Serie/Película: Enrredados y El Origen De Los Guardianes

Shipp: Jackunzel (Jack×Rapunzel)

* Al que no le guste el Shipp se jode >:V

Narra Jack:

Esta, es la historia de mí muerte. Pero tranquilos, en realidad ya morí y no estuvo tan mal. ¡Hey, hasta me volví Guardián de la Diversión! Pero ese no es el punto. Esta vez les voy a contar algo que me pasó mientras exploraba tierras que supuestamente estaban desavitadas.

Narro Yo:

Jack estaba sobrevolando una isla que estaba cubierta por un extenso y profundo bosque. Cerca de la isla también había un Reino pero prefirió no molestar a sus habitantes ese día.

En un momento vió una torre que parecía abandonada en medio del bosque y pensó que no era mala idea revisar.

Aterrizó con suavidad en el "balcón" de la torre haciendo que una brisa fresca se adentre al lugar. Hizo dos pasos dentro del lugar y un sartenazo en la parte trasera de su cabeza logró noquearlo.

La chica que lo noqueó, llamada Rapunzel, corrió a esconderse luego de golpearlo pero al notar que estaba
inconciente lo miró con cuidado. Su buzo azul con detalles blancos haciendo parecer esos detalles nieve, sus pantalones marrones, que esté descalzo como ella le llamó la atención al igual que su cayado pero lo que más la cautivó fue su pelo. Ese pelo blanco como la nieve casi se parecía al pelo de su madre cuando llevaba mucho tiempo sin curarla con su pelo. ¿Pero completamente blanco? ¿Qué tan viejo era este chico? ¿Y por qué parecía tan joven?

Siguió las recomendaciones de su camaleón y revisó si tenía colmillos pero en cambio encontró los dientes más blancos y perfectos qué había visto en su vida. Prosiguió a quitarle el pelo de su cara y, a pesar de estar inconciente y con el pelo algo alborotado, le pareció lindo.

Claro que su ensoñación se acabó cuando lo vió abrir un ojo y por el susto le pegó otro sartenazo dejándolo inconciente otra vez.

Luego de un rato logró encerrarlo en su armario y escondió su cayado detrás de un perchero. En lo que esperaba a su madre practicaba de como decírselo. Aunque todos sabemos que fué en vano ya que no la escuchó sin embargo logró converserla de ir en un viaje de tres días para traerle pintura.

En cuanto su madre se fué, sacó a Jack del armario y lo ató a una silla con su propio cabello, que todos ya saben que es más largo que el infinito.

Cuando estaba lista para interrogarlo su camaleón, Bascar, lo despertó.

En cuanto despertó iba a crear una tormenta de nieve pero vió que lo que lo ataba era cabello y se detuvo solo por la curiosidad.

Rapunzel: Luchar... ¡Luchar no te servirá! –la vió saltar de un lado a otro hasta quedar frente a él escondida en la sombras– Y-Ya sé que quieres y, no me, das miedo ¿oiste?

Jack: ¿Qué? –preguntó extrañado y divertido a la vez.

De un modo que no entendía le divertía ver a la chica tan asustada pero fingiendo ser segura pero también estaba confundido. ¿Cómo podía verlo?

Cuando ella se mostró pudo notar que ella era más alta que él por poco, que todo el pelo era de ella y que llevaba un vestido de tela rosa.

Rapunzel: ¿Quién eres y quién te ayudó a encontrarme?

Jack: ¿Qué? –realmente no entendía. Si no sabía quien era, ¿cómo lo veía?

Rapunzel: ¿Quién eres y quién te ayudó a encontrarme? –repitió amenazante alzando la sartén.

Jack: No se quienes somos, ni porqué estamos aquí, pero quiero decir; Hola, soy Jack Frost. Es un placer. –la chica estaba algo extrañada y no se lo creía.

Rapunzel: Sí, claro. ¿Tú? ¿Espíritu del Invierno?

Jack: ¿Y cómo conoces tú la leyenda de Jack Frost?

Rapunzel: Me leí todos los libros de todas las bibliotecas del Reino cercano gracias a mi madre y digamos que creo en la magia. Pero ese no es el punto. ¿Cómo puedes probar que en realidad eres "Jack Frost"?

Jack: Bueno solo necesi- Eh. –notó que le faltaba algo– ¡¿Qué?! ¡¿Dónde está mi cayado?!

Rapunzel: Lo escondí. Y jamás lo vas a encontrar.

Jack recorrió el lugar con la mirada y literalmente lo vió.

Jack: Está detrás del perchero, puedo verlo.

Mente de Rapunzel: Que lo noquees dice.

