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One shot: Egipcios

⚠️ Alvertencias ⚠️

Universo alterno sin quirks,
Vidas pasadas, lenguaje vulgar. Omegaverse.

Esta vez no hay frutidelicioso. ;U; jahsjajsajsj

Enjoy!

(...)

Título:

En esta vida, en la que sigue y la que sigue.

-¡Vieja bruja!- llamó un rubio Omega de 17 años a su madre.- ¡¿Por qué tanto apuro?!

Solo eran las seis de la mañana y sus padres hacian ruido como el demonio, ¡Eran vacaciones por amor a lo más santo, ¿porqué tenían que levantarlo a esa hora!?

-¡Ya te eh dicho qué no me digas así mocoso!- reprendió a su hijo, que solo rodó los ojos.- ahora lo otro, ¡Tu padre se ganó un viaje turístico ayer por la tarde en una lotería! ¡El avión sale en tres horas así que estamos empacando! ¡Dura toda una semana! ¿¡No es genial!?

Lo único que entendió fue: padre, lotería, viaje, avión, semana.

¿Significaba que tenía toda una semana para el solo la casa?

"¡Al fin, joder!" Gritó mentalmente de felicidad.

-Bien que disfruten su segunda luna de miel yo iré a dormir más.- se dió la vuelta para irse a su habitación pero la mano de su madre lo detuvo tomándolo del brazo.

-Ah, no mocoso, ¿A dónde crees que vas? ¡Alista tu maleta!- le dijo haciendo que los planes de Katsuki se destruyeran.

-¿¡Qué!? ¡Yo no pienso ir! ¿¡Por qué no van ustedes solos?!- gritó tratando de soltarse pero su madre lo tenía bien agarrado.

-¡No te dejaré solo una semana entera! ¡Vas a venir con nosotros! ¡Así que alista la maleta!- le golpeó la cabeza pero sin soltarlo, Katsuki estaba echo furia.

-¿¡Porqué no!? ¡Estoy lo suficientemente grande para cuidarme solo!- le dijo en un último intento de que no se lo arrastrara.

-¡¿Grande tu!? ¡No me hagas reír! ¡Apenas si cumpliste 17 la semana pasada! ¡Además tu padre estaba muy feliz de hacer este viaje los tres! Ya que hacía tiempo no salíamos juntos a causa del trabajo.- en parte era cierto, su madre alfa y padre Omega se la pasaban trabajando y él en los estudios.

Suspiró derrotado, se dió la vuelta sin decir nada y fue a su habitación para hacer la maleta.

-Buen cachorro.- se burló su madre con una sonrisa triunfal.

-¡Lo hago más por el viejo que por ti! ¡Bruja!- le gritó entrando a su cuarto.

-¡Maldito mocoso de...!- cerró la puerta antes de escuchar como terminaba el insulto.

Era algo normal en el vecindario escuchar los gritos de los Bakugo's, estaban tan acostumbrados así que ni siquiera se molestaban.

Katsuki sacó su maleta del armario junto con ropa, pero ahora que lo pensaba, ¿A donde irían? Abrió la puerta de su cuarto y sacó la cabeza.

-¡Vieja bruja!- llamó en un grito.- ¿¡Para donde vamos!?

-¡No grites, ni me llames así Katsuki!- gritó de igual manera la señora Bakugou.- ¡Egipto!.

-Por la puta madre...

Hubiese preferido quedarse en casa durmiendo, antes que ir a ese horno.

(...)

-¿De todos los lugares tenía que ser Egipto, viejo?- ya tenían todo listo, ahora solo esperaban al taxi que los llevaría, Masaru miró a su hijo algo apenado.

-Bueno... Yo siempre eh querido ver las pirámides.- dicho eso le sonrió, el Omega menor no le respondió nada.

Era el sueño de su padre, no le iba a reclamar nada, solo le hubiese gustado que el lugar no fuera tan caluroso en el día, y un frío infernal de noche. Claro que nunca había ido a Egipto antes, pero ese conocimiento era algo mundial.

-¡Vamos llegó el taxi!- su padre daba algo de gracia, estaba emocionado como un cachorro pequeño.

Cuando se acomodaron y el taxi arrancó, el rubio que estaba sentado mirando por la ventana sintió su celular sonar y lo sacó para ver el mensaje que le había llegado.

//

Mensaje de: Pikachu andante.

¡Oye blasty!

Eiji y los demás quieren ir a la playa. ¿Vienes con nosotros?

Katsuki;

No puedo idiota,a la vieja bruja le dió por viajar y ahora estamos camino al aeropuerto.


