Hoy, Abby y Logan visitaban Paris, más específicamente, la Pasarela de Solferino o Pasarela Léopold Sédar Senghor en francés con solo un simple, pero poderoso fin. Sellar su amor en el puente unos meses antes de casarse, a pesar de que solo llevaban unos 2 años de novios.

Tomados de la mano, sujetando cada uno una parte de la promesa, Logan la llave y Abby el candado, en el que estaba escrito las iniciales de ambos jóvenes, llegaron al puente, ambos con ojos enamorados.

Con mucho cuidado, Abby y Logan colocaron el candado en uno de los pocos espacios libres del puente.

Pero justo antes de que Abby cerrara el candado, tiró la llave al río.

-Si de verdad me amas y quieres que nuestro amor sea eterno, busca la llave y tráela, para cerrar el candado al fin.

Logan, sin revelar ninguna emoción, asintió y saltó al Río Sena.

Después de buscar entre las demás llaves que estaban en el agua, regresó al puente totalmente empapado, sosteniendo la preciada llave. Abby lo miró con ojos tiernos y enamorados, pero Logan sabía que en realidad se estaba riendo por dentro.

Abby tomó la llave y la acercó a la cerradura, pero antes de lograr cerrarlo, Logan gritó.

- ¡Espera! - y sin esperar alguna reacción de su novia, tomó el candado y lo lanzó al agua. - Si de verdad me amas, ve a buscarlo- y se fue sin mirar atrás.