragón ancestral y el pelirrojo termine perdiendo la consciencia para que Tyrant tome control total de su cuerpo.
Takao: Esa bestia legendaria, si se puede cortar conexión, entonces podría haber una oportunidad, pero... con tantas veces que había evolucionado, es posible que su piel pueda resistir a los daños elementales ya que los oponentes de Galia eran mayormente magos simpatizantes de Joseph. – pensaba con profundidad, tal vez estaba triste, pero estaba buscando una estrategia, en eso nota un par de sombras, resultando ser Ingvild y Satoshi. – Chicos.
Satoshi: Venga hermano, tenemos que buscar una forma de arreglar esto.
Takao: Lo sé, me duele, pero estoy recordando lo que pasó antes de la transformación.
Satoshi: ¿Notaste un punto o algo?
Takao: Pues esto va con el hecho de que el dragón ancestral, además de controlar a otros, hizo despertar a Tyrant, dado que Kenichi había estado usándolo y su armadura cambiaba, facilitó eso y tomó control y la bestia legendaria lo tiene bajo su orden, si hay una forma de cortar ese lazo de "obediencia" entonces podría recuperar la consciencia, pero sólo eso.
Satoshi: ¿Y una forma de que pueda volver a la normalidad.
Takao: Aún no sé qué podría hacerse, pero podría haber una ligera posibilidad de que si despierta Kenichi, podríamos separarlo del dragón y sellarlo nuevamente, pero a decir verdad, sería algo complicado.
Satoshi: Pero no imposible. Si hay una manera, entonces podremos traerlo de vuelta. – el peli azul sonríe y se limpia las pocas lágrimas que le habían salido.
Takao: Eso es verdad. – se levanta. – Habría una oportunidad para salvarlo.
Satoshi: Así se habla.
Takao: -mirando el árbol. – Después me disculpo por dejar así el árbol.
Satoshi: Se entiende por tu estado de ánimo, no te preocupes. Ahora vamos con Louise, tal vez estemos tristes. Pero Louise es la que más lo está.
Takao: Sí, es verdad.
La peli rosa estaba abrazando sus piernas, sus ojos estaban muy hinchados de tanto llorar, perdió al pelirrojo y no pudo responder a su declaración, a pesar de eso, seguía con el anillo en el dedo, quería mostrárselo cuando finalizaran la misión, pero las cosas no salieron como querían.
Louise: Ke-Kenichi...yo te habría dicho mil veces que sí... lo hubiera dicho en ese momento que me ofreciste el anillo... - las lágrimas salían nuevamente. – Me hiciste la mujer más feliz ese día ... -tocaba el anillo y recordó cuando él se arrodilló, era un recuerdo muy feliz para ella, pero luego cambió el recuerdo a cuando el pelirrojo estuvo enfrentándose contra los dragones y al tratar de salvar al Papa y a Julio y poco después, terminó perdiendo el control.
Siesta: Louise-san. – decía en voz baja mientras miraba a la peli rosa con tristeza, estaba pegada a la puerta, pendiente de ella, en eso nota a personas aproximándose, era Takao, Satoshi e Ingvild. – Ustedes..
Takao: Tenemos que hablar con Louise.
Siesta: Pero su estado...
Takao: Lo sé, perdió a nuestro hermano en aquella batalla, pero hay una forma de salvarlo.
Siesta: Por favor, no le de falsas esperanzas. – dijo preocupada.
Takao: Descuida, yo no doy falsas esperanzas. – la peli negra estuvo pensándolo por unos segundos y abre la puerta.
Siesta: Louise-san, vinieron a verlo.
Louise: No quiero ver a nadie. – respondió con algo de hostilidad.
Takao: Soy yo, Louise. – la peli rosa se limpia las lágrimas y se levanta.
Louise: ¿Qué necesitas?
Takao: Pues tenemos noticias, sobre salvar a mi hermano y acabar con esa bestia de una vez por todas.
Louise: ¿Lo dices en serio? – decía con un brillo de esperanza y el peli azul asiente.
Takao: Sí, te lo prometí, que lo traeríamos de vuelta. – coloca su mano en el hombro de la peli rosa. – Lo volverás a ver.
La peli rosa mira el anillo por unos segundos para luego quitarse las últimas lágrimas que estaban saliendo.
Louise: Está bien, debo ser fuerte para verlo nuevamente.
Takao: Así se habla. Ven, hay mucho que hacer. – la peli rosa asiente.
Louise: Está bien. – mira a la maid. – Gracias por estar pendiente de mí en estos días, Siesta
Siesta: Somos amigas. – respondió con una sonrisa y ella la abraza. – Louise-san..
Louise: Muchas gracias. – dijo con sinceridad, era la primera amiga de una clase distinta que tenía, la peli negra se sintió conmovida y corresponde el abrazo.
Takao: Venga, hay que ir con Tabitha. – la peli rosa asiente pero antes extiende su puño, sorprendiéndolo un poco, pero correspondiendo.
Louise: También te doy las gracias a ti Takao.
Takao: Lo harás cuando lo rescatemos. – ella asiente. – Gracias Siesta.
Siesta: Buena suerte. – el grupo asiente y se dirigen con los demás.
FIN DE LA TERCERA PARTE
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.
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