One shot: Fanboy.
5/7
⚠️ Alvertencias ⚠️
Lenguaje vulgar, masturbación, R-18, universo alterno sin quirk, Omegaverse.
Están alvertidas puercas 7w7
Enjoy!
(...)
Título:
Enamorado de un boxeador.
—¡Bakugou!- un alfa de cabellos rojos llama a su amigo que estaba delante de él.— ¿Quieres ir al arcade?- el rubio se voltea para mirarlo.
—No, tengo cosas más importantes que hacer.- era verdad, tenía algo muy "importante" por hacer ese día.
—Bien, ¡Entonces vamos la otra semana!- se animó el alfa y se despidió de su amigo el rubio.
El Omega Katsuki Bakugou caminó a su casa como de costumbre, si hubiera sido otro viernes si hubiese ido con sus amigos a molestar por ahí en algún lugar.
Pero era ESTE viernes, uno muy importante para él.
Llegó a su casa y se alegró saber que sus padres no estaban, tal vez volverían tarde.
Fue a su habitación, dejando su mochila a un lado, se sentó en su escritorio abriendo su computadora, las teclas del aparato sonaron apuradas antes de un click final.
En la pantalla apareció una cuenta regresiva de una hora. Eso le daría tiempo para ponerse cómodo.
Se cambió de ropa a solo un short, y una camiseta. Corrió a la cocina buscando botanas, cosas no muy dulces, tomó algunas galletas de sal e izo un chocolate amargo, volvió a subir a su habitación para colocar las cosas al lado de su computadora en la mesa.
Esperó un poco mirando la pantalla y los números, tomó de su chocolate para degustarlo.
Miró hacia un lado su caja de pañuelos, lo pensó un poco.
Por todo lo santo del mundo, tenía 20 años y estaba en la universidad no debería de comportarse como un adolescente, pero, su cuerpo reaccionaba a él no podía evitarlo, así que para ser precavido la tomó y la colocó cerca suyo.
Esperó a que el reloj quedase en cero, se emocionó de sobre-manera al verlo.
Su show favorito empezó.
—Estamos al aire en la liga de boxeo.- comenzó a hablar el presentador.— en unos minutos llegarán los participantes, hoy el gran boxeador "Deku" peleará por el nacional. Si gana será su tercer año consecutivo que participará en el y luchará para ganar de nuevo el cinturón de oro.
Katsuki casi da un grito de niña al oírlo. Él era el fan número 1 del boxeador Deku, tenía su cuarto lleno de póster de Deku y toda su mercancía.
—Mas te vale ganar bastardo, si no yo mismo iré a patearte el trasero.- murmuró para si mismo, sabía que era poco probable pero aún así no podía evitar estar nervioso.
—¡Qué vengan los boxeadores!- una campana sonó, las luces se fueron para una esquina del lugar.— ¡Es la persona que quiere su revancha! ¡Fue vencido el año pasado tan solo en el primer round y esta vez parece que no será lo mismo! ¡Demás y caballeros! ¡Muscular!- un gran alfa alto y muy corpulento salió de una entrada por la cual fue alumbrada por los reflectores.
Tenía puesto una capucha roja que cubría su rostro y hombros, su short hasta un poco más arriba de las rodillas era del mismo color.
—¡Y tenemos con ustedes a nuestro campeón invicto por dos años consecutivos, con puños de acero y una gran velocidad para los golpes! ¡¡Deku!!- las personas en la multitud comenzaron a alabarlo y gritar su nombre, algunas mujeres, y hombres omegas le gritaban más de lo normal.
Deku salió con su capucha verde cubriendo su cabeza y hombros también, su short era del mismo color, pero tenía aún costado su nombre "Deku" y al otro "smash". Deku alzó su mano saludando al público, era conocido por ser una persona amable y respetuosa con los demás, pero dentro del ring se ponía serio y no paraba hasta ver a su oponente inconciente o que se rindiera.
Hay lo admiró Katsuki, más cuando el boxeador se quitó su capucha dejándolo al descubierto, su cabello verde esmeralda rebelde que siempre se miraba alborotado, su rostro lleno de pecas, alto de 1.77, musculoso -pero sin exagerar como su contrincante- y las cicatrices de sus brazos.
—Mierda.- tomó de su chocolate un sorbo grande, y comió una galleta.
La pelea fue como siempre de bestial, el alfa muscular le pegaba con toda su fuerza haciendo que el alfa de cabellos verdes retroceder o se tambalearse, y haciendo que Katsuki se preocupara.
Para al final del primer round ya se había comido toda su botana por los nervios.
Fue en la mitad del segundo round que Deku lo venció, le dió un fuerte golpe en el rostro que izo al alfa rubio caer inconciente, para Katsuki fue un momento épico.
"Mientras más grande sea el árbol, más dura es la caída." Pensó al ver como caía al suelo.
Deku levantó su brazo en señal de victoria y gritó su típico "Plus ultra" junto a toda la audiencia, su cuerpo estaba bañando en sudor, y tenía algunas partes rojas de los moretones que pronto le saldría.
Katsuki llevó su mano a su entrepierna, joder, ya estaba duro, y de seguro que también estaba mojado ahí atrás.
Un brillo se reflejaba en Deku por su capa de sudor, sus músculos se contraían ante sus movimientos, y su cabello estaba pegado a su frente por lo mismo.
Katsuki estuvo toda la pelea viendo su movimientos al dar puñetazos y la mirada feroz que le dirigió a su contrincante, pero estuvo tan nervioso que no notó como se había excitado, fue algo inconciente, después de todo, su cuerpo reaccionaba a él de esa manera siempre.
Deku dió las gracias a sus fans y dió un pequeño discurso de lo emocionado que estaba por la competencia nacional.
—¡Con esto nos despedimos de esta noche!, pero estén tranquilos, Deku participará en una entrevista exclusiva pasado mañana por la tarde, ¡estén atentos!
Dicho eso se despidió y Katsuki cerró su portátil, se recostó en su silla mirando al techo, su corazón latía rápido y aún estaba caliente.
Llevó su mano por entre su ropa y tocó su erección, la masajeó un poco haciéndolo soltar un pequeño suspiro. También llevo su otra mano por dentro de su ropa interior para tocar su muy húmeda entrada, no debería de hacer ese tipo de cosas, no era un adolescente hormonal pero, pensar en la mirada feroz de determinación que tenía el alfa mientras luchaba y su cuerpo fornido lleno de sudor solo lograba excitarlo aún más.
Siguió con su auto-placer imaginando que era el peli-verde que lo hacía, gimió un poco alto cuando se introdujo un par de dedos y jugó en su interior moviéndolos como tijeras, al mismo tiempo que movía su mano sobre su pene con un vaivén rítmico. Abrió un poco más sus piernas buscando un acceso más cómodo, tocó por fin su próstata haciéndolo eyacular soltando un gemido quebrado más fuerte que los anteriores.
Se sintió sucio después de haber echo tal cosa, no solo físicamente, si no su conciencia. Estar enamorado de un boxeador profesional y utilizarlo con fantasía en su ciclo y cada vez que le llegaba una calentura -ocasionada por él- era algo tedioso y estúpido.
Pero no es como si pudiera evitarlo, y ya lo había intentado.
Tomó su caja de pañuelos para limpiarse, una vez terminó echó todo a la basura, no podría dejar un desastre de papeles llenos de sus fluidos por ahí, si su madre lo descubriera no lo dejaría en paz.
A Katsuki le gustaba el boxeo desde pequeño, lo descubrió un día que estaba viendo la televisión y miró un comercial donde apareció en aquel entonces, All Might, haciendo su debut que lo llevó a la fama, quedó fascinado viendo como el gran alfa de grande sonrisa y músculos daba golpes a un lado y hacía al otro.
El también quiso ser un boxeador increíble, ser admirado por todos, ser respetado y famoso.
La vida le destrozó sus sueños cuando presentó su casta. Omega, los omegas no tenían permitido tener ese tipo de profesionalidad. No es que fuesen suprimidos no, claro que no, pero era por las desventajas de su género. Los Omega eran suaves y pequeños por naturaleza, eran resistentes pero no fuertes. Era algo peligroso para ellos estar entrenando como locos, recibiendo golpes, estar bajo estrés y aromas fuertes de alfas molestos buscando dominio y poder. Les podía ser perjudicial, en su aroma, en los ciclos y matriz.
Pero eso no hizo que el gusto por el boxeo se fuera, al contrario, seguía mirando a los luchadores con gusto.
Hace tres años llegó un novato al campo, el nombre era "Deku" Katsuki solo miró y pensó que era otro idiota con nombre idiota.
Se sorprendió al ver como el novato derrotaba a sus oponentes de una forma conocida. Era igual que All Might, después se enteró que el mismo All Might lo había entrenado, se sintió intrigado y no le quitó la vista de encima desde eso.
Sin quererlo se sintió atraído por él, pero, ¿Quién no lo haría?
Era un alfa joven que no pasaba de 30 años, apuesto, respetuoso, e increíble. Seguro incluso tendría algún Omega o beta que le calentaba la cama todas la noches, y él ahí, como idiota soñando con algún día conocerlo.
Suspiró derrotado, se llevó el plato y taza que había utilizado para las botanas a la cocina para lavarlos, estaba terminando de secarlos oyó la puerta principal abrirse.
Su madre y padre habían llegado.
—Estamos de vuelta.- dijo Masaru con una sonrisa en el rostro.
—Bienvenidos.- fue todo lo que respondió, se dirigió de nuevo a las escaleras. Sus padres notaron su aura pero no sabían exactamente de qué trataba.
—¿Vas a cenar?- le preguntó Masaru y el rubio solo se dió media vuelta.
—Comí unas cosas ahorita y no tengo hambre, solo estudiaré un poco e iré a dormir.- continuó su camino a su cuarto sin prestar atención a nada más.
—¿Habrá tenido un mal día?- preguntó a si mismo Masaru mirando por donde se había ido su triste cachorro.
—Cariño,- habló Mitsuki haciendo que su esposo se fijará en ella.— con Katsuki todos los días son malos días. Hablaremos con el mas tarde, ahora hay que hacer algo de comer, muero de hambre.- dicho eso se dirigió a la cocina.
Por otro lado Katsuki se tiró como peso muerto -boca arriba- a su cama, miró el techo unos segundos antes de posar su vista en la pared del a lado. Ahí estaba la razón de todos sus males -y calenturas-, Deku posaba en el póster teniendo su puño en alto y una enorme sonrisa.
Se acomodó en su cama para dormir, pues se sentía cansado tanto física, como mentalmente.
(...)
El sábado llegó, ahora se encontraba de compra con sus padres, estaba algo molesto por eso, el no quería salir de su cuarto, había planeado ver -repetidos- los vídeos de Deku boxeando.
—¡Katsuki!- llamó su madre.— quita esa cara. Cuando lleguemos a casa seguirás como ermitaño pero ahora ayuda a tu padre con las compras.- Katsuki rodó los ojos.
—¿No están lo suficientemente grandes para que vengan solos?- recibió un pequeño golpe en la cabeza.
—¡Deja de quejarte! Ahora, vamos por allá que antes había visto una ropa bonita.- por Dios, tenía 20 no 10, ¿¡Por qué lo arrastraban a eso!?
—Aveces quisiera morir.- murmuró para si mismo.
Pasaron toda la mañana dando vueltas, cuando habían terminado fueron a casa, se encontraron con la sorpresa de que alguien se estaba mudando en la casa del enfrente.
—Mira Masaru, vamos a saludar.- aprovechó el momento para tratar de escaparse, pero su madre lo agarró antes de su fuga.— ¿A donde crees que vas mocoso? Vamos.
Lo llevó con ellos para saludar a los nuevos del lugar, había una señora de cabellos verdes dándole instrucciones a los ayudantes. Le pareció conocida, pero no supo de donde.
—¡Hola, buenas tardes!- saludó al verlos acercase.
Mitsuki se le acercó para saludarla, hizo una pequeña reverencia.
—¡Bienvenida al vecindario! Soy Mitsuki Bakugou, él es mi esposo Masaru- señaló al de pelo marrón que la saludó.— y el mi hijo Katsuki.- el nombrado solo asintió como saludo.
—¡Oh Muchas gracias!, Soy Inko Yagi un gusto.- los ojos de Katsuki se abrieron por la sorpresa. ¿¡Yagi!? ¡¿Había dicho Yagi!?
Oh, por toda la mierda del mundo.
¿¡Era hermana del gran Toshinori Yagi?! ¡¿Tal vez un familiar!? O ¡¿Su esposa!?
Había escuchado rumores y visto algunas noticias de que Yagi se había casado, pero nunca habían pasado alguna foto de la afortunada o afortunado.
Se quedó mirando a la señora que hablaba animadamente con su madre, no tenía nada de parecido a All Might, tal ves si era su pareja.
—¿Con quién te has mudado Inko-chan?- preguntó su madre y Katsuki prestó atención, pueda que descubra algo interesante.
La señora Yagi le sonrió cálidamente.
—Bueno, mi esposo eh hijo están de viaje así que no pudieron ayudar mucho con la mudanza, pero, mí esposo envió a muchos ayudantes para que yo no hiciera esfuerzos.- explicó un poco sonrojada de vergüenza, aveces su esposo llegaba a ser muy protector.— pero dijeron que vendrían lo antes posible.
—Es bueno saberlo.- ellos siguieron hablando, mientras la cabeza de Katsuki estaba echa un lío.
¡¿Hijo!? ¡¿Yagi tenía un hijo!?
Después de la charla de sus padre con la vecina nueva regresaron a casa y el rubio fue directo a su habitación.
¿¡Cómo no se había enterado de tantas cosas!?
Se puso a investigar más en su computadora. Esa noche no durmió mucho. Tampoco encontró nada interesante.
