Héroes en pijamas #4
Recuerda a Baōzi? Viendo los comentarios de los anteriores capitulos que escribí sobre los héroes en pijamas ví que había contestado uno donde decía que en algún momento escribiría la interacción de mi Oc con un villano en específico :3 y bueno, lo empeze a escribir tan pronto lo ví XD.
°•°•°|
Para Baōzi ya se había hecho costumbre encontrarse con nuevos villanos casi todos las noches, sinseramente le sorprendio la cantidad de chicos que tenían que convatir los menores siendo tan solo tres. Él antes combatía siendo solo uno pero la cantidad de villanos no era la misma.
Aún así sentía que ellos no eran exactamente como los suyos, habían hombres lobo trillizos, un ninja que tenía un “ejuercito” de pequeños ninjas que parecían adorarlo. Había una chica luna que tenía una hermana polilla, un cerebrito con robots y la lista seguia, pero lo que llamo su atención fue que todos trabajaban en equipo o tenían un acompañante.
Algo que sus villanos nunca tuvieron.
Era extraño, él lo interpretaba con que esos villanos eran de familia o equipo, o quisas solo lo estaba pensando mal.
Aún así, esa suposición se reforzó un poco más después de un pequeño suseso extraño.
Estaba volviendo a su casa, bostezando de vez en cuando al aberce cansado tanto, realmente quería tirarse en su cama y dormir las próximas 24 horas, pero sabía que tenía escuela y eso lo decepcionaba y jodia un poco.
Escucho un sonido de ramas quebrarce y se volteo con rapides, sacando su bō y poniéndose en posición para atacar o defenderse. Pero por más que intento ver algo no lo logro.
Miro su alrededor confundido, volviendo a oír los crujidos pero está vez más subes y lentos, como si alguien estubiera luchando por qué el sonido fuese lo menso perseptible posible.
Miro hacia abajo, abriendo lo ojos sorprendidos al divisar una pequeña figura que se movía despacio sobre una rama que era pequeña pero sorprendentemente grande para un ser tan chico.
Se agachó y lo agarro de la parte traceras del cuello de su traje, el pequeño soltando un alarido asustado mientras se encogió en si mismo en un intento de hacerse aún más pequeño, algo que lo divirtió ligeramente.
–¿Sos un Ninjalino?– pregunto curioso y sorprendió, su cola moviéndose apenas en muestra de que se encontraba pensando. Nunca lo había visto pero podía deducir que era parte del equipo de Ninja Noncurto al tener el traje característico de sus seguidores.
–¿N-nao? (¿N-no?)– tartamudeo con nerviosismo, sus ojos sorprendentemente grandes pareciendo brillosos, algo que de seguro era producto de las lágrimas de miedo contenidas.
–Aja– Baōzi enarco una ceja, mirando su alrededor sin lograr ver a ninguno más –¿Que hacés solo?– le pregunto mirandolo, el pequeño tragando en seco.
–M-mey perd (M-me perdí)– Murmuró jugeteando con sus dedos, intentando de que el nerviosismo disminullera.
–Con ese tamaño no me sorprende– el mono hizo una mueca, dejándolo en la palma de su otra mano para que estuviera más cómodo –¿Tenés alguna idea de dónde estan los otros?– al verlo negar se decepcionó un poco –Vamos a ver entonses– empezó a caminar, escuchando con atención su alrededor, qusias podía encontrar con el oído a los demás.
–¿Mey tas aiu? (¿Me estás ayudando?)– pregunto ladeando la cabeza, mirando al mono con confucion y asombro.
–Estas pequeño y no sé que tan indefenso sos, no puedo dejarte así como así– se dirigió hacia la montaña de An Yu, la mayoría de las veces ellos siempre estaban ahí.
–Gracias– era una de las pocas palabras que no se habían modificado en su lenguaje.
–De nada– respondió mientras daba un salto y caía sobre un tejado, antes asegurandose de qué el pequeño no llegara a caer o sentirse muy sacudido.
–Res coan Caty Boy (eres como Cat Boy)– Baōzi tardo unos segundos en entender.
–Ah, ¿Por el salto?– el pequeño asintio –Sí, ahora que lo pienso es verdad– podía escalar con facilidad como Gecko y tenía buena vista como Ululette, quisas no la misma pero era similar.
Luego de unos minutos llegaron hasta la entrada de la montaña y el Ninjalino dió un pequeño salto de la palma ajena, dando saltitos emocionados al poder volver.
–Calmate pequeño entuciasta, ¿Podes abrir sin ayuda?– pregunto enarcando una ceja, notando con divercion como el más chico parecía desanimarse ante la pregunta –Menos mal que Gecko me obligó a aprenderme está cosa– dijo mientras hacia el símbolo del infinito, el muro abriendose y el pequeño soltando una exclamación de jubilo, corriendo hacia la montaña –¡Eh! Espera– dijo mientras lo seguía, estaba seguro de que ese pequeño se volvería a perder en cuestión de segundos.
