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Amused.

N.A; Hola chicos, normalmente no pongo la rola que está basado este One shot pero ciertamente no siento que vaya a Spoilar algo, así que...

Por favor escuchen la canción en multimedia antes de leer el One Shot, Chales yo estaba en los buenos momentos de Wattpad en donde aún se podía escuchar las canciones aunque bajarás para leer con la música que dichos autores te ponían. Buenos tiempos antes de las actualizaciones de mierda.

Amused la conocí hace dos o tres años aproximadamente, la calidez que viene con la canción me recuerda a cuando estaba con la persona especial y comenzaba a llover, era una cosa barbara, siempre quise bailar está canción con alguien y no creo que pase.

Gracias por leer la nota.

Otra cosa; Está vez traje dos narraciones así que tendremos el punto de vista de Mikasa y de Annie, es la primera vez que muestro algo así ya que por ejemplo cada una de ellas nos muestra como ve a la otra, ya mostrar realmente como son, se vuelve más complicado de escribir, no se si lo hice bien realmente.

(...)

"¿Puedes escuchar el latido de mi corazón? Esperando en la puerta; Últimamente he estado pensando en ti y más..."

Me recosté levemente sobre el sofá cama que tenía en mi recámara comiendo un poco de las palomitas en mi regazo, el reflejo de las brillantes luces de la televisión daban sobre mis anteojos relajándome con el sonido de la caricatura que pasaban y las gotas de lluvia golpeando contra mi ventana, solté un suspiro antes de quejarme por la melodiosa canción del final de la serie.

Solo un frikie entenderá el dolor que eso implica, te extrañare chica de ojos azules y piel morena.

Mi celular sonó a mi derecha, extrañada por el sonido de un mensaje entrando, el aparato parpadeo una cuantas veces para dejarme ver los mensajes que pasaban rápidamente por la pantalla, mi grupo de amigos chismeaban tal cual viejas chismosas, gruñi tomándolo entre mis manos para escribir rápidamente.

"¿Cuál es el problema ahora?

Note que antes de mis mensajes, ya habían unos cuantos más, lo que me saco de onda.

"Annie."

Esa claramente fue Ymir, su nombre de usuario apareció en  escribiendo debajo del la imágen del grupo.

"Eren pregunta que si no puedes recoger a su hermana."

Alce una ceja confundida.

"¿Por qué no va él? ¿Y que pasa con su auto?"

Se tardó un poco en escribir está vez, ya que borraba y volvía a hacerlo.

"Esta borracho y el auto de Mikasa está en el mecánico"

Levi el novio del morocho comunico, Rode los ojos con fastidio. Después capte observando la hora, note que era muy tarde para que Mikasa estuviera en el trabajo.

"¿Que hace tan tarde trabajando?"

"Se quedó por los días de descanso que pidió para dentro de dos semanas."

Historia está vez contesto. Me preocupaba que ella fuera a la casa de Jaeger tan noche, matare a mi amigo en cuanto lo vea.

"De acuerdo, iré por ella y no quiero saber porque no van ustedes, me doy una impresión."

"Eres una pervertida 🙄"

Sasha está vez fue la que contesto, me reí un poco en cuanto Ymir le contesto que ella de igual manera. Apague la televisión y Deje el celular a un lado para ponerme los tenis pude escuchar a Reiner en su cuarto jugando con la consola de videojuegos, lo que me indicaba que hoy estaría en casa toda la noche. Me recogí el cabello tocando la puerta del mismo, su rostro me saludo con un gesto destrozado y agitado, supongo que perdió alguna partida.

—Ire por Mikasa, vuelvo en un hora.—Comunique con una sonrisa.

El me sonrió levemente y Acacio mi cabeza.

—Ve con cuidado niña.

Baje las escaleras casi saltando después de eso para tomar las llaves del coche. Santo Dios Mikasa, ¿Por qué eres tan así?

...

En cuando llegue note a la azabache atraves de los vidrios, llevaba unos audífonos Beats (Que se compró con tres años de su salario repartido) adornado sobre su cabello oscuro, al verla de ese modo cantando y bailando mientras limpiaba el café solo decidí recagarme sobre el coche eran casi la una de la mañana y como si nada yo estaba en la calle, viendo a la mujer que hace que mi corazón lata con velocidad, cada latido, cada suspiro y cada pensamiento que luego se desenvuelven en poemas traspasando de papel a pintura.

Ella era la musa que desesperadamente buscaba.

Golpeé lo sufiente fuerte la puerta que ya estaba bajada esperando que ella escuchará atraves de su música, sentía que ya me había mojado lo sufiente el trasero. Ella se sobresalto y su cuerpo se movió alcanzado la escoba, solté una pequeña risa mordiendo mi labio inferior, tremenda mujer que me rebaza por diez centímetros y tiene  dos años más que yo, y aún parece una niña.

Sus ojos grises me miraron brillando bajo la luz del lugar, una sonrisa adornando su rostro y achicando sus ojos ¿Puedes escuchar mi corazón latir? Ahora mismo si tocó mi pecho sentiría el latido con facilidad, ella alzó la mano para saludar y yo señale mi reloj indicando la hora.

—¿Que haces aquí?— Mikasa pregunto una vez que se acercó en mi dirección, sus manos temblaron abriendo rápidamente la reja.— Entra vas a enfermarte.—Me jalo del brazo cerrando la reja detrás de mi.

La escuché alejarse mientras yo intentaba quitar las gotas sobre mis anteojos.

—Deberia preguntar lo mismo, pero ya me contestaron eso...— Le informe buscando un punto seco en mi ropa, nada que fuera útil.— Es muy tarde Mika, pudo haberte pasado algo.

—Pensaba quedarme en el establecimiento, le informe eso a Levi.— Escuché su voz más cerca, ella se sentó enfrente de mi tomando mis anteojos entre sus manos. Observé de forma borrosa como los limpiaba.

—Gracias.— Sonreí acomodandomelos, ella me observó con sus ojos grises llenos de vida.— No me informaron una mierda de eso.

—Lenguaje.— Chisto acariciando mi mejilla.— ¿Viniste a llevarme a casa?— Asenti un poco estúpida.— Eres muy dulce Ans.

—Si bueno, no es nada.— Me cruce de brazos alejándome un poco, yo era Annie, la chica que le gustaba amar en silenció, me gustaba sentir esto por ella, no quería crearme una perspertiva de las cosas y que al final el interés se termine.— Pero supongo que me iré.

Ella se puso de pie acariciando su nuca, su cabello está vez lo tenía recogido y se veía aún más hermosa con los mechones rebeldes pegando en su frente, ahora solo estaba con la playera del establecimiento puesta y los pantalones, por alguna extraña razón está vista me dejó analizando las diferentes formas de pintarla en un cuadro, ella se veía tan natural con esa horrible ropa de trabajo.

—Ya es tarde, quedate conmigo está noche.

—¿Segura?

Mikasa y yo nunca en el tiempo que pasábamos juntas, hemos estado solas toda una noche, las pijamas eran como malditas fiestas en la casa de su hermano un hermoso desastre entre amigos, la idea me emociono y asustó al mismo tiempo.

Ella sonrió apenada ante mi nula respuesta, pensando tal vez que me negaría.

—¿Sonó muy extraño?— Sus mejillas se pusieron coloradas.— Lo siento Ans.

Reí un poco tomando sus manos un poco frías.

—¿Sería abusar si te pido un café, mientras me voy a secar? De paso le aviso a Mi hermano.

Ella sonrió dulcemente negando.

—Deberas pagarlo o me lo descontarán.—, Informo apretando mi agarre y soltandolo enseguida, las mariposas volaron en mi estómago violentamente, mierda.

—Sin problemas.— Comenté caminando al baño de los empleados.

"¿Puedes dar ese paso? Solo abre la puerta, podemos hacerlo eterno;Esto puede ser más profundo que antes..."

Uno no decide de quién enamorarse tampoco nace sabiendo como se siente. Conocí a Mikasa tres meses después de que conocí a su hermano Eren. Eren fue ingresado a mi salón después de una pelea con unos idiotas de su salón un poco confuso pero así pasaron las cosas, el asunto está en que al momento conectamos ya que el era igual de frikie que yo, la diferencia es que el chico tenía demasiado pegue con las damas y yo apenas estaba empezando a experimentar el significado de latido de corazón por alguien. Eren me acompañaba a todos lados cuidando de mi y siendo mi compañero de clases y aventuras, el me integro a su grupo de amigos, unos chicos de todos los colores de todos los gustos, me sentía tan natural a sus lado, pertenecía calmadamente en algo no me tenía que preguntar que me gustaba o quién lo hacía pues ellos nunca cuestionaron nada de eso en cambio me mostraban lo que le mundo podía entregar y que en medio de la crueldad había paz y redención, y supe que mi lugar era con ellos.

Eso paso hace tres años en donde todos estábamos eligiendo que carrera queríamos a pesar de estar concientes de que nos faltaba aún, pero nunca es sufiente para prepararse.

Vi a Mikasa por primera vez una tarde que salíamos de la escuela, la chica era un reflector de miradas no solo por su porte relajado sobre aquel coche clásico, si no por la forma en como jugueteaba con sus manos contradiciendo su aspecto un poco rudo, llevaba una sudadera de la universidad de Nueva York negro, con unos pantalones rasgados del mismo color, unos guantes de cuero negro en sus manos aún nerviosas y un beanie de color azul (eso último me pareció irónico, pero supongo que era para que no confundiera con su color de pelo oscuro). A Eren le brillaron los ojos al verla, sus amigos casi saltaron de igual manera, pero yo no sabía quien carajos era.

—Mika.— Recuerdo que el grito y corrió directamente hacia la morena, Esta le regreso un dulce gesto de saludo, antes de verse casi estrellada sobre su auto.

Yo seguí a mis revoltosos amigos con las manos en los bolsillos mientras observaba como apapachan a la chica, sonreí un poco por el gesto del grupo hasta que Historia me tocó de la maga y me arrastró con ellos, por pura vergüenza o destino quedé justo en medio de la bolita entrellandome contra ella, lo peor del asunto es que mi rostro quedaba por debajo de sus pechos lo que me indicaba lo alta que era, eso ciertamente me causo un poco de risa.

—¿Nueva amiga?— Ella pregunto una vez todos nos apartamos y sus voz sonó como angeles cantando sobre mis oídos, era muy confuso para mí todo esto. Y sus ojos sorprendentemente grises me observaron, unos ojos maravillosos.

—Perdoname.— Eren me tomo de los hombros con una sonrisa.— Annie, ella es Mikasa mi hermana.

Mikasa sonrió levemente.

—Un gusto, pareces del tipo de chica que encajaría con todos estos idiotas.

—¿Me llamaste idiota?— Tuve la confianza de fingir ofenderme.

Sus mejillas se tornaron de rojo y supe desde ese momento que la chica se metería debajo de mi piel.

—No intentaba decir eso.— Se rasco el cuello con delicadeza, yo acomode mis anteojos que bajaron un poco.— Lo que quise decir es que pareces especial.

—Todos lo somos.— Ymir se recargo en mi con una sonrisa, Mikasa no borro la suya de su rostro lleno de dulzura.

—Bien, ahora que estoy de regreso, espero que me cuenten todas sus aventuras.— Ella abrió la puerta del copiloto, dando unos golpecitos para que nos subieras, yo no sabía dónde meterme.— Annie.— Ella me llamo y yo la observé.— Acompañe adelante, si quieres.

Y desde ese punto, desde que ella regreso a Eren y yo me junte con el grupo, la alegría en mi alma brilla tal cual mil soles. El problema empezó cuando comencé a sentir cosas por la chica mayor y era casi una tortura entenderlas, tanto saber cómo se sentía ella, ya que pasar tanto tiempo entre ellos me reafirmó que no es malo amar en secreto, Mikasa es la persona más dulce que alguien podría conocer.

Y tenía miedo lo que implicaba quererla, no sabía si la merecía, no sabía si realmente era querer a alguien, no sabía nada y solo estaba mareandome con mi propia confusión.

No lo supe Claramente hasta unos meses antes de que estuviera posada enfrente del espejo del baño de la cafetería cuando ella oficialmente se volvió una adulta y nos regaló menos tiempo, en dónde la extrañaba todo el tiempo y pensaba mucho en ella a menudo, en noches en dónde todo se veía gris, ella era mi Luz, la luz que llenaba mi alma.

Regrese viendo como la azabache acomodaba algo en el suelo, los cafés humeando sobre el mostrador, aspire el olor a cafeína reciente hecho y la lengua se me seco por unos segundos.

—Cafe capuchino, como te gusta.— Me informo, pasando a mi lado para dirigirse a no sé dónde.— Vamos, tómalo o se enfriará.

Supongo que noto que la estaba observando, moví mi cabeza acercándome al lugar del hermoso encuentro con mi café y yo. Mikasa siempre sabía lo que me gustaba, ella me trataba con la misma delicadeza que trata a todos los amigos de Eren, así que no me sentía especial. Mire a mi alrededor mientras esperaba, todas la rejas ya estaba bajadas, lo que indicaba que estábamos a salvó.

Imagination de Foster The People comenzó a sonar por las bocinas del lugar no tan fuerte para molestar a los demás, moví mi pie al ritmo de la canción tomando otro trago, la reconocí al momento pues mi hermano la llegó a poner en alguna ocasión. Divisé a Mikasa salieron de la oficina (de dónde supongo que venía) tarareando la canción.

—Ven.— Me arrastró con ella casi haciendo que el café se derramada en mi camisa.— Bailemos.

—No se bailar.— Y no estaba mintiendo, ella soltó una pequeña risa feliz, su gesto me hizo sonreír.

—Dejate llevar.— Me atrajo a su cuerpo con delicadeza, aún no me acostumbraba a esta diferencia de estatura, sus manos pasaron delicadamente por mi cintura, aspire su aroma a cítricos recargando mi oído en su pecho, su corazón latía al mismo ritmo que los primeros momentos de la canción.— Lo haces perfecto.— Su aliento golpeó levemente mi oído.

—¿Por qué haces esto?— Cuestione un poco perdida, ella me hizo dar una vuelta y regrese a la misma posición.

—Queria bailar eso es todo. Tuve un día muy atareado.— Susurro algo que no logré entender y después continuo.— Gracias por estar aquí conmigo.

Otro latido de corazón, está vez de mi parte, su cercanía me provocaba mariposas, trague un poco de saliva acariciando su cabello, mientas me guiaba al ritmo de la música.

"No sé como te sientes
Pero todo lo que quiero eres tú
¿Puedes ser mi volante? Me estoy aferando a ti..."

¿Así se siente estar volando? Porque ahora lo estaba, la canción había cambiado hace cinco minutos y aún me estaba aferrando a ella, no se realmente como se siente a pesar de estar escuchando el latido de su corazón pero se que todo lo que quiero es a ella.

—¿Puedo decirte algo?— Ella recargo su mentón en mi cabeza.

—Lo que quieras.— Conteste acariciando su espalda, estaba actuando como su amante aunque no lo era, me preguntó si ella también se pregunta cómo sería estar en mis brazos de esa forma.

—Tal vez sea extraño...—La sentí tragar saliva lentamente.— Pero me siento realmente conectada a ti de una manera intensa y descomunal, no quiero que pienses que soy una pedofilá o pervertida.

Me rei sobre su cuello, su espalda se tenso por unos segundos y yo sentí que podía tenerlo todo por ese momento.— Solo eres dos años mayor, no eres nada de eso.

Ella Chasqueo la lengua asintiendo.

—Solo quería que lo supieras.

—Eres dulce, demasiado.

Y el silencio se apoderó entre nosotras, lo que aún dejaba hincapié a la música.

—Deberiamos dormir.— Susurro como si no quisiera dicha cosa.— Mañana tienes escuela y tengo que abrir este lugar temprano.

—Un segundo.— Me permití un poco avergonzada recargar mi mentón entre sus pechos para mirarla, esto era lo que más me causaba nerviosismo fuera de lo sexual era lo más cercano que estaba de una chica, y se sentía tan hermoso que fuera con ella. Sus ojos grises chocaron con mis ojos azules y el eclipse brillo en la oscuridad.— Quiero intentar algo.

—¿A si?.— Alzo una ceja confundida.— ¿Que cosa?

—Es muy vergonzoso Mika, pero quiero saber que pasa si te toco.

Ella junto la cejas pero no sé aparto.

—¿De que manera?— La sentí temblar supongo que asustada, su temblor fue tan rápido como el trueno que se escuchó afuera y después las luces de fueron, dejandonos en un completo silencio.

Está vez la que se tenso fui yo, lo único que se sentía era el aliento de Mikasa en mi rostro y mis ojos azules alumbraban nuestras cercanía, no tenía miedo, me sentía segura entre sus brazos.

—¿Confías en mí?— Cuestione ¿Que estaba haciendo? Mordí levemente mi labio, experimentando en carne y propia a la tan mencionada tensión.

—De acuerdo.— Ella se acercó a mi oído.— Pero no vayas a sobrepasarte.

—Jamas haría eso.— Conteste de regresó.

Y en medio de la oscuridad recorrí con mis manos sus brazos desnudos lentamente, recordando su textura, su suavidad y la forma en como sus bellos se erizaban bajo las yemas de la misma, cada segundo que pasaba ella se relajaba con mis gestos, hasta que note como cerraba los ojos lentamente, pase mis manos por sus hombros para dar con su cuello y acariciarlo, ella entre abrió los labios dejando de respirar por unos segundos.

—Eres peligrosa haciendo esto.— El sonido que salió de sus labios, me hizo estremecer.— Tienes que detenerte...—Lleve mi manos a su rostro con delicadeza, sintiendo algo que no esperaba sentir de su parte, arrastre mi pulgar por sus labios para evitar que se lo mordiera.— Por favor Annie, creo que es suficiente.

—No creo que nada sea suficiente.— Está vez fui más despacio, tal vez estoy cometiendo una estupidez, una idiota hormonal pero no puedo controlarse, no ahora que la tengo tan cerca. Acerqué mis labios a su cuello y lo bese levemente, ella me tomo de la cintura con fuera, permitiendome llenarla de leves besos y caricias, su piel sabía exquisita.

—Debes detenerte.— Su voz sonó más grave, su manos tomaron mi cintura de una forma tan posesiva que me dió escalofríos.—No podré detenerme si continuas.

—¿Detener que?— Pase mis labios por su oído, mordiendo su lóbulo y mi pulso se disparó cuando ella me cargo entre sus brazos dejándome sobre una mesa, su cuerpo estaba tenso y aguantaba la respiración. nunca en mi vida me sentí tan excitada.—Deja de controlarte...— Tal vez está era una de las peores formas de declararse pero la oscuridad del momento me daba valentía.— No se cómo te sientes, pero todo lo que quiero eres tú.

La escuché maldecir por lo bajó, antes de tomar mis labios entre los suyos, dejándome flotando en el aire, la sensación de sus labios carnosos contra los míos hizo que mi boca se sintiera en el cielo, ella me jalo más contra su cuerpo, arrastrado sus dientes por mi labio inferior, sentí su abdomen sobre mi sexo y jade un poco por el contacto ¿Así se siente el deseo? Ella arrastró sus labios sobre mi cuello de forma dulce pero un poco violenta y volvió a mis labios para reclamarlos como suyos, por mi serían para siempre.

Ella entonces me acostó sobre el espacio que antes ya había hecho como cama con delicadeza, deje que su cuerpo se uniera con el mío, sus ojos me observaron lentamente, beso mi nariz por unos segundos, mi frente, mis párpados y acaricio mi cuello en el proceso, ella me miraba de una forma que nunca creí que alguien lo haría, y sonrió, sonrió iluminando el lugar.

—Se que hay algo entre ambas.— Beso mis labios de nuevo, está vez más fuerte y con más pasión.— Pero aún no puedo entenderlo.

Solté una pequeña risa.

—¿No sabes cómo te sientes, He?— Mikasa suspiro besando mi cuello, yo dejé que lo hiciera y la sentí relajarse en el y oler mi olor, llenandose de mi.

—No, pero quiero averiguarlo.

"Tejiendo a través del espectáculo de luces, Beso en todas las paredes, Podemos actuar como extraños, Sentir que podríamos tenerlo todo..."

—Este lugar es maravilloso.— Eren festejo llevando sus manos al aire, este era el motivo por el cual Mikasa había tomado esas horas extras, la susodicha estaba a mi lado hablando cómodamente con la señora Jaeger, ya que la azabache de ojos grises se haría cargo de nosotros.

El lugar era una maravilla, cabañas rústicas en dónde no había más que una civilización apegada a la antigua cultura y la sabiduría, me siento cómoda entre este espacio de vegetación y inspiración ilimitada, no recuerdo bien de quién fue la idea de este campamento, tal vez de la loca de Sasha, que de todos es la que tiene mayor experiencia en el campo ya que su padre es cazador.

Pero de igual manera, no era un campamento del todo normal, ya que en las noches nos dieron permiso (que nos tomo meses adquirir) para poder lanzar fuegos artificiales, lo suficientemente bien planeado para no incendiar el bosque.

—Vamos.— Mikasa me saco de mi ensoñación, ella actuaba como siempre con nosotros, pero conmigo, siempre tenía ese pequeño gesto que me hacía sentir bien a veces se recargaba en mi cuando todos estaban Distraídos y fingía que no prestaba atención a dicho acto, no sabía que estábamos haciendo pero una parte de mi confía plenamente en Mikasa y la otra la insegura no sabía si estaba bien dejar que ella se hiciera cargo de sus sentimientos ya que había una posibilidad de que su interés no sea más que curiosidad, Mikasa solo ha salido con chicos.

Pero creo que es la mejor forma, yo cuido de ella, ella cuidaba de mi y cualquier cosa que pasará que no estuviera segura, se que me lo diría, porque Mikasa es sincera.

—Escojan cabaña, Ya saben que no puede ser hombre y mujer.— Mikasa se rió un poco antes de soltar sin pena alguna.— Se me olvida que prácticamente traje a un escuadrón LGBT. Si queremos dormir será mejor que si sea hombre y mujer.

Algunos se rieron un poco por la Broma.

—Estas celosa porque eres la única soltera.— Se burló Eren y si prácticamente lo es, Mikasa hizo una mueca mirándome de reojo.

—No la molestes.— Levi su novio lo regaño.

—Lo siendo amor.

—Gobernado.— Sasha se burló de él, haciéndome reír.— Yo pido la que está cerca del bosque.

Connie que estaba a su lado, la Analizo.— No vamos a pararnos tan temprano a casar.

—Nel, nada de eso.— Mikasa detuvo su conversación.— Ustedes los heteros, lejos el uno del otro.

—Estas siendo exagerada.— Ymir comento.— No creo que sean tan...— Se quedó callada por unos segundos.— Olvídalo, los conozco bien como para imaginar que trajeron globos en vez de condones.

—Espera...—Sasha rebuscó entre sus cosas.— ¿No los condones eran de colores?

De ella sacó una bolsa de globos que nos hizo soltar una carcajada.

—Joder me van a demandar.— Mikasa se lamento dejándose caer en el pasto y los demás nos reímos de su desgracia.

...

—Yo pido el baño.—Historia anuncio una vez que ingresamos a la cabaña, el orden quedó de este modo. Historia y yo en la cabaña tres, Eren y Mikasa en la dos, Levi y Connie en la cuatro y por último Sasha e Ymir en la tres, fue un pedo enorme hacer que Ymir se separara de su novio, pero estaba convencida de que su complejo de conejo, no nos dejaría dormir.

Lo sé porque en las pijamadas hacían mucho eso en el baño, en las mañanas siempre veía asqueado a Eren porque tenía que limpiar el desastre, parece que es tan gay que no aguanta los fluidos femeninos, no me miren de ese modo, seré Frikie más no estúpida.

—No te tardes.— Le grite de regreso dejándome caer en el colchón, mirando el techo.

Ya que es el primer día aquí, pensamos que la mejor forma seria pasarla en una fogata en la noche contando historias anécdotas y todo eso, la idea me emociona de sobremanera.

—Annie.— Historia me llamo desde el baño.— Olvide mi toalla ¿Puedes pasármela?

Encontré su toalla en su maleta perfectamente doblada, llame a la puerta y de ella salió una pequeña cabecita rubia que me sonrió de costado. Que ella sea más chaparra que yo, solo me hacía sentir extraña, quiero decir explico. Ymir es más alta que Mikasa, si yo quedo medio desproporcionada con ella, no me quiero imaginar cómo lo hace ella, lo que es lindo, y en mi caso también.

—Gracias.— Ella la tomo y cerro con delicadeza.— Por cierto...— Me quedé en mi lugar esperando lo que tenga que decir.— Tú y Mikasa hacen muy linda pareja.

Solté una risa irónica.

—Parecemos más extrañas que sienten que lo tienen todo...—Baje la mirada.— No somos pareja, le estoy dando su tiempo para averiguar qué es lo que siente.

Recargue mi frente sobre la puerta, tenía la suficiente confianza con ella como para que está conversación no sea incomoda.

—Intenta darle celos.

—Me niego a hacer eso, ese sentimiento es horrible.

Lo viví en carne propia en el momento que ella tuvo su quinto novio, creo. Se llamaba Jean, Fue un año después de conocernos de igual manera yo no sabía cómo se sentían los celos. No hasta que la vi besando al cara de caballo era un buen chico creo que eso es lo que más me enojaba pero la opresión en mi pecho, las lágrimas derramadas no es algo que quiero que sientan los demás.

—La mejor manera de saber que sientes algo por alguien, es temer que vas a perderlo.— Historia salió con una sudadera más grande que ella, que supongo que es de Ymir  unos pantalones de charal negros, se veía adorable.— A trevete a averiguar que haría Mikasa si estuviera celosa.

—De igual manera ¿Tú como notaste esto?

Ella se río dándome un golpe en el brazo.

—Miras a Mikasa como si fuera un diamante que tanto ahelas y ella parece mirarte como si fueras algo que no puede entender pero al mismo tiempo explotarar.

—¿Y si soy un experimento para ella?— Me senté en la cama, ella haciendo lo mismo.

—De cierta forma, Mikasa también fue el tuyo, ella hizo que tú corazón latiera que sintieras lo que jamás sentiste antes...— Historia me miro con una sonrisa amable.— La diferencia radica en qué a veces los experimentos funcionan y a veces fallan pero deja que ella lo averigüe que lo entienda. Dale tiempo. Pero realmente quiero verla celosa, así que si puedes intentar eso te lo agradecería.

Sus palabras me dieron un poco de seguridad, ella tenía razón... Todos somos experimentos al final de cuentas...

"Hay algo entre nosotros, Algo que anhelo, Podemos hacerlo eterno
Dejando esta ciudad en nuestro despertar..."

Mikasa.

Tenía doce años cuando descubrí que esta vida era más que blanco y negro que también había partes grises, donde mis inseguridades de pre-adolescente abarcaban mi mente no permitiéndome dormir. En la misma edad en la cual mis padres murieron y fui adoptada por la familia Jaeger. Tenía Catorce cuando Eren salió del clóset con nuestros madres un niño valiente en este mundo cruel pero también fue la edad en la cual yo más me sentía confundida y perdida ¿Que pasaba conmigo? ¿Por qué pase de querer estar con un chico a querer besar a una chica? Me sentía como en agua helada intentando respirar, no podía entenderlo a pesar de tener un hermano abiertamente Gay, tal vez tampoco quería aceptar que yo era de esa manera. Me crié con la idea de que uno estaba bien pero dos ya eran multitud en mi país de orígen ya que desde 1997 la ley permitía que solo podías tener un hijo, mi padres se quedó con esa costumbre aunque mi madre era un poco más abierta no evito mencionar esa frase como un dicho, como un hecho.

Así que aunque no se implementa de la misma forma en este caso, sentí que yo no merecía ser gay porque Eren ya lo era, dos en la familia hubiera Sido una maldición.

Y quería correr de ese pensamiento, quería luchar contra mis demonios democráticos y llenos de espinas. Quería conocer esa parte gris de la cual estaba segura que quería tocar, llenarme de su color.

Nunca me permití experimentar ese sentimiento más a fondo ese deseo.

No hasta que llegó a mi vida.

Tenía diecisiete cuando conocía a la chica de ojos cielo. Después de haber estado un tiempo en Nueva York por cuestiones del trabajo de papá, regrese para terminar mis estudios, ellos eran unos chamacos a comparación de mi, si de acuerdo que no les llevaba por mucho pero Annie se veía menor que ellos, no pregunté porque es que estaba en su grupo de amigos pero luego descubrí lo que pasó con Eren y supe que lo había castigado dejándolo en el salón de los menores, cosa que me burle de el por varias semanas.

Pero ese no es el tema.

La chica de orvez hermosos lo es.

Al principio no sentí más que una fuerte admiración por su belleza siendo más joven que nosotros (por meses) pero con el tiempo eso se volvía más extraño, más descomunal y más complejo. La primera vez que quise besarla fue en una pijamada cuando tenía casi dieciocho fue un momento en el cual ella siendo un poco amargada con es, se enojo en un partido de UNO y para no soltar una grosería porque mis padres estaban presentes en esa jugada, ella se mordió el labio haciéndolo sangrar, yo incocientemente mire en esa dirección y aguante la respiración era la primera experiencia realmente fuerte de querer besar a alguien.

Así que intente esconderlo, intenté esconder que pensaba en eso, que pensaba en ella y más. Me escondí de mi misma y de ella.

Pero esa noche en el café, estaba dejándome llevar por primera vez, quería tenerla cerca, escuchar su latido de corazón aunque la estatura dificultará aquello, necesitaba saber si la confundía tanto como ella a mi.

Y el baile me llevo al infierno y al cielo al mismo tiempo, nublaron mi juicio, permitiendo que explorara partes de mi cuerpo con sus manos y no pude detener el deseo que invadió mi razón para hacerla mía, pero todo a su ritmo porque parece que ambas queriamos lo mismo, nos estábamos aferrando la una a la otra y yo aún tengo miedo de este sentimiento.

Y ya no quiero sentir miedo, por fin notaba la forma en como ella me miraba y por fin caí en cuenta la forma en como yo la miro.

Seré mucha cosas pero un Ackerman jamás se acobardaba. Verla en esta noche llena de estrellas sonriendo con sus amigos, contando historias que me hacen reir, supe que todo lo que quiero es a ella en mi vida de forma romántica.

—Yo creo chicos.— Eren comento, sus ojos brillaron.— que es momento de ir pensando en conseguirle pareja a las solteras del grupo.

¿Que? ¿Cuando llegamos a ese punto de la conversación?

—¿Por qué?— Sasha pregunto por mí, aunque apenas le entendí pues estaba comiendo.

—Hacen mal violinistas.— Ymir que se encontraba alado de Historia comento como si nada.

—Yo apoyo eso.— Connie alzó una ceja.— Annie necesita un buen revolcón.

El estómago se me apretó ante la idea de ella con alguien más, alguien que no sea yo. De acuerdo Mika cálmate tienes veinte y uno años, tienes que actuar de forma civilizada.

—¿A quién tienes en mente?— Annie cuestiono, yo la mire enseguida, Historia le dijo algo que logro hacerla sonreír, ¿Que mierda?

—¿Que hay de Armin?— Levi opino. Me traicionas hermano de apellido.— Oh si te gustaría probar con mujeres, tal vez Pieck.

—Esa mujer es todo un bombón.— Ymir comento como si nada. Me rei del golpe que le soltó Historia.— No me pegues amor, tú eres más candente.

—Vete a la mierda.

Contesto antes de cambiar de lugar y sentarse a mi lado recargando su cabeza en mi hombro, yo la mire de reojo preguntando si se encontraba bien, ella me alzo los pulgares y yo regrese la vista y los oídos a la conversación.

—Pieck estaría bien, ya que Armin siento que voltea para mí bando.— Eren comento.— Debimos de haberla invitado, se nota que le interesas.

Apreté la mandíbula cruzandome de brazos, odio esta mierda.

—Entonces cuando regresemos le preguntare...— Annie alzo las manos feliz de hacer una buena acción.— ¿Y tú Mika? ¿Alguien en mente?

¿A qué estaba jugando? Quería provocarme, quería jugar con mi confusión con mi miedo y el hecho de que la chica de ojos azules y cabello rubio me gustaba más que todo en este maldito mundo.

Me rasque el cuello sintiéndome nerviosa, odio las revelaciones.

—De hecho si.— Dije intentando que mi voz sonara firme.— Pero ciertamente no quiero compartirlo, tal vez me divierta un poco cuando lleguemos a casa.

Vi como Annie apretaba la mandíbula, jaque mate niña.

Y el ambiente se volvió un poco pesado después de mis palabras, pero Connie y Sasha rápidamente hicieron que se sintiera de nuevo relajado y en calma.

...

—Se que me estás torturando.— Dije una vez que ella paso enfrente de mi para ir a su cabaña, se detuvo dejándome ver su espalda y su cabello suelto bailando con el aire.— Quiero empezar esto bien, no de una forma tóxica.— La abrace lentamente de la cintura, la escuché suspirar.— Hablemos por favor.

Annie tomó mis manos que estaba en su cintura y se separó con delicadeza, pensé que se negaría pero solo me tomo de la mano para arrastrarme con ella, adentrandonos en el bosque susurrante, la luna golpeando nuestros rostros.

—Solo estaba siendo infantil.— Ella susurró soltando mi mano, se sentó en un tronco y yo le di su espacio recargandóme en un árbol.— Todo esto entre tú y yo, me hace sentir real, Viva, la forma en como me besaste esa noche y la forma en como me trataste después demostrando interés pero al mismo tiempo no estando tan segura, me daba miedo. Llevo mucho tiempo esperando por ti, llevo mucho tiempo escondiéndome bajo una roca temiendo que si salgo, terminaré rota y aplastada. No quiero eso.

—Es parte de vivir.— Le comenté.— No esperes a que uno tomé acción, tienes que hacerlo por tu cuenta, deja que te rompan el corazón que alguien más te cure, siente lo que tengas que sentir para poder vivir...—Ella me miro y nunca en mi vida, ví algo tan bellos, sus ojos brillaron como si estuviera pensando lo mismo.— No te prometo que no te lastimare porque estaría mintiendo, nadie esta completamente seguro de sus acciones pero intentaré no hacerlo de igual manera. Proveemos esto juntas, se que estás segura que me quieres, pero querer y entender la responsabilidad que conlleva estar en una relación son cosas muy diferentes.

Annie se puso de pie, dejándose caer sobre mi regazo acaricie su cintura con delicadeza el sonido de los árboles como los animales llegando a mis oídos.

—Eres comprensiva.— Ella beso mis labios con delicadeza.— Pero puedo ver en tus ojos que no es fácil para ti.

Recargue mi frente en su pecho, llenandose de su paz.

—Cuando mis padres aún vivían eran muy conservadores y tenían una fuerte lealtad a la cultura.— Ella Acaricio mi espalda lentamente.— No puedo culparlos por ser así, tal vez si yo hubiera estado más tiempo en China, crecería con esas mismas culturas.

—Tienes miedo de manchar su legado.— Asentí lentamente, ella era mi volante.— Lo entiendo, no creo que sea fácil vivir de ese modo, esperaré lo que tenga que esperar.

—No.— Alce la mirada para verla.— No tienes que hacerlo, no te haré esperar, amo a mis padres pero ellos ya no están, tengo que seguir con mi vida.

Ella acarició mi mejilla con dulzura.

—Entonces hagamos esto, vivamos lo que tengamos que vivir y si es necesario, rompe mi corazón.

—Un poco cruel.— Me burle, bailando mis manos por su cintura, dibujado patrones.— ¿Quieres ser mi novia? Quiero que esto entre ambas sea igual que tú seas mi primera novia como yo la tuya. Que está sea la oficial.

Ella se río de mi idea pero sus ojos brillaron bajo las estrellas, solo tuvo que chocar su labios con los míos en un beso lento para aceptar mi propuesta.

"Puedo sentir el latido de tu corazón ¿Lo sientes también? Esto es eterno; Solo tú y yo..."

Dos años después.

Annie.

Tener a Mikasa como pareja, es una experiencia tridimensional, ella aún mantiene su fachada de chica ruda pero dulce por igual y aunque es difícil porque no podemos compartir en algunas cosas, esas diferencias entre ella y yo, nos unen más, pasar tiempo explorando los gustos de la otra e intenté entenderlo (Porque se que le cuesta a veces trabajo Seguirme con la conversación de las cosas) pero al día siguiente ella viene a mi casa y me comenta que investigo sobre dicha cosa y conversamos sobre ella por horas. Yo no hacía mucho eso comprendí que ese era su estilo, que lo hacía por gusto, en cambio yo la escuchaba y daba mi punto de vista sobre el tema, me decía que aunque no lo viera con ojos de fanática era indescriptible la reacción natural que hacía dicha cosa. No éramos la pareja perfecta pero si real, sincera y honesta cualquier cosa que pasará, cualquier cosa que tuviéramos dudas lo comunicamos, de esa forma ella y yo aún seguimos juntas pues también nos dábamos nuestro espacio.

Tal vez no debería comentar esto, pero el sexo entre ambas era increíble, la primera vez que estuve con ella fue en el mismo café que nos besamos por primera vez, ironicamente fue por un arranque de celos por su parte (ella celosa, era descomunalmente hermosa y atractiva) y no sabía que ese sentimiento podría llegar a lograr algo más intenso al momento de hacer el amor, pero ahí estábamos entre jadeos y gemidos en el lugar con un poco de luz.

Y no, no fue un acto ilegal, ya que Mikasa aun estudiaba administración de empresas, que yo siempre le vi más el aire de abogada por lo justa que podía llegar a ser, pero ella era muy recatada en esos tipos de tema, desde que la conocí. Ya que la dueña del lugar Hange le tenía mucho apreció a Mikasa, así que acordaron que ella se volvería su socia, fue bastante gracioso de ver y me sentí tan orgullosa de ella.

Yo en cambió estaba ingresando a cinematográfica, encontré un lugar hermoso en grabar cosas y hacer un poco de guión.

Realmente estoy enamorada de la azabache de ojos grises y se que ella se sentía del mismo modo.

Nos volvimos mucha cosas juntas, logramos como perdimos, aún conservamos las mismas amistades y se agregaron más a la lista, me gustaba estar con ella y lo que tenga que durar y casi no pienso en eso último solo disfrutaba el tiempo con ella.

—Ans.— Alce la vista de mi celular un poco cohibida, retroceder por ese tiempo me hizo sentir bien y extraña.— Toma...— Me paso un vaso caliente.— traje tú café ¿Pasa algo?.

Limpie una lágrima que bajaba por mi mejilla, una que no me había dado cuenta. Ella se metió en el coche dándome un abrazo mientras dejaba las cosas en el asiento de atrás, solté un suspiro medio lloroso y lleno de sentimiento.

—Lo siento.— Susurre sobre su pecho, esta vez ella me tomo mejor entre sus brazos.— No me di cuenta, no quiero ser cursi pero...— Yo realmente estaba súper sensible.— Me haces tan feliz Mika, gracias por ser mi novia

La sentí sonreír de costado y abrazarme con las fuerza.

—Agradecer algo que es recíproco no vale. Te amo Ans, te amare hasta que mi corazón me indique que deje de hacerlo...—Beso mi cabello con delicadeza.— Pero al paso que voy, esto es lo más real que he sentido en mi vida, siento que duraría para siempre.

—Me aferrare a esa idea, me aferrare a ti.— Murmuré sintiéndome más relajada.

Nos quedamos de esa manera por unos minutos, creo que mi café se callo un poco en mi camisa pero no me importaba.

—Escucho el latido de tu corazón.— Comenté con una sonrisa y ella se río levemente.

—Late de ese modo gracias a ti.

—Es la primera vez que suena tan fuerte.

—Se le debe a la magia entre nosotras.

—Eres una cursi.

—Soy tu cursi.— Ella chasqueo la lengua.— Odio arruinar el momento pero el café acaba de caerse en una parte sensible y arde.

Me solté de ella de golpe riéndome de la forma en como intenta limpiarse, la ayude una vez que me controle un poco.

—Lo siento.

Ella me sonrió, la sonrisa que llena mi mundo.

—Descuida de igual manera mi sexo siempre arde cuando estoy contigo.

Solté una carcajada acomodandome en mi asiento.— Eres tan idiota.

Ella se acomodo en el suyo, se puso el cinturón y mientras yo hacia lo mismo, Mika colocaba un cassette en el auto con algunas canciones tanto suyas como mías, que le regale cuando cumplimos seis meses, decía que era mejor ponerlo cuando estábamos juntas. Ese auto de color negro que sus padres le heredaron antes de morir sigue siendo nuestro compañero de aventura a los largo de los seis años que llevo conociendo a Mikasa de una forma pura como la amistad-hermandad pasamos al romance.

—Vamos a ambientar un poco más este lugar.

Y Sex On Fire comenzó a sonar a mitad de volumen, recague mi cabeza en mi mano viéndola cantar la canción que referencio mientras conducía su auto clásico, el mismo que trajo el día que la conocí.

Si, efectivamente no sabía que sentía, sabía lo que quería, pero ahora ella está aquí a mi lado y nos iremos en una escapada fuera del estricto trabajo de Mikasa, y mis tareas de la universidad, por una semana, no daremos un suspiro después de tanto tiempo, así que cante con ella hasta que otra canción sonó en representación de mi parte.

I don't know how you feel But all I want is you...— Le acaricie la mano en el You, haciéndola sonreir.— You can be my steering wheel, i'm holding onto you...

Y con la canción nos envolvimos en nosotras misma y aunque no se la supiera intento cantar conmigo.

"No sé como te sientes, pero todo lo que quiero eres tú ¿Puedes ser mi volante? Me estoy aferrando a ti."


























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