(...)
Su alarma sonó, y la apagó de un golpe sonoro.
Se sentó en la cama mientras se rascaba una picazón del cuello, la luz del sol le molestaba mucho, era muy tarde y entraba de lleno por la ventana, miró su reloj, 11:00 am.
Se levantó de un golpe de la cama, era domingo no debería de estar apurado pero ese día tenía cosas que hacer.
Fue al baño hacer sus necesidades y después bajó a la cocina donde se hizo de comer, volvió a subir a su cuarto para hacer los deberes de la universidad.
Su celular que estaba aún lado suyo sonó, chasqueo la lengua al ver el nombre.
—¿Qué quieres alien rosa?- su amiga al otro lado de la línea rió.
—¡Vamos blasty! ¿No puedo llamarte solo porque si?- preguntó divertida.
—No, además siempre llamas cada vez que necesitas algo.- un bufido se escuchó.
—¡No es cierto!, Pero ya bueno, ¿viste la pelea de ayer?- preguntó.
Ellos tenían ese gusto en común, a la alfa Mina Ashido le gustaba la lucha y siempre miraban boxeo los dos, e intercambiaban críticas sobre los novatos o de los que ganaban.
Ella era la única que sabía sobre su enamoramiento con el boxeador, Deku.
—No sé para qué preguntas si ya sabes la respuesta.- su amiga volvió a reír al otro lado de la línea.
—Apuesto y hasta la baba se te cayó viendo a Deku repartir puño ayer.- se burló haciendo que Katsuki se sonrojó furiosamente avergonzado.
"Sin tan solo supiera." Pensó.
—¡¿Qué quieres decir con eso bastarda!? ¡Claro que no!- "fue peor"
—Solo era broma no te enojes, por cierto, hoy tiene una entrevista a las tres ¿no? Podrás verlo más hoy~~- a Mina le gustaba molestarlo con eso, le divertía mucho ver sus sonrojos y reacciones avergonzadas.
—¡Lo sé, joder! ¿Acaso piensas que me la voy a perder? Ni de coña.- le reprochó algo obvio.
—¡No!, ¡Bueno ya me tengo que ir! ¡Tengo que ir por Jirou, quedamos en ir al centro comercial! ¡Bye!- cortó la llamada dejando a Katsuki con la palabra en la boca.
—Después me la voy a cobrar cara de Alien.- dicho eso se concentró en lo que estaba haciendo.
El las horas pasaron rápido, ya casi eran las tres, Katsuki al ver el reloj de su teléfono guardó todo y abrió su laptop, faltaban un par de minutos para que empezara.
Se acomodó en su silla y esperó. Cuando llegó la hora apareció la portada del canal.
—¡Bienvenido sean!- habló una joven presentadora.— ¡Hoy tenemos como invitado a uno de los alfas más codiciados este año! ¡El famoso boxeador, Midoriya Izuku! ¡También conocido como Deku!- de una entrada entra Deku con ropa casual, unos jeans color gris oscuro y una camisa de mangas cortas verde oscuro con unos detalles y "plus ultra" escrito en medio.
—Oh por todo lo santo del mundo.- Katsuki se mordió el labio inferior al verlo, se miraba tan atractivo, la ropa le hacía realzar los músculos y su cabello estaba peinado hacia atrás que le hacía ver un aire confiado y juvenil.
—¡Buenas tardes! Es un gusto estar aquí presente hoy.- habló el peli-verde sentándose en un sillón al lado de la anfitriona.
—¡Es un placer tenerlo en nuestro programa!- dijo muy animada la mujer.— ¡Como ya saben nuestro programa consiste en una serie de preguntas hechas del público.! ¿¡Están emocionados!?- preguntó a lo que la audiencia respondió con un "si"
Katsuki tenía un poco de envidia y celos de esa mujer, se podía mirar perfectamente como veía al alfa con ojos de lujuria. Le llenaba de coraje.
—¡Pregunta 1! ¿¡Cuales son tus gustos!? ¡Esta es buena! ¡Muchos quieren saber cuáles son las cosas favoritas de Midoriya!- el nombrado se sonrojó un poco.
—¿Mis cosas favoritas?, Bueno, Me gusta bastante el Katsudon es mi comida preferida, leer en mis ratos libres también, el boxeo ya deberían de saberlo.- rió suavemente embelesando a más de uno que lo miraba, eso incluye al par de ojos rubí que lo miraba tras una pantalla.
—¡Siguiente pregunta.!- continuó la anfitriona.— ¿¡Por qué decidiste está profesión!?- el alfa se puso una mano en la barbilla pensando.
—Fue por mi mentor,- comenzó.— yo de niño descubrí el boxeo y me gustó, All Might me pareció igual a un super héroe de esos que salen en los cómics, nunca pensé que el se convertiría en mi entrenador y llegaría tan lejos.- el público estaba enternecido.
Katsuki también estaba un poco -mucho- enternecido con él, no sabía como un alfa podía se tan lindo y feroz al mismo tiempo como lo era él.
Las preguntas siguieron y Deku intentaba responderlas todas -algunas eran personales-
—¡Una persona del público pregunta! ¿¡Qué clase de jabón usas para bañarte!?- el pobre alfa se sonrojó hasta las orejas.
—Disculpen, ¿Qué?- el público se rió al verlo tan descorsentado.
—Atrevidos.- dijo el rubio aunque no lo podía negar. También quería saber.
La hora pasó entre risas y más vergüenza. La anfitriona estaba por hacerles las últimas preguntas.
—¡Bueno! ¡Solo quedan dos pregunta más antes de irnos! ¡Faltan dos meses para que tengas que ir al nacional y pelear por el oro en EU! ¿Harás algo interesante mientras? ¡Aparte de entrenar claro!- Deku le sonrió haciendole sonrojar.
—Visitaré a mi madre, tengo un poco de tiempo que no pasó un rato con ella.- dijo tranquilo y alegre.
—¡Eso es muy tierno! ¡Bueno! ¡La última pregunta! ¿¡Estás casado, tienes pareja o algo por el estilo!?- preguntó haciendo que todo el lugar quedara en silencio.— nunca se ha escuchado o visto a ti con alguna persona, por eso le preguntan.
Katsuki aguantó su respiración, esa era una incógnita que tenía desde hace mucho tiempo y ahora por fin podría saber la verdad sobre ella.
Pero...
Pero...
Tenía miedo de la respuesta que estaba por escuchar.
—No tengo,- comenzó— aún no eh encontrado a ese alguien especial, tuve una pareja pero ya nos separamos hace un tiempo, así que por el momento estoy solo.- un jadeo colectivo se escuchó.
Katsuki dejó salir el aire de sus pulmones, se sintió aliviado, significaba que podía fantasear un poco más.
—¿Entonces es cierto que estás a la espera de tu soulmante?- preguntó la anfitriona y Deku asintió.
"¿De su destinado?" Se preguntó mentalmente el rubio.
—Es cierto, tengo el presentimiento de que será pronto.- dijo el alfa pensativo.
—¡Oh! ¡Vaya! ¡Y yo que creí tener una oportunidad contigo!- dijo riendo a lo que Deku se avergonzó.— ¿No soy tu destinada verdad? ¡Son los alfa quienes se dan cuenta primero!, ¡Pero no eh visto ninguna reacción, que pena!
—Maldita arpía.- estaba molesto, esa perra se le estuvo insinuando al alfa toda la entrevista, moría de celos y coraje.
—No quería hacerte sentir mal, disculpa.- el alfa seguía sonrojado con una sonrisa nerviosa.
La entrevista terminó y Katsuki cerró su portátil, estaba feliz y a la vez triste. Deku estaba en busca de su Destinado, no sabía cómo sentirse, Katsuki lo amaba, no supo cómo le había llegado ese sentimiento tan profundo con solo verlo tras una pantalla, pero lo amaba. Si encontraba a su Destinado su corazón se rompería.
(...)
Era viernes otra vez, ya había pasado una semana, tuvo que ir a clases desde el lunes en incluso había salido un par de veces con sus amigos.
Después de clases ese día se había tirado a su cama para dormir un rato, estaba cansado de estar dando vueltas toda la semana, pero la vieja bruja de su madre entró a su cuarto para mandarlo a comprar unas cosas para la cena.
Mal día, mal momento, mala hora.
Ahora estaba en una parada con las compras en las manos, tratando de no mojarse por la lluvia que estaba cayendo, y no eran tres gotas de agua, era un aguacero en toda regla. Prefería esperar a que parara, así sea, hasta un par de horas y no llegar a su casa como un pollito mojado.
Suspiró pesadamente maldiciendo el agua y el frío que empezaba hacer, un estornudo escapó de se boca.
—Lo que faltaba, ahora que me dé fiebre, maldición.- comenzó a renegar entre dientes su existencia.
Una persona pasó con un paraguas al frente suyo, como lo tapaba la cabeza no pudo verle el rostro.
—Joder, si tan solo hubiese puesto cuidado al reporte del clima no estaría en esta situación.- se recostó en la pared y miró al suelo viendo las lluvia caer.
De pronto un par de zapatillas rojas llegaron a su campo de visión.
—¿Necesitas ayuda? ¿Vas a alguna parte?- listo, había tenido una mala tarde y ya estaba harto, le partiría la cara a ese idiota. ¡Él era Katsuki Bakugou! No necesitaba ayuda de nadie.
Alzó la cara para soltar su diccionario completo de groserías fuertes, pero al hacerlo se quedó mudo y con la boca abierta.
Oh. Por. Dios.
Un alfa de cabellos verdes al igual que sus ojos, y pecas en la cara, le miraba sonriendo amablemente.
¡¡Deku se encontraba justo frente a él!!
El alfa se acercó y pasó una mano por enfrente del rubio que parecía ido hacia la nada.
—¿Te encuentras bien?- Katsuki parpadeó un par de veces, su corazón estaba acelerado y no sabía que decir.
—S-si...- ¡¡Por una mierda!! Su voz casi no salía.
—Que bueno, y como estaba preguntando, ¿Vas a algún lado? Te puedo ayudar.- "¡Si ayudame, y de paso quédate conmigo el resto de mi vida!"
Katsuki respiró profundamente antes de hablar, no quería quedar como un tonto que no podía ni formular una palabra.
—No necesito ayuda de un idiota como tú.- fue lo primero que se le salió. Quería pegarse un tiro. "¡Eso no era lo que quería decir! ¡Maldita sea Katsuki!" Se maldijo mentalmente.
—¿Perdón?- se disculpó confundido el alfa.
—Lo que has oído imbécil.- "¡Ya cállate Katsuki y deja de cagarla!"
Se hubiera regañado más si no fuese por un relámpago que alumbró el cielo y un trueno sonó fuertemente haciendo que el Omega diera un brinco en su puesto.
Estaba tan nervioso que reaccionaba a todo a su alrededor.
El peli-verde sonrió un poco divertido haciendo que el rubio se avergonzara. Ahora había quedado como un miedoso al frente de su ídolo, "Que humillante" se dijo agachando la vista. La lluvia seguía cayendo igual de fuerte sin dejarle oportunidad de salir de allí.
—No parece que la lluvia se valla a detener pronto además de que se está haciendo tarde.- le tendió una mano, la cual el rubio miró y después alzó su vista para mirar el rostro del alfa. Le estaba sonriendo con cariño, sintió su corazón cálido y sus mejillas arder.
Trató de que su mano no temblara y la tomó. Sintió el calor que emanaba y los callos que tenía, a diferencia de la suya, la mano del alfa era más grande y áspera.
El peli-verde lo jaló hacía él para meterlo bajo el paraguas, Katsuki estaba tenso y sentía que se podría desmayar en cualquier momento.
Estando tan cerca, podía oler su aroma, olía igual a la lluvia en un bosque, fresca a tierra mojada, pero había algo más en ese aroma que no podía identificar.
—¿Por donde es el camino?- preguntó el alfa.
—A seis cuadras más adelante.- fue todo lo que respondió, y dando gracias de no aver tartamudeo.
—¡Qué coincidencia! También voy por allá.- le informó sonriente confundiendo al rubio, "¿Va para la zona de residencias?" Pensó.
Caminaron bajo la lluvia un momento en silencio, que para el Omega muerto de nervios era algo incómodo.
—Por cierto, mi nombre es...- se quiso presentar pero fue interrumpido.
—Midoriya Izuku, mejor conocido como Deku, lo sé.- las palabras salieron de su boca antes de que pudiera pensarlo.
—Ya veo, así que me conoces.- dijo sonriente el peli-verde.— no sabía que tenía de fan a alguien tan bonito.- el sonrojo de Katsuki se extendió hasta sus orejas.
—¡No digas estupideces!, ¡Maldito Deku!- sabía que debería tener un poco de moderación para hablar, pero una mezcla de nerviosismo y vergüenza no era lo mejor.
La suave risa del alfa lo embelesó.
—Digo la verdad,- le dijo con una sonrisa.— pero, no me has dicho tu nombre.
Era cierto, el sabía el nombre de él, más él no el suyo.
—Bakugou Katsuki, ese es mi nombre tonto Deku.- desvió su vista aún lado para tratar de que no viera su rostro lleno de emoción.
¡Su más grande boxeador le estaba preguntando su nombre!
Y no solo eso
¡Estaba compartiendo un paraguas con él!
—Bakugou Katsuki, Katsuki es un lindo nombre.- sintió un escalofrío cuando le escuchó repetir su nombre.— ¿Tus padres son los dueños de la empresa de diseño Bakugou?- el rubio asintió.— ya veo.
El rubio divisó su casa y la señaló, el pecoso lo llevó hasta el porche para que no se mojara con la lluvia.
—Gracias por traerme hasta aquí tonto Deku.- el nombrado solo rió un poco.— espero que no te hallas desviado mucho para donde ibas.- esa espinita de culpa se había metido en el desde hace un rato, pensaba que el alfa había mentido solo para traerlo.
—Sabes, mi apodo suena muy lindo viniendo de ti. Y de lo otro, no te preocupes, ya te había dicho que vengo a visitar a mi madre que está allá.- señaló la casa del enfrente haciendo que el rubio abriera la boca de la impresión.— nos vemos después Bakugou.
Dió media vuelta y caminó hacia el otro lado, Katsuki se quedó mirando como idiota al pecoso que se paraba en porche y tocó la puerta para después ser abierta por la señora peli-verde que lo recibió con gusto.
Pestañó y entró a su casa, estaba haciendo un frío horrible como para quedarse parado afuera como estatua.
—¿¡Qué es hora ésta de llegar!?- no pasó ni un minuto antes de que su madre comenzara a gritar.
No respondió nada y solo le dió las compras para después subir a su habitación.
—¿Qué bicho le picó?- se preguntó la Omega al ver que su hijo no le gritó como de costumbre.
Masaru que tomaba té sentado en una silla del comedor se encogió de hombros.
Katsuki se tiró a su cama -boca abajo- como peso muerto, aún sin poder asimilar lo que había pasado hace un rato.
Se movió para sacar de debajo de su cama un peluche -que él mismo había echo- de treinta centímetros de Deku. Tenía un chaquetilla verde con franjas negras en los lados y un gorrito con orejas parecida a la de un conejo, se le quedó mirando un rato, parpadeó un par de veces.
Pegó su cara a la almohada para ahogar un grito de niña.
!!!Él había insultado, gritado, hablado, tocado y estado junto a Deku!!!
¡Qué le parta un rayo si ese no había sido el mejor día de su vida!
Se sentó en la cama y alzó los brazos.
—¡¡BENDITA SEA LA LLUVIA!!- gritó a todo pulmón.
—¡CÁLLATE KATSUKI!- se oyó el grito de su madre desde abajo.
—¡TU NO ME DICES QUE HACER VIEJA BRUJA!- contraatacó.
Esa tarde, madre e hijo tuvieron una riña la cual el pobre y único alfa del lugar tuvo que detener.
(...)
Las cosas no se detuvieron allí, no supo cómo -tampoco le importaba, es más le agradaba-, pero siempre se lo encontraba por "casualidad", según el peli-verde.
Siempre cargaba puesto una sudadera con capucha y un tapa bocas, o una gorra y el tapa bocas.
Deku no quería que nadie lo descubriera.
Se conocieron mejor, el rubio supo que el mentor del peli-verde se había enamorado de su madre y se había casado con ella. -toshinori había dejado el boxeo por una enfermedad que se manifestó en sus órganos- y supo que sus cicatrices eran de un accidente automovilístico que había tenido.
El alfa supo que el rubio estudiaba administración para heredar la empresa de sus padres, y que aún vivía con ellos.
Hablaron del uno y del otro preguntando cosas triviales de sus vidas.
Había pasado un mes y medio, las vacaciones de verano habían comenzado y tenían más tiempo para poder verse.
El alfa también lo llevó a citas "como amigos" había dicho él, le invitó a lugares bonitos paseos helados y otras cosas más, algo que había notado Katsuki fue que Deku era muy consentidor, no le desagradaba, le gustaba, le hacía sentir importante y querido.
También había roses, le tomaba de las manos, le acariciaba el cabello incluso las mejillas en más de una ocasión. Eso lo avergonzaba y también lo ponia nervioso. Deku siempre sonreia divertido ante sus sonrojos y Katsuki le insultaba.
Era una dinámica algo divertida y parecida a sus padres, hablando de ellos, ya habían comenzado a sospechar, además era algo obvio.
Pasaba más tiempo fuera de su habitación, salía temprano llegaba por la tarde. Siempre estaba mirándose en algún espejo para revisarse, Katsuki no era de esas personas que se preocupaba mucho por las opiniones de los demás sobre su apariencia, por eso les parecía extraño tal comportamiento.
Pero la más emocionada por todo era Mina, le había contado y ella como buena amiga que era siempre lo llamaba todas las noches para preguntar sobre si había estado con él por el día y le decía que tuviera un condón en el bolsillo, solo por si acaso.
Cómo era previsto, el rubio estallaba en enojado y ella solo se reía.
Un día pasó algo que no se esperó. Faltaba solo una semana para que Deku se fuera a Nueva York para la nacional, era medio día y Katsuki estaba por almozar con sus padres.
—¡Vieja bruja! ¡Tenía planes para hoy!- le reprochó a su madre sentándose de mala gana en una silla del comedor.
—¡Qué planes ni qué nada! ¡Ya te dije que hoy hay visitas y será mejor que te comportes!- le regañó Mitsuki dándole un golpe en la cabeza. Masaru estaba por intervenir pero se detuvieron cuando el timbre sonó.
—Iré yo.- anunció el alfa antes de ir, el rubio solo se quedó sentado en la silla sin prestar atención a lo que su madre le decía.
Se escucharon unos pasos acercándose a ellos.
—Sientanse cómodos.- escuchó hablar a su padre, volteó un poco para saber quiénes eran a los que habían llegado.
El aire se le fue de los pulmones.
—Muchas gracias por habernos invitado.- dijo un alfa mayor delgado y de cabellos rubios, tenía tomado de su brazo a una peli-verde vestían ropa elegante sin llegar a exagerar.
¡Era All Might y la madre de Deku!
Vaya que si había cambiado con los años.
Atrás de ellos estaba el pecoso, tenía puesto unos jeans azul oscuro y una camisa manga larga blanca, se veía formal y sin exagerar.
—Te hemos descubierto mocoso.- dijo su madre en voz baja para que él solo escuchara.— nos enteramos que salías con el hijo de los vecinos del enfrente, así que decidimos -decidió ella- invitarlos para conocerlos mejor y de paso que, es el mismo alfa del que eres muy fan ¿No?- le sonrió diabólicamente al ver al rubio sonrojado.
—Bruja de mierda...- le susurró molesto.
—¡Hola Kacchan!- ese sería un almuerzo algo incómodo.
—D-Deku...- y tal y como lo había previsto fue algo incómodo, para él, pues Deku hablaba con su madre animadamente, en realidad todos lo hacían, el también hablaba un poco cuando le preguntaba cosas y trataba de sonreír, pero de resto solo miraba.
Pasada la comida fueron a la sala para charlar más.
—Oye Kacchan,- llamó y el rubio le miró.— ¿Puedo hablar contigo a solas un momento?- el rubio asintió.
—Mi cuarto está al final del pasillo escaleras arriba, ve primero iré por algo de beber.- Deku hizo lo que se le dijo y el rubio fue a la cocina, estaba sacando un par de vasos cuando su madre apareció.
—¿Seguro?- preguntó su madre, Katsuki solo alzó una ceja confundido.
—¿Qué mierdas preguntas, vieja?- Mitsuki solo se rió.
—Me pregunto, ¿Qué cara pondrá el pobre al ver su rostro en todas partes de tu cuarto?- Katsuki dejó lo que estaba haciendo y miró a su madre horrorizado, un fuerte sonrojo lo invadió.
—¡Mierda! Mierda, mierda.- dejó los vasos a medio llenar y corrió hacia su cuarto dejando a su madre muerta de la risa en la cocina.
Entró a su cuarto de golpe encontrado al alfa sosteniendo a su mini Deku de peluche entre sus manos.
"¡¡Qué vergüenza!!" Quería que la tierra se lo tragara.
—¿Esto lo isiste tú?- preguntó, Katsuki estaba estático en la puerta sonrojado hasta las orejas.— es muy lindo, te ha quedado genial Kacchan.
"¡Genial, para un niño de cinco años!" Gritó el rubio en su interior.
El alfa se acercó a él y le tomó de un brazo jalando hacia dentro y cerrando la puerta. Katsuki quedó pegando al pecho del mayor sorprendido.
—Sabes Kacchan,- el nombrado alzó la mirada y se arrepintió de ello al ver los ojos oscurecidos del peli-verde. Un escalofrío le recorrió la espina dorsal.— me está costando un poco controlarme. Tu cuarto está lleno de tu delicioso aroma, aparte de que tienes cosas mías en todos lado e incluso has echo un peluche de mí.
—A-ah, e-eso es...- joder, estaba tartamudeando.
Katsuki sintió como los brazos fuertes del peli-verde lo rodearon para a pegarlo más, también sintió como la nariz su nariz rozó su cuello, quiso apartarlo, pero no podía moverse, la fuerza de su cuerpo se había ido.
—Primero quería que nos conociéramos bien antes de hablar de esto pero siento que debo decírtelo.- el rubio estaba un poco confundido ante lo dicho.— Kacchan, desde el primer momento en que te ví, supe que eras mi destinado.
—¿Eh?- quedó en blanco.
Deku se apartó y le ayudó a sentarse en la cama, él también se sentó a su lado.
—Cuando te encontré ese día.- comenzó a explicar.— lo sentí, supe que eras tú. No te dije nada en ese momento porque era algo repentino, no sabía cómo te lo ibas a tomar. ¿Kacchan?- pasó su mano por enfrente del rubio pero éste ni parpadeó.
_¿Tú y...yo...?- Deku asintió.—¿Y yo... Por qué no...?- el alfa se puso una mano en la barbilla pensando.
—Creo que se debe, a que los omegas no saben quién es su destinado si no hasta cuando entran en celo.- el sonrojó que cubrió la cara del rubio fue lindo para el alfa.
—No puedo creerlo.- dijo finalmente el omega revolviendo sus cabellos.
—También quiero decirte, más bien pedirte otra cosa,- el rubio dejó su cabeza en paz dejando ver su pelo aún más alborotado que antes y lo miró expectante.— quiero que vengas conmigo a Nueva York para mí última pelea del año.
—¿¡Qué!?- su vida había dado un giro de 180 grados en solo un casi dos meses, debería dejar de gritar y sorprenderse por todo.
(...)
Era el día de irse a Nueva York para la competencia, Deku había hablado con sus padres y les había explicado la situación en lugar de molestarse se alegraron.
¿Quien no lo haría?
Era su destinado, su soulmante, su alma gemela.
Su madre le dió sus condolencias porque él aguantaría su mala actitud.
Su padre se había puesto serio y le dijo que el día en que lo viera "llorar" por su culpa lo iba a castrar.
Eso lo sorprendió, su padre era pacifista prefiria el amor y no la guerra, tal vez sean los nervios de ver a su cachorro ya crecer y conseguir pareja.
Sus padres habían decido dejar que fuese el solo con Deku a Nueva York, para "pasara un tiempo a solas con el" según su madre.
Ahora estaban en el jet privado que tenía el pecoso, había conocido a Aizawa un alfa, su mánager, Iida un Omega, su nutricionista y el que lo regañaba más por no cumplir con sus horarios.
Ahora se encontraba sentado en uno de los sillones mirando por la ventana hacia a fuera las nubes que pasaban.
—Deku, ¿podrías dejar eso? Pareces un cachorro.- Deku estaba tan emocionado que su aroma llenaba por todo el espacio del jet con fuerza, no le molestaba en lo absoluto, pero no quería entrar en celo ahí mismo por culpa suya.
—Lo siento Kacchan pero estoy ansioso y feliz.- "usa esa combinación para otro momento" pensó el rubio.— vas a ver mi pelea.- el rubio rodó los ojos.
—No es como si nunca que te hubiera visto antes,- le informó.— ni tampoco como si me la fuese a perder de todas formas.
—¡Kacchan!- chilló y lo abrazó haciendo sonrojar al rubio.- ¡Pero es la primera vez que vas a estar ahí en primera fila y conmigo para verme!
—¡Sueltame bastardo! ¡No hagas eso de repente!- trataba de apartarlo pero el otro no se soltaba.
Toshinori, Shota e Iida miraban divertidos desde lejos la escena.
(...)
La sala del ring estaba lleno, se podía oler la excitación en el aire de la personas eufóricas por la pelea.
Ahí estaba, sentado en primera fila junto a Iida esperando la pelea.
No lo iba a negar, también estaba muy emocionado, era la primera vez que podía ver una de sus peleas en persona, aveces creía que solo era un sueño del que pronto despertaría, pero no era así.
La campana sonó y el presentador comenzó hablar.
—¡Señoras y señores de la audiencia! ¿¡Están listos para la pelea más importante de esta noche!?- un grito unísono se escuchó.— ¡Bien porque está por comenzar! ¡Esta noche nuestro boxeadores pelearán por el oro! ¡El ganador se queda con todo y el perdedor sin nada! ¡Rezen por sus apuestas!
El público gritaba alborotado, y Katsuki tenía un tic nervioso con su pierna y no podía dejarla de mover. El contrincante de esa noche era Hawsk, una alfa mitad japonés el cual era apodado así por su estilo de pela, rápido y eficaz, Hawsk no había participado el año pasado en el boxeo por una lesión que tuvo.
—Hay mucha gente está noche ¿verdad?- habló el Omega sentado a su lado.
Katsuki lo miró.
—¡Obvio que va a ver gente! ¡Es la final idiota!.- el Omega de cabello oscuro se acomodó los lentes antes de hablar.
—¡No sea grosero joven Katsuki!- tuvieron una pequeña discusión que fue interrumpida por la campana.
—¡Con la eficacia y agilidad de un Alcón mortal! ¡Con ustedes el gran Hawsk!- un público le aplaudió y gritó.
El alfa Hawsk entró sonriente saludando a los espectadores, tenía puesto uno short de color naranja, y su cabello amarillo echado hacia atrás le daba un aire confiado, entró de un salto al ring sentándose en su esquina.
—¡Por otro lado! ¡Tenemos a nuestro campeón del año pasado! ¡Con una resistencia inigualable, Deku!!- Katsuki se paró de su asiento para verlo mejor, ahí estaba, entrando con una confianza admirable.
Tenía puesto el mismo short de su última pelea, caminó saludando a la gente, también dirigió la vista a él guiñando un ojo y sonriendo, acción que hizo sonrojar al rubio.
Subió al ring sentándose en su esquina.
Se arreglaron para pelear y la campana sonó.
Hawsk daba puñetazos fuertes los cuales Deku bloqueaba y devolvía. Katsuki sentía la adrenalina en su cuerpo, estaba parado como otros espectadores imitando los movimientos de los boxeadores.
—¡Noquealo de una vez Deku!- gritaba el rubio como junto a otros.
Los alfas en el ring luchaban ferozmente por el dominio. Deku tenía el seño fruncido junto a una mirada de concentración y determinación.
Hawsk aprovechó una abertura en su bloqueo para darle un golpe en la cara que lo izo tambalearse hacia atrás.
—¡Deku!- gritó Katsuki el cual estaba eufórico.
El alfa de cabellos verdes se limpió la sangre de su labio inferior con el antebrazo y siguió dando golpes.
La campana marcando el final del primer round sonó. Ninguno había caído todavía.
Deku fue a su esquina para tomar un poco de agua, miró los ojos preocupados del rubio y solo le sonrió para tranquilizarlo.
Pasaron tres rondas más en los que ninguno quería ceder ante el otro. Pero el cansancio ya se hacía notar, y más en el alfa rubio, el cual respiraba con un poco de dificultad.
La campana sonó de nuevo y Deku alzó los puños listo, otra lluvia de golpes llegó, el peli-verde sonrió de medio lado descorsentado un poco a su contrincante. Deku aprovechó los movimientos entorpecidos por el cansancio de Hawsk para darle un golpe hacia arriba en la boca del estómago con la mano derecha.
Un gemido lastimero salió de su boca, junto con todo el iré de sus pulmones y cayó al suelo sujetándose el abdomen.
Las personas del público empezaron a contar.
—¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! ¡Cuatro!- el alfa en el suelo hizo amagos de levantarse pero volvió a caer.— ¡Cinco! ¡Seis!
Katsuki contaba junto a los demás, siempre había querido hacerlo.
_¡Siete! ¡Ocho! ¡Nueve! ¡¡Diez!!- el público gritó y aplaudió. Deku parado en Medio del ring alzó la mano y los demás sabían para qué.— ¡¡Plus ultra!!
Eso era lo otro que siempre quiso hacer y se estaba cumpliendo.
—¡Nuestro campeón por tres años consecutivos! ¡¡Deku!!- gritó el presentador. Llegó una mujer con el cinturón en las manos para entregarlo.
Pero Deku hizo algo que nadie se esperó, ni siquiera el rubio. Tomó en cinturón y se bajó del ring en un salto.
—¿Espera a dónde va?- le preguntó el anfitrión.
El público quedó en silencio mirando que ocurría, Deku llegó a donde estaba Katsuki y le ofreció el cinturón.
El Omega sintió como se le salía el alma del cuerpo al verlo.
—Es para ti Kacchan.- le dijo.— mi victoria es tuya.
Deku tomó con sus manos la del rubio y alzó el cinturón. Katsuki tenía sus manos alzadas entre el cinturón y las asperas del mayor, sorprendido se sonrojó furiosamente y lo miró, solo encontró los ojos del peli-verde llenos de amor y cariño.
Los flashes de las cámaras sonaron por todas partes.
—¡Esto es increíble!- gritó el anfitrión.— ¡Al parecer nuestro campeón ha dado su victoria a un joven Omega que vino con él!
Katsuki miró a los dados y pudo ver las miradas llenas de envidia que les daban los omegas y betas. Una sonrisa arrogante se formó en su rostro.
"En sus putas caras perras, este alfa es mío." Pensó con malicia.
Deku habló por el micrófono lo emocionante que había sido la pelea y de lo genial que había estado Hawsk.
También había presentado a Katsuki como su pareja formal y destinado. El pobre Omega nervioso no dijo nada, no le era necesario y Deku no lo iba a presionar con eso.
Katsuki se sentía orgulloso y feliz, era como si su sueño se hubiese cumplido, tal vez no fue el quién luchó, pero estando junto a Deku y sentir su emoción contagiosa lo hacía sentir así.
(...)
—Kacchan~- chillaba el pecoso.— uno solo~- recibió un golpe en la cabeza por parte del menor.— Auch.
—¡Joder! Has silencio de una vez y déjame terminar.- le regañó Katsuki al peli-verde que estaba molestando.
Ahora se encontraban en la habitación del hotel en el que habían hecho reservación. Katsuki se encontraba curando sus raspones y golpes, ¿Por qué él?
"¡No quiero que ninguna de esas bastardas te pongan un dedo encima, yo puedo curarte!" Dijo eso y corrió a las betas que iban ayudar al pecoso.
Ahora se hallaba poniéndole una pomada en unos golpes de sus hombros, pero el alfa no dejaba de molestar en que quería besarlo, estaba así desde que intentó besarlo cuando estaban todavía en el ring y el rubio se movió dejando que el beso se fuera a una mejilla.
Katsuki en ese momento se avergonzó y se puso tan nervioso que a causa de ello movió su cara a un lado, pero también quería besarlo, desde hace mucho.
—Kacchan es cruel.- sollozó y el rubio rodó los ojos.
—¡Ya cállate maldición!- tomó un algodón untado de alcohol y se lo puso en el labio donde le habían golpeado antes, haciendo que el alfa se quejara.— te lo mereces.- sonrió.
Deku tomó de la mano al rubio y tiró de el, también pasó una mano a su espalda para mantenerlo firme.
Katsuki quedó sobre las piernas del peli-verde, se sonrojó y trató de apartarse pero el alfa lo tenía fuertemente atrapado sin dejarlo mover.
—Deku bastardo, ¡suelta...!- Deku lo calló con un beso el cual sorprendió al rubio.
El alfa metió sus mano por debajo de la camisa del Omega, subiendo desde la espalda baja hasta sus omóplatos, acariciando, Katsuki dejó escapar un suspiro del cual se aprovechó el mayor para meter su lengua dentro de su boca, jugó con ella un rato. El Omega soltaba gemidos y pequeños jadeos, tenía los ojos cerrados para disfrutar más de la sensación.
Deku saboreaba el delicioso sabor que tenía la boca del menor, se separó por falta de aire quedando unidos por un hilo de saliva. Admiró el rostro del Omega, estaba sonrojado, los ojos brillantes y empañados. Respiraba con un poco de dificultad y tenía un poco de saliva sobre su mentón, la cual limpió lamiendo un poco.
—Kacchan eres hermoso.- aflojó su agarre un poco y se recostó con él en la cama.
El rubio se montó sobre él, con sus muslos de lado a lado sobre la pelvis del peli-verde.
—Es hora de que me cumplas mis fantasías, maldito Deku.- le dijo con una sonrisa maliciosa y se frotó un poco sobre él, las manos ásperas del peli-verde acariciaron los suaves y firmes muslos del menor -el cuál solo usaba un pequeño short-.
—Lo que pidas Kacchan.- le ronrroneó el alfa.
Katsuki se sacó su camisa quedando solo en su short, después se sentó en los muslos del mayor y jaló el elástico de su pantalón.
Sacó de su prisión al miembro del alfa que estaba ya erecto y tragó saliva al ver el tamaño.
"Maldita genética de alfa" pensó internamente.
Tomó entre sus dedos al pene mojando con pre-semen para fuese más fácil masturbarlo. Desde la base hasta el glande comenzó a tocarle, masturbó lentamente el miembro que no dejaba de chorrear.
—K-kacchan...- apretó un poco más su agarre y masturbó más rápido.— ¡gnh!- el alfa bajo suyo soltaba jadeos de placer que le hacía saber al rubio que lo estaba haciendo bien.
Sin poderlo evitar, bajó su boca para lamer la punta, sintió el sabor agridulce del pre-semen en su paladar, era la esencia del alfa, de SU alfa y le gustaba. Metió el glande en su boca succionando, haciendo que Deku soltara un gemido ronco, se llenó de orgullo al escucharlo ya que era ocasionado por él.
Trató de tomar lo más posible pero solo llegó a la mitad, era su primera vez haciendo algo como eso, aunque no era un ignorante del tema, utilizaba lo que había visto por internet.
—Espera...Kacchan me..voy a correr...- trataba de formular el peli-verde pero la sensación de la boca del rubio en su pene era exquisita y no lo dejaba.
—humm..- fue la respuesta que le dió, pues estaba concentrado en su trabajo de degustar al peli-verde y la verdad no le molestaría que el alfa se corriera en su boca.
De repente sintió como una mano lo agarró del cabello y lo empujó hacia abajo.
—Lo siento Kacchan...no puedo contenerme más.- embistió hacia arriba haciendo que su pene llegará hasta la garganta del rubio.
Las lágrimas no tardaron en salir mientras su boca era invadida, sintió las orcajadas en su garganta y no podía respirar, pero, le gustaba.
Se excitó de sobre-manera teniendo al peli-verde tan brusco en su boca, no sabía que era masoquista pero no le importaba. Deku embistió por un rato antes de correrse en su boca, cuando sacó el pene de ella la viscosidad lo unía todavía.
—Perdon, ¿Fuí muy bruto?- el rubio abrió su boca para mostrarle al mayor que todavía tenía el semen en ella.— ...puedes votarlo si quieres.- la cerró, tragó y la volvió abrir dejándolo ver qué ya la tenía limpia.— no hagas algo como eso.- dijo el peli-verde sintiendo su erección volver a endurecerse.
El rubio bajó de nuevo a su pene para terminar de limpiarlo con su lengua.
Deku sin poder más, lo agarró y lo puso debajo suyo, y se quedó algo sorprendido al ver la entrepierna del rubio.
—¿Te has corrido con solo chupármela?- miró al rostro del rubio que estaba avergonzado y tenía su cara tapada con un brazo.— no te ocultes, Kacchan.- tomó su brazo descubriendo sus ojos, pero aún así lo evitaba ver.
Deku le quitó el short y los boxers dejando a su vista la erección del Omega y su entrada húmeda. Katsuki soltó un gemido al sentir la mano del peli-verde tantear su entrada.
—Estas tan mojado,- le susurró con morbo en el oído.— y tan pegajoso.
Las palabras hacian que el rubio excitarse y avergonzarse de igual manera. Arqueó la espalda cuando un dedo entró en él, el peli-verde comenzó a moverlo de adentro hacia afuera lentamente y luego agregó otro moviéndolo como tijeras, los gemidos del menor eran incoeherencias y quebrados.
Cuando sintió que ya estaba listo, tomó de la mesita de noche al lado de la cama un condón para colocarse-lo, una vez puesto, abrió más las piernas del menor para entrar.
Primero fue el glande, cuando entró escuchó un quejido bajo del rubio, siguió lentamente hasta la base, para cuando ya estaba todo dentro, el rubio temblaba lleno de espasmos.
—D-duele.- se quejó el menor y para distraerlo lo besó, jugó con su lengua un poco y se movió lentamente saliendo un poco menos de la mitad y volvía a entrar.
Cuando se acostumbró se movió más rápido y profundo haciendo que Katsuki soltara gemidos de placer, se separó del pecho del rubio y alzó más las piernas, montando una sobre su hombro, embistió con más fuerza, e izo al rubio arquear su espalda y gemir más alto.
Dió en su próstata, dirigió todas su embestidas en ese lugar, al pequeño botoncito de carne que hacía al rubio ver las estrellas y tocar el cielo.
Duraron un rato antes de que el alfa sintiera ese cosquilleo en su abdomen bajo, las paredes de Katsuki lo apretaba cada vez más lo significa que estaba por correrse y así pasó, el rubio eyaculó encima de su pecho apretando con fuerza su interior haciendo que el alfa también se corriera dentro del condón.
El peli-verde se acomodó al lado del rubio y lo atrajo hacia él para rodearlo con sus brazos.
—Estoy... sucio.- dijo en un jadeo el rubio. Deku sonrió y le besó un poco el cuello.
—Puedes darte un baño mañana por la mañana,- le susurró al oído.— no hace frío así que no te puedes enfermar.
El Omega frunció el ceño pero no le respondió, estaba demasiado cómodo para discutir.
—Kacchan.- llamó el alfa y el rubio respondió con un "hum"— todas mis victorias de ahora en adelante serán para ti. Quiero que las veas todas.
El Omega se volteó para quedar frente al peli-verde.
—Mas te vale no perder inútil.- la risa suave del peli-verde sonó, el rubio pegó su cabeza al pecho del mayor y sonrió también.
—Tambien quiero casarme con Kacchan y tener muchos cachorros.- el momento mágico se rompió exitosamente.
—¡Un paso a la vez, maldito Deku!
Fin.
(...)
8.829. palabras.
...
...
...
Mi conciencia: han, ¿En que quedamos?
Me: en que sería de 4.000 a 5.000 máximo.
Mi conciencia: ¿Y que ocurrió?
Me: creo... Qué se me fue la mano...
Mi conciencia: si claro, bueno ya qué. Continúa con lo tuyo.
Damas y caballeros -si es que hay- espero le haya gustado este one shot.
Yo no conozco mucho del boxeo pero hice lo que pude, tampoco se sobre el horario de vacaciones en Japón jajsjajsjajs.
Ay no sé, recuerden que esto es un fic aquí nada es real xD
Les digo la mera verdad?, Estoy utilizando el tema de los one shot's como práctica para escribir lemon ;u; anuma. XD
Espero que pueda ir mejorando :'3.
Voten comenten y compartan.
Zaorycast. ✨✨✨
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