Pikachu andante.;

¿¡Qué!?
Oh, qué mal. ¿Cuando regresan?



Katsuki;

Dentro de una Semana.



Pikachu andante;

¡Bien, le avisaré a Eiji, disfruta de tu viaje familiar!

//

"¿Disfrutar?" Pensó. "Si claro"

Guardó el celular, fijando su vista en la ventana de nuevo, solo esperaba que ese viaje saliera bien, para volver lo más pronto posible a su casa.

(...)

El viaje en el avión no fue tan molesto, después de despegar se puso los audífonos e inclinó su puesto para dormir.

Estar en un lugar cerrado con tantas personas y olores no le agradaba en absoluto.

Durmió durante todo el camino, su padre lo despertó cuando estaban por llegar, al bajar salieron rápidamente del aeropuerto puerto para ir al hotel en donde se quedarían por toda una semana.

La brisa del atardecer le pegó en la cara cuando estuvieron afuera para tomar un taxi, el cielo se veía con detalles amarillos y naranja mientras que el sol estaba ocultándose en el horizonte, entre las colinas de arena que se miraba dorada por el atardecer.

Llegaron al hotel, y por pura suerte el premio de la lotería incluía dos habitaciones, puso la maleta a un lado se su cama, sacó una muda de ropa y se fue a dar una ducha, quería quitarse el olor del avión de encima.

Una vez listo, salió y se tiró como peso muerto a la cama, hubiese querido dormir un poco más, si no fuera porque su madre entró en el cuarto como si fuera su casa.

-¡Katsuki!- el Omega solo se tapó la cabeza con la almohada.- ¡No me ignores mocoso! ¡Mañana saldremos temprano para ir a las pirámides! ¡¿Por cierto, no has cenado algo!?

Katsuki se sentó en la cama fastidiado.

-No, no eh comido.- no tenía ganas de pelear, por el momento.

-Pediré un servicio a la habitación, espera a que lleguen, volveré con Masaru.- tan pronto como entró, salió dejando solo al rubio.

Diez minutos después, tal vez más, tocaron su puerta, al saber que eran los empleados le dejó pasar. Comió y se acostó de nuevo.

Por el balcón que tenía el cuarto, miró a no muy lejos algo que se asemejaba a una punta de una pirámide. Estaba cansado, ya mañana la vería mejor.

(...)

Odiaba la calor, más por el sudor que cualquier otra cosa, sentía como su camiseta se pegaba a su cuerpo por el sudor.

Ya habían caminado y visto por fuera un par de pirámides, también se había sacado un par de fotos, bueno, su madre le había obligado a tomárselas.

El guía turístico lo llevó hasta el interior de una pirámide, la más grande que había en el lugar.

-Esta fue la pirámide del Faraón de egipto.- habló mientras los guiaba por un pasillo. Katsuki sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al oírlo.- fue un faraón muy poderoso, trajo prosperidad a su pueblo por muchos años.
El faraón fue...

Katsuki dejó de escucharlo para fijar su atención en los jeroglíficos en la pared de la pirámide, allí tambien se miraba una pintura de un hombre sentado en una gran trono y al frente otras personas arrodillados a él.

No supo porqué, pero se quedó mirando fijamente el rostro del faraón un rato.

No se había fijado antes, pero al lado del faraón se encontraba sentado otra persona en un trono parecido al suyo, pero éste trono era un poco más pequeño.

El faraón tenía puesto un gorro raro que le cubría todo el cabello, sus ojos estaba delineados con una tinta negra, pero aún así se destinguía el color verdes de sus ojos -algo opacos por el tiempo-, unos collares grandes que caían por su pecho y hombros desnudos, un tipo de falda rara blanca hasta su rodillas, unos cuantos brazaletes en sus brazos y unas sandalias con tiras hasta las rodillas.

Su acompañante tenía un gorro parecido al faraón, también tenía un delineado en los ojos, eran de color rojos, pero también tenía un tono rojizo en los labios. Su ropa consistía en un tipo de túnica abierta un poco en el pecho, unos collares parecidos al faraón, solo que un poco más pequeños, un par de brazaletes en sus brazos y unas sandalias con tiras hasta la mitad de pantorrilla.

Su corazón latía rápido mientras miraba la pintura, absorto en ella.

-¿Encontraste algo bueno?- dió un brinco en su puesto, su padre había llegado a su lado y no se había dado cuenta.

-Solo estaba viendo la pintura.- miró una vez más al acompañante del faraón.- ¿Quién es el que está junto al faraón?

