Tengo hambre
Ya eran muchas las ocasiones donde Inosuke se me acercaba demasiado.
Solía siempre preguntar si es que estaba lista la comida, pero lo hacía de una manera algo peculiar.
Siempre se escabullia sin hacer ruido y ponía su mentón sobre hombro.
-Tengo hambre, ¿ya esta listo? - decía susurrando directo a mi oído
-Ya te e dicho que no hagas eso - decía de lo más avergonzada posible
-Lo siento, huele muy bien - decía cerrando los ojos
-Gracias, supongo... Pero debes esperar Inosuke - decía tratando de calmar mis nervios
Terminando de comer siempre solia sonreír, agradecía y iba a sentarse a tomar algo de aire.
Básicamente solo me ponía nerviosa al preguntar sobre la comida, luego de eso no nos dirigíamos mucho la palabra.
~
Hoy había traído unos conejos, diciendo que los había cazado y que quería que los cocinara. No tuve objeción alguna, puesto que él conejo era un alimento perfecto para los cazadores y su pronta recuperación.
-Ya está listo - dijo de nuevo posando su mentón sobre mi hombro
Ya no tenia caso molestarme, sabía que no lo hacía con otras intenciones.
-Estará en un momento... - dije sin voltear
-Hueles muy bien - dijo sin alejarse
-¿Ehhhh? - di un pequeño grito y voltee sin pensarlo
-Dije que hueles muy bien, hueles como a flores - dijo sin ningún problema
-Eh... La comida estará en uno 10 minutos, sal por favor - dije tratando de cambiar de tema
-Esta es mi parte favorita de la comida Aoi - dijo pronunciando muy bien mi nombre
Me sonroje de la cabeza hasta la punta de los pies.
Todo el mundo sabía que desde hace mucho gustaba de Inosuke, pero el sin embargo no sabía nada.
Y como podría saberlo, si el solo pensaba en la comida y medir la fuerza con otras personas. Por nada del mundo pensaba en mi como yo pensaba en él.
-Inosuke... - al voltear, confirmé lo que ya sabía.
Inosuke tenía los ojos verdes más hermosos jamás creados.
-Me enteré por un cuervo que a veces cocinas especialmente para mi, y que a pesar que al pilar del agua no le gusta las bolas de arroz, prefieres darme gusto a mi - dijo casi en un susurro
-Yo, yo... - no pude terminar porque sentí como fui jalada con poco de brusquedad
-Estoy muy agradecido contigo Aoi Sansaki, saber que soy especial me hace sentirme muy satisfecho - dijo con su rostro enterrado en mi cuello
-Es Kansaki - me enojé
-Da igual... Muchas gracias - dijo mirándome a los ojos directamente
Quizá fue por la tensión del momento, porque no pude resistirme o porque esperaba siempre el momento adecuado pero terminé por darle un beso. Fue un beso algo brusco y torpe pero al pasar los segundos de haber iniciado el beso, sentí como el comenzó a mover los labios.
Pasados los 10 segundos, abrimos nuestra bocas en busca de nuestras lenguas, entregandonos al calor del momento. Haciendo ese acto tan hermosos, algo lleno de pasión.
Nos separamos en busca de aire, sin apartar la mirada el uno del otro. Ambos sabiendo que desde ese momento todo cambiaría para ambos.
-Luego comeremos juntos, ¿esta bien? - dijo con las mejillas todas rojas, acariciando mi mejilla derecha
Sabía lo que me estaba tratando de decir. Pero me resultaba increíble que esas palabras vinieran de alguien que se llamaba a sí mismo el rey de la montaña.
-Está bien - dije mirándolo, inconscientemente pidiendo más
~
Eran casi 11 de la noche, todos dormían, todos menos yo. No podía dejar de pensar en todo lo que significó aquel beso y esas palabras tan profundas que dijo Inosuke.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos hasta que alguien tocó mi puerta.
Abrí con sumo cuidado, pensando que quizá era Shinobu-sama, pero no pude estar mas equivocada.
-Aoi, tengo hambre - dijo Inosuke con la camisa abierta, mostrando todo su trabajado torso
-E-entonces pasa - dije entendiendo a lo que se refería
Nos leemos en la próxima
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