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«- Túnel -»
Estaba junto a unos amigos hablando y bromeando mientras cada uno volvía a su respectiva casa, el grupo estaba compuesto por dos de mis amigas-Jenny y Zoe- y dos de mis amigos-Zack y Luck-, acabábamos de salir del colegio y como no vivimos tan lejos el uno del otro decidimos volver juntos.
Estábamos pasando por un puente muy poco transitado debido a lo inestable que era, pero como obviamente iba a poder soportar el peso de 5 adolescentes pasamos de todos modos. Jenny al principio se opuso rotundamente a pasar por el puente, esto era debido a las leyendas que hay sobre él, ya que se dice que debajo del puente se encuentran unas alcantarillas de drenaje muy antiguas que fueron abandonadas hace muchos años, se dice que un asesino en serie solía matar a sus víctimas en esas alcantarillas y que desde entonces están malditas. Una simple historia de terror para asustar a los niños pequeños, por suerte soy de esas personas que primero tienen que ver para creer.
Ya íbamos a cruzar por completo el túnel cuando Zack-Amigo de la infancia, aunque algo idiota- se acercó a mí y paso uno de sus brazos sobre mis hombros.
-Oye T/n, apuesto que no puedes ir abajo del túnel y meterte en las alcantarillas.
Dijo, su cara obviamente mostraba un ceño desafiante y competitivo.
-No empieces, Zack.
Sabía cómo era y por lo general sus apuestas nunca terminaban bien. Era obvio que no se detuvo ahí.
-¡Oh vamos, no me digas que tienes miedo!,¿A caso eres una gallina?.
-No, no lo soy, y tampoco soy lo suficientemente estúpida como para jugar a tus juegos.
Saque su mano de mi hombro y me adelante, por como se veía su rostro no estaba contento con mi respuesta.
-Pensándolo bien...
-Ya déjalo Zack, solo conseguirás que te dé una paliza.
Interrumpió Luck con el ceño algo fruncido, estaba algo claro que era de irritación.
-¡Lo tengo!- Grito ignorando por completo el comentario de Luck, aceleró el paso acercándose a mí y diciendo-. Según recuerdo, hace unos días habías dicho que realmente deseabas con toda tu alma las figuras de acción de las tortugas ninja, ¿Cierto?.
Esa frase hizo que un escalofrío recorriera toda tu columna vertebral y te obligará a parar, giraste levemente tu cabeza para poder verlo con los ojos bien abiertos.
-¿Lo harías si te dijera que tengo esa famosa colección en mi casa e iba a dartela en tu cumpleaños?, A menos que no las quieras claro.
«Justo en el blanco» pensó él al ver como tú girabas por completo cabizbaja.
-Oh oh... T/n, no creerás lo que el dice cierto-.
Zoe no pudo terminar debido a que rápidamente corriste hacia Zack, lo tomaste de los hombros y con una gran sonrisa gritaste:
-¿¡SI LO HAGO ME DARÁS LA COLECCIÓN HOY!?.
Una sonrisa se formó en los labios de Zack mientras tus amigos te observaban con desaprobación en sus rostros.
-¡Por supuesto!.
Dijo victorioso, tu te separaste de el, le entregaste tu mochila y empezaste a caminar hacia las escaleras que iban a la parte baja del puente con una gran sonrisa. Obviamente tus otros tres amigos intentaron detenerte, fallaron, pero al menos lo intentaron.
Era algo complicado bajar debido a que las escaleras se encontraban llenas de musgo, volviendolas muy resbaladizas y peligrosas, aunque eso no te importo mucho, estabas muy concentrada en obtener esas tan preciadas figuras de acción, además ya tenías mucha experiencia pasando por los pisos recién lavados de tu casa a pesar de que tus padres te tuvieran prohibido pasar mientras lavaban. Unos cuantos escalones después-y un salto mortal dos escalones antes de llegar al suelo como sueles hacer- y ya te encontrabas en el pasillo que daba la entrada al drenaje.
-¿¡T/n, te encuentras bien!?-. Pregunto Jenny preocupada, su voz hizo eco en el lugar-¡Por favor ten cuidado por donde vas!.