Luego de noquearlo solo tuvo que esconder el cayado en el armario y dejar que Bascar lo despierte otra vez.

Esta vez formó una pequeña ráfaga de viendo que arrojó a Bascar lejos pero Rapunzel no lo notó.

Rapunzel: Ahora lo escondí donde no lo vas a encontrar.

Jack: ¿Y como quieres que te demuestre que soy Jack Frost? Mi poder sale de mi cayado y soy el único que puedo usarlo.

Ella cayó en cuenta de que tenía razón, había leído justo lo que había dicho asique nunca descubriría la verdad escondiendolo.

Rapunzel: Bien, lo puse aquí. –abrió el armario y ahí estaba el cayado– Te lo doy pero no pienso desatarte.

Jack tomó como pudo el cayado y dió un golpe con el mismo en el piso haciendo que tenga una fina capa de hielo que la chica se resbale y caiga.

Jack: ¡Lo siento! Pero no puedo hacer mucho estando atado. ¡Oh! Tal vez esto. –giró el bastón y lo agitó un poco hasta generar escarcha en algunas columnas del lugar.

Rapunzel: Woow... –ella estaba sorprendida, sabía por experiencia propia que la magia existía pero nunca la imaginó tan hermosa, hasta su camaleón estaba hipnotizado viendo la escarcha en la madera– Sorprendente.

Jack aprovechó su distracción para con su cayado quitarse el pelo de encima y poder escapar. Pero Bascar notó esto y le advirtió a Rapunzel quién se giró rápidamente a encararlo con su sartén.

Rapunzel: ¡Quieto! –él se detuvo justo cuando estaba por salir por la ventana– P-Por favor, no te vayas.

Jack: ¿Ahora no quieres que me vaya?

Rapunzel: Nunca dije que quería que te fueras. –Jack se dió vuelta cruzado de brazos y viendo a la chica– Y-Yo... Lamento haberte atado. Nunca salí de está torre, mi madre dice que es por protección a los extraños, que todos son peligrosos. Por eso te até, por que creí que ibas a raptarme para vender mi cabello, o cortarlo.

Jack: ¿Por qué me importaría tu cabello? –ya estaba intrigado.

Rapunzel: Tengo cabello mágico. –Jack abrió los ojos como platos– Puedo sanar heridas y rejuvenecer a la gente, o al menos evitar que envejezcan, mi madre es bastante vieja asique tengo que sanarla constantemente.

Jack se acercó a ella bastante serio cosa que asustó un poco a la chica.

Jack: ¿Nunca has salido?

Rapunzel: N-No.... –miró a otro lado ruborizada por la cercanía– ¿Q-Qué es esto? ¿Un interrogatorio? –ante la reacción de la chica Jack largo una risita antes de apartarse un poco y verla con interés.

Jack: Ven conmigo.

Rapunzel: ¡¿Qué?!

Jack: Oh, vamos, no me digas que nunca pensaste en salir de aquí.

Rapunzel: Bueno... –se acercó a la pared donde tenía la pintura de las Luces Flotantes– Siempre quize ir a ver las Luces Flotantes, pero mi madre no me deja.

Jack: Ah, si. –se sentó en su cayado con una pierna colgando– El año pasado pasé por aquí y las ví, son linternas que lanzan al cielo en honor a una princesa desaparecida.

Rapunzel: Linternas. Sabía que no eran estrellas.

Jack: Si, son hermosas. Es la única cosa que no necesita nieve para que me divierta verlo.

“Tal vez no la única” Jack miró a otro lado avergonzado por ese tonto pensamiento.

Rapunzel: Y... ¿Creés poder llevarme y traerme a salvo para mañana? –dijo tímida.

Jack la miró sorprendido.

Jack: Creí que no te dejaban salir. –dijo divertido.

Rapunzel: Mi madre no confía en mí. Cree que no puedo defenderme sola, pero yo creo que está equivocada. Ella no va a volver en tres días asique no tiene porqué saberlo. –Jack soltó una risa– ¿De qué te ríes?

Jack: Nunca pensé que fueras del tipo que rompe las reglas.

Rapunzel: ¿Me llevarás o no? –dijo ya cansada cruzada de brazos.

Jack: ¿Quiéres ir volando o caminando? –dijo divertido y Bascar, conociendo la respuesta, se ató al pelo de Rapunzel. Va a ser un viaje largo.

El Fin

Sorry por no publicar nada en un tiempo pero estoy con las otras historias que tengo, que por cierto deberían ir a verlas.

Además estuve de mudanza asique nada :P

En fín Bai OwO