Apenas paso el otro lado y atrapó al pequeño que justo había pisado el interruptor de una trampa, el mono dando un salto para evitar quedar colgado de cabeza.
–Creo que mejor te quedas conmigo– el Ninjalino acintio, aferrándose inconcientemente al pecho ajeno, ahora sintiéndose más protejido.
Fue hasta el templo, quedándose parado al pie de las escaleras y mirando con una mueca lo que tendría que escalar, de verdad aún no entendía como es que su propio cuerpo había resistido tanto después de quien sabe cuántas veces tuvo que subir y bajar. Al menor había válido la pena haber sido entrenado como animal por sus padres.
–¿Woa subi? (¿Vas a subir?)– pregunto mirando de reojo a quien lo cargaba, la verdad él mismo había tenido que subirlo una vez y no lo volvería a ser.
–...nha– no pensaba subir eso otra vez. –Ya me la sé– tomo aire –¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAN YUUUUUUUUUUU!!!– grito hacia la montaña, el pequeño tapándose los oídos con gran sorpresa ante la potencia en su voz. A los pocos segundos apareciendo la mencionada con una cara de molestia, cruzada de brazos –Hola–
–¿Para que me llamas?– gruño con molestia mientras miraba al Ninjalino en la palma del mono.
–Este pibe se perdió– levantó su mano para que el más pequeño fuera visto con mayor facilidad –No sé dónde está Ninja Nocturno y él tampoco– se encogió apenas de hombros, el Ninjalino imitandolo sin darse cuenta.
An Yu suspiro con irritación, pasandose una mano por la cara antes de suspirar.
–¿Era nesesario gritar?– se cruzó de brazos nuevamente.
–Si no quería subir, sí– ante esa respuesta la chica suspiro nuevamente, intentando no estresarse de más, realmente detestaba los gritos.
–No sé dónde está, pero probablemente esté entrenando en el campo de entrenamiento– señaló los árboles de diez metros, antes de que pudiera decir algo el mono ya había desaparecido con un “Gracias”.
La dragona soltó un suspiro, volviendo a su templo ya algo acostumbrada a tratar con ese extraño mono.
Baōzi fue rápido en adentrarse en ese bosque, el pequeño ninjalino logrando de algún modo acomodarse en su hobro y luego dentro de su capucha, vastante reconfortado ante el calorcito del pelo ajeno. El mono no había prestado mucho atención a eso, más consentrados en devolver a ese pequeñín a Ninja Nocturno.
Luego de unos minutos pudo encontrar el campo de entrenamiento, dónde los menores parecían estar en su descanso, eso era bueno, al menos no están ainterrumpiendo nada.
–¡Hey, nene!– llamo logrando hacer que el líder se volteara con una ceja enarcada, frunciendo el ceño al notar quien era –Se te perdió un pi-...– de pronto había un palo apuntando al medio de su frente, era uno de entrenamiento pero seguía siendo mortal.
–¿Que haces aquí? No he hecho nada... Por ahora– desvío la mirada hacia sus ninjalinos, estos mirando confundidos la escena.
–Sí, la verdad no me importa lo que hagas mientras no me rompas las pelotas– con un golpe lanzo el palo lejos, Ninja Nocturno dando un salto hacia atrás ante eso –Y vine a acá porque este chico se te perdió– señaló dentro de su capucha, la cabeza del pequeñín saliendo de entre su pelo y la tela para saludar a su jefe. –Tene más cuidado la próxima, el nene no se puede cuidar solo–
–¿Que-?...– el ninja miro a sus seguidores, uno de ellos encogiéndose en si mismo ante la mirada del mayor –¿¡Que tan difícil es cuidarlo!?– el más pequeño se encogió aún más, haciendo una mueca y jugando con sus dedos avergonzado y con miedo. Pero está vez Ninja Nocturno decidió tomar aire y dejar los castigos para otro momento, mirando al pequeñín y caminado hacia Baōzi con apuro –¿Estás bien?– pregunto algo preocupado mientras extendía una mano y el ninjalino saltaba hacía esta, contestando con ánimos y explicando lo sucedido.
Baōzi miro la escena por unos segundos, notando que el villano se veía cada vez más relajado ante el parloteo del pequeño y su preocupación se desvanecía poco a poco.
–Bueno, nos vemos– dijo el mono antes de dar media vuelta y volver por donde vino, ya pudiendo sentir que entendía un poco más a esos extraños villanos.
–Hey– se volteo ante el llamado del ninja, este desviando la mirada –Gracias– murmuró mientras le daba la espalda, esperando que se fuera. Odiaba dar las gracias, mucho más a un héroe, pero debía de hacerlo.
–De nada, cuidalos– respondió reanudando su caminata, ahora pudiendo volver a su casa y descansar adecuadamente.
Algo le decía que ese villano en especial no era tan villano. Era extraño.
•°•°•°•°•
Quería que la interacción fuese más prploganda y un tanto más entretenida pero la verdad me gustó como quedó :3.
2_Strawberry_9 mira wey, mira :D
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro