"Culpa"
Universo: Pokemon (SwSh)
Alerta: "Ligero" yaoi y spoilers de la historia principal.
-.-.-.-.-.-.-.-.-
¿Qué se supone que debería hacer?
¿Qué tendrías que hacer cuando el sueño de tu mejor amigo se ha visto arruinado justo frente a sus ojos?
Y, peor aun, ¿qué deberías hacer cuando aquel que destruyó su sueño fuiste tú?
En sus manos sostenía aquel pequeño objeto esférico, en el cual yacía durmiendo él, aquel Pokémon que León les había dado y que había marcado el comienzo de su viaje.
Un viaje que, empezaba a pensar, él jamás debió hacer.
Llevaba ya varios meses cumpliendo su rol como nuevo campeón de la liga y no había sido nada fácil; por suerte para él, León le había estado ayudando a acostumbrarse de mejor manera.
También estaba el hecho de que Marnie se había vuelto líder de gimnasio de pueblo Camprón hace relativamente poco, por lo que habían podido juntarse un par de veces luego de atender asuntos oficiales.
Y fue precisamente en una de esas juntas que Marnie pareció notar que Víctor no estaba pasando por su mejor momento. Fue ella quien le insistió en que se tomara unas vacaciones y volviese a casa.
Ahora se encontraba allí, en el bosque Oniria, con la Pokéball de su fiel Cinderace en una mano y la espada oxidada en la otra.
Seguía haciéndose las mismas preguntas, ¿debería intentar hablar con Hop? Lo conocía, sabía que no admitiría el hecho de que estaba frustrado por haber perdido en la semifinal, ni siquiera a él. No lo había hecho luego de su enfrentamiento contra León, no lo haría ahora.
Pero Víctor sabía la verdad, sin siquiera darse cuenta, había destrozado el sueño de su mejor amigo, lo cual hacía que la culpa le estuviese carcomiendo por dentro.
¿Pero qué debía decir? "Perdón por arruinar tu sueño de toda la vida" No, era estúpido pensar que eso sería suficiente; incluso si Hop era capaz de perdonarle, él no podría perdonarse a sí mismo.
Tan sumergido estaba en sus pensamientos que no se percató de la presencia de un segundo individuo en el lugar.
"¿Cuándo pensabas decirme que habías regresado?" Víctor se quedó congelado. Conocía esa voz tan bien como la de su propia madre. La voz de aquel que había estado ocupando sus pensamientos todo este tiempo.
Tez morena, cabello morado y ojos ámbar eran las características de aquel que se encontraba justo detrás de él. "¿Cómo supiste...?" Formuló una corta pregunta. No es que el joven de cabello castaño fuese de muchas palabras.
"Tu madre me lo dijo." El nuevo campeón maldecía para sus adentros, odiaba a su madre en ese momento y mira que le dijo que no le avisara a nadie de su regreso... "¿Qué haces en este lugar?"
"Necesitaba estar solo" Respondió. Tampoco era mentira, la transición del nuevo campeón era dura, aunque tampoco estaba mal la compañía de alguien que pudiese entenderlo y ayudarlo; Marnie, León, Sonya... Incluso Bede podrían comprenderlo mejor, pues también estaba pasando por la transición a líder de gimnasio, pero Hop... El sentimiento de incomodidad era inevitable. No solo porque se había convertido en campeón en su lugar... Sino porque era la persona que le gustaba.
Sí, Hop le gustaba, eso era un hecho. No estaba seguro de por qué ni de cuánto tiempo había sido así. Solo se había dado cuenta cuando comenzaron su viaje, cuando ya no estaban juntos todo el tiempo, cuando se le destrozó el corazón al ver a su amigo desanimado tras su batalla con Bede, tras salvar Galar juntos.
Tras destrozar su sueño...
"¿Te molesta que te haga compañía?" Víctor hizo un gesto negativo, por muy incómodo que fuese, jamás sería capaz de negarle nada a él. Hop se sentó a su lado, dándole la espalda. El silencio no se hizo esperar; se trataba de un ambiente extraño, algo que ninguno de los dos era capaz de explicar. Se sentía bien estar juntos nuevamente, pero era como si algo los separase, como si hubiese una barrera entre ambos.
El silencio continuó mientras los rayos del sol iban desvaneciéndose poco a poco. Ninguno de los dos era capaz de formular una palabra para romper aquella incómoda situación en la que se encontraban, lo cual solo hacía sentir peor al castaño, ¿acaso su amigo realmente lo odiaba?
"¿Sabes?" Quien finalmente rompió el silencio fue el moreno, ganándose una mirada curiosa por parte del campeón. "No te he felicitado por tu victoria contra mi hermano". Nuevamente estaba ahí, sabía que Hop deseaba con todas sus fuerzas ser aquel que le hubiese derrotado, pero no lo admitiría. Algo que sin duda hacía sentir peor al castaño.
"Supe que Sonya se volvió la profesora Pokémon. Es increíble..." Hop hizo una pequeña pausa, mientras su amigo le miraba curioso respecto a lo que diría a continuación. "Es increíble lo mucho que habéis progresado. A vuestro lado, yo..." Lo que Víctor notaba en la voz de su amigo era... ¿tristeza? Hop... ¿Se estaba abriendo a él?
"Quizás Bede tenía razón..." Puede que otros no la notasen, pero para Víctor estaba claro. Hop estaba roto por dentro, destrozado... Y todo era su culpa. "Pero ya no importa, me alegro que, de todos, fueses tú quien se convirtiese en campeón." Y nuevamente estaba ahí: esa sonrisa falsa. Víctor había podido ver los verdaderos sentimientos de Hop por un momento y, rápidamente, había vuelto a cerrarse.
Algo empezó a doler dentro del campeón, un profundo dolor que nunca antes había sentido. "¿Por qué...?" Lágrimas empezaron a brotar incontrolablemente. Hop, preocupado, se levantó y corrió a un lado de su amigo, pero él no le permitió acercarse. Víctor también se puso de pie y miró a su acompañante a los ojos. El moreno le miró con miedo, aquella mirada era inusual en el campeón. Era difícil de explicar, como si aquellos ojos transmitieran ira, tristeza, confusión... Todas mezcladas en un vórtice de emociones.
"¡¿Por qué eres tan bueno conmigo?!" Víctor ya no era dueño de sus acciones; la ira le había consumido. "¡¿No te das cuenta, Hop?! ¡Fui yo quien destrozó tu sueño! Deberías... ¡Deberías enfadarte!" Hop comenzaba a entender aquel extraño comportamiento de Víctor; no estaba enfadado con él, estaba enfadado consigo mismo. "¡Enójate, grítame, golpéame! Solo... Por favor..." Aquellas lágrimas se intensificaron, el castaño miró al suelo, esperando que el moreno realizara alguna acción.
La expresión del contrario era indescifrable, imposible de saber si estaba enfadado o incluso triste, tal vez preocupado. Buscaba las palabras que decir. Para Hop, siempre había sido difícil tratar con las situaciones delicadas; en parte, porque él mismo no era capaz de lidiar correctamente con sus emociones.
Pero había algo, un sentimiento que estaba claro incluso para él. Algo a lo que él se aferraba fervientemente y que solo había logrado avivarse al ver a su amigo en aquel estado.
Hop se acercó al campeón a paso lento. Este cerró los ojos, esperando que, por fin, luego de su ruego, su amigo decidiese tomar la represalia justa. Pero, lejos de la realidad, sintió como los brazos del contrario lo rodeaban lentamente. Hop le estaba abrazando.
"¿Por qué...?" La voz de Víctor se notaba quebrada.
"Jamás podría odiarte, no a ti..." El de ojos ámbar pudo notar como el castaño se aferraba a él, al tiempo que sus lágrimas comenzaban a brotar con gran fuerza nuevamente.
Hop también intensifico su agarre, al fin y al cabo, ninguno de los dos deseaba dejar ir al otro. Se necesitaban.
-.-.-.-.-.-
Su consciencia empezaba a regresar poco a poco. Su vista era borrosa y lo único que distinguía eran colores rojos y naranjas bailando frente a él, junto a la sensación de una caricia en su cabello.
Sus ojos registraban lentamente el lugar, tratando de orientarse. Su vista tardó unos momentos en regresar, a pesar de tener un ligero ardor en sus ojos. Lo primero que su vista logró dar forma fue a aquellos colores danzantes que resultaron ser una fogata.
Comenzó a analizar detenidamente su entorno. Árboles, vegetación... Un bosque, no cualquiera, el bosque Oniria. Mientras trataba de recordar el cómo había llegado ahí, se percató de las constantes caricias en su cabello.
Levantando lentamente la vista, se topó con la mirada atenta y sonriente de su rival: Hop, quien ni siquiera ahora detenía su movimiento. Finalmente, los recuerdos comenzaban a regresar; recordaba haberle gritado, recordaba su abrazo y el cómo terminó llorando en sus brazos hasta caer dormido.
Luego de quedarse observando aquellos ojos ámbar de manera embobada un buen rato, cayó en cuenta de su situación actual; estaba recostando sobre las piernas de Hop mientras éste le acariciaba el cabello.
No tardó en apartarse rápidamente y comenzar a pedir disculpas, al tiempo que hacía lo posible para ocultar el creciente sonrojo en su rostro. Su rival, por el contrario, se le veía bastante a gusto con la situación anterior.
"No tienes que preocuparte, no me molesta en lo absoluto" Respondió el ex aspirante. "De hecho, me parecías muy tierno dormido..." Esto último lo había susurrado para sí mismo, aun así, la cercanía que había entre ambos en ese momento permitió a Víctor escuchar o, al menos, darse una idea de lo que había dicho el contrario, solo consiguiendo que se pusiera más rojo de lo que ya estaba, si es que era posible.
El silencio se impuso, al menos por un corto período de tiempo. Víctor comenzó a analizar su entorno nuevamente, procurando no hacer contacto visual con su acompañante. Ahora más despierto, pudo notar como no muy lejos de su ubicación, su equipo Pokémon se encontraba jugando con el de Hop. Cuando este notó que miraba a las criaturas divirtiéndose, le dijo: "Tus Pokémon estaban preocupados por ti, pero también se notaban tensos, supongo que por lo difícil que será el trabajo en la liga, así que los liberé para que jugaran un rato con los míos".
Víctor agradeció el gesto antes de dejar que el silencio incómodo se apoderara nuevamente del ambiente. Ninguno sabía qué decir, no después de toda la escena que habían montado antes.
Sin embargo, una pregunta estaba rondando por la mente de Hop, una pregunta que le había estado molestando desde que Víctor había dicho aquello. Lo llamó por su nombre, ganándose una mirada curiosa por su parte.
"¿Por qué crees que no mereces ser el campeón?"
Víctor no lo había dicho, no directamente, pero para Hop, quien lo conocía desde que eran niños, era bastante claro el cómo se sentía el contrario y el qué había tratado de decir con esas palabras.
El castaño se detuvo a pensar por un momento. La respuesta a eso era bastante simple... O eso creía. "Porque ese era tu sueño, Hop" fue finalmente su respuesta.
"Tonterías". Aquella respuesta le sorprendió. ¿Cómo podía decir que era una tontería luego de todo lo que habían pasado? "No me malinterpretes. Sí era mi sueño, pero eso no quiere decir que tú no tengas derecho a ser campeón, después de todo, también era el tuyo".
¿Que también era su sueño? Bueno, algo de verdad había en aquella frase. Antes de empezar su viaje, él no sabía nada del mundo, les tenía miedo a los combates Pokémon y siempre había sido muy dependiente de su madre o de Hop. Todo eso cambió al volverse entrenador, lo cual resultó ser una experiencia gratificante para él y convertirse en el campeón parecía una resolución correcta para tan emocionante viaje.
Pero ¿no era más correcto que fuese Hop quien consiguiese tal honor? Él siempre se había esforzado al máximo por cumplir aquella meta, estudió desde pequeño e incluso tuvo su primer Pokémon mucho antes que él. ¿No era justo que fuese su esfuerzo constante lo que triunfase sobre el talento innato de Víctor?
Sin embargo, Hop, más avispado de lo que normalmente era, pareció adivinar lo que pensaba su acompañante. "Dime, ¿disfrutas los combates Pokémon?" Extrañado, el campeón asintió con la cabeza. "Entonces no hay más que hablar. Mientras disfrutes lo que haces, estaré feliz por ti".
Aquellas palabras tocaron el corazón del campeón, quien sintió como sus mejillas ardían ligeramente.
Hop se levantó de golpe y, mientras se estiraba, habló nuevamente; "Bueno, ya es muy tarde, ¿quieres armar la tienda para acampar?".
Víctor observó a su alrededor. Tal como decía su rival, mientras él había estado dormido, la tarde se había ido para dar paso a la noche. Aunque lo que más le parecía curioso era el lugar donde lo proponía. "¿Quieres acampar aquí? ¿En el bosque Oniria?" Preguntó dudoso.
"Claro, no veo el problema" Respondió con sinceridad. "Digo, no creo que a Zacian y a Zamazenta les moleste".
¿Zacian y Zamazenta? Víctor no sabía por qué, pero había algo en su memoria que había hecho clic. Como si esos nombres le recordasen que aún había algo importante que hacer.
Finalmente recordó a qué había ido en primer lugar.
"¡No hemos devuelto la espada y el escudo oxidado!" El repentino grito del campeón sorprendió a su acompañante, aunque no más que sus palabras. Cierto era que ambos se habían olvidado totalmente de devolver las antiguas reliquias pertenecientes a los héroes de antaño.
Rápidamente, ambos se acercaron al altar en honor a ambas criaturas mientras sus Pokémon les seguían con la mirada. "Zacian, Zamazenta, les agradecemos mucho por ayudarnos a salvar Galar, igual que lo hicieron antes. Creo que es hora de devolverles esto"
La espada y el escudo regresaron a donde pertenecían.
Sin embargo, aquel momento fue interrumpido por un repentino grito femenino. Se trataba de Sonya, a quien se le notaba exhausta y angustiada.
"¡¿Cómo se atreven...?!" Habló la profesora, con la voz entrecortada.
"¿Qué ocurre, Sonya? ¿Por qué tan agitada?"
"¿Qué quieres decir con eso? ¡No han vuelto en todo el día! Tenían a vuestras madres muy angustiadas" confesó la peli naranja.
"Qué exageradas..." respondió Hop, restándole importancia al asunto. "Somos entrenadores, los que salvaron Galar nada menos. Podemos cuidarnos solos". Víctor prefirió no decir nada. En realidad, estaba de acuerdo con su rival, pero eso no quitaba que el bosque Oniria fuese de los lugares más peligrosos de la región y que el hecho de que hubiesen estado allí tanto tiempo era su culpa por dormirse.
A Sonya, por su parte, le pareció algo desubicado el comentario de Hop, pero prefirió respirar hondo y dejarlo pasar. Ya se encargaría su madre de ponerlo en vereda. "De todos modos. ¿Por qué están aquí?" Preguntó curiosa, aunque teniendo clara la respuesta tras ver el altar que se alzaba tras los dos jóvenes.
"Acabamos de regresar la espada y el escudo oxidados. Espero que Zacian y Zamazenta no se enojen por haberlos tomado por tanto tiempo" explicó Hop.
"No te preocupes por eso, seguro que entenderán" respondió la profesora con una sonrisa. "En fin, ¿regresamos? Si no, creo que sus madres se empezarán a preocupar por que yo no he regresado tampoco".
Hop replicó; en realidad, deseaba poder acampar en el lugar junto a Víctor, igual que como cuando eran niños y acampaban en el patio de su casa, pero el nuevo campeón le tranquilizó diciendo que podrían hacerlo otro día.
"¿Prometido?"
"Prometido."
Sonya les miró con cierta ternura y picardía. No era para nada obvio que había algo entre esos dos, no, para nada...
Sin embargo, cuando por fin se disponían a abandonar el bosque; la presencia de dos extraños individuos los detuvo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-
Creo que se nota, pero esto reemplaza el inicio del post-game del juego.
La verdad es que, si bien no me parecen los mejores juegos, los rivales son algunos de los que mas me han gustado en la saga y termine shippeando muy fuerte a Hop con el/la protagonista. Mas con Víctor, claro, a Gloria la shippeo mas con Bede o Marnie. Pero de todos modos se pueden cambiar todos los "Víctor" en el one-shot por "Gloria" y terminamos exactamente igual.
Debo reconocer que, ademas, esto iba a ser un poco mas largo e incluiría una junta entre Victor, Marnie y Bede en donde este ultimo seria quien terminara obligando a Víctor a tomar vacaciones, pero cuando ubique el one-shot cronológicamente me di cuenta que no podía hacerlo ya que siento que no se llevarían realmente bien hasta su batalla, que ocurre después de esto.
So, termine resumiendo la escena en un párrafo y poco mas.
Debo decir que también tengo otro One-shot de estos dos, pero no quería publicar el libro con dos de pokemon, so... preferí empezar solo con este.
Y sin nada mas que decir, me retiro~
~LightNax~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro