promesa rota, azar del destino
•Pareja: Akio Fudou [Calleb Stonewall] x Yuuki Tachimukai [Darren LaChance]
•Aclaraciones: Esto es un AU tipo escolar. No sé apega a la serie original.
Sin más que decir, disfruten la lectura.
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—¡Que cobarde eres!— regañaba un pequeño de 10 años a otro aunque este tenía un año menos.
—B-buah!— lloraba el otro pues había pasado un susto luego que que un perro había comenzado a ladrarle y casi le muerde, aunque el mayor había llegado para salvarle.
—Ya deja de llorar... Sabes que yo siempre te protegeré — hablo intentando calmar al castaño menor.
—¿L-lo prometes?— habló más tranquilo el pequeño dejando el llanto de a poco.
—Lo prometo— murmuró y ambos se sonrieron de manera tierna e infantil sellando aquella promesa.
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—¡No me alcanzas!— reía un pequeño castaño de 12 años mientras otro un año mayor que el, le seguía También sonriente.
—¡Ya verás, te atraparte!— le respondía aceptando el desafío que indirectamente lanzaba el menor.
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—¡YUUKI, ESPERA!— Grito desesperado, pero ya era tarde... El auto había estampado al pequeño Tachimukai.
Las sirenas de la ambulancia sonaban haciendo doler sus oídos pero se mantendría junto a su amigo.
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—E-es mi culpa, no pude protegerte... Lo siento tanto— lloraba el jovencito de orbes verdes mientras repetía aquello. Se había encerrado en su habitación con la tristeza y la culpa viéndose incapaz de mirar nuevamente a su amigo a la cara. Había roto su promesa y en consecuencia el de orbes azules había perdido la memoria ... todo por una cruel jugarreta del destino.
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Se hallaba caminando tranquilamente hacia el instituto,ya había cumplido recientemente 16 años... su cabello castaño se removía con el viento de forma ligera y sus ojos azules brillaban. Sonreía de forma confiada vistiendo su uniforme nuevo y su bolso con sus cosas.
O eso hubiese deseado...
La verdad es que nuestro pequeño Yuuki se hallaba corriendo como si su vida dependiera de ello. Su cabello y uniforme lucían bastante desordenados y se notaba más nervioso de lo usual. Y como no, si iba llegando tarde a la ceremonia de apertura del primer día de clases.
Aún no entendía el repentino cambio de instituto pero el jamás cuestionaba a sus amados padres.
Varios minutos pasaron hasta que llegó al instituto, de manera nerviosa se dirigió al gimnasio donde estaría la ceremonia de apertura. Para su desgracia el abrir la puerta del lugar provocó que la misma rechinar llamando la atención de todos los presentes mientras el pequeño pedía que se lo tragara la tierra.
Todo estaba llendo peor de lo esperado
Tras ese incómodo momento camino hasta el lugar correspondiente junto a las personas que serían sus compañeros y guardo silencio observando con cautela alrededor. Aunque no contó con que se tomaría de frente con unas envolventes orbes verde esmeralda que le hicieron erizar la piel.
Bajo la vista al piso y la mantuvo ahi.. mientras la ceremonia continuaba y posteriormente finalizaba para dejar que los estudiantes pasarán a sus respectivos salones para las clase.
No fue mucho lo que hicieron... En realidad al ser el primer día los maestros solo entregaron los horarios y permitieron que los alumnos socializaran entre ello.
Yuuki por su parte se mantuvo al margen, nunca había sido bueno para hablar o hacer amigos y menos ahora que seguía avergonzado por lo ocurrido en el gimnasio.
De esta forma pasó el tiempo hasta la hora del almuerzo —por que claro, a pesar de no haber clases complementarias tendrían la jornada completa— y para su desgracia nuestro pequeño protagonista no empacó el almuerzo. Dejo escapar un pesado suspiro y se encaminó hasta la cafetería aunque realmente no sabía si quiera si había alguna en el establecimiento.
—Es un instituto... Supongo que debe haber alguno— hablo entre murmullos para si mismo mientras salía a recorrer el montón de pasillos que albergaba aquella enorme e imponente escuela.
Camino la mayor parte del bendito receso y finalmente se encontró con la tan esperada cafetería del lugar que para su buena suerte —notece el Sarcasmo— estaba atiborrada en "gente" si es que así se le podía llamar al montón de animales descarriados que se agolpaban y amontonaban por comprar algo para sus estómagos.
Torció los labios dejando ver una mueca de desagradó, suspiro sacando todo el valor que albergaba y se encaminó hasta el montón de gente para así poder comprar algo también.
...Mala idea...
En cuanto lo intento acabó siendo aplastado y posteriormente empujado provocando que cayera al piso de forma un poco brusca. Nuevamente se poso en su rostro una mueca, aunque esta vez de dolor... Se levantó del piso y decidió que no era buena idea volver a meterse entre el montón de personas así que muy a su pesar, salió de la cafetería con las manos y el estómago vacío.
