Una llamada..hace falta una simple llamada para hacer llorar a Iwaizumi. Iwaizumi Hajime ya era un hombre hecho y derecho, ya había terminado la universidad y trabajaba como profesor de una escuela, Seijoh, les enseñaba literatura, lo divertido era que esa misma escuela enseñaban Matsukawa y Hanamaki, sus dos mejores amigos

Iwaizumi vivía solo en una pequeña casa, era simple y sencilla, sin lujos ya que después de todo vivía en soledad, ni siquiera tenía una mascota, le costaba llegar a fin de mes ya que con su paga debía pagar gas, agua, luz, internet, leña, comida, todo menos la renta, ya que su casa era la de sus padres, los padres de Iwaizumi murieron hace cuatro años en un accidente de avión

Extrañaba a su novio, vaya que lo hacía, amaba su linda carita, esas mejillas regordetas, su culo gordo, su abdomen marcado, sus lindas piernas y muslos, sus delirios y berrinches, su boba e infantil personalidad, sus "¡Iwa-chan, Iwa-chan!", sus frases típicas, espirituales y filosóficas como "Iwa-chan..¿Crees que estemos solos en el universo?"

—..Idiota

Susurró con los ojos llorosos y completamente ebrio, varias noches compraba botellas de cerveza e iba a casa a embriagarse, extrañaba la voz de su novio, ya ni siquiera escuchaba su melodiosa e irritante voz, las llamadas a otros países eran muy costosas, así que sólo se mensajeaban por WhatsApp

—..¿Y si lo llamo por WhatsApp?

Susurró sorprendido en su estado de ebriedad. Tomo su teléfono y llamo por WhatsApp a su novio

—¿Hola?

Pregunto una voz extraña..una voz masculina

—..¿Quién eres y dónde está Oikawa?

Susurró ronco, ¿Quién tenía el teléfono de su novio?..¿Acaso Oikawa le había sido....no, se negaba a creerlo

—Uh..¡Ah!, ¿Tú eres el famoso Iwa-chan?

—..No me digas así, sólo Tooru puede hacerlo

—Yo soy Diego, Tooru y yo compartimos habitación aquí en Brasil

—..¿Por qué lo llamas Tooru?

—Porque yo no soy japonés..fui seleccionado a ir a Brasil, pero soy de nacionalidad Chilena y ahí lo común es llamarse por el nombre, llamarse por el apellido es muy raro y poco usual.. de hecho creo que es así en todo Latinoamérica

—Oh..¿Y que haces con su teléfono?

—Tooru se está duchando..si quieres puedo entrar al baño y pasarle el teléfono

Susurró ronco y sensual el chileno

—¡Hazlo y tomaré un vuelo a Brasil para partirte el ocico!

—¿Eh? Bebé, ¿Qué haces con mí teléfono?

Se escuchó de la otra línea

—..Tooru

Susurró Iwaizumi con la voz quebrada y corto la llamada, no podía creerlo, no quería creerlo..su novio le había sido infiel..después de todo son novios de los quince y Oikawa ya llevaba seis años fuera del país..no era difícil de creer que luego de diez años de relación se aburriera, después de todo Oikawa era atractivo y mujeriego, era difícil de creer que estaría para siempre con él

Se tapo la boca llorando y se arrastró por el suelo a su habitación, le dolía, le dolía mucho, sentía su corazón completamente destrozado y un nudo en la garganta

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Al día siguiente Iwaizumi estaba tomando un café bien cargado y amargo en el aula de profesores, anoche fue la peor noche de su vida, además la resaca no ayudaba en nada

—Iwaizumi, ¿Estás bien? Tienes los ojos rojos e hinchados, pareces drogado

Menciono el pelirosa sentándose a su lado

—..Oikawa me engaño

—..¿Qué?

—Que me fue infiel, está saliendo con un latino

—Bueno..no hay que subestimarlos, hay latinos muy atractivos, están más subidos de peso que nosotros, pero eso es porque el peso que es considerado ideal aquí en Asia es anorexia en esos países y..los rellenitos igual están algo sexy, brazos y piernas más fuertes, espalda grande y sexy, barba increíblemente sexy..la barba más sexy que se a visto aquí es la de Asahi del Karasuno y él sólo tiene como cinco o seis pelitos.. además de sus acentos tan únicos, cada país Latinoamericano tiene un acento diferente..Además esos penes tan grandes que tienen algunos...Mm, joder, debo conseguirme un latino

De la "nada" el pelirosa quedó completamente empapado de café tibio

—¡Joder Isei!

Gritó molesto Hanamaki parándose

—Tú te lo buscaste solito, te recuerdo que llevamos casados dos años

Susurró molesto el pelinegro sentándose al lado de Iwaizumi

—Idiota. Me iré a secar antes de pescar un resfriado, ¡Si me da gripe tú pagas las medicinas de tu sueldo!

Gritó molesto saliendo del aula

—¿Problemas en el paraíso?

—Si, últimamente no para de mirar a otros, creo que se a mensajeado mucho con Oikawa

—…………

—¿Por qué pones esa cara?

—Oikawa..él...me fue infiel

—¿Aa?, ¿Oikawa?, ¿Infiel?

Pregunto incrédulo y estallando en risa

—¿Eres idiota? Conoces a Oikawa, si amara a otro te lo diría para irse derechito con otro

—..¿Tú crees?

—Si. Iwaizumi escúchame bien, Oikawa no te engañaría por nada del mundo, especialmente ahora

—¿Cómo puedes estar tan seguro?

—Ya lo entenderás, sólo confía en mí

—..Bien. Por cierto, suerte con Hanamaki

—No le digas así

—¿Por qué?

—Recuerda que ese no es su apellido, ahora se llama Matsukawa Takahiro

—Me cuesta acostumbrarme

—Puedes llamarlo Hiro o TakaTaka

—¿TakaTaka?..¿Cómo el jueguito chileno?

—Si. Oikawa siempre lo llama así y es adorable verlo molesto

—Bien..los apodos no son lo mío, pero intentaré acostumbrarme

—Ahora a trabajar

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La tarde había llegado y los tres chicos iban caminando por las calles al restaurante más famoso y con las mejores comidas de todo Miyagi, el restaurante de Suga, ex cocapitan del Karasuno

—Espero que vengas con apetito, ya que comerás toda la noche

Susurró Isei ganándose un codazo de su esposo. Iwaizumi estaba ligeramente confundido, pero aún así lo ignoro, sus amigos seguían siendo igual de infantiles que en la escuela

Al entrar al restaurante miles de confetis cayeron sobre Iwaizumi. El pobre estaba completamente confundido, ¿Por qué confetis?, ¿Acaso él era el cliente número un millón o algo así?

—Iwa-chan, ¿Te casarías conmigo?

A Iwaizumi casi se le sale el corazón por la boca, había escuchado la voz de su "novio", ¿Tan mal lo había dejado la infidelidad?

—..Aquí abajo Iwa-chan

Iwaizumi bajo su mirada y en el suelo vio a Oikawa arrodillado y con una pequeña cajita de terciopelo que tenía una sortija de compromiso. Casi se le salen los ojos de la cara, ¿Qué hacía Oikawa ahí?, ¿Había llegado hoy a Japón?, ¿Por qué le pedía matrimonio?, ¿Acaso creía que podía engañarlo y volver como si nada?, ¿Acaso pensaba que pedirle matrimonio arreglaría todo?

—No

—..¿Qué?

—¿Enserio creíste que luego de diez años seguiría enamorado de alguien tan irritante y falso como tú?

Le dolía, pero si iban a terminar prefería ser él quien humillara al castaño

—..Iwaizumi

Susurró molesto Matsukawa apunto de hablar, pero fue interrumpido por el castaño

—No, Mattsun..está bien, fue mí culpa...no debí volver

Susurró el castaño parándose y saliendo del restaurante

—¿Estás imbécil o que?

Gritó el pelirosa completamente furioso

—¡¿Imbécil yo?!, ¡Te recuerdo que fue él quien me fue infiel!

—¡Él no te infiel idiota!, ¡Estuvo como un año planeando exclusivamente este día! No paraba de mensajearnos para pedir consejos

—¿Entonces que me dices del tal Diego?

—Pues no lo sé.., pero si te fue infiel no hubiese venido a proponerte matrimonio..deberías hablar con él

—..No lo sé

—Se lo debes por las cosas horribles que le dijiste

Iwaizumi suspiro resignado y salió del restaurante tras Oikawa, corría por las oscuras calles, pero no lo encontraba en ningún lado. Suspiro cansado sentándose en un banquillo de la plaza de juegos, ya no tenía la misma condición física de antes, al escuchar unos sollozos se asusto..eran los sollozos de su Oikawa

Se acercó al pequeño submarino de columpio y se metió dentro, ahí estaba el castaño llorando a mares

—Oikawa..quería preguntarte algo

—No quiero hablar contigo Iwaizumi-kun

—¿Dónde quedó el Iwa-chan?

—Ya no te mereces ser llamado así

—Oikawa..¿Por qué me fuiste infiel?

—..¿Aa?, ¿Pero de qué estás hablando?

—De ese tal Diego..lo llamaste "bebé"

—Oh..¿Creíste que le decía así como pareja?

—Pues..si

—Eres un idiota Iwa-chan..le decía Si pasa molestarlo

—¿Molestarlo?

—Si, el otro día se meo en la cama

—..¿Aa?

—Por eso le decía bebé, los únicos que no alcanzan a ir al baño son los bebés, ancianos y personas con problemas a los esfínteres

—Osea que..

—Jamás te fui infiel y jamás lo sería... Te amo Iwa-chan

—..¿Podrías repetirme la pregunta?

—No..siempre fui el de abajo y me atreví a pedirte matrimonio, y aún así fue un fracaso

—Entonces

Iwaizumi le quitó la cajita de terciopelo y la abrió mostrando las sortijas de matrimonio

—Oikawa Tooru, ¿Quieres casarte conmigo?

—No

—…………

—Obviamente que quiero idiota

Susurró llorando el castaño aferrandose a su novio

—Te tengo una noticia

—¿Cuál?

—Trabajaré con ustedes

—..¿Qué?

—Pues además de jugar voleibol, saque un título..hablé en el director y a partir del siguiente mes seré oficialmente el profesor de deportes en Seijoh, y obviamente el entrenador del equipo de voleibol, el director me lo rogó y dijo que fui el mejor setter que a pisaba Seijoh

—Osea que..

—Si, será como en los viejos tiempos, los cuatro otra vez en el Seijoh

—Nada me haría más feliz

Susurró el cabello de puercoespín besando a su novio en el submarino del parque infantil