-¡¡No te preocupes, lo haré!!-. Respondí en un grito, el eco fue aún más fuerte.
El lugar estaba notoriamente maltratado y, obviamente, abandonado. Me puse a observar el lugar un poco, era una sala de al menos 5 metros cuadrados, en dos de las paredes-la de mi izquierda y la de en frente mío- habían túneles de drenaje, al principio no le di importancia, pero luego de estar mirando, en una de ellas empezó a salir una luz violeta. No me asusté, pero si me puse alerta en caso de que no sea la única persona en el drenaje, pensé en que podría ser un vagabundo, o tal vez alguna broma pesada de Zack-si llegaba a ser la segunda jure que lo haría ver estrellitas-. Con mucha cautela, te acercaste al túnel del cual provenía la extraña luz. Una vez lo hiciste, lo único que pudiste ver fue una especie de triángulo violeta, rápidamente y de un gran salto te alejaste del borde quedando justo en frente de la entrada, lo primero que te vino a la cabeza al ver eso fue un portal del Nether de Minecraft debido a las partículas que habían en este, aunque ahora que lo mirabas bien, eso te resultaba muy familiar. Lo pensaste por un breve momento, y la respuesta te llegó cuando en la punta del triángulo notaste un pequeño artefacto que soltaba algunas pequeñas luces.
-¡Oh por dios, es un portal Kraang!.
Rápidamente te tapaste la boca luego de decir eso, no podías creer lo que estabas viendo. Espera, ¿De verdad lo estabas viendo o la emoción de las figuras te hizo perder la cabeza?. Pestañeaste varias veces para asegurarte de no estar soñando, pero el portal seguía ahí.
-«¿Debería...?» -. Pensaste mientras acercabas tu mano al portal-«¡Por supuesto que no!¿Acaso eres estúpida?».
En un movimiento brusco tomaste tu brazo y lo bajaste, como si una parte de ti quisiera ver el otro lado del portal, mientras que la otra-La más cuerda- intentaba evitarlo. Estuviste un tiempo quieta observando el portal con total atención, como si estuvieras esperando a que alguien lo atravesará, pero eso no sucedió. Tomaste un largo suspiro.
-«¿La vida se vive una sola vez no?».
Cerraste tus ojos con mucha fuerza y saltaste al portal casi sin respirar, ¿Con qué objetivo?, Solo tu lo sabrías. Una vez lo hiciste te quedaste quieta por un momento, tratando de procesar lo que acababas de hacer y que probablemente te debiste de ver muy estúpida haciéndolo. Fuiste abriendo poco a poco tus ojos hasta que pudiste ver con claridad lo que estaba frente a ti, y era... Más alcantarillado. Al principio te sentiste como una idiota por haber creído que ese portal era real, he ibas a darte vuelta para volver a la habitación principal, pero al hacerlo, lo único que encontraste fueron esas partículas violetas frente a tus ojos.
-...Tiene que ser una maldita broma.
No, no lo era, el portal seguía ahí, y lo peor es que detrás de el no había más que un muro de concreto, por ende la teoría de que fuera producto de tu imaginación empezó a desvanecerse rápidamente. Volteaste, te encontrabas en un túnel casi idéntico a el que se encontraba el portal, solo que con la diferencia de que había mucha menos luz que antes. Avanzaste un poco hasta llegar al final del túnel, cuando lo hiciste notaste que había un pasillo como las alcantarillas de las tortugas ninja, observaste a tu alrededor en busca de algo para defenderte, lo único que notaste fue una roca de el tamaño de tu palma en el borde del túnel, la tomaste, la guardaste en el bolsillo de tu campera, y con mucha cautela empezaste a avanzar por el pasillo.
Estuviste caminando en línea recta por un buen rato, al principio tuviste miedo, pero luego de un rato tus ojos se acostumbraron a la oscuridad y el miedo se fue reduciendo. Te habías detenido un tiempo para tratar de reubicarte cuando empezaste a escuchar unas voces a lo lejos, no te costó mucho en reconocer de quienes eran dichas voces, tus manos de forma automática se dirigieron a tu boca evitando que está soltara algún sonido que te delatara, y lentamente empezaste a retroceder. Una parte de ti quería verlos y decirles lo fan que eras de 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔, pero tú otra parte -nuevamente- te decía a gritos que salieras de ahí, que 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 no te conocían y al mínimo contacto te volverían chuletas rebanadas. Cabe recalcar que no fue muy buena idea caminar de espaldas en una alcantarilla que por obvias razones su suelo no era el más seguro, en medio de la oscuridad, y a punto de tener un ataque de nervios. Efectivamente, resbalaste, y para peor el ruido se extendió por casi todo el pasillo y sus conexiones, llegando a los oídos de dichos personajes.
-¿¡Quién está ahí!?.
Raphael. Rápidamente te levantaste y empezaste a correr en dirección hacia el túnel donde estaba el portal -Túnel el cual no tenías ni idea de dónde se encontraba-, rezando que llegarás a este antes de que 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 si quiera te vieran. Cuando empezaste a correr el sonido de tus pies chocando contra el piso hizo tu presencia más que obvia, así que no tardaste en escuchar pisadas detrás de ti que se oían más cercanas a cada paso.
-¡Oye, espera!.
Leonardo. Tus pulsaciones estaban a mil, podías escucharlas en tu nuca, hasta podrías haberlas contado si no fuera porque tu mente estaba enfocada en que tus pies no se detuvieran. ¿Recuerdas cuando te dije que el piso de las alcantarillas era inestable?, Bueno, tú otra yo no lo hizo. En un momento mientras corrías uno de tus pies piso un poco de musgo, callendo torpemente al suelo, ibas a levantarte y seguir corriendo cuando alguien tomo tu brazo y te obligo a voltear.
-¡Oh no, no lo haras!.
Al voltear lo primero que viste fueron unos ojos verdes, que a pesar de la oscuridad que había, aún podías verlos con claridad. El al verte se sorprendió quedando estupefacto, sin reaccionar, y hasta casi sin pestañear, observándote directo a los ojos. Tu por otro lado aún escuchabas los pasos de sus hermanos que rápidamente se hacían más evidentes, y en un momento de pánico le diste una patada en el rostro. «¡Lo siento Raph!», pensaste mientras nuevamente te levantaste y seguiste corriendo, a unos pocos metros pudiste ver el brillo violeta del portal, eso hizo que tu velocidad aumentará aún más y en unos pocos segundos estuvieras frente al túnel. Aunque estabas desesperada por salir de ahí, había cierta parte de ti que aún insistía en verlos, así que te detuviste y giraste en dirección a dónde estaban 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔, ahí estaban, Leo y Donnie estaban viendo como se encontraba Rapha, mientras Mikey se quedó parado mirándolos a ellos, para luego girar hacia donde estabas tú, notando tu existencia y, al igual que Raph, quedando realmente sorprendido -¿Por qué me miran así?-.
-Eeh, chicos...
Titubeó logrando llamar la atención de sus hermanos que giraron hacía donde estaba viendo, al hacerlo las expresiones de Leo y Donnie fueron las mismas que Mikey, en tanto Rapha te observaba incrédulo.
Luego de estar unos minutos observandonos, mi "parte cuerda" tomo el control nuevamente y, en un movimiento rápido gire hacia el portal y comenzé a correr en dirección a este.
-¡Oye, porfavor espera!.
Donnie. Estaba a nada de llegar hacia el portal, estaba a nada de volver a las alcantarillas embrujadas de -Tu País-, estaba a nada de volver con mis amigos, a nada de tener esas figuras de acción que tanto ansiaba en mis manos, a nada de volver a casa.
-¡¡T.n espera!!.
Mikey. Fue lo último que escuche antes de atravesar el portal por completo, tropecé y caí de rodillas chocando las palmas contra el suelo, al hacerlo escuché como algo caía de mi bolsillo, era la piedra que había tomado. Al verla algo hizo click en mi cabeza, el portal aún estaba abierto, eso significaba que 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 aún podían pasar. Rápidamente la tome y la lanze hacia el cacharro que mantenía el portal abierto, la piedra impacto con este rompiendolo y cayendo al suelo.
No podías dejar de temblar. Estabas muy agitada y adolorida, tu mente estaba en blanco y tus oídos se habían tapado. Estuviste un rato mirando hacia el piso aún en el suelo -básicamente hasta que tus oídos se destaparon y pudiste tomar de nuevo el control de tu cuerpo-, en cierto momento, levantaste tu mirada y observaste el generador del portal Kraang, este se encontraba casi completamente destruidos, incluso podía verse como soltaba algunas chispas. Muy lentamente, extendiste tu brazo y tomaste el objeto, lo miraste por un momento, luego lo bajaste y trataste ponerte de pie. Luego de un par de intentos fallidos, lograste pararte y, torpemente, empezaste a caminar hacía la salida.
Cuando por fin lograste salir, lo primero que notaste fueron cuatro rostros realmente sorprendidos y preocupados.
-¡Oh por dios, T.n!.
Jenny se acercó rápidamente y te sostuvo para que no te desplomarse de nuevo en el suelo. Luck no tardó en hacer lo mismo, mientras Zoe se tapaba la boca con ambas manos, y Zack solo se quedó parado mirandote.
-¿¡T.n, que sucedió, te encuentras bien!?.
Dijo Luck alzando su voz, tú lo miraste por un rato para luego esbozar una sonrisa.
-Estoy bien, solo resbale... Tres veces.
Pasaste tu mano por tu cuello con algo de pesadez.
-Dios mío...
Susurró Jenny, pasando uno de tus brazos por encima de su hombro. En eso Zoe se acercó a ustedes y Zack la siguió.
-T.n, yo.
Susurró Zack, no pudo terminar debido a que Luck le dio un golpe en el brazo obligándolo a callar, tu reíste por lo bajo.
-¿Quieres que llame a tu madre?.
Zoe tomo su teléfono esperando tus instrucciones.
-No, no es necesario, solo estoy algo mareada. Cuando llegue le explicó que sucedió.
Poco a poco el dolor y la colmoción fueron disminuyendo, permitiéndote volver a caminar, aunque de todos modos tus amigos estuvieron cuidándote todo el trayecto a casa. Las figuras de acción pasaron a segundo plano dejando en primer lugar el cómo explicarle a tu madre todo lo que había sucedido.
Afortunadamente tu madre estaba lo suficientemente ocupada preocupándose por ti que no tuvo tiempo de molestarse, solo que te hizo prometer a ti y a tus amigos que jamás harían algo como eso de nuevo, lo hicimos, nos despedimos y cada uno volvió a sus casas. Curiosamente todos estaban tan preocupados que no notaron que en todo momento, cargabas un artefacto alienígena en tu mano izquierda.
Una vez que por fin estuviste a solas en tu cuarto, dejaste el artefacto en un cajón que sabías que solo tú abrirías y te acostaste en tu cama, tratando de alinear tus pensamientos y pensar como demonios pasó lo que pasó. Acababas de ver a las tortugas ninja en carne propia, las mismas tortugas ninja que, hace unos días, veías tranquilamente en la T.V. Ni siquiera te molestaste en buscarle algo lógico, porque era obvio que no lo tenía. Mientras estabas pensando en todo lo que había sucedido, poco a poco ibas quedando dormid@, hasta que, un pensamiento se asomó a tu mente.
«¡T.n, espera!», eso fue lo único y último que dijo Mikey antes de que atravesarás el portal, pero tú jamás dijiste una palabra, y mucho menos les habías dicho tu nombre. Entonces, ¿Cómo era que lo sabían...?.
"Esa pregunta dio paso a casi toda una noche de insomnio."
︎☁︎¡Por fin lo termine :'D!,
Espero les haya gustado, porque la verdad me costó mucho escribirla x'D.
Pero bueno, ¿Que les pareció, les gustó?. 2658 palabras...
Creo que me deje llevar un poquito xd
...
En fin, espero lo hayan disfrutado,
si así fue voten y comenten que eso me anima <3, y, sin más que decir,
¡Hasta un próximo capítulo!.☁︎
Pd: Si, probablemente sea una mini serie, veamos si esta vez la termino xd.
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