¿Es que acaso podía empeorar este día?
Tal parece que si. Pues por ir pensando en su desgracia acabo por despistarse de su trayecto y acabo en un pasillo desconocido y encima había chocado con un chico —Que a leguas podía versele de mal carácter— haciendo que este derramará un poco de lo que bebía sobre su uniforme.
—L-lo ¡Lo lamento mucho! — exclamó inmediatamente el pequeño castaño, más pareció ser en vano pues el chico parecía enojado y más que dispuesto a "darle su merecido " por lo ocurrido. El desconocido alzó su puño y por inercia el más bajo cerró los ojos esperando el impacto... Finalmente abrió los ojos notando que el golpe no había llegado y frente a él notó a un chico que sujetaba el brazo del agresivo desconocido.
El nuevo desconocido pareció murmurar algo al otro que temblo ligeramente y simplemente se marchó.
Yuuki por su parte miro a su salvador haciendo que este le mirara También provocando un contacto visual fijo que hizo que al menor estremecerse por la afilada mirada esmeralda, "la misma de gimnasio" pensó, aprovecho de observar a su salvador... Este vestía el uniforme de manera desordenada, la camisa fuera del pantalón, la corbata yacía inexistente en su look además su cabello castaño oscuro con algunos mechones blancos solo se hallaba en la parte central de su cabeza dejando a la vista el corte Moicano... Había que decirlo, parecía un vándalo o bien un "bad boy".
Por su parte el de apariencia delictual solo desvió la mirada para voltear dispuesto a irse pero el menor alzó la voz deteniendole en mitad de aquel acto.
—E-espera!... Yo uh... G-gracias — hablo/tartamudeo Yuuki bajando la mirada mientras hacía una reverencia un tanto exageranda.
—No tiene importancia— menciono el desconocido para voltear nuevamente con intención de retirarse aunque se detuvo al oír el estómago del castaño más bajo gruñir... Dejo escapar una leve risa y se volteó sacando de su chamarra un paquete de galletas de limón que casualmente eran las favoritas de menor, se lo lanzó al de mirada azulada y este lo atrapó torpemente... Iba a gradecer nuevamente pero el timbre que anuncia el fin del receso sonó y con ello el pasillo comenzó a llenarse de gente haciéndole perder de vista al mayor. Finalmente volteo para intentar buscar otra vez su salón de clases mientras comía las galletas.
Realmente no había necesidad de volver al salón suponiendo que ni siquiera había maestro o clase pero como siempre algo malo le sucedía a Tachimukai Yuuki se había olvidado sus cosas allí así que se vio obligado a volver. Y tras una eternidad caminando llegó al salón que se hallaba casi desierto.
Fue a por sus cosas deseando simplemente descansar en su silla pero como si el destino lo odiara a más no poder un altavoz anunciaba que todos los alumnos debían dirigirse al gimnasio nuevamente.
¿Que fue tan malo que hizo como para que la vida le tratará así?
No tenía idea, sin embargo siempre había tenido una singular mala suerte, comenzando por el hecho de que era propenso a accidentes... Dejo escapar un leve suspiro y simplemente se dedicó al seguir al gentio hacia el gimnasio... Al menos ya no sé perdería.
¿O si?
Nah, había llegado al gimnasio nuevamente y para coincidencia justo delante de él estaba su "salvador" de hace un rato... Por primera vez en su vida Yuuki actuó por mero impulso y llamo la atención del mayor jalando un poco su camisa y por ende este volteo para verlo directamente con el entrecejo un poco fruncido.
—Hum?— "pregunto" al parecer irritado el de orbes verdes aunque se calmó un poco al ver al menor. Y espero a que este continuará.
—Y-yo...— guardo silencio un momento y luego de aspirar aire continuó. —S-so-solo quería ... Etto... Agradecerle por las galletas y S-saber su n-nombre— terminó la frase cerrando los ojos y sonrojandose avergonzado.
Por su parte el mayor sonrió con un deje de tristeza aunque Tachi no lo noto al tener los ojos cerrados. —Akio Fudou...— respondió de forma directa. —Crei que ya me recordarias Yuuki— hablo por lo bajo y Tachimukai abrió los ojos con sorpresa.
—¿C-como...? — muy tarde, el ya se había ido. — ¿Cómo sabe mi nombre?— murmuró al aire mientras la tristeza de alguna forma comenzaba a invadirle repentinamente.
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•N° de palabras: 1502
•Historia/Edición: BakuChoco (yo)
•Aclaración: los personajes que aquí aparecen pertenecen a Level-5 pero la historia es mía.
•N/A: AAAAAAH NO ME PEGUEN! si me tarde en actualizar y más encima con una pareja crak pero ¡hey! Actualizar. No? :,D
#FudoTachi...?
Caja de pedidos abierta (?) 📦
¿Cuál es/son la/s ship/s más rara/s que tienen de IE? :D
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