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Shadows.

Nota de la autora; Debo aclarar tres cosas, la primera y más importante es un One Shot de 40.000 palabras así que si alguien se viene a quejar porque es muy largo o tedioso, ya avisé, lo segundo, es la primera vez que escribo sobre temas sensibles, no quise explotarlos más pues solo se lo sufiente, así que no quería equivocarme y dar un mal ejemplo y lo tercero todo lo vemos a la perspectiva de Mikasa, así que si más adelante notan algo es que ese es el punto, ella nos cuenta su historia la manera en como la ve, casi se me pasa, se supone que son actores así que cuando se mencionan en tercera persona hablan de su personaje.

Hoy es el cumpleaños de Mika, así que subo este One Shot para felicitarla, literalmente ella sería la mamá de todos nosotros, si alguna vez existió. En fin gracias por leer la nota y el One Shot, muchas gracias.

No está editado, así que...

(..)

"Todos tenemos pesadillas en nuestros sueños, buscamos a alguien que crea en Nosotros, mostrarnos el camino y hacerlo bien..."

Todos somos una parte de algo más grande, cuando nacemos los médicos nos echan una mirada de pies a cabeza para examinar rápidamente si estamos bien o si tendremos que pasar por las incubadoras, ellos hacen su función de ayudarnos, nosotros de respira y tiempo después abrir los ojos, y así sucesivamente, comenzamos a caminar, jugamos a la pelota, quizás a las muñecas o ensuciamos la casa de nuestra madre con pintura de todos colores, aprendemos a hablar, unos más tarde que otros o algunos no tiene esa dicha de poder hacerlo, es otra cadena de un todo, pues hay personas que se les diagnostica dislalia lo que les dificulta pronunciaría ciertas palabras y los especialistas te tienen que ayudar a superar eso, sin embargo una vez que intentas aprender a leer, que sería la siguiente etapa si previamente no arreglaste tú dislalia, bueno se te crea dislexia y es solo una rebanada de pastel que te puede pasar mientras creces, quizás en un futuro te quedes sin pierna, ciego, no puedas oir, hablar, caminar y un montón de cosas pero aprendes a vivir con ellos.

Aprendes a encajar como las billones de personas que hay en todo el mundo.

Eventualmente cuando eres alguien famoso, todo el mundo parece ponerle más atención a lo que haces, cuando eres como una de esa billones de personas, pero ¿Que diferencia hay de las que vemos en la calle, a alguien como Yo? Que mi rostro aparece en una serie de televisión que cambio la vida de muchas personas, sea para bien o para mal.

No estoy muy segura si para mí, es para bien, pues amo lo que hice en el tiempo que estuve dentro del proyecto, pero ahora, ahora que se ha terminado todo, que estoy mirando con ojos llorosos la pantallas dónde se transmitirá el último capítulo, se siente como si el peso que tenía encima desapareciera.

Pero no del todo, porque aún estaba en el reflector de todo, y como una mujer asiática que se cambió de país para vivir el sueño americano, que tuvo que cambiar su físico para encajar con el papel, cortar mi cabello y endurecer mi mirada, nada de eso me importaba mucho, ahora mismo estoy cómoda con mi cuerpo, pero cuando andaba en la calle o los mismos disque fanáticos pronunciaban ciertas cosas de mí, se divulgaba que mi aparecían no coincidía con la anterior, aquella que no fue culpa mía, si no del escritor del manga y los productores de la serie. Pero que se puede hacer la gente tiende a ser bastante idiota.

Por encima de esas cosas que me vienen y van, había algo de lo cual no podía dejarlo pasar tan fácilmente; Mis sentimientos. Muchos esperaban que como el interés romántico del protagonista me quedara con el en la vida real, lo que a decir verdad eso me suena bastante raro, Eren lo considero como un hermano no como amante. Teníamos fanáticos pasivos que escribían sobre nosotros en Wattpad y creo que nunca me sentí tan incomoda con un Smut, pero ellos eran lo que en sus notas dejaban que eran solo fantasías, que tenemos corazón y teníamos todo el derecho de estar con quién nosotros elijamos. Amo a esos tipos de fanáticos.

Sin embargo, también teníamos a los fanáticos agresivos, que tiraban muestras redes sociales con mensaje de odio, que hackeaban nuestras cuentas y publicaban cosas fuera de contexto, hacían una tormenta en un vaso de agua y esa tipo de personas siempre solían ser las más peligrosas.

No puedo pasar este momento sin recordar todo eso, quizás que se acabaran me daría la oportunidad de estar con la persona que quiero, sin la necesidad de pensar que le debo algo a alguien. Yo ya cumplí como actriz, a ser el rostro de uno de los personajes más fuertes en una serie, a tener la voluntad dura pero el corazón de pollo, a parecer que solo me importa una persona como al igual que el personaje estaba pensado a ser un héroe, para dejar todo lo que ama por un bien más grande.

Estoy agradecida porque mi personaje tenga el mismo nombre que yo, que ella no se parezca tanto a mí con ser dependiente emocionalmente pero si en la fortaleza.

Pues puedo asegurar que sexta copa que llevo en la noche, no me siento ni un poquito mareada.

Y si me preguntan dónde estoy, bueno estoy en un lugar enorme, lleno de luces que se reflejan en las mesas de color blanco, con una pantalla enfrente mucho más grande que la de cine y muchos camareros vagando de aquí para haya, no puedo detallar algo más, ya qué apenas puse atención una vez que llegue aquí.

Lo único que se, es que necesito otra copa y arreglar el tirante de mi vestido que se a bajado un poco. Me siento un poco extraña miro a mi alrededor y no veo por ningún lado a los demás actores, aunque puedo divisar desde mi lugar el pulcro cabello de Levi, el hombre se encuentra parado alado de Hangi, la dama se puso un hermoso vestido de espalda descubierta color negro, con tacones del diez, haciéndola ver condenadamente más alta, su cabello está recogido en un peinado informal que hace ver su rostro aún más hermoso de lo que ya es, completamente impresionante. Aunque Levi a su lado se ve más pequeño que ella, su traje gris oscuro que brilla bajo la tenue luz de la iluminación lo hace ver más guapo de lo que ya es. Enfrente de ambos Pieck está con una copa en la mano hablando con ellos, su vestido es de un color rojo sangré que se ajusta perfectamente a sus curvas con cuello en forma de V que enmarcan delicadamente sus pechos (Y no, no le estoy viendo los pechos, solo quiero darles una idea mejor) lleva tacones más bajos que los de Hangi, de un color carmesí, se ve sin dudarlo espectacular.

Busque con mi mirada a más personas que pudiera reconocer, me rei un poco cuando encontré a Sasha y Connie en la mesa de bocadillos, estaban a espaldas de mí, así que pude divisar que ambos llevaba trajes de color gris, el cabello castaña de mi compañera y amiga, estaba suelto, lo que le daba un aire más maduro, se veía bien desde mi ángulo. Connie no se quedaba atrás pero eventualmente solo podía ver poco de ellos.

De nuevo pase mi mirada por el lugar, bebiendo un poco de mi copa de vino, en una mesa pequeña enfrente de la gran pantalla reconocí el cabello revuelto del creador de la serie; Hajime Isayama, el no llevaba traje, solo una vestimenta normal que concordaba mucho con el hombre, de lejos parece bastante joven y tiene un rostro de que no puede matar a ninguna mosca, más sin embargo en su guión como en sus dibujos mato a tantos personajes que estoy segura que el fandom tiene un amor odio con el hombre. Yo no, recuerdo que me vio audicionar para el rol de Mikasa, hace doce años y sus ojos brillaron tanto que supe que el sería mi boleto de ingreso para el proyecto y se lo e agradecido las veces que lo he visto.

Es un buen hombre, se merece por fin construir su espa.

Mientras más miraba a mi alrededor, mas gente reconocía, desde aquellos que solo salieron en un capítulo en la primera temporada, como los que fueron más importante. La gente comenzaba a sentarse en sus respectivas mesas y yo solo me estaba preguntando en que momento llegaría Annie.

Porque sí, parece que yo no termine junto a Eren pero en cambio termine enamorándome de la novia de mi mejor amigo, casi hermano y parece que el fandom se dió cuenta, pues es lo que más se ha estado rumoreando por meses aunque yo no lo había notado, no hasta que todo explotó hace dos meses. Pero resulta que los rumores surgieron justo cuando Annie volvió a retomar su papel en esta última temporada y cuando a mi hermano le entra la loquera, intento desesperadamente que me crea que no es de ese modo, cuando es una gran puta mentira.

No me gusta mentirle a Eren, el me ayudó mucho a ensayar para mí rol, me cuidado y trato como un buen hermano para que nuestra relación se viera más real en pantalla, y debo apostar que se verá impresiona hasta el final en la pantalla grande.

Limpie mis labios con una servilleta al terminarme la copa de vino y la dejé sobre la mesa, dispuesta a por fin sentarme en mi lugar, pase una mano por mi cabello más largo y me deje caer en una mesa vacía, buscando mi celular para preguntarle a mi amigo a qué hora llegaría, supongo que Armin estaría también con el.

—Tienes que aceptarlo que esas escenas siempre eran tan divertidas...—Alce la vista de mi celular al escuchar la voz de Falco, el me miro dándome una sonrisa.— Señorita Mikasa, me alegro que usted se siente con nosotros.

Gabi a su lado me dió un asentimiento de acuerdo con su amigó, deje mi celular en la mesa viendo cómo se sentaban en las dos sillas enfrente de mí.

—¿Así?— Alcé una ceja divertida y ambos sonrieron.— ¿Y eso por qué?

—Usted siempre tiene algo que decir.

Solté una pequeña risa por la contestación de Gabi.

—A diferencia de su doppelganger...— Falco agarro la botella de agua de la mesa y antes de darle un trago le ofreció a Gabi que acepto gustosa, luego continuo diciendo.— que siempre está seria y tiene una mirada que le daría miedo a todos.

—Pero es buena honda.— La defendí, los chicos me dieron la razón.— No es por ser cotilla pero ¿De que estaban hablando antes de llegar?

Falco soltó una pequeña carcajada que provocó un golpe de parte de Gabi, hice una mueca confundida.

—Le estaba diciendo a Gabi, que sus escenas de cuando tenía que disparar y siempre terminaba en el suelo me daban mucha risa, cada vez que las veía hacerlas.

Me rei un poco.

— La verdad me sorprendió cuando no saliste disparada arriba del titán de Falco.— Me burle viendo la mejillas de Gabi arder por la vergüenza, Falco se unió a mi risa abrazando a su amiga para que no se molestará tanto.— Venga ya, todos tuvimos escenas que daban mucha risa, por ejemplo, si no me equivoco fue en las grabaciones de la tercera temporada...— Solté una pequeña risa al recordarlo y ellos me miraron con atención.— Hubo una escena en dónde Sasha tenía que saltar arriba de mi fingiendo emoción, sin embargo en la primera toma para esa escena, yo aún no era lo suficientemente fuerte para soportar el peso tan improvisado, así que Sasha se dejó caer en mi tan fuertemente que ambas terminamos en el suelo y el árbol que era parte del set detrás de nosotras se cayó haciendo que los demás lo hicieran y de tanta vergüenza Sasha termino echándose un pedo, nos reímos tanto que la producción se contagio y nuestros compañeros. ¿Ves? A veces es bueno tener esos momentos vergonzosos en grabaciones, nos hace mas ameno el trabajo y más divertido.

Los adolecentes se rieron conmigo, haciéndome sentir un poco extraña por llevarme bien con chicos que son diez años menor que yo.

—¿Por qué tengo que compartir mesa con ustedes, mocosos?— Los tres alzamos la mirada para ver a Levi llegar junto a Pieck, supongo que Hangi tuvo que sentarse en la segunda mesa.

Pieck se rió, dando una paso hacía mi y besando mi mejilla, acaricio mi cabello con cariño, me sonrió alegremente y sus ojos grises tal cual los míos recorrieron la mesa en busca de su asiento, lo encontró alado de Falco, les sonrió a los chicos  tomando asiento en su lugar, Falco y Gabi se pusieron de pie dándole un abrazo. Me acomode en mi lugar, notando por fin que todos los asientos contaban con nombres, mientras buscaba el mío porque ahora siento que estoy sentada en el equivocada le dije a Levi.

—¿Nunca se te quitará la costumbre de decirnos mocosos?

Levi me dió una palmada en la espalda, dejándose caer a la derecha de Gabi, a la izquierda de mi, lo que quiere decir que dónde está mi trasero no es mi lugar. Falco y Gabi comenzaron a hablar con Pieck.

—Te ví crecer, aún te seguiré llamando mocosa, hasta que se me olvide porque te llamo así...— Levi me contestó y yo me puse de pie encontrando por fin mi silla, sus ojos azules me siguieron.

—Muy lindo de tu parte.— ironice enseñándole el dedo de en medio, era muy curioso pero fuera de escena el y yo nos llevamos bastante bien.— ¿Que paso con Hangi?

Levi rodó los ojos cruzando los brazos.

—Esos pesados, ahuevo querían que los "últimos" que sobraron nos sentaramos en esta mesa. Dicen que porque somos la cara de este último capítulo.

Fruncí el seño, pasando mis dedos por el puente de la nariz.

—No estoy muy segura si todos cabemos aquí.— Señale la mesa con el dedo.— Así que, creo que a Hangi al final le convino.— Le sonreí de lado.— ¿No sabía que eras tan unido con ella?

Levi se sonrojó y tomo la botella de agua que tenía su nombre, le dio un gran trago antes de mirarme con sus ojos azules zafiro.

—Si bueno, yo no sabía que estabas enamorada de Annie.— Atacó y la mesa se quedó en completo silencioso, los ojos de la azabache se dirigieron a mi.

—¿Eso es cierto?— Cuestiono sorprendida.

Intente mantenerme neutra con su pregunta pero pude sentir mi pierna temblar debajo de la mesa, quizá en algún punto se lo mencionaria a Pieck, pero no considero que sea el momento.

—Esos son puros chismes de los programas de espectáculos.— La mencionada hizo apareció y ella se sentó a mi lado, dándome dio un leve asentamiento acompañado de una sonrisa.— ¿No es así, Ackerman? ¿Por qué siquiera siguen mencionando algo así?—Ella suele usar mucho mi apellido cuando la conversación no es seria o piensa que no tiene sentido.

Me acomode mejor en mi asiento buscando de reojo algún rastro de Eren o Armin, pero en cambio solo me tope con los brillantes ojos azules océano de Annie mirándome fijamente desde su lugar sentada. La detalle rápidamente, venía con un conjunto de doble pieza, un top que dejaba ver su estómago, junto a una falda por encima de las rodillas con bordes rojos que combinaban con el oscuro de toda la prenda, traía vanzs puestas y me pareció la cosa más adorable del mundo, su cabello estaba amarrado de una forma elegante y pequeños mechones se asomaban por su rostro, el maquillaje que llevaba puesto era tan mínimo que casi pasaba por alto, pero me di cuenta por el brilló en sus párpados, se veía estupenda. Tan hermosa como un amanecer por la mañana.

—Levi no aguanta una broma.— Me encogió de hombros fingiendo inocencia.— Tan enano y mamón.

—Pequeña bastarda.— Levi me lanzó su botella vacia a la cara, pero la sostuve con una mano sonriendo divertida.— Presumida.

—Me amas, no lo niegues.

—Seguro, puedes irte a la mierda.— Sonrió un poco mirando a otro lado dando por terminada la pequeña confrontación.

—¿Dónde está Eren y Armin?— Me voltee para preguntarle a Annie, pero ella aún seguía mirándome, sentí mi corazón palpitar en mi pecho a darme cuenta que no había apartado la mirada desde que tuve ese pequeño enfrentamiento con Levi.

Annie se encogió de hombros dándole un trago a su bebida.

—Les dije que me adelantaría, no puedo creer que se tarden tanto en arreglarse...— Rodé los ojos entendiendo su punto.— Sin embargo me dio tiempo de pasar a comprarme un cigarrillo.

Pose las manos encima de la mesa y me agache un poco para olerla, no olía tanto a tabaco, supongo que se convino con su perfume olor a cítricos.

—Es una suerte que el olor no se pegara en tú ropa.— Me aleje y pegue mi espalda en la silla.— Lamento eso, debí de haber pasado por tí, para evitarte que estuvieras aburrida.

—Si, debiste.— Agarro una de mis manos y la entrelazó con la suya, su tacto mando descargas eléctricas por mi cuerpo.— Estuve escuchando como discutían para ver qué ponerse, Eren apenas y me prestó atención al irme. No es quiera que el me preste toda su atención pero me gustaría que fuera más amable.

Suspiré cansada dejando caer mi mano libre sobre la suya, ambas apoyadas en la mesa.

—Ya sabes cómo es el, se emociona de más. Pero estoy segura que cuando llegue, tendrás su atención en ti, sin dudarlo.

Annie recargo su cabeza en mi hombro, pude ver la forma en como sus pupilas se movían por el lugar, antes de toparse con las mías.

—¿Viniste sola?— Su pregunta me saco de onda, parece como si estuviera omitiendo mis palabras.— No me mal entiendas Mika, pero tú misma provocas que todos piensen que te gustó. Desde que llevamos dentro de la serie, tu nunca has salido con nadie; Ni con los que son de la farándula como los que ven farándula.

—No me interesa tener pareja.

—Lo que intentas decirme es que ¿No has tenido sexo en todo este tiempo?.

Solté una carcajada soltando nuestras manos y dándole un abrazo entre risas.

—Tengo mis momentos, ya sabes de lo que hablo.— Moví las cejas y ella hizo una mueca, supongo en mi rostro se veía medio raro.— Solo no considero que sea buena para estar con alguien, yo tengo que sentirme realmente perdida por esa persona para considerar pedirle que sea mi novia.

Annie se acomodo sobre mi pecho para mirarme, sus ojos abiertos sorprendida ¿Y ahora que dije?

—¿Novia?

¿Ya la cague verdad?

—Si, novia.— Actúa normal, es una cosa normal.— Soy lesbiana.

Los labios de Annie se separaron en un diminuto (o), antes de sonreír abiertamente. Ella siempre se veía hermosa cuando sonreía de ese modo.

—Ya lo sabía.— Abrí mis ojos sorprendida.— Ese día que me ayudaste a escoger los vestidos.

—¿Estabas escuchando?— Le dije confundida, recuerdo ese día de una forma para nada bonita, es doloroso a decir verdad.— ¿Por qué hiciste eso?

Annie se sonrojó e hizo una mueca, en sus ojos vi culpa, suspiré y Golpe su nariz con la yema de mi dedo y ella la arrugó, relajando su gesto, lo que me causo ternura.

—Estabas rara, sabía que no debería escuchar pero no podía evitar pensar que todo esté tiempo algo me ocultabas, a parte toda tu vibra es tan gay, que por dios concuerdo con los fanáticos cuando dicen que tienes conexión con todas la chicas del programa.— Acarició mí cachete con su mano y sentí mi piel erizarse, su calor llenaba de calor mi pecho, dioses nunca me mi vida me había sentido tan enamorada.— ¿Quieres que te ayude a andar con Pieck?

—No gracias, soy perfectamente capas de conseguirme una cita.— La mire fijamente antes de poner una cara indignada.— ¿Tan desesperada me veo? De todas formas ¿Pieck? ¿Por qué Pieck?

Ella golpeó su palma en mi frente rodando los ojos.

—¿No lo recuerdas? Ese día me enoje porque pensé que estaban saliendo y nunca me lo dijiste.— Bajo su mano a mi cintura y me dio un pellizco, yo me queje y ella se río.— Aparte, siento feito con que seas la soltera del grupo ¿Para cuando la novia?

No pude evitar pensar en que sonó como esas tías metiches, me mordí el labio inferior para no reírme en su cara, sería muy vergonzoso, ella se aclaró la garganta divertida mirándome a los ojos. Debo aceptar que me gustaba mucho está convivencia con ella, éramos mejores amigas, pero a Eren no le gustaba que estuviera alado de ella, después de esos rumores el se desató de la forma menos bonita, se ponía en plan perro cada vez que estaba con ella, así que solo convivíamos cuando mi hermano no estaba cerca o cuando nuestras escenas eran juntas y teníamos que ensayar.

Considero que es una mierda, pero siempre disfrutaré estar con ella aunque sea por unos minutos.

Sonreí de lado cuando se me quedó viendo más de la cuenta y puse mi mano en su cara.

—Me voy a sonrojar si me sigues mirando así.— Le confesé de de forma timida. Annie lamió mi mano y la aparte rápidamente, sus ojos azules me miraron juguetona, suspiré y parpadee para intentar quitarme la cara de estúpida que me cargaba ahora.

—Por eso lo hago. Es hilarante ver a alguien tan grande sucumbir a alguien tan pequeño.— Alcé una ceja por la palabra, a ella no le gustaba que le digan pequeña.— Solo yo puedo decirme así, ahora soy la puta ama.

La aparte con mi hombro para poder alcanzar una servilleta, cuando la tomé recordé que no estábamos solas, mire como mis compañeros de reparto nos echaban miradas disimuladas, rodé los ojos. ¿Así o más obvios? Pieck achicó los ojos y me alzó los pulgares, ¿Eso que?

Me volví a acomodar en el asiento limpiando mi palma con delicadeza. Siempre serás la puta ama para mí. Me hubiera encantado decirle pero en cambio solté.

—Considero que eres más como Ramón Salazar. Pequeña pero no da nada de miedo.

Sus ojos se endureceron por mi broma, yo le mantuve la mirada hasta que me soltó un golpe en el hombro con fuerza, me sobe sosteniendo por segunda vez mi labio inferior para no reírme, si bueno también era hilarante molestar a Annie.

(...)

Justo cuando mi reloj marco las nueve de la noche, pude ver a Eren junto a Armin acercarse a nuestra mesa, los dos iban muy elegantes, con un conjunto del mismo color azabache, el cabello de Eren estaba recogido como su personaje, sus ojos esmeralda birllaban de forma más viva, Armin en cambio decidió dejar su cabello hacia atrás y se puso un poco de maquillaje en el contorno de los ojos resaltando su tono azulado ámbar, debo admitir que se veían bastante guapos más de lo que alguna vez los ví, hablaban entre ellos con sonrisas en sus rostros. El ruido de fondo que vino con su presencia se volvió insoportable cuando las luces los enfocaron, los fanáticos si que los amaban, la mesa en dónde estábamos se unió a los aplausos que le dieron, me pareció raro que no pasará lo mismo con Levi, se que la mayoría de las fanáticas también lo ama, recuerdo que cuando entre a la universidad con otro nombre y vistiendo de manera diferente podía ver la cara del actor en sudaderas de algunas de las universitarias, también uno que otro tatuaje en lugares que no voy a mencionar.

El caso es que Levi también se merecía ese reconocimiento.

Eren fue el primero en vernos, le di una sacudida a Annie que hablaba con Pieck mientras aún estaba recargada en mi hombro y le señale en dirección a los chicos, los ojos de Eren se entrecerraron mirándonos a las dos al mismo tiempo, Armin le dijo algo en el oído que lo hizo relajarse y yo me pude relajar, Annie solo se encogió de hombros alzando la mano para saludarlo, sabía que aún estaba enojada con el por ignorarla, bueno eso suele pasar.

Annie continúo con su conversación como si nada con Pieck que parecía divertida por el drama, yo tomé un trago del vino que me habían servido y le pregunté  sobre su tatuaje a Hangi que se había acercado para hablar con nosotros a ella le brillaron los ojos recargando sus manos en la cabeza de Levi para mirarme, Falco, Gabi, Reiner y Berthold (que ambos habían llegado con Annie) le prestaron atención.

—Veras, quería recordarlos a todos...— Ella se quito la manga de su saco y nos dejó ver mejor el dibujo en el dorso de su brazo, era el logo de la serie con los nombres de cada uno de nosotros en japonés, creo que también nuestras fechas de nacimiento, me pareció un gesto tan lindo.— Me fue difícil diseñar esto, tenía que meter sus nombres como sus fechas, fue como ¿Cómo mierda haré  eso? Abre con mi tatuador, pensamos de que tamaño y si a color o en blanco y negro, y vuela esto fue lo que salió.

—Eso es hermoso.— Falco admitió por todos nosotros, sus ojos recorrieron el brazo de Hangi asombrado, Hangi le guiño el ojo.— Tienes mi hombre, tiene mi nombre.— El se emociono tanto que vi pequeña lagrimas salir por sus ojos, es un chico increíble.

Sonreí de lado cruzando mis brazos bajo el pecho, los demás interrumpieron lo que hacían para verlo, maldición nunca me sentí tan unida a nada, como cuando lo vi a todos en esta mesa. Incluyendo a Eren y Armin que se sentaron un poco apartado de nosotras, hice una seña para lo asientos libres y el me miro mal, dioses era un pesado.

Aunque debo aceptar que yo también estaría molesta si se rumorea que a mí hermana le gusta mi novia, de cierta forma puede entender que este enojado pero me conoce, jamás me metería entre ellos y debería aprender a confiar más en su novia.

El presentador de la ceremonia por fin subió por la tarima, detrás de él la pantalla se comenzó a iluminar solo un poco y no todos los presentes nos pusimos en pie para aplauidir el hombre rubio se sonrojó violentamente y toco lo esponjoso del micrófono para asegurarse que se escuchará bien. El nos sonrió abiertamente a todos y sus ojos nerviosos recorrerion las mesas, supongo que buscando un sustento para los nervios.

—Antes que nada, debo agradecer a la producción por permitirme presentar este último capítulo...— Alzó las manos en forma de cruz asemejando a su personaje. Algunos se rieron y no se porque me dio la impresión de escuchar a alguien gritar; Solo esperemos que el Titán de Eren no te devore. Solté una pequeña carcajada que disimule con una tos.— Debo aceptar que esperaba que se lo pidieran a alguien más, pero supongo que mi escena en donde daba mi discurso no se vió tan mal. Aquí me tienen más nervioso que la primera vez que hice esa escena y no, está vez no me va a comer el Titán de Eren...— Señaló a una mesa a dos de la mía y Connie le enseño la lengua.

—Asi que chiste.— El grito de regreso y Jean lo golpeó en la cabeza.

Negué divertida volviendo a mirar al frente.

—En fin, me gustaría pedir un enorme abrazo a los protagonistas de este último episodio, por mi sería genial presentar a todos los que estuvieron a lo largo se la historia, sin embargo, estoy seguro que esto llevaría toda la noche, Isayama se emociono con sus personajes...— El hombre mencionado se movió incomodo en su lugar.— Mí mamá siempre me decía que nunca tenía que empezar con el plato fuerte pero en este caso, vale completamente la pena. Por favor den un fuerte aplauso a Eren Jaeger y Annie Leonhardt...—Junte las cejas confundida, supongo que los harán pasar con sus respectivas parejas, Annie me miro desde su lugar pensando lo mismo pero aún así sonrió cuando las luces la enfocaron, le sonreí de regreso. Eren me miro de reojo cuando paso a mi lado y tomo del codo a Annie que lo siguió a paso lento, los aplausos no se hicieron esperar.— Miren que hermosa pareja viene ahí. Yo siempre pensé que el señor Jaeger se quedaría con la señorita Ackerman pero pues el amor da unos caminos raro.— Vi a mucha gente darle la razón y uno que otro me miro, me tense pero fingí no darme cuenta. En el momento que llegaron a la tarima, los dos se veían tan bien juntos que sentí una opresión en el pecho. Saludaron al público y al presentador quedándose a su lado.— Perfecto, no deberíamos hacer esperar a los niños, así que porque no le dan un enorme aplauso a Falco Grice y Gabi Braun.— El hombre nombró sus nombres con una sonrisa. Pieck, Reiner, Armin y yo aplaudimos con más fuerza mientras los veíamos alejarse de la mesa, Falco parecía bastante nervioso lo que provocó que Gabi lo tomara de la mano.— La pareja más joven de nuestro reparto, miren que lindos se ven...— El tenía razón, los saludo con un abrazo a cada uno y estos se pusieron a la derecha de Annie que acarició el cabello de Falco.— Nuestra siguiente pareja, no es una como tal, sin embargo parece que el fandom quería verlos está noche juntos...— Ladee la cabeza sin entender.— Denle un fuerte aplauso a Pieck Finger y Jean kirstein, que no estoy muy seguro si de ese modo se pronuncia su apellido...— Sonreí viendo como Pieck se sonrojaba violentamente y yo alce los pulgares en su dirección, ella me regreso el gesto, aplaudí de nuevo fuertemente y escuché a alguno chiflar de fondo. Los dos se movieron elegantemente por la tarima y saludaron al presentaron con un beso en la mejilla, el les dijo algo que puso sus rostros de colores, Eren, Annie, Falco y Gabi se rieron de ellos. El hombre continúo diciendo, una vez que pusieron a su izquierda.— Sí pudiera cambiar las palabras honor, perdida y superación del diccionario en definitiva la cambiaria por el nombre de nuestro siguiente invitando, denle un fuerte aplauso a Armin Arleth y Connie Springer.— Mire a mi amigo que me regreso la mirada con pequeñas lágrimas en sus ojos, cuando llegó a mi altura lo abrace fuertemente dándole una palmada en la espalda, Susurré un suerte y lo deje ir, automáticamente mis manos se juntaron entre si para aplaudir para el, se veía tan feliz y yo estaba alegre por el, Connie lo tomo del codo con delicadeza y ambos caminaron lentamente por las escaleras, el hombre los acepto con un fuerte apretón de manos y les indico que se pusieran alado de Pieck y Jean.— Le cuestione a los encargados si estaba bien que nuestros siguientes invitado subieran juntos, ya saben quizás los Spoilemos antes de tiempo, sin embargo ellos los dijeron "Meh, debieron haber leído el manga"...— Me reí un poco por eso.— Y yo me encogí de hombros, denle un aplauso a Reiner braun y Berthold Hoover.— Me gire para verlos ponerse de pie y saludar a los chicos que los reconocían, eran de los chicos más altos así que fue un poco gracioso verlos pasar alado de Levi que parecía molesto por eso. Los dos le sonrieron al presentador y este les pidió que se pusieron alado de Gabi. Reiner acarició el cabello de su sobrina ficticia y Berthold le sonrió a Falco.— De acuerdo, muchos se preguntarán ¿No faltan personas? Claro que lo hacen. Cuando vi la primera temporada de esta magnífica serie dije; Maldición esa es mi clase de chica, luego salió un hombre apuesto y dude fuertemente de mi heterosexualidad, recuerdo meterme a Google y teclear rápidamente; ¿Los personajes ficticios me pueden hacer un hijo?...—La audiencia no pudo evitar reírse, ni yo tampoco — Creo que me salió un fanfic de Naruto y tú...— Más risas.— Pero hablando enserio, nuestra siguiente pareja, no solo es conocida por ser la más guapa, si no que muchos de aquí pensamos que eran familia por su increíble parecido y el apellido, pero no gente. Denle un fuerte aplauso a Mikasa Ackerman y Levi Ackerman.

Levi me alcanzó a medio camino dejando caer su mano en mi cintura, yo le sonreí el es un caballero, subirnos por las escaleras y me sentí nerviosa con cada paso que daba, saludé de nuevo a los demás y no pude evitar sonreírle alegre a Annie que parpadeo confundida dejando ver una leve sonrisa, abrace a Eren que me regreso el gesto un poco tenso y por fin nos enfrentamos a los ojos azules de Willy Tybur, el hombre de barba negra nos sonrió ampliamente a los dos y se agachó para darle un abrazo a Levi, este le dio una mirada de muerte que lo hizo dar un paso atrás, yo en cambio acepte su abrazo pidiendo disculpas en nombre de mi amigo.

"El mundo puede ser peligroso, hay algo tan raro en tus venas. Ni una sola cosa cambiaría..."

—Bien ya estamos todos...— Amablemente nos pidió que nos acomodaramos alado de Connie y Armin,  los demás nos dieron un gesto de reconocimiento cuando pasamos enfrente de ellos. Cuando le puse de frente la iluminación golpeo mis ojos, entonces me di cuenta de la cantidad de persona que había.  — Se que quizás tengan unas cuantas preguntas antes de por fin poner este episodio, sin embargo el tiempo es limitado y somos muchos, así que pediré que solo hagan tres preguntas por persona, piensen bien en qué es lo que van a cuestionar.—, Los reporteros se pusieron un poco locos por sus palabras y yo me puse demasiado nerviosa. Cada uno de ellos comenzó a alzar la mano y a hablar al mismo tiempo, caraj aún no me acostumbra a esta tipo de cosas.— Si haber, el chico de la camisa negra, ¿A quien le vas a preguntar?

El joven se sonrojó violentamente cuando la atención cayó sobre el, le tuve un poco de empatía.

—Mi primera pregunta es para la señorita Ackerman.— Yo di un paso al frente y Willy me pasó el micrófono, le agradecí.— ¿Cómo fue para tí, interpretar a la mujer más fuerte de la humanidad?

Junte las cejas pensativa.

—Esa es una buena pregunta.— Empecé pensando con cuidado mis palabras.— Quiero decir estoy consciente de que mi personaje no es el mejor cuando se refiere a ser del todo independiente pero lleva mucha cargas encima, no considero que sea las más fuerte emocionalmente, no como el personaje de Armin, pero estoy Segura que se toma enserio lo que quiere lograr, que sabes que jamás te dejará solo o renunciará...— Me mordí la mejilla dudosa pero al final termine diciendo.— interpretar a Mikasa fue una experiencia loca, emocionante, sufrí mucho para poder darle esa característica tan única de ella que aún en día no puedo evitar asemejar y se que parte de su esencia me acompañara de por vida.

El joven asintió en mi dirección, sus ojos parecían brillar, anoto rápidamente en su libreta y pidió otra pregunta, el presentador se la dio feliz.

—Eso fue hermoso señorita Ackerman.— El me dijo y yo sonreí.— Mi siguiente pregunta cómo conocedor del manga es; ¿Que fue lo más difícil de grabar esa escena?

Uf,

Pase una mano por mi cabello largo y dejé que las ondas golpearan mi espalda.

—Todo...— Fui sincera y mis compañeros se rieron.— ¿Cómo explicarlo sin quitarle la sorpresa a los demás?— El joven se encogió de hombros divertido.— Tenía que ser lo más emocional que nunca fui con el personaje, tenía que darle la mirada de la certeza en sus ojos, tomar todo lo que aprendí de ella a lo largo de los años y amplificarla; Toda esa última escena en donde me senté en el árbol fueron lágrimas reales, pues deje ir todo.

El joven asintió lentamente, esperando a que dijera algo más, pero me mantuve callada, el me dio las gracias y al presentador de igual manera.

Willy siguió mencionando a los que podían preguntar uno por uno, hubo preguntas tan vergonzosas que no puedo creer que las pudieran decir, otras más relajadas intentando sacar información del final pero a nadie se le salió nada. Era divertido ver a todos contar sus anécdotas, a otro intentar no contestar de más, Levi era el que decía muy pocas palabras al preguntarle. Hasta el momento a las personas que les habían preguntado fue a Pieck, Jean, Connie, Reiner, Berthold, Gabi, Falco, Levi, y a mí pero no me dio buena espina que justamente a mí me faltará una pregunta, no le di mucha importancia cuando comenzó la siguiente ronda,

—Mi pregunta es para el joven Jaeger...— Un señor mayor alzó la mano, Eren dejo de mirar a todos con cara de perro, sabía que ya estaba harto de no recibir atención. Willy le pasó el micrófono y Eren lo tomo con fuerza.— ¿Cómo se preparo para el cambio psicológico, físico y emocional de su personaje?

No pude evitar preocuparme por su respuesta, el se la paso meses ensayando en mí casa sin acercarse a nadie, a veces lo acompañaba para ensayar cosas que tenía que hacer conmigo, los momentos de Eren eran los momentos de Mikasa, así que la cosa siempre era algo pesada.

El se aclaró la garganta y tomo la mano de Annie, que lo miro confundida.

—Estuve mucho tiempo en mí casa, solo e imaginando como debió de haberse sentido mí personaje por la culpa, la carga que de sus hombros le dieron y el nunca quiso tener. Pero en medio de todo esa reconstrucción de mi personaje tuve apoyo...— El solto un gran suspiro y yo me tense.— Annie estuvo conmigo para poder mentalizarme con mi personaje, ella me dio su amor y con eso pude lograrlo.

Trague saliva por su respuesta, el cambio momentario en la expresión de Annie me dio a entender que mentía, ¿Por qué Eren mentiría? Yo estuve con el, si pero quizás Annie también, mientras yo ni estaba en casa, aunque en sus ojos azules puedo ver la confusión dispararse por encima de su conocimiento.

Los reporteros se pusieron eufóricos, comenzando a preguntar sobre ellos dos de manera tan rápida que apenas y pude entenderlos, algunos (la mayoría mujeres) decían que su amor era hermoso, que cuando una novia te apoya de esa manera eso es genuino. Los flaches de las cámaras comenzaron a parpadear enfrente, sabía que  los demás se sentían tan perdidos como yo. Willy los mando a callar con elegancia, dándole de nuevo la palabra al señor mayor, que se acomodo los anteojos y sonrió de tal forma que me dio miedo.

—Señor Jaeger. ¿Esta consciente de los recientes rumores que han circulado respecto a su compañera de reparto estando enamorada de su novia? Fuentes muy confiables me confirmaron que la señorita Ackerman es Lesbiana.

¿Pero que? ¿QUE? Me puse tan rígida que los camarógrafos dirigieron sus cámaras en mi dirección, pero yo solo estaba viendo la expresión en los ojos de Eren, su mirada se oscureció notablemente y sostuvo a Annie de la cadena con algo de fuerza, tanto que la niña se quejó y Reiner que estaba más cerca intento apartarlo disimuladamente.

—Dejare algo muy en claro.— Eren alzó la voz para que los reporteros lo escucharán.—Sentí la mano de Armin en mi brazo y me preocupe del gesto de dolor de Annie, tenía que detenerlo pero si lo hago esto se hará más grande.— Annie Leonhardt es mi novia, si los rumores llegan a ser ciertos, Mikasa no tendría oportunidad con ella, pues me ama a mí y solo a mí.— La tomo de la barbilla y la beso con algo de brusquedad, apreté la mandíbula, después deje salir el aire que contenía.— Ella me pertenece.

Eso fue todo, ella se pertenece así misma. Iba a ir a sacarle la mierda pero Levi me sostuvo de la cintura.

—Si haces esto más grande, la prensa no te dejará en paz, parece que acaban de sacarte del clóset.— Me susurro en el oído y yo caí en cuenta de las palabras del reportero. El muy hijo de puta soltó mí verdad como si fuera su derecho.

—La sección de preguntas se acabó.— Willy dijo fuertemente enojado, los reporteros se quejaron.— Eso es todo, pueden regresar a su lugar o pueden irse.

Mis ojos seguían puestos en como se besaban los enamorados, hice una pequeña mueca y disimule mi decepción. Es cierto Annie no es más que mí amiga, mientras más rápido lo entienda mejor. El hombre mayor que le pregunto a Eren me miro, sus ojos parecían dos esferas oscuras llenas de maldad, sonrió y nos tomó una foto.

Genia ya me vi en la portada de revistas del otro día, intente bajarme para golpearlo pero el agarre de Levi se intensificó. ¿En qué momento todo se fue en caída libre?

Me acomode mi vestido cuando por fin me soltó y camine a paso decidido para sentarme en mí lugar, todos se pueden ir a la mierda, no tengo que darle explicaciones a nadie. No lo hice con mis padres mucho menos con ellos. Creo que lo molesto de ser expuesto es que, si intentas negarlo eventualmente pensaran que es mentira y si te quedas callado automáticamente afirmaran los hechos, me suena mucho a cuando hacen un juicio y piden los acontecimientos y al final una sola persona es la que decide si eres libre o te meten a la cárcel.

Debería de dejar de ver tantas series policíacas.

—Oye.— Eren me tomo del brazo justo cuando pase a su lado, mire de reojo a Annie parecía un poco pérdida.— Debemos hablar.

Claro que debemos de hablar.

—No creo que sea buena idea chicos.—Annie hablo en voz baja, le preste toda mi atención.— Están ustedes dos demasiado...

—Solo cállate.— Eren le dijo en un tono brusco.— Si, no estuvieras tan acaramelada con mi hermana, a mí no me molestaría que pasarán el tiempo juntas.

—Tranquilo, no le hables así.— Lo mire enojada arrastrándolo escaleras abajo para no hacer otro espectáculo, mire a Armin que se acercó a Annie y me relaje considerablemente, ambos pares de ojos azules me miraron y yo sonríe para relajarlos, Eren venía quejándose de mí agarre.— Mira, ¿Puedes dejar de ser un puto Infantil de mierda?— Lo empujé con un poco de fuerza detrás del escenario, sorprendentemente estaba vacío. Me lleve una mano a la cabeza ya que comenzaba a doler.— ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me gusta Annie?

Sus ojos verdes me miraron con odio, yo no flanque, no lo haría.

—Eres una puta mentirosa de mierda, todo el mundo se da cuenta de eso, menos aparentemente Annie. No puedo creer en tú descaro de venir a este evento y tratarla como si fuera tú novia. Te recuerdo amiga, que es mí novia, no la tuya, así que o la tratas como una amiga normal o aléjate de ella.— El me tomo de los hombros con algo de fuerza. Sus ojos Esmeralda brillaron bajo la luz de la luna, estaba cansado y dolido, yo lo lastime.— Das pena pidiendo amor de una persona que nunca te amara.

Y el me lastimó de vuelta.

Me solté de su agarre y di un paso atrás. Quizás tenga razón, quizás no debí de haber tratado a Annie con respeto o cuidarla, hacerla sentir un poco mejor cuando Eren la cagaba pero ¿No es lo que hace una amiga? Todo esté tiempo actuaba de ese modo porque así es como yo pensaba que era la amistad, cuidar y respetar a la persona que tienes a un lado. Y ¿La estaba tratando como una pareja? ¿Que clase de hermana hace eso? ¿Que clase de mujer con principios y valores? De nuevo el dolor de cabeza, de nuevo la culpa de haberme metido entre ellos.

—No era necesario que la trataras así.— Hablé con un mal sabor de boca.—Exponerla enfrente de todas esas personas como sí fuera un objeto, no está bien. Eso amigo te hace mucho más mierda que yo, pues se pertenece a sí misma, ni a ti, ni a mí y mientras más rápido te des cuenta de eso, más fácil será aceptar que tienes un problema de celos.

El se río irónicamente.

—Ustedes dos solo me dan motivos para estar celoso.

—¿Seguro?— Le cuestione con voz cansada.— Ya casi no veo a Annie desde que comenzaste a salir con ella, hace Ocho meses, justo cuando tenía que convivir más con ella para las grabaciones, ¿Sabes lo incómodo que era cuando hacíamos una escena juntas y tú nos observabas con esa mirada calculadora? Y yo solo pensaba ¿Que estaba haciendo mal? Y luego el rumor se disparó hace dos meses y tú te pusiste todo intenso. Si Annie está en la misma habitación conmigo, tú tenías que aparecer y si no podías mandabas a Armin o Reiner para espiar cada uno de mis movimiento, o en las pijamadas que Historia nos invitaba, donde literalmente todas las chicas estábamos en el mismo lugar. Marcabas cada hora para asegúrarte según tú; "De que no estuviera propasandome con Annie" en la quinta vez que marcaste en la noche Ymir dijo que estabas actuando como un imbécil, te colgó y llegaste media hora después como un maldito paranoico y te llevaste a Annie a rastras ¿Continúo?— El apretó los dientes abriendo y cerrando los puños.— Puede que no sepa disimular mis sentimientos pero tampoco estoy intentando meterme entre tú y Annie, ella no es un objeto, yo sé que no me quiere de esa manera y no me hago falsas ilusiones cuando me trata con cariño, porque así es ella, puedes preguntarle a cualquiera. El problema eres tú y tus celos enfermizos.

Me di media vuelta para alejarme.

—¿Crees que me importa algo de lo que digas? Acabas de afirmar tus sentimientos y eso es más que sufiente para mí, pare evitar a toda costa que te acerques a lo que me pertenece. Así que vete, pero asegúrate de que nunca te vea la cara.

Mire sobre mi hombro a un Eren completamente desconocido para mí, sonreía de una forma extraña y su rostro estaba casi rojo de la rubia, parecía tan fuera de sí, que sentí una tristeza hospedarse en mis venas. ¿Quién era el chico que estaba mirando ahora mismo?

—Ya no puedo reconocerte.— Le solté volviendo a posar mi mano en mí cabeza, el dolor me estaba matando.— Llevamos tanto tiempo caminando juntos, que ahora mismo es como ver el rostro de un desconocido. ¿Que paso contigo? ¿Cuando fue que comenzó todo esto? Y lo las importante ¿Quieres perder a tú amiga casi hermana por una equivocación?

—El amor no es una equivocación.— El salto en defensa, lo vi moverse y pasar sus manos por su rostro agotado.

Mire al frente dándole la espalda, las personas se acomodaban en las mesas, una botanas en las mismas y sus rostros eran dibujados por las sombras de la luz de las pantallas dando el inició al último espectáculo, y parecía que nosotros no sabíamos cómo continuar el nuestro.

—¿Y realmente la amas?

Y con esa pregunta en el aire, avance a paso lento de regreso al final de todo, a quizás no volver a ver a gente que ví por años, por meses o solo por días. Pero estaban cada uno de ellos y detrás de mí, estaba el chico que me acompañó en esa aventura si dudarlo, sin pestañas y al que en algún momento me regaló su cariño de hermano e amigo sin ningún papel de por medio o padres que tuviéramos que compartir.

(...)

6 meses antes.

—Tengo que acomodar mi agenda, pero supongo que un café si puedo tomarme.— Annie me informo desde el otro lado se la mesa, ambas estábamos sentadas revisando nuestros guiones para nuestra siguiente escena, sentí el aire entrar por mi cuello cuando paso por la ventana creo que debí de haber cerrado la ventana.— Esto me tiene de los nervios que a menos que me tomé algo, no podré aguantar.Me reí dándole la razón, las grabaciones han estado más pesadas de lo normal, no solo teníamos que retomar desde el momento que lo dejamos hace un año, si no que teníamos que vernos más concientes de que todo lo que estamos haciendo ahora, definirá la terminación de toda una generación, casi doce de años se trabajo duró y avances en un montón de cosas.

—Te doy el pésame.— Deje mi guión a un lado y me pare para estirarme.— Tú te fuiste por casi seis años, me sorprende un poco que aún te parezcan a tu personaje de la segunda temporada.

Ella me enseñó su dedo de Enmedio, sonreí de lado.

—Si bueno, no todos tuvimos la gracia de nacer con tus genes.— Me mordí el labio inferior y sus ojos se iluminaron, volvió su vista a su guión y me senté para hacer lo mismo.— Debo aceptar que parte de mi, me daba miedo retomar este papel, ¿Que tal si ya no le daba a la talla a la Annie que todos recordaban de las primera temporadas? o si ¿El guión me daba un peso menos? es difícil traer a un personaje que todos odian de regreso. Cuando leí la novela y leí la mención de mi persona de nuevo...— Ella dejo salir un suspiro y me gustó que se expresará de ese modo.— Casi me desmayo, lo juro, leí tantas veces esa escena que me cuestione sí es que me llamarían para retomarla, pero luego supe de los problemas con las televisoras y me desanime ¿Sabes? El personaje de Leonhardt es lo más cerca que tengo a sentirme realmente parte del papel, no pasa todo los días que por casualidades del destino tú nombre sea el mismo del que interpretas.

Asentí en su dirección, acomodando mi barbilla en mis manos mientras la veía apoyada en mi mesa.

—Puedo imaginarme tú miedo...— Le di la razón, no todos los días pasas por algo así.— Pero me alegro que estés de regreso, se sintió un poco raro aquí sin su presencia. Comenzamos esto juntas, tenemos que terminarlo juntas.

Annie se cruzó de brazos recargandose en su silla, su ceja se alzó y supe que algo me iba a reclamar.

—Si, si claro, y yo te voy a creer cuando en tu cuenta oficial de instagram subías foto de lo más feliz, me lastimas Mika, somos amigas, las mejores.— Se hizo la indignada mirando a otro lado, su labio inferior se alzó en forma de puchero.

—¿Asi?— Me puse de pie y la abrace por los hombros, ella sostuvo entrelazó sus manos con las mías. La mire y sus ojos azules parecían dos diminutos cielos brillando bajo sus párpados, trague saliva, últimamente cada vez que veo a Annie mi mente da vueltas solo con pensamientos de ella, siendo tan hermosa.— Me tuve que enterar por mi mejor amigo, que la chica que cuido como si fuera un bebe y tanto Quiero, sale con mi hermano postizo, eso sí es de traición...— Ella Acentuó su puchero y yo me escondí en su hombro para no verla más, de nuevo las mariposas golpeando en mi estómago.— A demás, no tienes la idea de lo que te extrañe, me alegro que por lo menos no perdiéramos la comunicación.

—Seria el colmo maldita.— Susurro y acarició mi cabello, que ahora lo tenía más corto, no como el corto que ya estaba acostumbrada.

Nos quedamos en esa posición por unos minutos que parecieron ser nuestro momento, aunque no deberías tener momentos. Suspiré en su hombro y me aparte lentamente, deje mis manos en su hombros por unos segundos antes de regresarme a mi lugar.

—Lamento no habértelo dicho, debiste ser la primera pero dios ¿Que ibas a pensar de mí? ¿Que te utilice para acercarme a El? Mierda, solo no pude evitar quererlo de la forma en cual lo hago.— Se disculpo cuando me acomode en mi lugar, mire el techo pensativa, lamentando que ella piense eso de si misma, yo jamás la juzgaría de tal manera.

—Te perdono, solo porque aceptaste tomar ese café conmigo.— La mire dándole una sonrisa, ella se relajo.— Pero de igual manera, pasa la receta del agua del calzón, Eren parece un poco intenso cada vez que nos ve juntas, debes de tenerlo mal.

Ella se abanico con su mano.

—Es el encanto de una rusa.

Es el encanto de ella. Quiero decir, su encanto como persona, dios ya no se ni lo que digo.

—A caraj pensé que eras alemana.

Y de nuevo ella me enseñó su dedo de Enmedio, la puerta sonó mientras estábamos entre risas y la cabeza de Eren se asomó por ella cuando Annie le dijo a la persona que podía pasar, el sonrió viéndonos y después recorrió la vista rápidamente por el lugar, hizo una leve mueca a vernos solo a nosotras dos, yo junte las cejas.

—Chicas.— El paso y dejo la puerta abierta, Annie se puso de pie para darle un abrazo y besos sus labios con cariños, yo me removí un poco incómoda, nunca me gustó estar  enfrente de demostraciones de amor, cosas raras mías. Eren la sostuvo de la cintura con una sonrisa de oreja a oreja, le dio un beso en la frente y me miró.— El director me envió por ustedes, les toca grabar.

Me puse de pie y tome mi guión junto al de Annie, era mejor llegarlo con nosotros lo cualquier cosas, mientras caminaba los escuchaba detrás de mi bromeando y besándose, me pone feliz que dos personas de las personas más importantes para mí estén tan feliz. Les deseo lo mejor en su viaje como pareja.

Una vez que dejaron de apapacharse a medio camino, pues Eren fue detenido por Armin que le pidió que le ayudara con sus líneas. Annie me alcanzó y se colgó de mi brazo alegremente, la sostuve para que no se callera, podía ver sus ojos iluminados tan vivamente que yo no tuve que preguntar, la respuesta estaba grabada en su expresión, la moleste pasando mi dedo por su estómago y ella se río dándome un pellizco en el brazo.

—Me alegró que seas feliz, mira que es difícil sacar una emoción tan viva en ustedes dos.

—Estoy en un sueño.— Ella susurro pero pude escucharla, después se sonrojó violentamente.— Aquí entre nos, tu hermano se volvió mí Crush desde que lo vi en su faceta de la cuarta temporada.— Le di la razón, Eren se ve como un vagabundo sexy, pero jamás se lo digan o le subieran el ego.— Es tan sexy.

—Me estaba preguntando en qué momento te comenzó a gustar.— Saludé al directo cuando pasamos enfrente de él y Annie hizo lo mismo, el nos indicó donde ponernos y vimos a los demás en un pequeño monólogo internó alado de una fogata ficticia, se veían nerviosos, Pieck se acomodaba el traje de detector de movimiento con suma delicadeza, Jean le ayudaba. Miramos al director de nuevo que alzó su mano indicando cinco minutos mientras contestaba su celular que comenzó a sonar ruidosamente.— Pensé que de todos, te quedarías con Armin.

Annie miro en dirección a los mencionados que platicaban con pasión sus diálogos, hice lo mismo orgullosa de mis chicos. Sin embargo se terminó riendo y yo la mire confundida.

—Armin es un amor, pero estoy segura que no es de nuestro bando.

Parpadee.

—¿Bando?

Ella movió sus manos rápidamente un poco preocupada de que fuera a decir algo malo.— Heterosexual, me refiero a eso.

Hice una mueca, yo no soy la correcta como para afirmar o negar eso,  nisiquiera estoy lista para confesarle lo gay que soy. Así que solo me encogí de hombros, soltando un suspiro cuando el director nos indicó con la mano que nos acomodaramos en posición, de acuerdo Mika, es momento de que te enfoques, ahora solo mira a Annie como si fuera la persona más detestable del mundo.

Maldición cuando vi a todos mis compañeros, sus expresiones pasaron a estar blancos de los nervios a, deprimidos, cansados y confundidos como deben de estar nuestros personajes en estás escena.

Estaba nerviosa, cuando leí esto en el guión y vi lo parecido que se parecía a la novela, pensé; Solo espero hacerlo bien o me odiaré de por vida, pues considero que el extraño encuentro entre Mikasa y Annie aquí, es en palabras sencillas; Una cosa bárbara.

Arrugue la nariz y espere a que el director diera indicaciones, me despite un poco a ver a Eren mirándonos, sus ojos Esmeralda parecían calcularme, pensé que no estaban bien posicionada, el suele ser muy perfeccionista en ese sentido, una vez que me fijé que estaba bien, note algo extraño en la forma en como pasaba la mirada de Annie a mí repetitivamente e hice una mueca.

La voz del director me saco de mi confusión, me relajé escuchando atenta sus indicaciones y dejé salir el aire se mis pulmones cuando el grito en característico; Acción.

Y la magia surgió entre todos los presentes, me sentí tan viva como toda una tarde en la playa, pero aún sentía una extraña incomodidad, atravesar mi espina dorsal.

3 meses después.

No estoy preparada para esto, nadie me preparo para algo como esto. Tengo veintidós años y no puedo creer que ahora tenga miedo, que no pueda controlar mis emociones, quiero gritar, quiero golpear algo a alguien, quizás a mí misma ¿Desde cuándo me siento de esta manera? ¿Desde cuando desee algo más de ella que su amistad? ¿Por qué ahora que es demasiado tarde? ¿Y por qué al mismo tiempo, siento que puedo respirar mejor? ¿Que el corazón no se me aprieta en el pecho o se atora en mi garganta?

Trago un poco de saliva y dejo que mí espalda golpee contra la puerta de mí habitación, siento escozor al resbalarme por ella, mi mano sosteniendo mi cabeza, la otra cubriendo mis ojos donde las lágrimas comenzaron a resbalar sin mi consentimiento, el silenció de mi Refugio solo aumenta las dudas en mi mente. Creo que soy una mala persona, mi mamá nunca me crío de este modo. No me dio su conocimiento, su sabiduría, para que sea una hija de puta.

No me dio la vida para que cometa está clase de estupideces.

Golpe el puño contra el suelo con fuerza, sentí mi puño arder en dolor pero me valió, me valió cada gramo de dolor, me lo merecía, si solo lo hubiera sabido antes, quizás lo hubiera podido evitar. Pero todos algunas vez me dijeron que cuando se trata de amar, el destino te tiene una jugada tan cruel que lo quieres maldecir hasta que el sonido de la palabra, no fuera más que un zumbido del ruido del mundo.

Y ahora mismo lo odio tanto como me odio a mí misma.

Mire el techo recordando los acontecimientos de está noche, fue la cosa más estúpida y reveladora que alguna vez me pudo pasar, pero está, como una cinta de diapositivas en mí Vista y corazón, llenos de sucesos vivos y al mismo tiempo borroso por mis lágrimas, y todo por culpa de una maldita salida entre amigas.

Historia fue la que empezó todo, ella con su dulce mirada y sus ojos grandes como una voz un poco de diva, nos demandó que teníamos que tener una reunión entre chicas, hasta invito a Gabi que es mucho menor que nosotras, por dios tuve miedo de la chica por unos segundos pero ella aseguro que solo era una calmada comida, y si lo fue, fue la mejor de mi vida, el problema fue que parecía que esa pequeña reunión sería mi único momento feliz de la noche.

— Por favor.— Ella nos había dicho con sus ojos azules brillosos, Ymir a su lado ya había aceptado desde hace tiempo. Típico de ella, arrugue la nariz cruzando mis brazos.— Solo unas horas, Abrieron un restaurante aquí cerca de comida Mexicana y yo amó la comida Mexicana.

—¿Quienes irán?— Pieck que estaba a mi lado cuestiono, ella se Recargo en mi hombro con la mano en la cintura, su pose me dio un poco de risa, me recordaba mucho a su personaje.

Historia alzó las manos para contar rápidamente.

—Confirmaron hasta el momento Hangi, Sasha, Gabi y Hich, amor.—Ymir le dijo a Historia con cariño y beso su cabeza, estás dos siempre me van a dar diabetes de lo linda que se ven juntas, es increíble que ellas a diferencia de sus personajes si terminarán juntas, amén a qué Ymir no murió en la vida real.

Historia sonrió alegre y después hizo una mueca.

—Le preguntamos a Annie también, pero dijo que no podía porque cenaría con Eren, ¿Sabían que hoy era su aniversario?— Yo asentí Frenéticamente y Pieck soltó un "sí" encogiendose de hombros.— Pues yo no, ahora me siento excluida de ustedes, las odio.

Estiré mi mano para acariciar su cabello y Ymir me golpeó para que no me acercará, Pieck como Historia se rieron.

—Celosa.

Ymir me enseñó la lengua.

—Cuando tengas pareja lo entenderás, ahora ¿Irán o no?.

Mire a Pieck que me dio una mirada aburrida, sus ojos eran tan parecidos a los míos que siempre hacíamos competencia de quién los tenía más bonitos, yo me burlaba de que los fanáticos pensaran que eran más bonitos lo mios, pero a Pieck la aman por parecer una maestra sexy drogadicta y nadie puede competir contra eso.

Me pellizco la mejilla y yo me queje haciendo un puchero.

—Yo iré, si tú vas. Aún no me acostumbro a la rareza Natural de Hangi y esa enana me da miedo.— Me Susurro señalando con los ojos a Historia que le dio una mirada de muerte, yo me reí.— Gabi fuera de set de lleva bien con todo el mundo, así qué...

—Iremos.— Les dije a las chicas con una sonrisa, los ojos de las dos se iluminaron.— Porque la verdad dudo que puedan costear lo que vaya a comer Sasha.

Historia se cruzó de brazos.

—Somos millonarias, no cagamos dinero. Las invite porque tú pagarás todo lo que Sasha coma.— Me señaló con su pequeña mano, yo me encogí de hombros.— Bien, las veo en el restaurante a las ocho. Si llegan tarde las buscaré y les cortaré las tetas.

Pieck y yo nos miramos asustadas mientras escuchábamos a Ymir reírse.

—Confirmo que hará eso.— Ella dijo entre risas.

—Seguro, eso explica tu falta de pechonalidad.— Pieck la molesto, dandole una mirada de reconocimiento. Me lleve la mano a los labios para no reírme, pero aún así no pude evitar temblar de la risa, se mamo.

Ymir se puso de todos los colores y yo choque los cinco con Pieck, sabía que en cualquier momento se iba a lanzar contra ella, así que me prepare por cualquier cosa.

—Ya amor, dejala, ella no sabe de lo que habla.— Historia interrumpió y beso sus labios para que se calmara un poco, Ymir parecía olvidar todo con ese gesto, a qué bonito es el amor. Hasta que te toca una novia mandona como Historia.— Ignora a la locas estás.

Solté una risa que parecía resoplido y mire a otro lado confundida. Y solo con eso, dieron media vuelta y se fueron.

—¿Eso que fue?— Pieck me preguntó arrastrándome por el set. Curiosamente el poco tiempo que estuvimos juntas, nos hizo conectar,  no al grado de la conexión que tengo con Annie, Armin o incluso Eren, pero Pieck parecía tan relajada todo el tiempo que me cuando estaba con ella, me sentía de ese modo. Aunque no estoy muy segura si es porque a veces huele a marihuana.

—Ellas siendo novias.— Pieck me sentó en una silla dándome un guión, buscó una silla pero como es re perezosa se terminó sentando en mis piernas con el guión tapando su cara.— ¿Era necesario sentarte aquí?

Ella me miro por encima de su guión.

—¿Que? No estoy haciendo nada.— Enrolló su guión y me dio un pequeño golpe en la cabeza.— Concéntrate que esto es importante, cada vez que práctico la escena con Jean tartamudeo.— Moví las cejas divertida y ella me dio más fuerte, me queje.— Enfócate, no seas idiota.

—Ya bueno, bueno.— Suspiré y busque rápidamente la página. Me rasque la cabeza sin saber cómo gritar su nombre.— Pues la verdad tiene sentido que te sonrojes.

Sus mejillas se llenaron de rosa y no pude evitar reírme, su semblante se puso serio y me jalo un mechón de pelo.

—No te doy un puñetazo, solo porque eres condenadamente linda.—Me jalo la oreja. dejando su mano en mi cachete.— Pero vuélveme a molestar y no me fíjare en ese detallé.

Empezamos un concurso de miradas, tan intensa que para despitarla hice bizcos y ella soltó una pequeña risa. Un carraspeo nos hizo cortar las miradas, nos volteamos al mismo tiempo viendo el rostro impaciente de mi rubia amiga.

No pude evitar sonreír ampliamente.

—Annie.— Dije alegre y ella no me miraba, si no que sus ojos se fueron en donde estaba Pieck sentada, la chica la saludo con la mano, Annie apenas le regreso el gesto.— ¿Ya termino tú escena?

Sus cejas se fruncieron y parpadeo rápidamente antes de verme.

—Si.— Ella Murmuró entre dientes, antes de señalar entre nosotras.— ¿No había sillas o que?

Pieck se encogió de hombros bajándose se mí, yo aún seguía mirando a Annie, que se veía adorable toda rojita, entiendo que tenga esa cara, aquí hace un chingo de calor. Estiré mis piernas y Annie se acercó, tomo mi brazo y me puso de pie, me despedí de Pieck mientras me alejaba, la vi poner sus manos en su boca en forma de megáfono.

—¿Me recogerás está noche?

Alce una ceja, pero asentí, no me pesaba hacerlo. Ella me dio dos pulgares arriba y yo le regrese uno, después la vi irse. Me acomode alado de Annie, que entrelazó su mano con la mía, mi estómago se sintió caliente por el gesto.

—¿Puede ayudarme con algo?— Ella me dijo sin mirarme, parecía algo enojada, supongo que debe estar estresada.— No se que ponerme y eso me está molestando.

Parecía que estaba leyendo mis pensamientos.

—Si me lo preguntas, con cualquier ropa que te pongas, te verás hermosa.— Me encogí de hombros, ella me miro sobre su hombro.

—Dice eso porque eres mi amiga.

Rode los ojos.

—Digo eso, porque es verdad.— Abrí su camerino y la dejé pasar primero, camine detrás de ella cerrandolo con delicadeza, me senté en uno de los sofá mientras la veía meterse al armario.— ¿Usarás un uniforme de la policía militar? — Cuestione pasando una pierna por encima de la otra.

Ella asomó la cabeza mirandome mal.

—Traje vestidos desde mi casa, Tu me ayudarás a escoger uno.— Me aclaró y yo asentí, se volvió a meter en el armario, desde mi lugar la escuché quitarse la ropa y por alguna extraña razón me sentí nerviosa.— ¿Puedo hacerte una pregunta?.

—Dispara.

Se quedó callada por unos segundos que parecieron eternos.

— Pieck y Tú, ¿Son algo?

—Amigas.— Dije con obviedad, ella volvió a asomar la cabeza dándome una mirada extraña, yo le sonríe.

—¿Por qué parecía que se iban a besar allá afuera?— Me cuestiono pareciendo dolida.— Si están saliendo o algo así, me hubiera gustado saber antes.

Yo me puse de pie de golpe.— ¿Que? Ella y yo, o por dios, no.— Casi me altere por la idea, Pieck es hermosa, pero siento que hay alguien que se alberga en mi corazón, curioso porque aún no le doy rostro. Me acerque a ella y pose mis manos en sus hombros, la mira a los ojos.— Si me gustara alguien, serías la primera en saberlo, lo juro.

Soltó un suspiro y dejo caer la playera que tenía en sus manos, pasando sus brazos por mi cintura, dándome un abrazo yo le regrese el gesto, dándome cuenta de su piel desnuda, era suave bajo mi tacto, mi corazón comenzó a latir con violencia y me sentí confundida ¿Que era esto?. Se tuvo que poner de rodillas para poner su barbilla sobre mi pecho, sonreí de lado lentamente, ¿Por qué se veía tan hermosa de ese modo? ¿Por qué estoy tan nerviosa? Y lo más importante ¿Por qué mi piel se siente quemar sobre su piel? Pase mi mano a su cintura y está resbaló manchandola un poco.

No me había dado cuenta pero hay un hechizo que me une magneticamente a Annie.

—¿Me lo prometes?— Susurro. Parece tan pequeña que no me permitiría ver de nuevo ese rostro de traición.

Bese su frente y cerré los ojos, esto se sentía mal como si estuviera haciendo algo malo, sin embargo al mismo tiempo se siente tan bien y me está asustando.

—Lo prometo.— Me aleje para intentar alejarme de ese sentimiento molesto, me di la vuelta mirando la puerta de su camerino, un ruido del otro lado me hizo fruncir el seño confundida, Alguien comenzó a tocar con fuerza.— Iré a atender.

Annie me gritó un si desde dentro del armario.

Cuando abrí la puerta, vi a Eren del otro lado con un gesto enojado, me preocupe pensando que algo malo había pasado, el miro por encima de mi hombro y luego me miro.

—¿Por qué estás en el camerino de mi novia?— Ladee la cabeza.— No me hagas tu carita de perrito perdido.

—Le estoy ayudando a escoger lo que se pondrá.— Le conteste con la verdad. Eren sonrió ampliamente.

—Oh, así que se pondrá hermosa para mí.— El parecía saltar en su lugar de la emoción, yo estaba como Annie siempre es hermosa, hermano.— Pero ¿No puedes esperar afuera?

—Ella está dentro del clóset, no puedo verla.

—Pero ya sabes. Cómo te gustan las...— Le tape la boca con rapidez, dando un paso enfrente, cerré la puerta detrás de mí y lo mire mal.—¿Ella no lo sabe?— Negué rápidamente.— ¿Por qué no, no se supone que es tú mejor amiga?

—Es difícil decirle a las personas lo que toda tu vida fuiste...— Me crucé de brazos.— Tu te enteraste porque eres un Cotilla y me cachaste en una de mis aventuras.— Eren se encogió de hombros.

—No importa, no quiero que estés a solas con Annie.

—Hay un poco de comentario en tú homofobia.

—No estoy siendo homofóbico, solo no quiero que le pase nada a Annie.

—¿Me estás jodiendo? Jamás le haría daño o la obligaría a hacer algo.

—Mira Mika, te amo pero no has tenido en un largo tiempo eso...— Hizo con su mano un gesto y yo lo golpe en el hombro molesta.— Mi novia es caliente, las mujeres también tienen necesidades.

Apreté la mandíbula.

—No puedo creer lo que me dices, yo no pienso con la vagina ¿Quien piensas que soy? ¿Un hombre hormonal?

—Mika.— Annie me gritó desde adentro y sin ver a Eren me asome por la puerta, ella se giró a escuchar el ruido de las bisagras.— Pensé que te había ido, ¿Esta todo bien?— Se preocupó a ver mi rostro serio, mantuve con mi cuerpo a Eren fuera se la habitación.

—Si, todo bien...— La mire de pies a cabeza pensando que ese vestido no le llegaba a los talones. Ella me Cuestiono con la mirada.— Creo que ese vestido no queda a tu talla.

Sus ojos bajaron para detallar el vestido color marrón que había tomado, era un lindo color pero el bordado era un tanto brusco para su pequeño cuerpo.

—¿Que tiene?

Eren intento asomarse para verla, pero yo pegue mi espalda a su pecho. Después lo empuje con la pierna y entre para cerrarle la puerta en la cara, eso fue por decir una estupidez como esa.

—Ese vestido no hace ver lo bella que eres.— Dije y me encogí de hombros, escuché que Eren se recargo en la puerta tomando asiento, por dios es un exagerado.— Vamos, escojamos otro mejor.

Y pasamos la última hora recogiendo el vestido en donde ella se sintiera cómodo y en dónde se vea en el espejo diciéndose que se ve hermosa.

No sabría bien describir lo que pasó después de que ella salió con ese hermoso vestido azul que combinaba perfectamente con con sus ojos, era de una pieza con cuello en V, yo mire a otro lado cuando el contorno de sus pechos se acentúaron hermosamente, el vestido le ajustaba un poco pero no lo sufiente para que no se pudiera mover, yo me había acercado para darle una vuelta y le silbe intentando que los nervios que no sabía de dónde había salido, se notarán, ella me dio un pequeño golpe en el estómago y se sonrojo, era la primera vez que yo la hacia sonrojar, y me gustó eso.

—Estas listas ¿Te sientes lista?— Le Cuestione apatartandome de nuevo, era la segunda vez en la noche que hacía eso.— Creo que Eren sigue afuera ¿Le aviso que ya estás?

Annie se miro en el espejo de pies a cabeza, me puse detrás de ella, posando mis manos en sus hombros, ella no pudo evitar sonreir abiertamente, sus ojos se iluminaron de tal manera que se hizo ver un océano profundo con reflejos del sol, y fue como si me hundiera en ellos.

—Me veo hermosa.

Ya creo que si.

La vi irse junto a Eren minutos después y ella parecía bastante feliz. Hice un mueca a sentir ese extraño tirón en el estómago que deje ir una vez que vi el reloj en mi muñeca, era tarde para ir por Pieck. Casi paso corriendo alado de los chicos y les grite un diviertase, Eren alzó las cejas sugestivamente y Annie miro a otro lado, casi me tropiezo con la salida al darme cuenta que mal pensaron mi comentario.

Lo curioso de todo esto, es que la cena con las chicas fue entretenida, sonreí mucho, me reí y disfrute de la comida Mexicana, Historia e Ymir eran una pareja impresionante y curiosamente la mayoría de las que estábamos presentes, teníamos algo que contar, algo que decirnos, yo no sabía que Pieck quería ser médico antes de ser actríz, o Sasha quería ser cocinera pero la corrieron de las escuelas de gastronomía por comerse la comida de los demás (eso sí lo sabía pero lo segundo no), Hitch quería ser modelo pero pensó que era muy dramática así que se decidió por ser actríz, ella tiene razón, Gabi la más joven de nosotras, ella en realidad no sabía que quería ser, sin embargo Reiner su tío postizo la metió en esta vida sin darse cuenta. Historia quería ser maestra  de primaria, decía que todos los niños necesitan una educación digna y que también aprender lo difícil de esta vida de una forma más amena (eso me pareció lindo) Ymir, quería ser policía (joder si la veo como tal) ella descaradamente menciono que era más que nada para agarrar a golpes a las personas. Lo que nos hizo reír a todas y por último Hangi, ella quería ser directora pero una vez que entro a la escuela de arte, le gustó más estar en el otro lado, que atrás de la cámara.

Y se preguntaran ¿En qué parte de toda esta narrativa tiene que ver lo de hace un momento?

En el instante que regrese a casa. Estaba cansada así que solo quería irme a mi cuarto a dormir, lo típico de alguien como yo. Pensé que Eren aún no había regresado o quizás se fue a otro lado, pero tremenda sorpresa que me lleve cuando abrí la puerta y lo primero que ví, fue ropa en el suelo, me dio miedo entrar más a la casa, porque ya me estaba imaginando lo que pasó, pero tenía que entrar era mi casa y Eren un huésped. Entre casi a ciegas y me tape los ojos con la mano por si acaso, pero nunca tengo tanta suerte, pues una vez que pase por enfrente del arco que daba directo a la sala los escuché, yo me sentí incómoda de pies a cabeza y mi corazón bombio en mi pecho de forma violenta, sentí una extraña bilis atravesar mi estómago y esa sensación de molestía se Albergo en mí pecho, yo subí sin ver escaleras arriba pero en cada gemido, suspiro o jadeo estaba matándome por dentro.

Y lo supe, supe en ese momento que todo lo que me pasaba era por estar enamorada de Annie, lo supe en el instante en qué soltó el suspiro más hermoso que jamás escucharía y sentí los celos explotando en mi vientre al darme cuenta que ese suspiro no era por mí, que nunca lo sería y que cuando estaba cerca de ella, recargada en ella, la abrazaba o la cuidaba, me preocupaba, era porque estuvo guardada en mi corazón con llave, para que nunca saliera y me sienta como ahora mismo me siento.

Como una total mierda.

Una semana después, el rumor de que estaba enamorada de ella se disparó por la redes sociales, crearon un nombre de Shipp y algunas personas comenzaron a acosarme, a ella y a Eren de igual manera. Era una cosa super incómoda.

"Si vieras como te veo, ¿Volverías a vivir? Yo necesito que entiendas..."

Presente.

La noche fue mucho más amena una vez que reprodujeron el último capítulo, la gente rápidamente olvidó el accidente de hace un raro por la hora imedia que duró el mismo, y quizás un poco más porque nadie menciono ni una palabra. De todas formas creo que la mayoría de nosotros estábamos llorando con ese emotivo final, joder mis lágrimas en la pantalla eran tan reales como las lágrimas que tengo ahora, me doy una palmada en el hombro por ser una buena actríz; Empezó con Eren y Mikasa, termino con Mikasa y Eren.

Es una mierda hermosa y poética, que da ganas de taruarsela en la chichi, pero recuerdo que mi propio hermano me mandó a la mierda y se me pasa, cosas de la vida pues.

Hablando de Eren, se sentó alado de Annie robándome mí lugar y yo me puse alado de Pieck, que intercambio con Armin, fue una cosa muy extraña la que se hizo. La pelinegra me abrazo por la espalda todo el capítulo y aún está sosteniendome como si me fuera a romper ¿Ya les dije que la amo? ¿No? Bueno lo hago. Me recargue en su hombro y ella me miro con sus ojos grises azules.

—¿Estás bien?— Me Cuestiono y dejé salir una suspiro, mi mirada se fue a Annie que estaba enfrente hablando con Eren en voz baja, se veía tan cansada como todos nosotros y quizás algo más que no podría definir.

—Creo que voy a alejarme.— Cerré los ojos y la idea fue horrible, dar media vuelta e intentar que desaparecieran mis sentimientos, es un poco tarde. No estoy segura cuando empezó pero tampoco descartó que fue hace bastante tiempo. abrí mis ojos y la mire, ella me apartó el cabello de la cara.— Si no me alejo, Eren la tratara mal, la hará ver cómo un trofeo solo por la necesidad absurda que tiene de demostrar que es mejor que yo.

Pieck soltó un puspiro dandome un fuerte abrazo.

—¿Y Annie? ¿No crees que sería injusto para ella que simplemente te vayas sin explicaciones?— Ella regreso su vista a la pareja, Annie nos miraba jugando con sus manos, Eren estaba parado a su lado firmando autógrafos de la gente que se había quedado.— Mírala, parece perdida, asustada y tan confundida. ¿Cuando fue la última vez que hablaron de corazón a corazón? ¿O siquiera que tuvieran tiempo a solas sin la necesidad de sentirse perseguidas por Eren? Si me lo preguntas, mi consejo sería que no te alejes, hasta que estés segura que estará bien, que ama a Eren y lo más importante que ella considere que es mejor tenerte lejos que cerca.

Mire el cielo azulado oscuro sobre mis cabeza apartando mis ojos de esos impresionantes ojos azules océano, las estrellas me saludaron brillando más que otras veces y la brisa fría golpeó mi rostro como si me estuviera diciendo que  que tenía que tomar una puta desición de una vez. Mire de nuevo a Annie y sus ojos se veía triste, yo no quiero que ella esté triste, nunca.

—Ayudame, me la llevaré de aquí.—Decidí con convicción, Pieck Chasqueo la lengua para disimular su emoción.— Necesito distraer a Eren, solo unos minutos, los suficientes para tomarla y correr.

Pieck me alzó una ceja.

—¿En serio? ¿Es lo mejor que se pudo ocurrir?

—No me puedo concentrar si la veo triste, siento feo.

Pieck me dio una palmada en la mejilla.

—Eres una imbécil, pero diablos estás enamorada y solo por esta vez, te la pasare, aunque tengo un plan mejor.

Ella se acercó a mi lado y me Susurro su plan detalladamente, parpadee en definitiva el de ella es mejor que el mío, mucho mejor. Nos daría tiempo y podría converse a Annie de acompañarme ¿Que puede... Mejor ni hago esa pregunta, pues sabemos que si la haces, todo saldrá mal. Me puse de pie y alise el vestido comenzando a despedirme de todos, empecé por Armin que me dió una mirada de disculpa y me abrazo con fuerza, era mi mejor amigo varón pero no confiaba mucho en el, cuando se refería a Eren, así que descarte la idea de decirle. Suspiré su aroma y me aleje para hacer lo mismo con los demás, cuando llegue a Levi, le pedí que me prestara su pluma, el siempre cargaba una por una Costumbre de adultos, yo que sé. El me miro raro pero me la dio, mire de reojo a Eren que aún seguía distraído y le pedí que me apuntará en el dorso de la mano, el pareció entender pues lo hizo rápidamente y con una letra legible, dioses lo amo, le di un abrazo fuerte y continúe con los demás tapando mi mano disimuladamente, note que Annie en su lugar se ponía un poco tensa a medida que terminaba de despedirme, no te dejaría, no ahora. Me puse enfrente de Eren, dándole una sonrisa, el me miro raro y se cruzó de brazos.

—¿Que?

—Ya me voy ¿No es eso lo que querías?— Hice una mueca y el parecía calmarse un poco.— Solo quiero despedirme, de aquí hasta que se baje el berrinche.

El rodó los ojos.

—Solo podrás despedirte de mí.— El dijo con voz dura, mire rápidamente a Annie que parecía querer golpearlo me preguntó ¿Por qué no lo hace?—Y se que no es un berrinche. Me rogaras para que sea tú hermano de nuevo.

Aguante la ganas de esta vez, yo rodar los ojos y solo lo abracé puse mi mano con el mensaje por la cintura de Eren, a la altura de los ojos de Annie, Pieck se acercó un poco para cubrir la vista de Armin, los ojos de Annie me vieron con sorpresa antes de parpadear y disimular en acuerdo silencioso.

'te veo en veinticinco en mi auto.'

No sé si vendrá pero yo esperaré el tiempo que sea necesario. Cuando termine de abrazar a Eren me agarre las manos disimuladamente, Eren parecía un poco raro.

—Nos vemos luego amigo.

Se que le pego que le dijera de ese modo. Normalmente le digo hermano. Di media vuelta y camine a paso lento para llegar a mi coche que estaba un poco apartado de los demás. Mire mi reloj, eran justo las 12;30, Annie tendría que estar aquí a las 12;55. Esperaba con todas mi fuerzas que viniera, ella y yo necesitamos hablar, de todo, quizás de nada o solo la compañía de dos viejas amigas que el amor la hizo extrañas. O el amor de una de ellas. Solo quería sabes si ella estaba bien con Eren, si era feliz, porque últimamente no la veo tan feliz como esos primeros meses, ahora la veo diferente menos relajada cuando mi hermano está a su alrededor. Prometí que la cuidaría y me confíe es que ella lo hace bien por su cuenta, que no, note que a veces no puedes hacerlo solo, siempre tienes que tener un apoyo, que te ayude a entender a entenderte. Quizás no sería la mejor para eso, pero estoy más cerca de ese entendimiento que nadie.

Mi reloj comenzó a sonar cuando dieron la una de la mañana, había pasado media hora y ella aún no había llegado, trague saliva, mordiendo mi labio inferior, saque las llaves de mi bolsa y abrí la puerta del pasajero, maldito frío estaba haciendo que congelada un poco, deje mi bolsa en el asiento del pasajero y recargue mi frente en el volante, de acuerdo suspira Mikasa, supiera porque nada de esto es fácil. Salte de golpe cuando abrieron la puerta del pasajero, mire con una mueca en esa dirección solo para notar con alivio que era Annie, mi corazón se regresó a mi pecho y rápidamente cerré las puertas con seguro. Ella se estiró y me dio un fuerte golpe en la nunca.

—¿Eren idiota o que? ¿Que hubiera pasado si no era yo? Mmm...— Se puso el cinturón de seguridad y yo me prepare para arrancar el coche, un poco risueña por su actitud.— Hablo en serio, a veces eres tan...

—¿Tan que?

—¿Cómo que tan, que?— Alzó las manos al aire y puse la radio en un sonido moderado mientras salíamos del estacionamiento improvisado.— Tan cabeza hueca, inmadura, gilipollas y te encanta meterte en problemas ¿Que estamos haciendo Mikasa?— Cuestiono al notar que me iba por otro camino.

—Vamos a Enamorarnos por esta noche y olvidarlo por la mañana.

Ella parecía sorprendida por mis palabras, ella realmente parecía de ese modo ¿En serio? Annie es muy lista en muchas cosas, pero le falla machín cuando se trata de sentimientos.

—¿Era verdad? Todos esos malditos chismes de los cuales te defendí, ¿no eran mentira?— La escuché tragar saliva y yo me puse nerviosa.— Respondeme.— Ella golpeó en el tablero y el sonido hizo eco en el coche, me miro con ojos suplicantes.— Por favor Mika, necesito saber si era verdad.

Pase mis dedos por mis ojos regresando rápidamente mi mirada al frente.

—Lo es, todo es verdad.

Ella se quedó callada procesando todo lo que estaba pasando, el silencio se torno incómodo y sabía que estaba buscando la forma más decente de mandarme a la mierda, lo sabía por la forma en como me miro.

—Deten el auto.— La mire.— Detén el maldito auto.

Mire a otro lado y me estacione en un lugar vacío, ella se quitó el cinturón de seguridad, dejando su mano en el pomo, vi lágrimas derramarse por sus ojos y las mías se hicieron presente también.

—¿Que carajos te pasa?— Ella se dio la vuelta y me gritó, deje que lo hiciera.— No puede creer que seas tan egoísta, no necesito tú mierda...— Me tense apretando los puños en el volante.— Solo quería que está noche terminada para irme a mi casa, dormir y existir como a puede la otro día, no necesitaba que mi mejor amiga se enamorada de mí y que su hermano me trate como un maldito trofeo, lo único que necesitaba era que me abrazaras, que estuvieras conmigo sin segundas intensiones. ¿Ahora que quieres que piense de ti? ¿Que todo esté tiempo al igual que Eren solo me quieren para sexo?— Ella río tristemente.— Los dos son una mierda de persona, los dos pueden irse a la mierda. Vete a la mierda Mikasa Ackerman y jamás vuelvas a buscarme en tú puta vida.

Ella abrió la puerta del auto y salió de el rápidamente, golpe el volante e hice lo mismo, no podía dejarla ir a esta hora sola, podría pasarle algo. La perseguí y la tomé del brazo con delicadeza, en cambio ella se volteó y me dio una cachetada que me reorganizó las ideas, apreté los dientes por el dolor pero no la solté.

—Dejame ir, Mikasa.— Murmuró haciendo una mueca de dolor, no la solté aunque ella me volvió a golpear.— Joder, ya déjame estoy harta de personas como tú que solo buscan su diversión.

—Sube el auto, por favor.— Le Susurre y por fin la mire, ella me miro con odio, di un paso atrás, es la primera vez que una mirada me afecta tanto.— Por favor, sube, te llevaré a casa y después me alejaré, lo prometo. Pero sube, no puedo dejarte aquí.

Ella me miro fijamente, aún con esa mirada de odio, coraje, rencor, fastidió y vergüenza, no había cariño en sus ojos, me encargue de matar el poco que tenía cuando abrí la boca sin pensarlo. Se soltó de mi agarre y pensé que se iría pero gracias al cielo, se volvió a subir al auto cerrando la puerta de un golpe. Mire de nuevo a la luna y hablé con ella; por favor, has que me ame de regreso.

Sabía que la luna, quizás no lo haría. Pero ahora es lo único que puedo pensar.

Me acomode en mi asiento y procure no mirar a Annie, nisiquiera de reojo o se que se sentiría incomoda. Subí un poco más la canción de la radio y la escuche tararear una canción que no me sabía de memoria, me límite a mirar al frente, sintiendo este viaje como el más incómodos de mi vida, dándome golpes mentales por ser tan imbécil. Probar mí suerte nunca me irá bien.

—Puedo ser esa amiga.— Susurre levemente y la sentí tensaron, supongo que se olvidó que yo estaba manejando.— Lo que salió de mis labios, fue un maldito impulso, pero puedo ser esa amiga.

—Seguro.— Me contesto con asco.— ¿Hasta que te den celos mis parejas y me golpes porque piensas que soy tuya? Paso, no quiero nada de esto, no eres esa amiga y nunca lo serás.

—Debí de haberme dado cuenta.

—Si debiste, yo prácticamente te lo grité en la cara.— Ella me gruñó y yo volví a golpear el volante.— Pero estabas tan metida en tí misma, en lo que supuestamente sientes por mí, que pásate por alto todas esas señales. En definitiva no eres mejor que Eren y en definitiva no vales la pena.

No valgo la pena, baje la mirada, no valgo la pena. Dios mio, la dejé sola cuando más me necesitaba, era tan imbécil que no me di cuenta que Eren la golpeaba, por eso estaba tan tensa con el, se apartaba de Nosotros cuando el hijo de puta le echaba una mirada como si el fuera un perro, que tiene que seguir sus indicaciones. Si, no soy mejor que Eren y si, no valgo la pena. No puedo creer que nunca me fijé en sus marcas o que ella siempre se refugiaba en mí cuando teníamos que hacer algo del trabajo y no tocaba juntas, no puedo creer que fui una pésima amiga, que realmente nunca le preste esa atención que ella se merecía.

Me estacione afuera del complejo de departamentos donde vive. Ella miro su hogar como si fuera su salvación, y todo esté tiempo ella se refugiaba de Eren en este lugar, porque quizás nunca lo trajo aquí.

—Espero que te pudras en el infierno.— Ella me dijo antes de abrí la puerta, yo me estiré y se la seré con delicadeza.— Lo prometiste.

—Lo se, lo sé y lo cumpliré.

Recarguen mí frente en su hombro y pase mis brazos por su cintura despacio en un permiso silencioso, que ella tendría que darme, la sentí tensarse al pasar mis brazos por completo y la abrace a mí con delicadeza, una última vez, un último suspiró, de ella siendo mi amiga y yo de siendo una mejor amiga, aunque nunca lo fui realmente. Ella no me respondió el abrazo, está bien, está en todo su derecho. Me aparte y aparte mis lágrimas bruscamente.

—¿Ya terminaste?— ella me habló sin expresión, como si la hubiera violado, de cierta forma lo hice, viole su confianza y  mandé a la goma su amor por mi.,— Me das asco, no tienes idea de cuánto.

Yo le di la razón y mire con el corazón en la mano como se iba, buscando un mejor lugar donde no la traicionen. Jugué mi última carta y grite;

—Hey Leonhardt.— Ella me miro a mitad del camino.— Suerte, alejaré a Eren se tí para que puedas sanar tus heridas. Esta es mi última promesa; No dejaré que te vuelva a tocar.

Ella apretó la mandíbula con algo de fuerza.

—No me prometas cosas que no puedas cumplir, no cuando soy solo un juego para ti.

Asentí en su dirección.

—Entonces te lo demostraré con hechos.  Buenas noches.

La observé subirse rápidamente por las escaleras de entrada, escapando del monstruo que soy, de lo que es Eren. Sentí todas las alarmas en mí interior buscando una forma de salir, quería gritarle que no se alejara, que se quedará pero mi conciencia casi moribunda me dijo que esa era una acción desesperada, que no había forma de que ella se diera la vuelta y volviera, me dijo que tenía que trabajar de mejor manera la forma en como la miraba, también que estaba actuando como una loca. Pues ¿Cómo ahora que ella está lastima, solo pienso en que acabo de perder a la persona que tanto amo? Mí conciencia se burló de mí y yo golpe el volante antes de arrancar el coche, alejándome.

Yo nunca rompo mis promesas, no empezaré hoy.

...

Cuando llegue a mi casa, las luces estaban prendidas, tenía la sensación de vacío en la boca de mi estómago y mis manos me temblaban violentamente es como si mi subconsciente me estuviera gritando que no volvería a ver a Annie y me está pidiendo a gritos que de media vuelta y regrese a su casa, eso no era normal, yo no recuerdo nunca en mi vida actuar de ese modo. Pase mi mano por mi cabeza y gruñí al sentir un tirón del inicio de una migraña, odiaba como me daban estos episodios.

Abrí la puerta solo para ver a un Eren todo furico moviéndose de un lado a otro, tenía el teléfono en la mano y le gritaba con enojo, no sé cómo no escuché los gritos desde la puerta, porque esa mierda esta bastante fuerte.

Sabía que intentaba contactar con Annie, pues colgaba y volvía a marcar en numerosas oraciones, me estaba colmando la paciencia.

Deje mi bolsa en el sofá y tome el celular de su oreja.

—Devuélveme eso traidora.— Me grito con enojo.— Supe que te fuiste con la golfa dé mi novia ¿Por fin pudiste comer las sobras?

Apreté la mandíbula y avente el celular al suelo, mi puño impactó contra su mejilla segundos después, el golpe lo hizo dar un paso atrás pero no de cayó, así que yo seguí golpeándolo, una y otra vez. Enojada con el, conmigo con la forma en como trate a Annie y lo más importante en que el, le pusiera una mano encima para lastimarla sicológicamente y físicamente.

Alcé las solapas de su traje hecho jirones y acerqué su rostro al mío.

—¿Por qué le hiciste eso?

El se rió y escupió su sangre en mi cara.

—Al fin tuvo la valentía de decirte...— Intento zafarse pero lo tome con más fuerza, era tan descarado que no tuvo que pasar ni un segundo para que supiera de que estaba hablando.— Me sorprende que te llevará tanto tiempo notarlo, por dios te veía verla con ojos de borrego y nunca notaste cuando cojeaba un poco o se tocaba el hombro una y otra vez...— Volví a estrellas mi puño contra su cara, la risa de Eren aumento.— Puedes golpearme todo lo que quieras, pero las señales estaban ahí, todo el tiempo en tú cara.

Tragué saliva y mire a otro lado, recordando las cosas que no quise ver o como la mierda que soy, no quise aceptar. Entonces a mi mente llegó el fugas flasheo de la vez que conversaba con ella sobre retomando su papel, y antes de abrazarla solo le dije que me alegraba que estuviera conmigo ¿Que clase de consejo es ese? Debí de haberle dicho un montón de cosas para hacerla sentir mejor, no solo algo que no ayudo con sus inseguridades, después la tome de los hombros y entre mi ensoñación, no note que ella se había tensado tampoco la diminuta mueca de dolor que surgió por sus gestos y eso, como otras cosas más. En la premier cuando Eren llego ella se pegó más a mi a pesar de que estaba ensimismada en su conversación con Pieck, la forma en como me tomo de la mano y siempre me miraba intentando cubrir su cuello, el cuello dónde el maquillaje mal hecho dejaba ver marca de dedos, intente mantener mi lágrimas recordando todo de otra forma, como si me hubieran quitado una venda de los ojos con violencia y la luz me segara para lastimarme, ella se veía triste cuando fingías reírse y sus mechones rubios estaban un poco más opacos, sus labios se veía más agrietados, toda esa capa de perfeccionismo que yo le implante, se difumino ante mis ojos; Así paso con cada recuerdo y de ese modo me di cuenta lo rota que Annie estaba.

¿Que había hecho?

Eren me dió un golpe en el pecho que me saco de su cuerpo y se poso en mi cintura con su peso, me cubrí justo a tiempo antes de recibir golpes de regreso, me queje por el esfuerzo, mí mente en otro lado, en esta noche específicamente en la parte en dónde la tomé del brazo y estaba rojo por las yemas de Eren que presionó con violencia por ello hizo la mueca, por ello me pidió que la dejara ir. Mire a los ojos a Eren viéndome en su reflejo y me ví como la persona que era realmente.

Una persona egoísta y dependiente, que puso su amor enfermizo por encima del bien de la otra persona, que pasó por alto tanto e invento historia ficticias en su mente.

Baje las manos, el golpeara mí cara, justo como yo golpe el corazón de mi mejor amiga.

"No me importan tus sombras, porque desaparecen en la luz..."

Diez meses después.

Aunque Annie había tomado la decisión de que me alejara, para la mala suerte de ella, aún teníamos que hacer unos cuantos viajes para promocionar el capítulo (aunque no se porque le llamo así, si sería película, pero bueno) pero yo mantuve mi palabra de mantenerme lejos y luche con uñas y dientes para que Eren igual lo hicieras, después de lo que pasó esa noche, al otro día lo ví todo más Claramente y dejé de lamentarme y comencé a moverme para cambiar eso. Ahora Annie parece ya no querer cubrir sus marcas, gracias a Hitch que le ayudo a terminar con Eren y ahora tiene buena compañía que la cuida y ve por ella, está feliz, más feliz de lo que alguna vez la ví, lo que a decir verdad me hace sentir orgullosa de lo que logrado y al mismo tiempo no puedo evitar extrañarla con locura. Sin embargo no importa cuánto la extrañe y quiera ir a saludarla y preguntarle cómo ha estado y si se siente mejor. Yo soy un pasado tormentoso y ahora ella está en un presente despejado de lluvias que se ilumina con euforia, no voy a permitir que su vida sea un infierno de nuevo.

Pero aprendí que no importa cuánto digas amar a una persona, si realmente no te fijas en su dolor, en como se siente y la ayudas, eso no es amar; Yo sentía dependencia hacía ella, al igual que la celotipia de Eren que Comenzó justo después de salir con Annie. ¿Que tan salado debes estar para que te toque dos idiota como compañeros de reparto?

Pero estoy orgullosa de admitir que hoy es mí último día de rehabilitación. Y si que lo necesitaba, en general estar tanto tiempo en SNK, no me ayudo a mi estabilidad emocional, el tiempo que pase viviendo a este lugar me enseñaron a expandirme como persona, a amar como se debe amar sin dependencia, a que no tienes que pensar que eres una mierda, que no vales solo porque alguien más te lo dijo, aunque a esa perdonas la hayas lastimado. Vas a lastimar a muchas personas a lo largo de tu vida, quieras o no quieras y aprenderás a controlarte y no hacerlo de nuevo, aprenderás a ser mejor contigo mismo y con los demás.

El cambio es maravilloso, ese cambio te hará aventurarte todo los días si es necesario para ver qué tan lejos puedes llegar. Y que tanto puedes hacer de bien.

No sé, es la primera vez donde no estoy enfrente de las cámaras pero se (aunque no los veo) que en los programas de espectáculos nos mencionan como si fueras parte de un Show de Circo, en función estelar. Aveces  aún puedo leer un periódico en dónde se menciona mi nombre o el de mi hermano postizo. Los primeros días después de mi rompimiento con mi amistad de Annie, todo el mundo ya lo sabía, los Canales de espectaculos lo ventilaron por todos lados y los disque fanáticos, comenzaron a juzgar a Annie fuertemente. Yo la defendí, al igual que defendí a Eren, pero igualmente no deje que se acerca mucho a Annie, no hasta que ella misma se veía segura de si misma, no hasta que sus ojos brillaron de nuevo como el océano después de un tormenta, hasta que ella me dijo amablemente que ya no necesitaba que la cuidara, que podía seguir con mi vida.

Y eso hice, pero no pude evitar pregúntele a mi terapeuta una tarde en nuestra última sección, sobre cierta cuestión que se albergaba en mí mente. Sus ojos cafés me miraron ese día con una extraña capa que no entendí, le dije;

—¿Alguna vez llegue a amar a Annie, realmente?

Esa pregunta se tatué en mi mente, cuando me diagnosticaron; Dependencia emocional. Irónicamente, justo como mi personaje en la serie, tanto tiempo pensé que yo no me parecía en ella en ese sentido y terminé tomándo por completó su personalidad. Quería creer que una parte de mi realmente lo hizo, porque eso quiere decir que final si sentí y sentí de la manera más intensa que nunca pensé que pasaría. Pero la licenciada me dijo algo que me dejó sin palabras.

—La dependencia emocional, tiene mucha ramas de inicio, sin embargo suele pasar que nace de un capricho. Veías a Annie tan inalcanzable por andar con su hermano Postizo, que lo que sentías por ella, se amplificó de manera negativa. La parte que amaba realmente a Annie, fue la parte que la defendió de Eren sin intentar recibir nada a cambió, solo porque querías que la señorita Leonhardt fuera libre y feliz, esa parte que la tenías desde antes pero como bien dicen el amor es ciego y también es estúpido, tu amor fue ciego y lastimosamente se volvió enfermizo. Si le soy sincera señorita Ackerman, usted paso por muchos problemas emocionales que supo sobrellevar bastante bien, aún puedo ver en sus ojos una pregunta que yo no sabré contestarle; ¿Aún la quiero? Y si ese es el caso ¿Se repetirá la historia? Esa es cuestión suya, si al final resulta que usted aún ama a la señorita Leonhardt, ahora usted, ya tiene las bases, para evitar que se repita la historia, pero tiene que ser fuerte y muy paciente. Tiene que aprender a vivir realmente.

Y ahora aquí estoy fuera de esta casa enorme que fue mi hogar por cuatro meses, se siente raro que el sol me de en la cara, estuve depresiva tanto tiempo que nisiquiera quería salir a correr, siempre mantuve las rutinas de ejercicio en mí habitación. Deje mi maleta a un lado y alcé los brazos sintiéndome viva de nuevo y más llena de energía. Ahora me siento mal por Eren, el no la tuvo tan fácil pues su enfermedad es hereditaria por suerte no paso a más, pero tendrá que quedarse un largo tiempo aquí, si es que quería mejorar por la apelación que su abogado pudo conseguir, tendrá que esforzarse o irá a la carcel. intentare venír a visitarlo cada semana para que pueda sobrellevarlo de mejor manera.

Tome mi maleta y bajo las escaleras que faltaban para ir a tomar un taxi, quiero ir a mi casa y pagar las cuentas para poder ver un programa en Netflix. Busque mis audífonos inalambricos en mi mochila y los saque para conectarlos a mi cel. A mitad de mi tarareo de la letra de So Wrong un auto negro muy bonito se estacionó en frente de mí y casi me atropella, di un paso atrás dándole la vuelta pensando que quizás venía por alguien, posteriormente el vidrio se bajó del lado del copiloto justo cuando pasaba para retomar mi caminó y me congelé en mi lugar, allí en el asiento del copiloto Annie Leonhardt hizo acto se presencia, ella me sonrió levemente y movió un poco la cabeza.

—¿Necesitas un aventón?

Me di la vuelta y comencé a caminar. No Mika, la extrañas pero eso es todo. Si subes a ese auto querrás saber de ella de su vida y quizás ella no quiera contartela, quizás solo lo hace porque pasaba por aquí o yo que se. Continua caminando y no mires atrás, ella estará bien si tí, como lo estuvo todos estos meses. Le subí el volumen a la música y pase por encima se una pequeña banqueta, que casi me hace tropezar, hoy amanecí torpe parece.   En un parpadeo me ví envuelta en un fuerte abrazo que me hizo fijar mis pies en el suelo, podría reconocer el tacto de esos brazos en cualquier otro lugar, estaba completamente segura aunque los deje de sentir por meses o años, aún reconocería su tacto dulce y sueve como era ella realmente, deje caer mis manos en las suyas y ella las entrelazó enseguida, sentí su suspiro en mi espalda y me permití mirar por encima de mí hombro.

Se tomó su tiempo para mirarme como si pensara al igual que yo, que todo esto era un sueño. Sus ojos oceánicos eran una mancha azul de pasión y fuerza, ella se veía como una mujer hecha y derecha. Sin embargo por fin pude notar una capa de tristeza en sus ojos, dolor y puedo asegurar que no está completamente sanada. Sonrió de lado y me soltó lentamente, me permití darme la vuelta para poder quedar frente a ella. No sabía que hacer o que decirle, nisiquiera se cómo sentirme ahora mismo. Así que solté lo primero que quería saber de ella después de casi un año.

—¿Cómo estás? ¿Estás mejor?— Me quite los audífonos para poder escucharla hablar y ella me golpeó en el estómago con cariño.

—Después de todo este tiempo, ¿Solo me preguntas si estoy bien? No hay un; te extrañe como la mierda o ¿algo así?— Ella me abrazo de nuevo y me permití rodear mis brazos sobre sus hombros, ya acostumbradaba a sus negaciones.— Porque no tienes ni la mínima idea de cuánto de extrañe.

—Pénse que me odiabas.— Razone sin entender.

Ella gruño.

—No puedo odiarte, cuando te envié a la mierda, pase semanas intentando conversemos que debes de ser la personas más detestable ante mis ojos y luego ví tus esfuerzo para cambiar, aunque ya no recibieras nada de mi parte, aunque pensarás que nuestra amistad estaba rota. Solo porque querías que yo fuera feliz y cumplir tú promesa, pero al final, no pude odiarte.— Annie me mostró su rostro con lágrimas, llorando por todo y parecía una mujer que por fin estaba encontrando un poco de alivió.— Fui injusta contigo, te eche la culpa de todo cuando mis traumas lo inicio Eren, pero tú me confesaste tú amor y pensé que era un juego entre ustedes dos, que querian usarme como tantas veces Eren lo hizo.

—Oye, está bien, está bien pensar de esa manera cuando yo era tan intensa contigo...— Me agache a su altura y limpie sus lágrimas con la manga de mí sudadera.— Estuvo bien que te alejaras, estuve aquí cuatro meses porque me diagnosticaron; Dependencia emocional, si no te hubieras ido. Quizás yo hubiera sido peor que Eren. Así que Annie no te disculpes por preocuparte por ti misma. Ahora me alegro que te hayas ido, aunque en su momento no te voy a negar que me dolió horrible. Y referente a Eren voy a sacar la mierda fuera de él cuando salga, pero se que cuando lo haga va ser un mejor chico, lo sé porque eh visto sus avances.

Annie sonrió un poco, una sonrisa que parecía una mueca. En sus ojos pude ver una capa de indignación, pero al mismo tiempo parecía aliviada.

—¿Podemos empezar de cero?— Leonhardt dijo y sentí mis ojos brillar en emocion. Asentí eufóricamente.—Mucho gusto, me llamo Annie Leonhardt.

Me rei.

—Creo que eso sería retroceder un poco, aún me gustaría hablar de tú mierda Nerd.— Acaricie su cabello como en los viejos tiempos, revisando de pies a cabeza en busca de alguna marca, me relaje a darme cuenta que ya se habían curado, era de esperarse había pasado demasiado tiempo. Annie me pateo en el pie, lo que me hizo reír.— Pero hablando en serio ¿Cómo has estado?— Está vez puse una postura más seria, metiendo mis audífonos en su estuche y metiendolos en mi pantalón.

Ella suspiro, como si quisiera dejar el pasado, pero aunque es recomendable, quisiera saber por lo que pasó, ya que me esta permitiendo regresar a su vida, yo no pretendo repetir el pasado, no de nuevo.

—Te diré si subes al auto.— Ella negocio y yo le entrecerré los ojos, sus diamantes azules cielo brillaron con un poco de diversión. Hice un gesto de rendición antes de cargar mi maleta y seguirla.— ¿Que puedo decirte, Mika? Esas cosas no son fáciles de sobrellevar, no me es fácil solo dejar de tener pesadillas o temerle a qué en cualquier momento aparezca en mi puerta, me diga alguna de sus mierdas y...— Trago saliva levemente, sus ojos miraron a otro lado mientras más nos acercábamos el auto.— Ya sabes, eso...— ¿Eso? Esa palabra siempre la usaban cuando no querías especificar esa clase de mierda. Abrí la puerta de su auto, Annie se dejó caer y me agache delante de su puerta, ella me observó.— Quiero reprocharte por ser una imbécil.— Le dije que lo hiciera, ella negó.— sin embargo, no puedo dejar que lo que pase interfiera en los años de amistad sana que teníamos.—Esta vez trague saliva yo.— Así que ¿Podemos regresar a ese momento, en donde no estabas obsesionada conmigo? En donde solo podemos ser amigas y me sentía segura contigo sin dudarlo ¿Podemos?

Claramente podemos. Sería la mujer más feliz, si pudiera tomar su mano en la noche de frío invierno y contar historias de terror bajo la sábana, esperando que cualquier mierda ficticia, nos asustada. Deseo fuertemente regresar a eso, y lucharé para que sea de ese modo.

Así que golpee la palma de mí mano contra su muslo y sonreí de lado.

—Me encantaría volver a ese momento.

.

Recargue mi cabeza en el asiento suspirando el humo fuera de mis pulmones, Annie a mi lado se burló de mi forma tan dramática que tenía de fumar un cigarrillo, ella tenía uno entre sus dedos de la mano izquierda, la misma que sacaba por la ventana de vez en cuando. Prendí su reproductor y me maraville a escuchar el intro de una de las canciones de los noventa más curiosas de la industrial, le subí el volumen y mientras tarareaba, la escuché cantar.

—'See ya blowin' me a kiss
It doesn't take a scientist, To understand what's going on baby if you see something in my eye, Let's not over analyze.Don't go too deep with it, baby.— Golpeó los dedos en el volante, moviendo la cabeza al ritmo.

(Te veo tirándome un beso.No se necesita a un científico para entender lo que pasa, cariño. Si ves algo en mi ojo
No lo analicemos de más. No te metas tanto en esto, cariño).

Me reí y la acompañe con la canción.

—So let it be what it'll be. Don't make a fuss and get crazy over you and me. Here's what I'll do, I'll play loose
Nothin' like we have a date with destiny.— Cante divertida, ella golpeó mí hombro y siguió con la siguiente estrofa.

(Así que deja que sea lo que será. No armes un escándalo.Ni te vuelvas loco por ti y por mi. Esto es lo que haré,
Me relajaré, no es como si tuviéramos una cita con el destino).

—'It's just a little crush, Not like I faint every time we touch, It's just some little fling. Not like everything I do depends on you.Sha-la-la-la, Sha-la-la-la—Canto mirándome de reojo, ella espulso de nuevo el humo, el humo que viajo por la fría brisa de la mañana, me reí, asiendo los coros en Crush, el sentimiento en mi vientre cuando ambas cantamos la siguiente estrofa me dejó estática en mí lugar, de una forma linda como dos niñas pequeñas que disfrutan cantar a todo pulmón aunque no lo hagan bien, pero era diferente pues esa estrofa era lenta y tan relajante al momento de oírla que supe que estaba en el lugar perfecto.

(Es sólo un pequeño enamoramiento, no como si me desmayara, cada vez que nos tocamos.Es sólo una cosita,
No como si todo lo que hago
Dependiera de ti).

Vanilla skies. White picket fences in your eyes a vision of you and me.— Y su voz junto a la mía resonó en ese auto oscuro donde la luz de la mañana golpeó su rostro envuelto en el humo de la última calada de su cigarrillo.

Y nunca en mi vida ame tanto un momento como este.

(Cielos de vainilla. Cercas blancas en tus ojos;Una visión de ti y de mi).

Cuando la canción acabo, ella no pudo evitar sonreir y yo la seguí, espere unos segundos a qué comentará algo, pero ella solo estacionó el auto a un lado y me miró, sus ojos azules brillaron bajo la luz del sol, lastimandolá un poco pero no los cerro en cambio dejo su mano caer en su frente y siguió mirándome.

—Gracias.—Me dijo ella y yo no supe el motivo de sus agradecimientos.— Nadie quería cantar canciones noventeras conmigo.

Solté una risa que parecía un poco como un resoplido y me estiré para acariciar su cachete con ternura, ella movió la nariz, dejando caer su mano en mi mano.

—Cantare cualquier canción noventera, ochentera o de los treinta contigo. Las veces que quieras.— Me aparte para darle su espacio, jugué un poco con mis manos y mire por la ventana.— siento que ahora mismo quisiera cantar una de Oasis.

Escuché el auto arrancar de nuevo y ella maldijo de forma positiva, su mano libre se movió al reproductor en busca de una de las canciones de la banda, a ver las calles pasar por mi ojos, me di cuenta que no sabía a dónde íbamos.

—Por cierto ¿A dónde vamos?— Le cuestione, metiendo mi cigarrillo en un papelito ya que se había cebado,hice una mueca.

—Aquí.— Estiro la mano y me dio otro, lo tome entre mis dedos y lo encendí con su encender del coche.— Es una sorpresa.

—¿Sorpresa? ¿Por qué me está dando una sorpresa?— De fondo Don't Go Away comenzó a sonar y me sentí un poco ida con el cigarro y la canción.

Annie jugo con el volando antes de contestarme.

— ¿Por qué eres tan preguntona?— Me encogí de hombros y ella suspiró.— Arruinará la sorpresa, no te diré ni una mierda.

Junte las cejas y me crucé de brazos.

—Necesito más tiempo, para hacer las cosas bien.'— Ella dijo un fragmento de la canción de Oasis y yo me tense en mi lugar, sus ojos no me regresaron de inmediato la mirada.— Amo esa parte de la canción, recuerdo que se dijo que Noel, la escribió para su mamá, aunque puedo decir, que quizás la canción puede ser dedicada de diferentes formas o puede ser interpretada de diferentes maneras, entonces cuando el dijo; Porque necesito más tiempo para hacerlo bien. A mi mente me llega mil y un formas de poner esas mismas palabras en sintonía con la actuación, en una relación, cuando dibujo o solo cuando quiero tomarme un momento para respirar. Yo solo quiero pensar que no hay nada más hermoso que la letra de una canción que significa todo y al mismo tiempo, quizás nada.— Ella por fin detuvo el auto en el lugar a dónde me llevo y me miró.— pero Mikasa ¿Lo puedes sentir? ¿Puedes sentir la enorme fuerza que nos rodea? ¿O soy la única que está atmósfera la está afectando de sobremanera?.

Suspiré lentamente y sentí que el aire se me escapaba de los pulmones, mí corazón latió de forma acelerada y la palma de mis manos comenzaron a sudar, parpadee confundida, tan confundida como uno no puede imaginarse entonces pregunté en voz alta, porque todo me estaba pasando por la cabeza tan rápido como un huracán que no quiere soltarme.

—¿Que estamos haciendo?— Recuerdo exactamente que ella me preguntó lo mismo esa noche, recuerdo sus palabras y recuerdo las mías, de una forma tan precisa, que cuando ella sonrió de esa forma característica suya. Yo mire a otro lado y trague saliva.

—No es obvio. Estoy dejándote entrar.— cuando la mire, sus ojos se fueron detrás de mí, a su departamento. Los colores cobrizo me regalaron una mágica bienvenida y ella se río de mi expresión.— Vamos, o no tendremos tiempo para toda la mierda que tengo planeada.

Apagó el auto y salió de el, como si yo no tuviera cara de confusión pegada en mi expresión, la seguí antes de que me encerrada y ella me tomo del brazo con rapidez arrastrándome escaleras arriba, esto no solo me estaba poniendo nerviosa, si no que parece tan extraño, es como una versión más liberal de Annie, lo que es lindo pero al mismo tiempo me hace cuestionarme ¿Cuando fue que ella se volvió frío en pirmer lugar? Y Seriamente eso de la dependencia emocional es una mierda, cuando no sabes en qué momento hay cariño sinceró o solo una falsa hecha por tú mente para hacerte sentir menos solo.

Ella abrió la puerta de su departamento y se dirigió a la cocina, yo la seguí a paso lento, no me acordaba que fuera se colores tan llamativos, pero aquí estaba encontrando el departamento de mi amiga de años, como si no fuera de ella, como si estuviera en otro universo paralelo, quizás me este volviendo loca, o solo no salí de la clínica de rehabilitación y estoy sedada.

Regrese mi vista a Annie que puso en su amplificador; You Give Love A Bad Name y comenzó a bailar.

Me crucé de brazos y me pareció muy tierno, que se tomará tan literal mis palabras pero siempre amare sus gustos musicales, como que me hable con esa misma pasión, que solo ella puede expresar.

"No me importan tus sombras, porque se parecen mucho a las mías..."

Había algo que no me estaban diciendo, puedo verlo en los ojos de mis amigos, de aquellos que fueron mis compañeros en rodaje y que fuera de el, me apoyaron cuando más lo necesitaba, puedo notarlo en su expresión tensa cada vez que me acerco, o en sus palabras precisas al hablar conmigo. Da escalofríos a decir verdad, y me da miedo que me esté perdiendo de algo importante.

—Y le dije; No puedes hacer esa mierda, ¿Cómo crees que podré pagar todo eso?— Sasha dejo caer la cabeza en la silla y Connie a su lado le dio un pequeño golpe para que se relajara.— Historia no acepto que le cocinará por una semana, quería el dinero a contado, lo que se me complicó al momento de querer pagar...

Alce la manos para detenerla un poco.

—¿Me estás queriendo decir que no le pagaste lo que le prometiste, de la comida de hace más de un año?— Parpadee sorprendida y tome un trago de mi café capuchino, ella se quejó dando una afirmación.— Bueno, tendras que buscar una forma de cagar dinero, porque los intereses te saldrán caros.

—Mejor te meto de prostituta, perra...— Ella me resongo con un resoplido y no pude evitar soltar una carcajada.—No quiero que la enana me mate.

—Es un amor, dudo que eso pase.— Armin se acercó con un pastel de chocolate y se sentó alado de Connie, yo mire a mí amigo.— Quizás tenga ese aire, pero pues no creo que recuerde eso.

Sasha golpeó a Connie y este golpeó la cabeza de Armin que casi se le entierra en el pastel que comenzaba a abrir, lami mi labio para no reírme, pero realmente la escena me pareció muy graciosa.

—¿Me está escuchando siquiera?— Ella lo miro con sus ojos cafés, Armin se puso un poco más pálido.— Ella fue a mi casa y me dijo que tenía que pagarle.

—¿Segura que no fue una broma?— Está vez Annie pregunto, pensé que no estaba prestando atención a la conversación, no después de que compre un pastel de avellana y solo pude comer una pequeña porción cuando ella me lo robó y se quedó con su pastelito sin mirar a nadie. Eso fue muy tierno.— Ymir y ella llevan mucho tiempo juntas, no te sorprenda que te estén jugando una broma pesada.

Sasha me miro con ojos suplicantes, yo me recargue en mi silla.

—Oh no, cada vez que me miras de ese modo...— Hice una mueca, ahora que lo recuerdo, cada vez que alguien me mira de ese modo, es porque quiere algo de mi. Nombre gobernada hasta por los amigos.— Olvídalo, no iré a hablar con ella.

—Si Annie tiene razón, es más probable que tú la convenzas de que no me ponga de los nervios.— Sus ojos se pusieron tristes.— Aún no me contratan para otro papel.

—Me sorprende cuando eres super dramática.

Connie la molesto y ella lo mando a callar con una mueca, ojos de muerte a la vista.

—No es de burlarse, todos hemos pasado por problemas después del último capítulo.— Armin hablo levemente, sus ojos fueron a parar a todos lados.— Mira, podemos estar sentados aquí y ninguna persona se a acercado a nosotros. La historia quizás no se olvida pero si los rostros, somos como una lluvia efímera que solo se albergaba en las flores que necesitan un poco de nosotros y después se olvida de es lluvia.—Hizo una mueca y me miro a los ojos.— ¿Que hay de tí?

Alcé una ceja confundida, ¿Yo?

—Ella solo existe.— Annie contesto en mí lugar, aún no entiendo su pregunta del todo, paso una mano por mi brazo y me abrazo con delicadeza.— Ella y Eren son los que en definitiva pueden dejar de trabajar si quieren.

—Si, el fandom y los productores eran unos cabrones.— Me queje.— Sin embargo, puedo contradecir eso, yo pedí que me pagarán lo mismo que a Armin.— Los ojos de mi amigo se abrieron por sorpresa.— No se, a todo el fandom se le olvidó que tú personaje tuvo una infancia dolorosa, me pareció injusto que no te dieran la misma importancia que a nosotros.— Me quite el cabello de la cara y me recargue en la cabeza de Annie, está tarde olía un poco a flores de campo, es un dulce aroma.— o a ustedes.— Señale a mis amigos que me prestaron atención.— Yo solo le gustaba al fandom porque era la mujer más fuerte de la humanidad y "sexy" por así decirlo, cuando no pudieron soportar un cambió de look y una apariencia no tan femenina. Así que... Ahora sí puedo mandarlos a la mierda sin que me tachen de ser una clasista.

Sasha me golpeó en el hombro con cariño y beso mi mejilla.

—Pues, trabajaré en un cafetería hasta que logre otro papel.— Ella informó y miro sus manos.—Aunque con mis manos torpes espero no derramar ningún café.

—¿Y si buscamos un trabajo juntos?— Connie cuestiono.

Armin a su lado se limpio los labios con una servilleta.

—Por experiencia propia, solo diré que no es muy buena idea. Cuando ven caras conocidas en un mismo programa, no pueden evitar dejar ir a sus personajes de antes, así que es un rollo.— El dijo sabiamente, terminando su pastel.— En todo caso, podríamos trabajar en cosa sencillas por el momento.

—¿Ninguno de ustedes ahorro dinero?— Annie cuestióno deliberadamente, yo la mire y ella rodó los ojos.— ¿Cómo es que se acabaron el dinero que ganaron por años?

—No, aún tenemos dinero.—Le aclaró Connie.— Pero en caso de nosotros, se va más rápido por la comida. Tenemos que asegurar nuestro patrimonio con otro papel, o otro trabajo. Depende de cuál llegué primero.

—Mmj.— Armin estuvo de acuerdo.— Mi único defecto es ser un Gamer, esa mierda me hace ser pobre, porque hasta los videojuegos te obligan a hacer pagos de más...— Sus ojos brillaron y se acomodo en la mesa.— ¿Ya les conté sobre el nuevo videojuego para la PS5?

—¿Cuál de todos?— Hablé con una mueca confusa, tomando mí último trago de café, creo que necesitaré otro.— Últimamente me has mencionado más de diez.

—The King of Fighters XV, obviamente.— El me enseñó la lengua y yo hice lo mismo.

—Carajo, amo sus primeras franquicias.— Annie le comento con un sonrisa.—¿Cuando sale? Aunque no tengo PS5 aún me conservo el cuatro.

—Me costa.— Agregué y me puse de pie para pedir otro café.

Mientras esperaba los ví hablar entre ellos, Sasha y Connie de unieron, mencionado juegos del la serie de nintendo (ya saben Wii,switch, etc) Xbox y consolas viejas como Gamecube o Nintendo DS, que yo en lo particular amo esos dos, en el primero pude jugar por primera vez Residen evil 4, Marvel némesis y Fire Emblem, y en el segundo igual la versión portátil de Fire Emblem y Uno de nickelodeon dónde ponían las series de los noventa, amaba ese juego. La señorita me entrego mi café y yo le agradecí con una sonrisa.

—Claro que no, el primer juego que destruyó amistades en definitiva fue Mario Kart— Sasha contradijo a Annie que le comento sobre Among us, si bueno ella tenía el don de ser la traicionera todo el tiempo.— En todo caso ese juego sería más bien para hacerte recordar lo que sufrías al jugar Mario Kart.

—No es por defender a Annie pero son temas muy diferentes.— Me volví a sentar en mi lugar soltando una pequeña risa, Annie y Sasha me miraron.— El primer videojuego de carreras para mí que me hizo querer mandar a la mierda a Armin y Eren.— Señale al chico que buscaba entre sus cosas, no se que mierda.—Fue Kirby, esos malditos siempre se la ingeniaban para tener un confrontación contra mi.

—Era tan fácil hacerte enojar.— El comento y se puso de pie casi de golpe.— Lo siento chicas...— Connie dijo un pequeño Hey y nosotras no reímos.— pero ahora que mencionaste a Eren, acabo de recordar que le prometí verlo hoy.— Hizo una pequeña mueca.— Le diré que le mandan saludos.

—Voy contigo, estar en un ambiente de puras chicas no me va.— Connie dijo escudándose miserablemente. Sasha le rodó los ojos divertida.— De paso, pasamos por Jean, que debe de estar esperándome.

—Espera...— Sasha lo tomo del brazo antes de que se alejara, Armin me dió un beso de despedida y abrazo fuertemente a Annie.— ¿Hoy era su primer día de grabación?

Los colores de Connie se pusieron más pálidos, no pude evitar reírme de su reacción.

—Se me había olvidado por completo eso.— Movió más manos nervioso y Sasha se puso de pie.

—Tambien me voy, o enserio se va a ofende con nosotros.— Sasha nos sonrió como disculparse y nosotras nos encogimos de hombros.

—Vayan con cuidado.— Annie les dijo con voz dulce, sonrió en su dirección.— Esa mierda suele pasar.

Le di la razón.

Sasha nos abrazo a las dos con una fuerza que sentí que se me disparaban los ojos. Divertida palme su espalda y note de reojo que Annie le dió un mape entre risas.

—Saludame a Jean y Pieck.— Les dije antes de que fueran, ellos me miraron confundidos.

Una vez que la puerta de la cafetería a volvió a cerrar detrás de ellos, nos quedamos un segundo en silenció, si soy sincera aún no me acostumbro a esta nueva etapa de nuestra amistad, pero es chido a medida que vamos conviviendo ella y yo de nuevo, puedo verla a través de otros ojos, y siempre me sorprenderá con lo espontánea que puede llegar ser.

La escuché suspirar y se que va a romper el silencio cómodo entre nosotras.

—Necesito otra rebanada de pastel.— Ella hizo una mueca al ver su plato vacío.— Odio cuando se desaparece tan rápidamente.

—No creo que se desaparezca.— Puse mi dedo en su estómago que estaba un poco inflamado por la comida.— Seguro que está aquí adentró.

Ella me miro mal y yo le sonreí de lado.

—Muy graciosa, desgraciada.— Se puso de pie y pude verla dirigirse de nuevo al mostrador, refufuñando entre dientes.

Mientras la esperaba una chica Completamente desconocida se acercó a la mesa, temblaba de pies a cabeza y parecía que se iba a desmayar en cualquier momento, ladee la cabeza confundida y ella se sonrojo violentamente. Su voz un poco ronca sonó por encima de un susurro que apenas y pude escuchar.

—Hola, Srta Ackerman.— Ella me dijo, acomodo sus anteojos en un gesto nervioso y solo entonces note que llevaba una libreta en su mano.— Entiendo que no quiera ser molestarla pero no todos los días tengo la oportunidad de conocer a mi idolo.— ¿Yo lo era? Ella se puso más roja si es posible.— Hice un dibujo de cada uno de ustedes, en mi libreta. Me preguntaba si podría autografiarmelo, por favor.

Sonríe abiertamente, me gustaba cuándo los fanáticos pedían las cosas educadamente, extendí la mano y ella me pasó su libreta, la hoja ya estaba separada por una pluma de tinta azul. Pase la punta de mis dedos por el dibujo de mi rostro y me sonroje a darme cuenta que no tenía cicratiz, lo que eventualmente ella me dibujó no en mí papel, si no como yo misma.

—¿A quién se la dedicó?— Le cuestione agarrando la pluma con la mano izquierda. Ella se aclaró la garganta y antes de que pudiera decir su nombre Annie se sentó a mi lado, y ella se puso aún más nerviosa, parecía querer salir del lugar. Yo mantuve mi cara tranquila aunque la niña se veía adorable toda roja.

Tragó saliva y me dijo su apodo, así que escribí rápidamente la dedicatoria; Con mucho amor para Jimmy de Mikasa Ackerman, por cierto ese dibujo es una barbaridad.

Después le pase la libreta a Annie que la tomo confundida, ella miro a la chica de anteojos que se escondió debajo de su suéter color verde con letras en coreano, juro que nunca en mi vida ví a nadie que estuviera a punto de sufrir un ataque de pánico, pero ella parecía acercarse a ese punto. Annie le sonrió de la misma forma que yo hice, y la niña parpadeo comenzando a jugar con sus manos. La escuché susurrar algo como; No puedo creer que sean tan guapas en persona.

Annie miro la libreta de nuevo y al ver el dibujo, sonrió sorprendida, ella también dibuja así que siempre le gusta ver esta tipo de cosas, paso el dedo por el contorno y busco entre las hojas hasta encontrar su rostro, lo más específico de dicho dibujo fueron sus ojos, que aunque estaba hecho en carboncillo, aún se notaba los claro que eran. La llamada Jimmy pudo dibujar perfectamente sus ojos con solo una imagen, ahora entiendo porque se puso tan nerviosa al verla.

Mi amiga rubia tomo la pluma con la mano derecha y garabateo en la esquina del dibujo; Gracias por hacer este dibujo, Jimmy, es hermoso y está perfectamente hecho. Si algún día quieres un consejo puedes enviarme un mensaje a Instagram. Con cariño y mucho amor; Annie Leonhardt.

Le pasó la libreta y ella sonrió sonrió de lado avergonzada, revisó las dedicatorias y casi se pone a saltar, pero se mantuvo sería y respiro profundamente.

—Muchas gracias, Srta Ackerman, Srta Leonhardt. Soy la niña más feliz de la historia y provecho.— Hizo un rápido saludó japonés y salió corriendo del lugar, la vimos pasar por la ventana de alado y celebrar levemente.

—Extrañaba esto.— Annie dijo una vez que la perdimos de vista.— Por eso me hice famosa, para que los demás empatizaran atravéz de mi personaje y sientan algo cualquier cosa.

—¿Aunque sea mala?

—Aun si es mala, a veces necesitamos enojarnos con alguien ajeno a nosotros para hacernos sentir mejor.

—¿Cuando fue que te volviste tan sabía?

Ella me miro con sus mejillas llenas de pastel, limpie sus labios con mi pulgar y lo puse en mí boca, sabía a Chocolate con cereza, delicioso. Ella mastico lentamente antes de contestarme. Yo espere paciente.

—Yo siempre lo fui.— Hizo una mueca y parecía un poco confundida.— Pero eres medio topo, así que entiendo que no te dieras cuenta.

...

—Tengo algo importante que decirte.— Annie me dijo una vez que llegamos a su departamento, últimamente paso mucho tiempo aquí metida. A ella no parece molestarle. Me senté en el sofá y ella se sentó a mi lado, parecía un poco más tensa de lo normal.— Conseguí un papel importante...— Ella empezó con ojos brillosos y yo asentí sintiéndome alegre por ella.— Tengo que viajar a París por tres meses para grabar el piloto.

Junte las cejas ¿París? ¿PARÍS? tres meses, woow, eso es impresionante, ella siempre quiso ir a París, pero nunca se nos dio, pues nuestras localidades nunca fueron en lugares tan románticos y yo que recuerde ella no quería ir a menos que sea estrictamente profesional no sabía el porque pero aquí estábamos. Me quedé tanto tiempo en silencio que sus ojos se apagaron y salió del sofá con una mueca de enojó.

—¿No estás feliz por mí?

—¿Qué?— La mire sorprendida y ví en sus ojos un poco de dolor, me acerque para tomar sus manos.— No, es nada de eso. Solo me sorprendió, Irás a París. A la ciudad del amor ¿Que papel te dieron?— Ella se relajo notoriamente, no se porque le importaba tanto mí opinión pero es lindo que ella me considere de esa forma.

—Si, la ciudad del amor.— Ella hizo una mueca.— No quiero saber de eso por el momento.— Junte mis labios cerrandolos como un cierre ficticio.— Seré un personaje de representación LGBT.

Oh por dios, oh por dios.

Junte las cejas divertida.

—Tendrás tu primer beso lésbico en pantalla...— La alce en un abrazo y ella me sostuvo de los hombros, la mire desde abajo y sus dedos acariciaron mi cabello lentamente, pude sentir sus piernas pasar por mi Cintura y me agarre se amplificó en la suya.— ¿Quieres que te dé un consejo?

Ella se mordió el labio inferior, o quizás pensé que lo hice. Mire a otro lado sonrojada y ella se echó a reír.

—¿Estás coqueteando conmigo?— Su voz sonó baja y yo me puse nerviosa, carajo, puede que aún siga un poco enamorada de ella. Espero de la forma sana por favor, aunque no me corresponda, lo prefiero de ese modo.

Negué y la miro a los ojos, su ojos azules cielo parecían aún más coloridos que nunca, ella parecía tan feliz y me alegraba ser parte de su felicidad. Bese su mejilla y deje caer mi cabeza entre su hombro y cuello.

—No me comentaron mucho sobre el tema...— Ella continuo y preste atención a sus palabras.— Solo se el contexto de mi personaje. Resulta que mi personaje tiene problemas con aceptar sus sentimientos, está en una etapa en dónde le huye al amor, pues la persona que más amaba en la vida la engaño con su mejor amiga, y ahora, está nueva persona parece perfecta pero tiene sus malos ratos, es un poco egoísta y eventualmente se remide, pero no después de hacer todo lo que hizo. Yo tengo que amarla por encima de todo y no se cómo hacer eso.

La mire pensando en una respuesta pero no tenía una exacta, no tenía nada que decir para aconsejarla, así que me mantuve callada escuchando que ella se desahogara.

—Es un papel importante para la comunidad ¿Sabes? Pues ya sabes, eres parte de ella, estás consciente que la inclusión no es mala, solo que tiene que estar bien escrita, y si la actriz o el guión no está a la talla...— Suspiró pesadamente.— Dioses, solo de pensar que no lo puedo hacer bien, me pone de los nervios. Todas esas personas afuera pasaron por mismo que yo tendré que actuar, tengo que ser lo más convincente que se pueda.

Me deje caer en el sofá, el peso de Annie se sintió raro encima de mí, sin embargo no me importa, jugué con sus manos y pensé en algo, cualquier cosa.

—Mira...— Empecé deliberadamente.—Esta tipo de cosas no solo nos pasa a nosotras.— Me señale levemente.— También a los heterosexuales. Piensa en la primera vez que te sentiste como tú personaje, en dónde no aceptes los sentimientos por alguien, recuerda la importancia y la conclusión de todo eso. Recuerda lo que hizo, o lo que no hizo. Y usa esos recuerdos para darle vida a tu personaje. Eventualmente puedes apoyarte de tú compañera, aquella que será la chica que mires a los ojos y te enamores. Tú eres el personaje, el personaje no es Annie Leonhardt.

Ella se quedó callada por unos segundos y luego me dió una leve cachetada, un poco más feliz, que cambios de humor más extraños.

—Tengo una idea.— Ella salto fuera de mis piernas y salió disparada en dirección a su habitación, yo me acomode mejor cruzando las piernas mientras esperaba, segundos después la observé salir con unos papeles en la manos, supongo que es el libreto.— Me enviaron el guión hace unas semanas.—Me miro con una ceja alzada y me indicó que me sentará normal, lo hice un poco confundida, se acomodo sobre mis piernas y me pegó el guión en la cara.

Hice mi cabeza para atrás leyendo el título; La suerte de la idiota.

—Que título.— Me burle y ella Chasqueo la lengua, busco sus diálogos y me los paso.— Bueno, esto es sumamente interesante.—Murmure al terminar de leerlo rápidamente.

—Me ayudarás a ensayar.

...

Me deje caer enfrente de mi psicóloga, que dejó de ser mi psicóloga desde hace ya un mes imedio pero aquí estoy enfrente de ella, sus ojos cafés me miraron curiosos, acepto recibirme después de ver mi desesperación. Mi vida no es tan mala, estoy escribiendo un libro que apuesto a qué será bueno. Ganó un poco de dinero, con mi trabajó en la cafetería con Sasha y lo ahorro para situaciones especiales, mi casa se siente menos vacía desde que me cambié a un departamento y tengo a mi perro Cesar en mi sofá cada vez que llego. El problema, son mis sentimientos por Annie, de nuevo. Me cagó en todo lo cagabre. Ella se fue a París hace dos semanas, hemos hablado mucho cuando en París se hace de noche y aquí todavía es de día, ya que cada vez que tiene pesadillas me llama cuando estoy haciendo mis ejercicios matutinos y yo la escucho, como la consuelo, espero a que ella se duerma escuchando mi voz y me quedo un poco más de tiempo en la llamada escuchando su respiración relajada.

No sé cómo interpretar todo esto, no se si es de una forma sana o de nuevo está regresando la Dependencia, solo se que la extraño pero puedo hacer mi vida normal, puedo hacer las cosas que me apasionan y a veces salgo a correr con César por las calles de Nueva York, pero no hay ningún momento en el cual no me acuerde de su risa o la forma en la cual tenía de hablarme de las cosas que le gustan, ella se emociona demasiado y a veces soltaba una que otra mala palabra.

La licenciada me miro con sus ojos de mamá pato, era adorable.

—¿Annie?— Ella cuestióno y note una capa de preocupación, asentí levemente.—¿Ahora que es?

—La amo...— Susurre levemente, consiente de eso.— Pero tengo miedo de que no sea real, que sea otra de mis mierdas dependientes. Hace unas semanas se fue a grabar el piloto de una serie y cuando me lo dije me sorprendió demasiado...

—¿Sentiste que se te acababa tú mundo?

Junte las cejas y negué.

—No, mis amigos habían actuador raro antes de eso, y me sorprendió que no me lo dijera antes que ellos. Luego recorde que no teníamos esa confianza antes y se me pasó. Me puse feliz por ella y la aconseje lo mejor que pude para su papel, me hizo ayudarla a ensayar por semanas. Ese guión era una cosa tan cursi. Aprendió un poco francés y nunca me quiso decir una palabra en el idioma.

—Entonces ¿Cuál es el problema?

—El problema es que sentí mariposas en el estómago y mis diálogos se estancaba en la garganta cuando ella me decia las palabras de su personaje, la pasión con la que la transmitía, la forma en como me miraba.— Me lleve las manos a la cara cubriendo mi rostro.—No puedo quitar esa mirada de mis pensamientos. Sin duda es una gran actriz.

Ella tarareó levemente, apunto en su libreta y pude ver qué sus cejas se juntaban.

—La verdad pareces muy diferente a cuando llegaste aquí.—Ella comenzó con voz amable.— Cuando me hablaste de la Srta Leonhardt, solo me dijiste que te hacía sentir diferente, que te ponía nerviosa y que era tan hermosa. Me mentiste a la cara diciéndome que estabas feliz por ella cuando te morias de celos cada vez que estaba con Eren, hablabas de ella como una propiedad.— Golpeó el borde de la pluma en la orilla de la libreta.— Y ahora mírate, dices que es talentosa, que te mira con un brillo particular y que sientes mariposas en el estómago, nisiquiera estás molesta porque esté lejos, estás feliz, realmente feliz de que cumpla su sueños y lo único que te agobia es que tus sentimientos no sean sinceros, ya no eres egoísta.— Se puso sería, tan seria que me dió un poco de miedo.— ¿Si te digo la verdad, podrás vivir con eso y con la posibilidad de que ella no responda tus sentimientos?

Asentí rápidamente.

—Estas completamente enamorada de ella, ya no de forma dependiendo, si no de una forma sana y la cual considero que puedes manejar después por cualquier cosa que pase.

Me relaje en mi lugar y solté un enorme suspiro.

—¿No la lastimare más?

—Yo no me preocuparía mucho por eso, yo me iría preparando para cuidar de mi propio corazón.—Se acomodo en su asiento y me miro fijamente a los ojos.— Recuerda que no solo tienes que cuidar sus sentimientos, si no también los tuyos, así es como funciona una relación.  También una amistad. No lo olvides...— Me dió una Leve sonrisa y se puso de pie, su piel canela se asentuo bajo la luz del sol, poso una mano en mi hombro y me miro con cariño.— Ahora Srta Ackerman, tengo a más pacientes que atender.

—¿Me acaba de correr con elegancia?,—, Ella se rió levemente, sonreí.— Muchas gracias, Srta Arellano.

—Nos vemos después.— Me abrió la puerta de su despacho y cuando salí del lugar todo parecía más claro, me encantaba la tranquilidad con la que me dejaba esa mujer.

Busque con la mirada a la señorita de la recepción para pagarle y de paso para poder ir a ver a Eren, vengo de vez en cuando pero casi siempre que estoy aquí, el se porta de una forma un poco extraña, me ignora y me da la espalda, no tiene la misma actitud que con Armin, Jean y Levi, pero supongo que está resentido conmigo porque piensa que me acosté con Annie. Cosa que no es verdad.

La señorita me dió una ficha y me acompaño hasta su cuarto, di tres golpes y la voz ronca de Eren me recibió al otro lado, parecía ocupado. Abrí la puerta con delicadeza y lo ví sentado en forma de indio armando un rompecabeza de lo que parece ser mil piezas, el miro por encima de su hombro y al verme hizo una pequeña mueca, yo suspiré levemente. Ya pasó un año imedio, y aún no lo deja ir.

—¿Cómo estás?— Lo saludé con una pequeña sonrisa y me senté en su cama, el busco una pieza, analizó dónde irá y la puso casi enseguida.

—Me siento mejor.— El dijo en voz baja, sus ojos no se apartaron del juego de mesa en el suelo.— Armin me dijo lo que paso contigo todo este tiempo. Estoy un poco sorprendido.

Me acerque y Acaricie un poco su cabello, el no se quejo en cambio me miro por fin, sus ojos esmeralda ya no parecían los de un loco, parecían más de un chico que se arrepentía de todo lo que hizo, y yo confiaba que ese gesto fuera genuino.

—¿Por qué?— Le cuestione y saque de mi mochila un pequeño chocolate, se lo entregue con una leve sonrisa.

—Saliste adelante y recuperaste la amistad de Annie. No todos pueden hacer eso...— miro al suelo comiendo mordida a mordida el chocolate.— Aún puedo ver cómo Armin me mira con ojos jusgones, se que Levi quiere golpearme y Jean solo me viene a visitar por lastima. Las chicas nisiquiera me quieren cerca, eres la única de ellas que aún viene a verme...—Me senté detrás de él y el recargo su cabeza en mi pecho, le di un pequeño abrazo.— Yo lastime a la mujer que amas ¿Por qué aún eres buena conmigo?

Mire por la ventana, el cielo parecía más hermoso este día, un avión paso atravesando las nubes, las hojas de los árboles juegan entre si con el viento, era un precioso día, era el comienzo de algo más grande.

—Porque lo estás intentando.— Lo mire a los ojos, el tenía un gesto de tristeza.— Me informe sobre tú enfermedad, no es una cosa fácil, si nos hubiéramos tardando más en darnos cuenta, Annie ni estaría aquí con nosotros, quizás yo tampoco. Pero tú mismo lo dijiste cuando te lo diagnosticaron; No quiero tener esta enfermedad de por vida. Sabías que si te metían a la cárcel no mejorarias, saldrías peor de como entraste. O yo lo sabía, por eso le pedí al abogado que apelada esto, a pesar de que estaba sumamente enojada por la mierda que le hiciste a Annie pero...—Lo mire con un poco de enojo. Enojo que deje ir una vez que recordé a Annie jugando juegos de videojuegos y viéndose mejor, pero eventualmente tendré que preguntarle si es verdad esa faseta o no quiere preocupar a los demás.— La violaste, Eren.— Le gruñi y sentí que mis brazos lo rodeaban con más fuerza.— Tienes suerte de que ella nunca me dieras los detalles, pero después de esto irás a la cárcel.

El se puso pálido, yo me preocupe solo un poco por el, pero este no era mí problema, el sabía lo que le hacían a los violadores en la cárcel y aún así, se atrevió a forzarla más de una vez. Puede que esté siendo rencorosa pero esa decisión no fue mía, fue de Annie. Ella puede elegir si quiere que el abogado apelé ese cargo, pero claramente no se lo voy a decir, sería perjudicarla más de lo que ya está.

—Ella quería que lo hiciera...— Lo mire fijamente y el se escondió en el cuello de la sudadera que llevaba puesta.— Me pidió que le hiciera el amor, porque estaba desesperada por olvidar a alguien y cuando escuché alguien, no me pude controlar y la termine violando.

Yo lo golpee en la cara con fuerza, con los dientes apretados, me puse de pie apartandome, su sangre se quedó en mis nudillos.

—Escucha tus palabras, ella te pidió que le hicieras el amor, independientemente de las palabras posteriores, no es justificación para hacerle algo como eso, y aunque tengas una enfermedad que te hace un posesivo de mierda o puedes incluso llegar a matar. No me parece lo sufiente para justificar el trato de esa menea a una mujer.— El comenzó a llorar, mi corazón se rompió a escucharlo de ese modo, pero se lo merecía, no soy un mesias pare decidir que o quien se merece algo, sin embargo soy mujer y como mujer nunca me gustaría pasar por eso, aún así, me pongo en la posición de Eren, en la de Annie y en qué curiosamente como yo la metí entre ambos, ella me metió de la misma manera.

Somos una extraña idiologia a decir verdad.

—No quiero nada de esto.

Suspiré y me acerqué a la puerta.

—Ella tampoco lo quería. Pero son las consecuencias de tus actos ¿Lo sabes, no?

El asintio sin abrir los ojos.

—Nos vemos luego Eren, ahora mismo no se que más puedo decirte.

Eren soltó una pequeña risa y cerré la puerta detrás de mí. Mire el techo y pensé que no puede creer todo lo que a pasado en tan poco tiempo. Así era esto y casi nunca podríamos predecir lo que vendría después.

"Escúchame, está bien tener miedo, solo camina como si nunca estuvieras sola..."

— Quiero matarme.— Le dije a Sasha, la quinta vez que regrese con el café en mi delantal, ella se rió de mí.— Ese chamaco ya la tiene contra mí.

—¿Por qué su mamá le permite hacer eso?— Sasha miro por encima de mí hombro, mientras limpiaba mí playera blanca, hice una mueca, imaginando que mi piel debe de estar quemada a este punto.

Me encogí de hombros a la pregunta de Sasha y continúe con lo mio.

—Mi hipótesis es que le gustas al niño.—Pieck que estaba tomándose un café comento divertida,la mire mal.— Solo mirarlo, te sigue a todos lados con sus ojos azules y como nisiquiera sabe hablar, hasta los bebés te aman.

—Si ese es el caso, yo considero que se fijó en su pechonalidad.— Ambas miraron mis pechos cuando Sasha dijo eso y solo me di cuenta que se veía mi Brasier negro, me sonroje cubriéndome con mis manos.

—Te mataré después de vestirme.

—Por favor, no es como sí, no, nos hayas visto las tetas antes.— Pieck aporto a mi vergüenza y yo me di la vuelta escapando de ellas.— No huyas cobarde.

—Jodete.— Le grite.— Y alguien por favor dele el café a esa señora.

Saque de mi Locker otra camisa y un urgento para la quemaduras, me pasa tanto esto, que ya vengó preparada. Me quiero la camisa y la doblo a un lado, y Justo cuando estoy por ponerme la pomada, mi celular comenzó a sonar. Lo saqué del Locker con una mano y en la pantalla apareció el nombre de Annie junto a la solicitud de una videollamada, acepte ambos y dejé mi celular recargado en un libro que tenía acomodado meticulosamente. Ella me miro curiosa del otro lado, detrás de ella estaba un montón de camaras y micrófonos, me miro detalladamente y después se rió.

—¿El niño de nuevo?

Rodé los ojos y me di la vuelta, está vez tenía que quitarme el brasier para poder ponerme la pomada, me asegura que estuviera cerrado con seguro y me desabroché el broche, me puse la mano en el pecho mientras dejaba mi brasier a un lado. Busque la pomada y abrí con ambas manos, dejando mi espalda a la vista de Annie.

—Odio a los niños malcriados.— Suspiré a sentir el frío de la pomada y mire sobre mi hombro para ver a Annie.— No me molesta, pero casi nunca me marcas cuando grabas. ¿Paso algo?— Me masaje el aire de los pechos con delicadeza y busque con la mirada sí no tenía otra quemadura, Annie se tardó en contestarme así que chasque los dedos a la cámara con un poco de fuerza.—¿Annie?

Ella me miro unos segundos más antes de aclararse la garganta, raro.

—De hecho, si, pasa algo muy interesante...— Ella parecía emocionada, me di la vuelta para tomar un brasier blanco. Eso del niño casi siempre me pasa, así te siempre estoy prevenida.— Resulta que Alexa se enteró de un chisme de la producción...— Alexa es su compañera de reparto, no la conozco pero según la descripción de Annie, ella es la mujer morena más hermosa que ha visto en si vida, tiene ojos verdes claros y su descendencia de afroamericana. La verdad para qué ponerme celosa de algo que hasta yo admiraria. Los celos son para los enamorados.— Buscan un remplazo para uno de sus personajes.

—Aja.— Le dije para que continuará, me abroche el brasier y espere a que se me secara lo demás para ponerme la playera, tome el celular y me senté en la banca larga. Del otro de la puerta pude escuchar la campana de la cafetería sonar en avisó de otro cliente.

Annie me rodó los ojos como si fuera estúpida.

—¿En serio Mika? ¿Te lo tengo que explicar con bolitas y palitos?

Arrugue la nariz y pude nota como la vena de su paciencia se alzaba en su frente, adoro molestarla.

—No creo que sea buena idea que audicione.— Le dije como si fuera un bebe, ella me miro mal.— Somos un desastre cuando hacemos algo juntas de esa manera. Ya sabes.

—Eres tan negativa.— Me enseño la lengua y miro por encima de su celular, una voz femenina la interrumpió en sus siguiente palabras y después forcejeo.

Deje el celular de nuevo en el locker y fui por mi camisa.

—Deja mi celular, loca.— Annie le dijo a la otra chica y no pude evitar reírme. Mientras me la abrochaba una cara que no era conocida para mí se asomó, me cubrí con el locker y alce una ceja.

—Estas más buena de lo que imaginé.—Ella dijo con un asentó francés muy marcado, Annie intento quitarle el celular y deduje que la chica que me dijo eso, era Alexa. No me sonroje ni nada, pero no pude evitar moverme incómoda.—Aquí mi enana amiga quiere que trabajes con ella...— Se Escucho un golpe y supe que la había golpeado por decir el apelativo.— Maldita enana violenta.

—Vete a la mierda Alexa y regresarme el celular o juro que te matare mientras duermes.

Sonaba como la Annie que me amenazaba en las primeras temporadas, al final de la grabación ellas se llevarán bien, yo lo sé.

—Esta bien, solo una última cosa...— Los ojos verdes de la chica (que si, Annie tenía razón era bastantes guapa) me miraron por la pantalla.— ¿Sí vienes a París, saldrías conmigo?

Yo me acomode el cuello de la camisa para salir de mi escondite, ella se mordió el labio inferior con anticipación.

—Lo siento pero no estoy interesada en citas.

—!Producción!— Alexa grito por encima de la cámara del celular.—Acaban de rechazarme una cita ¿A qué procede?

—Procede a qué me des mi puto celular.— Annie se lo arrebato con algo de fuerza y Alexa la miro ofendida.

—Uno que te quiere y solo te ofendes.— La puerta de la habitación sonó y eche una mirada atraves del pasillo, la voz de Pieck sonó del otro lado, pidiendo que saliera.— ¿Trabajas en un burdel? Yo quiero ir, dime la dirección.

Annie la golpeó en el estómago mientras me reía.

—Ya bueno, me voy al rincón.

Se despidió de mí, con un beso al aire y está vez si me sonroje.

Annie regreso a mirar la pantalla, tenía el seño fruncido y se que estaba a punto de hacer puchero. Es una persona super adorable.

—Mira Mika, no tenemos mucho tiempo por lo que parece...— Ella miro a todo lados y se sonrojo violentamente, me dio ganas de meterme a la pantalla para darle un abrazo.— Aunque odio que Alexa lo comentará, deseo que vengas a grabar conmigo. No me es fácil acostumbrarme a todo esto, sin ti.

Bueno ya somos dos.

—Piensalo ¿De acuerdo? Es una buena oportunidad de trabajo, pues algo me dice que les gustará mucho el piloto.— Puso su mano en el pecho y yo hice lo mismo.— Yo nunca me equivoco.

Le sonríe de lado y ella corto la llamada, segundos después un mensaje con la información me llegó, lo leí rápidamente y bloqueé mi celular. Tome el chaleco verde y salí por la puerta, Pieck y Sasha me miraron desde su posición, el niño caprichoso y su mamá ya se habían ido, lo que me regreso el alma.

—¿Todo bien compita?— Pieck me dijo en Susurro pasando su brazo por los hombros. Mire a mí Alrededor para revisar que no hubiera muchos clientes y me deje caer en su hombro.

—¿Nos podemos ver en la noche?— Les cuestione a ambas, a Sasha la podía llevar desde aquí, sin embargo quizás Pieck tenga cosas que hacer.

Ella me Acarició la barbilla.

—Yo con gusto, de paso voy a saludar a César.— Dijo con una enorme sonrisa, yo se la devolvió.

Sasha se acercó después de atender el pedido de un cliente.

—Tambien voy, pero no iré si me despiden del trabajo, así que deja de hacerte wuey.— Ella me lanzó un trapo para la mesa, lo caché en el aire y bese la mejilla de Pieck antes de ponerme a trabajar.

..

Cesar salto encima de mi en el momento que me vio ingresar por la puerta, era un hermoso pastor alemán que apenas tenía cinco meses y me llegaba un poco más abajo de la rodillas pero tenía una fuerza explosiva que hacía que me costará trabajo sostenerlo cuando salíamos a trotar. Acaricié su hocico y el me lamió la cara, Sasha detrás de mí paso y acarició su espalda ganando por completo su atención, me tomé un momento y cerré la puerta detrás de mí, Sasha acarició a mi perro con cariño y se lo llevó al sofá.

—¿Quieres algo de beber?— Le pregunté mientras dejaba mis llaves en el llavero, Sasha me miro desde el sofá, jugando con César.

—Me encantaría agua simple, por favor.— Asentí y camine a mi cocina, de fondo aún escuchaba los ladridos juguetones de Cesa y me sentí cómoda con lo familiar que sonaba el sonido de su diversión.— ¿Por qué es que estoy aquí excatamente?— Sasha pregunto desde su lugar, la mire sobre mi hombro y ella me sonrió.— ¿Tiene algo que ver con la decisión que tienes que tomar?

Gruñi y le lance un pesado de pan que tenía.

—¿Estuvieron escuchando? ¿Que manía tienen con escucharme en una conversación?— Sasha se cruzó de brazos y yo me mantuve callada por unos segundos.— Esperemos a qué Pieck llegué. Mientras pediré pizza.

—Que tenga Piña.— Me dijo y continúo apapachando a mi perro.

Parece que ella y yo, somos las únicas locas que les gusta la pizza con piña.

Le pasé su vaso con agua y me acomode a su lado, ella prendió la tele para poner una película al azar en Netflix, paso por el catálogo y a mitad de la sección de nuevos y próximas agregaciones, nuestros ojos se salieron de su lugar.

—No mames.— Dijimos al mismo tiempo y mis ojos se iluminaron a ver el logo de SNK en la pantalla, su fecha de estrenó estaba aproximada para el siguiente mes, justo cuando comenzamos a grabar la primera temporada.

—Parece que por fin Netflix quiso agregarnos.— Sasha dijo y se metió al tráiler, se sintió tan extraño ver nuestros rostros con el uniforme, tan jóvenes estábamos en ese entonces, mi voz sonaba más joven y la Eren como Armin igual. Me deje caer en el sofá con las manos abiertas.— No se, si considerar esto como nostálgia. Aún así, algo acaba de golpearme duro en los recuerdos.

—Esto es increíble.— Fue lo único que pude decir entre respiraciones entrecortadas.— ¿Tienen todas la temporadas?

—Veamos.—Rebusco en la sección y si efectivamente tendrá las cuatro temporadas, al igual que la parte dos de la tercera y la cuarta.— Ya se que veré cuando esté aburrida.

—Claro, de paso te fijas en la tención sexual que Annie y tú tenían en su rol.— Yo la mire con una mueca.— Eres tan lista y tan babosa al mismo tiempo.

Estuve a punto de darle un golpe cuando la puerta sonó, ella salto fuera del sofá con una sonrisa. Maldita y sus hipótesis todos pedoros. Me recargue en el sofá y me sorprendió ver a Ymir pasar juntó a Historia y Pieck, pensé que las dos estaba en California por la grabaciones de la nueva película que harán juntas, ¿Que hacen por acá?

—!Ya llegó por quién lloraban!.— Ymir grito fuertemente y mi perro le ladro, ella hizo lo mismo.— ¿Tú quien eres, tremenda bola de pelos?

Se acercó a él y este le olió la mano, hizo una mueca y se fue detrás de ella oliendo el suelo, se topo con Historia que dejaba su abrigo en el perchero y golpeó su pierna con delicadeza, Historia se agachó y le dio un fuerte abrazo.

—Tu debes de ser César.— Ella dijo con una gran sonrisa.— Es más grande que en las fotos que nos enviaste.

—Esa tipo de razas, crece muy rápido.— Pieck le dijo acariciando la cabeza del animal, Asentí dándole la razón.— Y si me lo preguntas, me la encontré en el camino, comentaron algo sumamente interesante, para tí claro.

Pieck, Sasha, Historia e Ymir se sentaron en el sofá, Pieck encima de mi, porque ya se acostumbro a hacer esa mierda. Las mire sin entender sus gestos malévolos.

—Hablamos con Annie.— Historia soltó de repente, ella jugaba con sus manos nerviosa.

—Nos dijo lo de París.— Ymir le siguió y me miró a los ojos.— No sé tú, se veía como si las respuestas las tuviéramos nosotras. Nos habló cuando aterrizamos en la ciudad, nos pregunto por nosotras, como estábamos y todas esas mierdas formarles...

—Lo que Ymir intenta decir es que...— Historia la corto con un poco de impaciencia.— Es que deberían parar con lo que sea que pase entre ustedes. Nos están poniendo en medio y es súper frustrante.

Sentí mi cara cambiar en confusión.

—No hay un algo entre nosotras, somos amigas y ya.

Pieck se río tan fuerte que me hizo mirarla, sus ojos grises casi como los míos brillaron en una capa de maldad.

—Permiteme decirte una cosa Mikasa...— Se acercó más a mí rostro y yo lo hice para atrás.— Ustedes dos son un par de idiotas, lo juro por dios. Nunca en mi vida observé a alguien babear por otra persona como Annie lo hace por ti.

—Y no le digas que no...— Sasha me interrumpió antes de que pudiera negarlo.— Ya pasamos por el momento en el cual tenías dependencia emocional pero ¿Acaso te preguntaste alguna vez porque Annie regreso por tí?

—¿Regresar?

Las chicas se tensaron, entonces lo que me estuvieron escondiendo, no es que se iba a París, era algo más profundo.

—No te lo dijo.— Ymir reconoció viendo mi rostro, yo negué con algo de miedo ¿Decirme que?

Las cuatro se quedaron calladas.

—¿Decirme que?— Le exigí con un deje de traición, de que carajos estaba hablando.

—Annie se mudó a París hace más de año imedio, justo después de que terminamos la giras para promocionar la película.— Historia dijo en voz baja.— Cuando ella te dijo que podías seguir con tú vida, ella hizo lo mismo.

—¿Y cuál de ustedes, le dijo sobre mi estadía en la clínica?— Apreté la mandíbula y sentí mis lágrimas derramarse por mis ojos ¿Por qué no me lo dijo? ¿Aún no confía en mi?

—Ella pregunto por ti, unos meses después...— Sasha dijo en voz baja.— Armin dijo que sería buena idea que le diéramos datos de ti. Y así lo hicimos.

—Pero estuve en su departamento, si es que se mudó, tuvo que haberlo vendido.— Razone.

—Ella se lo presto a Hich, todo ese tiempo. Supongo que le aviso cuando fue por ti y lo que sea que pasó entre ustedes, se quedó en esa cuatro Paredes.— Ymir agrego con doble intención.

—No hicimos nada, yo dormí en el sofá los días que estuve en su departamento.— Me quedé callada.— ¿Ella no fue a grabar el piloto, verdad?

—Ella se fue a seguir con las grabaciones, lleva con ese proyecto ocho meses.— Historia me tomo de la mano con delicadeza antes de decir.

Me puse las manos en el rostro, esto es una maldita broma, todo el mundo lo sabía mucho antes que yo. ¿Por qué me mintió? ¿Que pensaba que iba a pasar si me decía la verdad? ¿Que tan monstruo me considera?

—Hey, mírame.— Pieck me quitó las manos del rostro, vi mis ojos con lágrimas en sus pupilas.— Esas preguntas que piensas, no son correctas, si quieres saber. Ve a París y pregúntale por ti misma, que te contesté con la verdad está vez.

Apreté la mandíbula.

—Tengo una vida aquí...— Señale a mi perro, mi computadora entreabierta con los capítulos de mi novela y a mis amigas que me miraron con tristeza. No supe que más decirle y me escondí en su cuello.— Regresó por mi, después se fue y no volverá, no volverá.— Suspiré levemente.— Parece que se enamoró de mi por unas noches y ahora pretende olvidarlo.

—Ella ahora tiene una vida en París...— Razonó la chica de cabello negro.—Y estuvo contigo casi un mes, ahora no puede dejar que te quedes atrás, ahora no puede dejarte ir. ¿Lo puedes ver? ¿Puedes sentir la fuerza que las rodea?

La palabras de Annie vinieron a mi mente; '¿Puedes sentir la enorme fuerza que nos rodea? ¿O soy la única que está atmósfera la está afectando de sobremanera?.' nunca en mi vida me consideré estúpida, pero ahora mismo puedo afirmar que soy la persona más pendeja que puede haber.

Me eche a reír como una desquiciada, dejé caer la cabeza en el sofá, mi risa opaco en silencio entre nosotras, era una imbécil. Me tarde tanto en darme cuenta, tanto en comprenderlo.

En serio, dios mío ¿Que pasa conmigo?

—¿Alguien puede cuidar a César por mi?— Les dije a las chicas por fin, gritaron tan fuerte que casi me quedo sorda.— Alguien tiene que viajar a París.

"Imágenes en nuestra cabeza de lo que se supone que debemos de ser, midiéndonos pero ¿Dónde está el amor? El mundo nos hizo pregúntarnos..."

'En lo profundo de la marea, todo se sentía más fácil, aunque estuviera a punto de perder la respiración, mis músculos se mantuvieron relajados, mi mente me llevo a ese momento en donde todo era hermoso, ese lugar que fue mi hogar por años, meses, semanas y días. Dónde la sombra de algo más grande y podía moverme como el mundo me perteneciera, yo era libre. Ahora mismo en el profundo mar me siento de la misma manera... Porque una vez que mi corazón deje de latir, la libertad solo se sentirá en forma de un sueño infinito a la espera de que tome otro cuerpo humano y sus ojos, sean mis ojos, su voz la mía, sus pensamientos mis nuevos pensamientos...'

La azafata me pasó una botella de agua con una sonrisa, la iluminación de la pantalla de mi computadora golpeó en su rostro, le di las gracias y continúe escribiendo con I Took A Pill In Ibiza de fondo, mis dedos se movieron al ritmo de la musica y a las palabras se volvieron mi tornamesa, sentí que estaba creando como los autores crearon la canción y no pude evitarlo tararear.

Llevo poco tiempo metida en construir a mi personaje pero cada vez que me meto en su piel, siento que puedo lograr lo que sea. Ella es mi inspiración, la chica que me guió al avión, regalándole un suspiro cuando leía sus palabras, la que me enseñó más de lo que jamás imaginé que sabía. Era mi creación y al mismo tiempo mi refugio, por ello me gustaba escribir y también por eso me gustaba actuar, mis personajes me enseñaban más de lo que quería admitir. Aunque a veces fueran un poco Meh.

Estiré los dedos un momento para poder concentrarme en mis siguientes palabras pero el sueño me estaba ganando, podía ver qué la noche se oscurecía más a medida que nos íbamos alejando de Nueva York, y sentí la brisa en mi rostro aunque no se pudieran abrir las ventanas. Decidí mejor guardar el archivo y dejé caer mi cabeza en el cómodo asiento, aún la música pasando por mi oídos y dándome una forma diferente de ver el cielo con ella.

Hubo una pausa enorme hasta que escuche la música más de lejos, cada vez más lejos y dejé de escucharla por completo. Me había quedado profundamente dormida.

La azabata me despertó cuándo aterrizamos, me ofreció un vaso con agua y me dió un momento para despertarme por completo antes de bajar, le di las gracias y me permití estirarme cuando toque tierra. Era la primera vez que venía a París, la ciudad del amor parecía todo menos una ciudad con dicha palabra. Recogí mis maletas y pedí un taxi, el conductor me habló en francés lo que me dificultó por completo la explicación. Al final se rindió de mis señas y decidió usar el traductor de Google, yo suspiré pidiéndole que me llevará a un hotel, reiteradamente barato. Si, fui millonaria pero ahora no estoy muy segura si mi cuenta bancarias está estables, prefiero no arriesgarme. El hombre me vio más una vez por el retrovisor y yo me deje caer en el asiento cruzando mis brazos, me estaba poniendo un poco incomoda.

—Disculpe ¿Pasa algo?— Le Cuestione y el traductor le tradujo en francés, el se puso nervioso.

—¿Usted es la señorita que actúa en esa serie de Titanes?— Cuestiono cambiando de carril, mire por la ventana y le dí un asentimiento.— Mi hijo es súper fanático, específicamente de usted y esa pequeña niña rubia amargada.

—Se llama, Annie.— Le corregí educadamente, el se aclaró la garganta.

—¿Me podría firmar un autógrafo antes de que se baje? Por favor

Yo lo miré de reojo y el hombre jugaba con la manga de su playera, no se porque todo el mundo actúa de ese modo con alguien como yo, si soy completamente normal. Le sonríe de lado y acepte su petición. El se puso feliz y comenzó a tararear una canción Francesa que alguna vez escuché en mi aburrimiento y búsqueda por Youtube.

El se estacionó en un hotel tan bonito que parecía casi imposible que estuvieras barato, pero reconocí que no estaba cerca de la Torre Eiffel, entonces si es que el hotel no me sale un ojo de la cara se refiere a eso. Y no soy tacaña, soy malditamente precavida. El hombre que ahora se que su nombre es Thomas, me entrego un papelito para que le dedicada unas palabras a su hijo, intento cobrarme solo la mitad del pasaje pero me negué, era su trabajo con eso alimentaba a su familia.

Baje del coche y cargue mi maleta quedándome medio estúpida por la vista, París de día parecía tan mundana como cualquier otra, sin embargo podía ver desde mi posición las calles rústicas que en las noches apuesto a que se iluminaban más que mil estrellas. Suspiré hondo y di un paso al frente justo cuando mi celular comenzó a sonar en mi bolsillo, lo saqué con una mueca y el nombre de Armin apareció en la pantalla.

—¿Cómo qué te fuiste a París?— El me cuestióno cuando le contesté, deje mi maleta frente al mostrador y saludé a la recepcionista con una sonrisa.

—¿Cuanto por una habitación?— Le pregunte quitando el celular de mi boca para que Armin no se confundiera, la señorita me miro unos momentos, me dijo los precioso, una habitación sencilla equivale a 900 pesos mexicanos, quiere decir que 43 dólares. Bueno me suena a un trato justo.— Deme la sensilla por dos días, por favor.

La señorita me entrego un papel para rellenarlo y mientras lo hacía por fin le preste atención a Armin, que me da la impresión de que se está limando las uñas mientras espera.

—Fue improvisado.— Le informe, anotando mi número de teléfono, el Chasqueo la lengua la otro lado.

—Mis calzones, se muy bien que esté imprevisto tiene nombre y apellido.— Armin Chasqueo los dedos y me lo pude imaginar moviendo la cabeza.— Pudiste haberme llevado por lo menos. No sabes cuánto guapo hay en París.

—Pensé que estabas interesado en Eren.— Le entregué el papel a la señorita y busqué mi cartera para pagar, Armin tartamudeo del otro lado.

—Si bueno, cállate...— Supe que se había sonrojado y me rei.—Yo nunca te reclamé tu interés por Annie, pequeña perra.— Se que el perra es de cariño, en su voz siempre suena gracioso ese apodo.— De todas formas, por la menos me hubieras avisado, ¿no se supone que somos amigos?. La última vez que te ví, fue en el restaurante con los demás.

La recepcionista me dió la tarjeta y yo le di la gracias con una sonrisa, me señaló el camino y cuestiono si necesitaba ayuda con el equipaje, yo me negué amablemente.

Camine a paso lento para llegar al elevador.— Somos amigos.— Le dije por fin a Armin.— Ya sabes cómo soy, suelo ser bastante impulsiva, así que solo pensé en venir y lo hice.

Armin al otro lado se quedó unos momentos callado, las puertas del elevador se abrieron y entre rápidamente. Marque el número diez y espere pacientemente.

—No puedo discutir con tú terquedad.— Por fin dijo después de soltar un suspiro.— Pero siquiera, ¿Annie sabe que estás ahí? No puedes llegar solo decir; Hey por fin me di cuenta de tus sentimientos, vamos a intentarlo. Así no funcionan las cosas. Tienes que considerar los sentimientos de la chica, no repetir lo que hiciste la última vez.— Hice una mueca al salir del elevador, dándome cuenta que realmente no tenía un plan.— Particularmente si a ella le gustas de la misma manera, dale tiempo para que asimilé esos sentimientos. ¿Cuanto tiempo piensas quedarte en París?

Busque el pasillo del número de la habitación con la mirada, calibrando las palabras de Armin.

—Pedí una habitación por dos días.

—Joder, si que eres idiota.— Nunca en mi vida lo escuché maldecir, me tense deteniendome en el pasillo.—Necesitan hablar, y por lo que veo, el asunto en general tomara más que solo dos miserables días.—El gruño y yo hice un puchero mirando por la ventanal del lugar.— ¿Que puedo decirte que no sepas ya? Es desesperante ver qué simplemente no avanzas con la chica, tienes tanto miedo de inténtalo, miedo de verla a los ojos y decirle en un susurro que la amas, que esperarás el tiempo que sea necesario por ella ¿Por qué lo haras, no es así?

Mire el cielo llenarse de colores naranja en un aviso del medio día.

—La esperaré.— Le dije a Armin, me lo dije a misma.— El tiempo que necesite.

—Eso es lo que ella necesita escuchar de tí, no que estás enamorada, eso ya lo sabe. Ella desea que la cuides como un amante lo haría. Amarla con todo y sus cicatrices y darte cuenta que será difícil apartir de ahora. Si la amas realmente entenderás eso y lo aceptarás.

Armin siempre fue el más sabio de los tres, y ahora no deja de sorprendeme con sus palabras.

—Lo haré.— Le informe entrando a mi habitación por fin.

—No me lo digas, demuéstralo.— Del otro lado se escuchó que lo llamaban y el  respondió de regreso.— Tengo que irme,  hablaremos más tarde y ve a buscar a Annie, tengo diez llamadas perdidas de ella. No quiero contestarle y que se me salga la lengua.

Suspiré levemente dejándome caer en la cama.

—Te amo amigo, y lamento tanto tenerlos a todos hartos con esto.

—Si lo haces. No quiero que regreses a Nueva York, hasta que estés arreglada con Annie. Nos vemos luego.

Me colgó minutos después, dejándome con la palabra en la boca. Me dispuse a ver mi habitación rápidamente ¿Y ahora que? Lista número uno de pendientes; Buscar el estudio dónde graba Annie. Supongo que la manera más efectiva sería su Instagram, pero hace mucho que no uso el mío, así que no recuerdo la contraseña, así que a internet se ha dicho. Saque mi celular que estaba en la maleta y lo prendí, espere unos minutos la pantalla de inicio me apareció con el teclado sin imagen para poner mi contraseña.

Busque la tarjeta dónde venía la contraseña del internet y una vez que mi celular agarro con normalidad, me dispuse a poner la contraseña. Era una lata pero a falta de que por el momento lo único que hacía era escribir, lo social puede esperar por unos días. Menos eso, de todas formas estoy en una ciudad en dónde quizás la inspiración me llegue sin saberlo, y puede que consiga el papel del cual Annie me menciono, todo puede pasar.

El aparato vibró varía veces en mí mano, tenía mensajes de Whatsapp, normales y llamada, que no se porque hasta ahora me llegaron, pues siempre se ven cuando el celular termina de prender por completo, todas eran de Annie, lo que hizo que mi corazón diera un vuelco de felicidad, la mayoría preguntaba si estaba bien, o si estaba enojada con ella por mi contestar. El último que envío fue hace media hora, decía; ¿Ya lo sabes? ¿No es así? Por  favor, hablemos. Llámame.

Sentí feo que su mensaje sonará de esa manera, un poco desesperara. Tragué saliva y la dejé en visto. Busque rápidamente el Set en internet, me apareció casi enseguida, solo que las calles estaba un poco escondidas, según Google maps. Hice captura de pantalla y tome mi pequeña tarjeta, mi suéter por si acaso, la cartera de los Simpson que llevaba conmigo y chocolate que coloque ayer para los nervios. Aquí vamos, es hora o nunca.

...

Cuando llegue al lugar, me reloj daba las cinco de la tarde, el cielo se veía como si estuviera punto de llover y considere la posibilidad de que regresará al hotel hecha sopa, más no me importó. Suspiré un momento antes de buscar una manera de entrar, seré estúpida pero no tanto. Claramente necesito un permiso, ya sea de invitado o de trabajador. Según internet el set era el número cinco, todo siempre es en el número cinco.

En la entrada estaba custodiando un policía que parecía mucho más grande que yo, y yo era una mujer alta. Estaba mosculoso hasta las pelotas y creo que esa barba es falsa, hice una mueca pensando en que hacer.

Saque de mi bolso una libreta que compre en el camino y apunto las posibles formas de entrar, las puertas en donde no había nadie, también como cuantas personas estaban saliendo cada minuto aproximadamente para saber cuánto tiempo tenía, estando a la mitad de mi análisis, el sonido de un claxon me hizo saltar en mi lugar, alce la mirada para encontrarme con unos ojos verdes divertidos. De todas las personas con las que me pudiera hacer encontrado, no esperaba que fuera con Alexa Quiroz.

Ella alzó una mano en mi dirección y se estacionó a mi lado, di un paso atrás escondiendo la libreta detrás de mí espalda.

Alexa era mucho más hermosa en persona de lo que imaginé, tiene rasgos finos y pulcros, mirada dulce junto a unos labios de un color natural rojo, tenía casi un parecido a Rihanna aunque Alexa parecía ser más morena y sus ojos no eran verde claro, más bien era un verde esmeralda, su cabello era ondulado de color castaño y sus cejas pobladas combinaba con su rostro. Bueno ella era la segunda cara de está serie, claramente tenía que ser igual de guapa que Annie.

Me alzó una de sus cejas perfectas en una pregunta silenciosa y no supe que decirle. En cambio me crucé de brazos y cuestione con una voz inocente.

—¿Sabes dónde está Annie?

Ella se recargo en su asiento, tocando el volante con sus uñas en un sonido estilo tambor, espere pacientemente a que me comentará algo, pero ella me estudio por demasiado rato antes de soltar un suspiro pesado y chasquear la lengua.

—Sube, te llevaré con ella.

—No te dijeron que es malo subir a desconocidos a tú coche.— No pude evitar decir.

Ella se río levemente.

—Annie me ha contado tanto de ti, los últimos meses que puedo asegurarte que se de qué color traes los calzones hoy.

Di un paso atrás.

—Eso es muy gráfico.

—Me vale, ahora sube. No tengo todo el maldito día.— Ella golpeó con la palma de su mano su coche de forma lenta, apresurandome.

Me moví un poco dudosa, metiéndome en su hermoso Mercedes, me preguntó en cuantas producciones ha estado está Dama.

Ella cerró con seguro una vez que me puse el cinturón y prendió la radio en un canal cualquiera. Don't Speak, comenzó a sonar y supe que el canal era de canciones de los noventas, miré por la ventana y me imaginé a Annie cantando está misma canción conmigo en un pequeño viaje por la ciudad, ella ama está canción. El solo de guitarra le hace cerrar los ojos y sus dedos siempre se mueven a la par del sonido. Alexa le subió al darse cuenta que la estaba cantando y le agradecí con una pequeña sonrisa, regresando mi vista por las calles se París.

Nos quedamos en un silenció algo incómodo, no soy buena para relacionarme con las personas y Alexa tiene un aire de ser como Ymir, y ya tengo una Ymir a mi vida, dos me daría jaqueca o ganas de morir.

—¿Que papel interpretas tú?— Le pregunté una vez que la canción se acabó, me acomode para mirarla y ella estaba concentrada en el camino, sus cejas se juntaron pensativa.

—Creo que eso es bastante obvio.— Me informo con una leve sonrisa. Asentí para que continuará.— Soy coprotagonista, mi rol es de la niña rebelde y supuestamente sin corazón.

—La que Annie tiene que amar sin importar su errores.— Agregue.— ¿Cómo ha sido para ti, trabajar en este papel?

Ella me miro de reojo.

—¿Que es esto? ¿Una clase de entrevista o algo así?

—Simple curiosidad. Hasta el momento no he conseguido un papel en donde conserve mi sexualidad.—Hice una pausa incómoda, acabo de asumir que Alexa es homosexual, aunque muy hetero, no se ve. —Lo siento, estoy sacando conclusiones.

—Esta bien. No te equivocas del todo. Soy bisexual.— Ella me informo sin pena alguna.— Es relajante, cómodo también y me siento con ganas de pararme de mi cama y venir a este lugar, pues el guión junto al director no son una mierdita que solo buscan sensualizar a las lesbianas. Ellos realmente crearon una historia hermosa conmigo y Annie.— Me acomode mejor en mi asiento dándole mi atención.— Aunque si te soy sinceramente, Annie no se puede acoplar del todo a su personaje. Se pone un poco rígida cuando tenemos que fingir besarnos o que se ponga muy dulce.

—Es normal, ella nunca ha experimentado algo como esto.— Le aclare.— La conozco, tarde o temprano lo hará de maravilla.

—Lo se, tu amiga es un ángel.— Ella tiene razón.— Y por eso, espero que no seas una mierda con ella.

Alexa tiene el derecho de defender a Annie, parece que sabe más de lo que yo se, y sus ojos verdes tienen un fuego de protección. Ella fue su compañera, amiga y soporte por el tiempo que lleva viviendo aquí. Eso no se paga con nada.

—Hemos cometido errores.— Empecé en voz baja, jugando con mis dedos.— Pero estoy dispuesta a remediarlos y esperar por ella, el tiempo que necesite.

Alexa me miro con sus ojos claros en un semáforo, su análisis parecía atravesar mi alma, como si me pudiera leer como un libro abierto. Ella era mucho más perceptiva de lo que a simple vista parece, me sonrió levemente después de unos segundos y puso una mano en mi hombro, mirando al frente de nuevo.

—Te doy la bendición entonces.

El silencio vino después de eso, el lugar a donde nos dirigimos parecía estar lejos a causa del tráfico que nos detenía en un dos por tres, me comenzaba a poner de los nervios

—¿A dónde vamos?

—Tardaste mucho en preguntarme eso.— Su voz sonó monótona.— Vamos a un lugar al dónde Annie no quiere que vayas.

—¿Por qué? ¿No sería incómodo para ella?

—No te conozco Mikasa, pero ella si. Así que...— Se encogió de hombros y me despeinó con una mano.— Ahora yo soy la que decidirá porque estoy aburrida y su drama me gusta.

—Eso es malvado.— Le reconocí con un poco de miedo.—No creo que sea buena idea que vaya, si ella no quiere que vea esa parte de ella. No tengo que forzarla.

—Ese es el problema con ustedes dos.— Me señaló con la punta de su dedo.— Annie pretende estar bien y tú con tal de que ella se sienta cómoda y "normal" le sigues la corriente, a veces la gente tiene que forzar algunas situaciones o un conflicto que pudo haber durado solo dos mil palabras, termino con más de diez mil. ¿Lo entiendes? No estamos para desperdiciar tiempo.

—Hablas como alguien que escribe.— Ella me guiño un ojo.

—¿Quién crees que escribió en Wattpad, tantas historias paralelas de su Shipp?— Alexa jugo con sus cejas, tocando el claxon a una moto que se nos atravesó, le mentó la madre al conductor que le regreso en insulto y todo eso, con mi cara se asombro de fondo.— Yo amo escribir, pero prefiero por mucho la actuación o dirigir algún cortometraje.

—Buscare tú usuario.— Balbuceo, era la primera vez que conocía a un escritor tan de cerca.— Y respecto a lo otro, espero algún día poder ser parte de un cortometraje tuyo, sería divertido.

—Tener a la mismísima cara de culo en mí proyecto, sería una dicha.— Se burló y me no me moleste por el apodo, era la primera vez que alguien del fandom me llamaba de ese modo, es nuevo.— Y suerte con encontrar ese bendito User.— Ella estacionó el coche enfrente de un gran edificio parecido a la estructura de un museo.— Hemos llegado.

Mire el lugar, sus puertas eran de un color marrón muy bonito envuelto en marcas que no podía ver desde mi altura, las ventanas estaban tan limpias que la lámpara que colgaba enfrente se reflejaba y dejaba ver el resplandor de su luz en el suelo de la misma, tenía unos cuantos letreros pegados a un lado, también una que otra bicicleta se notaba escondidas en sus recargaderas. Este lugar se parecía mucho a dónde yo pase por cuatro meses.

Y Annie aún sigue viniendo.

Alexa me abrió la puerta del auto y prácticamente me saco a patadas, si en definitiva se parece mucho a Ymir. Me dio un pequeño empujón haciéndome golpearme con la puerta, el ruido llamo la atención de la encargada pues me abrió con una mirada gélida.

—¿Viene por alguien?

Alexa ya se había regresado al coche, así que no me quedo de otra que asentir.

—Se llama, Annie, Annie Leonhardt.

Los ojos de la mujer brillaron a escuchar su nombre.

—Oh, la señorita Leonhardt. Ahora mismo está en el podio, pero pasa, sería muy bueno para ella que una amiga estuviera, ahora que se ha decidió a hablar.— La señora mayor me tomo del brazo con suma delicadeza y arrastró por unos pasillos de color blanco, se veía un poco tétricos.

Abrió una puerta grande y me permitió pasar, mire por encima de mi hombro nerviosa cuando la cerro detrás de mí, ¿Estaba bien entrar así, sin más? ¿Dónde quedó la formalidad o algo así?

—Llevo demasiado tiempo viniendo a este lugar...— La voz de Annie me hizo voltear de golpe, ella estaba parada enfrente de todos, mirando al suelo con un poco de nerviosismo, a su lado la psicóloga del grupo le ayudaba a sostener el micrófono, con ojos compresivos.— escucho sentada en un rincón sus Historias, veo en sus rostros las lágrimas que los recuerdos les hace sacar, llorando en silencio con ustedes evitando avergonzarme a mí misma.— Soltó un denso suspiró y por alguna extraña razón me dio la impresión de lo que viene a continuación no es algo que Annie le gustaría que yo escuché, pero mis pies no podían moverse de su lugar, como si tuvieran vida propia y su pensamiento es que cualquier ruido que haga, evitara que Annie hablé lo que tanto tiempo a comprimido su pecho.— La primera vez fue la peor.— la vi apretar la mandíbula con asco.— Le rogué que me hiciera el amor como nunca nadie antes, quería sentir sus labios en mí piel, para dejar de pensar en la otra persona, quería dejar de sentirme culpable por querer a alguien más.— Tengo que salir de aquí, tengo que irme.—Y en medio de un orgasmo, se me salió su nombre y el infierno se desató, él me gritó en la cara una y otra vez, me menciono lo zorra que podría llegar a ser y si iba a ser una perra, sería su perra y yo en ese punto nisiquiera estaba excitada, tenía miedo demasiado miedo.— Mi pecho se contrajo cuando ella se abrazo así mismo, aún sin mirar a nadie a la cara.— pero su enojo le nubló el juicio, no noto lo espantada que estaba. Se quitó el condón que llevaba puesto, el gruño que no sería bueno conmigo, que sí yo le pegaba una enfermedad iba a matarme mucho antes de que el muriera y me tomo violentamente, yo grite tan fuerte pero sabía que la casa estaba sola, él también lo sabía.— Aprete la mandíbula y los puños, hijo de... Y todo eso paso en mi casa, puede que en momentos en donde yo tenía los audífonos puestos y me concentraba en mi escritura. — Forcejé para intentar apartarme pero al ser más grande y fuerte, me trató como una muñeca inflable, tengo marcas de sus dientes en mi pelvis, en mi estómago, muslos y cuello. Fue la cosa más asquerosa que sentí en mi vida.—Solto un pequeño hipo y supe que estaba comenzando a llorar, me contuve para no acercarme y abrazarla.— Tuve miedo de que después de eso, quedará embarazada. Así que cuando él se fue, no pude evitar ponerme de pie y vomitar en mi Inodoro, me sentía sucia, la sangre empapaba sus sabanas, el miedo recorría mis venas pero no tenía ánimos de salir, quería esconderme debajo de las sábanas por siglos, sin embargo no quería nada de él, pues se había corriendo tantas veces dentro de mí que...— Golpeó su puño contra su pierna en forma de frustración, su voz estaba entrecortada a este punto.— Ya no me sentía yo misma, me sentía como un frasco que rellenas y ya, no me sentía como una mujer. Me sentía como un objeto. Y grite, rompí cosas, una y otra vez. Deseé que alguien me abrazara pero al mismo tiempo que nadie más lo supiera. A pesar de la oscuridad de la noche fui a la farmacia por unas pastillas anticonceptivas y alcohol para cuidar mis heridas.— Ella hizo una seña con las manos, dando a entender lo de curar sus heridas, un tic nervioso que tiende a hacer cuando va a decir algo que a nadie le gustaría escuchar.— Después de ese día, aquella persona me sofocaba de sobremanera, iba por mi al trabajo, me impedía estar cerca de mis amigos, y continuaba con su tortura sexual una y otra vez. Dejo de ser cariñoso, dejo de darme besos que me pusieran nerviosa, dejo de amarme, solo quería que no fuera de alguien más. Supe que al quinto mes de estar juntos me puso los cuernos.— ¿Que?— Era un machista presuntuoso que en la cara me dijo que el podía estar con cualquier, pero yo no, porque no era nadie.— Ahora mismo quiero regresarme a Nueva York y refundir a Eren en la cárcel.— Solo era un objeto que le gustaba follar, solo tenía una boca que el pudiera utilizarlo, vagina en donde descargaría su semen cuando no pudiera hacerlo con nadie más.— Idiota.— Y me lo creí. Me sentí como una hormiga alado de él, y fingí que aún lo  amaba enfrente de la persona que comenzaba a moverme el tapete de sobremanera, me sentía culpable por ese hecho, en parte pensaba que estaba bien que él me hiciera eso, ya que lo había engañado tantas veces al pensar en alguien más. No puedo escapar de su recuerdo, no puedo huir del miedo que aún provoca en mi a pesar de lo lejos que esta. Solo no puedo hacer que mí corazón deje de llorar, que en las noches las pesadillas terminen, no puedo hacerlo sola.

El lugar se quedó en un enorme silencio, yo no tenía palabras. Annie paso por todo eso por meses. Apreté la mandíbula y mire justo como sus ojos miraban a los presentes, lo siguiente que dijo fue como un detonante de todo lo mal que hicimos los tres.

—Ahora no puedo explicarlo con claridad.— Comenzó de nuevo.— El me convenció de que saliéramos a festejar nuestro sexto aniversario. Yo no quería ¿Que carajos iba a festejar? Que sus arranques de mierda, no me dejaron embarazada o que no me mato.— Soltó una risa irónica y miro a la psicóloga, ella le alentó para que continuará.— Desee desesperadamente que mi amiga fuera más persisten en su invitación de salir a comer para no tener que pasa lo noche con el, pero cuando ella me lo pidió, El estaba aún lado y no pude ser lo suficientemente valiente para decirle que no a el, aquella persona que tanto daño me hizo. Entonces...—Sonrió un poco.— Fui a buscar a mi mejor amiga y la encontré de una forma muy extraña con una de nuestras compañeras de reparto, sentí algo, algo que no había sentido en mucho tiempo. Me había enojado, lo juro a pesar de todo lo que estaba pasando me enojó verla en esa posición como si estuvieran a punto de besarse...—Chasqueo la lengua, jugando con sus dedos.— Le pedí que me acompañará a los camerinos con la escusa de probarme un vestido pero solo quería pasar tiempo con ella, solo quería que me escuchará. Sin embargo no le atreví a decirle ni una palabra y en cambio me refugie entre sus brazos esperando que los celos y el dolor se disipada. Era un ¿Cómo decirlo? Un mar de sentimiento, estaba tan envuelta en toda esa carga emocional que no me importo que el me emborrachada...— ¿Por qué siento que sus palabras me van a doler?— Me llevo a la casa de su hermana postiza, como tantas veces lo ha hecho antes y me tumbó en el sofá, veía borroso recuerdo eso, que veía muy borroso... El me Susurro unas cuantas cosas que apenas y puedo ordenar con claridad, sin embargo hay unas palabras que nunca podré olvidar de mi sistema mientras el me tomaba encima de el, me sentía drogado en ese momento; Gime como si estuvieras con la persona que más ama. Y lo hice, lo hice sin dudarlo. Pensando en ella, pensando en que sus brazos me tocaban en qué el dolor se convertiría en placer. Jugo con mi conciencia como jugo con mi cuerpo y al otro día supe la verdad de sus palabras...— Se movió incómoda en su lugar y entonces por fin sus ojos se toparon con los míos, ella dió un paso atrás con gesto sumamente preocupado, temerario. Ella dejo de respirar por unos segundos y entrecerró sus ojos en mi dirección como si esperara que desapareciera, no lo puedo hacer aunque ahora mismo lo quisiera. Aún así ella se armó de valor y siguió con su relato.— El esparció un rumor en donde su hermana postiza, estaba enamorada de mí y lo estipuló con un simple comentario en donde mencionaba que lo supo de aquella vez en donde "Graciosamente" nos cacho en momentos indecentes...— No puedo creer que el hiciera eso.— Y se fue llorando, claro que todo fue por medio de una cuenta falsa pero el vídeo de ella subiendo por las escaleras que pude borrar horas después, fue el detonante para que todo se creyera, era un casa en donde ella estaba, así que los demás solo unieran dos más dos. A partir de ese momento todo fue envuelto en una capa negra en donde solo podía sentir y tocar el dolor. Gracias por escucharme.

Sus últimas palabras me dieron a entender que ella se iría, tomo las cosas que estaban en una de las sillas y paso por detrás del pequeño escenario, yo la seguí con los nervios de los pies apenas conectando con mi cerebro, la psicóloga grupal pidió la participación de alguien más, pero podía sentir su mirada en mi espalda. Divise el cabello rubio de mi amiga que se movía al contraste con su escapada, tropezó con una cuantas personas pero logro seguir por delante de mí. Puede que sea más pequeña pero es mucho más ágil que yo. Me disculpé con una chica que tire al suelo más no pude detenerme para ayudarla, le di una leve sonrisa y señale que estaba apurada, ella me mento la madre de todas formas.

Salte por encima de una silla que una enfermedad había dejado en el pasillo y por fin sentí que podía alcanzar a Annie que estaba apunto de atravesar la puerta trasera. Pase por su lado y la cerré en sus narices, pose mi mano en su cintura con delicadeza y evite que diera un paso más. Busque un poco de aire para dejar de estar tan mareada.

—No tienes que escapar de mí.— Le Susurré una vez que encontré mi voz, ella no dijo nada pero supe que estaba en las mismas condiciones que yo.— Solo vine a hablar, como querías... Esto, solo fue una coincidencia.— No considero que sea buena idea que menciona a Alexa, pues estoy segura que si me mata, la matará a ella después que a mí.

—Yo no quería que me vieras de está forma.—Por fin dijo, sus palabras sonaban rotas y aunque no la estuviera viendo, sabía que estaba cubriéndose la cara.— Quería que vieras la parte fuerte de mí, no la que no puede sostenerse por su cuenta.

Deje caer mi mano de su cintura y me puse enfrente de ella, aún mantenía escondido su rostro de mi, me agache para abrazarla, si no quería que la viera llorar, no lo haré pero aunque la vea de ese modo, lo único que pensaré de ella es que;

—Eres la persona más malditamente fuerte del mundo.— Susurré cerca de su oído.— No me importa si lloras, porque se que eso te hace ser humana, más humana que todos nosotros juntos. No me importa las sombras que cargas contigo pues se parecen mucho a las mías y...—La separé para verla a los ojos, ella aún lloraba y mi corazón se sintió moverse bruscamente en mi pecho. Quite con mi pulgas sus lágrimas y bese su frente.— Se que al final desaparecerán en la luz.

...

Annie se recargo en barandal de la Torre
Eiffel, mirando el paisaje nocturno lleno de lunes que parecían constelaciones de diferentes colores y yo la estaba mirando a ella, desde una distancia un poco más alejada, llevamos callada media hora y el frío comenzaba a golpear mis brazos desnudos pues le di mi chamarra una vez que llegamos encima de este monumento histórico, parecía pensar en lo que hará, lo que dirá o solo quería tener el viento golpeando su rostro y calmando sus nervios. La iluminación de la torre me dejó ver las lágrimas secas en sus mejillas y por más extraño que pareciera había un atractivo en sus lágrimas, como las gotas de lluvia en las pinturas que golpeaban en suelo, la piel o las cosas materiales. Simplemente era un fragmento de que lo roto suele ser muy hermoso.

—No sabía cómo decírtelo.— Ella estiró el dorso y siguió sin mirarme cuando dijo eso, sus palabras sacaron un pequeño vaho entre sus labios a causa del frío.— Audicione para este papel una  semana después de que oficialmente SNK había terminado de promocionarse. Nunca imaginé que me escogerían, tampoco que después de todos los escándalos la producción me aceptará. Estaba emocionada en ese entonces y nisiquiera pensé en ti cuando me pasó algo tan bueno, porque fuiste tan egoísta, fuiste una perra...— Me crucé de brazos dándole un poco la razón.— Me sorprendió cuándo Hitch me dijo que habías contactado con ella, para ayudarme con la demanda, todos los trámites los hiciste con ella, y nunca rompiste tu palabra de no acercarte a pesar de que en ocasiones veía las ganas que tenías de preguntarme cómo estaba.  Y... Cuando vine a esta ciudad a grabar después de la apelación de Eren, se sentía diferente, no se de qué manera. En Nueva York tenía muy malos recuerdos de lo que me pasó, pero eventualmente tenía recuerdos contigo y los chicos. Una tarde cuando estaba cenando con Alexa. Armin me llamo al celular, no sabía que aún conserva mi teléfono, me dijo que las cosas estaban bien y que esperaba que alguna día pudiéramos reunirnos todos como en los viejos tiempos y no pude evitar preguntar sobre tí, me dijo vagamente que te habías metido a una clínica de rehabilitación, pensé que algo malo te había pasado y comencé a preguntarle a los demás. Hasta que Sasha me dijo en una de mis interminables preguntas, que  saldrías en una semana de la clínica.— Está vez me miro, sus ojos azules eran una combinación infinita de emociones, de diferentes tonalidades marinas y de magnetismo.— Nisiquiera lo pensé dos veces.—Ambas nos reímos, pues éramos igual de impulsivas.—Empaque mis cosas en una pequeña maleta, y Alexa tuvo que convencer al productor de que me diera unas semana libres, no se cómo lo hizo pero al final de vuelo me llegó un mensaje de ella diciendo que todo estaba en orden. Me regreso el alma al cuerpo.— Me acerque un poco más a ella, dió un paso atrás y yo me detuve.— Déjame hablar, llevamos tanto tiempo huyendo de nosotras mismas que es un muy buen momento para ponerlo todo sobre la mesa...— Soltó un profundo suspiró.— Te observé tal cual acosadora en el momento que saliste por las puertas, tomaste tus cosas y comenzaste a mover la cabeza al ritmo de una canción. Tenía que detenerte, lamentó si te asusté. Te veias tan diferente, tus ojos no parecían esferas con capas de nada, de algo que no se puede descifrar, cuando me miraste fijamente por esos segundo, no había una mirada de alguien que tenía a un pedazo de carne frente a ella; Me observaste como una humana, lo más humana que podía ser. Disfrute el tiempo con los amigos y esa nueva versión de tí que aprendió a escuchar.— Sus hombros calleron y míro a otro lado.— El deber me llamaba, no podía simplemente dejar a mi personaje pues, ella me hacia sentir a salvo con su voluntad y su amor propio. Ella y Alexa fueron mi motivo para dar un paso atrás y mentirte con el papel, quería regresar a lo que me hacía sentir bien.— Soltó un resoplido y se acercó a mí a paso rápido, la palma de su mano se puso justo donde estas mi corazón que latía de una forma desbordada.— Tenías que estar en mis pensamientos ¿No es así? Tantas personas en esta ciudad y no podía dejar de pensar en tí, en vez de esperar a que me durmiera ¿Por qué nunca viniste conmigo? Conseguiste un perro de un nombre raro y estás a nada de terminar un libro y yo aquí pensando en si alguna vez volvería a verte. Si no muevo las piezas, nunca te atreverías a acercarte.

—¿Y está lista para eso?— Le Cuestione y tome su mano entre la mía, apreté más fuerte su agarre a mi corazón, para que sintiera como le pertenecía.— Me dices esa tipo de cosas que solo hacen que tenga esperanza, pero nada de eso sirve realmente sí tú no estás segura de retomar una relación...— Me acerque más a ella y la tomé del rostro con delicadeza, limpies el resto de sus lágrimas y espere a que sus ojos regresarán a los míos, estábamos destinadas de una forma rara, de una forma que me cuesta interpretar. Pase la punta de mi pulgar entre sus labios y me estremecí violentamente.— Te amo.— Susurre levemente, Annie trago saliva.— Te amo tanto que estoy dispuesta a esperar todo el tiempo necesario hasta que tú corazón.— Pose mi mano en su pecho.— Confíe en mi corazón, confíe en mí con la misma magnitud en la cual yo confío en tí.

Annie me miro fijamente, sus pupilas se dilataron bajo la sombra de sus pestañas, es la mujer mas hermosa que ví en mi vida. Sabía que tenía miedo, también que estaba bien que lo tuviera, ella no tenía que estar conmigo ahora, ella podía pensarlo el tiempo que quisiera.

—Me da miedo.— Me dijo en voz baja.— Pase toda mi vida buscando pasión, en las poesía de los escritos de mi padre, en los guiones de las novelas de Shakespeare, en las pinturas que formaba con mis ideas y en el arte de la expresión al momento de actuar. Que cuando me enamore de Eren, realmente pensé que tendría esa pasión que tanto anhelaba, la toque por los primeros dos meses, después la duda llegó y los celos, lo malo de las relaciones se amplificó de sobremanera.— Bajo su vista al suelo y yo hice que me mirada de nuevo.— Lo Odie, odie cada segundo de esa relación después de ser la mujer más feliz del mundo y aunque te quiera de la forma que lo hago, yo no puedo está en una relación. No ahora, cuando he sufrido tanto.— Bese su frente con cariño y ella se apartó con algo de violencia.— Pero no es justo para tí, tienes que dejarme ir, tienes que...

—No lo haré.— Le sonreí levemente y me deje caer en el suelo del lugar, le pedí que se acomodara con delicadeza en mis piernas, ella lo hizo con duda.— Necesito que entiendas, que está bien tener miedo. Puede que todo esto sea difícil y que el mundo se te venga encima ahora mismo, pero por encima de lo enamorada que este de ti, no te dejare ahora que más me necesitas. Porque eres mi amiga y el amor es injusto, no sigue reglas y  puedes confiar en que cuando te sientas lo suficientemente segura para estar con alguien, sea conmigo sea con alguien más, quiero ser la primera en saberlo. Seré tú amiga, esperaré el tiempo que sea necesario, no importa si al final no te quedas conmigo. Déjame quedarme contigo y cuidar de tí, por favor.

El cabello de Annie danzó con el viento cuando una fuerte ráfaga paso entre nosotras, ella paso sus manos por mis hombros y me acerco más a ella, dejo un beso en mi frente con la misma dulzura con la que yo lo hice, me permití cerrar los ojos aspirando su aroma de pétalos de rosas. Ella poso su nariz en mi cabeza y suspiró lentamente, un pequeño olor a hierbabuena me llegó a las fosas nasales junto al golpe de su respiración chocando con el puente de mi nariz, es lo más cercano que hemos estado en mucho tiempo y se sentía tan íntimo como hacer el amor.

—Debo ser sincera contigo.— Su voz sonó un poco dudosa y la sentí ponerse rígida.— Yo no sé que pasará, no quiero crearte falsas esperanzas y que termines con el corazón roto, así que considero que me digas si estás completamente segura de tú decisión.

Nos quedamos en silencio, un silencio en donde las estrellas iluminaban mi alma, junto a los latidos de su corazón contra mi costado, la mire de reojo, era tan chiquita que cabía perfectamente en mis brazos, como un bebé recién nacido y mi corazón dió un vuelco cuando me miro con sus hermosos ojos oceánicos bajo la fuerte brillo del lugar.

—Segurísima.

"Todas esas voces en nuestra cabeza, bueno, siguen gritando, más y más fuerte pero no, nos hundirán..."

Un año imedio después.

Annie Leonhardt.

Hay ocasiones en las cuales me gusta detener el tiempo, ya sea en un sentimiento escrito en papel o en una pintura que te haga cuestionar tú propia existencia. Me gusta sentir que puedo tomar eso de las personas que las hacen ser humanas, cuando se toman la molestia de pararse enfrente de alguna de mis pinturas y admirarlas, de ese modo es como detengo el tiempo, los sentimientos y la verdades. No hay nada más poderoso que la vista, porque todo puede decirte con solo un segundo observando esos ojos del espectador.

Así es como entiendes los sentimientos ajenos, así es como puedes crear arte en base a dichos sentimientos. De ese modo te consideras lo suficientemente buena para presumir que lo eres.

Y realmente lo soy, porque las obras que están ahora puestas en exhibición, fueron producto de mis profunda pesadillas, de mi dolor agonizante, dudas y una corrediza con el destino.

Soy la musa de mis propias obras de arte.

Cuando comencé a pintar para los demás, jamás imaginé que llegaría tan lejos, no de esta forma, quizás mis influencia como actriz fuera parte de eso, sin embargo no todo el crédito se debe a eso, porque puede que tengas muchas influencias pero no hay manera de que avances si no eres lo suficientemente bueno.

Esto fue mi terapia para poder comenzar a sentirme un poco menos tensa, o tener ataques de ansiedad, está era mi nicotina cuando necesitaba relajarme y amo lo grande que me ha llevado. Amo lo mágico que todo esto puede llegar a ser, tanto lo bien que me hacía sentir sacar todo mis pensamientos en un lienzo con la pintura resbalando por mis dedos o el pincel jugando entre mis dedos, la música de fondo que tarareaba y aunque no lo crean, la presencia de Mikasa vagando por mi departamento también me ayudó a mejor mucho, más de lo que alguna vez hubiera pesando.

Y agradezco infinitamente saber que ella tenía razón, que eventualmente mis sombras desaparecerían en la luz.

—Mikasa.— La llamé en medio del comienzo de una pintura, de fondo teníamos moderada la música para el disfruté de ambas, ella dejo de teclear en su computadora y me miro, me gustaban eso de ella, si estaba ocupada y yo la llamaba no dudaba en darme toda su atención.— ¿Invitaste a nuestros amigos?

A veces suele meterse tanto en sus historias que olvida por completo las cosas que le pido, así que tiendo a recordárselo.

—Venga Ans.— Ella dijo el apodo que comenzó a ponerme hace unos meses, quedaba con mi nueva yo.— Nunca olvidaría eso, es importante para tí. Les envié un correo a cada uno justo después de que me mencionara sobre la exposición.

Yo la mire sobre mi hombro, sus ojos grises me observaron bajo los espejos de sus anteojos, Mikasa con ese objeto era una persona de otro nivel, me sonrió de lado y yo me sonroje.

—Te lo mencionó porque la última vez olvidaste pasar por Alexa y se enojó.— La moleste dándome la vuelta con mi banquito.— Y le debes una grande por darte el papel.

Ella suspiro y medio cerró su computadora.

—Ya no me lo recuerdes.— Se acomodo los anteojos y se cruzó de brazos.— Ella lo hizo porque quería, que saliera con que el favor no era gratis es otro asunto.— Junto las cejas y se quitó unos mechones del rostro.— Quizás lo único bueno es que puedo manejar su Mercedes.

Alcé una ceja con curiosidad.

—Aun me sorprenda que tengas dinero y no compres nada de eso.

Ella Chasqueo la lengua.

—Si, bueno déjame decirte que lo estoy ahorrando para cuando Cesar venga, Tengo que consegir un departamento. Y no es como si París fuera una ciudad barata.

—¿Te mudaras?— Le cuestione cruzando mis brazos bajo el pecho. Asintio con una media sonrisa.— Yo no te estoy corriendo.

—Lo se.— Dejo la computadora a un lado y se sentó como indio enfrente de mí, me quite unos mechones de la cara para poder verla mejor.— Solo que pienso que César a crecido demasiado, si Historia me ha enviado fotos en este último año imedio, sin embargo es muy diferente saber que tanto se estiró en todo este tiempo. No quiero que termine destruyendo tus obras de arte.

Rodé los ojos y le enseñe la lengua. Veinticinco años y aún somos súper maduras, ella se burló de mí.

—Eso suena a una escusa pobre.— Le avise y continúe con lo mío, puede que esté siendo muy infantil pero llevo durmiendo en la misma cama con Mikasa desde que se mudo, dudo mucho que me acostumbré a no tenerla todo los días conmigo, es una persona importante para mí.— César también puede vivir aquí.

Se escuchó un pequeño ruido y después pasos acercándose, Mikasa se sentó detrás de mi y me rodeo con sus fuertes brazos, me deje caer en su pecho y la mire, ojos grises azulados que llenaban mi estómago de mariposas traicionerás me miraban fijamente, me apartó el cabello con un dedo y paso su pulgar por mi rostro, ella hace mucho eso. Es como si le gustará tocarme para recordar que soy real. Se mordió el labio inferior y me besó en la frente murmurando algo que no pude entender. A veces estos tipos de gestos me ponían nerviosa, está vez no fue la excepción.

—Lo veremos cuando mi amigo llegué, puede que después no te guste mucho la idea.— Su aliento olor a cereza me golpeó en la nariz y arrugue un poco la misma, ella me la pellizco con la punta de sus dedos y mordí su muñeca.— Eres una violeta.

—Eres una dramática.— Golpee su cachete un poco divertida.— Nadie te está corriendo lo vuelvo a repetir ¿Por qué no solo te quedas conmigo?

Ella se sonrojo un poco y yo supe cuál era realmente el problema.

—¿Es eso?

—No puedo controlarlo, lo siento.— Se disculpo torpemente, claro que no podía era natural en las personas, era parte de divertirse supongo.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que no eres de mi propiedad? Puedes acostarte con quien quieras.

Ella junto las cejas e hizo puchero.

—Se le llama estar enamorada.— Golpeó mi naríz y se puso de pie.— Cuando lo experimentes me podrás entender.— Tomo una toalla de uno de los cajones y se dirigió al baño.— Si me disculpas, necesito bañarme para esta noche y tú también.

Le avente un pedazo de papel que tenía aún lado y ella se rió de mi. Es una idiota pero como amo a esa idiota.

Seguí concentrada en mi pintura, envuelta en los colores claros del fondo, la pulgada del rostro en medio, su tonalidad variada y al mismo tiempo similar al de nosotras. hasta que la escuché salir del cuarto del baño, su cabello negro estaba tan mojado que se escurría por el suelo y se veía más largo de lo que realmente era. Odiaba cuando mojaba todo el suelo pero se que lo hace para hacerme rabiar.

—Eso está quedando bien.— Señaló mi pintura y busco entre la mitad de su armario algo elegante que ponerse. Yo suspiré observando detalladamente la tonalidad del rostro que cambiaba a medida que yo cambiaba de iluminación.— ¿No te convence?

—Lo hace.— Ella dejo caer su toalla una vez que se puso sus prendas íntimas, se puso detrás de mi y paso los dedos por la parte seca.— Solo que siento que puede ser mejor.

—¿De qué manera?— Puso sus manos en mis hombros y sentí escalofríos pasar por mi espina dorsal.

—Algunas hojas muertas de fondo, parecen más bien caca de perro, el cielo párese ser específicamente para gente bizca y el pájaro que supuestamente pinte parece una águila calva. Siento que no hago contraste con la presencia de la persona que estoy retratando.

—Eso no suena muy convencido de tú parte.— Razonó y después la escuché moverse para ponerse su playera.— ¿Para quien es el cuadro?— Abrochó uno por uno los botones de su playera de manga larga y yo me distraje un poco con el moviendo de su pecho subiendo y bajando.

Tragué saliva y volví mi vista al cuadró.

— Para la esposa del jefe.— Le informé aclarando mi garganta.— Es una mujer demasiado exigente y me da miedo lo que pueda pasar si le entrego algo que no le guste.

—No se mucho de Arte...—La escuché ponerse los pantalones y jugar con su cierre para subirselo.— Una vez, uno de mis profesores de la Universidad me dijo; El arte tiene muchas facetas, si no confías en lo que estás creando, no esperes cosas grandes para ti. Solo tomate un momento para respirar y podrás arregla los errores que tengas. Pero a mí consideración no creo que lo que dices sea del todo cierto.— Se movió por la habitación y la ví ponerse enfrente del tocador, todas sus joyas como las mías estaban en mismo lugar, se puso un poco de perfume y busco un labial que combinada con con su tono de piel.— Es hermoso porque estás poniendo pasión en ello.

Le di la espalda y detalle el cuadro de nuevo, aún tenía la espina en mi corazón de que algo no anda muy bien con el mismo, ese presentimiento me ha albergado desde que lo comencé hace menos de un mes, y no deja de molestarme de sobremanera. Así que me puse de pie y estire los brazos.

—Tienes razón.— Le informe buscando una toalla entre mis cosas.— Tomaré un descanso, de igual manera se supone que hoy debo de estar de buenas.

—Es tu noche.— Me dijo peinado su cabello, me acerque a ella y bese su mejilla con una leve sonrisa, ella se sonrojo.— ¿Y eso por qué?

— Por ayudarme, no hubiera llegado hasta aquí, si no fuera por la paz que me generas.— La abrace por los hombros y nos vimos a ambas por el espejo, un contrastes en dónde yo estaba cubierta de pintura y ella solo le faltaba un poco de maquillaje para estar presentable.— Iré a bañarme, aunque sería genial ir de está manera. La gente tiende a ser idiota.

Ella se río y paso sus dedos por las yemas de mis dedos, su mano estaba calida en la mía y sentí que podía hacerlo todo, si solo me sostuviera de ese modo.

—Ya casi termino aquí ¿Quieres que prepare algo ligero antes de irnos?— Me pregunto besando el dorso de mí mano, suspiré y asentí con una sonrisa.— Ahora vete a bañar, que el olor del diluyente se pego en tu pelo.— Jugo con mis mechones rubios y la golpe en el mano divertida.

—Me voy.

Di media vuelta y entre al cuarto del baño, está es tú noche Annie, no lo olvides. Me mire las manos pintadas de pintura azul y me relajo sentir más extraña textura que dejaba en mi piel.

(...)

—Alexa.— La llame, una vez que la vi sola bebiendo en la barra de invitados. Mikasa se había alejado para ir a buscar a nuestros amigos, lo que me permitió buscar a la morena, que ahora mismo quizás llevaba encima copas de más, y apenas eran las nueve, ella me miro con sus ojos verdosos y alzó una ceja.— ¿Cuánto has bebido?

—No lo sufiente.— Hizo puchero y se cruzó de brazos.— ¿Que quieres?

Entrecerré los ojos y note algo curioso en su expresión, parecía triste y no le gustaba que estuviera triste.

—¿Estás bien?— Le cuestione y la aleje de la barra de bebidas, o se intoxicada antes de que den la media noche.

—No, y ahora solo quiero beber.— La tome de los hombros y la detuve en su lugar, era mucho más alta que yo, lo que me dificultaba el detenerla.— Óyeme, sueltame pulga.

Rode los ojos y paso mis manos por su rostro.

—Enfocate, ¿Que te pasa hoy?

Ella hizo un pequeño puchero y señaló por encima de nuestras cabezas. Cassie Henderson estaba fuera del recinto con micrófono en la mano, la reportera rubia de uno de los canales de noticia de la noche, era la encargada de trasmitir este hecho parece ser. Junte las cejas y detalle que entrevistaba a los invitados que comenzaban a llegar, no recuerdo que me entrevistada a mi, pero a decir verdad una vez que me acerque a este lugar estaba de los nervios, puede que no le pusiera mucha atención, ahora entiendo porque Mikasa se disculpo con la chica.

—No me entrevistó cuando entre.— Ella se quejó mirando el suelo como niña pequeña.— Quiero decir, soy tú mejor amiga y tú amante en la maldita serie de fama mundial, soy una futura directora de cine. Me hubiera encantado que me hablara.

Me reí un poco, está idiota.

—¿Me estás diciendo que tantas oportunidades que tenías para hablar con ella y nunca lo has hecho?— Golpe mi dedo en su frente y ella se hizo para atrás.— Ella no sabrá que claramente te gusta sí no se lo dices. Tanto tiempo molestándome con Mikasa y ahora probaré el dulce sabor de la venganza.

—No seas idiota y ayudame.— Ella infló las mejillas y dejo salir todo el aire, el alcohol en su aliento me golpeó en la cara como el aire de ese programa mexicano.— Por favor.

—Bien, cual es el plan.— Me rendí en el momento que me hizo ojos del gato con botas, maldita y su influencia de amiga.

Sus ojos se iluminaron con mi respuesta y se puso derecha, quitándose el cabello de la cara, Soltó una pequeña risa y me Acarició el cabello.

—Fingiras ser mi novia está noche.

Me reí fuertemente.

—No mame, ¿Que?— En serio no pude evitar reírme más fuerte a medida que la idea pasaba por mi cabeza. Esta bien que tengamos química en pantalla pero creo que nos meteríamos en muchos problemas si le ayudo con algo como eso.— Venga ya, debe de haber un modo más eficaz de cortejo.

—Creo fielmente en la idea de que provocar un poco de celos no hace daño.— Ella se llevó la mano al pecho.

—No sabes de lo que hablas.— Le advertí y la sostuve de la cintura para sentarla en una de las mesas, le pedí al camarero que me trajera una copa de agua simple y el asintió con una sonrisa.— Tenemos una idea equipada sobre poner celosos a los demás para que demuestren su amor, sin embargo el tiempo que llevó viviendo con Mikasa, ella me demuestra su amor a medida que vamos creciendo y nunca me ha celado o me ha dado motivos para yo sienta ese sentimiento.— Puse mi mano en su espalda y la miré.— a lo que quiero ir es que causar celos a propósito no siempre es buena idea, si tienes suerte quizás esos celos sean inofensivos y si no, pasará lo mismo que me pasó con Eren y yo no le deseo hasta a mí peor enemigo algo como eso. Cassie tiene cara de no ser buena persona pero rostros vemos pero es lo único que nos acerca a la persona.

Ella analizó mis palabras y tomo la copa de agua que el camarero le había entregado.

—¿Y no te da curiosidad?— Deje de mirarla para ver a mi alrededor, no encontraba a Mikasa por ningún lado, supongo salió del recinto.

—¿El que?— Le Cuestione mirando sus ojos verdes un poco opacados por el alcohol.

—Saber si Mikasa sería igual que Eren.—Me tense en mi lugar y ella me sostuvo de los hombros mirándome fijamente.— ¿Nunca se te ha pasado por la cabeza esa duda? Porque apuesto a que ese es el motivo por el cual aún no te atraves a pedirle que sea tú novia.

—Estas metiéndote en un terreno peligroso Quiroz. Te recomiendo que no menciones nada de eso.— Le amenace con una pizca de enojo.

Ella gruño y soltó un resoplido, después se puso de pie y es como si el alcohol en su sistema se hubiera disipado pues me sostuvo de los brazos y me arrastró por las mesas, salude a algunos de los invitados y posibles compradores con una sonrisa algo apresurada y me queje cuando me encontré envuelta en el frío del exterior, mis ojos automáticamente se fueron a la repostera que estaba en su descanso fumando un cigarrillo, ella nos miro y yo le sonreí de costado un poco incómoda. Alexa la miro de reojo, me tomo de las solapas de la playera y me beso enfrente de la chica, sus labios sabían a chocolate lo que me pareció un poco extraño teniendo en cuenta del alcohol en sus sistema.

—Mira Annie...— Me separé rápidamente a escuchar la voz de Mikasa, parecía emocionada, ella nos vio desde unos escalones más abajo y parpadeo rápidamente, dio un paso atrás y pude divisar en sus ojos una pequeña capa de dolor, espere que me gritara, que me insultara o que me llevara lejos de la gente para golpearme, pero en cambio solo hizo una mueca triste y bajo los hombros como si se estuviera resignando, se aclaró la garganta para continuar hablando.— Encontré a los chicos.— Sonrió un poco de lado y señaló al canino que estaba alado de su pierna, el amigo nos miraba fijamente.— ¿Puedes creerlo? Ellos vinieron con César.

—Así es como a mata a dos pájaros de un tiro.— Alexa me dijo al pasar detrás de mí, la mire irse detrás de Cassie que nos había echado una mirada de molestia antes de alejarse.— De nada.

Eres una tremenda idiota Alexa Quiroz, lo juro.

Me agache para acariciar su cabeza y el pastor alemán me lamió la mano, me reí fuertemente antes de darle un fuerte abrazo.

—Es hermoso.— Le dije y ella estaba mirando a otro lado, sabía que se sentía un poco incómoda.— Puedo explicar lo de hace un momento.

Sus ojos grises me miraron y suspiró levemente.

—No estoy molesta.— Ambas nos movimos del paso para dejar entrar a los demás. ¿No lo está? ¿Ya no siente nada por mí?— Tu misma me comentaste, que no estabas segura de lo que pasaría después. Si no estabas lista en ese momento, ahora lo estás, pero eventualmente no por mí y está bien...— Me tomo del rostro y beso mi frente como aquella ocasión hace año imedio.— Solo quiero que seas feliz, aunque esperaba que fuera alguien más.

—¿Por qué?— Me dio curiosidad.

—Alexa se parece mucho a Ymir.— Me informo y fue como si apenas me hubiera dado cuenta que efectivamente tienen cierto parecido. Mire detrás de ella, para ver a mis viejos amigos viéndose tan incómodos, que pena.

—No te preocupes...— La mencionada pasó su mano por los hombros de Mikasa, que la miro.— Te llevaré a un burdel para el corazón roto.

—No la vas a llevar a ningún lado.— Historia y yo soltamos al mismo tiempo, la niña rubia más pequeña que yo, le dio una mala mirada. En cambio yo mire a Mikasa.— Recuerda que tienes que entregar el mano-escrito de tú próxima novela, para pasado mañana y apenas llevas la mitad.— Continúe para disimular las molestia que su comentario me causo. Ella me sonrió y me relaje de solo mirar esa sonrisa.

Era su sonrisa de; Se me olvidó por completo, acabas de salvarme el pellejo.

Cómo amó esa sonrisa.

—¿Y nos vas a saludar o seguirán viéndose como si se quisiera coger?— Pieck hablo con voz monótona detrás de Mikasa.

La azabache la miro sobre su hombro.

—Vamos a establecer algo.— Ella dijo con voz suave.— A partir de ahora, no consideró que sea prudente que hagan esas tipos de bromas, más cuando Annie ya está en una relación...— No se lo negué, quería ver qué tan bien actuaba, si es que lo estaba haciendo.— Así que por favor no más de eso, sería muy incómodo para Alexa.

—¿La niña que salió casi corriendo?— Armin Cuestiono mirando a todos lados. Mikasa y yo asentimos el mismo tiempo.

—Ella le da un poco de miedo Mikasa.— Le confieso a mis amigos.— Todo por una escena que tuvieron que grabar juntas, practicando box y...— Me reí y de fondo escuché la risa de Mikasa a mi lado.— Alexa se intimidó cuando la vio en short deportivo y Top. Le dio miedo que sin querer la golpeara, reiniciandole el Windows. Por eso salió corriendo.

Una pequeña mentira no hace mal a nadie, creo.

Ellos se quedaron callados por unos segundos.

— La entiendo.— Fue todo lo que dijo Pieck antes de darme un fuerte abrazo.— Te extrañe gruñona.— Me recargue en su hombro y sentí como los demás nos rodeaban, amo con locura a estos idiotas.

—Chicos.— Mikasa nos llamó, ella no había entrado al abrazo grupal, lo que se me hizo raro.— Debemos entrar, están por exhibir tús obras Ans.— Señaló como en el escenario iban subiendo unas pinturas cubiertas de la misma tela que yo las cubrí cuando la entregué.

Nos acomodamos las arrugas de las prendas y tome la mano de Mikasa para que entrara conmigo, ella la apartó violentamente y después hizo una mueca.

—Lo siento, fue sin querer. — Se disculpo dándome una sonrisa, tomó mi mano con delicadeza está vez, como si temiera romperme.

La entiendo, es un impulso de los celos, a mí me llegó a pasar cuando estaba con Eren, ese impulsó lo veía un poco más normal que los otros, por lo menos era inocente pero no te hacía sentir menos mal. Cuando ingresamos de nuevo, los presentes nos miraron y algunos aplaudieron, yo saludé con una gran sonrisa.

—Esto es impresionante.— Historia le comento a Ymir detrás de nosotras.— A pesar de las veces que fuimos a eventos, esto parece un poco más formal.

—Mmj.—, Ymir le contesto de regreso.— Creo que los pintores tienen un poco más de privacidad que los actores, lo que a decir verdad eso es un poco más relajante.

Le doy la razón.

— Amor.— Alexa me llamo acercándose a nosotras, la voy a matar mañana, si es que hoy, no voy al hospital. Me dio un cortó beso en los labios y hice todo lo posible para no hacer una mueca, Mikasa me soltó la mano y dio un paso atrás.— Vamos, tenemos que subir a la Tarima.— Me abrazo por los hombros y le sonrió a Mikasa, que le regreso la sonrisa.— Nos vemos después Mika.

—Cuidala.— Ella le dijo y me Acarició el cabello, sabía que sus palabras tenían doble significado.— Las estaremos viendo en la mesa de enfrente.— Señaló la mesa y ambas ensentimos.— Mucha suerte Ans.

Mikasa mantuvo su mano en mi cabello unos segundos más y sus ojos grises me observaron fijamente, pude ver la discusión en su mente, lo podía ver perfectamente. Bajo la mano, dio media vuelta y se alejó con los chicos deseándome suerte de igual manera.

Paso mi brazo debajo del brazo de Alexa y mire como Mikasa se sentaba jugando con César.

—Quería subir con Mika.— Le dije una vez que estamos subiendo las escaleras.

—Ya lo sé.— Chasqueo la lengua.— Sin embargo, aún no demuestro del todo mi teoría, Ella no parece celosa para nada.

—Somos actrices, claramente somos buenos para enmascarar nuestros sentimientos. Además...— Me aclare la garganta.— Voy a saber la verdad una vez que regresemos a casa.

—¿Por qué parece que no tienes miedo de lo que pasara?

—Temerle solo me ciega, si va a pasar por lo menos está vez pretendo defenderme.— Le aclare y mire una última vez la forma en como Mikasa convivía con los demás, se veía igual a como Eren se veía con todo el mundo; igual de falso.— Solo espero que no sea el caso con ella, o en serio romperá mi corazón.

Alexa me sostuvo la mano con fuerza y nos vimos enfrente de los compradores con sonrisas nerviosas.

—Todo saldrá bien, lo prometo.

—Si no lo hace, te vendré a jalar las patas desde el infierno.— La amenacé con una mueca y pude ver cómo el encargado nos miraba divertido, me sonroje.

Tres vergüenzas en una noche es sufiente para mí.

—Buenas noches damas, caballeros...— El presentador hizo una pausa y miro a las mesas.— ¿Perro?— César le ladro como si lo estuviera saludando y el hombre lo saludo con la mano.— Supongo que los perros también le gusta el arte. Cómo sabrán estamos en las últimas de nuestras exposición del día de hoy. Aquí la señorita Annie Leonhardt y su...

—Novia.— Le dijo Alexa y yo intenté no rodar los ojos.

—Novia, Alexa Quiroz, nos acompañan para mostrar sus obras más destacadas y sí alguien está interesado en comprar alguna, no dude en alzar la mano para apartar dicho cuadro...— Siento que voy a vomitar, esto me pone de los nervios.— La primera pintura es titulada; Esa palabra es sufiente para querer morir. Es un título interesante.— El hizo a un lado la tela que cubría el cuadro y algunos jadearon al verlo. Era una extensión en escalada grises de una mujer en el suelo con la espalda llena de moretones, las gotas se sangre de resbalaban por sus heridas y manchan el lugar en donde estaba tirado, terminando de pintar su piel.

Algunas manos se alzaron rápidamente y supe que habíamos empezado bien.

(...)

Alexa me miro con ojos preocupados una vez que ambas estamos enfrente de mi departamento, Mikasa nos había dejado para que pudiéramos despedirnos, se que entró a la cocina pues la cafetera comenzó a sonar.

—Lo siento.— Ella se disculpe, Rodé los ojos y la abrace.

—Esta bien, espero que mi dolor te ayudará a acostarte con Cassie.—La sentí sonreir en mi pelo e hice una mueca.— Maldición, no quiero saber.

—¿Y si me quedo?— Ella Cuestiono y miro a César que nos miraba sentado enfrente del sofá, tenía la cabeza ladeada y jadeaba un poco por agua, Mikasa lo llamo desde la cocina.

—Estamos sobre analizando todo esto.— Le dije ya cansada.— Lo vuelvo a decir, lo que tenga que pasar, pasara.— Le di un golpe en el estómago y bese su mejilla.— Nos vemos mañana, descansa.

Antes de que pudiera decir algo más, le cerré la puerta en la cara. Me Recargue en la misma y sentí mis músculos tensos, de acuerdo. Ese maldito hijo de puta me dejó super dañada.

—¿Quieres café con leche?— Mikasa me cuestiono una vez que entre a la cocina, le había puesto un pequeño plató con agua a César que chupaba muy contento el líquido.

Me recargue en la mesa con los brazos cruzados.

—Si, necesito un poco de café.— Ella me miro de reojo.— ¿Por qué no invitaste a los chicos a dormir?

—Sabia que no íbamos a dormir y como dices, aún tengo medio libro que escribir.— Me Contesto como si nada, saco dos tazas de la estantería y busco la crema.—Pero si querías que vinieran, los hubieras invitado Ans, este es tú departamento.

Se dio la vuelta y me dejó la taza a un lado, su brazo rozo con el mío y la sentí temblar un poco.

—¿Puedes dejar de fingir por unos segundos?— Le solté ya un poco harta, esto parece demasiado bueno para ser verdad.

—¿Fingir? Yo no estoy fingiendo nada.— Tomo un tragó de su café y cerro los ojos disfrutando el sabor en su paladar.— Pareces un poco tensa, creo que debes descansar.

—Solo hazlo y ya.— Me aleje un poco de la mesa y me acerqué a ella, dio un paso atrás confundida.— Si vas a golpearme hazlo, rápido. No quiero aguantar toda esta mierda psicológica.

Mikasa me miro como si fuera un marciano, entonces parece que algo hizo Clip en su cabeza porque apretó la mandíbula y me dio la espalda para salir de la cocina.

—No puedo creer que pienses eso de mí.— Me dijo con voz dolida, pasando una mano por su cabello.— ¿Por qué te lastimaría?

—Porque ando con Alexa y estás enamorada de mí, por eso me lastimarás para marcar tu territorio.

Ella parpadeo rápidamente y dejo la taza en una de las mesitas de noche. Antes de dar un paso hacia mí, yo me hice para atrás y casi tropecé con un cabré de la luz, ella me sostuvo de los brazos para evitar que me callera y temble con un poco de miedo, ella se apartó rápidamente como si mi incomodidad le doliera. Sabía que no sabía que decirme así que solo se metió a la habitación y me dejó sola en la sala.

Ella no me golpeó, no me gritó, nisiquiera me insulto. Ella solo me miro con tristeza y se alejo. Cerró la puerta detrás de ella y supe que la había cagado de sobremanera. Maldita sea yo y mis inseguridades.

Toque la puerta y detrás de ella se escuchó las teclas de la computadora siendo tocadas con fuerza, se detuvieron del otro lado una vez que toque, Mikasa se movió en la cama y se acercó a la puerta para abrirla con delicadeza.

—Se me olvidó que está en tu habitación.— Me dijo y se apartó dejándola abierta.— Dormiré en el sofá hoy, mañana buscaré un departamento para César y yo.

—Mikasa.

—Esta bien.— Me dio una sonrisa triste y tomo su computadora.— Sigo siendo la amiga de Eren, me sorprende que te tomara tanto tiempo sacarmelo en cara.

—Espera, no hagas un drama en donde no lo hay.— La sostuve del brazo y la acerque un poco a mí.

—Tu fuiste la que hizo eso, ¿Crees que no me di cuenta?— Mire a otro lado, avergonzada.— Cuando fuimos por tu chequé me alejaste de sobremanera, como si no quisieras estar sola conmigo. Igual que Alexa solo se ponía entre nosotras y en el puro auto, en dejaron en la parte de atrás, como si temiera que ye hiciera algo en el puto caminó. Fuiste tú la que saco esas preguntas, yo iba a dejarlo pasar, pues comprendo que te de miedo la posibilidad de que sea igual que Eren pero no pude, al ver la forma tan temeraria con la que mirabas a los ojos. Me alegro que Alexa sea tu pareja, pero si no puedes confiar en mí lo sufiente ¿Que estuve haciendo aquí contigo por año imedio?— Vi lágrimas derramarse por sus ojos.— ¿Acaso alguna vez me quisiste con amiga o como algo más?

Trague saliva y mi corazón bombio fuertemente en mi pecho, ella me acostumbro a qué con cada cosa me demostraba su amor que olvide por completo que eso es una cosa de dos, que si la quería de la misma manera tenía que desmostrarselo, y no lo hice, no se la forma de la cual pueda ser obvia para ella.

Le quite la computadora de la mano y la llave conmigo a la cama, ella me miro confundida mientras yo solo hacia que se acostará en la cama, ella no puso resistencia pero sabía que estaba confundida.

—¿Que haces? ¿Escuchaste siquiera lo que dije?

—Cada palabra.— Me estire para poner la computadora en la mesita de noche y me sostuve sobre ella, su rostro quedó a centímetros del mío.— Lamento esto, lamento que pensaras que no te quiero, lo hago.— Me deje caer en su pecho e hice que me rodeará con sus brazos, su abrazo me hizo regresar a casa.— Solo que Eren hizo lo mismo, fingió que todo estaba bien y cuando estábamos solos me atacaba de repente, sin explicación alguna, primero era lindo y moderado. Al verte tan tranquila me dio miedo que se repitiera el mismo patrón, lo siento tanto, realmente no quería herirte.

—No estoy tranquila.— Me dijo y yo la mire desde mi posición.— Me muero de los celos, dioses cuando las vi besarse desee desesperadamente ser Alexa pero recordé Ans, que mereces ser feliz, conmigo o con la persona que escojas ¿Por qué me enojaría porque no me escogiste? Tenemos veinticinco, ya no podemos actuar como unos infantes pendejos y hacer escenas de celos, eso solo para las grabaciones.— Bromeó un poco y vi la compresión pasar por sus pupilas, me abrazo con más fuerza.—, Pero aún así, voy a buscar ese departamento. No quiero tener sorpresas con ustedes dos cuando regrese de mis asuntos.

Decidí que ya era demasiado drama con nosotras dos, ya era sufiente de que todo esto estuviera pasando entre nosotras cuando, carajo, somos como una pareja no oficial, nisiquiera eh tendió los ovarios de besarla de pedirle que se quede conmigo hasta los confines de la tierra.

—No ando con Alexa.— Le confesé por fin y pase la palma de mí mano por debajo de su camisa, los fuertes músculos de la azabache me regalaron una linda sensación, su respiración se agitó y yo me acerque para besar su cuello, sentí como su piel se erizo debajo de mi tacto y ella me sostuvo de la cintura con una delicadeza que enamora.

—¿Para que mentir?.— Me dijo y se separó un poco de mi, sabía que estaba alterada puedo ver la forma en como su pulso estaba disparada en la vena de su cuello, me acerque para besarlo un momento.

—Solo quería ayudarla, matamos a dos pájaros de un tiro.— Cerró los ojos y se acomodo en la almohada, suspirando de forma lenta, ella estaba volviendome loca.— Solo quería un empujón para tomar una decisión.

—¿Que clase de decisión?— Me miro y sus ojos grises ahora oscuros me hizo sin querer arañar su estómago con mis uñas, ella jedeo sorprendida y el sonido hizo eco en mi cabeza.

—Esta.

La sostuve de la mandíbula y por fin después de tres malditos años de altas y bajas, la bese como nunca lo había hecho con nadie, sentí su lengua jugar con mi labio inferior y sus dientes se golpearon un poco con los míos por la fuerza, ella me dio la vuelta, y se sostuvo de sus codos, me permití recorrer mis manos por su espalda, mientras mi alma danzaba con la suya en el beso, mordió mi labio inferior y sentir mis músculos tensarse debajo de una ráfaga de excitación, la separe un poco solo para verla depositar un beso en mi nariz.

—Debemos parar.— Susurro y me mordí el labio queriendo besarla de nuevo.— Aún no somos novias oficiales, no me gustaría hacerte el amor sin previamente formalizarlo.

Me reí de la forma tan cursi que tenía de ser, y beso su mejilla. Hacer el amor, ella me hacía el amor cada momento que me trataba con la forma en como lo hace.

—De acuerdo.— Solté por fin y la volví a besar de una forma más lenta y pacífica, si beso estaba iluminando mi alma, como sus ojos cada vez que me ve. Cuando la separe cerré los ojos y sentí mis mejillas llenarse de rojo.— Te amo.

Ella sonrió, sabía que estaba sonriendo y sentí que mí cara se mojaba, al mirarla, sus ojos estaban empapados de lágrimas, que caía en cascada por mi rostro y sus mejillas.

—Soy la mujer más afortunada de la vida.— Se acomodo en mi pecho y aunque es más grande que yo, encajamos perfectamente.— También te amo, aunque eso ya lo sabes.

Lo sabía, lo sabía desde hace mucho tiempo.

"Cariño, no me importan tus sombras. Porque desaparecen en la luz y no me importan tus sombras, porque se parecen mucho a los mios Y escúchame, está bien tener miedo. Solo camina como si nunca estuvieras sola, no me importan tus sombras; no lo hago."

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