-Su pareja,- ambos voltearon al guía que los había escuchado.- se dice que era la pareja oficial al faraón, es decir; el faraón le había dado tanto poder como él mismo, solo el faraón tenía el derecho de juzgar lo que quería hacer, se cuenta que la persona que se adueñó de su corazón fue un hermoso joven al que querían vender como esclavo. Prácticamente se lo regalaron como ganado, el faraón castigó a la persona que se lo ofreció pero aún así el joven se quedó con él. Creo que fue amor a primera vista. Es una historia muy bonita.

Terminando de hablar el guía siguió con la ruta explicando.
Katsuki se quedó observando un momento más antes de seguir.

(...)

-¡Qué hambre!- dijo la señora Bakugou llegando al restaurante del hotel.- ¡Pero a sido muy divertido! Las pirámides son muy asombrosas.

-Yo eh cumplido mi sueño, ahora puedo morir en paz.- Masaru limpiando una lagrimita en su ojo.

-¡No digas eso! ¡No puedes irte al más allá sin que yo lo permita!- regañó Mitsuki a su esposo.

-Putos dramáticos.- se quejó el menor por lo bajo.

Después del almuerzo volvieron al hotel para descansar un rato.

Katsuki llegó a su habitación y fue directo al balcón. La punta de la pirámide que había visto en la noche fue la misma a la que habían entrado.

No sabe porqué pero cuando vió la pintura en la pared sintió una presión en el pecho, como un sentimiento de nostalgia y melancolía.

No le dió más vueltas a su cabeza y solo se adentró de nuevo al cuarto.

Algo cansado se echó en la cama, no pasó mucho tiempo antes de que se quedara dormido.

...

¡Gogo!.

...

¡Go-chan.!

...

¿Nos volveremos a encontrar, verdad? Promételo.

...

Despertó agitado, el corazón le latía a millón.

-¿Katsuki? ¿Estás bien?- su padre había entrado en la habitación justo cuando se había despertado.

-¿E-eh? Si, solo fue un mal sueño.- se masajeó un poco la frente, Masaru se acercó a él y le midió la temperatura.

- No tienes fiebre, seguro que es por el cambio de clima.- le dijo acariciando sus cabellos. Siempre sería su cachorro no importa que tan grande se vuelva.- Te iba a invitar con tu madre y yo para ver el museo, pero creo que es mejor que descanses un poco más. Si necesitas algo más puedes llamar a recepción.

Su padre se fue y el solo se acostó boca-arriba mirando el techo, ¿Qué había sido eso? ¿Y por qué alguien lo estaba llamando Gogo?

No entendía nada.

Estuvo un rato más en el cuarto antes de salir, bajó hasta la planta baja del hotel y se sentó debajo de una banca con una sombrilla.

No sabía que le ocurría pero le daba mala espina.

-¿Go-chan?- volteó casi de un brinco.

Parado a casi dos metros de distancia estaba un alfa de cabellos verdes y pecas, lo miraba entre sorprendido y alegre.

Katsuki frunció el ceño.

-¿A quién llamas "Go-chan" bastardo? Será mejor que te limpies un poco los ojos, estás equivocado, lárgate.- el joven alfa solo le sonrió como si le hubiese dicho algo bonito.

-Aún no recuerdas nada,- habló en voz suave.- pero me alegra encontrarte de nuevo.

Eso lo dejó más confundido que antes.

-¿Qué mierdas tengo que recordar?- el peli-verde solo le siguió sonriendo como idiota.

-Todo a su tiempo, pero las respuestas están en la pirámide.- listo, le partiría la cara a ese estúpido para que dejara de decir payasadas.

-¡Midoriya!- se escuchó a no muy lejos.- ¡se nos hará tarde!

-Cierto,- dijo para si mismo el peli-verde.- cualquier cosa, trabajo en el hospital.- se despidió antes de seguir su camino.

Quedó con la palabra en la boca, y se quedó pensado un momento. El rostro del alfa de hace unos minutos, sentía que ya lo había visto antes, con pecas en la cara, cabello rizado verde esmeralda a igual que los ojos. Tenía el mismo sentimiento que cuando miró la pintura.

"Las respuestas están en la pirámide." ¿Que quiso decir con eso? ¿Le estaria haciendo una broma?

No lo creía pues lo había llamado "Go-chan" y el único lugar donde lo habían echo antes fue mientras estaba durmiendo.

¿Se estaba volviendo loco?
Tal vez pero, ¿qué más daba ya?

(...)

Llegó a la entrada de la pirámide, miró por un momento el exterior antes de entrar.

Los turistas pasaban de aquí para allá junto a los guías. Llegó al mismo corredor de antes, el corredor donde estaba la pintura.

