Run Away With Me.
LEAN LA NOTA, POR FIS.
Nota; Hola chicos, buenas noches, ¿Alguien emocionando por en capítulo de mañana? Yo sí, así que escribí este cursi One shot, para recordarles que el Mikannie nunca sera canon, pero tenemos mis escritos y una que otra buena novela que hay por aquí en Wattpad.
Les comento escribí un pequeño Smut, no tengo puta idea como quedó porque si soy super novata en eso.
En fin como siempre no está editado, gracias por leer.
(...)
"Estás atrapada en mí menté, atrapada en mí corazón, atrapada en mí cuerpo; Quiero irme, salir de aquí, estoy harta de la fiesta, huiría contigo..."
Solté lentamente el humo del cigarrillo, sentí mis pulmones calentarse un poco al mismo tiempo que el frío chocaba con mis labios ahora llenos de sabor a tabaco, sentí que mi cuerpo se relajaba y el mundo se detuvo debajo de mis pies en la espera de que la persona que me hacía sentir viva, llegará.
En medio de otra calada pude divisar una cabellera oscura galopando entre los estudiantes, iba sola como casi siempre que venía a recogerla, perdida en su pensamientos mientras salía de ese lugar de locos, una vez que se acercaba a la puerta alzó la mirada para buscar unos ojos familiares.
Sonreí lentamente terminando mi cigarrillo, guardando el pequeño sobrante en mi bolsillo y metí las manos en mi chamarra caminando perezosamente hacia ella, sus ojos grises viajaron por todos lados hasta dar conmigo, ella no tenía que decir nada, su expresión lo decía todo.
Me abrazó con fuerza dándome una vuelta completa, su aroma a flores opaco mi aroma a tabaco y sentí que mi corazón se aceleraba con su piel, y su piel tocaba mi alma.
—Me alegro que estés aquí.— Fue lo único que dijo antes de bajarme, conecte mi mano con la suya que se sentía calida entre mis manos frías.
—Tenia que venir.— Recargue mi cuerpo en el de ella, que me cubrió con su brazo, balanceo nuestros cuerpos mientras caminábamos por las pringas de lluvia que caían en el suelo.— Te extrañe tanto.
—¿Cuánto tiempo estarás en la ciudad?— Me pregunto apretando mi mano con cariño, sentí su voz un poco ronca, Ella era una bebé a comparación conmigo.
Pero sin embargo, ella era la única que me hacía sentir mujer en todos los sentidos y se que cuando se pone triste, yo soy su protectora.
—Por un mes.— Solté un suspiro.— Se siente diferente ¿Sabes?— Ella me miro atentamente.— Recuerdo que cuando empezamos a viajar, las sillas de los escenarios estaban casi vacías, se escuchaba mí voz en un eco por el lugar pero ahora...— Sonreí de lado, viendo como ella sonreí igual, feliz por mí.— La gente correa mis canciones y se sabe el nombre de cada uno de nosotros y amo eso, amo sentir que lo puedo tener todo.
Ella solo una pequeña risa de lado que derritió mi corazón.
—Eso es increíble, estoy tan orgullosa de ti.— Y aunque sonaba un poco triste, sabía que lo decía enserio.— Solo espero que no se hayan excedido con el alcohol.
—Pues...— Ella me golpeó con su cadena levemente, me reí abrazando su cintura con fuerza, sentí que me resbala pero alcance a sostenerme.— Claro que no, es más, nunca me sentí tan sobria en mi vida.
—Celebremos por eso entonces.— beso mi mejilla antes de poner su mochila en la canasta de su bicicleta, se sentó en el asiento e hizo un gesto para que me montará atrás.— Abrieron una nueva cafetería, apuesto a que te encantará.
—Seguro.
La rodee con mis brazos sobre el cuello, sus cabellos ahora un poco más largos golpearon mi rostro con delicadeza y mi alma se consumió lentamente con su shampoo con aroma irónicamente a café, suspiré recargando mi nariz y la escuché reír levemente, el pulso se me disparó violentamente y sentí las mariposas vagando por mi estómago en un intento de liberarse, trague saliva mordiendo mi labio inferior de repente sentí mis labios secos, mi garganta ansiando un dulce beso de ella.
...
Revise rápidamente el menú entre mis dedos, divirtiéndome un poco por la forma en como Mikasa jugaba con sus dedos sobre la mesa, parecía nerviosa pero ciertamente no estoy muy segura el porque, sus ojos solo me reflejan que trama algo, sin embargo su gesto acalorado y tranquilo me indica que sabe, que lo se.
Así que espera que pregunte.
No puedo evitar preguntar.
—Presta atención.— Me dijo en un Susurro señalando su oído, entrecerre los ojos viendo que aún temblaba un poco.
El aliento se cortó de mi garganta al notar la canción que sonaba por toda la cafetería, era mi canción, era nuestra canción la que le había dedicado antes de que me fuera, la que cante en el escenario pensando en ella en cada verso, en cada pequeño detalle en donde la describía y mi mente flotaba en su recuerdo.
Separé un poco los labios en sorpresa y tome sus manos para separarlas, sin controlarme cante la canción para ella una vez más y sus ojos se volvieron mágicos ante mí.
Y yo no puedo estar más enamorada, más perdida.
—Gracias.— Es lo único que pude decir, ella no dudo en darme un dulce beso que se combinaba con su labial sabor cereza, suspiré entre el beso dejándome llevar por su Magia.
—Esto es por tí. No tienes que agradecerme nada.— Se separó de mí con dulzura para acomodarse en su asiento, dejando caer ambas manos en su acolchonado lugar.
Mikasa siempre decía que prefería detallarme de frente porque amaba como mis ojos se llenaban de diferentes tonalidades azules, y yo le daba el cielo, mientras que ella me daba cenizas, amaba nuestra extraña combinación.
—¿Cómo has estado?— Le cuestione una vez que terminamos de pedir nuestros cafés.
Ella dejo caer un poco su sonrisa, gesto que despareción casi enseguida.
—Bien.— Jugo con su servilleta y me pareció que estaba mintiendo.— Por fin aprobé la materia que tanto dolor de cabeza me daba.
Alce una ceja divertida, aún si pasar se alto que parecía un poco precavida.
—¿Historia del arte?
Asintió dándome la razón.
—Mi maestra me explico con palabras dulces y refinadas...— Rodó los ojos de forma irónica.— 'No importa que tan bien dibujas, si no puedes entender la expresión artística en sí misma, jamás verás con buenos ojos el mundo que te rodea.'
Recarguen mi codos en la mesa acercándome un poco.
—Mika, ella tiene razón.— Me echo una mirada que casi, casi me hace retroceder.— A veces, el arte está más haya de lo que puedes poner en el papel, el arte está en el relato que cuenta el pintor, del músico o porque uso esos colores entre tantos que se pueden crear. O para ser más específica, el arte es la forma en como me miras pensando lo que sea que estés pensando, sea bueno o sea malo.
Mikasa parpadeó lentamente y después junto las cejas un poco confundida, es adorable.
—Eso explica porque no he tenido inspiración últimamente.— Recargo la frente en la mesa e imaginé que hacía pucheros.— Me faltabas tú, tú eras la musa perdida de mi alma, de todos mis sentidos juntos.
Me sonroje violentamente, dándole una breve mirada a la chica que dejaba la bebida en la mesa, se retiró con una leve sonrisa y me permití oler el café una vez que se fue, escuchando las pequeñas quejas de mi novia.
—¿Me preguntó si en la intimidad podré dibujar tu cuerpo?— Escupí un poco de mi café cuando comprendí el transbordo de sus palabras.
¿Ella dijo que?
Soltó una pequeña risa por mi gesto, limpiando la mesa y mi barbilla.
—Tranquila Ans.— Dejo la servilleta a un lado y acarició mi mejilla.— No tienes que hacer nada que no quieras.
Es que, si quería, para ser sincera eh querido hacerle el amor a Mikasa desde que empezamos a salir hace casi un años, sin embargo con su escuela, mis giras y que parece que a mis suegro no les agrado mucho, nunca hemos tenido la oportunidad, a veces deseo parar el tiempo con ella para que cuando la tenga entre mis brazos, todo sea perfecto ante sus ojos.
Una primera vez es muy importante.
—Cuando se de la oportunidad, puedes hacer conmigo lo que quieras.— Susurré lentamente entre la palma de su mano, su escalofrío también provocó el mío.— Mientras tanto, solo disfrutemos de está pequeña velada.
Sus mejillas se tiñeron de colores carmesí, supe entonces que el tema que metió fue para despistarme, lo deje pasar. Cualquier cosa que pase con ella, estaré aquí para apoyarla.
"Esta es la parte en la cual tienes que decir todo lo que estás sintiendo, empaca una bolsa; Salimos esta noche mientras todos estén durmiendo..."
Me deje caer a su lado en su sofá-cama, sintiendo su brazos rodearme de fondo se escuchaba una melodía de beethoven que ciertamente no podría reconocer, siempre me incliné más por los ajuntos de Bach, sin embargo en la conformidad de su calor ahora las sinfonía de Beethoven tomaba terreno.
Me quedé dibujando su perfil con mí mirada mientras ella miraba el techo pensativa, sentí los pequeños callos de sus dedos en mi brazo desnudo que me acariciaba con suma delicadeza, como si fuera un cristal que no quiere romper.
Pude escuchar movimiento en el cuarto contrario y supuse que era su hermano, también platos removiendose en la cocina perezosamente, su madre también estaba en casa.
—Si pudieras pedir un deseo, ¿Cuál sería?— Me Cuestiono después de unos minutos en silencio, un silencio cómodo que nos permitía pensar sin preocuparnos realmente.
Me acomode en su pecho acariciando su cuello con mis nudillos, ella me observó desde arriba con ojos curiosos.
—¿A qué viene esto?
Se encogió de hombros y el gesto me pareció tierno.
—Me dio curiosidad.
Lo pensé por unos segundos, no considero que tenga un deseo hoy en día, tengo cosas muy buenas en el presenté, mi hermosa novia que espera por mí cuando me voy, mi banda que juega conmigo cuando estoy triste, mi departamento donde mí gato quizás destroce los muebles cuando no estoy y tengo salud y amor, felicidad y agonía en ocasiones, justo la combinación perfecta. No necesitaba un deseo, porque todo lo que deseaba ya lo tenía aquí.
Sin embargo esa pregunta saliendo de sus labios me preocupó, pues Mikasa no parecía estar tan viva últimamente, parte de su alma se ve desplazada de su pecho, me lo imaginé por la manera en la cual caminaba por su escuela, sola y como ojos desenfocados. Ella no estaba bien, ella quería un deseo, y yo quería que se vuelva realidad.
—¿Que es lo que tú deseas?— Susurré levemente, mi aliento choco contra su pecho donde su camiseta negra dejaba al descubierto las curvas de sus pechos.
—Quiero Huir.
—¿Por qué?
Ella observó su habitación por unos segundos, era linda la habitación la más linda que había visto nunca; En una esquinas tenía postrado un taburete con un lienzo a medio pintar, detrás de ella una mesa alargada en donde podía ver su laptop posada cómodamente pegada a la pared abierta e indicándome que canción se reproducía, junto un montón de papeles y colores acomodados meticulosamente por la mesa, era impresionante, el eco de la bocina que tenía en la mesita de noche a nuestro lado me indicaba que tenía un lugar donde ponerla y no tenía tele ya que apenas y la utilizaba, era pequeña pero era mucho muy acogedora cuando estaba con ella, pero pese a que Mika lo tenía todo, una familia estable, tíos, nietos, cosas materiales, ella se sentía como un nada y no me gustaba eso de ella, quería que notará lo increíble que es.
—Necesito un respiro de tanta perfección.— Contesto por fin en un tono bajo, como si querer escapar de todo esto sea malo, no lo considero así.
Hay momentos en nuestras vidas en las cuales pensamos que no encajamos con nuestras familias, pase por eso toda mi adolescencia, mi padre quería que fuera Médico de campo, entrar a la milicia para defender al país, mis amigos querian que yo fuera feliz, entonces fue una lucha entre el grupo de amigos que quería y mi padre que tanto amaba, al final notó que yo seguiría mi camino aunque el no estuviera en el, y decidimos que lo mejor era arreglarlo antes de perderlo todo, antes de perder lo único que nos mantenía unidos. Fue de ese modo hasta la universidad, porque una vez que salí de eso encontré a Mikasa para que me guiará por los caminos turbios que daba la vida.
Entonces si ella quería huir por lo menos unos instantes, yo se lo concedería.
Salte de la cama con algo de violencia, lo que la obligó a verme recargando sus codos en la suave manta.
Estiré mi mano divertida, como las escenas clichés del chico invitado a la chica a bailar.
—Si así lo quieres, yo haría cualquier cosa por tí.
Ella sonrió ampliamente, una sonrisa que llenaba sus ojos y refugiaba su alma; Ella sonrió con la mirada, con el corazón y con el amor que ambas nos teníamos.
Le prometí que vendría por ella una vez que sus padres estuvieran dormidos, que guardará lo que necesitara en una pequeña bolsa y me esperara por mi junto a su puerta trasera.
(...)
Sería gracioso decir que conocí a Mikasa de una forma cliché, pues de cierto modo así fue, sin embargo el encuentro no se sintió de ese modo más bien fue como si realmente tuviera que pasar, toda esa mierda del amor no te importa hasta que realmente te golpea como un camión a toda velocidad e impacta contigo tan fuerte que te deja en el cielo como en el infierno.
Fue un viernes, estoy segura que viernes ya que por alguna razón lograba meterme en problemas ese día, era como un ritual antes del fin de semana. Estaba jugando basketball con mis amigos en el patio trasero en el horario de la clase de historia (ya se imaginarán) como siempre Ymir me llevaba la delantera con su típica sonrisa chulezca de; Soy más alta que tú, veamos si puedes con eso. Cosa que claramente me molestaba, mi estatura era un problema para mí, iba a ser toda una licenciada en música y parecía que apenas estaba en la secundaria, es triste lloremos. El caso es que en un pase erróneo qué Ymir le dio a Frieda la pelota se disparó por una de las ventanas que daban al pasillo, se rompió tan en cámara lenta que sentí mi sangre enfriarse en mis venas pero el quejido llegó segundos después y nosotras corrimos para ver si no matamos a nadie.
Una vez que dimos la vuelta, la joven de cabellos oscuros estaba en el suelo con sus manos tomando su cabeza, desde mi distancia note que le sangraba un poco e Ymir junto a Historia corrieron para alejarla de los vidrios que se dispersaron por el suelo, los ojos de la chica apenas se había enfocado correctamente en mí pero fue suficiente para que mi corazón se dispara dentro de mi pecho, me dio asco en ese momento ese sentimiento.
—Dios.— Frieda por fin reaccionó e ayudo a llevarla a la enfermería, las perseguí a paso lento escuchando como la llenaban de preguntas.
—No creo que este en sus cinco sentidos para eso.— Les avise con una mueca, la morocha me echó una mirada por encima de su hombro, antes de hacer una mueca de dolor y recargar la cabeza en el hombro de la hermana de Historia.— ¿Dónde está tu novia Ymir?
—Fue a asegurarse de que la enfermera está en la enfermería.— Me reí un poco por su voz irónica.— Realmente lamento el golpe.— Está vez se dirigió a la chica, que le regalo una leve sonrisa de lado, dios mío aún así toda lastimada era hermosa.
Pensamientos comunes de una persona una vez que vieron como casi le sacamos volando la cabeza a otra, ya saben así se enamoran hoy en día.
En la enfermería averiguamos que se llamaba Mikasa Ackerman era la chica nueva de la escuela, que hermosa bienvenida tuvo a decir verdad, pudo ver nuestros rostros perfectos en primer instancia. Claro que recibimos un castigó severo como también tuvimos que pagar el vidrio roto, aunque Pensé que esa sería la única vez que la viéramos, realmente lo pensé de ese modo pues no solo se había equivocado de plantel si no también de horario, (si admito que me reí mucho con eso, perdón) pero en ocasiones la veíamos por el pasillo con uno de nuestros compañeros de clase, Armin Arleth, tiempo después descubrimos que ambos eran amigos de la infancias, Arleth no las presento y ella Hizo Clip casi enseguida con Historia (Inevitable la joven adulta es un amor), hablaban cuando su amigo rubio estaba ocupado (no es que les pusiera mucha atención, claro) sus risas se escuchaban por el pasillo, su risa se escuchaba hasta en mis pensamientos, después convivio más con Frieda aunque está parecía nerviosa a su alrededor lo que era gracioso ya que se llegó a golpear más de una vez contra cualquiera cosas pero Mikasa parecía no notar que claramente le gustan un poco, semanas después y una arranque de celos por parte de Ymir, Mikasa comenzó a hablar más con Ymir y se hicieron casi como uña y mugre, eso era bastante incómodo.
Ymir casi le rompió la cabeza y Mikasa se metió en nuestras vidas como si la necesitáramos, eso era más de lo que podía soportar.
Aún así cuando ella por fin parecía reparar en mi ( a pesar de que estaba con mis amigas todo el tiempo) parecía un poco tímida de repente, era como ver un chico malote que se pone tenso con alguien pequeño, ella no era mala pero su vestimenta tenía todo el aire de emo y sus palabras sobre el tema es que era darks, me parece lo mismo.
Ella solo tuvo que pasar su mano sobre mi hombro para que le prestara toda mi atención, sus palabras fueron en un Susurro cuando me comento entre pequeñas caricias en mi brazo;
—Armin me dijo que estudias para ser cantante, me preguntaba sí ¿algún día escribirías para mí?.
Yo en ese momento me burle de ella con una risa casi nerviosa.
—Dudo que eso llegué a pasar, no tendrías oportunidad conmigo.
Y la hija de puta, tuvo oportunidad conmigo.
"Huyamos, huiría contigo; porque me haces sentir como si pudiera conducir toda la noche y encontré tus labios en las farolas, quiero estar allí contigo..."
—Te aseguro que si encuentro un Rayón en mi auto, voy a destruirte.— Me reí levemente por la amenaza vacia de Ymir.— No puedo creer que me convencierás de esto.
—Puedes comprar otro auto cuando ganemos más.— Le digo en voz baja mientras bajaba del asiento, de reojo note las luces prendidas del cuarto de mikasa.
—Nop. Es valioso por los recuerdos que pase en el.— Ella suspiro levemente.— Eso es más que suficiente para mí.
—Me aseguraré de cuidar a tu bebé, lo prometo.
—Saluda a Mikasa de mi parte, y dile que cuando irá a ver a Historia está de un humor.— Ymir Susurro eso último como si la nombrada estuviera alado, escuché ruidos de fondo y como ella me colgaba.
Reí por lo bajo guardando mi celular esperando pacientemente a la azabache, Recargue mí espalda alado de la puerta e encendí un cigarrillo, el humo casi enseguida atravesó las hojas del árbol que tenía en frente se veía impresionante.
— Espero que tengas uno para mí.— Su suave voz se escuchó a mi lado, la observé de reojo mientras ella cerraba la puerta con llave y la guardaba en su pantalón. Luego me miro con sus ojos grises azulados la ceniza de mi cigarro se parecía a la suavidad de sus ojos.— Ahora mismo me sentaría bien una fumada.
Saque la cajetilla que tenía en el bolsillo y le pase uno, no sin antes darle un beso en los labios, ella me sonrió con cariño pasando sus dedos por mi cachete.
—¿Nos vamos?— pregunto prendiendo su cigarrillo con el mío, sus ojos se impregnaron en mi pupila, sentí la electricidad brotar por el aire y los pulmones se me llenaron del tabaco de ambas, me tomo de la mano y comenzó a caminar conmigo entrelazando sus dedos dulcemente.— No pregunté pero ¿Cómo han estado las demás?
—Raras.— Comenté soltando el humo lentamente.— Historia está pasando por la época de; no me toques soy famosa...— Ella soltó una leve carcajada y yo le seguí.— Ymir intenta que vuelva a poner los pies sobre la tierra y Frieda solo no sabe cómo controlar a su hermana. Creo que estás vacaciones les vendría bien.— Le abrí la puerta del copiloto me miro y posteriormente negó robando las llaves de mis manos. Entendí que quería conducir así que me senté soltando con fuerza el humo en su cara y ella me pellizco el estómago divertida.— Ymir me dijo que fueras a ver a Historia.
Mikasa asintió levemente arrancado el coche.
—Lo haré, estuve ocupada con la escuela y cuando tenía tiempo solo tenía ganas de hablar contigo, me siento mal por descuidar a mis amigos.— Ambas bajamos los vidrios del auto casi al mismo tiempo, ella recargo su mano en la ventana y era una escena super sexy.— ¿Como es que Ymir te dejo su auto?
Me encogí de hombros.
—La agarré cuando Historia estaba haciendo pucheros y ella me aventó las llaves en la cara y me dijo que huyera...— Mikasa me miro sin creerlo antes de reírse con fuerza, la suave tonalidad del sonido me hizo sonreír de regreso.— Aprovechemos.
Nos quedamos en silencio mientras que ella manejaba, las luces de las farolas iluminaron su rostro una vez que salimos de la calle que daba a su casa, era precioso como ella se concentraba en el camino, dejaba salir el humo entre la nariz y los labios tortuosamente caí lentamente en el hechizo de su belleza rota, en mi vida pensé que podía conocer a alguien que me completará como lo hace ella.
—¿Te importa si pongo música?— Ella me miro en un semáforo para preguntar, dejo la colilla del cigarrillo en el cenicero del auto e inconcientemente quería darle otro para disfrutar de la vista.— Traje una lista de viaje que se, que te encantará.
La luz en rojo se puso en verde y Mikasa se acomodo en el asiento casi feliz cuando deje que pusiera la música de su elección, no es como si fuera dejar, ella podía hacerlo sin pedirme permiso, entonces me cuestione cuántas veces ha querido hacer lo mismo y se lo han negado, aunque sea cuando a ella la usaban de chofer.
Ocean Drive comenzó a sonar entre las bocinas del auto, Recargue mi mano en su muslo cubierto de un fino pantalón color verde fuerte, la canción se desprendió de entre mis labios como el de ella y el ambiente se volvió aún si es posible más íntimo, antes de llegar a la mitad de la canción me alcanzó en media frase y beso mis labios con una dulzura del infierno debajo de la farola de la parada, de fondo escuché justo las palabras de Duke decir; "Ojalá pudiéramos retroceder en el tiempo,antes de cruzar la linea, ahora, cariño", no podía creer que una frase tan densa hiciera que el beso fuera más profundo, más íntimo con un amor que hasta el momento no había experimentado, ella se apartó lentamente y posó su frente en la mía con los ojos cerrados yo trace con mis dedos su labios un poco hinchados y suspiré cerrando los ojos de igual forma.
—Te amo.— Murmuró en mi oído con toda la delicadeza de una caricia, era la primera vez que le decía esas palabras y atravesaron mi alma, mi piel y mi mente tan abruptamente que no supe que contestarle.— No tienes idea de cuánto, porque no encuentro las palabras adecuadas para decirte que ahora eres parte de mí y que no importa que lejos estás, tú...— Se apartó un poco de mí y llevo mi mano a su pecho, su corazón latía tan rápido como el mío.— Me amas como soy y estoy tan agradecida por eso.
¿Por qué me está agradeciendo por amarla?
Mikasa beso mi frente mientras aún estaba muda y continuaba con nuestro viaje hacia no se dónde, la música de fondo se combinó con mi respiración y el viento que golpeaba su rostro perezosamente.
—Tambien te amo.—Por fin pude contestar dejándome caer en su hombro, ella cambio de mano para poder abrazarme.— No me escaparía contigo si ese no fuera el caso.
Ella río dulcemente, acelerado la velocidades, el temor en mi estómago se apagó cuando ella acarició mi brazo con sus dedos finos.
Dónde sea que nos fuera a llevar esto, a mi no me importa solo con estar con ella.
"Nena, llévame a la sensación, seré tú pecadora en secreto, cuando las luces se apaguen,escápare conmigo. Cariño por cada minuto, seré tú heroína y ganaré cuando las luces se apeguen..."
Realmente teníamos una suerte de mierda, no me fijé que el auto tenía poco combustible y ahora estábamos aquí Barradas a las dos de la mañana mirando a nuestro alrededor en la espera de que no hubiera nadie porque sí, de estar toda la noche en el auto a qué nos pase algo, prefería mil veces el auto. Estábamos en la carretera, así que había demasiada vegetación a nuestros costados, la luna brillaba sobre nuestras cabezas dibujando el paisaje cliché de las estrellas galopando por la oscuridad era hermosamente común.
—Movamos el coche.— Mikasa dijo besando mi cachete para ponerse detrás del auto.— Yo empujó y tú das dirección.— Me señaló con su cabeza el basto bosque y dirigí el manubrio en esa dirección.— Es mejor estar entre el bosque que al aire libre, el mundo es muy peligroso.
—¿Y si hay vampiros o hombres lobos?
—Les diré que tú sangre sabe mejor y que yo quiero ser un hombre lobo.— Golpeó la cajuela divertida y continúo.— De paso que me enseñen una manera eficaz de evitar que mi novia diga estupideces.
—¿Por qué estás tan segura que sepan?
—Porque mientras más adulto eres, mientras más vidas consumas, más vas a saber, es la ley natural de la vida.— Chasqueo la lengua y golpeó su cabeza con la palma de su mano.— Lógica.
—Si, como digas.
Claramente le estaba tomando el pelo, era como un tira y afloja que ambas fuimos construyendo a lo largo de los tres años que llevamos como pareja, constantemente tengo que recordarme que ambas ya somos personas adultas, solemos hacer estupideces cuando estamos juntas, creo que una de ellas fue escapar y la otra dejar el coche a medio bosque con una oscuridad que me dificultaba la vista, pero si íbamos a amarnos está noche, no me importaría olvidarlo por la mañana para repetirlo.
—Traje esto.— Mikasa me señaló una pequeña caja de color negro (bueno todo parece más oscuro).— Supuse que te daría hambre en el camino.
Alce una ceja y ella paso una mano por mi cintura, alumbró con la lámpara de su celular y me ayudó a subirme en el techo del auto, sus ojos grises se vieron gatunos desde abajo y medio ganas de acariciarle el cabello como si de un gato se tratase, ella sin problemas se colocó a mi lado y nos recostamos para ver las pequeñas estrellas debajo de la briza de verano, suspiré tomando una rosquilla, nos quedamos en un cómodo silencio donde lo único que nos alumbraba eran las luces del cielo.
—¿Sabes?— Mikasa me miro cuando comencé a hablar, volteó su cuerpo en mi dirección dándome una hermosa vista de ella.— Es lo más romántico que alguien ha hecho por mí.— Sonrió de lado de forma narcisista, yo golpe su hombro bufando.— Me imaginaba que está tipos de mierdas solo pasaban en las películas, en la vida real era bastante probable que nos picaran los mosquitos o que tengamos frío infernal.
—Espera a las cinco de la mañana.— Ella quito un mechón de mi cabello y se acercó más a mí.— No tendremos frío hasta esa hora, ya sabes por el amanecer.
—¿Y Mientras?, ¿Quieres meterte al auto? — Deje la caja a mi lado derecho y la tomé entre mis brazos, su cuerpo era el más cálido que jamás quisiera olvidar.— O solo nos quedamos así hasta que amanezca.
La escuché chasquear la lengua.
—Tengo una idea cursi.— La mire sonriendo sin mostrar los dientes, me dio la impresión de que se estaba sonrojando pero lo único que podía ver con claridad era sus ojos y sus labios, hermoso.— Pensé en prender la radio del coche, unos minutos, solo unos minutos. Pensé que sería divertido bailar. Lo sé...— Ahora si pude ver sus mejillas rojas, y me enternecí de su petición.—Se que es estúpido pero parte de mí, la que te ama quiere probar esas mierdas cursis.
Me reí, pero más bien por lo lindo que parecía todo esto.
—Bien, yo escojo la canción.
—¿En serio?
—Completamente.
Sin esperarlo ella tomo mí rostro y dejo un pico en mis labios, solté una pequeña risa cuando casi se cae del auto por intentar bajar, se bajo sin problemas segundos después y me sostuvo con cuidado para que no me lastimara. La vi prender el auto y colocar las luces de enfrenté, Rodé los ojos divertida por su actitud infantil, me espero fuera de la puerta mientras yo buscaba la canción en el reproductor, sería del colmo que no la tuviera. Salte del auto cuando el ritmo de Ordinary World comenzó a sonar y tome sus manos entre las mías.
Empujé dulcemente su cuerpo a la luz y sus cabellos negros junto a su piel blanca me recibieron con harmonía, deje caer mi cabeza en su pecho suspirando su aroma a lavanda, y sentí que ella rodeo sus manos en mí cuello, balanceamos nuestros cuerpos al compás de la música y sentí su corazón latir con rapidez, temblaba de tal forma que pensé que era frío, pero no parecía anticipación, parecía como si quisiera decirme algo con su cuerpo, se alejo un poco para darme una vuelta y mi espalda quedó en su pecho, ella dejo caer un beso en el puente de mi cuello separando un poco su torso, me deje llevar por los pequeños gestos que se combinaban con el ritmo lento rápido de la música, entonces en el momento que la canción llegó al solo de guitarra...
Mikasa me tomo entre sus brazos alzandome por los muslos, atrapó mis labios en el aire, sus dedos tocaron mis muslos de una forma lenta y pausada, sentí el inicio de una pequeña punzada de excitación en mi cuerpo, mordí su labio inferior escuchando que solo un quejido que me gustó de sobremanera, entre besos ella me acerco al auto, sabía lo que pasaría, pero no estaba muy segura si ella estaba lista. Contuve la respiración al percatarme como me miraba, sus pupilas se dilataron debajo de sus finas pestañas, abrí la boca para decir que se veía hermosa pero las palabras se quedaron atoradas en mi garganta así que solo trague fuerte para quitarme el peso de su cuerpo llamando al mío.
Mikasa me sentó en uno de los asientos de atrás, la observé mientras me miraba a mí, no se que pasaba por su mente, recorría sus manos por mis piernas, por mis brazos, rostro y labios. Volví a tragar, me sentía como una novata pero ella parecía tenerme entre sus manos y yo no me quejaba, me encantaba que quisiera dar este paso conmigo.
—¿Puedo intentar algo?— Su pregunta sonó en un Susurro, ladee la cabeza confundida pero asentí de todas formas.— Lamento si no puedo hacerlo bien, es que...
La calle con un beso.
—Adelante.
Mi voz sonó más ronca de lo que pretendía pero mis hormonas parecía luchar con mi madurez, ahora mismo no puedo pensar en nada más que Mikasa y la forma en como está tocando mi cuerpo sobre la molesta ropa, la escuché tragar saliva antes de jugar con el broche de mi pantalón sus dedos fríos tocaron mi piel dándome escalofríos. Quito el botón y arrastró nerviosamente el cierre, sentí el aire frío golpear mí cadera cuando le ayude a bajarme los pantalones, su tacto tímido vino segundos después, pirmero mi muslos, después mi caderas, su yemas recorrieron todo el contorno de mis piernas como si estuviera dibujandolas y poco a poco fue depositando dulces besos intercalado entre mi muslo derecho y izquierdo. Mi humedad se alojó en mi parte femenina dándome vergüenza de lo rápido que me hizo mojarme.
Entre pequeñas caricias termino por depositar un peso por encima de mis bóxer, jadee sorprendida por el repentino calor, sus ojos me regresaron la mirada, mirada que no he apartado en ningún momento de ella, asentí acariciando su cabello para que continuará y alce mí cadera de nuevo permitiendo que me quitará el bóxer, ella parecía tímida de repente, puso su mano en mi pecho y me empujó levemente hacia atrás, me deje caer entendiendo que no quiere espectadores. Su suave lengua vino pirmero, tentando el terreno mientras y mientras más explotaba encontraba los lugares perfectos, deje caer mi cabeza hacía atrás dejando salir un jadeo cuando ella todo un punto exacto, continuó pasando su lengua entre mis pliegues, sus manos tomaban con fuerza mi caderas y me permití rodear mí piernas en sus hombros, ella encontró un punto exacto y mi cuerpo tembló por completo, sostuve su cabeza en el lugar y en una petición silenciosa ella sostuvo su lengua en mí punto de placer, moví mis caderas involuntariamente, estaba cada vez más cerca, podía sentir el espesor caliente en mi vientre, mi flujo saliendo en su boca y su boca haciendo maravillas en mi sexo, soltando un fuerte gemido me rendí ante el orgasmo. Mi pecho subía y bajaba y yo no podía controlar mi respiración, soltaba pequeños gemidos sintiendo su lengua limpiar los residuos de mi orgasmo.
¿Cómo es posible que lo hiciera tan bien?
Cuando me permití regresar a la Tierra, sostuve a Mikasa del rostro y la arrastre conmigo a un beso, permitiéndome saborearme en su boca.
—¿Lo hice bien?— Ella me preguntó tímidamente acomodando mis pantalones, me reí de su pregunta, ella miro a otro lado apenada.— Lo siento.
—No lo sientas, jamás.— Me hice a un lado para que ella se sentará, cerré la puerta y la mire.— Eso fue increíble, gracias.
Sus ojos brillaron violentamente.
—Sabes bien por cierto.
Esta vez a la que le tocó sonrojarse fue a mí, ella se río de mi gesto y me recargó en su pecho.
—¿No quieres que te lo regrese?
Se mordió el labio inferior pensativa, aunque sabía que solo estaba jugando conmigo.
—Podemos hacer que el fin de semana dure para siempre.
Y yo explore cada rincón de su cuerpo, demostrándole mi amor.
"Agárrate a mí, nunca quiero dejarte ir, Huye conmigo, durante el fin de semana; Podríamos convertir el mundo en oro."
(...)
Quiero agredecerles por las casi mil estrellas, es impresionante como ha crecido este conjunto y si mierda se que es poco pero es mucho para este corazón amargo que tengo. Muchas gracias de todo corazón.
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