Él Merecía Ser Amado.
VMin.
Kim TaeHyung: SEME.
Park JiMin: UKE.
...
Estar todo el día y toda la noche con su novio era reconfortante, vivir con él era simplemente lo mejor... O tal vez no. Sonrió para si mismo, no faltaba mucho para el mejor día del año, al menos para él.
Halloween siempre le encantó, sobre todo por todos los sucesos que para otras personas es desastroso, pero para él, es solo algo que debía pasar y le encanta. Según tiene entendido, es la noche en la que los demonios tienen más fuerza que nunca, acechando a cualquier persona inocente y haciendo cualquier tipo de maldad para arruinarles la noche o la vida.
Disfrutaba de ver todo lo que sucedía esa noche, todos los delitos cometidos por delincuentes sin rostro ni nombre, muchas de las veces quedando impunes y saliendo completamente libres, sin siquiera llegar a ser arrestados.
Su creencia y mayor secreto es lo mejor que tiene, hace años, entro a esa... ¿Religión? ¿Culto? Lo que sea, gracias a un viejo amigo suyo, que le dijo que era increíble la sensación que se siente al hacer sus rituales, que para la mayoría es cosa de locos y no es nada más que una tontería. Desde entonces, ha participado en muchos rituales y todos han sido estupendos, al menos para él, aunque no cualquiera sabe sobre ellos y puede participar.
Pero desde hace un año ha querido invocar (llamar), al demonio mayor, al mismísimo diablo. Se la ha pasado leyendo para saber como hacerlo correctamente, claro que no encuentra mucha información pues no es algo que se de mucho. Por lo poco que logró encontrar, sabe o cree, que para hacer eso, es mejor si lo hace en halloween a las tres de la mañana.
Lo que más le impresiono es que el sacrificio u ofrenda, no debe ser cualquier animal, sino, la humano. Al principio lo pensó mucho, creyó que eso ya sobrepasaba los límites pero llego a la conclusión de que seguramente valdría la pena.
Y por último, lo que le llevo meses aceptar, si quería tener mayores posibilidades, tenía que matar a la persona que más ama, a la que se supone sería su compañero de vida. Claro que ese amor debe ser correspondido.
El día estaba por llegar, estaba adaptando el sótano de su casa para hacer el dichoso ritual aunque se le dificultaba meter y sacar cosas sin que su novio lo notara. Salió del sótano y se asusto al ver a su novio mirarlo fijamente con sus ojos curiosos, parecía un pequeño niño.
—¿Qué hacías, TaeTae?— Sonrió para el mayor y le puso seguro a la puerta antes de hablar.
—Es una sorpresa que estoy preparando, así que espero que no quieras husmear.
—¿La sorpresa es para mi?— Pregunto el azabache emocionado, TaeHyung casi se arrepintió de lo que haría en unos días.
—¿Para quien sino es para mi lindo novio?— Acarició las mejillas del contrario, sonriendo cuando este ladeo su cabeza en busca de mayor contacto. —Te amo, JiMin —. Este sonrió y abrazo al más alto.
—También te amo, TaaTae —. Sus miradas se conectaron y el deseo por besarse surgió, ambos sonrieron antes de juntar sus labios en un lento y cálido beso.
...
30 de Octubre — 11:47 pm.
JiMin miraba a través de la ventana, observando la luna brillar en lo más alto del cielo, sus ojos picaban y ardían, estaba cansado de llorar, se sentía profundamente triste y solo... Estaba solo, TaeHyung se había ido por la mañana muy temprano y aún no regresaba.
Hace días que el menor comenzó a tratarlo como si fuera un completo desconocido, ya no tenían esos bonitos momentos en los que compartían miradas, palabras bonitas, besos y caricias. TaeHyung ni siquiera lo volteaba a ver, pareciera que de la noche a la mañana todo el amor que, se supone, sentía por él se había esfumado, sin dejar ni una pizca de cariño, absolutamente nada.
Mirar la luna siempre le calmaba, solía hacerlo pero ahora solo le dan más ganas de llorar, le recuerda que esta tan solo como ella. 12:38 am, su novio aún no llega pero ya no está seguro si debería de preocuparse. Se levantó y busco en el armario el abrigo en donde vio que el menor había guardado la llave del sótano, quería ver que es lo que había allí pues TaeHyung seguía entrando a esa habitación cuando normalmente no la usaban para nada.
Al encontrar la llave, bajo hasta el sótano y casi grito al ver una mesa llena de distintas armas punso cortantes, había incluso armas de fuego que fue lo que más le preocupo, ¿Para que quería TaeHyung esas armas?
—No debiste entrar —. Dio un brico al escuchar la voz de su novio, se giro sobre su talones para poder verlo.
—¿Por qué tienes todo esto? —. Su voz salió casi como un susurro, después de días llorando en silencio, sin hablar casi nada y gritando en algunas ocasiones de frustración cuando el menor no se encontraba, su voz había casi desaparecido.
—Me estaba arrepintiendo, pero ahora que estas aquí... Supongo que tengo que hacerlo— TaeHyung cerro la puerta colocándole seguro, JiMin sintió su respiración cortarse y por reflejo se alejo del rubio cuando este comenzó a acercarse a él.
—¿Ha-hacer qué?
—No debiste entrar aquí, JiMin, si no lo hubieras hecho, todo seguiría como siempre —. TaeHyung detuvo su paso ya que estuvo cerca del mayor.
—¿Cómo siempre? Cuando me amabas o el de ahora —. El menor frunció el ceño y termino con la poca distancia que los separaba, juntando sus pechos y posicionando sus manos en la cintura del azabache.
—Aún te amo, Minie —. Susurro, dejando que su aliento choque en los labios del más bajo.
—¿Entonces por qué te has alejado de mi?— JiMin sintió sus mejillas humedecerse, de nuevo estaba llorando, los últimos quince días un gran vacío comenzo a instalarse en su pecho, el ya no tener la atención del menor como antes le había lastimado demasiado, no entendía por qué de un momento a otro lo dejo de lado.
—Porque quería arrepentirme, pero ahora ya no quiero eso —. TaeHyung beso, por la que sería la última vez que lo haga, al mayor. Sintiendo como este le correspondía de inmediato, disfrutaban ese contacto como nunca antes lo habían hecho, después de poco más de dos semanas extrañaban sentirse tan cerca el uno del otro.
Al separarse por la falta de aire, sus frentes se juntaron y ninguno dijo por varios segundos, solo estaba allí, con los ojos cerrados y disfrutando de la compañía contraria.
JiMin se asusto cuando el menor se separó como si de pronto estar así le quemara y lo jalo hasta una mesa que estaba en el centro, él definitivamente no dejaría que lo pusiera sobre esta, por primera vez desde que conocía a TaeHyung sintió miedo de él, ya no lo quería cerca. Jalo hacia el lado contrario tratando se zafarse del agarre en su muñeca pero lo único que Có siguió fue lastimarse, las gordas y amargas lágrimas corrían de nuevo por sus mejillas.
—TaeHyung, sueltame, por favor— Pidió con su voz temblorosa, jadeo de dolor cuando fue acostado en la mesa con brusquedad. —No, sueltame, ¡sueltame!— Su voz había dejado de ser tranquila, ahora siendo controlada por el gran miedo que de pronto había en su interior, forcejeo un par de segundos con TaeHyung y quedo en trance al sentir una bofetada en su mejilla izquierda.
—¡Quedate quieto! ¡Deja de gritar, maldición!— Y él solo hizo caso, le dolía más el hecho de que el rubio le haya golpeado que la misma bofetada, todo eso debía ser una terrible pesadilla, su relación no pudo irse al caño en tan solo dos semanas y por nada.
No se dio cuenta en que momento fue atado a la mesa, miro a TaeHyung y se dio cuenta que la persona de la que se había enamorado ya no estaba allí, ahora tenia a un completo loco frente a sus ojos, este tenía un pequeño cuchillo en sus manos, lo estaba admirando, como si fuera lo más preciado del mundo.
—¿Qu-qué vas a hacer?— De nuevo, el temblor en su voz ahí estaba, el menor se acercó a él con el cuchillo en manos y acarició con este sus mejillas.
—¿Tu qué crees, Minie?— No fue la pregunta lo que terminó de asustarlo, sino, la sonrisa que estaba decorando los labios del rubio en ese momento. Era una sonrisa que le causó tantos escalofríos como salir en invierno sin abrigo.
—Sueltame, por favor— Pidió al sentir el cuchillo acariciando su rostro nuevamente. Grito cuando este se clavo profundo desde su oreja izquierda hasta su barbilla, entonces supo que ya no tenía escapatoria, pronto sintió el líquido carmesí bajar por su cuello hasta tocar la mesa. Sus sollozos no se hicieron esperar, le seguía doliendo más el hecho de que fuera TaeHyung quien le hiciera eso y no lo que le estaba haciendo.