Encontró a un beta de pelo azul oscuro tomando fotos al mural.

-¡Disculpa!, No te había visto. ¿También quieres observar?- le habló energéticamente moviendo sus brazos como un robot.- ¡Por cierto! Mi nombre es Iida Tenya, soy un arqueólogo en práctica.

-Soy Katsuki Bakugou. ¿Es japonés?- preguntó al más alto que asintió.

-Asi es, y como dije estoy de práctica, mi hermano ya es un arqueólogo profesional y me trajo con él. Están buscando la tumba de la pareja del faraón y de él mismo, en realidad.- el rubio alzó una ceja confundido.

-¿Buscando sus tumbas?- preguntó y el beta se acomodó sus lentes.

-Bueno verás, la tumba del faraón y la de su pareja no han sido encontradas aún, se sospecha que están en esta pirámide por eso, un grupo de profesionales están buscando en el lugar.- le explicó a detalle como y donde buscaban los arqueólogos.

Katsuki tenía una duda la cuál le llegó de repente.

-¿De qué murió el faraón y su pareja?- la pregunta salió antes de que siquiera la pudiera pensar.

-No se sabe a ciencia cierta de que murió el faraón, pero, su pareja, murió de una enfermedad antes que él.- Katsuki sintió una opresión en el pecho.- no se sabe si la enfermedad la tenía antes de llegar con el faraón o fue cuando estaba con él, pero se sabe que el faraón estuvo junto el hasta su último aliento de vida. Quedó muy devastado cuando murió, y...

-¡Iida-nesan, nos tenemos que ir ya!- una persona al otro lado del corredor -que era parecido al beta-, llamó a Iida.

-Disculpa Bakugou-san me tengo que ir.- dijo haciendo una reverencia.

-Una cosa mas, ¿Cómo se llamaba la pareja del faraón, lo sabe?- preguntó el rubio por una corazonada.

-Gogo.- los ojos de Katsuki se abrieron como platos de la impresión.- al menos eso se ha descubierto, parece nombre japonés ¿no? Ya me voy, disfruta de tu día.

Katsuki no respondió, solo se quedó como una estatua parada en su lugar.

¿Qué mierdas estaba pasando?

Fue lo que se cruzó por su cabeza en ese momento.

Sacudió su cabeza dispuesto a volver por donde vino, tenía pensado entrar a su habitación del hotel y no salir hasta que sea solo para volver a casa, si eso haría, suponía que el calor le estaba afectando.

Dió tres pasos por el camino de regreso antes de sentir un escalofrío en todo el cuerpo.

-Go-chan, no te vallas, quédate conmigo.

Se congeló.

¡¿Por una mierda, de donde vino eso?!

Miró a todos lados como loco, pero no vió a nadie ni encontró nada.

Retrocedió buscando la oportunidad para correr.

-Go-chan prometiste que siempre estarías conmigo, ¿Por qué te tienes que ir?

Por un momento sintió como el lugar le daba vueltas, no se fijó por cual camino/ corredor se dirigía y corrió, corrió tanto como sus piernas le permitieron.

Por una verga, ¿Y si era un fantasma loco y se lo llevaba al más allá?

No gracias tenía una vida por delante la que quería disfrutar.

¡Ni siquiera había podido cumplir su sueño de que sus padres le dejaran la casa sola para él! Era una meta importante la que quería cumplir.

Dobló una esquina encontrándose con un callejón sin salida.

-Mierda.- murmuró para si mismo.

-Gogo-chan ¿Ya te había dicho lo hermoso que eres?

Por toda la mierda del mundo.

¡¡Era un maldito fantasma pervertido!!

Retrocedió hasta que su cuerpo pegó a la pared del fondo. Respiraba agitado y su cuerpo temblaba, pero no de miedo ¡Claro que no! ¡Los Bakugo's nunca tienen miedo.! Era solo por el esfuerzo, si era por eso.

Otro escalofrío recorrió su espina dorsal, vió algo parecido a una sombra que se le acercó, iba hacia el a velocidad rápida, pero desapareció antes de que lo tocase.

Esta vez vió imágenes. Se vió a si mismo sentado en el suelo, estaba algo sucio, su ropa desgastada y con algunos agujeros.

Sentado al frente estaba el faraón viéndole con curiosidad.

-Entonces, ¿tu nombre es Gogo y tú madre era de Japón?- el rubio asintió.- ¿Y tu padre?

-Nunca lo conocí.- le respondió con sinceridad.- y no me importa mucho.

-Pero has nacido aquí en Egipto ¿No?- el rubio volvió a asentir.- eres mestizo entonces, pero ¿Cómo fue que tu madre llegó a este lado del mundo?

-¿De verdad tengo responderle esa maldita pregunta?- el rubio dándose cuenta de cómo respondió se tapó la boca con una mano, por su mala actitud se ganaba castigos mayormente. Per en vez de recibir un regaño o castigo, solo escuchó una risa suave venir del faraón.

-No sabía que una boca tan hermosa, podría ser tan filosa.- el faraón le sonrió y el rubio se sonrojó.

Katsuki no entendía como es que podía ver esas cosas, o tan siquiera oírlas per ahí estaban, además ¿Ese era él y el alfa que vió afuera del hotel?, ¡Tenía su misma voz! Imposible.

Cambió la imagen a una donde se suponía que era un jardín, el faraón estaba sentado con él debajo de una sombra. Esta vez, Katsuki se vió a si mismo con mejores ropas e incluso más fornido que la vez anterior.

-¿Qué significa Deku?- le preguntó.- Me has dicho así desde hace un tiempo, nunca me has llamado por "faraón" o "majestad/ señor" no es que me moleste, en lo absoluto, pero solo quiero saber que será. - el rubio solo le sonrió.

-Significa torpe e inútil.- el faraón pareció algo decepcionado.

-Que cruel, y yo que pensé que era algo más bonito.- hizo un puchero haciendo reír a su acompañante.

-Si pero, también tiene otro significado.- la cara del faraón se iluminó lleno de interés.- significa; puedes hacerlo. Deku puede ser algo bueno o malo, depende de cómo lo veas.

-Ya veo, es como una moneda, tiene dos caras.- dijo faraón pensante.- tú me has puesto un apodo, yo también quiero ponerte uno, aunque no se me ocurre nada.

-No sé, dime Gogo-chan si quieres.- le sugirió el rubio sin interés.

-¿Chan? ¿Qué significa?- pregunta haciendo que el rubio rodeé los ojos algo divertido.

-Es algo de cariño para personas que se conocen desde hace mucho, entre niños es muy usado. O al menos eso me dijo mi madre.- lo último lo dijo en tono bajo para si mismo.

-No te preocupes,- le consoló el faraón viendo la tristeza del rubio.- me gusta, desde ahora serás para mí Gogo-chan y Go-chan.- el rubio solo le sonrió con un sonrojo en las mejillas.

Suspiró, no sabía cómo pero sintió su rostro calentarse y su corazón se aceleró, era como viviera la escena o mejor dicho como si la re-viviera.

La imagen cambió de nuevo, esta vez estaban en una habitación, y él se encontraba sentado en una especie de mueble raro y acolchonado. El faraón estaba al frente suyo parado.

-Gogo-chan, eres tan hermoso.- le halago el faraón mientras se le acercaba.

-¿Podrías dejar de decir eso cada vez que me vez?- respondió el joven que estaba sentado. El otro solo se quitó el gorro dejando su mata de cabellos verdes a la vista.

-Es porque lo eres, y siento las ganas de decírtelo cada vez que te veo.- se acercó y tomó una de sus manos para besarle los nudillos.

-Eres un Deku sin remedio.- suspiró el de cabellos rubios.

-Y tú sigues siendo igual de hermoso como la primera vez que te ví.- de ahí el faraón le tomó por una mejilla mientras le besaba, el beso se tornó más profundo y se inclinaron sobre el mueble.

Katsuki que estaba viendo todo se sonrojó hasta las orejas. La imagen o ilusión cambió, ahora estaban en una sala enorme, y él estaba sentado junto al faraón en un trono, la imagen era parecido al mural.

Si no fuera porque miró los ojos rojizos no sabría que era él, tenía el gorro que le cubría todo el cabello y aparte de un maquillaje.

-¡Oh! Mi faraón, hemos tenido una buena cosecha este año y le eh traído de nuestros mejores granos para que usted y su pareja puedan degustar.- el faraón solo sonrió, le eran buenas noticias, significaba que su pueblo tenia abundancia y no pasarían necesidad.

-Es un buen augurio. Qué los dioses de Egipto sigan bendiciendo sus campos.- después de eso el hombre le hizo reverencia y se marchó.

La imagen volvió a cambiar y esta vez no era una muy bonita, se vió a si mismo acostado en una cama, lo que parecía un doctor le estaba revisando antes de ir con el faraón que estaba a un lado mirando.

-Señor, no son buenas noticias, no sé exactamente qué tipo de enfermedad tiene, pero se ah extendido por todo su cuerpo. No hay nada que yo pueda hacer, lo siento mucho.- el doctor bajó su cabeza apenado, no podía cumplir con su deber de curar, y la pareja del faraón estaba muriendo.

