Cruzó la calle no sin antes mirar a ambos lados, su estación había llegado por fin, dejándolo salir de su escondite habitual para disfrutar cada día fuera.

Levantó su mano y tocó una hoja color verde, al bajar su mano, la hoja había cambiado a un anaranjado amarillento, oh su color favorito. Deseaba poder tocar todas las hojas de cada árbol para darle su color característico y mostrar que había mejorado en su tarea.

Entró a una cafetería, el olor dentro era tan surreal que lo hacían sentir flotar, esta era una nueva ciudad, un nuevo lugar donde podrían apreciar el hermoso color que dejaba después de su mágico toque.

Prestó particular atención a un hombre de ojos azules que pasó a su lado mientras se encontraba formado en la fila para poder ordenar su deliciosa bebida que le brindaba calor.

Fue al parque después de haber bebido su café, oh cuanto le gustaba la perfecta temperatura del viento que corría libre por las calles moviendo pequeños objetos a su paso, la perfecta calidez que el sol llegaba a brindar creando una deliciosa combinación que amó toda su vida.

Al llegar al parque prestó atención a una hoja color herrumbe, sabía que esa persona le había sido entregado el más perfecto color que la creación misma había inventado para otoño. Vio a alguien pasar su mano libremente por unas cuantas hojas bajas de un árbol, el color comenzó a cambiar delicadamente hasta llegar a ese hermoso tono.

Era el hombre de ojos azules, lo supo cuando este lo volteó a ver y al notar los ojos esmeralda puestos sobre él, sonrió y guiñó un ojo.

Entonces sonrió. Podía ver remolinos de viento por donde el ojiazul decidía dar un salto y aterrizar con su dos pies. Supo que debía mejorar en su tarea ó no volvería a ese lugar.

Al día siguiente alguien se sentó al lado de él cuando este estaba sentado en el pasto de otro parque.

- ¿Eres nuevo cierto?- asintió viendo los ojos azules- Soy Alba, invierno y otoño- le ofreció su mano al ojiverde, este la tomó.

- Soy Petricor, primavera y otoño-

- Oh por Deméter- lo escuchó y vio reír por primera vez- Inefable, esto es completamente inefable, jamás pensé poder conocer a alguien cómo tu, mucho menos bajo un hermoso arrebol que nos regala Urano-

- ¿Tienes alguna pregunta?-

- ¿Enserio eres regalo de Persefone?- Harry asintió- ¿Eres efímero?-

- No, supongo que al igual que tu, yo soy eterno-

- ¿Petricor, cuál es tu nombre humano?-

- Harry, ¿y el tuyo Alba?-

- Louis- Harry soltó la mano rápidamente del otro al sentir su piel demasiado fría- Oh, perdón, no era mi intención, usualmente no saludo a los de épocas cálidas y nadie había retirado su mano con cuál rapidez, sé que no soy tan cálido pero no pensé ser..-

- Es completamente normal, eres de temporadas frías, yo tengo un problema acostumbrando mi cuerpo al cambio de temperatura-

- ¿Te dio alas?- Harry asintió- ¿Es cierto que son las más hermosas que cualquiera pudiera tener?-

- No puedo contestar eso- el ojiazul asintió- Jamás he visto ningún otro par de alas que no sea el mió, sería complicado juzgar desde mi perspectiva ignorante acerca de las alas-

El resto de la tarde, al menos hasta que oscureciera completamente la pasaron tocando diferentes hojas, esperando a que el cosquilleo en sus manos apareciera para poder transformarse. Tan pronto las estrellas empezaron a resplandecer en el cielo Louis sonrió el cosquilleo y empezó a correr mientras daba vueltas, era su ritual, lo que le había servido toda la vida, hacerlo divertido era su especialidad.

Desapareció de la vista de Harry, hasta un par de segundos después cuando lo vio volar frente a su cara. Harry rió cuando Louis se sentó en su hombro. Se fue volando hacia un árbol dejando un pequeño camino de  aire frío detrás de él.

Cuando una ráfaga de viento frío especialmente fuerte revolvió el pelo de Harry ahí supo que su momento había llegado, él estiró sus manos sobre su cabeza, juntandolas y relajando todo su cuerpo. Se transformó en este pequeño hada con su cuerpo lleno de relajación.

Pronto Louis empezó a volar a su alrededor rodeandolo de un remolino de aire frío. Harry bufó al sentir su pelo hecho un desastre, podía  sentir las pequeñas notas del color de derrumbe en mechones de su pelo. Louis rió al verlo.

Después el ojiazul se acercó a ver de cerca las alas de Harry, impresionado quedó al ver que ni siquiera los patrones en ambas alas eran los mismo, el tono era un poco azulado y Louis estaba fascinado con eso.

Louis estaba alegre de poder compartir su amor por otoño y su fascinación por los colores de las hojas por fin, cada dia que pasaba con Harry se sentían como un par de horas, quería que los días se alargaran sólo para pasar más tiempo con Harry.

Esos días se convirtieron en semanas y cuando Louis se dio cuenta faltaba nada para el fin del otoño, sus pequeñas corrientes de viento se volvían más frías con el paso de los días, el color de sus hojas se convertia en un tono caramelo. Había caído por él, tenía miedo por dejar de hablar con Harry, temía no volver a oler el aroma a petricor tan cerca ó volver a ver la criatura efímera que sus ojos habían estado apreciando cada día.

Harry se encerraria en su pequeño refugio, obligándose a salir sólo lo necesario en invierno y Louis no lo vería hasta el próximo otoño, por que Louis imitaria las acciones de Harry en primavera.

Cuando lo vio esa mañana Harry parecía bastante feliz, tomó la mano de Louis y corrieron hasta llegar al parque, Harry no soltó su mano a pesar del frío que Louis le transmitía.

- ¿Qué harás en invierno?- preguntó Louis sentado al lado de Harry en la rama de un gran árbol al que se le caían las hojas. Acarició la corteza del árbol con delicadeza y varias hojas cayeron suavemente al piso.

- Vivir en mi departamento, trabajar en mi trabajo de humano hasta que  llegue la primavera- Louis asintió- ¿Tu harás copos de nieve?-

- Eso es un estereotipo tan injusto, no hacemos sólo copos de nieve- Harry rió- Congelamos ríos y lagos, colocamos rocio en hojas y flores para después congelar el agua, creamos corrientes de viento que recorren el mundo entero-

- ¿Tu congelas mis flores?-

- Sólo las que están muriendo, no puedes esperar a que duren todo el año, si las crearon fuertes las cubrimos y salvamos para que duren hasta primavera-

- Eso es lindo-

- Supongo que lo es-

- ¿Cómo jamás haz volado a otro lado?-

- No hay muchos con mi color, mandan a uno a cada ciudad no tenemos permitido cambiar, ¿haz pensado en quedarte en un lugar?-

- No sé si puedo, jamás he despertado en el mismo lugar para el siguiente otoño- Harry tocó una hoja dejandola del mismo anaranjado amarillento- Mi toque no es como el tuyo, tu das un color perfecto que cambia con el pasar de los días hasta que las hojas están listas para caer, mis hojas no mueren, sólo caen, lo que tocó se vuelve inmarcesible-

- Eso es lindo-

- No lo es, no soy completo en otoño y tampoco lo soy en primavera, no puedo crear las flores más coloridas, no puedo hacerlas florecer hasta la mitad de la temporada, pero no marchitan, sobreviven el frío del otoño y..-

- Nada, eres completamente único, es etéreo, como tu- Harry sonrió, Louis puso su mano encima de la de Harry y más hojas cayeron- De hecho, creo que haré un copo de nieve con tu nombre este año-

- ¿Enserio?- Louis asintió- ¿Petricor ó Harry?-

- Ambos- el orgullo, que se producía en Louis cada vez que veía a Harry sonreír, provocaba un sentimiento ensordecedor. Tal vez se debía a esos pequeños huequitos que se formaban en las mejillas de Harry, tal vez eran los labios extendiéndose, las mejillas sonrosadas ó el brillo que se esparcia por los orbes esmeraldas ó quizás todo eso combinado.

Bajaron del árbol, caminaron por un par de horas, se detuvieron bajo un árbol, lleno de hojas color herrumbe, el árbol favorito de Harry. Había una sola hoja del color que Harry dejaba atrás.

- Deberías tocarla, se ve extraño-

- Quiero intentar algo- Harry asintió- Toca la hoja- Harry lo hizo.

- No hay cambio-

Louis asintió y se acercó, cruzó sus manos detrás del cuello de Harry, este bajó la cabeza sonriendo ampliamente al ver el rostro de Louis tan cerca, ese azul en sus ojos pertenecía a la época que se le había otorgado, fríos pero igualmente hermosos. Sus ojos se conectaron, mezclando estaciones, Louis se levantó en las puntas de sus pies y conectó sus labios con los de Harry, una brisa nueva se creó.

La hoja tomó un tono marmoleado, mezclando ambos tonos, Harry soltó la hoja para tocar la corteza del tronco del árbol, hojas cayeron sobre ellos, puso sus manos en las caderas de Louis, el beso se rompió pero uno nuevo fue depositado en la frente de Louis.

- No te vayas- susurró Louis- Quédate  y vive todas las temporadas conmigo-

- Ya no eres tan frío- quitó una hoja del pelo del más bajo- Alba, desearía poder prometerte que estaré aquí cuando despierte el próximo otoño para verte repartir este hermoso color en cada árbol una vez más, pero no es mi decisión-

- Podríamos ser inmarcesibles- Harry sonrió más y volvió a besar a Louis- Quédate conmigo hoy, Petricor, despierta conmigo este invierno-

- Lo haré-

Louis dedicó su temporada favorita a mostrarle la belleza del invierno a Harry, la hoja de sus colores combinados había sido puesta entre dos placas de cristal rodeadas por un marco negro, en la mesa de centro del departamento que ahora compartían. El frío del invierno ya no era insoportable para Harry, el arte del invierno había llegado por fin a los ojos de Harry, logrando que lo apreciara.

Ese día cuando Louis llegó al departamento el olor a galletas recién horneadas era tan distintivo cada que llegaba desde que estaba con Harry. Fue recibido con un beso tan pronto entró a la cocina, debía admitir que jamás había sentido calidez de hogar hasta que Harry llegó ahí la última noche de otoño.

- Alba, tengo algo que decirte- Louis vio atento a Harry quien parecía nervioso- Te amo- Louis sonrió y volvió a besar a Harry dulcemente, sus manos en las mejillas sonrosadas.

- También te amo- rieron suavemente contra los labios del otro.

Despertaron juntos el primer día de primavera, Harry le dio un color más vibrante a cada flor, a cada árbol le dio sus varios tonos de verde, las flores olían más dulces. Pudo hacer que Louis saliera un par de días y se enamorara de los días de primavera como él.

Verano fue fácil para ambos, encerrados en el departamento, siendo completamente hogareños, viendo las ventanas llenarse de gotas de lluvia, tomar café, leer libros, noches bajo el fuerte de mantas que tenían en la sala acurrucados viendo una película. Odiaban el verano, pero amaban haberlo pasado juntos.

El último día de verano Louis se aferró al cuerpo de Harry al dormir, creyendo que si Deméter haría que Harry despertara en otro lugar, debería llevarse a Louis también por su fuerte agarre.

Harry despertó con los brazos de Louis aún rodeandolo, con la misma rama del mismo árbol contra la ventana. El olor de su hogar sin cambio, sonrió, cuando Louis despertó, Harry podía jurar que jamás lo había visto tan feliz. Tal vez Deméter se había apiadado de los sentimientos de sus pequeños consentidos.

Pasaron marmoleando hojas el resto de sus otoños, creando remolinos de aire, amando cada época, su amor siendo sempiterno.

Holaa

Siento que este capítulo está re fumado ¿no creen?.

Gracias por leer
♡♡☆

K.