Fallos.
Por qué siempre me imagino esto??? XD
Negrita para los de 2012 y normal para los Rise.
Ya saben a quien le pertenecen los Oc's que aparecen aca 2_Strawberry_9
•°•°•°•
Los experimentos de las tres tortugas cerebritos eran extraños, difíciles de comprender y algo peligrosos, todos en la alcantarilla lo sabían. Es por eso que mayormente se alejaban cuando los veían hacer su trabajo, hablando desde una determinada distancia y manteniéndose alerta.
Pero obviamente siempre hay uno terco y que le importaba un bledo el peligro, o simplemente era el más usado para los experimentos y estudios.
Y para la desgracia de Rafael él era uno de los segundos.
Así que no es una sorpresa para los demás oír un insulto salido del laboratorio de Michael, pero al ser seguido por una explocion los más sercanos corrieron hacia el lugar de origen y se adentraron, tociendo ante el humo.
–¡Michael! ¡Rafael! ¡Donatello!– llamo K, intentando dicipar el polvo y ver lo que había a su alrededor.
–¡Acá!– la vos de Nitsuru logro ser de ayuda para encontrarlo, agarrándolo de los hombros y moviendolo para salir del laboratorio.
–¿Que paso?– pregunto confundido mientras veía como Leonardo salía junto a Donatello, el segundo tociendo un poco.
–Acomode mal los químicos, Rafa los golpeó y se mesclaron por accidente– explico el morado, su hermano estando a punto de regañarlo ante tal error.
–Okey ¿Tienes idea de que pudieron haberle hecho a Rafael?– pregunto K interrumpiendo al menor, quien hizo una mueca.
–No, lo siento– nego con la cabeza, nervioso ante la mirada de Leonardo.
K lo pudo notar así que agarro al de antifaz azul y lo arrastro hacia adentro.
–Ayudame a sacarlo– dijo algo cortante, por lo tanto el contrario trago en seco, pudiendo reconocer ese tono con ligera incomodidad.
Solo pocas veces lo había oído, eso demostraba que estaba molesto y podía darse cuenta que era con él, aunque realmente no entendía porqué si no había hecho nada.
–¡Rafa! Hermano ¿Dónde esas?– no hubo respuesta, algo que alerto a ambas tortugas.
Empezaron a buscar con algo de miedo, el polvo y humo disipandose constantemente pero sin ayudarlos a divisar el cuerpo del tercer mutante.
–¿Rafael? ¿Estás bien?– pregunto algo preocupado, ignorando las órdenes de Leonardo, sabía que así en ningún momento aparecería o lo aria pero de muy mal humor.
Escucho un chirrido, logrando entenderlo con un poco de esfuerzo. Había tenido que aprender su idioma gracias a las insistencias de Dannie y los Mikey's, quiénes parecían querer hablar con él entre chirridos y chillidos.
“aqui” era lo que decía aquel sonido, logrando oírlo con algo de dificultad debido a las insistencias de Leonardo.
Se agachó para ver debajo de la mesa de mesclas, pudiendo mirar con un vuelco al corazón el pequeño tamaño del de antifaz rojo, quien estaba acurrucado en una esquina y viéndose incómodo, observando sus manos con una mueca y luego a K, su expresión enojada y confundida pero miedo y desesperación brillando en sus ojos.
–Oh...– abrió su ojo un poco más, frunciendo el ceño al ver que Rafael se remobia incómodo ante los reclamos de su hermano mayor, y sinseramente ya se estaba agrando –¡Leonardo Hamato!– el mencionado calló por completo, volteandose y mirando sorprendido la mirada molesta que le dedicaba el mayor –Sinseramente siento que aún te falta mucho para comprender a tus hermanos, y también estoy pensando que tienes ceguera selectiva, porque no puede ser que no te des cuenta de todo el mal que estás haciendo, y no lo digo solo por esto– Rafael ladeo la cabeza, imaginando la expresión de su hermano.
El de antifaz azul no dijo nada, mirando a K con una expresión difícil de describir y múltiples pensamientos inundando su cabeza.
El mayor lo ignoro de momento, mirando nuevamente al pequeño que aun se mantenía escondido pero que ahora lo miraba con curiosidad.
–Vamos, hay que reparar este lugar para volverte a la normalidad– extendió ambas manos hacia él, ignorante de la mirada extrañada y confundida del segundo líder.
No pasó mucho hasta que Rafael gateo para dejarse caer en sus manos con un gruñido, aparentemente incapaz de caminar de momento. K se levantó y dejo que el pequeño trepar hasta su hombro y se sentara con un puchero, sin gustarle su actual estado.
Leonardo quedó en shock, viendo cómo ambos salian de la habitación y los otros dos soltaban exclamaciones y preguntas.
–¿¡Qué!? ¿¡Que es esto!? ¿¡Cómo!?– se agarró la cabeza desesperado, sin lograr entender porque solo dos químicos provocaron algo como eso.
–Eso quería preguntarles– se rascó la nuca, mirando cómo ambos compartían miradas sin entender nada.
–Oh ... OH– Michael abrió los ojos bastante grande, haciendo una mueca luego.
–¿Que pasa?– los tres lo miraron, la tortuga de caparazón blando sintiéndose algo nervioso.
–Bueno... Estaba trabajando en una especie de antídoto para revertir la vejez que podía provocar el exceso de Ninpo y... Luego vino Donatello con Rafael y olvide por completo de guardar la mescla en un lugar seguro y... Bueno... Puede que allá sido uno de los “quimicos” que accidentalmente se mesclaron cuando Rafa los golpeó–se rascó el cuello con incomodidad, pudiendo sentir la mirada penetrante de Leonardo pero luchando por ignorarla.
–¿Podrías hacer un antídoto para revertir está “niñes”?– señaló al pequeño en su hombro, quien estaba con un puchero bastante molesto.
–Sí, pero tomara tiempo– no podía ser exacto con eso, pero podría tardar bastante.
–Podemos esperar, supongo– agrego con una mueca.
–Ay. Esto será un caos– Donatello suspiro, pasandose una mano por la cara al mismo tiempo que su hermano mayor suspiraba con resignación.
–¿Por qué?– preguntaron los que no tenías lazos sanguíneos con el de rojo.
–Rafa es intenso desde pequeño, y la verdad era peor a esa edad– respondió Leonardo, haciendo una mueca ante los gruñidos que recibió por parte del menor.
–Ya veo-... ¡Ah!– se sorprendió ante el repentino jalón en su cabello, pudiendo sentir con confucion cómo ahora un cuerpo reposaba en su cabeza. –¿A caso está durmiendo?– puede sentir que está acostado con las extremidades extendidas pero boca a bajo.
–Creo... Que sí– respondió sorprendido el chimuelo, ladeando la cabeza sin comprender mucho su comportamiento.
–Algo me dice que no deberías hacer eso– menciono Michael al ver que Leonardo estaba por agarrar a Rafael, quien al abrir un ojo intento morder la mano del mayor, gruñendole con molesta y sin inmutarse ante la expresión ofendida de quién era su líder.
Solo se relajo cuando K logro acariciar su cabeza con un dedo, apoyándose nuevamente en el cabello ajneo y permitiéndose acomodarse para tomar una siesta, había tenido muchas emociones en tan poco tiempo.
–¡No te paces viejo! ¡No-Te-Pa-Ces!– dijo de pronto una nueva tortuga, Rafael apenas bufando al reconocer a su hermano menor, pudiendo saber que estaba viéndolo de todos los lados posibles –¡Es una ternura! ¡No lo recordaba tan lindoooooo!– dió saltitos de emoción con estrellas de facinacion y ternura en sus ojos, enternesido ante lo adorable que se veía mientras intentaba dormir sobre K.
Así fue con todos los demás, denaciado confundidos y enternesido ante los pequeños pero brillosos y adorables ojos negros que los miraban con ligera molestia.
–¿¡Que paso!?– pregunto Donnie sin lograr entender, recibiendo la información y haciendo cálculos en su brazalete.
–Yyyyyyy lo perdimos– Leon hizo una mueca al ver cómo su gemelo se undia en el mundo de la tecnología y cálculos nuevamente, viendo cómo los otros dos cerebritos también lo hacían –Correccion: los perdimos– desvió la mirada hacia el pequeño, mordiéndose el labio inferior en un intento de apachurrarlo contra su pecho sabiendo lo salvaje que podía llegar a ser –¿Puedo cargarlo?~ ¿He?~– intento convencer, extendiendo las manos hacia el mayor a espera de poder tenerlo en brazos, pero ante el profundo gruñido que recibió del rojo dió por hecho que eso no susederia –Ay, de chiquito es infumable–
“Calla put*” se escuchó entre chirridos de parte de la pequeña tortuga, todos jadeando de la sorpresa y orror.
–¡¿Cómo puede ser que una cosita tan adorable tenga esa bocota tan sucia?!– exclamaron Mikey y Dannie, apenas recordando que de quién estaban hablando era de Rafael.
K solo suspiro, los hermanos de la tortuga haciendo lo mismo, sabiendo con lo que tendrían que tratar.
Apenas unas horas pasaron y ya se había hecho un caos, con Leon corriendo despavoridos por toda la cosina en un intento de salvarse del “Mini-Raf”, como lo había apodado su hermano Michelangelo.
–¡Auxilio! ¡Por favor llamen a la policía me están matando!– gritaba la tortga de orejas rojas mientras trepaba en pánico a su hermano mayor, quien estaba medio subido a una silla al darse cuenta de lo salvaje y peligroso que se veía Rafael incluso siendo miniatura.
–¿¡Que está pasando ahora!?– exclamó Zack entrando a la cosina, parándose rígido al ver cómo el más pequeño se volteaban a verlo con el ceño fruncido. –Oh no...– hizo una mueca antes de soltar un chirrido cuando Mini-Raf se lanzó hacia él, saltando hacia la mesa y luego hacia el ventilador en un intento de que no llegara hasta él.
Rafael soltó insultos entre chirridos, gruñendo en cuanto Leon intentaba irse junto a su hermano y pedir ayuda o algo parecido. La verdad nadie sabía cómo salir de esa situación.
–¿Dannie?– pregunto Zack al notar que su hermano estaba subido al refrigerador, parpadeando confundido cuando el menor lo miro con una sonrisa nerviosa. –¿Quien más está aquí?– miro su alrededor, notando entonses a tres más.
–Holis– Michelangelo y Mikey sonrieron apenas, uno saludandolo desde el caparazón de su lider, quien estaba subido a la alacena con una mueca de resignación y darrota en su rostro.
–¿Alguien sabe cómo salir de esto?– pregunto Dannie, sentado de piernas cruzadas y luciendo aburrido.
Todos negaron.
–Se me cansan los brazos– Murmuró Zack, aun colgando del ventilador.
–Se siente extraño admitirlo pero creo que necesitamos a-...– Leonardo es interrumpido ante el sonido de la puerta abrirse, todos mirando en pánico como una tortuga más entraba.
–...¿Que demonios?– K enarco una ceja sin entender, notando a todos subidos a lugares distintos y luciendo asustados.
“¡Hey!” el de ojo bicolor bajo la mirada, notando al pequeño que lo miraba con un puchero y el ceño fruncido, parado con los brazos cruzados. “tardaste mucho”.
El reclamo dejo a los demás vastante confundidos y sin comprender, mirándose entre ellos y logrando ver cómo K suspiraba.
–Lo sé, lo sé. Pero tengo trabajo, te dije que llegaría tarde– se agachó para cargarlo, el más pequeño trepando hasta su cabeza y acostandose otra vez en ella, su pequeño cuerpo dejando de estar tensado tan pronto se acurruco correctamente.
“Aun así tardaste mucho” K solo suspiro ante sus chirridos, mirando algo divertido como todos los demás suspiraban de alivio al poder estar a salvo en el suelo.
–¿De que hablan?– Michelangelo ladeo la cabeza confundido.
–Duerme mejor en mi cabeza, le dije que vendría para la siesta así podría dormir mejor– los hermanos de Mini-Raf se miraron entre ellos sorprendidos. A los pocos segundos el menor se durmió, chirriando apenas mientras se undia en un agradable sueño. –¿Ven?– sonrió divertido, pudiendo sentirlo removerse apenas.
Dannie no dijo nada y salió corriendo gritando el nombre de su hermano mayor cerebrito, estando dispuesto a contarle todo con cada detalle.
–¡Espera!– gritaron los Mikey's para seguirlo con el mismo pensamiento en sus cabezas.
–No sabía que tu hermano era favoritista– se quejo Leon hacia Leonardo, quien hizo una mueca.
–¿Desde cuándo no?– se pasó una mano por la cara, suspirando por lo bajo, esperaba que su hermano encontrará la forma de devolver a Rafael a la normalidad.
–Chicos, tranquilos, es mejor esto a que allá atacado a K– intento calmar la tortuga mordedora, los demás asintiendo.
–Tiene sentido, aun no sé cómo haces para caerle bien a todos– rio con divercion Zack, viendo cómo Rafael dormida con total comodidad y confianza.
–Ni yo– sonrió apenas, bastante divertido ante la mueca de Leonardo y las risas de los otros tres.
Todos estaban seguros de que los próximos días sería un caos.
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VIVA EL CAOS Y EL MINI-RAF >:D
Tengo que dejar de poner que a K lo quieren todos sjsjsjsj.
En fin, espero que les allá gustado.
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