-Retirate, ahora.- fue todo lo que le dijo, el doctor solo hizo una reverencia y se marchó rápidamente. El faraón se acercó a su amado y se arrodilló en la cama para después tomarle la mano.- Go-chan.- llamó triste y suave el faraón.

-¿Deku?- despertó el rubio que tenía un sonrojo en el rostro y respiraba agitado, seguro era por la fiebre.

-Mi Go-chan, no quiero que te vallas de mi lado.- una lágrima cayó del rostro del faraón.

Katsuki sintió la presión en el pecho más fuerte que antes y no supo por qué, pero sus lágrimas cayeron también.

La escena volvió a cambiar, estaban en la misma habitación pero su otra versión estaba en cama aún peor que la última vez que lo vió, tenía el rostro más marcado, y un par de ojeras bajo los ojos. El faraón estaba a la suyo sosteniendo sus manos, tenía los ojos brillosos conteniendo las ganas de llorar.

-Pareces un cachorro llorón, Deku.- le dijo el rubio con un poco de dificultad para hablar.

-¿Cómo quieres que no llore?, si estoy viendo a la persona que amo irse de mis manos sin poder hacer nada.- el faraón posó su rostro en las manos del rubio hablando con la voz rota.

-Nos volveremos a ver. Estoy seguro de eso,- sonrió levemente.- en esta vida, en la que sigue y la que sigue.

-Promete Go-chan, promete que nos volveremos a encontrar otra vez.- pidió el faraón pegando su frente a la de su amado.

-Lo prometo, mi faraón. Prometo que nos volveremos a ver y no me iré de tu lado nunca.- sellaron su promesa en un beso, en el cual el rubio cerró sus ojos y no los volvió abrir.

Esa noche el faraón lloró amargamente la muerte de su amado, pero vivió el resto de su vida con la promesa de volverse a encontrar en otra vida, otra vez.

El corazón de Katsuki dolía, las lágrimas nos paraban de caer, le dolió tanto ver al faraón tan triste y desbastado. Le dolió verlo llorar, era como lo conociera desde hace mucho.

Se limpio la cara con su antebrazo, ahora llegaba a comprender más las cosas, pero, ¿Él fue la pareja de un poderoso faraón?

"Soy la mera verga" sonrió arrogante ante ese pensamiento.

Pegó su espalda a la pared, tomó una bocanada de aire, y suspiró pesadamente, aún sentía que todo le daba vueltas.

Sin querer tocó una parte de la pared que se hundió por la presión, se escuchó un crujido y algo moviéndose.

-Debe ser una broma.- antes de que siguiera hablando, en donde estaba apoyado se abrió dejándolo caer a dentro.-¡Yo no soy Indiana Jones! ¡Mierdaaa!

El sito estaba inclinado lo que hizo que siguiera cayendo.
Bajaba como en un tobogán para niños, y hubiese sido más cómodo si no lo bajara de cabeza.

No sabe cuánto tiempo duró resbalando, pero sintió un golpe en su cabeza. Lo que significaba que había llegado al fondo.

Se levantó con dificultad, llegó a lo que parecía un enorme salón, estaba iluminado por antorchas en las paredes, en el centro del salón habían dos sarcofagos, uno al lado del otro. No pudo mantenerse de pié, todo le dió vueltas y cayó al suelo como peso muerto.

Su visión borrosa pudo divisar una figura que se le acercaba antes de la oscuridad la invadiera.

(...)

Abrió un poco los ojos, la luz de las antorchas le molestaban, se sentó, pero no en el frío suelo, estaba sobre una suave cama.

Miró en todas direcciones, el lugar parecía limpio y bien cuidado. Su ropa también cambió, no era el pantalón y sudadera que se había puesto, era la túnica que había visto en la pintura de antes.

-¿Go-chan, despertaste?- se congeló en su puesto. Unos pasó se escucharon al lado suyo, acercándose.-¿Estás bien?

El rubio volteó lentamente para verlo, era el faraón, tan imponente como lo había visto antes, no tenía nada de maquillaje ni el gorro extraño que siempre cargaba. Pudo divisar algunas pecas en las mejillas del mayor.

-Yo no soy Gogo.- fue todo lo que le respondió. El faraón solo le sonrió, era la misma sonrisa que le había visto al idiota de antes.

El peli-verde se le acercó y posó una mano sobre la mejilla del rubio, Katsuki sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

-Sigues tan hermoso como la última vez que te ví.- el rubio sintió su rostro caliente, seguro que se había sonrojado por una tontería como esa, pero no pudo evitarlo.

-Estaba enfermo y moribundo, no digas mentiras.- una suave risa se escuchó y Katsuki quedó embelesado con ella.

-Aún sigo pensando como una boca tan hermosa puede ser tan filosa, pero es algo que me encanta de ti, Go-chan.- le sonrió, Katsuki estaba sonrojado hasta las orejas y avergonzado.

-Ya dije que no soy Gogo joder, soy Katsuki Bakugou. Grabatelo en la mente.- el faraón solo volvió a reír sin dejar de acariciarle la mejilla.

-Kat-su-ki.- sintió un escalofrío en su espalda al escucharlo pronunciar su nombre por sílabas.- Katsuki-chan, Kacchan. Suena bonito en ti.

-Suena infantil y cursi.- le respondió algo molesto.- ¿En donde estoy? ¿Y por qué estoy vestido de esta manera? ¿Acaso me cambiaste pervertido?- dicho lo último un poco alarmado de cubrió con los brazos el pecho.

El faraón rió con ganas.

-Estamos en un limbo de sueño, no te eh quitado nada,- suspiró aliviado.- aunque no deberías de avergonzarte, eh visto cada perte de ti, hemos echo el amor tantas veces en esta misma cama que eh perdido la cuenta.- el faraón sonrió divertido ante la mirada asesina que le dió el rubio, pero esa amenaza silenciosa no servía de nada si estaba tan sonrojado.

-Maldito... infeliz.- le dijo entre dientes.

El faraón le sonrió y lo abrazó de repente haciendo que el rubio se sorprendiera, puso su cabeza en el cuello del menor y paseó sus manos por la espalda de éste.

-Estoy tan feliz de verte de nuevo, cumpliste tu promesa Kacchan.- Katsuki solo le correspondió el abrazo, al hacerlo sintió una calidez recorrer su corazón.

-Tambien estoy feliz Deku.- el peli-verde se separó del abrazo y le acarició los cabellos.

-Es hora de que despiertes.- dicho eso se acercó y le besó la frente, el rubio cerró los ojos sabiendo que era una despedida.

(...)

Le dolía un poco el cuerpo, más la cabeza. Abrió los ojos un poco, se encontró con un techo blanco. El olor del alcohol llegó a sus fosas nasales, estaba en un hospital era seguro.

-Te has golpeado un poco duro en la cabeza, Kacchan.- volteó su vista a un lado y encontró a un pecoso de cabellos verdes vestido con una bata blanca.

-¿Deku?- preguntó confundido.-¿Qué... ocurrió?- el doctor se acercó y el para tomarle de una mano, la cual acarició.

-En resumen. Encontraste una cámara secreta,- comenzó a explicar.- en donde está la tumba del faraón y su pareja, te encontraron en el suelo con un golpe en la cabeza. Fue por la caída.

-Pero, si tú eres...- el peli-verde lo interrumpió, sabía que iba a decir.

-No Kacchan, lo fuí, pero no lo soy ahora.- el rubio rodó los ojos.

-No me vengas con filosofías de mierda, sigues siendo el idiota sin remedio.- la suave risa del peli-verde sonó.

-Tu boca también sigue siendo igual de hermosa y filosa que siempre.- el rubio se sonrojó.- llamaré a tus padres, se supone que los tenía que traer en cuanto despertarás, pero no pude evitar acapararte para mí un momento. Te veré después.- hizo amagos de irse pero Katsuki lo tomó de su mano.- ¿Ocurre algo, Kacchan?

-Yo...- tenía la cabeza gacha, no sabía cómo proseguir.

El alfa se acercó a él le tomó del mentón para alzarlo, le dió un beso corto en los labios después se apartó admirando el rostro sonrojado que tenía el menor.

-Hablaremos después Kacchan, hoy te quedarás en el hospital para hacerte un chequeo completo, pero en este momento tengo que avisar a tus padres, están preocupados por ti.- el rubio asintió, y el alfa se alejó para salir, pero ¿Chequeo completo?

-¿Un examen completo?- preguntó al peli-verde que estaba por llegar a la puerta, éste volteó a mirarlo.

Su corazón dolió ante la mirada triste que tenía el mayor.

-Quiero asegurarme de que estás completamente bien Kacchan, solo eso.- le sonrió y salió de la habitación, dejándolo solo.

La habitación era pequeña, solo tenia puesto para la camilla, un pequeño escritorio con un florero, una ventana con vista hacia fuera que le hizo saber que ya era de noche,

Katsuki se acostó de nuevo en la camilla. Entendió la referencia.

El alfa tenía miedo de verlo morir de nuevo por algo grave, pero él era una persona saludable, siempre comía sanamente bien, hace ejercicio y odiaba los dulces, pero no le dijo nada, simplemente dejaría que él mismo viera que estaba bien y viviría por muchos años.

Pero...

         Pero...

¡Esperen un segundo!

¿¡Eso significaba!?

¿¡Qué ya tenía alfa!?

-¡Moscoso de mierda! ¿¡Sabes el susto que nos diste!?- su momento de iluminación fue interrumpida por su madre.

Esa noche se llevó un par de gritos y abrazos. Ya deberían de saber de quienes fueron qué.

(...)

Por la mañana, cuando sus padres había ido por algo de desayunar, el doctor, Midoriya Izuku, su madre le había dicho como se llamaba. Vino a verlo, se tomó el atrevimiento de sentarse junto a el en la camilla.

-¿Cómo te sientes Kacchan, te duele algo? ¿La cabeza? ¿Alguna parte en específico? ¿Quieres algo para beber?- el Omega rodó los ojos.

- Me va a dar un dolor de cabeza si sigues haciendo tantas preguntas de una sola vez.- Deku le sonrió y posó una mano en su cabello acariciando suavemente.

-Solo estoy preocupado por ti, no quiero que te sientas mal.- Katsuki lo miró por un momento antes de hablar.

-Estoy bien Deku, no tengo nada.- el peli-verde le revolvió los cabellos.- pero quiero saber, ¿Cómo es que sabías quien era? Los viste en la pirámide, ¿Verdad?

-Asi es, verás; soy un médico de transferencia, tengo un plazo de dos años aquí.- comenzó a explicar alegremente.- Llegué aquí hace poco más de un año, y los recuerdos o sueños fueron el principio, cuando entré a la pirámide fue donde vi todo.

-Y yo pensé que el calor me estaba afectando, ¿Dices que de transferencia? ¿Entonces, después volverás a Japón?- Deku asintió.

-Faltan pocos meses para volver. Es algo bueno. Vivo con mi madre y padrastro en Kamino.- le explicó.

- Yo estoy en el segundo año de la Academia de policía en Yuuei.- el alfa abrió los ojos sorprendido. Si el Omega solo supiera que su padrastro era profesor en esa academia.

- Yo ahora entiendo el porqué de mi fobia con los enfermos, desde pequeño, siempre quise ser un doctor para salvar a las personas.

El rubio al verlo triste, por puro instinto soltó un poco de su aroma, tomó la mano del peli-verde que estaba sobre su cabeza, la pegó a su mejilla y la acarició con ella.

-Si le dices a alguien que hice algo como esto te mato.- el peli-verde río ante lo adorable que era, y también soltó de su aroma llevando su otra mano a la otra mejilla del menor para acariciarlo con las dos.

Katsuki ronrroneó inconcientemente ante en tacto y el aroma.

Izuku olía a menta y bosque, un olor tranquilo y sereno. Le quedaba perfecto, no era denso.
A Katsuki le gustaba mucho, no era tan empalagoso ni abrumador como el otros alfas.

Katsuki olía a frambuesas frescas, ácidas y deliciosas frambuesas, a Izuku le encantaban las frutillas y se encargaría de disfrutar hasta el último néctar de la que había encontrado, pero aún no era el momento de hacerlo.

No importa unos años más, esperaría por él lo que hiciese falta.

Lo cuidaría y protegería el resto de sus vidas.

(...)

5.580, palabras.

¡Aaaaahh! Pero que bonita es esta vida🎶🎶

Y aunque aveces duela tanto, siempre y alguien que nos quiere.🎶🎶
Siempre hay alguien que nos anima!🎶🎶

Gente bonita, espero les haya gustado enserio uwuwuwuwuwuwu a mi me gustó escribirlo.

Pero lloré unu, no lo negaré, lloré en la parte donde Gogo muere. Pero creo que fue porque recordé las muertes de unos familiares míos.

Aquí un par de cosas a aclarar, que creo se dieron de cuenta.

No llamé a Izuku por Yamikumo u otro nombre, pero fue porque como se vió, era un faraón de Egipto, no podía tener un nombre japonés. Por eso era puro faraón aquello, faraón esto.

Gogo en cambio si era mitad japonés, y su madre le enseñó de su idioma natal. Lo que le pasó a la madre de Gogo.... Cómo se los digo de manera fácil?....digamos que, Gogo nació siendo un esclavo. Así que por eso no le quiso responder cuando Yami le preguntó sobre ella.

Alguna otra pregunta?

Aquí estoy.

Voten, comenten y compartan xfisss.

Hasta la otra.

Zaorycast. ✨✨

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