Pudo ver algo de preocupación en los ojos del menor, tal vez aún podía salvarse. —Ta-TaeHyung, ¿Por qué... Por qué me haces esto?— Su voz se corto al final por otro grito cuando el cuchillo corto, esta vez, su brazo izquierdo. —¿N-no vas a conte-testarme?— Quería saberlo, quería al menor saber la razón por la que el menor había enloquecido y ahora le estaba haciendo daño.
—Por que eres demasido hermoso para este mundo, no quiero que nadie más vea lo bonito que eres, tu eres mío, me perteneces y no dejare que nadie te arrebate de mis brazos— Y aunque esa no era la verdadera razón, su mejor amigo le había metido la loca idea de que querían quitarle a JiMin, que había muchos que lo pretendían y el definitivamente no dejaría que se fuera de su lado.
—¿Pero por qué mejor solo me encerraste? ¿por qué hacerme esto?— TaeHyung frunció el ceño y se pudo de pie, dirigiéndose a la mesa en donde estaban todas las armas. —TaeHyung, contestame, por favor— Pero el menor no le hacía caso, parecía estar pensando minuciosamente que otra arma usar. —TaeTae, po-por favor... Sueltame, te prometo que no me iré de tu lado, me quedaré por siempre contigo... — Trato de sonar lo más seguro posible, no quería morir, no aún. —Olvidaré esto... pero por favor, sueltame— Lo último sono como un susurro, el miedo que sentía era más grande que nada. La sangre seguía saliendo de las dos heridas que tenía, pero ya no como al principio.
Cerro sus ojos un par de segundos y los cerro aún más fuerte al sentir algo clavandose duramente en su pierna derecha, no había podido convencer a TaeHyung. Abrió sus ojos con pesades e intento ver sus heridas, su pantalón se había teñido de rojo en gran parte, sollozo y miro al menor. —Basta, por favor... basta—
El rubio casi lo desata y lo lleva a un hospital en ese momento. "No querrás que nadie te lo arrebate, ¿O si?" la voz en su cabeza lo hizo deshacerse de eso, no, nadie podía quitarle a JiMin, no dejaría que eso pasará y menos de ver personalmente como muchos chicos y chicas pretendían a su novio, no permitiría que ninguno de esos "estúpidos", como los había comenzado a llamar, le arrebatara el amor de JiMin.
Saco el cuchillo de la pierna del mayor y volvió a clavarlo, obteniendo un nuevo grito igual de desgarrador que los anteriores. Su ropa seguía intacta, no tenía ninguna mancha de sangre y él solo quiso saber que se sentía tocar ese líquido rojo. Posó su mano izquierda sobre el charco de sangre en la mesa, se sentía un poco caliente, miro al mayor y una pequeña sonrisa apareció en sus labios.
Llevo su mano ensangrentada a los labios de su novio y los unto con la sangre. —Pruébalo, Minie— Pero el rubio se negó a lo que el frunció el ceño. —Que lo pruebes— Dijo esta vez con su voz sonando dura y molesta. JiMin volvió a negarse por lo que Taehyung tomo fuertemente las mejillas del mayor y le hizo abrir sus labios, con su otra mano tomo sangre y la vertió en su boca. —¡Que la pruebes, maldición!—
El mayor se reusaba a tragar su sangre, por lo que comenzó a ahogarse al no pasarla, quería toser pero no podía pues TaeHyung aún sostenía y apretaba sus mejillas. —¡Tragala!— Hizo caso al sentir que ya no podía aguantar más, el menor soltó empujando hacia un lado su rostro, sus sollozos de nuevo comenzaron a oírse.
—TaeHyung, por fa-favor, sueltame— Pronunció pero fue ignorado, le dolía todo, de seguir así no aguantaría mucho pues ya había perdido mucha sangre. —TaeHy...
—¡Callate!— Iba a hablar nuevamente pero su voz no salió al ver lo que el menor traía en manos, unas pinzas para podar.
—¿Qué vas a hacer?— Comenzo a removerse en la mesa, tratando de liberarse, solo había una cosa para la que se podían utilizar esas cosas y estaba aterrado. Jadeo cuando TaeHyung le dio otra bofetada.
—Elige Minie, ¿Mano izquierda o mano derecha?— JiMin no podía creer que realmente iba a hacerlo, cerro sus ojos con fuerza y negó. Sintió el peso del menor encima suyo, se había sentado con sus piernas a los costados de sus caderas.
—Respuesta equivocada— Una nueva bofetada le fue dada, los sollozos seguían presentes, siendo el único sonido constante que había en la habitación. —Preguntaré de nuevo, ¿Mano izquierda o mano derecha?— JiMin miro al menor, buscando sus ojos para poder hablarle.
—Por favor, no me hagas esto... Por favor, tata, te lo ruego— Pronunció con su voz temblorosa, y ahí estaba de nuevo la preocupación en los ojos del rubio, pero esta se esfumó cuando frunció el ceño y se bajo de la masa.
—Siempre me gustó tu dedo meñique, creo que lo guardaré de recuerdo— Puso dicho dedo de la mano derecha entre las pinzas.
—¡No! ¡TAEHYUNG! ¡POR FAVOR NO M...— Lo próximo en oírse fueron sus gritos, no podía más, sabía que pronto todo eso acabaría con su vida.
TaeHyung miro la hora, 3:28 am, hora de terminar con todo. Tomo el cuchillo más grande, se dirigió a JiMin y se quedó observándolo unos segundos, sus ojos se estaban cerrando, era evidente que quedaría inconsciente pronto pero tenía que terminar con todo eso antes de que pasara. Acarició su mejilla y beso su frente.
—Te amo, JiMin— Susurro antes de comenzar a decir cosas que el mayor no lograba entender, cuando vio que Taehyung alzaba sus manos con el cuchillo entre estas, hablo.
—Te ame, te amo y te amaré por siempre, te perdono por hacerme esto, tata— Justo un segundo después, el cuchillo le atravesó el pecho y sonrió para TaeHyung antes de dar el último respiro.
El menor espero y espero, una hora había pasado pero nada sucedía, todo había sido en vano, mato al amor de su vida por nada, su creencia era falsa, no existía. Miro el cuerpo de JiMin y solto el cuchillo, sus manos comenzaron a temblar y soltó un grito de dolor, desató rápidamente las manos y pies del mayor y se abrazo a su cuerpo.
—Lo siento, Minie, lo siento tanto, perdoname, perdoname— Susurro en el silencio de la habitación. Sus lágrimas corrían una tras otra sin cesar. Tomo entre sus manos las mejillas del mayor y beso su rostro repetidas veces sin importarle que se estaba manchando de sangre, era lo de menos. —Lo siento, mi amor, lo siento tanto—
El resto de la noche se la paso llorando y pidiendo disculpas al cuerpo de JiMin. Había cometido la estupidez más grande de su vida.
Limpio el cuerpo del mayor, le pudo ropa limpia y parecía estar intacto si no fuera por la cortada que había hecho desde su oreja hasta su barbilla. Dejo el cuerpo recostado sobre la cama que solían compartir y el se dio una ducha rápida para después, recostarse a un lado de JiMin.
Saco su celular y marcó a emergencias.
—¿Cuál es su emergencia?— La voz de una mujer al otro lado de la línea lo hizo reaccionar, respiro profundo y hablo.
—Mate a mi novio— Dijo sin más. —Soy Kim TaeHyung y me declaró culpable de haber matado a Park JiMin, mi novio, yo... Lo siento— Dijo su dirección para después colgar la llamada y observar por varios minutos más a JiMin, la pistola en su mano era pesada, pero no quería seguir viviendo sino tenia a su novio consigo, igual, iría a la cárcel. —Te amo, Minie— Susurro antes de jalar el gatillo y dejar que la bala atravesará su cráneo, todo había terminado.
"Las autoridades acudieron a la llamada de un hombre que decía haber matado a su novio, encontraron dos cuerpos junto a una carta, aún no se han confirmado sus identidades, estamos esperando por más información".
''Te ame, te amo y te amare por siempre, te perdono por hacerme esto, tata' Fueron sus últimas palabras, y yo, un ser despreciable termine de arrebatarle la vida, Park JiMin era la mejor persona del mundo, lo amaba y el me amaba, lo mate por creencias que no valían la pena y me arrepiento de todo.
Su amor por mi era tan grande que incluso me perdono por haberle hecho sufrir, lo torture como si lo mereciera cuando la realidad era otra. Él solo merecía ser amado.
Kim TaeHyung.'
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro